martes, 20 de junio de 2017

La Mejor Versión De Ti Mismo


Todos buscamos sacar lo mejor de nosotros mismos, pero muy pocos lo logran.
Somos el peor enemigo al momento de alcanzar el éxito, soñar y vivir la vida que deseamos. Algunas personas incluso adoptan comportamientos autodestructivos como adicciones.

No importa la edad que tengas, siempre resulta complicado sacar lo mejor versión de nosotros mismos.
Hay quienes son autodestructivos sin darse cuenta y otros que lo saben, pero no hacen nada para cambiar. Si te sientes listo y decidido para ser la mejor versión de ti mismo sigue los siguientes pasos:
Deja de hablar en negativo
“Soy un fracaso en el amor”, “nunca podré tener el cuerpo que deseo” y “mi vida es un asco” son solo tres de las frases que solemos decir constantemente.

Cuando tienes esta clase de conversación negativa te convences de que ciertas ideas irracionales son reales y verdaderas.
Esto es un verdadero problema porque ocasiona que te sabotees o que dejes de intentar las cosas. Aprender a callar la autocrítica negativa es muy importante y debes comenzar tomando conciencia de ella.

Identifica los momentos en que estas frases comienzan a aparecer en tu mente.
En cuanto veas que has comenzado a sabotearte, piensa en algo positivo y cambia por completo esta conducta. Con el tiempo te será más fácil.

Deja de criticar y juzgar a los demás
¿Te has dado cuenta de lo fácil que resulta criticar a los demás? Esto nos da una sensación de superioridad aunque no tenga fundamento alguno.

“Para ser la mejor versión de ti mismo necesitas eliminar toda la energía negativa de tu vida”

El primer paso puede ser evitar juzgar a otros. Cuando pasas el tiempo criticando, dañas a esa persona en su autoestima y a ti en tus relaciones interpersonales.

Permítete conocer a quienes te rodean sin crear ningún tipo de expectativa y sin esperar que sean como deseas. Cada uno de nosotros es distinto y eso está bien.

Cada uno vive como desea y tú debes hacer lo mismo.
Deja de temer al fracaso
Una de las cosas que evitan que seas la mejor versión de ti mismo es el miedo al fracaso. Quizás deseas algo con todas tus ganas pero no atreves a lanzarte porque tienes miedo de equivocarte. Entonces optas por evitar el riesgo y pasar el tiempo sintiendo que algo va mal con tu vida.

“Las personas más auténticas son aquellas que saben lo que quieren y van por ello”

El resto solo se conforma con recibir lo que la vida le da. No temas equivocarte, los errores son la mejor fuente de conocimiento y crecimiento.

Haz lo que deseas
Esto tiene mucho que ver con el fracaso. Si pasas la vida entera huyendo del fracaso es probable que termines haciendo cosas que realmente no quieres. Desde estudiando algo que ni te interesa hasta casándote con alguien que no te hace feliz.

La mejor versión de ti mismo aparece cuando te arriesgas a encontrarte. 

Sueña y haz lo posible por volver reales esos sueños.

lunes, 19 de junio de 2017

El Sentido De Lo Que Ocurre


Calma… que la vida se encarga de explicar las cosas que hoy no tienen sentido

Durante nuestro tránsito por la vida, vamos experimentando un sinfín de vivencias, nos vemos expuestos a todo tipo de situaciones, pasamos por cosas que nos facilitan nuestra felicidad y por cosas que nos generan mucho sufrimiento, siendo éstas las que por lo general nos cuesta tanto entender y darles sentido.

Muchas veces pensamos que la vida es injusta, que no nos merecíamos vivir tal cosa, que teniendo tantas opciones cómo haya resultado posible que una situación desencadenara en el resultado menos apreciado por nosotros, que existiendo tanta gente que podemos considerar que necesita mayores lecciones, nos veamos tan afectados por la vida, con cosas que pueden estar aparentemente fuera de nuestro control.

Pero resulta, que la vida, la maravillosa y peculiar vida, por lo general no nos deja con muchas dudas, sino que se encarga de aclararnos a medida que pasa el tiempo, por qué algo que no nos encajaba en su momento, resultó siendo una pieza tan crucial de nuestro rompecabezas.

Qué aprendizaje o cambio de visión nos dejó esa experiencia tan amarga, cómo el amor de nuestras vidas, vino justo después de esa experiencia fallida que sentimos que nos robaba las ganas y la confianza en el amor, cómo después de haber sido despedidos de algún trabajo, emprendimos en la búsqueda de nuestra realización, cómo haber sufrido de ansiedad nos permitió conocer un lado de la vida totalmente diferente y resultar en un ser humano fortalecido y sin miedo a nada.

