domingo, 2 de febrero de 2020

Hagamos Un Parate


Hay momentos en los cuales nos sobreviene un fuerte impulso que nos induce a la reflexión de todo aquello que de alguna forma ha ido quedando como un sedimento un tanto imperceptible en algún lugar de nuestra inquieta forma de sentir todo aquello que de una forma u otra nos conmueve y motiva a expresarnos en la forma en que lo hacemos diariamente.

Son esos instantes en que la vida, sin detenerse en su constante devenir, pareciera que nos interpela, como quien controla el estado de nuestra capacidad perceptiva, como queriendo evitar la potencial “sobrecarga” de nuestra capacidad de apreciar todo lo que acontece a nuestro alrededor y que por alguna razón que no llegamos a comprender permanece en algún recóndito lugar de nuestra consciencia.

Así estamos en esta retrospectiva “limpiando debajo de la alfombra” abriendo de par en par los ya vetustos ventanales de nuestra mente, aireando  los espacios donde se reside el intelecto, aspirando profundamente el aliento vital que nos renueva y reconforta evitando cualquier intento de corrosión de nuestra capacidad intelectual.

Esto que mencionamos lo hacemos con la periodicidad necesaria que nuestra actividad requiere, con la finalidad de observar desde un “punto neutro y equidistante” el grado de objetividad con el cual formulamos nuestras apreciaciones.

Los que asumimos la responsabilidad de emitir nuestras opiniones, cosa que hacemos con la periodicidad y constancia que nos caracteriza tenemos asumida la responsabilidad que tal proceder implica, el cual puede apreciarse en cada una de nuestras manifestaciones.

En eso estamos.
Hay momentos en los cuales nos sobreviene un fuerte impulso que nos induce a la reflexión de todo aquello que de alguna forma ha ido quedando como un sedimento un tanto imperceptible en algún lugar de nuestra inquieta forma de sentir todo aquello que de una forma u otra nos conmueve y motiva a expresarnos en la forma en que lo hacemos diariamente.

Son esos instantes en que la vida, sin detenerse en su constante devenir, pareciera que nos interpela, como quien controla el estado de nuestra capacidad perceptiva, como queriendo evitar la potencial “sobrecarga” de nuestra capacidad de apreciar todo lo que acontece a nuestro alrededor y que por alguna razón que no llegamos a comprender permanece en algún recóndito lugar de nuestra consciencia.

Así estamos en esta retrospectiva “limpiando debajo de la alfombra” abriendo de par en par los ya vetustos ventanales de nuestra mente, aireando  los espacios donde se reside el intelecto, aspirando profundamente el aliento vital que nos renueva y reconforta evitando cualquier intento de corrosión de nuestra capacidad intelectual.

Esto que mencionamos lo hacemos con la periodicidad necesaria que nuestra actividad requiere, con la finalidad de observar desde un “punto neutro y equidistante” el grado de objetividad con el cual formulamos nuestras apreciaciones.

Los que asumimos la responsabilidad de emitir nuestras opiniones, cosa que hacemos con la periodicidad y constancia que nos caracteriza tenemos asumida la responsabilidad que tal proceder implica, el cual puede apreciarse en cada una de nuestras manifestaciones.

En eso estamos.
Hay momentos en los cuales nos sobreviene un fuerte impulso que nos induce a la reflexión de todo aquello que de alguna forma ha ido quedando como un sedimento un tanto imperceptible en algún lugar de nuestra inquieta forma de sentir todo aquello que de una forma u otra nos conmueve y motiva a expresarnos en la forma en que lo hacemos diariamente.

Son esos instantes en que la vida, sin detenerse en su constante devenir, pareciera que nos interpela, como quien controla el estado de nuestra capacidad perceptiva, como queriendo evitar la potencial “sobrecarga” de nuestra capacidad de apreciar todo lo que acontece a nuestro alrededor y que por alguna razón que no llegamos a comprender permanece en algún recóndito lugar de nuestra consciencia.

Así estamos en esta retrospectiva “limpiando debajo de la alfombra” abriendo de par en par los ya vetustos ventanales de nuestra mente, aireando  los espacios donde se reside el intelecto, aspirando profundamente el aliento vital que nos renueva y reconforta evitando cualquier intento de corrosión de nuestra capacidad intelectual.

Esto que mencionamos lo hacemos con la periodicidad necesaria que nuestra actividad requiere, con la finalidad de observar desde un “punto neutro y equidistante” el grado de objetividad con el cual formulamos nuestras apreciaciones.

Los que asumimos la responsabilidad de emitir nuestras opiniones, cosa que hacemos con la periodicidad y constancia que nos caracteriza tenemos asumida la responsabilidad que tal proceder implica, el cual puede apreciarse en cada una de nuestras manifestaciones.

En eso estamos.

