jueves, 21 de abril de 2011

Los Rostros De La Violencia



Vivimos insertos en la vorágine de las comunicaciones, los ríos por donde fluyen las relaciones humanas están plagados de redes, que con el señuelo de mantenernos informados, en realidad nos van dejando prendidos en medio de una maraña de sensaciones, que incitan los sentidos,  cual si ingresáramos en un desenfrenado  free way  cuyo destino permanece incierto, allá adelante, en un punto sin precisar en algún lugar de la conciencia

Hoy hablamos de la violencia como quién habla de una mitológica hidra de mil cabezas a la que nos resulta imposible enfrentar, pues cada vez que nos enfocamos en alguna de sus fases, parecería ser que ésta  se bifurcase una y otra vez en nuevas y terribles expresiones de furor.

La  violencia forma parte de lo cotidiano como una consecuencia natural de nuestro entorno, es la expresión viva de nuestras frustraciones, la máscara donde se ocultan las promesas incumplidas, los proyectos postergados, los mañanas de cambio que nunca llegan, los presentes  que se mofan de nuestros previsibles fracasos y de la ridiculez de nuestras cada vez menos creíbles excusas.

La violencia se ha instalado en el centro de todas las emociones humanas, la hemos encumbrado nosotros mismos, es la llave maestra de todas las justificaciones, el comodín que hace posible nuestras jugadas, la que nos recubre de una pretendida impunidad, cuando muy dentro, en lo profundo de nuestro yo, intentan accionar  “los frenos de la conciencia”  que todavía, aunque con una voz apenas audible nos recuerden quiénes somos y que es lo que se espera que hagamos en determinadas  circunstancias.

La violencia que portamos  cual si fuera un virus de virulencia transmisible es fácilmente detectable y se clasifica de acuerdo a las diversas formas en que se manifiesta, lo que equivale a decir, que aunque la enfermedad sea la misma se diversifica según sus síntomas  externos.

De manera de que si somos violentos en el ámbito familiar, tanto al o los agresores al igual que  a sus potenciales víctimas se les clasifica en lo que hemos denominado: Violencia Doméstica.

Y la sintomatología de la violencia continúa, decimos: la violencia de género;  de acoso sexual;  las que atentan contra las minorías, étnicas o religiosas, las que se expresan en agresiones a la minoridad, a los indocumentados, las homofobias, las “barras bravas” en el deporte, en los sindicatos, en las corporaciones, en los institutos de enseñanza, en la inseguridad de las calles, en el tránsito, etc. etc.

En fin, un enorme rosario cuyas cuentas repasamos una a una como quien intenta expiar una culpa mediante  una penitencia, que por ser un “mal de todos”  se desvanece y difícilmente pase los umbrales de las meras intensiones, tal cual lo expresa el refranero popular cuando nos sentencia que: “ el mal de muchos es el consuelo de los tontos”.

Los que heredamos los fundamentos del pensamiento occidental y cristiano, deberíamos realizar una retrospectiva a sus orígenes, no es lo mismo que hablemos de la democracia de la antigua Grecia, donde se esbozaron los principios rectores de la vida en las metrópolis, de la interrelación entre los diversos sectores de la sociedad, con respecto a los derechos de todos y cada uno, con una representación proporcional en los órganos representativos de gobierno, a que nos encontremos sojuzgados por la teocracia , por la voluntad y capricho de un dios posesivo y violento, donde la única opción admitida era el más absoluto acatamiento a la voluntad divina.

Seguramente si seguimos esta línea de pensamiento, podremos comprender mejor las palabras del divino maestro, cuando, a requerimientos de los escribas y fariseos, que pretendían confundirlo con la cuestión de si era lícito el cobro de tributos al pueblo de Israel por parte de la autoridad romana, Él les responde:

“Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.

¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?

Mas él, comprendiendo la astucia de ellos les dijo: ¿Por qué me tentáis?
Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción?  Respondiendo dijeron: De César.

Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.
                                                                                                              Lucas 20: 21 – 26

He aquí una enseñanza  clara y precisa, expresada en el meridiano de los tiempos,  debemos separar y precisar los límites, entre las facultades propias del ejercicio del poder por parte del Estado y las atribuciones que puedan alegar poseer las autoridades eclesiásticas que representan a las colectividades religiosas. Una vez más, afirmamos: Democracia y Teocracia, no son sinónimos ni tampoco suelen congeniar en sus principios fundamentales.

Cuando las autoridades eclesiásticas llegan a ejercer el poder político de sus naciones, entonces la única alternativa posible, es la del sometimiento a la voluntad divina, y como generalmente, sus dioses están mudos, por que se arguye que ya han dicho todo lo que tenían que decir, los que obran a “nombre de ellos” los mediadores autorizados por un legado que nadie ha podido ver ni corroborar, les construyen altares y deciden en su nombre.

Como un aporte a la comprensión popular del  “cómo”  se ejerce la violencia invocando a la voluntad divina, les invito a la lectura de un pasaje bíblico, que nos mostrarán el carácter arbitrario, irascible y pasional de los dioses, según lo expresan aquellos que afirman haberlo escuchado directamente de sus labios.
Veamos:

Consecuencias de la desobediencia

“Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembrareis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán.

Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.

Y si aún con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados.

Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce.
Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.

Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados.

Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros  hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos.

Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición, yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados.

Traeré sobre vosotros espada vengadora, en reivindicación del pacto; y si buscareis refugio en vuestras ciudades, yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo.

Cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis y no os saciaréis.

Y contra vosotros con ira, y los castigaré aún siete veces por vuestros pecados.

Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas.

Destruiré vuestros lugares altos, y derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará.

Haré desiertas vuestras ciudades, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.

Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren: y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades… continúa”
                                                              Levítico 26: 14 – 33

Esto que hemos leído no es un relato de ciencia ficción, tampoco una historieta de terror, son las palabras insertas en la Torah, la Ley de Moisés, dirigidas a su pueblo, sin duda su contenido merece que lo analicemos con imparcialidad de criterio, con inteligencia, y sobre todo bajo la influencia de todo lo que hemos aprendido sobre el libre albedrío y los derechos humanos.

Acciones como las descriptas en el relato, lamentablemente han sido y aún lo son, moneda corriente en el ejercicio del poder de muchos gobernantes en nuestro atribulado planeta, algunos, cuando son derrocados, cuando naciones más poderosas que las de ellos los someten y encarcelan, son enviados a las cortes para ser juzgados por sus crímenes de lesa humanidad.

Como lo hemos dicho en el principio, la violencia tiene múltiples  facetas, algunas son reconocidas con cierta facilidad, otras cuentan con el aval de nuestra propia complicidad, y otras son ejercidas con el pretexto de salvarnos de nuestros pecados, cometidos en algún momento, quizás en alguna lejana generación, como el pecado original de nuestros primeros padres, siempre  habrá algún “eje del mal”  que justifique todas las aberraciones que diariamente se cometen ante la vista impasible de todos los que alimentamos los “rating” de las cadenas de noticias del mundo.

Hugo W. Arostegui


 

martes, 5 de abril de 2011

El Cantar De Los Cantares: La Sexualidad De Los Dioses



El incursionar en el contenido de este libro de poemas,  atribuido a Salomón, nos conduce a ciertos aspectos de la vida de los hombres y su relación con su creador, que nos pueden ayudar a conocer desde otra perspectiva, radicalmente diferente, a los balbuceos y gregreos, a los cuales han recurrido los “versados entendidos”, en su vano intento de “explicar” las razones por las cuales este hermoso texto, se haya “infiltrado” dentro del contenido de un compendio de libros cuyo contenido es considerado como “la palabra de Dios”.
Las mencionadas razones de su inclusión, fueron ampliamente conocidas por los antiguos rabinos, aquellos que estuvieron al tanto de los sagrados principios de la creación, la concepción del hombre y la mujer a la “imagen y semejanza de Dios” semejanza que incluía los atributos sexuales de uno y otro totalmente diferenciados y complementarios.
Este es un tema que por su trascendencia merece ser tratado con seriedad y sin pacatas ambigüedades, si como todos concordamos, la gloria de Dios es la inteligencia, hagamos uso de esta cualidad para describir situaciones que han sido debidamente explicitadas por sus autores, aunque, los “interpretes de siempre” nos lo intenten esconder “mimetizando” diversos pasajes de las escrituras en el medio del follaje lirico y asexuado de la “santidad”.
Pero lo que está escrito, escrito está, así que de la misma manera, en que nos han acostumbrado los predicadores de la Biblia, que cada vez que citan cualquier pasaje de las escrituras, nos las rubrican con la afirmación: Palabra de Dios, ¡Aleluya! Permítaseme a mí también, invocar la misma actitud, para los pasajes que citaré en forma textual.
Como hemos dicho, el Cantar De Los Cantares, ha sido atribuido a Salomón, conjuntamente con otros textos, como Proverbios, Eclesiastés, etc., de manera que partiremos de esta base de información para ubicarnos en su contexto histórico.
Las escrituras en el Libro I de los Reyes, nos relatan que Salomón, hijo de David, fue visitado en sueños por Jehová en por lo menos dos ocasiones y que durante dichos encuentros se le confirió a Salomón la asignación de construir La Casa Del Señor, asignación que le fue negada a su padre David, por haber sido hombre de guerra y haber empuñado la espada.
“Pero el rey David era un guerrero. Así que el Señor no lo permitió construir el Templo. Dios le apareció y le dijo: "Tú has derramado mucha sangre y has llevado a cabo grandes guerras. No edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado delante de mí mucha sangre en la tierra. Pero he aquí, te nacerá un hijo que será un hombre pacífico, y yo le daré reposo de todos sus enemigos de alrededor. Ciertamente su nombre será Salomón, y en sus días yo daré paz y tranquilidad a Israel. El edificará una casa a mi nombre. El será para mí, hijo; y yo seré para él, padre. Y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre." (1 Crónicas 22:8-10)”


La ley de Moisés, la torah, prohibía en forma tácita determinadas acciones, tal como lo expresan los siguientes versículos:
“Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, no tomarás au hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos, y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.”
                                                                                              Deuteronomio: 7: vs.  3 -4
Sin embargo, el capítulo tres del libro I de Reyes, comienza de esta manera:
“Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David, entre tanto acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalén alrededor.”  I Reyes 3: 1
Se dice de Salomón:
“Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios.
Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán Ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor.
Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco.
 También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces.
Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría.”
                                                                                                              I Reyes 4. 30- 34
Ciertamente la figura histórica de Salomón está fuera de toda discusión, pero la relevancia del personaje pone en relieve también, sus particulares formas de vivir, es muy loable su devoción a Jehová y nada debemos decir de los acuerdos alcanzados entre ellos, los hechos están allí y cada uno deberá sacar sus propias conclusiones, pero existen algunas evidencias que merecen ser puestas en relieve para que podamos comprender mejor algunas cosas.
Si bien la Casa De Jehová fue majestuosa, una obra colosal para su época, no menos suntuosa fue la casa que Salomón se mandó construir a lo largo de algo más de trece años, Jehová sin duda fue reverenciado y alabado dentro de los muros del templo, pero fuera del mismo, quien era alabado y reverenciado a la par de los dioses de las naciones paganas, no podía ser otro que este Rey, que maravilló a todos por su inteligencia y sabiduría, pero que además implantó un culto a sí mismo, en todos los órdenes,  incluyendo los estrictamente religiosos.


