lunes, 6 de diciembre de 2010

La Historia de Dina y Siquem


Voy a presentarles a esta pareja de jóvenes, que como todos ustedes saben, han venido a acompañarme, conjuntamente con Cozbi y Zimri, nos dice Zoar, ellos me han pedido que sea yo quien les cuente la historia de sus vidas, ellos han sido protagonistas de una aventura de amor,  que por los motivos que les expondremos, lamentablemente, se convirtió, en una terrible tragedia.

Conozcamos a Dina:

Dina, es la hija menor de la pareja formada por Jacob y Lea, sus hermanos son los siguientes: Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar, el cual fue concebido por causa de las mandrágoras que Rubén le trajo a su madre, y que ésta  a su vez, las usó para alquilar al prostituto Jacob.

Ya sé, no me digan nada, nos dice sonriente Zoar, veo que me están mirando un tanto escandalizados por lo que he dicho sobre Jacob, pero por fuerte que pueda parecerles la expresión, yo pregunto: Si alguien consiente, en vender o alquilar su cuerpo para tener una larga noche de amor,¿no está de alguna manera ejerciendo la prostitución?

Bueno, continuemos presentando a los hermanos de Dina, hablamos de Rubén, de Simeón, Leví, Judá, Isacar, y por último nos faltaba mencionar a Zabulón.

Como pueden apreciar, Dina, proviene de una ilustrísima familia, cuyos hermanos son, nada más, ni nada menos, que los titulares, de ese club exclusivo, que representa a las doce tribus de Israel.

Conozcamos ahora a Siquem:

Siquem es el hijo primogénito de Hamor, el heveo, que era el príncipe de aquella tierra.

Les recuerdo que ha sido a este príncipe, Hamor, el padre de Siquem, a quién Jacob le compró una parte de un campo, en cien monedas, donde plantó su tienda y se fue a vivir con su numerosa familia.

Vale decir entonces, que Dina y Siquem, fueron primeramente vecinos, luego, con la impetuosidad propia de su juventud, se fueron gustando el uno al otro, y surgió entre ellos, lo que primero fueron tiernas miraditas a lo lejos, hasta que la temeraria Dina, se fue animando a dar algunos pasitos, cada vez mas lejos de la mirada de su madre y hermanos para tener un contacto en vivo y en directo con el apuesto Siquem.

Como no podía ser de otra manera, estos encuentros fueron incrementando su intensidad hasta que sucedió lo que tenía que suceder y de lo cual ninguna familia esta libre de experimentar, si nó, preguntémosle, a los castos hermanos de Dina.

los acontecimientos que voy a narrarles, nos dice Zoar, nos van seguramente a impactar por su gravedad y crudeza, por esta razón, voy a preferir que primero leamos el relato bíblico de los hechos, para luego, entonces sí, realizar algunos comentarios al respecto.

“ Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.

Y la vió Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.

Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.

Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.

Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.

Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.

Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.

Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras.

Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.

Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijeres.

Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuánto me dijereis; y dadme la joven por mujer.

Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuánto había mancillado a Dina su hermana.

Y les dijeron: No podemos esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros  es abominación.

Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.

Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo.

Mas si no prestareis oído para circuncindaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos.

Y parecieron bien sus palabras a Hamor, y a Siquem hijo de Hamor.

Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido en toda la casa de su padre.

Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo:

Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres y les daremos las nuestras.

Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncindados.

Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.

Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncindaron todo varón, a cuántos salían por la puerta de su ciudad.

Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.

Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada: y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.

Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuánto habían amancillado a su hermana.

Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo, y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.”
                                                                                  Génesis 34: 1 –29

Confieso nos dice Zoar, que este relato me asquea, me resulta increíble que esté inserto en un libro considerado sagrado, y que se intente de alguna manera hacernos creer que este crimen brutal y despiadado pueda ser presentado como un hecho más entre las travesuras de los hijos escogidos de Jehová : “ Los Israelitas Boys”.

El amigo Moisés, al incluir este macabro episodio entre los tantos que incluye en su Torah, menciona solamente a dos de los hijos de Jacob, a Simeón y a Leví, pero Dina, la cual está aquí entre nosotros, nos declara que fueron todos los hijos varones de su padre Jacob, los que intervinieron en estos actos de barbarie, genocidio, pillaje, robo, secuestro de niños y mujeres, verdaderos terroristas, viles salvajes, escoria de la humanidad.

Dina, nos comenta con lágrimas en sus ojos, que cuando la fueron la buscar sus hermanos, ella ya estaba unida a su esposo Siquem, que sus hermanos mataron delante de ella a su cuñado y a su suegro, quienes le amaron desde el primer día en que la recibieron en su nueva casa.

Ustedes pueden extraer sus propias conclusiones, pero me permito hacerles saber las mías, yo les pregunto y no tienen que contestarme:

Se puede admitir, el engaño, la burla, el desprecio, el permitir que Hamor, Siquem, y todos los hombres y jóvenes hayan circuncindado sus prepucios , en una clara y contundente demostración de solidaridad, de respeto por creencias que no eran las suyas, de capacidad de ofrecer todo lo que poseían en un gesto que los enaltece como ejemplo de convivencia e integración, con un pueblo extranjero al cual no conocían pero que recibían con la mayor buena voluntad.

Repito, me pregunto, es aceptable que los hijos de Jacob, la casa de Israel, actúen mediante el engaño y como las hienas esperen a que la presa este débil y confiada para después proceder a masacrarla en un acto que avergüenza y denigra, que nos hace dudar de que realmente interesen valores tales como la verdad y la justicia.

Debo dedicar un breve espacio de tiempo para hacer una ligera mención a la actitud del padre de Dina, ya lo he llamado de cobarde y permítanme ahondar en el epíteto.

Cuando Jacob se enteró de que Hamor, el padre de Siquem le andaba buscando para hablarle sobre la situación, simplemente se borró, como se suele decir ahora, claro estaba solo, sus hijos estaban en el campo y él no tenia las agallas suficientes como para enfrentar en solitario un tema en el cual estaba en juego el futuro de su propia hija.

