martes, 16 de junio de 2020

Aprender A Ser


Adquirir nuevos conocimientos es parte de la superación personal y profesional. Además, es una responsabilidad.

Durante toda la vida siempre se aprende algo nuevo. De hecho los expertos en el comportamiento humano, educativo y médico a través de los años mediante sus investigaciones se han preocupado por entender los procesos fisiológicos, psicológicos y sociales que intervienen en el aprendizaje, así como demostrar los beneficios de mantenerse activos en continua preparación.

El que diga que no puede adquirir otros conocimientos o que está muy viejo para ello está equivocado. 

Todas las personas tienen la oportunidad de aprender a través de todo tipo de experiencias, sea porque han buscado conscientemente hacerlo o porque las circunstancias y oportunidades llegaron a sus vidas fácilmente.

Asimismo, a muchos individuos que no solo se cultivan de los aspectos positivos de la vida, también les ha tocado reconocer que de los errores se logran cambios favorables para el propio ser, e incluso para quienes les rodea.

Las personas que no se actualizan y que consideran que no es necesaria la capacitación están, metafóricamente, muertas.

Por eso, dice la psicóloga educativa Jenny Alvarado Pozo, el hombre no solo aprende con la experiencia, la lectura o la observación, sino con la práctica. Más aún si tiene una actitud de apertura para adquirir nuevos conocimientos que serán útiles para su vida e interacción, social y laboral.

Para la psicóloga clínica Verónica Villacís Plúa, todas las facetas de la vida son giros y resoluciones que implican modos de aprendizajes. A nivel profesional, sobre todo, es absolutamente indispensable nunca dejar de aprender, por eso hay que cultivarse, capacitarse, actualizarse, pero no solamente en el conocimiento específico de la profesión, sino en relación a otros saberes que le van a permitir a ese profesional tener una perspectiva interdisciplinaria o multidisciplinaria en lo que se ha denominado la sociedad del conocimiento.

Un profesional de cualquier carrera, dice Villacís, es un ciudadano y no está fuera de un contexto social e histórico determinado. “A mi juicio debe aprender a desarrollar lo que Delors en 1996 especificó como los ejes fundamentales de la educación: aprender a hacer, aprender a aprender, aprender a convivir y aprender a ser”.

Nutrir El Intelecto


Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
Si te caes siete veces, levántate ocho. 
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces. 
¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?
Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta. 
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio. 
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él. 
Añorar el pasado es correr tras el viento.
Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por donde no se debía pasar. 
Si eres paciente en un momento de ira, escaparas a cien días de tristeza.
De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.
Napoleón I
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí. 
Oscar Wilde 
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error. 
Alessandro Manzoni 
Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas.
Werner Karl Heisenberg 
Huye de los elogios pero trata de merecerlos. 
François Fénelon 
Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto. 
James Russell Lowell 
El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va. 
Antoine de Saint-Exupery 
Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria. 
Mahatma Gandhi 
En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias. 
Robert Green Ingersoll 
Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta. 
Marcel Jouhandeau 
Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá. 
Harold MacMillan 

Ser Creativos


 Cuando pensamos en creatividad es común asociar el concepto con las artes plásticas. La creatividad no es sólo aplicable a la pintura o la música, entre otras

Estas serían más bien  algunos de los productos de una personalidad creativa. La creatividad es una capacidad cognitiva que impregna la personalidad, es una forma de ser y de pensar, una forma diferente de procesar la información y transformar la realidad.

También hay una creencia generalizada sobre que es un concepto que se tiene o no, es decir, uno es creativo o no lo es. Sin embargo, si bien es cierto que hay personas más creativas que otras, lo primero que me gustaría aclarar es que es una aptitud susceptible de ser desarrollada y también de ser inhibida. Por tanto, con la estimulación adecuada es una aptitud que puede favorecerse
.
Muchos autores hablan de que hay una serie de características que definen el estilo de personalidad creativo: la curiosidad, la asunción de riesgos, el gusto por la dificultad, la imaginación, la independencia del juicio externo, la flexibilidad, el cuestionamiento de la norma y de la autoridad, la alta tolerancia a la frustración y a la ambigüedad, el entusiasmo o pasión, la intuición, la iniciativa, el inconformismo, una alta sensibilidad y la apertura a nuevas formas e ideas definirían a grandes rasgos a la persona creativa.

