martes, 13 de junio de 2017

Estímate Mucho Más


La autoestima está conformada por pensamientos, sentimientos y opiniones que tenemos sobre nosotros mismos. Esto significa que la autoestima no es fija. Puede cambiar, según la manera en la que pensamos. Con el transcurso del tiempo, los hábitos de pensamientos negativos sobre nosotros mismos pueden hacer caer la autoestima.

A veces, las personas ni siquiera se dan cuenta de que tienen pensamientos tan negativos acerca de sí mismos. Pero una vez que tomes consciencia y sepas que la manera de pensar depende de ti, puedes cambiar la manera de pensar. Y cambiar el modo de pensar acerca de ti mismo cambia la manera en que te sientes contigo.

Maneja tus críticas internas. Sé consciente de las críticas que te haces a ti mismo. ¿Le hablarías así a tu mejor amigo? Una voz interna severa simplemente nos puede demoler. Si tienes el hábito de pensar críticamente sobre ti mismo, reentrénate y transforma estos pensamientos negativos y desagradables en comentarios más constructivos.

Concéntrate en lo que te está yendo bien. ¿Estás tan acostumbrado a concentrarte en tus problemas que son lo único que ves? La próxima vez que te encuentres fijándote en los problemas y las quejas que tienes de ti mismo o de tu día, busca algo positivo para contrarrestarlo. Todos los días, escribe tres cosas buenas acerca de ti mismo y/o tres cosas buenas que sucedieron ese día debido a un acto o un esfuerzo tuyo.

Apunta al esfuerzo más que a la perfección. Algunas personas se refrenan por su propia presión para ser perfectas. No logran cosas porque no lo intentan. Si piensas: "No voy a presentarme a la audición para la obra porque probablemente no me den el papel principal", seguramente ese rol lo obtendrá otra persona.

Piensa en los errores como en oportunidades de aprendizaje. Acepta que cometerás errores. Todos lo hacen. Forman parte del aprendizaje. En lugar de pensar "Siempre hago las cosas mal", recuérdate a ti mismo que eso no ocurre siempre sino que es lo que ocurrió en esta situación específica. ¿Qué puedes hacer de manera diferente la próxima vez?

Establece metas. Piensa en lo que te gustaría lograr. Después, haz un plan para determinar cómo lograrlo. Respeta tu plan y lleva un registro de tus avances. Entrena a la voz de tu conciencia para que te recuerde lo que estás logrando. Por ejemplo: "He estado siguiendo mi plan de hacer ejercicio físico todos los días durante 45 minutos. Me siento bien por haber cumplido la promesa que me hice a mí mismo. Sé que puedo continuar así".

Enorgullecerte de tus opiniones y tus ideas. No tengas miedo de expresarlas. Si alguien no está de acuerdo, no está haciendo una reflexión sobre lo que vales o sobre tu inteligencia. Esa persona simplemente ve las cosas de otro modo.

Acepta los elogios. Cuando tenemos la autoestima baja, es fácil pasar por alto las cosas buenas que la gente dice de nosotros. Cuando alguien nos dice algo agradable, no lo creemos. Al contrario, pensamos "... sí, pero no soy tan bueno..." y silenciamos el elogio. En lugar de eso, acepta un elogio, aprécialo y tómatelo en serio. Haz elogios sinceros tú también
.
Ayuda a alguien. Ayuda a estudiar a un compañero de clase que tenga problemas, ayuda a limpiar tu vecindario, participa de una recolección de fondos para una buena causa u ofrécete como voluntario de alguna otra manera. Cuando puedas ver que lo que haces marca una diferencia, tu opinión positiva de ti mismo crecerá y te hará sentir bien. Eso es la autoestima.



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