La pomposidad de Salomón:
Cuentan las mismas escrituras:
“El peso del oro que Salomón tenía de renta cada año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro; (nota. Cada talento equivalía a unos 34 kilogramos)
Sin lo de los mercaderes, y lo de la contratación de especias, y lo de todos los reyes de Arabia, y de los principales de la tierra.
Hizo también el rey Salomón doscientos escudos grandes de oro batido; seiscientos siclos de  
Asimismo hizo trescientos escudos de oro batido, en cada uno de los cuales gastó tres libras de oro; y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano.
Hizo también el rey un gran trono de marfil, el cual cubrió de oro purísimo.
Seis gradas tenía el trono, y la parte alta era redonda por el respaldo; y a uno y otro lado tenía brazos cerca del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones.
Estaban también doce leones puestos allí sobre las seis gradas, de un lado y de otro; en ningún otro reino se había hecho trono semejante.
Y todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y asimismo toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano era de oro fino; nada de plata, porque en tiempo de Salomón no era apreciada.
Porque el rey tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram.
Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría que Dios había puesto en su corazón.
Y todos le llevaban cada año sus presentes: alhajas de oro y de plata, vestidos, armas, especias aromáticas, caballos y mulos.”
                                                                                              I Reyes 10: 14 – 25
En cuanto al tema que nos interesa en este artículo, el rey bendecido por Jehová, junto con su egocentrismo manifiesto cultivó una forma muy particular de guardar sus compromisos maritales.
Continuemos con la lectura:


Pero el rey salomón amó, además de la hija de Faraón, a las de Moab, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas:
Gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se allegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses.
A estas, pues se juntó Salomón con amor.
Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas: y sus mujeres desviaron su corazón”
                                                                                              I Reyes  11:  1 – 3
Resulta más que interesante el poder observar cómo el relator de éstas crónicas, pone el énfasis mayor en la condición de “mujeres extranjeras adoradoras de otros dioses” sin mencionar para nada la monumental promiscuidad sexual del monarca, si continuáramos con el relato, podríamos apreciar que son éstas las mujeres, quienes cargan con la culpa de la “desviación”   del monarca, el cual es “seducido por sus engañosos placeres”.
Nos preguntamos, y lo hacemos extensivo a cualquier persona que en el transcurso de su vida haya tenido una saludable vida sexual, ¿puede concebirse un séquito semejante de esposas y concubinas? ¿ No estaríamos frente a una situación como la que se describe a continuación”
“Adicción sexual se define como: "Conducta indefectiblemente compulsiva; tendencia involuntaria, irrefrenable, reiterativa e irreflexiva, dirigida a establecer un tipo de relación sexual estereotipada de la que queda una abrumante sensación de insatisfacción".
La "adicción" al sexo invade todas las esferas de la vida de la persona y empieza a ser fuente de displacer en el momento en que el afectado pierde el control de la situación tal como plantea su fantasía, permitiendo que lo aventurado, explorador y divertido de toda relación, se torne reforzador del malestar. Esta manifestación representa una conducta repetitiva que pretende calmar la ansiedad por vía inadecuada, mediante la cual, ipso facto produce más malestar y ansiedad de la que se tenía. Momento en el que produce el rechazo a uno mismo, al constatar que tal conducta no sólo no calma la ansiedad, sino crea una fuente inagotable de problemas. “

Dejemos al rey Salomón resolver sus propios problemas, además nada se nos dice de sí ,en su enorme séquito de féminas, las había niñas o adolescentes, situación que no nos corresponde a nosotros juzgar, recientemente, un primer ministro de una nación europea, está siendo juzgado por la justicia por su aparente voraz apetito sexual y su inclinación por las menores de edad, algunos se escandalizan, otros guardan un silencio cómplice, pero la opinión pública, aquellos anónimos testigos del día a día, los ha sabido calificar en sus dichos populares, sobre todo en aquel que dice: “Quien tiene padrino no muere infiel”.

Volvamos a nuestro tema, la sexualidad de los dioses, resulta evidente que en los estratos esotéricos de las religiones, se tiene un cabal conocimiento de esta realidad, incluso en aquellas que enarbolan el estandarte de la abstinencia sexual, guardan en los cofres del silencio la impunidad de sus desviaciones.

La estrella de David, que podemos observar en los pabellones patrios, es un símbolo de la sexualidad, los triángulos invertidos representan los componentes masculinos y femeninos de la creación, en la actualidad, delante de nuestros ojos, que miran pero “no pueden ver”,
se levantan ostensibles, los símbolos fálicos del patriarcado, en la cima de las fachadas de edificios religiosos, deberíamos saber, pero lo ignoramos, que existen personas que profesan en lo íntimo de sus convenios religiosos, el matrimonio plural, se consideran sacerdotes y sacerdotisas del más alto dios, se unen por tiempo y eternidad, porque aspiran a ser dioses.

Ellos, en su fuero íntimo, aunque no lo admitan públicamente, so pena de violar convenios juramentados, que su mayor anhelo es alcanzar “la vida eterna” poseedores de un cuerpo perfecto como los que poseen sus padres celestiales, para poder reproducirse por los siglos de los siglos.

Sin duda la sexualidad es un atributo divino, les invito, luego de esta lectura, a deleitarse con la lectura de la Biblia, que abran sus páginas inspiradas y disfruten de una pieza única en su género, fruto de la inspiración de Salomón, tan sublime como una melodía de los cielos, la poesía de los dioses, sus expresiones de amor y placer, para quién llevan dentro de su corazón.

