sábado, 9 de julio de 2016

Nuestra Identidad


Ser o no ser, he aquí la cuestión,  ¿cuál es el ser o el no ser del hombre? ,recuerdo una experiencia vivida con mi hija mayor en su época de estudiante universitaria, estábamos observando el comportamiento de nuestro perro y evaluando sus múltiples habilidades y en un momento dado le expresé a mi hija con admiración, cómo era posible que el animal supiese hacer tantas cosas y ella con naturalidad me contestó: Papá el sabe, pero no sabe que sabe.

Esa era la cuestión el noble animal podía realizar muchas cosas pero no sabía que sabía, él era un perro, se comportaba como un perro pero no sabía que era un perro.

Esa conciencia de ser, es condición exclusiva de los seres humanos, el hombre tiene conciencia de ser, lo que no quiere decir que todos los humanos coincidamos en una misma definición de lo que realmente sentimos que somos, digamos que el gran drama de nuestra condición humana es la búsqueda constante de una respuesta que satisfaga los interrogantes que nos acicatean como dardos punzantes, al sentir, pensar, razonar y actuar.

Aún no hemos podido respondernos preguntas tales como: ¿de dónde vengo?, ¿quién soy?, ¿a dónde voy? preguntas relativas al ser, somos solamente carne y huesos que indefectiblemente se ha de consumir y desaparecer, y que del espíritu, el alma, los valores, los sentimientos, como dice el poeta:

“El eterno ensueño nació sobre las alas de la luz sempiterna que rasga el velo de lo informe y atraviesa el tiempo urdiendo incesantes modelos de Ser”.

Mudo permanece el misterio, el sentido de éste peregrinar, infinita aventura de la existencia, cuyo correr a lo largo del cielo enciende innumerables círculos de senderos, hasta que al fin de la tiniebla brota el conocimiento en lo infinito del humano espíritu; y en ese alborear indeciso, sin romper su mudez, por entre el claro de la bruma contempla la visión de la Vida y el Amor, surgiendo del tumulto de penas y alegrías profundas. ”  Rabindranath Tagore

En la actualidad tenemos innumerables definiciones de “ser”  el ser biológico, el ser social, el consumidor, el agente económico, etc. etc. hemos montado toda una industria de lo humano, hemos incursionado hasta lo más recóndito de la conciencia individual y colectiva a fin de descubrir o crear necesidades insatisfechas que abran nuevos nichos en el mercado del consumo, motive la competencia y mantenga la inversión y la rentabilidad del capital.

La economía es una creación del hombre y por más que la consideremos “la reina de las ciencias sociales” no permitamos que el invento someta y esclavice al inventor”

Hugo W Arostegui



Hablemos De Cultura


El conocimiento que adquirimos nos va enriqueciendo en lo referente a la percepción que tengamos de nuestra propia herencia cultural y al grado de gratitud que debemos a todos aquellos que nos han precedido en la transmisión de todo aquello que hoy conocemos.
Lo que hoy constituye nuestro saber es el fruto de cultivadores que han sembrado la semilla en lo que nada había, posiblemente hablemos de una tierra rústica e inculta (por ausencia de cultivo) pero con la cualidad de ser sumamente apta y fértil como para multiplicar por cientos el valor de todo lo sembrado.
Culturalmente hablando esa es la gran deuda que hemos contraído y la necesidad imperiosa de retribuir por todo lo que ha germinado en nuestras entrañas, a las nuevas generaciones que vienen por delante de nosotros.
“Las representaciones culturales como el arte, la literatura, el lenguaje y la religión, junto con los valores y creencias de una comunidad, forman su esencia y se manifiestan a través del estilo de vida de quienes pertenecen a ella. Cada cultura es especial, distinta y es esa diversidad lo que más nos enriquece.

La cultura se relaciona con el desarrollo de nuestra actitud pues nuestros valores influyen en la forma en que vivimos. De acuerdo con la definición conductista, ésta es el último sistema de control social donde la gente tiene el dominio de sus propias normas y conductas. Los valores son nuestros principios fundamentales, dan forma a lo que pensamos, a cómo procedemos y a nuestra manera de ser.”