Y de la misma manera que no existe una única inteligencia, sino múltiples siguiendo al psicólogo Howard Gardner:

“La creatividad no es una especie de fluido que pueda manar en cualquier dirección. La vida de la mente se divide en diferentes regiones, que yo denomino ‘inteligencias’, como la matemática, el lenguaje o la música. 
Y en una determinada persona puede ser muy original e inventiva, incluso imaginativa, en una de esas áreas sin ser particularmente creativa en ninguna de las demás”.

No es difícil darnos cuenta que la mayoría de los niños son esencialmente creativos si no nos empeñamos en lo contrario. Es decir, partimos de una muy buena base para favorecer aún más ese potencial y que llegue a traducirse en una herramienta eficaz para gestionar sus vidas, porque la creatividad es por encima de todo la capacidad de resolución de problemas y de innovación, ingredientes ambos imprescindibles para transitar una vida plena, dotada de sentido.

Identificar Nuestra Cultura


En un mundo cada vez más globalizado las culturas se van aproximando unas a otras de manera progresiva, hasta casi hablar de una cultura global.

Parece que las fronteras desaparecen y las identidades culturales están en declive. 

La decisión consiste en si conviene defender nuestra identidad cultural propia en este era de globalización cultural o si es mejor dejarnos llevar por el contexto en el que nos encontramos.

En el mundo se está produciendo una globalización a una velocidad vertiginosa.

Las identidades culturales son un conjunto de valores, tradiciones, creencias, etc. de un grupo social, que actúan para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia a ese grupo, dentro de una cultura dominante.


Estas identidades culturales se enfrentan a una cultura global, de esta manera, hoy en día podemos hablar por ejemplo de una cultura europea o asiática que engloba a muchas otras culturas más pequeñas. 

Y de igual forma sucede a menor escala dentro de los distintos países.

lunes, 15 de junio de 2020

Desarrollo Social


Hazte la pregunta: ¿Somos realmente libres? Este es uno de los debates que más preocupa a muchos ciudadanos, especialmente a los filósofos. 

Somos capaces de realizar actos libres, pero eso no implica que vivamos esta libertad en nuestro día a día.  

El ser humano es libre para decidir, tenemos esa capacidad, pero no podemos hacer lo que queramos, nuestra libertad no viene acompañada de la facultad de conseguir todo lo que deseamos que se cumpla. 

Sería un error pensar eso pues confundimos libertad con omnipotencia. En el mundo estamos para ser como debemos, no como queremos. 

Que seamos libres significa que tienes la posibilidad de escoger entre varias opciones, que puedes decidir qué hacer entre el abanico de actividades propias de los humanos. Yo soy libre para intentar hacer un IronMan, pero seguramente mi capacidad física no me va a permitir terminar ni la primera prueba lo cual limita ese deseo de hacer un IronMan; no obstante, eso no merma mi libertad en ningún momento

Tenemos capacidad de elegir como ya hemos dicho, pero esa capacidad genera riesgo, y ese riesgo por lo general nos hace sentir miedo. Por eso, o tendemos a imitar o no tomamos esas decisiones debido al miedo. Es ante esta situación por lo que pienso que cabe preguntarse: ¿Somos realmente libres a la hora de elegir lo que queremos? De hacer sí. De elegir quizás no tanto. 

El problema de la libertad es que nos vemos condicionados a escoger bajo unas circunstancias que no hemos elegido. Que nos vienen impuestas por distintos factores: experiencias anteriores, limitaciones internas, la cultura en la que nacemos, etc. Una lectura de todo esto podría ser que la libertad de hoy es el resultado de lo que hemos sembrado en el pasado.

El individuo es un producto de la sociedad, concretamente las urbanas, que los fabrica. Si nos fijamos en la historia, o en otras tribus por ejemplo observamos lo siguiente: miremos a las tribus amazónicas, éstas son menos individualistas que las sociedades industrializadas. Entre los individuos de la tribu no hay vidas que sean más novedosas que otras, no hay individuos que destaquen sobre el resto.

Todos los roles que se detallaron en una tribu están al mismo nivel, por decirlo de alguna manera.

Con lo anterior quiero decir que la idea de una persona que se quiere diferenciar del resto es relativamente moderna. 