Sí, estimado lector, es el Cantar De Los Cantares, disfrútelo sin miedo, y, al culminar, si ha sido de su agrado, manifieste: “Palabra de Dios, ¡Aleluya!

Hugo W. Arostegui

jueves, 31 de marzo de 2011

La Caverna Y Sus Mitos



Cuando hablamos de la naturaleza humana, se suelen mencionar una serie de sentencias, que han sido instaladas en nuestro subconsciente, a través de innúmeras citas cargadas de retórica advertencia, sobre los peligros que nos acechan, cuando nuestra búsqueda de respuestas aún insatisfechas, nos pone en la disyuntiva de:
Acomodar las inquietudes al “status quo” imperante y aceptar la verdad revelada tal cual nos la han transmitido.
O salir al descampado de extramuros, lejos de la ciudadela amurallada de preconceptos que intenta preservarnos de los mortales efectos del mundo “diabólico, solitario y triste”  de afuera.
Parecería ser, que de acuerdo al “autorizado” criterio de los predicadores, todo lo que había que saber, ya fue dicho, lo que nos resta, lo que es arbitrio de la voluntad humana, es el sometimiento y la obediencia irrestricta.
Esto que mencionamos no es para nada algo nuevo, consecuencia de los convulsionados tiempos modernos en los cuales nos ha tocado vivir, todo lo contrario, esta estrategia de dominación, existe desde siempre, desde que los hijos de Dios hemos sido convocados para que hagamos oír nuestra opinión, han aparecido los “pretendidos representantes de la autoridad divina” cuyo insaciable apetito de poder, y su consecuente capacidad de dominación, les impulsa a  ejercer un injusto dominio sobre sus semejantes, ya sea, mediante la persuasión engañosa, o recurriendo directamente al ejercicio totalitario de la violencia.
Para ayudarnos a entender mejor el alto precio que debe pagarse para alcanzar ciertos grados de iluminación, les sugiero incursionar en el pensamiento de los grandes filósofos, poseedores del conocimiento esotérico de los cabalistas, los que utilizando los medios disponibles de comunicación de su época, utilizaron la magia de la palabra escrita y su lenguaje exotérico, para transmitir a los entendidos su enseñanza intelectual y compartir con sus amados discípulos el mensaje esotérico de las señas y los símbolos, lo que sólo podía ser entendido por los iniciados al recibirlo “de mano en mano” .
Quien pretenda conocer el sabor de la sal, deberá, forzosamente, introducirla en su boca y degustarla por sí mismo,  de nada le valdría ningún otro medio, sólo obtendría la imagen exotérica de la sal, de ningún modo el conocimiento, lo esotérico, es decir su verdadero sabor.
Incursionaremos entonces en el pensamiento de Platón y sus enseñanzas.
Breve reseña:
 “Platón, nació en Atenas probablemente en el año 427 a.C. pertenecía a una familia noble y eran ilustres tanto los ascendientes de sus padres como los de su madre.
Recibió la educación física intelectual de los jóvenes de su época; es posible que haya seguido las lecciones del horaciano Cratilo.

En el año 407 sobrevino el acontecimiento capital de la vida de Platón: su encuentro con Sócrates.
El maestro tenía entonces 63 y el alumno 20.
Platón debió seguir las lecciones de Sócrates durante ocho años.
Poco después de la caída de los Treinta, tres delatores acusan a Sócrates de corromper a la juventud y de no creer en los dioses de la ciudad; condenado a muerte, rehúsa evadirse y bebe la cicuta en el 399.
Platón no estuvo presente en los últimos momentos de su maestro, relatados en el Fedón; pero esta escandalosa injusticia debió ser para él el prototipo del acto inicuo contra cuya repetición debía luchar todo filósofo.”
El tema que hemos escogido para ilustrar nuestro artículo es el siguiente:
El libro VII de La República comienza con la exposición del conocido mito de la caverna, que utiliza Platón como explicación alegórica de la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento.
Leemos:
“ …Y a continuación –seguí- compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia delante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
- Ya lo veo – dijo.
Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos cuya altura sobrepasa la de la, pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.
¡Qué extraña escena describes  -dijo – y qué extraños prisioneros!



Iguales que nosotros – dije- , porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?
Como –dijo- , si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?
¿Qué otra cosa van a ver?
Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar?
Forzosamente.
¿ Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?
No, ¡por Zeus! – dijo.
Entonces no hay duda –dije yo- de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.
Es enteramente forzoso –dijo.
Examina, pues –dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo  siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de los chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿Qué crees que contestaría si le dijera de alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?
Mucho más –dijo.
Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra?.
Así es –dijo.
Y si lo llevaran de allí a la fuerza – dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?
No, no sería capaz – dijo-, al menos por el momento.
Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que ver de día el sol y lo que le es propio.
¿Cómo no?
Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar.
Necesariamente –dijo.
Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.
Es evidente –dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.
¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?
Efectivamente.
Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras,  fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente “trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio” o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
Eso creo yo –dijo-: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
Ahora fíjate en esto –dije-: si, vuelto el tal allá bajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se llenarían los ojos de tinieblas, como a quién deja súbitamente la luz del sol?
Ciertamente –dijo.
Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad – y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse- ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun intentar una semejante ascensión?
Y no matarían; si encontraran manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?
Claro que sí –dijo-
Pues bien –dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas, que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
También yo estoy de acuerdo –dijo-, en el grado que puedo estarlo.”                                            
Según la versión de J.M. Pabón y M. Fernández Galiano, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1981 (3ª edición)
 