Hugo W  Arostegui

Entusiasmo Por La Vida



Sin embargo, Jesús le responde: "Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ven y sígueme.” (Mt 8:21,22; Lc 9:59,60).


“La palabra entusiasmo proviene del griego y significa tener un Dios dentro de sí.

La persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podría transformar la naturaleza que lo rodea y hacer que ocurrieran cosas.

Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano.  Era necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva y mejor situación.

El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla. Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.”      

Hugo W Arostegui

“En el arduo aprendizaje del vivir aprendemos a manifestar la esencia, a través de las diferentes expresiones de nuestro accionar, de nuestros pensamientos, sentimientos, y de los hechos en que tomamos parte.

Nos movemos entre el odio y el amor, entre el bien y el mal.

Las circunstancias adversas siempre nos enseñan algo. Y debemos preguntarnos:
¿Qué debo aprender de esto que me pasa? para no repetir otra vez la misma historia.

Pero siempre cambiamos después de atravesar una crisis.

Nunca somos los mismos luego de una situación límite y a veces esa situación nos hace tocar fondo.

Está en nosotros el saber levantarnos, en la adversidad para ser mejores y más fuertes o caernos sin saber levantarnos del abismo de la desesperación y la angustia.

Hay un dicho: Santos no son los que nunca cayeron, sino los que siempre se levantaron.

Y a veces ¡qué largos, estrechos y difíciles caminos tenemos que recorrer para llegar a la paz y la felicidad dentro de nosotros!”

               Elsa Bianco – Aprendiendo a Vivir,  páginas 38 – 40


Hugo W Arostegui

viernes, 8 de julio de 2016

Nuestro Intelecto



“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.”
Gabriel  García Márquez (1927-2014) Escritor colombiano.

Estas palabras de Gabriel García Márquez nos resultan muy explícitas al describirnos el camino a recorrer del hombre una vez que adquiere la noción de que el simple hecho de haber nacido de la madre que nos trajo al mundo no es suficiente para que podamos  alcanzar la verdadera dimensión potencial de nuestra especie.
Los desafíos que vamos encontrando en el camino de la vida nos obligan a ser paridos por nosotros mismos, esta vez intelectualmente hablando, tantas veces como sintamos la necesidad de abrir la matriz que sirve de guarida a la comodidad de la ignorancia.
Vale decir que cuando percibimos las limitaciones que mantienen a oscuras la claridad mental que necesitamos, la razón y la fuerza de nuestro raciocinio nos obliga, una y otra vez, a parir, seguramente con mucho dolor, a la persona humana y creativa que llevamos dentro.
“Nos encontramos en una sociedad donde existe la competitividad, el factor que determina al individuo para sobresalir ante los demás, mostrando así sus capacidades.
Esta competitividad obliga día a día a la población a exigirse y a rendir cada vez más, para obtener lo que necesita evitando de igual manera el fracaso en cualquier ámbito.
Sin embargo, existen hombres que presentan mayor facilidad en el desarrollo de actividades determinadas y en la asimilación de conceptos específicos del conocimiento; mientras que otros tienen grandes vacíos conceptuales y profundas dificultades en el desarrollo normal de sus capacidades a pesar de desenvolverse en el mismo contexto.
El problema surgió a partir del interés en los diversos factores que intervienen en el desarrollo continuo del individuo (fundamentalmente el desarrollo cognoscitivo) que de una u otra forma determinan las diferencias intelectuales.
Esto permitirá establecer la influencia del contexto, la herencia, educación, y múltiples factores que intervendrán directamente en el proceso de formación y desarrollo de la persona como tal. De igual manera se tendrá presente el importante papel de la familia como principal educador y formador puesto que esta influye de forma determinante en los diversos comportamientos de la persona.
Así mismo se dará gran atención al desarrollo emocional del hombre, ya que este es un armonioso conjunto entre la razón y el sentimiento los cuales se encuentran estrechamente ligados, y por lo tanto, cualquier desequilibrio emocional o tendencia especifica repercutirá directamente en el proceso racional; esto será relacionado directamente con el ambiente afectivo en el que se desenvuelva el individuo, ya que este afecta continua y permanentemente el desarrollo intelectual normal.
Por tales razones es posible afirmar que: “El hombre es un ser racional y afectivo, y en consecuencia posee una inteligencia racional y emocional estrechamente ligadas”.
“He pasado la mayor parte de mi vida en el campo de la educación. Cuando era joven, pensaba que el adquirir una educación significaba ir a la escuela, hacer exámenes y sacar buenas notas, pero al ir madurando, empecé a darme cuenta de la diferencia que existía entre sacar buenas notas en la escuela y adquirir una educación. Una persona puede salir bien en los exámenes escolares y aun así no tener una educación. La verdadera educación significa saber cómo aprender”

