Uno
con el tiempo aprende la diferencia, digamos que la gran diferencia, entre
manifestar nuestros deseos de buenos augurios, especialmente en esta época del
año, con relación al próximo, que está prácticamente a las puertas de su
comienzo y nuestra capacidad de asumir el compromiso solidario de estar
presente para ayudar en todo lo que pueda estar a nuestro alcance para cultivar
juntos una constructiva relación durante todo ese período.
La
convivencia social nos familiariza con cierta forma de expresarnos en el cual
desarrollamos determinadas habilidades que hacen a nuestras relaciones sociales
mediante las cuales aprendemos a decirnos muchas cosas que muy difícilmente ultrapasen
el umbral de las mejores intenciones en un intercambio, digamos que “socialmente
correcto” por medio del cual manifestamos muchas cosas pero concretamente no
decimos nada.
Es
nuestro genuino deseo que este nuevo año que prontamente se inicia nos traiga
todas las oportunidades de gozar de la mayor plenitud de nuestras facultades
humanas cultivando en forma conjunta todos aquellos valores que nos hacen
socialmente desarrollados.
Hugo
W Arostegui
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