Tal el relato de Platón, no abundaremos agregando más detalles, si alguna vez te decides a romper las ligaduras que mantienen tieso tu cuello y salir de la butaca donde has estado aprisionado, es posible que lo que descubras no puedas contárselo a nadie, so pena de que te enchalequen y te encierren en un hospicio, también corres el riesgo, de que una vez aprisionado, te alcancen para beber una copa de cicuta, de ocurrir algo así, alza tu copa, bebe y responde “Por quien me venza con honor en vosotros”   .
Hugo W. Arostegui 

sábado, 19 de marzo de 2011

Respuesta a Comentarios sobre Artículos Publicados



Preguntas recogidas en estos últimos días


Respuesta I:


En el artículo: "Un Recurso Que No puedes Ignorar El Entusiasmo: al que tu haz agregado un comentario, habrás apreciado, que comenzamos el mismo con una referencia al significado de la palabra "entusiasmo" en un intento de rescatar el valor original de la palabra escrita.


Pues bien, entusiasmo significa llevar un dios adentro, de manera que visto desde esa perspectiva, coincidimos con lo expresado por Pablo en su primera epístola  a los corintios:
"¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, que tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (1 Corintios. 6:19).


Esto  quiere decir, que  aquel que pretenda ser el receptor de tal distinguido huésped, previamente  deberá haber ordenado y preparado el habitáculo de su mente, para que ésta se encuentre en condiciones de ofrecerle una cálida y confortable acogida.


Todo anfitrión, que se precie, se regocija en su hospitalidad, se deleita ante lo que vislumbra como una gracia divina, la posibilidad de un encuentro con un ser superior, con el que pueda compartir todos sus anhelos y  esperanzas.


El entusiasmo es en sí mismo, una fuente inagotable de energía, porque el ambiente en que se expresa y manifiesta, tiene la armonía del equilibrio, donde nadie es más, ni tampoco menos, donde no hay exigencias ni exigidos, el entusiasmo tiene luz en sí mismo y donde  ingresa la luz no hay espacio para las tinieblas, el entusiasmo no es un bichito esquivo, como tu mencionas, al cual hay que salir a atrapar, tampoco es una "plancha de Surf"  en la que te debates en medio de las olas, el entusiasmo ingresa como los rayos del sol, sólo necesita que abras confiado, de par en par, las ventanas de tu alma.


Respuesta II:


Sobre el comentario referido al tema "Reflexiones De Carnaval"  que tú me has formulado con mucha agudeza, me agradaría muchísimo poder mencionarte algunas observaciones a tu planteo, observaciones que humildemente pongo a tu criteriosa consideración:


Cuando tú me mencionas que según tu parecer, experimentar no es rumiar, pues consideras que el  proceso de analizar consecuencias de un acontecimiento dado, debe corresponder a otra etapa, y que la misma, forzosamente, deberá ser posterior al experimento en sí mismo,
te pregunto: cuando nos relacionamos con otras personas, ¿no necesitamos recurrir a nuestras vivencias pasadas? ¿el cúmulo de estas vivencias no son las que nos convierten en personas con experiencia de vida?


Ahora bien, veamos, un acontecimiento cualquiera se torna experiencia cuando es sometido al proceso de comparación con otros que hayamos tenido, uno puede morir de un tiro certero, pero si no vive el proceso no se puede considerar experimentado en la muerte.


Experimentar es forzosamente comparar, de manera, amigo/a , que te refugias en el anonimato, te sugiero que comiences " a rumiar" cuánto antes tus experiencias de vida, la criatura humana no debe comportarse cual si fuese una pelota de ping -pong.


En cuánto a la festividad de carnaval en sí, tienes tu mucha razón, he vivido la rica experiencia de llevar muchas veces a mis hijos, a mis sobrinos, y ahora a mis nietos, al carnaval, poseo el humor suficiente para disfrutar con ellos de esa sana alegría, también es bueno reconocer la riqueza creativa de esa expresión cultural que tanto nos gusta a los uruguayos.


Pero, sabes que, mis hijos, mis sobrinos, han crecido, mis nietos lo harán más adelante, nosotros los adultos, cumplimos con lo que se ha transformado en una tradición y revivimos en ellos los tiempos pasados, cuando la inocencia nos hacía ver hadas y magos, payasos y arlequines detrás de cada cara pintada.


Pero mi amigo/a anónimo, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que los niños se fueron a dormir y te has dejado llevar por la ronda de fantasmas, de miedos y miserias que acechan y golpean tu vida cada día?


La reflexión de carnaval publicada, se refería a los niños que ya no son, a los adultos que quizás sean sus padres o sus abuelos, una querida amiga me había contado unos días atrás, que su nieta estaba embarazada, una jovencita, sobrina mía, me comento que ella, con apenas 16 años, estaba embarazada, leo los periódicos y veo los efectos del alcohol y las drogas, he ido a bailar, a divertirme, y en esa algarabía pude apreciar la transformación en los rostros de los evadidos, jóvenes y adultos, que una vez, bajada la cuesta, cuando termina la fiesta, lloran en silencio sumidos en la depresión.


Escribir, tal como yo lo hago, créame, que cuando termino un tema, difícilmente revise y corrija errores ortográficos o de redacción, simplemente tiro mis pinceladas expresivas sobre el teclado, lo que sí puedo asegurarle es la autenticidad de mis expresiones, la sana intención de establecer un contacto, de compartir inquietudes, lejos de mi cualquier pretensión de condicionar su pensamiento.


Un abrazo
Hugo W Arostegui


Respuesta I:

En el artículo: “Un Recurso Que No puedes Ignorar El Entusiasmo: al que tu haz agregado un comentario, habrás apreciado, que comenzamos el mismo con una referencia al significado de la palabra "entusiasmo" en un intento de rescatar el valor original de la palabra escrita.