Lo Que Percibimos



 En la percepción participan nuestros sentidos. Ser consciente de ello nos ayuda incluso a identificar cierta prevalencia por decirlo de algún modo de lo visual, kinestésico, auditivo que a manera de filtro interno va reflejando y o expresando lo percibido con matices diferentes. 

Si pides, por ejemplo, a un grupo de personas que te describa brevemente una película, un libro, un concierto recién apreciados, podrás comprobar a través de su expresión corporal ( no verbal) y verbal utilizados hacia dónde ese filtro interno focaliza su atención. Asimismo, unos centran más la atención en el todo; otros, en las partes, los detalles; en el quién, en el qué, en el dónde, cómo o cuándo. Y todas son legítimas Así sucede con cualquier trozo de información.

En la percepción influye nuestra experiencia vital. Abarcaría desde qué emoción (es) se vive lo percibido, hasta qué se evoca, a qué se asocia, cómo se integra dentro del sistema de conceptos, creencias sobre las cosas. De modo que cada cual agregará matices, restará otros y construirá su propio objeto por decirlo de alguna manera.

Lo percibido tiene un impacto en quien lo percibe. No sólo pensamos y sentimos sobre lo percibido, sino también actuamos. Por tanto, es importante no sólo lo que se siente, sino también cómo se expresa y qué se hace con ello.

¿Y para qué pueden servir estas pistas dentro del contexto emocional?

Para legitimar lo que se siente. Una misma situación puede ser vivida de diferente manera no sólo por individuos diferentes, sino por una misma persona. Para comprender el proceso que he seguido o que han seguido los otros, esto posibilita una sintonía consigo mismo y con los demás. Por ejemplo, una de las condiciones indispensables de la empatía, es conectar, ir al encuentro del proceso que vive el otro y aceptarlo. “Cuando las emociones son negativas y muy fuertes lo mejor que podemos hacer es procurar no expresarlas de manera inconveniente (como insultando o dando un golpe en la puerta). Cuando las emociones son positivas hay también que aprender a manifestarlas de forma conveniente. Las emociones son difíciles de controlar, pero su expresión no. Siempre podemos evitar enfadarnos de forma inconveniente o incluso mostrar nuestra satisfacción por algo cuando no nos conviene hacerlo, pero es mucho más difícil dejar de estar enfadados o contentos, cuando tenemos razones para ello“.

Para hacer cambios ecológicos para mí y para los otros. Cuando no te guste, no estés satisfecho con un resultado obtenido, revisa el proceso que has seguido, a veces basta con variar la posición ante lo percibido en alguna de las dimensiones anteriormente comentadas. En ocasiones, la expectativa ante un determinado resultado, nos hace perder información, evidencias que nos está dando el proceso, nos quedamos anclados en ese punto final. La elección está en nuestras manos, al menos en una parte de ello, reconocerlo, de hecho cambia la esencia de las cosas y para ello es importante la actitud y estar abiertos a la experiencia.

Percibir no es solo oír, es escuchar sin juzgar, sin intervenir, sin decir.

Percibir no es solo ver, es atender, solo mirar.

Percibir no es solo oler, es leer cada aroma.

Percibir no es solo saborear, es degustar.

Percibir no es solo tocar, es descubrir un mundo de texturas.

Percibir, en definitiva, es SENTIR.

Todos, absolutamente todos, percibimos el mundo que nos rodea a través de nuestros sentidos



La Ingratitud

Muchos estudios han afirmado que ser grato y que lo sean contigo mejora la vida. ¿Pero qué pasa cuando sufrimos en algunos momentos de nuestras vidas lo contrario, es decir, cuando somos ingratos o lo son con nosotros?.

La ingratitud es uno de los sentimientos más desagradables que puede sentir el ser humano. La persona afectada se siente sola, defraudada y sin fuerzas. Siente como todo su esfuerzo por agradar, avanzar, prosperar, complacer o interesar ha sido en vano, y el alma sufre.

Pero me he dado cuenta que a muchas personas -en las que me incluyo- les hace más fuertes y más sabias, porque les ayuda a descubrir que no todo lo que le cuentan tiene porque ser bueno y no todas las personas que se te acerquen quieren tu bienestar ni van valorar tu gratitud, esfuerzo o dedicación.

Gracias a la magia de la ingratitud puedes descubrir de primera mano el significado de palabras como: cinismo, corporativismo, soberbia, arrogancia, deshonestidad, hipocresía, doble moral, doble rasero, vulgaridad, humillación, necedad, desengaño, desconfianza, envidia, recelo, adversidad o favoritismo, entre otras. También a distinguir entre la mediocridad y la excelencia o la diferencia entre igualdad y equidad.

Gracias a la magia del la ingratitud también se puede descubrir que en ocasiones las profesiones y el estatus social puntúa más que el esfuerzo de cada uno, como por ejemplo; en algunos colegios las profesiones de los padres son mucho más importantes que los méritos de los alumnos. O lo que es lo mismo, aprendes que las cosas en la vida a veces se consiguen por el apellido y el peloteo y no por tu valía. Todo tiene un precio.