Y cuando sus hijos volvieron esa tarde del campo, en lugar de asumir la conducción de tan delicada situación, les dejó a ellos actuar a su antojo, dejando que se divirtieran a expensas de la credulidad de sus confiados vecinos.

No en balde, los Israelitas Boys, fueron capaces de vender a uno de sus hermanos a los mercaderes que pasaron por el desierto,  claro no van a faltar los argumentos de los doctores de la ley, de que lo estaban haciendo para cumplir con el mandato divino.

Cuando Jacob se entera de las travesuras de  sus hijos en la masacre del principado de Hamor, su reacción, es digna del mayor destaque, su actuación, lo pondría encabezando la lista de candidatos al Nóbel a la cobardía, si hipotéticamente hablando, ese premio se pudiese otorgar.

Por suerte todavía hay personas de todas las razas y religiones que han sido galardonados por dignificar los mejores atributos que enaltecen a toda la humanidad.

Pero leamos lo que les dijo Jacob a sus muchachos:

“ Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa. ” 
                                                                                              Génesis 34: 30

Les prometo de que no voy a decir mas nada, no hace falta,  este pasaje que les he citado lo pinta a Jacob de cuerpo entero, ¿ verdad ?, disculpen por insistir, hay veces que no puedo con mi genio.

Esta historia que habéis escuchado, repito es una historia real, son hechos consumados , la evaluación y calificación de los mismos es responsabilidad de cada uno, ustedes ya saben cual es mi opinión, y no voy a repetirla, no se preocupen.

He dejado para el final, contarles que ha sucedido después, veamos:

Siquem, como han podido saber, pasó tres días como recién casado pero no quiere no acordarse de lo mal que lo estaba pasando por el tema de circuncisión, es perfectamente entendible, una pavada de luna de miel la que tuvieron con Dina.

Después de que sus noveles cuñados, irrumpieran abruptamente en su habitación y a filo de espada le quitaran la vida, todo lo demás careció absolutamente de interés, se sintió aliviado de sus dolores físicos y se propuso esperar por el reencuentro con su amada esposa, cosa que ocurrió unos veinte años después.

En el caso de Dina, salió con sus hermanos prácticamente de arrastro, en cuánto pudo habló con su madre, la cual la consoló con gran amor, se vistió de luto, ella había sido desposada por Siquem, por lo que nadie podía negarle su condición de viuda.

Así vivió, estuvo con su madre hasta la muerte de ésta, el resto de sus días prefirió estar en soledad, la relación con sus hermanos era nula, todavía, a pesar de los años transcurridos, ella era para ellos , la deshonrada por Siquem.

Una noche, en medio de sus recuerdos, exhaló su último suspiro y sus labios dijeron suavemente, Siquem, Siquem.

Como era costumbre entre el pueblo de Israel, sus hermanos rasgaron sus vestidos en señal de luto, y contrataron a unas viejas lloronas para que la llorasen durante todo el día.

Poco después, depositaron sus restos en la tierra de Egipto.

Como lo pueden apreciar, aquí están, viviendo su amor a pesar de la adversidad.

La historia de Cozbi y Zimri


Nuevamente Zoar estaba con nosotros para contarnos una historia, y junto a ella los cuatro jóvenes que le habían acompañado en la charla anterior.

Esta historia, nos comenta Zoar, tiene para mí un especial significado, porque para que la podamos comprender mejor, será necesario que nos traslademos en el tiempo hasta una pequeña ciudad que ha sido bautizada con mi nombre: Zoar, que como ya les había dicho anteriormente quiere decir:  pequeña.

Comenzaré mi relato hablándoles de los antepasados de Cozbi, y permítanme adelantarles, que lo que tengo para decirles, es algo que ninguno de nosotros ignora, aunque me atrevo a asegurarles, que lo que se les ha dicho no es más que un breve resumen de una historia no muy bien contada.

Para llegar a conocer a los antepasados de Cozbi, debemos remontarnos a los tiempos de Abraham, más precisamente a la historia de Lot, su sobrino, hijo de su fallecido hermano, Harán.

En realidad, nos comenta Zoar, no encuentro grandes méritos en la persona de Lot a no ser su parentesco con Abraham, lo que sabemos de él es de que siempre se ha sentido inclinado a vivir cerca de las grandes ciudades y ha disfrutar de los placeres que las mismas ofrecían a sus habitantes.

Cuando su tío decide de que deben separarse para evitar enfrentamientos entre ellos debido a los grandes rebaños que ambos poseían, al dársele a elegir hacía  donde dirigirse no tuvo ningún reparo en elegir las mejores opciones, veamos lo que dicen al respecto las escrituras:

“ Entonces Abraham dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

¿ No está toda la tierra delante de ti ? Yo te ruego que te apartes de mí.

Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.

Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.”
                                                                                  Génesis 13: 8 – 11

Entonces Lot, el terrateniente de tierras privilegiadas, comparables con el Edén de Jehová, las ocupó para su ganado y sus sirvientes, porque él, como dijimos, no estaba dispuesto a privarse de la comodidad que le ofrecía la inicua ciudad de Sodoma.

Pasado un tiempo, debido a los conflictos que existían entre los distintos monarcas que gobernaban la tierra, ocurrió lo que relatan las escrituras, veamos:

“ Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;

esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elazar; cuatro reyes contra cinco.

Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.

Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.

Y tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abraham, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.”
                                                                                              Génesis 14: 8 - 12

Es muy claro que Lot, moraba en Sodoma, era un ciudadano prominente de una ciudad condenada por su iniquidad, ahora estaba cautivo, había sido despojado de sus riquezas, pero, no olvidemos que podía contar con su influyente y poderoso tío, sólo se necesitaba de alguien que huyese y le avisase.

Otra vez, leamos lo que nos dicen las escrituras:

“ Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abraham el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abraham.

Oyó Abraham que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.

Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.