 Pues bien, entusiasmo significa llevar un dios adentro, de manera que visto desde esa perspectiva, coincidimos con lo expresado por Pablo en su primera epístola  a los corintios:

"¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, que tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (1 Corintios. 6:19).

Esto  quiere decir, que  aquel que pretenda ser el receptor de tal distinguido huésped, previamente  deberá haber ordenado y preparado el habitáculo de su mente, para que  ésta se encuentre en condiciones de ofrecerle una cálida y confortable acogida.

Todo anfitrión, que se precie, se regocija en su hospitalidad, se deleita ante lo que vislumbra como una gracia divina, la posibilidad de un encuentro con un ser superior, con el que pueda compartir todos sus anhelos y  esperanzas.

El entusiasmo es en sí mismo, una fuente inagotable de energía, porque el ambiente en que se expresa y manifiesta, tiene la armonía del equilibrio, donde nadie es más, ni tampoco menos, donde no hay exigencias ni exigidos, el entusiasmo tiene luz en sí mismo y donde  ingresa la luz no hay espacio para las tinieblas, el entusiasmo no es un bichito esquivo, como tu mencionas, al cual hay que salir a atrapar, tampoco es una “plancha de Surf”  en la que te debates en medio de las olas, el entusiasmo ingresa como los rayos del sol, sólo necesita que abras confiado, de par en par, las ventanas de tu alma.

Respuesta II:

Sobre el comentario referido al tema "Reflexiones De Carnaval"  que tú me has formulado con mucha agudeza, me agradaría muchísimo poder mencionarte algunas observaciones a tu planteo, observaciones que humildemente pongo a tu criteriosa consideración:

Cuando tú me mencionas que según tu parecer, experimentar no es rumiar, pues consideras que el  proceso de analizar consecuencias de un acontecimiento dado, debe corresponder a otra etapa, y que la misma, forzosamente, deberá ser posterior al experimento en sí mismo,
te pregunto: cuando nos relacionamos con otras personas, ¿no necesitamos recurrir a nuestras vivencias pasadas? ¿el cúmulo de estas vivencias no son las que nos convierten en personas con experiencia de vida?

Ahora bien, veamos, un acontecimiento cualquiera se torna experiencia cuando es sometido al proceso de comparación con otros que hayamos tenido, uno puede morir de un tiro certero, pero si no vive el proceso no se puede considerar experimentado en la muerte.

Experimentar es forzosamente comparar, de manera, amigo/a , que te refugias en el anonimato, te sugiero que comiences " a rumiar" cuánto antes tus experiencias de vida, la criatura humana no debe comportarse cual si fuese una pelota de ping -pong. 

En cuánto a la festividad de carnaval en sí, tienes tu mucha razón, he vivido la rica experiencia de llevar muchas veces a mis hijos, a mis sobrinos, y ahora a mis nietos, al carnaval, poseo el humor suficiente para disfrutar con ellos de esa sana alegría, también es bueno reconocer la riqueza creativa de esa expresión cultural que tanto nos gusta a los uruguayos.

Pero, sabes que, mis hijos, mis sobrinos, han crecido, mis nietos lo harán más adelante, nosotros los adultos, cumplimos con lo que se ha transformado en una tradición y revivimos en ellos los tiempos pasados, cuando la inocencia nos hacía ver hadas y magos, payasos y arlequines detrás de cada cara pintada.

Pero mi amigo/a anónimo, ¿cuánto tiempo ha pasado desde que los niños se fueron a dormir y te has dejado llevar por la ronda de fantasmas, de miedos y miserias que acechan y golpean tu vida cada día?

La reflexión de carnaval publicada, se refería a los niños que ya no son, a los adultos que quizás sean sus padres o sus abuelos, una querida amiga me había contado unos días atrás, que su nieta estaba embarazada, una jovencita, sobrina mía, me comento que ella, con apenas 16 años, estaba embarazada, leo los periódicos y veo los efectos del alcohol y las drogas, he ido a bailar, a divertirme, y en esa algarabía pude apreciar la transformación en los rostros de los evadidos, jóvenes y adultos, que una vez, bajada la cuesta, cuando termina la fiesta, lloran en silencio sumidos en la depresión.

Escribir, tal como yo lo hago, créame, que cuando termino un tema, difícilmente revise y corrija errores ortográficos o de redacción, simplemente tiro mis pinceladas expresivas sobre el teclado, lo que sí puedo asegurarle es la autenticidad de mis expresiones, la sana intención de establecer un contacto, de compartir inquietudes, lejos de mi cualquier pretensión de condicionar su pensamiento.

Un abrazo

Hugo W Arostegui

domingo, 13 de marzo de 2011

Reflexiones de Carnaval



Estamos en carnaval, una festividad que perdura como las flores silvestres, sin importarle en absoluto el clima adverso que desde los tiempos del paganismo ha debido soportar, pase lo que pase, cualesquiera sean los pronósticos, “los diablos se sueltan en carnaval” y la alegría y el desenfreno toman cuenta de nuestras almas en pugna, que se debaten entre lo “diabólico y carnal”  y  lo “sensual y sublime”

Carnaval, para nosotros suena como: primavera, verano, otoño, invierno, navidad, año nuevo, etc. hitos que marcan nuestro pasaje por la vida, como tantos otros que nuestra mente registra y acondiciona en el recuerdo según la profundidad de su huella emotiva.

La sucesión de experiencias de vida van dando forma a nuestro “yo” y su hilo conductor nos lleva a ser lo que “sentimos que somos” en nuestro fuero íntimo, en lo más recóndito de nuestro ser, allí, donde el “yo” y el “ser” se interrelacionan para darnos una expresión exterior, la que se suele identificar como: carácter o personalidad.