Gracias a la ingratitud también descubres que no todas las personas que llevan un hábito o un uniforme son buenas o profesionales, y que seguramente estés en el lugar equivocado.

Pero también gracias a la magia de la ingratitud eres capaz de dar un puñetazo encima de la mesa y alegrarte de todo lo que has aprendido, de lo fuerte que te has hecho y de lo que no harás jamás si quieres ser buena persona.

No desistas, el esfuerzo y la gratitud hacia los demás tiene recompensa. Siempre habrá alguien que valore tus conocimientos, esfuerzo y constancia, y te brinde la oportunidad soñada

sábado, 1 de febrero de 2020

El Horcón Del Medio

Labrado a filo de hachas
grueso, firme y muy parejo
porque sos el fiel reflejo
de costumbres de otros tiempos
te declaro monumento
de la historia de mi tierra
y por todo lo que encierra
esa estampa en nuestros campos
del recuerdo tan ingrato
Dios quiera que no se pierda.
-------------------------
Te han sacado de los montes
vestigio de quebrachales
entre cantos de zorzales
has crecido como yo.
tus semillas con tu flor
has sembrado al infinito
pa’ que brotaran tus hijos
y no se apague tu esencia
y hoy se siente tu presencia
en un poste o algún fijo.
-----------------------
Tus hermanos como vos
hecho palenque o puntal
pa´ sostener un bagual
lo han plantado con firmeza
donde el gaucho y su destreza
ha cinchado potros bravos
y han aprendido a montarlos
con espuela y guasca al pecho
o en la punta de un cabresto
a sus fibras sujetarlos.
-----------------------------
Entre tantos elementos
son tus hermanos también
esos postes que se ven
prolijamente labrados
sosteniendo un alambrado
a lo largo del camino
y hoy por culpa del tanino
lentamente vas muriendo
parece que andan queriendo
de los montes tu exterminio.
Verde esperanza del tiempo
monte agreste de mi chaco
entre cháguar y lapachos
algarrobos y talares
son tus hermanos de sangre
el palo santo y la brea
aunque mucho ya no quedan
pa que no muera del todo
yo le canto de este modo
Quebrachales de mi tierra.

BETO ARANDA. JULIO 2017 - FORMOSA

Estereotipos


Nuestra sociedad tiene un conjunto de ideas sobre cómo se espera que los hombres y las mujeres se vistan, se comporten y se presenten.

Los roles de género en la sociedad definen cómo se espera que actuemos, hablemos, nos vistamos, nos arreglemos y nos comportemos según nuestro sexo asignado. Por ejemplo, se espera que las mujeres y las niñas se vistan de forma femenina y que sean educadas, complacientes y maternales. A su vez, se espera que los hombres sean fuertes, agresivos e intrépidos.

Cada sociedad, grupo étnico y cultura tiene expectativas en relación con los roles de género, pero estos pueden variar mucho entre un grupo y otro, y también pueden cambiar con el tiempo dentro de la misma sociedad. Por ejemplo, en los Estados Unidos, el rosa era considerado un color masculino, y el celeste, un color femenino.
Un estereotipo es un prejuicio o criterio ampliamente aceptado sobre una persona o sobre un grupo, si bien es una simplificación excesiva y no siempre es preciso. Los estereotipos de género pueden ocasionar un trato desigual e injusto por el género de una persona. Esto se denomina “sexismo”.
Existen cuatro tipos básicos de estereotipo de género:

Rasgos de personalidad: por ejemplo, se espera que las mujeres sean complacientes y emocionales, y que los hombres sean seguros y agresivos.

Comportamiento doméstico: por ejemplo, algunas personas esperan que las mujeres se encarguen de los niños, cocinen y limpien la casa, mientras que los hombres se encargan de las finanzas, del automóvil y de las reparaciones.

Ocupaciones: algunas personas asumen rápidamente que quienes se ocupan de la docencia y la enfermería son mujeres, mientras que quienes se dedican a la medicina, a la ingeniería o a pilotar aeronaves son hombres.

Aspecto físico: por ejemplo, se espera que las mujeres sean delgadas y elegantes, mientras que se espera que los hombres sean altos y musculosos. También se espera que los hombres y las mujeres se vistan y se arreglen de forma estereotipada según su género (los hombres con pantalones y pelo corto; las mujeres con vestidos y maquillaje).

La hiperfeminidad es la exageración de los estereotipos de conducta que se consideran femeninos. Las personas hiperfemeninas exageran las cualidades que juzgan femeninas. Esto puede incluir comportamientos pasivos, ingenuos, de inocencia sexual, suaves, coquetos, delicados, maternales y complacientes.