Recordemos lo que pasaba en la antigua Grecia. En ella, el ciudadano que se sentía demasiado superior, distinto u original se le sometía al ostracismo que era un tanto cruel. Si en la votación salen más ostras negras que blancas, el ciudadano era expulsado de la polis por considerar que había tomado un camino demasiado particular para una sociedad como la Griega, que daba mucha importancia al mantenimiento de una semejanza e igualdad que garantizara que todos los ciudadanos de la polis tenían algo en común.

¿QUÉ PODEMOS IR CONCLUYENDO CON ESTO?
Las sociedades son las que van favoreciendo el desarrollo de la individualidad. A medida que estas sociedades avanzan, se van haciendo más complejas. 

Con esto se van diferenciando los roles y tareas, hoy es mucho más sencillo diferenciase de los demás. Podemos diferenciar grupos de personas por la ropa que lleven puesta, o quizás por la forma de llevar el peinado. 

Las sociedades que apuestan por desarrollar individualidades lo hacen así porque creen que estos individuos terminaran ayudando, aportando cosas a la sociedad que beneficiaran a otros individuos. ¿Se imaginan que hubieran sometido a Isaac Newton al ostracismo por establecer las bases de la mecánica clásica o haber desarrollado el teorema del binomio? 

Afortunadamente no fue así  gracias al avance de la sociedad.


Parásitos En La Mente

Así como los rehenes a veces sienten afecto por sus secuestradores, también nosotros nos sentimos apegados a cuanto nos aprisiona: hábitos, costumbres, expectativas de los demás, normas, programas, Estado. ¿Por qué entregamos nuestro poder, o jamás lo reclamamos en modo alguno? Tal vez como un medio de evadir decisiones y responsabilidades. La idea de evitarnos dolores y conflictos nos seduce.

Descubrimos  que la conciencia humana ha sido esclavizada, sometida e intimidada por un extraño parásito que se ha estado alimentando de ella y le ha estado chupando su energía durante siglos. Quienes llegan a darse cuenta de la existencia de estos parásitos mentales pueden liberarse de ellos; empresa peligrosa y dolorosa, pero posible. Libres de los parásitos mentales, nos convertimos en los primeros seres humanos verdaderamente libres, con renovado entusiasmo  y llenos de una enorme energía.

De modo semejante, nuestra energía natural ha venido siendo chupada por parásitos seculares: el miedo, la superstición, una estrecha visión de la realidad que reduce a maquinaria rechinante las maravillas de la vid
Si dejamos de alimentarlas, todas esas creencias parasitarias acabarán por morir. 

Pero nos empeñamos en racionalizar el cansancio y la inercia que sentimos; nos seguimos negando a admitir que nos sentimos acosados.

Algunas veces la sensación de impotencia de un individuo está justificada; ciertamente hay círculos viciosos de privaciones y falta de oportunidades que ponen difícil a algunos la posibilidad de liberarse. Pero la mayoría de nosotros somos pasivos a causa del estrangulamiento que sufre nuestra conciencia


La energía de nuestra conciencia de «pasajero» sufre un continuo drenaje que trata de distraernos de todo lo que nos asustaría tener que manejar conscientemente. De modo que consentimos, negamos, y nos conformamos.

¿El Huevo O La Gallina?

Filosofía

Preguntas Y Respuestas
Filosofía nació con el primer hombre que se preguntó: ¿quién soy yo? Todos los pueblos de todos los continentes y de todos los tiempos, han hecho Filosofía. 

A veces se ha pensado que la Filosofía no es práctica e, incluso, se ha prescindido de ella en la educación de los jóvenes. ¿Qué importancia tiene la Filosofía, qué importancia tiene que haya escuelas de Filosofía? 

La misma que los mercados. Sócrates decía que aquel que necesita cebollas sabe que tiene que ir al mercado porque allí va a poder comprar cebollas. Que el que necesita zapatos, sabe que tiene que ir al mercado paorque allí va a encontrar zapatos. Y aquel que tiene preguntas y quiere conocer sobre las cosas verdaderamente importantes de la vida, ¿a dónde va a ir? A una escuela de Filosofía, dónde podemos encontrar respuestas a las preguntas del por qué el dolor, por qué la muerte, por qué envejecemos, por qué nos pasan las cosas que nos pasan, por qué se pasa del dolor a la alegría y de la alegría al sufrimiento, qué es lo que nos conduce como un viento de lo uno a lo otro, por qué tenemos temores y por qué dudamos?