En fin, solemos cuestionar muchas cosas que ocurren en nuestras vidas, sin aceptar, solo resistiéndonos a que ocurran y con esa resistencia y negación, lo que hacemos es empeorar las cosas, 
alargamos la experiencia y no vemos lo que en realidad quiere mostrarnos. 

Solo cuando soltamos las armas y aceptamos con humildad que desde donde estamos solo nos queda aceptar y dejar fluir, es cuando veremos que la vida no quería atacarnos o hacernos mal, que es nuestra aliada y solo quiere para nosotros lo mejor, nuestro mayor crecimiento, que evolucionemos, que saquemos de nosotros lo mejor.

La vida está allí jugando a nuestro favor, somos nosotros los que la sentimos un tanto parcializada con otro equipo, o bien saboteando nuestro juego, pero la realidad es que los únicos que interferimos en nuestra vida, en nuestra evolución, somos nosotros mismos, somos nosotros los que nos ponemos límites, los que nos derrumbamos, los que acabamos con nuestra paz a través de pensamientos angustiantes, pero de la misma manera que nos perturbamos, podemos tomar el hábito de hacer lo contrario.

Podemos decidirnos confiar en la vida, en sus procesos, en sus dinámicas, poniendo siempre lo mejor de nosotros mismos y esperando siempre lo mejor.

Hugo W Arostegui




¡No se puede dar lo que no se tiene!


Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las cosas materiales que cada cual posee, pero esta reflexión no va de eso, es de aquellas personas que viven siempre en forma triste y maldiciendo su mala suerte, porque según ellos todo les sale mal. Personas que siempre desean cosas que no están a su alcance, cosas que otros tienen. Personas que cuando algo tienen no saben apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más.

Todo sería diferente si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance, como un amanecer, disfrutar de mirar una flor, de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado.

Esa clases de personas, por más que les muestres estas cosas no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás llena de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contenta por dentro y eso es hace que seas una persona completa.

-Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor- 
Y eso sí que es valioso.

Hay quien pensará que si una persona es feliz, es que no tiene problemas. Pero no es así, claro que tiene problemas, sólo que sabe sobrellevarlos y aunque muchas veces el dolor golpee fuerte en su corazón, por ser una persona llena y plena nada logra anular su felicidad, ni su serenidad para ver la vida. Toma todo lo malo como experiencias y sabe salir adelante aun y a pesar de estos problemas cotidianos que la vida nos da cada día.

Lograr la felicidad interior sucede cuando todo tu ser está en completa armonía con todo lo que eres o haces; y mientras más amor repartas hacia el mundo, más grande se hace dentro de ti a modo que puedes repartirlo a manos llenas. Eso te convierte en una persona bien encaminada, alguien que sabe lo que quiere, que conoce sus metas y hacia hasta donde llegar. Ser así te convierte en una de esas personas a las que todos se le acercan, pues son como un imán a la cual todo se le pega, lo bueno y lo malo… Pero sabes salir airoso, pues te has construido firme y sólido.

Existe ese tipo de personas que no pueden dar porque no tienen nada bueno en su corazón, son pobres de espíritu, no hay alegrías ni amor dentro de ellas; es como un campo árido donde nunca se podrá sembrar, son personas nocivas que viven el cada día amargándose y deseando todo pero no queriendo dar nada. Desgraciadamente hay muchas personas así en nuestras vidas, pueden ser personas cercanas o lejanas, pero siempre hay alguien a quien le cabe como anillo al dedo esta frase: "No se puede dar lo que no se tiene".


Frases de Abrir los Ojos


Existen frases para cuando un bebé abre los ojos por primera vez al mundo, para hacernos ver cosas obvias que a nosotros se nos escapan, para hacernos entender que estamos en un error, para demostrarnos que hemos sido engañados, o simplemente para abrir los ojos a un nuevo día.