La hipermasculinidad es la exageración de los estereotipos de conducta que se consideran masculinos. Las personas hipermasculinas exageran las cualidades que juzgan masculinas. 

Creen que deben competir con otros hombres y dominar a las personas femeninas con comportamientos agresivos y mundanos, tener mucha experiencia sexual, ser físicamente imponentes, ambiciosos y exigentes.

Estos estereotipos de género exagerados pueden dificultar las relaciones con otras personas. Las personas hiperfemeninas tienen más probabilidades de soportar el abuso físico y emocional por parte de sus parejas. Las personas hipermasculinas tienen más probabilidades de ser física y emocionalmente violentos con sus parejas. 

Los estereotipos extremos de género son dañinos porque no permiten que las personas expresen completamente lo que piensan ni sus emociones. Por ejemplo, es dañino para las personas masculinas considerar que no deberían llorar o expresar emociones sensibles. A su vez, es dañino para las personas femeninas sentir que no deberían ser independientes, inteligentes o firmes. Romper con los estereotipos de género les permite a las personas mostrar su mejor faceta.

Es muy probable que te veas rodeado por estereotipos de género. También es posible que hayas visto o experimentado sexismo o discriminación basada en el género. Hay formas de desafiar estos estereotipos para ayudar a que todos, sin importar el género o la identidad de género, se sientan iguales y valorados.




Las Solas Intenciones


El pretexto ordinario de aquellos que hacen la desgracia de los demás, es que dicen querer su bien. El padre o madre que asfixió al hijo que lloraba mucho, lo hizo porque no quería que le pasara algo malo con tanto llanto y se le pasó la mano al taparle la boca por más tiempo de lo adecuado.

Revelamos el secreto de un amigo por nuestra perversa curiosidad de dejar libre el asunto que se nos rogó mantuviéramos encadenado, pero lo hicimos pensando en su bien, aun sabiendo que cometimos una traición. Insultamos a nuestros hijos y cónyuges, destrozando su confianza y cariño, pero decimos que lo hicimos para ver si así ‘se corregían’. Los ejemplos los podemos enumerar a montones.

Cuando se trata de nuestra propia conducta viciosa, prometemos corregirnos. Recordemos el refrán: “El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Séneca, en su Epístola 112, le escribe a su amigo Lucilio: Este hombre del que me escribes, ¡oh Lucilio! y que me recomiendas, no tiene fuerzas: se dio a los vicios. A la vez se marchitó y se endureció; no puede entrar en razón, no puede nutrirla. ¡Pero desea corregirse! No le creas. No digo que te mienta: él cree desearlo, sólo se cansó del lujo y de la molicie, pero pronto volverán a agradarle. Pero dice que su género de vida le ofende. No lo negaré. ¿A quién no le ofende? Los hombres, a un tiempo, aman sus vicios y los odian.

Deseamos corregirnos pero a la vez ardemos en el objeto de lo que deseamos corregir: lujuria, avaricia, soberbia. Queremos dejar de estafar, de traicionar, pero a la vez deseamos inmensamente los bienes que obtenemos por estafas y traiciones. Es como el beneficiario de toda traición: adora el beneficio de la traición y odia al traidor.

“El infierno está lleno de buenas voluntades y deseos”, afirmó el religioso suizo San Francisco de Sales.



Tu Puedes

Llegamos a este mundo con la inocencia de quien no sabe nada y lo espera todo. Nuestros padres son quienes nos guían con más o menos acierto en esos inicios donde el futuro, se nos antoja casi perfecto. Como satinado de mil colores y alcance de la yema de nuestros dedos.


No obstante, a medida que crecemos parte de ese hechizo se va rompiendo. Llegan las primeras desilusiones, y comprendemos lo que supone convertirse en adulto. Nadie ofrece algo a cambio de nada, y nadie nos garantiza que vayamos a ser siempre felices.

“El mundo gira en su rueda oxidada del tiempo repartiendo destinos. Hay quien piensa que todos llevamos el nuestro fijado casi de fábrica, pero no es así. En esta vida compleja, todo es posible mientras nosotros así lo pensemos, mientras tengas ilusiones, fe y valentía, cualquier cosa puede ocurrir”

Hay quien anda en su sendero vital cuidando de no salir de esas marcas, de esas vallas que otros han creado para ellos. Son esos patrones con los que nos han educado, es también la necesidad de cumplir determinadas expectativas, de no defraudar, de no fallar a otras personas…

En ocasiones, nos limitamos a vivir vidas prefijadas por otros porque así nos sentimos más seguros. Sin embargo, nadie puede ser feliz de sintiendo cadenas ajenas, viviendo la vida que otros tienen en mente. De ahí, que valga la pena recordar que todo es posible siempre y cuando tú mismo/a te lo permitas. 

Te invitamos hoy a reflexionar sobre ello.