Si es importante responderse a estas preguntas, la Filosofía es muy útil y práctica y es necesario que existan escuelas de Filosofía como la que humildemente existe en Palma de Mallorca. 

La tecnología ha permitido que el hombre pueda llegar a la luna, pero ahora le toca a la Filosofía permitirnos llegar al ser humano. 


domingo, 14 de junio de 2020

Dualidad Mente Cuerpo




El punto central de la filosofía de la mente es el problema mente-cuerpo. En su origen está la pregunta: ¿cuál es la relación entre los estados mentales (o la conciencia, lo psíquico, el alma) con los estados físicos (o el cerebro, lo material, el cuerpo)? ¿Se trata de dos sustancias diferentes? ¿O son lo mental y lo físico una sola cosa? Estas son las preguntas fundamentales de la filosofía de la mente. 

No obstante, las respuestas suscitan un sinfín de nuevas preguntas: ¿Son libres nuestro pensamiento y nuestra voluntad? ¿Podrían las computadoras poseer una mente? ¿Puede existir la mente sin el cuerpo? La filosofía de la mente es por tanto un estudio con ramificaciones muy diversas.

La primera formulación clásica del problema mente-cuerpo se debe a René Descartes.

Pero la reflexión acerca de la relación entre la mente y el cuerpo se remonta hasta la antigüedad. Platón defiende un dualismo explícito, que se pone de manifiesto en su argumentación en favor de la transmigración del alma: Si el alma sobrevive a la muerte del cuerpo, ha de ser algo diferente de este.

En Aristóteles esto es diferente. Aristóteles postula un "pneuma", que, como principio de la vida, se encuentra en todo ser vivo, pero que no es algo contrapuesto al mundo material y corporal. 

En la Edad media cristiana (escolástica) la distinción entre el cuerpo y el alma inmaterial es piedra angular del filosofar. La influencia de la filosofía medieval es evidente en la formulación cartesiana del dualismo.

La mayoría de las personas perciben intuitivamente un abismo entre los fenómenos mentales y los físicos. Esto ha llevado a que durante largo tiempo los puntos de vista dualistas fueran los predominantes en la filosofía de la mente. 

Hoy en día la mayoría de los filósofos defiende posiciones materialistas.

 Sobre esta base debe no obstante darse respuesta a la cuestión de cómo se explica la conciencia desde el punto de vista materialista.


Nuestras Expresiones

Los célebres experimentos del psicólogo Paul Ekman sobre la universalidad de las expresiones del rostro humano abrieron el camino a estudios sobre el reconocimiento de las emociones.



Las emociones constituyen un aspecto fundamental de la vida humana. 
Sin embargo, hasta hace pocas décadas eran un tema de escaso interés para la psicología biológica, especialidad que prefería no enfrontar con temas de estudio tan sutiles y difíciles de definir. Por ello, dejaba el asunto al psicoanálisis y la psicoterapia.

Pero todo cambió gracias a los experimentos de Paul Ekman, psicólogo estadounidense que durante más de cuarenta años se dedicó al estudio de las expresiones faciales, la manifestación exterior más tangible de las emociones.

Registró más de 10.000 variedades de contracciones de los músculos de la cara. Doctorado en psicología clínica por la Universidad Adelphi en 1958, pensaba dedicarse, en un inicio, a la psiquiatría. El motivo era una vivencia familiar trágica: su madre sufría depresiones y, siendo él todavía un muchacho, se suicidó.

A través del trato con sus pacientes, Ekman empezó a percibir el peso que las emociones tenían en las manifestaciones de los trastornos mentales. 

También se percató de lo importante que era para un médico aprender a reconocerlas. 

En 1954 inició su estudio de las expresiones faciales y los movimientos corporales, relacionándolos con la semiología y con la etología.

Esta investigación dio lugar a dos descubrimientos esenciales: la universalidad de las expresiones faciales y la existencia de las microexpresiones, es decir, de manifestaciones exteriores fugaces de emociones reprimidas voluntaria o involuntariamente.


Ser Perseverante


No tienes que ser un experto para saber que la constancia es el ingrediente clave para cambiar tus hábitos y tener los resultados que quieres.

Estoy seguro de que tú quieres ver la recompensa de tus acciones diarias. Quieres ver que tu esfuerzo por formar hábitos ha dado excelentes resultados. Y para eso necesitas ser constante.