Veamos Algunas De Ellas:

·        Abre los ojos, mira hacia adentro. ¿Estas satisfecho con la vida que estamos viviendo? (Bob Marley)
·        En estos tiempos hay que ser un optimista para abrir los ojos cuando te despiertas por la mañana. (Carl Sandburg)
·        Una resaca es cuando abres los ojos por la mañana, y desearías no haberlo hecho. (Autor desconocido)
·        Mantén los ojos bien abiertos antes del matrimonio, después, medio cerrados. (Benjamin Franklin)
·        Tu puedes derramar lágrimas porque ella se ha ido, o puedes sonreír porque estas vivo. Tu puedes cerrar los ojos y rezar para que ella vuelva, o puedes abrir los ojos y ver todo lo que queda. (David Harkins)
·        Para ver bien es necesario mantener los ojos bien abiertos. Para ver mejor es necesario cerrarlos. (Louis Paul Lampert)
·        Mantén los ojos abiertos, los oídos bien abiertos, agarra todo lo que puedas, reacciona y ¡aprende! (Victoria Abril)
·        Presta tus oídos a la música, abre los ojos a la pintura y deja de pensar. (Wassily Kandinsky)
·        Las cosas malas en la vida abren los ojos a las cosas buenas a las que no les estabas prestando atención. (Autor desconocido)
·        Cada momento difícil tiene el potencial de abrir mis ojos y abrir mi corazón. (Mila Kavat-Zinn)



Inspiración



La inspiración se valora de una forma especial en cualquier proceso creativo en el que surge la chispa, es decir, brotan las ideas de una forma espontánea y natural. Cualquier escritor saca el máximo partido a sus momentos de inspiración, a esos momentos de trabajo que son totalmente imprevisibles, es decir, no surgen de una planificación previa porque la mente no es una máquina. Un escritor puede tomar ideas para inspirarse en su trabajo cotidiano a partir de situaciones de su día a día, a través de una película, mediante un buen libro, en una conversación con amigos… La inspiración muestra que el ser humano necesita salir de sí mismo para seguir aprendiendo constantemente de otros.

Una inspiración es aquello que evoca en ti algo especial. Un gancho que conecta con una gran idea. La inspiración es agradable, sin embargo, cualquier artista descubre que existen muy pocos momentos de inspiración en comparación a las largas horas de trabajo frente al folio en blanco. Por eso, la mejor filosofía que tiene cualquier artista es: “Que la inspiración te encuentre trabajando”. Es decir, podríamos decir que para estar inspirado también es recomendable tener una buena predisposición de trabajo en relación con unos hábitos de horarios regulares, un entorno de trabajo acogedor, una rutina profesional concreta…

Dentro de los escenarios que son ideales como punto de inspiración conviene destacar que la naturaleza es un marco perfecto de bienestar que produce sensaciones y emociones muy agradables. Al estar en contacto con la naturaleza, la mente se siente desbordada por la perfección de tanta belleza, además, al respirar aire puro, cualquier persona se siente más relajada y tranquila. Conecta más consigo misma. Y en este entorno de bienestar absoluto, también fluyen mejor las ideas porque para tener una buena inspiración es fundamental estar bien descansado y relajado.

Las personas que arrastran altas dosis de estrés y de cansancio tienen pocos momentos de inspiración porque el estrés es agotador en sí mismo. Un momento de inspiración es una especie de momento mágico a través del que una persona puede dar rienda suelta a toda su creatividad gracias a ese chispazo de luz que da lugar a una idea brillante, original y genuina.


El Ser Responsable


La responsabilidad se puede ver como la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás.

En el campo del estudio o del trabajo; por ejemplo, el que es responsable lleva a cabo sus tareas con diligencia, seriedad y prudencia porque sabe que las cosas deben hacerse bien desde el principio hasta el final y que solo así se saca verdadera enseñanza y provecho de ellas.

Con la responsabilidad el individuo aprende a comportarse de manera que puedan confiar en él, ya que ésta garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas.

El ser responsable reflexiona seriamente antes de tomar cualquier decisión, pensando en los resultados y efectos que pueda afectar la propia vida o la de otros; es capaz de sentir lo que otros sienten y entender las necesidades de los demás; reconoce los errores cometidos y se muestra dispuesto a repararlos.

Todo lo expuesto es referido a la responsabilidad ética, moral y social, ésta última tienen gran relevancia en una comunidad familiar, en donde los padres tienen el deber de ser responsables en la formación de sus hijos y en la contribución de ellos en la sociedad, con el aporte de su misma experiencia de comunión y participación.

Otra definición posible mencionada por la RAE señala que la responsabilidad es la habilidad del ser humano para medir y reconocer las consecuencias de un episodio que se llevó a cabo con plena conciencia y libertad.

Por lo tanto, una persona responsable es aquella que desarrolla una acción en forma consciente y que puede ser imputada por las derivaciones que dicho comportamiento posea. De este modo, la responsabilidad es una virtud presente en todo hombre que goce de su libertad.