Provocar El Cambio

Intenta ser un arcoíris en la nube de alguien más.
Maya Angelou

Las mejores y más bellas cosas en el mundo no se pueden ver o incluso tocar; se deben sentir con el corazón.
Helen Keller

No puedo cambiar la dirección del viento, pero puedo ajustar mis velas para que siempre llegue a mi destino.
Jimmy Dean

Nada es imposible, la palabra misma dice 'estoy posible'!
Audrey Hepburn

Comienza por hacer lo que es necesario; después lo que es posible, y de repente, estarás haciendo lo imposible.
Francisco de Asís

La mejor preparación para el mañana es haciendo lo mejor de hoy.
H. Jackson Brown, Jr.

La vida es 10% lo que sucede y 90% el cómo reaccionar ante ella.
Charles R. Swindoll

Ponga su corazón, mente y alma aún en sus más pequeños actos. Este es el secreto del éxito.                     Swami Sivananda

Nuestra Esencia

En lo más profundo de nuestro ser reside nuestra Esencia, una fuerza innata que trasciende los límites de lo físico. Se trata de una inteligencia más profunda y antigua que aquella que rige nuestro desarrollo morfológico, nuestros gustos, nuestro carácter o nuestras aptitudes. Es algo que va más allá de nuestro ADN, nuestra educación o nuestro carácter. Algunas culturas lo llaman conciencia, otras culturas lo llaman alma y a mi me gusta llamarlo Esencia. 


Es la parte del Todo que vive en cada uno de nosotros y nos conecta al universo y sus principios. Nuestra Esencia, además, es la fuente que nutre nuestra brújula interna y constituye la guía principal que debe orientar nuestros pasos en la vida.

Cada persona es cuerpo, es mente y tiene un carácter único e irrepetible. Pero cada persona es también Esencia. Ésta última parte no es más que un testigo silencioso. Es la parte de la Gran Consciencia que yace en nuestro interior y cuyo mayor anhelo es poder manifestarse en todo su esplendor durante su existencia física. 

Nuestra Esencia es la parte de nosotros mismos que nos convierte a todos en hermanos, pues ésta forma parte de un mismo todo cuya sabiduría infinita yace en el fondo de nuestro ser. Pero, a la vez, nuestra Esencia es también aquello que nos hace diferentes, únicos e irrepetibles, pues es allí donde yace la misión que cada uno de nosotros viene a cumplir en este mundo. Una misión propia que cada cual debe encontrar y experimentar en el juego de la vida a través de sus propias circunstancias, entorno y posibilidades físicas.

De hecho, la vida no es más que un gran juego, un gran teatro confeccionado para jugar y aportarnos las más variadas experiencias. Nuestro cuerpo no es más que un medio para que nuestra Esencia pueda experimentar dicho juego. Y la realidad física no es más que un grande e inmenso decorado en el que jugar. Por tanto, juguemos, pero no nos preocupemos tanto por lo externo, es decir, por el medio o por el decorado. Nuestro camino y nuestros intereses deberían partir de nuestra Esencia y dirigirse hacia ella a la hora de manifestarse en el mundo físico. Nunca al revés.

Puede que nuestro cuerpo cambie con el paso de los años, al igual que también cambian nuestras circunstancias personales o la forma cómo reaccionamos o nos comportamos ante los sucesos de la vida. Lo que no cambia es nuestra Esencia, la parte inmutable y eterna del ser. Cuando discuto con alguien sobre este tema, siempre doy el mismo argumento:

“Lo que la persona es, es. No cambia ni cambiará nunca. Sin embargo, si definimos cambiar al hecho de manifestar algo latente que no se manifestaba antes, entonces la persona sí cambia. Pero aquello nuevo que ahora se manifiesta siempre estuvo, siempre estará. Y proviene del potencial infinito que yace en lo más profundo de cada ser”



Expresión Del Ser


Construir la esencia de nuestra identidad resulta cada vez más complejo, al vivir en el mundo de la sobreinformación, donde los estímulos y mensajes contradictorios son constantes.

Para no sobrecargarnos de información disponemos del mecanismo de defensa de la introyección, que consiste en la incorporación automática de aquello que recibimos del entorno, sin que haya ningún tipo de criterio personal.

La introyección es algo que en mayor o menor grado todos estamos expuestos a experimentar, de hecho en cierta medida es necesario, como ahora veremos; el problema recae cuando este mecanismo se apodera de nosotros.

En nuestro día a día para integrarnos en sociedad estamos expuestos continuamente a acatar normas, leyes, comportamientos, ideas, creencias y patrones de conducta. Desde que somos niños nos han ido inundando con toda clase de estos elementos.

Ya en un entorno familiar hemos recibido mensajes de todo tipo, que a día de hoy, resuenan en nuestras cabezas y cuando no acatamos estos mensajes nos sentimos culpables.