El conflicto a superar, es aquél que surge cuando el “yo” que percibimos, no concuerda con lo que pensamos que “deberíamos ser” ya sea esta sensación, el fruto de una severa autocrítica,  o lo que captamos desde el exterior, las señales enviadas por aquellos que conforman el entramado social en el cual transcurre nuestra existencia.

Es allí, en el fuero íntimo de cada uno, donde se realiza el “proceso digestivo”  de nuestras experiencias de vida, veamos:

Cuando yo era un niño escolar, participé, a la par de mis demás colegas de clase, de una exposición cuyo tema versaba en “el proceso digestivo de los rumiantes” y como vivíamos en el campo y nuestras familias tenían vacas lecheras, la disertación derivó forzosamente, a nuestras vacas y su condición de rumiantes, confieso que tal situación, la para mi nueva faceta de nuestras vacas, me resultó, en principio un tanto cómica y comencé a reírme y hacer algunas bromas con los demás niños de la clase.

Cuando la docente dio por finalizada la clase, todos los niños se apresuraron a salir a jugar al patio de la escuela, es decir, todos menos el suscrito, la maestra me detuvo en seco, los métodos pedagógicos de la época lo permitían, me tomo de una oreja, me sentó en la mesa de estudio y me dijo que debía escribir “quinientas veces” la frase: “la vaca es un animal rumiante”.

De manera que me considero con la suficiente autoridad como para referirme a este tema, máxime, cuando aquella lección me ha dejado una profunda enseñanza.

Mientras me dolían y acalambraban los dedos de mi mano derecha, de tanto repetir la misma frase, en realidad no tengo la menor idea de cuántas veces lo hice, pues la maestra consideró suficiente castigo las cinco o seis hojas escritas, ella, mi maestra, me explicó en forma clara y sencilla, el proceso del rumiado y sus resultados, en la nutrición de este noble animal.

La vaca se alimenta, es decir, come pasto, alfalfa, ración, bebe agua, etc. y luego busca un lugar, se echa y comienza  el proceso de rumiado, rumiar implica volver a masticar, una y otra vez, el alimento ingerido, esto le permite extraer todas las propiedades nutrientes del alimento.

Este proceso, una vez aprendido, en aquella inolvidable lección escolar, es el que aconsejo aplicar en nuestras vidas, no tengo ninguna duda, que la criatura humana, debería rumiar, una y otra vez, sus experiencias de vida, volver a evaluar los acontecimientos, tantas veces como fuese necesario, para extraer de los mismos, la mejor de las conclusiones posibles.

Cuando hablamos de experiencias de vida, la propia palabra nos lleva etimológicamente al concepto de experimento y me pregunto: acaso experimentar no es rumiar? No es pasar por distintas etapas un proceso hasta alcanzar un resultado? La experiencia adquirida es aquella que nos permite conducirnos con seguridad por la autopista de la vida, algunos la adquieren y la utilizan, otros, quizás la gran mayoría de los mortales, se comportan como si estuviesen en un parque de diversiones y suben al volante de los “autitos chocadores” hasta que se les termina el boleto,  entonces descienden de sus vehículos y manifiestan doloridos, que dura que es la vida.

En fin, así las cosas, pero como dije al comienzo, estamos en carnaval, y en esta fecha se suelta todo, la mente, el cuerpo, la alegría autentica de quién la disfruta, y la fingida, aquella que se busca encontrar en la falsa sonrisa y que aflora descontrolada luego de algunas ingestas de alcohol, para algunos es simplemente beber hasta obnubilar los sentidos, para otros, es beber y consumir algo más, es intentar alcanzar una quimera, acallar frustraciones que lastiman, esas que en lugar de esfumarse, se aferran con sus garras en lo profundo del alma, bien adentro, donde intenta esconderse ese “yo” interior, que por momentos confunde la conciencia y se parece más a “un me parece que yo soy” les invade la fantasía por algunos instantes de anhelada evasión, hasta que la incertidumbre vuelve, y les deja solos nuevamente, indefensos , frente a sus miserias de siempre.

Otros que se suelen soltar, son los fantasmas, los que no vemos pero sí nos hacen sentir su presencia, ellos juegan a la ronda, tomados de la mano, con “con nuestros miedos, nuestras aprensiones, con nuestros “que dirán” con los “pecados” que hemos ocultado presurosos “debajo de la alfombra” sus ruidos y desenfado sacuden de tal forma nuestra mente cual si fuese un terremoto, y todo, absolutamente todo, se entrevera cual mazo de barajas en manos del destino, y se suman a la ronda todos los episodios de vida que nos han dejado su huella indeleble desde la lejana niñez hasta nuestros días actuales.

Entonces, no les queda otra, que la de reír, reír, cantar y saltar, sacar a pastar “nuestras burradas”  en el prado del desenfreno, y en plena algarabía, les llegan, como de muy lejos, las estrofas de alguna vieja canción:  “ Ay que beber, bebiendo se es feliz, ésta va por mí, la otra por usted, ¡viva la alegría y el amor!”.

Hugo W.Arostegui

martes, 1 de marzo de 2011

Un Recurso Que No Puedes Ignorar: El Entusiasmo



“La palabra entusiasmo proviene del griego y significa tener un Dios dentro de sí.

La persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podría transformar la naturaleza que lo rodea y hacer que ocurrieran cosas.

Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano.  Era necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva y mejor situación.

El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. 

Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.”       MetododeEstudio.com

Nos hemos referido en entregas anteriores, a las dificultades de entendimiento, que suelen tener las nuevas generaciones, en todo lo relacionado con las afirmaciones literales, que las distintas religiones que las sostienen, le han dado, a ciertos pasajes de la Biblia.