Y recobró todos sus bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente. ”
                                                                                              Génesis 14: 13 – 16

Uno pensaría que después de tantas dificultades y de haber estado al borde de perderlo todo, Lot, cambiaría radicalmente de comportamiento, buscando refugio en la inmensidad de sus tierras, pero parece que el buen sentido no era atributo del mundano sobrino de Abraham, como no podía ser de otra manera, se fue nuevamente a vivir en Sodoma.

No encontramos en la controvertida personalidad de Lot ninguna cualidad que le hiciese merecedor de que se asignase a dos ángeles para que acudan al rescate de él y su familia ante la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra, no me cabe ninguna duda nos dice, Zoar, de que la única razón de que esto ocurriera es su parentesco con el patriarca Abraham.

Como todos sabemos, la destrucción de éstas ciudades, ya había sido decretada, no pudo encontrarse una cantidad mínima de justos viviendo allí, que impidiese esta acción, no obstante, como dijimos, se le es asignado a dos varones celestiales el acudir en la búsqueda de Lot y los que estuviesen con él.

La llegada de éstos varones es observada por Lot que estaba sentado a las puertas de la ciudad de Sodoma e inmediatamente sale a su encuentro, y a pesar de la negativa de ellos de pernotar en casa de Lot, fue tanta su insistencia que ambos terminaron aceptando su invitación.

La presencia de estos dos varones extranjeros, no pasó desapercibida entre los varones de Sodoma, al punto de que todos ellos, desde el más joven hasta el más viejo,
rodearon la casa reclamándole a Lot que querían conocerlos.

Los varones de Sodoma, seguramente creyeron que Lot les había birlado a los dos apuestos visitantes, para tener con ellos una fiesta en privado y claro no podían permitirle que les hiciera semejante desprecio.

Hay un pasaje de las escrituras que nos demuestra claramente un aspecto bastante sórdido y nada recomendable, propio de un digno representante de una sociedad como la de Sodoma y Gomorra que había sucumbido en medio de la corrupción y la inmoralidad.

Este pasaje nos dice lo siguiente:

“ Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿ Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche ? Sácalos, para que los conozcamos.”
                       
Antes de continuar, creo conveniente efectuar una ligera apreciación, Lot, conocía muy bien cuáles eran las costumbres que practicaban los varones sodomitas entre sí
y por esa razón, es que intentó resguardar a sus dos invitados, de lo que creía, sería una agresión depravada hacia ellos, es ahí, entonces, que nos hace la demostración sórdida, que les mencioné anteriormente, sigamos leyendo:

“ Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras de sí, y dijo:

Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.

He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os la sacaré fuera, y haced con ellas como bien les pareciere; solamente que a estos varones no les hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. ”
                                                                                              Génesis  19: 6 - 8

Es incomprensible e inaceptable, la actitud de Lot, nada puede justificar el hecho de que haya ofrecido a sus hijas en la forma en que lo hizo, porque lo hizo destacando que ambas eran vírgenes que no habían conocido varón, despertando el morbo y los más bajos instintos de sus conocidos vecinos, a quienes no tuvo ningún reparo en llamarlos, hermanos míos.

Conociendo las costumbres orgiásticas que se practicaban  en Sodoma, decirles que podrían hacer con ellas, lo que mejor les pareciere, nos está demostrando, sin lugar a ninguna duda, de que sabía muy bien lo que les estaba ofreciendo, y que él también de alguna manera compartía esa forma de proceder, la virginidad de sus hijas no era para Lot, nada más que una mercancía, que podría negociarse de acuerdo a las circunstancias.

Lo  que ocurrió después, los acontecimientos previos a la destrucción de estas ciudades, es lo suficientemente conocido como para ahondar en detalles, solamente leeremos, continúa Zoar, algunos pasajes, que nos ayudarán a terminar de demostrar la perversidad de este  tan controvertido sobrino de Abraham; veamos:  

“ Al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer, y tu dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.

Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo  sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.

Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no  mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.

Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos.

He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcanza el mal, y muera.

He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; `déjame escapar ahora allá ( ¿ no es ella pequeña? ),y salvaré mi vida.

Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.

Date prisa, escápate allá, la cual es pequeña; porque nada podré hacer hasta que hallas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.

El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.”
                                                                                              Génesis 19: 15 – 23

Es increíble la actitud de Lot, sencillamente no quería irse de su amada ciudad, fue necesario que los ángeles le tomaran de la mano, a él, a su esposa, y a sus hijas, y tiraran fuertemente de ellos para poder sacarlos fuera de la ciudad.

Y una vez fuera, se tomó el atrevimiento de decirles de que él no podría morar en el monte, que tuvieran paciencia y que le preservaran una pequeña ciudad que estaba cerca para que pudiese llegar allí, y entonces sí, estar seguro con comodidad.

Todas éstas exigencias fueron aceptadas por los dos ángeles, las instrucciones que habían recibido fueron muy claras: pase lo que pase, había que proteger al sobrino de Abraham.

Hasta la ejecución del decreto divino, de destrucción de Sodoma y Gomorra, tuvo que ser demorado, hasta después del amanecer de un nuevo día, para darle tiempo, a este tan distinguido varón, para que pudiera llegar seguro a mi pequeña tocaya, sonríe Zoar, pavadita de privilegios , ¿ no les perece ?.

Para terminar con el tema de Lot y sus hijas, tendremos que hablar sobre los acontecimientos posteriores, es decir, lo que pasó después de la destrucción de Sodoma y Gomorra.

Como ustedes saben, Lot tuvo miedo de morar en Zoar, y se ubicó en el monte, más precisamente, en una cueva, el ahora solitario viudo se reconfortó con la compañía de sus dos vírgenes hijas.

Se dice que las hijas de Lot, tramaron entre sí, un medio de preservar su descendencia, seguramente no pensaron en su tío, y la multitud de varones que trabajaban para él, ellos estaban quien sabe dónde, su padre era un varón y  estaba allí, y aunque formasen un trío,  les pareció, que no podían perderse esta inmejorable oportunidad que se les ofrecía para lograr su tan noble propósito

Parece que en la cueva no estaban tan falto de comodidades, al menos disponían de una buena cantidad de vino, y si alguien es capaz, de transportar vino en su huída de Sodoma, seguramente junto al vino, vinieron las copas y el resto de la vajilla.