Hemos integrado mensajes transformados en mandatos sin digerirlos, sin haberlos asimilado, ni haberlos pasado por nuestro propio criterio personal

Mensajes como: “Tienes que trabajar en algo importante para ser alguien en la vida”, “piensa mal y acertarás”, “los hombres no lloran”, etc.

Estos mandatos nos indican qué es lo que está bien y lo que está mal condicionando así nuestra conducta y configurando nuestra identidad.

La introyección, también es un medio para complacer a las personas que están en nuestro entorno, de forma que tiene, en principio, una función de adaptación para ser aceptados.

Cuando el mecanismo de introyección guía nuestras vidas, se vuelve peligroso para nuestra identidad. Comenzamos a perder nuestra esencia y nuestra forma propia y original de ser.

“Cuando nos perdemos en la complacencia, adoptando el papel de ser “buenos”, haciendo lo que los demás esperan de nosotros; perdemos así la capacidad de discernir entre nuestro propio mundo real (lo que queremos) y lo que ha sido impuesto por los demás”
Para no dejar que este mecanismo gobierne nuestras vidas, y acabe por construir nuestro destino en base a lo que piensan y quieren los demás, resulta imprescindible tomar conciencia.

Es un paso importante en nuestras vidas hacernos conscientes de en qué circunstancias, en qué momentos, y con qué tipo de personas tenemos la tendencia a actuar en un modo automático, sin el filtro que nos ayude a distinguir lo que forma parte de nuestros valores e identidad.

Dándonos cuenta de los mensajes que recibimos del medio sin cuestionar y sin analizar, estaremos más alerta para transformar estos mensajes en un recurso útil, pudiendo reflexionar acerca de ellos, y sacar el aprendizaje que más nos convenga.

Al cuestionar y analizar todo lo que nos viene de fuera, estamos dándonos la oportunidad de hacer elecciones más profundas y coherentes con nuestro modo de pensar, sentir y entender la vida.

Para ello resulta imprescindible asimilar y pasar por el filtro personal todo lo que aprendemos, facilitando el desarrollo y la expresión del propio ser.


Constantes


La constancia es la parte clave de cualquier logro que obtengamos en distintos momentos de nuestras vidas, y recordar continuamente que tenemos perseverar sin desmayar ni tomar pausa, lo que estos hermosos pensamientos sobre esfuerzo continuo inspiran sin duda alguna, y harán tan tu convicción que lograras todo lo que te propongas. 

La constancia es la parte clave de cualquier logro que obtengamos en distintos momentos de nuestras vidas, y recordar continuamente que tenemos perseverar sin desmayar ni tomar pausa, lo que estos hermosos pensamientos sobre esfuerzo continuo inspiran sin duda alguna, y harán tan tu convicción que lograras todo lo que te propongas.

Todo lo que emprendamos y conlleve esfuerzo, sin duda alguna vale la pena…

Y sabemos que vamos por el camino correcto…
Porque todo lo bueno trae consigo muchísimo trabajo…

Y no decaer al momento de debilidad y cansancio es la clave para recoger los frutos de tanto trabajo e insistencia.

Cuando somos un poco débiles con nuestras ideas y nuestra fe en lo que hacemos no es tan convincente, ni hacia nosotros mismo…

Es mejor buscar formas de subir nuestra autoestima y ayuda; para confiar en nuestras ideas de superación…

La perseverancia es el esfuerzo continuo necesario para conseguir todas aquellas metas y objetivos que nos propongamos y la habilidad para buscar soluciones y superar los obstáculos que nos encontremos por el camino. 


Siempre Puedes


Siempre Puedes Olvidar
Mercedes Sosa
Puedo deslizar en la oscuridad
Puedo hasta eclipsar las luces
Con sólo mirar
Dicen ya entender
Mienten
Porque en el fondo este misterio
Sólo sea esta estrella

Quizás mañana alguien
Viaje para otro país
Lo podremos despedir
Dame amor hasta mañana
Hasta que te quieras ir
Siempre puedes olvidar

Puedo aterrizar sin luces
Puedo aterrizar en la oscuridad
Puedo hasta abrazar las cruces
Es sólo amor


Comunicadores


El Social Media se ha convertido en una herramienta realmente indispensable para todas aquellas marcas que desean y necesitan desarrollar una presencia fuera del entorno offline, lo que hoy día se ha convertido en fundamental para todas las empresas, sean del tamaño que sean.

Está claro que el Social Media les beneficia gracias, no sólo al alcance que pueden tener y los beneficios económicos que pueden conseguir, sino, para conseguir una gran imagen de marca, engagement y, lo que es más importante, la credibilidad y confianza de los usuarios en ella, que es, al fin y al cabo, a lo que debe aspirar toda marca.

Por lo general, si estamos desarrollando nuestra propia marca personal nuestros objetivos son los mismos que los de cualquier empresa: establecer nuestra presencia online, ser conocidos profesionalmente y percibidos de la manera que deseamos y crearnos una imagen de profesionales serios y con credibilidad.

