Un amigo, citando a Hamlet, hizo referencia a la célebre frase:
Ser o no ser... esa es la cuestión, en uno de los artículos expuestos en el
libro Apuntes de un Publicista
del cual es autor.
La citada frase me ha
conmovido profundamente desde mi juventud y ha sido desde entonces un gran
incentivo tanto en mi formación profesional como en las distintas actividades
que he podido desarrollar a lo largo de una intensa y gratificante vida.
Ser o no ser, he aquí la cuestión,
¿cual es el ser o el no ser del hombre? ,recuerdo una experiencia vivida
con mi hija mayor en su época de estudiante universitaria, estábamos observando
el comportamiento de nuestro perro y evaluando sus múltiples habilidades y en
un momento dado le expresé a mi hija con admiración, cómo era posible que el
animal supiese hacer tantas cosas y ella con naturalidad me contestó,
Papá el sabe, pero no sabe que sabe.
Esa era la cuestión el noble animal podía realizar muchas cosas
pero no sabía que sabía, el era un perro, se comportaba como un perro pero no
sabía que era un perro.
Esa conciencia de ser, es condición exclusiva de los seres
humanos, el hombre tiene conciencia de ser, lo que no quiere decir de que todos
los humanos coincidamos en una misma definición de lo que realmente sentimos
que somos, digamos que el gran drama de nuestra condición humana es la búsqueda
constante de una respuesta que satisfaga
los interrogantes que nos acicatean como dardos punzantes, al
sentir,
pensar , razonar y actuar.
Aún no hemos podido respondernos preguntas tales como : ¿de dónde
vengo?, ¿ quién soy,? ¿ a dónde voy ? preguntas relativas al ser, somos
solamente carne y huesos que indefectiblemente se ha de consumir y desaparecer,
y que del espíritu, el alma, los valores, los sentimientos, como dice el poeta
“ El eterno Ensueño nació sobre las alas de la Luz sempiterna que rasga el velo
de lo informe y atraviesa el Tiempo urdiendo incesantes modelos de Ser.
Mudo permanece el misterio, el sentido de éste peregrinar,
infinita aventura de la existencia, cuyo correr a lo largo del cielo enciende
innumerables círculos de senderos, hasta que al fin de la tiniebla brota el
conocimiento en lo infinito del humano espíritu; y en ese alborear indeciso,
sin romper su mudez, por entre el claro de la bruma contempla la visión de la
Vida y el Amor, surgiendo del tumulto de penas y alegrías profundas. ” Santiniketan, 16 de setiembre de 1929.
En la actualidad tenemos innumerables definiciones de “ser” el ser biológico, el ser social, el
consumidor, el agente económico, etc. etc. hemos montado toda una industria de
lo humano, hemos incursionado hasta lo más recóndito de la conciencia
individual y colectiva a fin de descubrir o crear necesidades insatisfechas que
abran nuevos nichos en el mercado del consumo, motive la competencia y mantenga
la inversión y la rentabilidad del capital.
Pero, otra vez la pregunta, ¿que es el hombre? El gran Filósofo y
Poeta, Rabindranath Tagore, en su libro
La Religión del Hombre, nos decía : Aprendemos en la vida de los animales, que
ellos van quemando las etapas de su formación paso a paso, al nacer están bajo
la atenta mirada de sus mayores, juegan con otras crías de su especie , van
fortaleciendo sus músculos y su instinto hasta alcanzar la plenitud de su
potencial.
El tigre no sale a cazar otros animales hasta que no ha
desarrollado sus colmillos, sus garras y toda su fortaleza física, entonces sí,
se alimenta por si mismo y es autosuficiente, no lo hace antes, porque no esta
maduro ni apto para sobrevivir en la Jungla, ¿como lo saben sus progenitores?
otra vez viene a mi mente la respuesta de mi hija , los tigres lo saben pero no
saben que lo saben, no tienen conciencia de ser.
Este ejemplo del poeta, citando la vida de los animales, nos puede
ayudar a esbozar una respuesta a nuestra pregunta, ¿ que es el hombre ?, Sin
duda podemos decir que es un ser racional, que tiene la capacidad de pensar y
conciencia de “ ser hombre”.
Ahora, ¿cómo actúa el hombre ? decimos que es un ser racional pero
vemos que se comporta irracionalmente, a diferencia de los animales, agrede el
medio ambiente dónde vive y es un tremendo depredador de todo lo que encuentra
al punto de comprometer su propia existencia.
