Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las
cosas materiales que cada cual posee, pero esta reflexión no va de eso, es de
aquellas personas que viven siempre en forma triste y
maldiciendo su mala suerte, porque
según ellos todo les sale mal. Personas que siempre desean cosas que no están a
su alcance, cosas que otros tienen. Personas que cuando algo tienen no saben
apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más.
Todo sería diferente si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance, como un amanecer, disfrutar de mirar una flor, de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado.
Esa clases de personas, por más que les muestres estas cosas
no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con
aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás
llena de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contenta por dentro y eso
es hace que seas una persona completa.
-Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor-
Y eso sí que es valioso.
Y eso sí que es valioso.
Hay quien pensará que si una persona es feliz, es que no
tiene problemas. Pero no es así, claro que tiene problemas, sólo que sabe
sobrellevarlos y aunque muchas veces el dolor golpee fuerte en su corazón, por ser una
persona llena y plena nada logra anular su felicidad, ni su serenidad para ver
la vida. Toma todo lo malo
como experiencias y sabe salir adelante aun y a pesar de estos problemas
cotidianos que la vida nos da cada día.
Lograr la felicidad interior sucede cuando todo tu
ser está en completa armonía con todo lo que eres o haces; y mientras más amor
repartas hacia el mundo, más grande se hace dentro de ti a modo que puedes
repartirlo a manos llenas. Eso
te convierte en una persona bien encaminada, alguien que sabe lo que quiere,
que conoce sus metas y hacia hasta donde llegar. Ser así te convierte en una de
esas personas a las que todos se le acercan, pues son como un imán a la cual
todo se le pega, lo bueno y lo malo… Pero sabes salir airoso, pues te has
construido firme y sólido.
Existe ese tipo de personas
que no pueden dar porque no tienen nada bueno en su corazón, son pobres de espíritu, no hay
alegrías ni amor dentro de ellas; es como un campo árido donde nunca se podrá
sembrar, son personas nocivas que viven el cada día amargándose y deseando todo
pero no queriendo dar nada. Desgraciadamente hay muchas personas así en
nuestras vidas, pueden ser personas cercanas o lejanas, pero siempre hay
alguien a quien le cabe como anillo al dedo esta frase: "No se puede
dar lo que no se tiene".
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