Ahora bien, lo que toda persona adulta sabe, es que  para poder concebir una criatura, se hace necesario la participación de dos personas, un hombre y una mujer en un acto sexual en el cual ambos cuenten con la plenitud de su potencial.

Quiere decir que ambos se tienen que estar consientes de lo que están haciendo, además, difícilmente se logre la concepción en una única vez, probablemente, sean necesarias varias tentativas, en otras tantas noches, para alcanzar este propósito.

Lo que yo me inclino a pensar nos dice Zoar, es que lo que realmente ha pasado ha sido un tanto diferente a como nos lo han contado, además, me pregunto: ¿ Quién lo ha contado? porque lo que se nos dice es que Lot y sus hijas estaban solos, la noticia de estos hechos sólo pudo provenir de alguno de ellos; como nadie más ha sido testigo tendrá cada cual que sacar sus propias conclusiones.

Ahora, recordemos que Lot y sus hijas eran ciudadanas de una ciudad extremadamente corrompida, y que según parece, todo indica, de que se sentían muy a gusto viviendo allí, su poder económico les permitía relacionarse con la flor y nata de la ciudad, de manera de que podemos presumir de que estaban invitados a cuánta fiesta se organizara por los alrededores.

Una de las fiestas mas populares eran la orgías en  honor al dios Baco, las tan conocidas bacanales, donde regándose con bastante vino se revolcaban unos sobre otros en una desenfrenada búsqueda de placer y lascivia.

Es por esta circunstancia que me permito sugerir, que lo que realmente sucedió, es que las hijas de Lot y su padre organizaron una íntima fiesta en honor a Baco y en medio de la alegría y desinhibición que da la ingesta de alcohol, ofrecieron sus cuerpos al placer y como directa consecuencia ambas quedaron embarazadas.

Halla sido, lo que halla sido, lo cierto es las hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre.

Ahora, sí, leamos lo que nos dicen las escrituras:

“ Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre.

Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy.

La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es el padre de los amonitas hasta hoy.”
                                                                                                          Génesis 19: 36 – 38

Lo que me resta por decirles, es que Cozbi, es hija de uno de los príncipes Moabitas,
una descendiente de Lot, el sobrino de Abraham.
   
Entonces, ahora conocemos un poco mejor a la familia de Cozbi, ¿ verdad? , nos preguntaba Zoar, como pueden ver, ella proviene de la nobleza moabita y ha sido educada en todo lo relacionado con las promesas que Jehová Dios; había dado al patriarca Abraham.

la historia de la gran hambruna que obligó a Jacob Israel, refugiarse en Egipto, era por todos ellos conocida, como también les había llegado la noticia que habían logrado salir de la esclavitud y que eran conducidos por Moisés a través del desierto.

Ellos conocieron a Moisés en la época en que se había escapado de Egipto y había buscado refugio en la tierra de Madián, de hecho estaban emparentados con su mujer, Séfora, hija de Reuel, también conocido por Jetro, sumo sacerdote, muy respetado por haber sido  ordenado por Caleb , cuya línea de autoridad provenía directamente de las manos de Jehová.
                                                                      
De manera de que cuando se enteraron de que los Israelitas habían constituido un pueblo numeroso, fuerte y vigoroso, cuyos varones poseían la cultura de una civilización tan avanzada como la egipcia, todas las doncellas en edad de formar pareja estaban ansiosas por conocerles e invitarles a participar de sus festividades en honor de  Baal-peor.

El pueblo de Israel se había instalado en los alrededores de Moab, y como no podía ser de otra manera, sus hombres jóvenes, que no se destacaban por su obediencia a las rígidas normas de Moisés, comenzaron a frecuentar a las hijas de Moab.

De esta manera se fue creando un clima muy especial entre ellos, los jóvenes de hoy en día creo que definen este clima como que “ había mucha química entre ellos” .
    
Mejor será, nos dice Zoar, que leamos lo que ha escrito Moisés al respecto:

“ Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,

las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió y se inclinó a sus dioses.

Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.”
                                                                                  Números  25: 1 – 3

Zoar, nos dijo con relación a esta escritura, creo yo, y espero que entiendan de que es una apreciación personal, que el furor encendido, provino más del propio Moisés que de Jehová, me imagino cómo debía sentirse de tener que conducir a un pueblo que a la menor oportunidad no perdía tiempo en envolverse en todo tipo de iniquidades.

Comprendo de que debía tomar medidas drásticas, y por esa razón es que atribuyó a un mandato de Jehová, y perdonen que emplee este término -  atribuyó – porque me resisto a creer que se le haya ordenado ahorcar a todos los príncipes delante del Sol.

Los hijos de Israel sintieron el impacto de esta decisión pues se congregaron a llorar a las puertas del tabernáculo de reunión a la espera del cumplimiento por parte de los jueces de la orden de ejecución impartida por Jehová.

Para ayudarnos a comprender mejor estos acontecimientos, es necesario que sepamos que los israelitas no se encontraban simplemente de paso por Sitim, los escritos nos dicen que “moraban” en ese lugar y eso significa de que estaban en ese lugar durante un tiempo relativamente prolongado.

Estas relaciones de confianza entre unos y otros no ha sido algo imprevisto y espontáneo, lo que sucedió fue la consecuencia de la convivencia entre dos culturas que diferían sustancialmente en todo lo relacionado a la relación entre un hombre y una mujer.

El culto a Baal-peor incluía la celebración del “Hieros Gamus” representado en lo hoy conocemos como “la estrella de David”, que no era otra cosa que la unión sexual, los símbolos de las deidades masculinas y femeninas, Yahweh y Shekinah.

Como seguramente ahora comprenderán, la celebración de estos llamados sacrificios - en el sentido de sacro – oficio, que los moabitas realizaban en honor a sus dioses, resultaban una verdadera tentación para los jóvenes guerreros israelitas, recordemos que sus padres, habían dejado sus huesos en el desierto, y que era a ellos a quienes les correspondía entrar en la tierra prometida por Jehová.