El problema aparece cuando las cosas se complican y nos damos cuenta que ser constante es complicado.

Quiero empezar con una cruda realidad: No existen las historias de éxito espontáneo.

Como en la imagen del iceberg. Todas las historias de triunfo que has escuchado alguna vez, son solo la punta que podemos ver. Pero tienen una base mucho más grande y sólida. Como el gran antecedente en proporción con lo poco que vemos.

Seguramente alguna vez te ha pasado escuchar una canción nueva en la radio. La típica canción pegajosa que no te puedes sacar de la cabeza y la cual se ha convertido en el éxito número uno en más de 50 países.
Y tú solo te preguntas: – ¿Quién es el cantante? ¿De dónde salió? 
Lo que pocos saben es que ese artista, empezó con sus clases de canto desde los 4 años y tiene una larga trayectoria en el mundo musical (la base del iceberg).

Y así es como esas historias de éxito espontáneo se convierten en un mito urbano.

Con lo anterior no tengo la intención de desanimarte, sino todo lo contrario. 

Después de leer este artículo creerás que puedes ser constante y no solo eso: serás más constante en todo lo que hagas.

Perseverancia


Hoy más que nunca pareciera que la perseverancia no es una virtud que el hombre común quiera vivir; al contrario, estamos en la cultura de usar y tirar todo, es decir, del utilitarismo y del pragmatismo, en donde la sociedad de consumo nos impone la costumbre de descartar todo lo que no sirve y es poco útil. 

Es así como vivimos en la “cultura de lo desechable”, asumiendo el cambio por el cambio, con poca reflexión e, incluso, llegando a cosificarnos a nosotros mismos y a los demás y buscando en el otro algo para lo que nos sirva o sea útil.

De esta manera, reducimos nuestra existencia a la búsqueda del placer por el placer, a lo carnal, etc.

Es este el contexto en el que se me pide escribir sobre la perseverancia. Y es que hoy más que nunca nos cuesta ser perseverantes y constantes; incluso podríamos decir que actuamos según distintos estímulos, siendo más reactivos que proactivos. 

Así que es muy importante recordar que la proactividad es el hábito que nos lleva a actuar según principios y valores; es el hábito que nos invita a vivir responsablemente, según nuestras creencias y convicciones.

¿Qué es la Perseverancia?
Ante este panorama intentemos aproximarnos a la perseverancia: ¿Qué es? “Es la firmeza y constancia en la ejecución de los propósitos y en las resoluciones del ánimo”. Pero, ¿qué significa esto? Significa que la perseverancia es aquel buen hábito, aquella virtud que nos conduce a cumplir nuestros planes y objetivos.

Sí, la perseverancia nos mantiene firmes y centrados en las metas que nos hemos trazado y, por ende, nos permite ser constantes e insistir una y otra vez. Se trata entonces de perseverar cada vez más, se trata de conquistar nuestra voluntad, se trata de estar firme en nuestras decisiones y saber que van a venir muchos obstáculos, problemas, barreras, etc.; pero que lo más importante es ser constante, firme y decidido en lo que queremos lograr.

Asimismo, perseverar es seguir adelante, es no desfallecer una vez que se ha iniciado el camino, se trata de no renunciar al ideal, y será importante poner todos los medios para cumplir con la tarea o misión encomendada. 

Se trata de seguir adelante pase lo que pase, y claro está, eso implica una cuota de esfuerzo importante, incluso de dolor y sufrimiento.


El Tiempo Que Se Va

Del tiempo que estás en tu trabajo ¿Cuánto tiempo estas trabajando? Y de este ¿Qué tiempo estas trabajando en aquello que hace que la empresa tenga éxito? Tras responder estas preguntas ¿Qué porcentaje de tu tiempo es productivo?

Una pregunta más ¿Cuántas veces has acabado tu jornada laboral y tienes la sensación de que no has hecho nada?

Si tienes esa sensación, en la mayoría de los casos el problema es debido el tiempo dedicado en temas que no son importantes y en los que los son cuando estabas concentrado no has rendido durante el tiempo destinado a trabajar debido a los ladrones de tiempo, es decir, interrupciones (gente, emails, llamadas, etc.), reuniones absurdas, falta de especificación del trabajo, etc.