Esto solamente se puede lograr de una manera, trabajando mucho, realizando una labor impecable, siendo muy sociales y teniendo una constancia fuera de serie.

Tradicionalmente, la forma de alcanzar al cliente ha sido ir a por él, sin sutilezas, definiendo nuestro target y yendo directamente a por él antes de que la competencia lo robara, realizando campañas de publicidad agresivas, a veces, sin una gran segmentación, a gran escala, pero, hoy en día la cosa ha cambiado muchísimo y la táctica es la inversa, dejar que sean los clientes los que nos alcancen, quien dice clientes dice usuarios que conforman nuestra comunidad.

Es mejor dejarse ver que tomar posesión de una comunidad plantando la bandera a lo Armstrong cuando llegó a la Luna.

Siempre es mejor insinuar que mostrar. Siempre es mejor dar una muestra de lo que ofrecemos (para lo que las redes sociales son perfectas) que directamente, ofrecerle a alguien nuestro producto.

Por ese motivo debemos intentar por todos los medios que sea la comunidad la que nos busque, pero no para que nuestra presencia se note por todos los medios, puesto que eso es, entre otras cosas, lo que hacen los spammers, pretendiendo que su producto o servicio sea conocido por activa y por pasiva, y ya sabemos lo que ocurre con los usuarios que sólo hablan de sí mismos, ¿verdad?. 
Al final no les escucha nadie.

En las redes sociales la táctica es otra. Es trabajar mucho dando diariamente lo mejor de nosotros, siendo siempre uno más pero, a la vez, haciendo que nuestra ausencia sea la que se note, por ejemplo, por los contenidos de calidad y las conversaciones generadas por nosotros con la comunidad, tanto propia como de otros
.
Es cuestión de ser y no de estar.

Los usuarios saben bien quién aporta calidad y quién no, son perfectamente conscientes de quién está en Social Media y quién es Social Media, por lo que son ellos mismos los que demandan que se satisfagan unas necesidades que nosotros, siendo listos, debemos ser capaces de satisfacer, pero no tomando un altavoz y gritando a través de él para que nuestra voz sea la única que se oiga, pero sí la que se eche de menos cuando no esté presente.

Nuestra mejor arma es la conversación como Community Managers, el conocer a nuestra comunidad y saber darle lo que quiere, ser capaz de compartir contenido interesante, crear una presencia online imprescindible para los demás, y ser lo suficientemente hábiles como para hacer que, si dejamos de tuitear un sólo día, nuestra comunidad nos pregunte: “¿dónde te metiste ayer?”, que ellos sean los que nos busquen y se interesen por nosotros.


¿Cómo lo harías tú?

La Vida En Cada Instante

Querer un mejor empleo, un mejor auto o una mejor casa en un mejor vecindario son algunos de los deseos que más anhelamos muchas veces y luchamos a diario por ellos, nos esforzamos con todo nuestro empeño para lograrlo, durante horas y horas, durante días y noches enteras inclusive, porque con ellos vendrá una mejor vida, porque cuando los tengamos vamos a poder disfrutar la vida.

Pero debemos tener mucho cuidado con la idea que tenemos sobre lo que realmente es disfrutar la vida, cuáles son los momentos de la vida que realmente vale la pena vivir y cuánto valen, se han preguntado si las cosas más hermosas y maravillosas de la vida realmente cuestan dinero, o si dependen del auto o la casa en la que podamos estar viviendo o de las vacaciones perfectas en un crucero alrededor del Caribe
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“La vida es eso que nos pasa a cada instante”

Es maravilloso tener deseos de superación, querer siempre algo más, luchar por eso y tener la certeza de que podemos lograrlo, sin embargo la felicidad no se basa sólo en metas obtenidas, mucho menos si estas metas son económicas y definitivamente no es una carrera contra algo o alguien; porque hay momentos maravillosos que pasan a cada instante a tu alrededor, son únicos e irrepetibles y muchas veces los pasamos de largo, porque estamos muy ocupadas pensando que con más dinero o mejor cargo, etc… lograremos al fin ser felices.

“Vivir es la única manera de ser feliz”

La vida es hoy, nos pasa todos los días y está a nuestro alrededor, en la sonrisa de nuestros hijo al jugar con él, en el brillo de los ojos de nuestra pareja cada vez que con el corazón le dices cuanto le amas, en el rostro arrugado de tu madre, en un partido de fútbol que disfrutas con tu padre, en la cerveza que te tomas con tu mejor amigo, en la tarde de secretos que vives con tu amiga de la infancia, en ese postre que sólo tu abuela sabe preparar, esas madrugadas de conversaciones con tu hermano y en mil detalles… detalles que no cuestan nada, detalles que no nos piden nada sino estar ahí y vivirlos.