Hugo W Arostegui

Falsas Expectativas: Pedir Peras Al Olmo


Todavía quedan muchas personas que parecen albergar en sus corazones la esperanza de que algunos de sus conocidos puedan, algún día, cambiar de aptitud y revertir los conceptos negativos, que aunque nos resistamos a admitirlo, parecen “adornar” sus perfiles individuales con una demostración que en nada les favorece.
Cuando esto ocurre, y según parece, es mucho más frecuente de lo que desearíamos, parecería ser que les embarga cierta desazón, mezcla de desánimo y frustración y por más que estos incidentes de la vida sean tan reiterativos como francamente previsibles, tales reacciones parecen demostrar que todavía continuamos pidiéndole “peras a los olmos”
Buscando otras opiniones al respecto, encontré un artículo que versa sobre este tema que nos dice lo siguiente:
“En estos tiempos, más que nunca, estamos depositando el cambio en grandes hechos externos. Sean días comunes o días excepcionales, sea que no pase nada más que lo que ya está pasando o que suceda algo extraordinario, la verdad es que siempre la renovación está en las cosas cotidianas, en los pequeños pasos que hacemos para continuar aprendiendo y evolucionando. Sin embargo, nos mudamos de casa y de país; pasamos de un trabajo a otro; de una pareja a otra; tenemos hijos; hacemos cursos; nos movemos afuera frenéticamente…
Esperamos el gran acontecimiento que dará vuelta nuestro mundo sin darnos cuenta de que está siendo movido constantemente por los diminutos eventos que damos por sentado. Es habitual que, cuando nos quejamos de algo, digamos “es una tontería, pero me molesta que…”. Sumemos muchas de esas tonterías, día tras día, y tendremos el cataclismo que estábamos aguardando. 
Por otro lado, esas cosas menudas son indicios de actitudes más grandes y arraigadas, a las que no deseamos ver ni enfrentar. Las evadimos como factores usuales de la existencia, sin querer admitir que son metáforas de aprendizajes esenciales. Por ejemplo, los celos, la envidia, la frustración, la soberbia o el autoritarismo no son “normales”. Son síntomas de nuestra inseguridad, falta de confianza o insatisfacción y deberíamos realizar una labor interna para aceptarlo y transformarlo. No obstante, continuamos exigiendo que el otro haga las reformas pertinentes para que nosotros seamos felices.
Me asombra la ceguera con que muchas personas siguen pidiendo “peras al olmo” a sus vínculos o a sus actividades durante años y años, aferrados a la fantasía de que algún día cambiarán y serán lo que tanto desean. Charlando con una paciente, me dice lo que le cuesta sobreponerse al rompimiento con una pareja. Le pregunto qué es lo que más le provoca pesar y me contesta algunas cosas obvias hasta que finalmente admite que son las ilusiones que se había hecho con él lo que más le duele soltar. 
Este es el meollo. Invariablemente, atraemos individuos y situaciones que provocarán el aprendizaje que nos hemos propuesto. ¿Cómo funciona? Al principio, parece que hemos encontrado a “la” persona que tiene todo lo que precisamos, que compensará el sufrimiento acumulado. Estamos en el paraíso. Poco a poco, la ilusión comienza a resquebrajarse y notamos que no es tan maravillosa, que tiene fallas, que justamente las fallas están en esos lugares que creíamos que encajaban perfectos para cubrir nuestra necesidad. Sin embargo, no queremos rendirnos a la evidencia y comenzamos el lento y doloroso desgaste de demandarle al otro lo que nos había “prometido”. Está demás decir que jamás lo cumplirá… no puede hacerlo, en realidad.
Nosotros “contratamos” a esas personas para que funcionen de co-protagonistas de nuestra novela, para que hagan de espejos en donde mirarnos. Necesidad es la clave. Nadie nos dará lo que necesitamos porque tramamos el argumento para que NOSOTROS nos proporcionemos lo que pedimos afuera. En el momento en que comprendemos esto y nos dedicamos a dárnoslo, el conflicto termina. Fin de la novela. Ahora, somos libres. Hemos resuelto el aprendizaje del alma.
¿Cómo comenzó? Tus padres plantaron la semilla de esta creación en tu infancia. Por eso, te resulta tan difícil soltar la ilusión. Es tu Niño Interno el que sigue pidiendo lo que necesita. Y no se calmará hasta que lo obtenga. Está en tus manos el hacerlo. ¿Quieres evitarlo? ¿Sigues esperando “la” persona, “el” trabajo, “la” decisión, “la” luz directamente venida del Cielo? Pierdes el tiempo y acumulas sufrimiento. 
Puedes verlo en acción en cada día de tu vida, en cada encuentro. Despierta. Cámbialo en el mismo momento en que te das cuenta. No preguntes cómo ni te atormentes inútilmente con que es difícil. Simplemente, respira, acepta que es tuyo, libéralo, date amor y comprensión. Sí, es un tiempo excepcional. El tiempo de despejar la oscuridad para encontrarte con el poder que tienes, con la luz que ya eres.
Autora: Laura Foletto
Espero que esta opinión sobre el tema pueda sernos de gran utilidad