El tiempo es irrecuperable e irremplazable y gestionar el tiempo es gestionar la vida. Y esto es clave, ya que los ladrones del tiempo contribuyen significativamente a que no cumplamos con nuestros objetivos profesionales, personales, familiares y sociales, es más, ceder a ellos significa postergar o no alcanzar nuestros deseos y aspiraciones, además de quitar tiempo de calidad a nuestras familias, amigos y a nosotros mismos.

Por lo tanto debido a la importancia de este tema a continuación propongo una serie de consejos para enfrentarnos a los ladrones de tiempo:

Aprender a decir no. Muchas personas no saben decir no y terminan haciendo lo que otras personas quieren que hagan, por que aceptan ser interrumpidos para ir a una reunión, conversar o tratar temas que no contribuyen a su trabajo. Por lo tanto es importante aprender a decir no, pero de forma amable, sin herir susceptibilidades, por ejemplo: te agradezco mucho la invitación pero no puedo ir, o en este momento justamente no te puedo atender.

Comunicar eficazmente. Si no transmitimos mensajes claros es muy posible que los demás realicen mal el trabajo y tengan que volver a repetirlo, lo cual supone una enorme pérdida de tiempo. Debemos comunicar con claridad y comprobar que la otra persona ha comprendido lo que intentamos transmitirle. De la misma forma, hay que escuchar con atención y preguntar si algo no nos queda claro.

Aprender a delegar. Muchas personas piensan que son las únicas que pueden realizar todos los trabajos bien, subestimando a los demás y cargándose todo el trabajo, no pudiendo cumplir con los mismos por falta de tiempo. Es necesario aprender a delegar, es decir a preparar a las personas en conocimientos y técnicas para que puedan realizar los trabajos.

Evitar distracciones. Ceder a estas solicitudes es una tentación constante ya que de ellas deriva muchas veces nuestra popularidad y aceptación personal frente a las demás personas. Es necesario aprender a establecer horarios en los cuales puedes recibir visitas, ser interrumpido. Si te interrumpen en pleno proceso indica de forma asertiva y amable que en ese momento no le puedes atender y si aplica emplázale a solucionar el tema en otro momento o en el horario que hayas destinado a tal efecto.

Realizar un buen uso del correo electrónico. En la actualidad, el correo se ha convertido en fuente de interrupciones y en ocasiones de estrés y ansiedad. Si tu trabajo de verdad no precisa de estar online con el correo constantemente, no tengas miedo a no contestar en el momento, el correo no es una herramienta de mensajería instantánea. Planifica momentos para revisarlos. Por ejemplo, por uno por la mañana y otro por la tarde. Revisar y responder correos electrónicos quita mucho tiempo, es necesario filtrar los correos. Revisa y atiende aquellos que son del trabajo, dejando aquellos que no lo son si lo consideras para un tiempo fuera del horario de trabajo.

Usar correctamente el teléfono. ¿Cuántas conversaciones realizas que son largas, intrascendentes, vagas y sin un sentido claro? Muchas veces contestamos instintivamente a cualquier llamada, incluso en plena conversación con otra persona Recibe y haz llamadas que sean sólo de trabajo o estrictamente de máxima importancia personal, difiriendo aquellas que no lo son para responder solo aquellas que tengan sentido en un horario fuera del trabajo. Si es necesario apágalo, utiliza las notificaciones de llamadas para identificar y responder a aquellas que tengan sentido.

Aprender a utilizar correctamente Internet. ¿Utilizas aplicaciones, entras en redes sociales, chateas o ves video o blogs de manera automática y sin pensarlo?. Ten cuidado con la navegación inconsciente. Pregúntate, para qué te sirven y elimina o dejar de visitar aquello que no te aporte significativamente.

Ser ordenado. Si destinamos unos pocos minutos cada día a archivar nos evitaremos perder horas buscando un archivo en el ordenador o un papel por la mesa. Cuesta, pero vale la pena

Ser puntual y exigir puntualidad. Si no eres puntual, tus compañeros de trabajo harán lo mismo contigo y te robarán tiempo. Sé puntual, exígelo y los demás respetarán tu tiempo.