Más exactamente podemos determinar que una persona que se caracteriza por su responsabilidad es aquella que tiene la virtud no sólo de tomar una serie de decisiones de manera consciente sino también de asumir las consecuencias que tengan las citadas decisiones y de responder de las mismas ante quien corresponda en cada momento.

Por ello, es necesario añadir que un elemento que tiene que estar presente y que sin él es imposible hablar de responsabilidad es el de libertad, pues esta es la que determina el que alguien pueda realizar cualquier acción porque así lo estima oportuno o lo desea. Pero también es vital que dicho individuo tenga también razón. Así, quien carece de raciocinio, como por ejemplo un niño o un desequilibrado, no puede ser responsable de sus actos.

Muchas son las personas que carecen de esta virtud que, según señalan los expertos, se hace más patente en personas que cuentan con otras dos cualidades muy positivas. Por un lado, estaría la valentía y por otro la humildad. Y es que esta última es vital para que alguien que ha cometido un error con sus actos carezca de orgullo para pedir perdón.

Hugo W Arostegui


Habilidades


La habilidad es la aptitud innata, talento, destreza o capacidad que ostenta una persona para llevar a cabo y por supuesto con éxito, determinada actividad, trabajo u oficio.

Casi todos los seres humanos, incluso aquellos que observan algún problema motriz o discapacidad intelectual, entre otros, se distinguen por algún tipo de aptitud.

En tanto y de acuerdo con que no todos los individuos somos iguales, venimos del mismo lado o nos gusta lo mismo, no todos los seres humanos observan la misma destreza para las mismas cosas y por suerte, gracias a esto es que existe la diversificación de tareas y trabajos. Es así que hay personas que poseen y demuestran una propensión a desarrollar habilidades físicas, ya sea porque cuentan con una formidable genética, capacidad de recuperación que se los permite y lo más importante en este sentido, un determinado talento especial, por ejemplo, un futbolista que vive con una pelota en los pies o como suele decirse figuradamente, "atada a los pies", "haciendo jueguito". A este tipo de habilidades físicas, generalmente, se las denomina destrezas. Para los modelos actuales de análisis neural, se postula que esta habilidad física habitualmente innata requiere de la potenciación mediante la práctica frecuente para dar lugar a la explotación de una forma de inteligencia que difiere del concepto convencional de esa expresión.

Luego están aquellos que, por ejemplo, carecen de estas destrezas físicas que caracterizan a la práctica de actividades deportivas, pero presentan una increíble capacidad para los números; a modo de ejemplo, se trata de aquellos individuos que estiman con facilidad cuántas pelotas entran en una bolsa, pero no cómo patear tan sólo una de ellas al arco. A este tipo de habilidad con los números y que requieren la intervención de la inteligencia formal, se las conoce como aptitudes. Esta potencia intelectual, al igual que las destrezas físicas, requiere de su potenciación e incremento por medio de la puesta en práctica y el entrenamiento. Muchos sujetos presentan un formidable potencial para alguna de estas áreas, pero la insuficiente puesta en práctica reduce el rendimiento de un modo destacado.

También la habilidad o talento puede estar en las manos de una persona, por ejemplo, la costura es un talento. En tanto, los talentos pueden ser heredados: la mamá de Ana es una excelente costurera, entonces, Ana tendrá muchas chances de heredar la habilidad de coser. También es posible aprender un talento, aunque claro está que, en este caso y a diferencia de lo que ocurre con las personas que innatamente poseen uno, quien aprende a hacer algo deberá siempre practicarlo, porque la ausencia de práctica en el tiempo provoca un olvido.

Vale señalar que ciertas habilidades sólo se adquieren mediante el aprendizaje. Este caso está representado por lo que se denomina programa motor o, en términos técnicas, engrama motor. El ejemplo más característico lo constituye la capacidad para conducir un vehículo. Con este objetivo, se requiere la prolija coordinación de los cuatro miembros, la visión, el oído, el equilibrio, la inteligencia y el control de las emociones. Estas tareas, a su vez, deben amalgamarse en la dosis adecuada y en el momento apropiado. Tras las prácticas iniciales de quien comienza a conducir, la habilidad para manejar un vehículo de motor se "graba" en forma de circuitos neurales que dan practicidad y automatismo a los movimientos. 


Por lo tanto, la conducción de un vehículo es una habilidad que no representa estrictamente una destreza, un talento o una aptitud, sino una conjunción de variables en la que todos estos elementos aportan en mayor o menor grado. Es por ello que algunos individuos nunca logran manejar, mientras que otros adquieren la habilidad suficiente para conducir un trasporte de pasajeros o un móvil de competición.