Como dije, prosigue Zoar, éstos jóvenes, que vivían reprimidos en grado sumo, por las estrictas normas impuestas por Moisés, por mandato de Jehová, las que les impedía realizar cualquier intento  de acercamiento con  las doncellas israelitas, encontrarse con un pueblo que hacía gala de homenajear a sus dioses en la forma que les he descrito les resultaba una atracción verdaderamente irresistible para ellos.

¿ Comprenden ahora,? ¿ porqué eran tan propensos a desviarse e ir en procura de la adoración a otros dioses ?.

El joven israelita Zimri, un apuesto muchacho de carácter afable y romántico, era  hijo de Salu, el cual era jefe de una familia de la tribu de Simeón, y practicaba el uso de instrumentos de percusión con los cuales deleitaba a quienes tuviesen la oportunidad de escucharle.

Su relación con Cozbi, se había iniciado a través de su música, ella solía acercarse a escucharle y poco a poco fueron sintiendo una cálida y tierna atracción del uno por el otro, ambos eran muy jóvenes, diría que adolescentes, Cozbi, contaba con 15 años y Zimri ya había cumplido sus 17.

Cuando sucedieron los acontecimientos que motivaron la ira de Moisés, Zimri y Cozbi, comprendieron, que desde ese momento en adelante, ya no volverían a tener la posibilidad de estar juntos, la situación les pareció terrible y difícil de sobrellevar.

En su inocencia, pensaron que quizás todo no estaba perdido, que podrían ir de la mano y hablar con sus hermanos, delante de Moisés y de toda la congregación, estaban dispuestos a confesarles su amor y su ferviente deseo de permanecer juntos.

Dejemos que el relato de las escrituras nos cuenten lo que pasó:

“ Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.

Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo a una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.

Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo  de Aarón,  y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel y a la mujer por su vientre.

Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.”
                                                                                              Números 25: 5 – 8

Sinceramente, nos dice Zoar, no tengo deseos de continuar con esta historia, lo que más me causa dolor y desazón , es la increíble justificación que se hace de la acción pecaminosa de Israel atribuyéndole toda la responsabilidad a los madianitas, tal como se desprende de este pasaje que les citaré:

“ Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

Hostigad a los madianitas, y heridlos.

Por cuánto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante  a Cozbi hija del príncipe de Madían, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.”
                                                                                              Números 25: 16 – 18

Hay veces que pienso, reflexiona Zoar, que el impedimento dado a Moisés de entrar con su pueblo a la tierra prometida, no ha sido solamente por haber destruido las tablas de la ley.

Cuando Zoar, se disponía a dar por concluida se exposición, Zimri, que había permanecido en silencio, nos dijo: Desearía agregar algunas palabras a lo expuesto por Zoar :

El relato de Zimri:

Todo lo que les ha contado Zoar, ha sucedido tal como lo contó, cuando estuve delante de Finees y me ví enfrentado a su lanza, temí por la seguridad de Cozbi y lamenté profundamente el haberla animado a hacer lo que hicimos.

Todo sucedió tan rápidamente, que no tuvimos tiempo de nada, llenos de asombro Cozbi y yo, estábamos mirando nuestros cuerpos cubiertos de sangre en medio de tantas personas, allí estaban mis hermanos, mis padres, parientes y amigos y nosotros no entendíamos que había pasado, estábamos siendo espectadores de nuestra muerte pero no sentíamos la muerte.

Después de esta primera visión, nos fuimos alejando tomados de la mano, cada vez más y más, hasta que la escena de nuestros cuerpos tendidos en la tierra se perdió en la distancia.

En nuestro nuevo estado, muchas veces nos hemos preguntado, si realmente todo aquello había sucedido, sino estábamos siendo partícipes de un sueño, que, al despertar, nos dejaría otra vez en medio de nuestros seres tan queridos.

Con el tiempo todo se comprende mejor, siempre nos acompañó un sentimiento de angustia por lo que entendíamos había sido injusto para ambos, creíamos que no  éramos dignos del amor de Dios y hasta llegamos a creer que él nos había olvidado.

Un día nos visitaron, Nod, Gabriel, y Zoar y nos preguntaron como nos sentíamos, si podían ayudarnos en algo, fue entonces que compartí con ellos los sentimientos que nos embargaban en cuánto al amor de Dios y si realmente sabría algo de nosotros.

En ese momento descubrimos la grandeza de Gabriel, nos miró con ternura y tomando nuestras manos entre las suyas, nos dijo:

Hace un tiempo atrás, un gran hombre, profeta de Dios, se encontraba agobiado por la angustia, él, al igual que ustedes, se preguntaba, sobre cuáles serían los planes de Jehová y si sería capaz de recordar el sufrimiento de los que padecen injusticias y si su juicio estaría vigente para con aquellos que son capaces de actuar injustamente.

He aquí, su pregunta:

“ Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿ por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quién les gobierne?

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.

 Y Jehová me respondió, y dijo:

Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.

Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos.

¿ No han de levantar todos éstos el refrán sobre él, y sarcasmos contra él ? Dirán:

¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿ Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda ?

¿ No se levantarán de repente tus deudores, y se despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos ?

Por cuánto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan en ellas.

¡ Ay del codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal !

Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.

Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.

¡ Ay del que edifica ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad !

¿ No es esto de Jehová de los ejércitos ? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano.

Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.

¡ Ay del que da de beber a su prójimo ! ¡ Ay de ti que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez !

Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tu también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.

Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y del robo de la tierra, de las ciudades y de todos los que en ellas habitaban. ”
Habacuc  1: 13 – 14  2: 1 – 17


Desde ese día, en que me habló Gabriel, nos comenta Zimri, pude comprender la justicia de Dios.

Ay muchos necios que piensan que las advertencias de Jehová, no es aplicable a ellos, que están dirigidas a otros pueblos y naciones, aún no han comprendido que cuando habla Jehová, a los suyos, habla, a través de sus profetas, habla, para los que asisten a sus congregaciones, habla. ¿ para quién más ?.

Gracias por escuchar nuestra historia.

