Heredamos en nuestra conciencia colectiva una serie de
maquinaciones tendientes a someter nuestras probables reacciones primarias que
nuestra condición de “criaturas humanas” provistas de raciocinio, libertad de
elección y expresión, propias de nuestra herencia “pre natal” o mejor dicho,
nuestra herencia “preterrenal”.
Recordemos que “venimos al mundo terrestre” sin saber cómo y
que nos encontramos en un medio
totalmente ajeno a nuestras expectativas que no corresponde con lo prescrito en
nuestra herencia, no es lo mismo considerarse parte de “el reino de los cielos”
que vivir en un mundo de humanos cuyas normas nos restringen con brutal rigidez
toda aspiración a lograr una convivencia plena en libertad de conciencia y de
elección.
Nuestra impronta se resiste contra todo intento de
sometimiento, viniere de donde viniere, evidentemente el recurso de “tratar de
imponer lo divino” por medios diabólicos y terrenales nunca han cuajado con
nuestro “libre albedrío” por mayores que fuesen los “inevitables castigos “la
obediencia y el sacrificio exigido no condicen con nuestra impronta de percibir
una humanidad más acorde con los valores que han motivado nuestra divina
creación.
“Como dijo Einstein: "No podemos resolver un problema
con la misma mentalidad con la que lo hemos creado”.
Actualmente hay 250 guerras ocurriendo alrededor del
planeta; estamos produciendo niveles de contaminación medioambiental que ponen
en peligro nuestra vida; nos rigen sistemas políticos que no funcionan;
mantenemos economías que no nos pueden sostener; potenciamos estrategias
sociales que no nos tienen en cuenta.
Ésta muy claro que es hora de cambiar. Si realmente llegamos
a entender cómo hemos creado este desastre, tenemos una oportunidad de
remediarlo.
Las revoluciones sociales y las acciones políticas no funcionan porque están diseñadas por personas influidas por su trauma natal y guiadas para cubrir nuestro dolor inconsciente colectivo y nuestro miedo a vivir (sólo es necesario pensar en las acciones de nuestros gobiernos...).
Es imposible obtener un profundo sentido de bienestar si se
carece de un punto de referencia al respecto. Es fundamental, como primer paso,
crear un punto de referencia dentro de nosotros mismos, para después buscar
soluciones a nuestros dilemas, basándonos de este modo en cimientos sólidos en
lugar de en reacciones desesperadas.
No podemos tener éxito como especie hasta que hayamos creado
una nueva generación que no haya sido dañada en el útero por el alto nivel de
hormonas de estrés en la sangre de la madre.
Algo que digo a menudo: "Es
más fácil crear nuevas personas buenas que arreglar a las viejas".
Hugo W Arostegui
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