lunes, 26 de junio de 2017

Mitomanía


La mentira es algo que se da naturalmente: los animales, por ejemplousan el camuflaje para esconderse de los cazadores o capturar a su presa, representando así una estrategia para que las circunstancias giren a su favor. En el caso de nosotros, los seres humanosla mentira se emplea recurrentementepero cuando se llega a practicar de manera exagerada se conoce como mitomanía.

Si se acostumbran a hacerlo, dichas personas ni siquiera lo piensan, únicamente buscan inventar y contar historias destinadas a proyectar una mejor imagen de sí mismas. Esto implica un abuso de poder, ya que al inducir una idea falsa se ponen como meta obtener alguna ventaja.

Se ha establecido que detrás de este fenómeno se halla la inseguridad y los deseos de sobresalir, pues las personas que mienten creen que si se presentan como son nunca alcanzarán sus objetivos. “Son seres con baja autoestima que tratan de compensarse. Si creen que no tienen lo suficiente deben crearlo a base de engaños”

Pero aquí la interrogante es: ¿Cómo reconocerlos? Aunque no lo crean, es simple. Para contar falacias es necesario sustentarlas en otra afirmación, y así sucesivamente. Quienes inventan demasiado les resulta imposible no olvidar sus argumentos en algún momento y, por consiguiente, contradecirse. Adicional a esto, para relatar algo que nunca pasó debe considerarse que el otro sea incapaz de darse cuenta.

“Nos pueden engañar una, dos o tres veces, pero tras una serie de embustes es fácil detectarlos”, opinó Mercado Corona.

Esto hace que quienes padecen mitomanía tengan una vida inestable, ya que no persisten en sus empleos y sus relaciones interpersonales no son duraderas. “Nos desagrada tratar con un mentiroso; nos generan incertidumbre. Por lo tanto, ellos se crean problemas y si no son buenos al elaborar sus artificios experimentan ansiedad y miedo de que se descubra lo endeble de sus historias”

Además, se sienten incómodos con quienes son y potencian ficciones de ellos para sentirse bien con y ante los demás. Ya concretadas estas acciones, sobre todo si llevan haciéndolo durante mucho tiempo, les cuesta mucho aceptar que no han dicho la verdad y prefieren seguir en la falsedad.

Ante ello ¿Qué podemos hacer ante un mentiroso patológico? Lo primero sería confrontar las contradicciones, lo segundo sería alejarse de la persona. La investigadora agregó que lo incongruente es que establecen una imagen ficticia a fin de no ser rechazados; y si son descubiertos generan repulsión hacia sus similares.


Por lo anterior, es fundamental tratar la mitomanía. La académica abundó que el tratamiento recomendado incluye una psicoterapia enfocada en la cognición (para alejarse de este mal hábito) y trabajar en los aspectos emocionales, pues quizás actúe como el detonador de la mitomanía.

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