Encuentro con Zoar


 Historias truncas de amor y barbarie

 Nuevamente nos ha visitado Zoar y esta vez lo ha hecho en compañía de dos parejas jóvenes a quienes nos quería presentar y contarnos su historia.

Los nombres de estos cuatro jóvenes eran: Dina y Siquem, Cozbi y Zimri.

Zoar, a diferencia de encuentros anteriores, estaba con un semblante acorde a la gravedad y trascendencia de la temática que tenía previsto compartir con los que nos habíamos congregado para escucharla.

Su presencia ante nosotros era parte de un programa que tiene como objetivo dar a conocer hechos de brutalidad incomprensible e inaceptables, que han marcado las vidas de personas inocentes , las cuales han debido soportar por imperativo de la interpretación caprichosa y artera de lo previsto en la “letra de la ley” de vejámenes
que, en el nombre de Jehová, han dado por tierra con principios elementales de la condición humana.

Para que podamos apreciar mejor los hechos que voy a narrarles, nos dice, Zoar, es necesario que nos situemos en el contexto histórico  en que los mismos han ocurrido y que analizamos la personalidad y conducta de los protagonistas.

Como ustedes ya saben, continúa Zoar, yo no soy israelita, no tengo por lo tanto la responsabilidad de sostener posturas que tiendan a justificar actitudes, que al exponerlas, puedan herir la susceptibilidad de los interesados en defender la integridad moral de los descendientes de este tan particular grupo humano, y digo grupo humano y no etnia, porque el ser israelita no es mas que una de las distintas ramas de origen semita.

Lo que voy a presentar son hechos reales, confirmados por el registro histórico, no obstante, debo decir, que el hecho de que hayan sido registrados, no significa de que no se haya recurrido a cuánto recurso se dispusiese para disimular su gravedad, recurriendo a la aplicación de técnicas narrativas tendientes a justificar y minimizar al máximo sus efectos.

la exposición seria e imparcial de los acontecimientos, me obliga a prescindir de toda mística, de otorgar intenciones supra humanas, de movidas de piezas, en el tablero de ajedrez, donde los dioses juegan a su antojo con el devenir de la humanidad.

El grado de participación de la divinidad en las acciones humanas, que son parte de esta historia, continúa Zoar, queda supeditada a la sensibilidad y grado de comprensión de cada uno de ustedes.

Jacob – Israel:  El génesis de un fraude

La historia de Jacob, es la historia de “ un nene de mamá ” , el hijo suave y delicado de una madre inescrupulosa , que anheló ser madre toda su vida, y al llegar a serlo, en su edad madura, recordemos que concibió gemelos, contrajo una psicopatía que le llevó a tener una conducta de rechazo a uno de ellos , Esaú, y la superprotección al otro, al más débil, a su mimoso, Jacob.

Es por todos conocida la historia del engaño pergeñado por Rebeca, la madre de Esaú y Jacob, con la intención de engañar a su ya anciano y casi ciego esposo, Isaac,
mediante un escandaloso fraude, el cual sólo podría consumarse con la complicidad inescrupulosa de su querido y tierno Jacob.

Dicen las escrituras:

“ Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y el respondió: Heme aquí.

Y él le dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.

Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza;

y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.

Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer.

Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo:

Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera.

Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando.

Vé ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta;

y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.

Y Jacob dijo a Rebeca su madre:

He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño.

Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.

Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y vé y tráemelos.

Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba.

Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor;

y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos;

y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Jacob su hijo.

Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: Heme aquí; ¿ quién eres, hijo mío ?

Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas.

Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿ Cómo es que la hallaste tan pronto hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que la encontrase delante de mi.

E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no.

Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quién le palpó, y le dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos las manos de Esaú.

Y no lo conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.

Y dijo: ¿ Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob le respondió: Yo soy.
                                                                                              Génesis 27: 1 – 24

Dice Zoar, podría continuar con la lectura del relato bíblico, pero creo que no es necesario abundar mas , lo expresado es material suficiente para realizar las siguientes apreciaciones:

El relato nos muestra una desfachatez casi histriónica, una absoluta falta de escrúpulos en cuánto al respeto a valores fundamentales, en todo lo que hace a la moral y las buenas costumbres que deberían regir el comportamiento social.

La imagen de Rebeca es la de una mujer, que no sólo es una mala madre, en el sentido de mostrar sentimientos de privilegio para uno y notorio desprecio para el otro, sino que además, es una esposa infiel, que conspira contra los deseos de su esposo, al punto de montar una farsa que demuestra una ausencia absoluta de respeto hacia un anciano, el cual es engañado en su buena fe, cuando todo indicaba que prácticamente se encontraba al borde de la muerte.

Pesan sobre Rebeca cargos que seguramente algún día tendrá que responder por ellos.

A los cargos de Fraude, conspiración, infidelidad y apropiación indebida, los cuales son ilevantables, habría que agregar el de apostasía, pues ha engañado nada menos que a uno de los Patriarcas ungido por el propio Jehová.

Se podrá decir, como seguramente todas las religiones judeo cristianas se han apresurado a argumentar, que Rebeca actuó inspirada por Jehová, a fin de garantizar el derecho de su hijo menor a las bendiciones que de otra manera irían a su hermano Esaú, el cual no sería digno de recibir.

Ahora, reflexiono, dice Zoar, si Isaac estaba en condiciones de efectuar una bendición , es obvio que también estaba en condiciones de recibir revelaciones de parte de su Dios, el argumento de su edad avanzada no es válido, porque si Jehová pudo hacer concebir a Sara en su vejez, no veo ninguna razón para que no mantuviera una buena comunicación con Isaac a pesar de su edad.

Además, y creo que es lo mas importante, me resisto a creer, que Jehová permita el montaje de una payasada grotesca para asegurar mediante el engaño el logro de sus propósitos divinos, cualquiera sabe que el engañador, el padre de las mentiras es uno sólo, y seguramente ese no es Jehová, quien es capaz de montar un fraude es un embaucador, un falaz mentiroso y aquel que miente no es digno de confianza y si es capaz de engañar a su esposo que es un representante de Dios, que garantía puede ofrecer  de que no volverá a hacer lo mismo.