En cuánto a la preservación de su especie, el hombre, el ser
racional, obviamente no se comporta como las especies animales, el hombre no
permite que sus críos quemen las etapas de su formación paso a paso, cuánto es
el tiempo de un niño, que cosas debe
hacer y aprender en esa etapa?, cuándo se es adolescente? como vimos, el tigre
actúa como tal cuando esta en su plenitud , sus garras y colmillos pueden cazar
y matar solamente en esa etapa no antes, pero un niño puede tomar un arma y
jalar el gatillo mucho antes de estar maduro y responsable para poder hacerlo,
ha estado familiarizado con la violencia en la etapa en que debía solamente ser
un niño y jugar con otros niños, y los jóvenes adolescentes que en vez de
quemar etapas queman e hipotecan su futuro por decisiones tomadas cuando aún no
estaban lo suficiente maduros para hacerlo, el tigre si sale a cazar cuando no
esta listo para hacerlo no sobrevive, esa es la ley de la jungla, el hombre,
animal racional, condena a sus hijos al abandono y la muerte en la jungla
social donde impera la violencia, el maltrato, el abandono, el aborto y las
drogas junto a otras plagas sociales por todos conocidas.
Hace algunos años comentado el drama de la violencia en las
escuelas, un experto en psiquiatría nos comentaba, el problema estriba en que
hemos perdido las referencias, los llamados “frenos de la conciencia” ,
identificando estos frenos en la enseñanza de principios y valores aprendidos
en el seno del hogar, en familias bien constituidas con
la presencia de la figura materna y paterna, con abuelos, tíos,
primos etc.
Estos valores que otras generaciones han aprendido y cultivado
constituyen la base de nuestro ser social, hoy lamentablemente han sido
socavados por la constante agresión de nuestra sociedad de consumo , la cual ha
ido separando y confundiendo los roles, creando nuevos valores y necesidades,
un mundo de solitarios insensibles carentes de afecto y calor humano.
Cuando mi amigo José y yo éramos niños o adolescentes seguramente
sentíamos las mismas inquietudes que los niños y adolescentes de ahora, recuerdo a una amiga de esa época que
nos decía : todo lo que me gusta o es pecado o me engorda, sentíamos los mismos
deseos, reaccionábamos con violencia e ímpetu propios de la juventud, pero
había cosas que jamás las realizaríamos porque al momento de actuar, accionaban
en nuestro inconsciente los frenos de la conciencia aprendidos en la niñez,
esta sensación de lo que es correcto o no, ha impedido la ejecución de actos
impulsivos que pudiesen comprometer nuestra integridad o la de nuestros
semejantes.
Mi amigo es un publicista de gran calibre, de sólida formación
moral, un profesional serio y responsable, por eso en sus apuntes hace
referencia al componente ético como un ingrediente imprescindible en una
actividad como la suya que ejerce una tremenda influencia en el comportamiento
social.
Nuestra sociedad en todas sus expresiones necesita cada vez mas de
la comunicación
es por eso que esta actividad debe tener claro sus objetivos el
cual no es otro que el brindar servicio a la sociedad a través del individuo,
el individuo niño, adolescente,
hombre o mujer, adulto o anciano, una creación única e
irrepetible, alguien que tiene
en si mismo la semilla de toda una especie sólo comparable con la
dignidad de los Dioses.
Ser o no ser, tu tienes la respuesta.
Hugo
W. Arostegui
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Sin duda nuestra indefinición como seres humanos proviene, en gran medida, de la falta de conocimiento de nuestras potencialidades. Hemos olvidado el origen divino de nuestro espíritu y por tanto viajamos en el cálculo finito de nuestro propio consejo, lo que se denomina el brazo de la carne. Ya lo comentó Dieter F Uchdorf en http://www.youtube.com/watch?v=H7UVJ3F-LDM&list=PLBDB3BE2BE95EF8B2&index=16&feature=plpp_video
ResponderEliminarEsa es la gran interrogante que ha cruzado las distintas culturas...desde las primeras construcciones megalíticas, pasando por la fértil medialuna...hasta el más férreo existencialismo kanteano. Ese es el ser o no ser.
Saludos Hugo Arostegui...desde Chile...por su puesto que recuerdo sus clases misionales en Osorno y por ahi guardado tengó lo de la Antropomaximología :D
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