Gestionar bien las reuniones. Aprende a filtrar reuniones. Si puedes tomar una decisión hazlo y no convoques a una reunión innecesaria. Acude a una reunión si es verdaderamente necesario y si la convocas solo hazlo con las personas estrictamente necesarias. Cuando realices una reunión o participes en una de ellas exige tener una agenda de temas a tratar con un tiempo estimado para cada tema y para toda la reunión, con hora de inicio y de término para evitar divagaciones que alarguen la reunión. Si algunos de los temas no te incumben pide permiso para salir de la reunión cuando se llegue a ellos.

Gestionar sentimientos inútiles. Aprende a gestionar emocionalmente las preocupaciones, sentimientos de culpa, odio, miedo, ansiedad, etc. que te quitan tiempo y no te generan valor

Aprender a utilizar los tiempos muertos para volverlos productivos. Por ejemplo un viaje de trabajo, puedes llevar alguna lectura, audiolibro, etc. para aprovechar el trayecto.

Gestionar conflictos. Se pierde mucho tiempo en conflictos innecesarios, dedicando gran parte del tiempo a defenderse o cubrirse por una posible culpabilización. Aunque es un tema de actitud personal y de la cultura de la empresa, cambia el enfoque, no personalices las discrepancias con tus compañeros, soluciona los problemas buscando relaciones de ganar .

Evitar caer en el perfeccionismo. Muchas personas por querer realizar un trabajo perfecto, no terminan nunca un trabajo, difiriéndolo permanentemente.

Realizamos muchos gestos instintivamente que debemos de eliminar y que nos restan tiempo de trabajo. El proceso de cambio debe de ser paulatino, pero la tarea más difícil es conocernos y concienciarnos. Muchas veces los factores que contribuyen a los ladrones de tiempo están arraigados en la cultura de la organización y solemos justificarnos en ello para no cambiar, pero debemos recordar el coste tan grande que ello supone, por lo que te propongo que aunque suponga esfuerzo, te centres en los indudables beneficios que obtendrás y adoptes una actitud proactiva (como dijo Gandhi, se tú el cambio que quieres para los demás), busques aliados (muchos de tus compañeros compartirán tus ideas ya que quieren alcanzar sus objetivos y tener una vida más provechosa) y conciencies a tu entorno para poder cumplir con los objetivos planteados.










Lo que resulta verdaderamente urgente, es ocuparse de lo importante y tu vida y tu tiempo lo son.



La Discriminación

La discriminación es la distinción en el trato por motivos injustos como el origen racial, sexo, el nivel socio-económico, etc. La discriminación es por una infinidad de motivos, haciendo de menos a quien se discrimina, la discriminación se ha calificado como una forma de violencia pasiva.

Algunas de las razones por las que una persona discrimine a otra son:

Origen étnico: Un 38% de personas cree que tienen una limitación social por su aspecto físico mientras que el resto piensa que nunca habrá más desarrollo en su país porque son inferiores y no tienen la capacidad.

Aspecto físico: La gente cree que las personas que usan barba, pelo largo y tatuajes, ya sean juntos o por separado, deben de cambiar su aspecto porque nunca tendrán un trabajo además que los consideran delincuentes.

Por ser mujeres: Se tiene la creencia que las mujeres no sirven para trabajar y aunque trabajen deben de ganar menos.

Pobreza: Muchos piensan los pobres son pobres porque ellos quieren y no se esfuerzan para salir de su pobreza, hay quienes piensan que como son pobres no tienen idea de lo que trabajar e incluso piensan que están así porque son ignorantes y nunca podrán hacer algo.

SIDA: Las personas que sufren esta enfermedad deben ser aisladas para esperar la muerte o al menos la gente cree eso.

Discapacidad: Muchas personas piensan que las personas que sufren discapacidades son un obstáculo para el desarrollo y además causan mal aspecto.

Reinserción social: Muchas personas piensan que las personas que salieron de la cárcel no merecen tener un trabajo.

Religión: Piensan que por ser religiosos intentaran convencerlos de aceptar su religión y que les quitarán su dinero.

Regionalismo: Muchas personas piensan que si región es mejor otras y por ello deben ser superiores a los demás.

Color de su piel: El color de su piel causa una “sensación negativa” y además lo puede “contaminar” según las personas.

Estas son algunas de las razones, pero existen infinidad de razones pero una de las principales es que la persona que discrimina no tiene cultura y tiene una visión que no alcanza ver más que su beneficio propio.

Por último, cabe recordar que cuando alguna persona discrimina es una persona “pobre” en muchos sentidos, por lo tanto nunca alcanzará el éxito total