Este argumento a nuestro entender es lo suficientemente sólido como para que se tengan como inaceptables las justificaciones a favor de Rebeca en las cortes judiciales de cualquier país, de cualquier cultura, en cualquier lugar del planeta, en cualquier lugar fuera de este planeta, y me atrevo a decir, que ni en la propia corte celestial.  

En cuánto a su hijo Jacob, además de los cargos de fraude, conspiración, asociación para delinquir, usurpación mediante engaño, habría que agregar el de una total falta de escrúpulos al punto de mencionar al propio Jehová como ayudante en la búsqueda de las piezas de caza que su hermano Esaú debía traer a su padre.

Su padre demostró de que no era un simple viejo, ciego, chocho e imbécil, el preguntó más de una vez su identidad, al punto de obtener la confirmación engañosa del usurpador, la respuesta de su hijo infiel, consolidaron el fraude y la mentira.

Jacob actuó con cinismo y cobardía, al punto de que una vez consumado el fraude debió huir como un canalla para no tener que enfrentar la justa ira de su hermano.

Otra vez, como tantas otras veces, se recurre al engaño y lo grave es que al engaño se le agrega la aprobación divina, como si los valores de rectitud y justicia no fueran mas que un conjunto de meras  palabras en el juego normativo de caprichosos dioses.

La cobardía y la hipocresía han sido una constante en el comportamiento de Jacob,
abundan en el relato bíblico claras referencias al respecto, existe un dicho popular que dice:  “ que para muestra basta un botón ” de manera que voy a utilizar unos pocos episodios de su vida que me ayudarán a dejar en evidencia esta afirmación.

Recuerden que traigo estos cuatro jóvenes conmigo y es por causa de ellos que estoy mencionado estos hechos, los considero de relevancia para que cuando hablemos de ellos podamos entender mejor la experiencia que les ha tocado vivir.

De no ser por este motivo, sinceramente, no perdería mi tiempo hablando de Rebeca y de su hijo Jacob.

Hablando de valores, evaluemos este relato de las escrituras:

“ Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.

Y ella respondió: ¿ Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo?

Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.

Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo:

Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado, por las mandrágoras de mi hijo.

Y durmió con ella aquella noche. ”
                                                                                              Génesis 30 : 14 – 16

No voy a extenderme en comentarios, simplemente lo menciono para ilustrar mejor la personalidad de Jacob, en esta oportunidad, el gran patriarca se dejó alquilar como si fuese un mero objeto sexual, cuando se nos dice que la familia es la base de las grandes religiones, se necesita una muy buena carga de fanatismo para congeniar este principio con la conducta de los grandes patriarcas, es algo así como buscar la cuadratura de un círculo.

Jacob siempre fue temeroso y cobarde, he aquí un pasaje de las escrituras que lo pinta en toda su dimensión, veamos:

“ Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él ( Jacob ) los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.

Y puso las siervas y sus niños, ( que también eran hijos de él ) luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos.

Y el pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó su hermano.

Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó y lloraron.

Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿ Quiénes son éstos ? Y el respondió: Son los niños que Dios les ha dado a tu siervo.

Luego vinieron las siervas, ellas y los niños y se inclinaron.

Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.

Y Esaú dijo: ¿ Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado ?

Y Jacob respondió: Hallar gracia en los ojos de mi señor.

Y dijo Esaú, Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.

Y dijo Jacob: No yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido.

Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío.

E insistió con él, y Esaú lo tomó.

Y Esaú dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti.

Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si la fatigan, en un día morirán todas las ovejas.

Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.

Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo a la gente que viene conmigo. Y Jacob dijo: ¿ para qué esto ? Halle yo gracia a los ojos de mi señor.

Así volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.”
                                                                                  Génesis  33: 1 – 16

La lectura exime de comentarios adicionales, el complejo de culpa de Jacob es tan notorio que duda de las intenciones de su hermano Esaú.

Esa es la razón oculta, de poner por delante las mujeres y los niños, de recurrir a la alabanza, a la inclinación servil de él y los suyos.

Del comportamiento de ambos hermanos en esta ocasión, se pueden sacar valiosas conjeturas de la personalidad de cada uno, ¿ no les parece ?

Es importante que retengamos, como elemento de ayuda, para situarnos mejor en una de las historias que nos contarán estos jóvenes mas adelante, la lectura de los siguientes pasajes:

“ Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.

Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de manos de los hijos de Amor padre de Siquem, por cien monedas. ”
                                                                                    Génesis 33: 18 - 19

Recordemos que lo que estamos haciendo es un relato de hechos reales, acontecimientos que nadie pone en duda, los juicios de valor que estamos realizando son de orden estrictamente personal, cada uno de ustedes sabrá extraer sus propias conclusiones.

La última muestra del botón;

Dijimos, al comienzo de esta charla, que considerábamos importante la posibilidad de poder mostrarles algunos aspectos del comportamiento de los personajes que se han visto sensiblemente favorecidos por quienes han evaluado las consecuencias de sus actos.

Es demasiado evidente, que los historiadores, al realizar el relato de los hechos, han recurrido con exceso a una conducta frívola y permisiva al pretender justificar las acciones de sus protegidos, cuando el análisis objetivo nos mueve a la censura, lo mejor es amparar al protagonista, con la ayuda inestimable de sus dioses.

Lo que nos orada  la conciencia, es el gusano del mandato divino, se nos dice que los caminos de los dioses no son los del hombre, que el cumplimiento de los fines previstos en el dogma, justifica con creces el procedimiento adoptado.

Todo es aceptado por la obediencia, los justos, los del convenio, gozan de la impunidad de la bendición de los cielos, y los que padecen las consecuencias de sus actos, los que han sido masacrados, violentados, exterminados por la xenofobia insana del invasor, es maldecido por el pecado de tener otros valores, y claro, lo que no es nuestro, lo que no es como nosotros somos, no es digno de consideración.

Otro de los personajes que ha de intervenir en la vida de estos jóvenes es el hijo de Jacob llamado Judá.

