Todos conocemos formas de manipular, desde los chantajes,
insultos, mal humor, etc...
Pero hay otro tipo de manipulación muy dañina, la cual es difícil de detectar en un
principio, es una trampa en la que se va cayendo poco a poco…
Hoy en día todo se compra,
todo se vende, todo se soluciona con la tecnología. Por increíble que parezca
hasta tenemos una aplicación que nos dice quién
nos conviene, quién no o cual en definitiva si esa persona te conviene en tu
vida, increíble ¿No?
La aplicación consiste en un algoritmo que lleva una
pulsera. Esta nos mide la reacción que tenemos cuando estamos
delante de una persona; nuestro grado de excitación, de estrés… además de todo
esto también analiza las conversaciones por mensajería instantánea, los
mensajes de texto y las fotos que se reciben en el dispositivo…
Cuando nuestra aplicación tiene los datos suficientes es
como un amigo sensato… nos dice “esta persona aléjala de tu vida”, bueno no
exactamente así, simplemente nos borra a las personas.
Cuanto menos es curioso, ¿no?
Y es que la tecnología, la falta de tiempo, la perdida de la comunicación
directa con los demás son fenómenos sociales que están cambiando la forma de
relacionarnos con los demás. Ahora puedes encontrar pareja eligiendo entre toda
una selección de candidatos por Internet y quedar con ellos, eso de ir a un bar
y preguntar, ¿Estudias o trabajas? Parece que se ha quedado más que antiguo
para algunos.
¿Cómo elegir a la pareja, al amigo, que nos conviene y no
equivocarnos?
Pues precisamente ahí está la chispa de la vida,
en que no hay fórmulas mágicas para elegir siempre a las personas
adecuadas sin equivocarnos. Y es que precisamente en las equivocaciones,
en los desengaños, en los aciertos…
está el sentido del juego de la vida. Porque así es la vida y así debemos
tomarla. Aprender de nuestros errores, de los errores de los demás, aprender a
perdonarnos y a perdonar… En definitiva vivir sin miedo,
sin rencor y sin temores.
Y es que ¿Cuántas veces nos hemos dicho a nosotros mismos,
“no me lo esperaba de esa persona”, “Hay que ver lo que me ha hecho”, “ya no
vuelvo a confiar en nadie”? Pues sí, los demás se equivocan y nosotros… también;
y es que el ser humano es imperfecto por naturaleza y así debemos tomarlo
dándole la importancia justa y sin lamentarnos continuamente por todo.
Porque muchas veces entramos en un monólogo interior realmente
dañino; somos los más desgraciados, todo nos pasa a nosotros,
siempre nos topamos con la persona no adecuada… Dejemos de dramatizar y vivamos
más felices, si en el momento nos duele pero luego… a continuar…
La vida está llena de personas que nos aportan cosas
positivas, cosas negativas, personas que nos ayudan, que nos desengañan,
personas con una escala de valores diferentes a nosotros; pero de todo se
aprende y hay que intentar siempre ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
Esta aplicación seguro que se convierte en todo un éxito,
porque cuanto menos es curiosa, posiblemente pronto la veamos en otros países.
Pero no olvides dejar de apostar por tu intuición, tu propio criterio unas
veces acertado y otras veces erróneo y anímate a conocer gente nueva.
Vivimos en un mundo donde la boda
importa más que el amor, el físico más que el intelecto y el funeral más que el
muerto. Vivimos en la cultura del envase, que desprecia el contenido.
Eduardo
Galeno.
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