Pensamos, que el mayor obstáculo a superar, se debe a que el lector percibe, que antes de siquiera intentar abordar el contenido de este libro, se le conmina a no incursionar sólo en el análisis, que si no cuenta con el asesoramiento adecuado de instructores autorizados, la lectura le resultará no solamente de difícil incursión, sino, que además, podrá quedar expuesto a que las “sutilezas del maligno” le confundan a tal punto de que pueda quedar “sumido en las tinieblas”

Si a esta sensación que le invade, se le agrega la infaltable recomendación, de que debe consultar con “ellos” nos referimos a los asesores de turno, porque “ellos”  y  “sólo ellos” son los “únicos poseedores de la verdad absoluta”, de que las demás religiones, sectas, o grupos, a los que haya recurrido anteriormente, o pretenda recurrir en lo futuro, podrán tener las mejores intenciones pero que por tal o cual razón, están en el error, la verdad es una sola y les pertenece a “ellos”  el argumento esgrimido es irrefutable: “ellos” son los poseedores en exclusividad de “La Revelación Divina.”

Ante esta situación, uno se pregunta, ¿Qué es lo que pasa conmigo? ¿Por qué debo recurrir a intermediarios?  ¿Es posible, que yo haya nacido con alguna anomalía heredada de mis antepasados? Existe alguna deuda que deba pagar? ¿Los poseedores de la verdad, pueden cobrarme su intermediación? ¿Por qué me citan ejemplos de que cuánto mayor sea mi aporte,  mayor será la recompensa que reciba, ¿Existe una cuenta corriente en los cielos, cuyo saldo en rojo me es requerido saldar? Etc etc.

Lo que ha pasado con las revelaciones recibidas desde los cielos, es que los receptores de esas revelaciones, los profetas y videntes, lamentablemente no se encuentran entre nosotros, y si por alguna razón, nos visitaran, seguramente tendrían que hacerlo de incognito, pues en el momento que fuesen identificados, toda la infraestructura montada por las iglesias, muchas de ellas, convertidas en gigantescas corporaciones, se estremecería de tal forma, que caería por tierra todo su andamiaje teológico.




Lo más probable, es que tal  inoportuna  presencia sería seriamente reprimida, apresados, juzgados como usurpadores, o, en el mejor de los casos, denunciados como dementes peligrosos de doble personalidad y les internarían para siempre en un hospital psiquiátrico.

¿Y sus apresores? Seguramente estos tendrían la honra de ser considerados como “guardianes de la fe”  salvadores de la doctrina, la verdadera, la construida y sostenida por la corporación.

Es la Corporación , la organización constituida, la que mueve las cuentas bancarias de un imperio basado en la vida y acciones de sus venerados santos y  profetas, pero interpretada  y escrita por manos anónimas, contratadas para tal fin,  siguiendo un libreto considerado, en lenguaje actual: “política y socialmente correcto” como alimento espiritual liviano y fácilmente digerible por los millares de “pecadores” quienes sólo pueden purgar sus culpas a través de las donaciones “voluntarias” a  los representantes de la única fuente de salvación posible, La corporación de las iglesias.

 los tesoros blanqueados en los bancos, en los bienes nobiliarios, en las acciones de grandes compañías, “ son tesoros que ni el moho ni el orín corrompe” con su producido, con el poder de compra acumulado, evangelizamos el mundo, “ les compramos terrenos en los cielos” y todavía nos sobran bienes para que, de vez en cuando, hagamos generosas donaciones a los pobres acosados por la miseria y las hambrunas en el mundo.

Lo sorprendente es que no obstante ser la Biblia, un libro como ya hemos expresado, traducido infinidad de veces a través de los siglos, todavía podemos extraer de sus escritos, si prestamos atención al espíritu de la letra y le agregamos “entusiasmo” al contenido visual de la escritura, señales muy claras para orientarnos en su contenido.

Un claro ejemplo de estas afirmaciones, podemos encontrarlo en los escritos atribuidos al Apóstol Santiago, hermano de Jesús e hijo de José y de María, figura prominente entre los primeros judeo cristianos que vivían en Jerusalén , la simple mención del parentesco con Jesús, despierta controversias entre los propios cristianos, mientras unos lo admiten y lo toman con naturalidad, corroborando las distintas aseveraciones de que Jesús tuvo hermanas y hermanos, otros, como los católicos romanos, que defienden la tesis de que Jesús fue hijo único de una siempre inmaculada virgen María, a quienes admiten cierto parentesco aduciendo que serían medio hermanos, hijos de un matrimonio anterior de José o hijos de una hermana de María, por lo que estos supuestos hermanos serían en realidad, primos.


Como puede apreciarse, la verdad revelada, es una fuente de inspiración, que puede observarse como a través de un caleidoscopio, el cual modifica las imágenes de acuerdo al buen entender de quién ponga su ojo en la mira, no obstante y pese a quién pese, la verdad puede resplandecer ante los ojos de los considerados puros de corazón.

Volviendo al Apóstol Santiago, en el capítulo uno de su epístola nos dice:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”     Santiago 1: 5

En otras palabras, la comunicación es algo entre Tú y tu Hacedor, y como bien me recordaba mi querida amiga Lucía: En el año 1950, en el atiborrado estadio de Maracaná, nada menos que en la final de un Mundial de Futbol , once bravos orientales, ante el clamor de la hinchada brasileña, que llenaban el estadio y aturdían con sus vítores, su capitán, El Negro Jefe, les dice la hoy célebre frase: “ Los de Afuera son de Palo”

 Hugo W. Arostegui