Cuenta la historia que Judá se apartó de sus hermanos y se fue a la casa de un varón adulamita llamado Hira.

Estando viviendo allí conoció a una mujer hija de un cananeo llamado Súa; y se dice que la tomó y se llegó a ella, una elegante manera de decir que mantuvo relaciones sexuales con ella.

Con el tiempo ella concibió y dio a luz un hijo varón a quien pusieron por nombre Er.

Esta mujer concibió otra vez y dio a Judá un hijo al que llamaron Onán, y un tiempo después, digamos algo así como unos cinco o seis años, volvió a concebir otro niño al que llamaron Sela.

Ya habían pasado varios años y Judá estaba viviendo en Quezib, su hijo primogénito, Er, ya estaba en edad de casarse por lo que Judá creyó conveniente buscarle una esposa y sin mas ni mas, le consiguió una mujer de nombre Tamar.

Como Er, aparentemente no era una persona bien comportada, se dice que hizo lo malo a la vista de Jehová, éste según el relato bíblico le quita la vida.

Como era costumbre en aquellos tiempos, la mujer viuda sin descendencia debía ser tomada por uno de sus cuñados para darle descendencia, Judá le dijo textualmente a Onán: “ Llégate a la mujer de tu hermano, y despósate con ella, y levanta descendencia a tu hermano.”
                                                                                  Génesis  38: 8

Ahora Onán, que todo indica tenía cabeza para pensar por si mismo, se preguntó el porqué debería levantar descendencia para su hermano, tal cavilación le llevó a improvisar un método anticonceptivo bastante original, que consistía en que cada vez que mantenía relaciones sexuales con su esposa y cuñada, tenía la precaución de verter en tierra el caudal de espermatozoides .

Esta actitud también desagradó a Jehová y según el relato de las escrituras a él también, al igual que a Er, le quitó la vida.

Ante este panorama Judá habló con su nuera y le pidió que tuviera paciencia, su otro cuñado, Sela, todavía era muy niño para poder cumplir con esos menesteres de gente grande, la manda de que se vaya a pasar su doble viudez en casa de su padre y que cuando llegase el momento oportuno la mandaría a buscar.

Así las cosas, transcurrieron muchos, pero muchos días, tantos que Tamar empezó a desconfiar de las intenciones de su suegro, éste, Judá para ese entonces había enviudado y las escrituras nos dicen que para consolarse subía con los trasquiladores en compañía de su amigo, el adulamita Hira.

Como nunca falta alguien que pase un chisme, le fue dado aviso a Tamar de que el viudo de su suegro salía con los trasquiladores y que andaba por una zona llamada Timnat.

Como el relato de aquí en adelante puede sonar un tanto fuerte, dice Zoar, prefiero que recurramos a los registros sagrados para leerlo directamente:

Dice que Tamar ... “ Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozo, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer.

Y la vio Judá, y la tuvo por ramera, porque ella había cubierto su rostro.

Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo, Déjame ahora llegarme a ti: pues no sabía que era su nuera; y ella le dijo: ¿ que me darás por llegarte a mi ?

El respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: Dame una prenda hasta que lo envíes.

Entonces Judá dijo: ¿ Qué prenda te daré?  Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano.

Y el se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él.”
                                                                                  Génesis 38: 14 – 19

Es sumamente interesante la forma poética del relato, comenta Zoar, el lirismo con que se comenta la travesura de Judá y el recurso empleado por su nuera, llega a conmover, a la cabeza de una de las doce tribus de Israel, todo se le justifica.

Tamar se vuelve a poner su uniforme de viuda, y Judá, que le había pedido a su amigo, el adulamita que buscase a la mujer y le entregase el cabrito con la finalidad de recuperar sus prendas, ante la imposibilidad de encontrarla se resignó.

Pasados unos tres meses del referido episodio, las malas lenguas , esas que nunca faltan comenzaron realizar ciertos comentarios que llegaron a oídos de Judá, los registros de estos hechos eximen de todo comentario, dice así:

“ Sucedió que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera ha fornicado, y ciertamente está encinta a causa de las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada.

Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son éstas cosas, estoy encinta.

También dijo: Mira ahora de quién son éstas cosas, el sello, el cordón y el báculo.

Entonces Judá los reconoció, y dijo: Mas justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo.

Y nunca más la conoció.

Y aconteció que al tiempo de dar a luz, he aquí había gemelos en su seno.

Sucedió cuando daba a luz, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y ató a su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero.

Pero volviendo él a meter la mano, he aquí salió su hermano; y ella dijo: ¡ Que brecha te has abierto! Y llamó su nombre Fares.

Después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre Zara.

Y colorín, colorado, nada mas se nos dice de la vida de estos hijos nietos de Judá.

Zoar no quiere abundar en otros detalles, no se trata de mencionar hechos por el simple argumento de mancillar el buen nombre de tan distinguidos personajes, la razón de que nos hallamos referido a ellos es por que tienen una especial responsabilidad en los hechos que han marcado la vida de estos jóvenes que hoy me acompañan.

Como se puede apreciar, el canon, la vara de medir las acciones de los hijos de Dios,
no tiene la misma longitud para unos que para otros.

La hoguera se prende para quemar a quienes nada pueden hacer para evitarlo, sus dioses han  perdido la guerra, sus profetas han quedado sin voz, sólo nos resta la esperanza, nos consuela y nos guía, la misma estrella, la  que anunció una vez, nuevas de gran gozo, para todos , absolutamente todos, los hijos de Dios.

“ Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.

Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. ”
                                                                                              Isaías  1: 16 – 18

De tanto hablar tengo mi boca seca, mejor será que nos tomemos un descanso, un vaso de agua fresca  y cristalina me reconfortará, luego sonreiremos y cantaremos, la vida es hermosa y plena de oportunidades, no importa cómo ni cuando, toda la creación nos pertenece, no hay nadie como tú, no existe quien te remplace, donde quieras que vayas tu luz te alumbrará por siempre jamás.

Gracias, muchas gracias.