"Estar al pie del cañón" quiere
decir estar ahí, dispuesto a hacer lo que sea, a ayudar, a no huir de los
problemas, a apoyar a alguien, no desaparecer cuando algo va mal”
“Pica, pica, Tararira,
plata viva del juncal, si no se me corta el hilo, junto al agua me hallarás”
Osiris Rodríguez Castillo
Cuando llegamos al final de
un año y nos preparamos para desearnos los unos a los otros que tengamos unas
muy felices fiestas, agregamos a los mismos deseos como si fuesen un agregado
imprescindible: “un muy feliz año nuevo” con la clara intención de que nuestros
deseos y augurios para el próximo año irán acompañados de “un compromiso
implícito” de que así como nos sentimos felices por este año que ha pasado de
igual manera manifestamos nuestros deseos de que estaremos atentos a todo lo
que pueda venir por delante y que pueden contar con nosotros en toda ocasión en
que nos puedan necesitar.
Eso es lo que entendemos
por estar “al pie del cañón” atentos y confiables en cuánto a nuestra capacidad
solidaria de aportar lo mejor de nosotros cada vez que se estime que sea necesario.
Cierto es que no somos “los
dueños de nuestro destino” el futuro definitivamente no nos pertenece, eso no
depende solamente de nuestra voluntad e intenciones, pero al igual que aquel
niño que a orillas del río se mantenía atento a su caña de pescar, expresamos
el mismo sentido que el contenido en esta estrofa:
“Pica, pica, Tararira, plata viva del juncal, si no se me
corta el hilo, junto al agua me hallarás”
Hugo W Arostegui
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