lunes, 5 de junio de 2017

Autodeterminación


Se conoce como autodeterminación a la autonomía o independencia de una persona, un grupo, una comunidad o una nación. Al tener autodeterminación, se tiene la capacidad o facultad para tomar determinaciones por cuenta propia, sin tener que pedir permiso o rendir cuentas. Por eso, el derecho de autodeterminación es el derecho de un pueblo a escoger su forma de gobierno y estructurase libremente, sin injerencias externas.

El determinismo, por otra parte, es la doctrina filosófica que afirma que los acontecimientos físicos están causalmente determinados por una cadena de causa y consecuencia.

Es posible distinguir entre el determinismo fuerte (que no cree en ningún suceso genuinamente azaroso o aleatorio y que, por lo tanto, sostiene que el futuro es potencialmente predecible desde el presente) y el determinismo débil (que admite la influencia de sucesos impredecibles).

Para llegar al éxito suelen ser necesarias una serie de virtudes y actitudes, pero entre todas ellas se destaca la determinación ya que es el motor que impulsa al emprendedor a lograr su objetivo. Es la fuerza interior, el drive o coraje que mueve a los emprendedores a autosuperarse y a buscar caminos donde otros se dan por vencidos.

La determinación, como bien dice Heidi Grant Halvorson en el Harvard Business Review, es la voluntad de alcanzar metas a largo plazo y está directamente relacionada con la resilencia. O, en palabras de Carol Dweck en su libro Mindset, “la determinación es la disposición para perseguir objetivos a muy largo plazo y hacerlo con pasión y perseverancia”, es mantenerse fiel a determinadas metas a lo largo de tiempo y poner todo el empeño posible en conseguirlas.

Si no te consideras una persona particularmente determinada, no pasa nada. Más que una cualidad innata se trata de una actitud, algo que se puede entrenar y fortalecer. Las principales bases que debes trabajar para ejercitar tu determinación son el esfuerzo, la organización y planificación y la perseverancia.

La clave para este cambio está en nuestra mentalidad. Hay quienes entienden que nuestras habilidades son algo estático, es decir, tienes aquellas habilidades con las que naces y no hay espacio para mucho más.

Las personas que ven el mundo desde esta óptica tienden a evitar todo lo que suene a peligro, obstáculos, retos, etc.

Sin embargo, hay otros que entendemos que las capacidades se adquieren, que la inteligencia se entrena. Así, los retos ya no suponen una amenaza sino una oportunidad: dominamos un tema gracias a los obstáculos que hemos tenido que superar, crecemos porque nos proponemos desafíos, 
aprendemos de las críticas y aquellos que son mejores que nosotros no son una amenaza sino una fuente de enseñanzas e inspiración.

Hugo W Arostegui


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