Estos horizontes humanos, como lance intelectual,
transcurren por un escrutar la educación, la política, la participación, la
democracia, la ética, la estética, la economía, la ciencia, las tics y todas
aquellas formas humanas que nos han permitido movilizarnos en el tiempo en
desgarraduras de voces, bien en límites u horizontes.
Se trata de una aventura lingüística, sin pretensiones de
intoxicación, irradiada con varios hilos conductores que pretenden dar una
mirada al lenguaje en sus procesos exógenos-endógenos, al empobrecimiento de
las utopías del ser humano, a la crisis ambiental y a la función de la
educación en todos estos campos que constituyen el devenir planetario. Por lo
tanto, conocer el paisaje, devenir educativo, tecnológico y medioambiental es
un interés por el individuo que nos sucederá y por la sociedad que deseamos
situar desde una memoria expandida para unos universos en expansión.
Ahora, sabiéndose que, en estos vacíos de realidad, nos
agrada presentarnos y que se nos presenten como lo distinto, lo novedoso, si es
honesto indicar que los intentos de ver los Horizontes Humanos transitan por
varias rutas, todas en construcción, en potencia para el acto, lo horizóntico
para contrarrestar lo dado, lo formulado, lo rotulado que quiere hacer del hombre
un producto acabado, perfecto para que siga en las lógicas del mercado, del
poder y del sometimiento.
Horizontes Humanos es un inundarse de humanidad, un
comprender los puntos limítrofes con otros humanos, verificar el universo como
potencia, paisaje y perspectiva, verse en el cosmos y no rechazar el caos por
simple capricho intelectual o emocional, es cruzar los linderos que nos viene
dado y no perder del paisaje los compromisos de humanidad que jamás serán
delegables.
Es reflejar las preocupaciones de una sociedad que siempre
ha estado en riesgo y no dejará de estarlo, un sujeto que en todas las épocas
ha sido moderno con la amenaza del cambio, pero con la claridad que el miedo y
la violencia también tienen límites. No es una deificación del hombre ni una
condena de lo existente, es una mirada a todo el espectro del universo que de
una u otra forma le compete al humano protegerla antes que transformarla a su
antojo.
Horizontes humanos como postura ética, política, económica,
jurídica, educativa, deportiva, estética y cultural siempre preguntará por el
superhombre que en abandono de sus emociones entra a la razón para devastar o
el que nadando en las emociones desconoce la razón.
En este viaje escritural se adelanta una clasificación para
avanzar en los temas, para lo cual se ubicaron unos capítulos o nodos a saber:
utopías, prognosis educativa, la aventura del lenguaje, fragmentos ambientales,
la responsabilidad y el pensar como traición.
Nos veremos en estos sueños, nos
desencontraremos, pero jamás abdicaremos de encontrar rutas que nos ayuden a
retomar unos vientos de esperanza.
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