Trascender


Máster Universitario en Filosofía: Condición Humana y Trascendencia propone pensar lo humano de un modo radical, con sus luces y sus sombras, tratando de analizar críticamente qué respuestas se pueden dar ante las diversas crisis de sentido de las que somos contemporáneos. Con este objetivo, explora las grandes aportaciones de la antropología filosófica, la ética, la estética, la fenomenología de la religión, la filosofía de la ciencia y el lenguaje y la metafísica, para favorecer el desarrollo de una comprensión renovada y honda de la condición humana y las posibilidades de su apertura a la trascendencia.

El Máster en Filosofía se dirige a quienes estén interesados en la búsqueda de una Filosofía Primera que esté a la altura de nuestro tiempo. En él se considera central la atención a la dimensión práctica de la reflexión filosófica. Se pretende capacitar a los alumnos para elaborar una investigación original y comprometida con la realidad, con enfoques nuevos e interdisciplinares, atenta al contexto social y susceptible de ser desarrollada y aplicada en situaciones que planteen problemas nuevos.

En el complejo mundo en que vivimos, cada vez surgen respuestas más diversas, y en ocasiones opuestas, a la pregunta por el sentido. Hay quienes sostienen la ausencia de sentido, frente a quienes imponen una única forma de comprenderlo y de abordar la condición humana. Sin caer en el relativismo, desde la Filosofía tenemos la tarea de abrir caminos para el diálogo y la reflexión crítica sobre la multiplicidad de perspectivas existentes. Consideramos que, para ello, es urgente analizar la verdad de aquello en lo que se cree e indagar en cuál es el fundamento de la dignidad humana.
El Máster Universitario en Filosofía: Condición Humana y Trascendencia propone pensar lo humano de un modo radical, con sus luces y sus sombras, tratando de analizar críticamente qué respuestas se pueden dar ante las diversas crisis de sentido de las que somos contemporáneos. Con este objetivo, explora las grandes aportaciones de la antropología filosófica, la ética, la estética, la fenomenología de la religión, la filosofía de la ciencia y el lenguaje y la metafísica, para favorecer el desarrollo de una comprensión renovada y honda de la condición humana y las posibilidades de su apertura a la trascendencia.

El Máster en Filosofía se dirige a quienes estén interesados en la búsqueda de una Filosofía Primera que esté a la altura de nuestro tiempo. En él se considera central la atención a la dimensión práctica de la reflexión filosófica. Se pretende capacitar a los alumnos para elaborar una investigación original y comprometida con la realidad, con enfoques nuevos e interdisciplinares, atenta al contexto social y susceptible de ser desarrollada y aplicada en situaciones que planteen problemas nuevos.

En el complejo mundo en que vivimos, cada vez surgen respuestas más diversas, y en ocasiones opuestas, a la pregunta por el sentido. Hay quienes sostienen la ausencia de sentido, frente a quienes imponen una única forma de comprenderlo y de abordar la condición humana. Sin caer en el relativismo, desde la Filosofía tenemos la tarea de abrir caminos para el diálogo y la reflexión crítica sobre la multiplicidad de perspectivas existentes. Consideramos que, para ello, es urgente analizar la verdad de aquello en lo que se cree e indagar en cuál es el fundamento de la dignidad humana.
El Máster Universitario en Filosofía: Condición Humana y Trascendencia propone pensar lo humano de un modo radical, con sus luces y sus sombras, tratando de analizar críticamente qué respuestas se pueden dar ante las diversas crisis de sentido de las que somos contemporáneos. Con este objetivo, explora las grandes aportaciones de la antropología filosófica, la ética, la estética, la fenomenología de la religión, la filosofía de la ciencia y el lenguaje y la metafísica, para favorecer el desarrollo de una comprensión renovada y honda de la condición humana y las posibilidades de su apertura a la trascendencia.

El Máster en Filosofía se dirige a quienes estén interesados en la búsqueda de una Filosofía Primera que esté a la altura de nuestro tiempo. En él se considera central la atención a la dimensión práctica de la reflexión filosófica. Se pretende capacitar a los alumnos para elaborar una investigación original y comprometida con la realidad, con enfoques nuevos e interdisciplinares, atenta al contexto social y susceptible de ser desarrollada y aplicada en situaciones que planteen problemas nuevos.

En el complejo mundo en que vivimos, cada vez surgen respuestas más diversas, y en ocasiones opuestas, a la pregunta por el sentido. Hay quienes sostienen la ausencia de sentido, frente a quienes imponen una única forma de comprenderlo y de abordar la condición humana. Sin caer en el relativismo, desde la Filosofía tenemos la tarea de abrir caminos para el diálogo y la reflexión crítica sobre la multiplicidad de perspectivas existentes. Consideramos que, para ello, es urgente analizar la verdad de aquello en lo que se cree e indagar en cuál es el fundamento de la dignidad humana.