Hugo W Arostegui

jueves, 7 de julio de 2016

Comenzar, Continuar, Terminar


Mantengo correspondencia con muchas personas que diariamente se enfrentan a una enormidad de dificultades, para poder, de esta manera, dar cumplimiento con sus compromisos asumidos y de esta manera avanzar hacia la alta cima donde han puesto con gran decisión sus horizontes.
Lograr nuestros objetivos requiere de una gran dedicación y persistencia en el esfuerzo continuado sin claudicaciones.
La persistencia en el rumbo trazado no se distrae en tentaciones superfluas y deja de lado las distracciones momentáneas, considera que no hay tiempo para perder, todo puede esperar para más adelante cuando tenemos bien claras nuestras prioridades.
El presente es hoy engarzado con un diamante de muy alto costo que se podrá exhibir con orgullo y autoestima cuando se crucen los umbrales del futuro cuando el horizonte se conjugue con las metas que trazamos en este hoy que nos pertenece en pleno.
Ejemplos De Perseverancia
“La perseverancia es la capacidad para seguir adelante a pesar de los obstáculos, dificultades, desánimo, aburrimiento, frustración, o los propios deseos de rendirse. La persona perseverante termina lo que ha empezado, vuelve a intentarlo tras un fracaso inicial, persigue sus objetivos y se mantiene concentrada y trabajando en su tarea.
Por el contrario, si nos vamos al extremo opuesto de la perseverancia, nos encontramos con personas perezosas y vagas, que se rinden demasiado pronto o que ni siquiera lo intentan, que buscan lo fácil y toman atajos siempre que pueden, pierden el interés con facilidad y abandonan ante la más mínima dificultad.”

Hugo W Arostegui

Lo Que La Ley Gobierna También Preserva


Hay quienes piensa  que la libertad significa no estar sujeto a ninguna restricción incluyendo a la propia ley que regula el desarrollo de sus actividades, es muy común, y también muy vulgar, la expresión “ Yo soy libre, mayor de edad, y por lo tanto puedo hacer lo que se me da la gana”

En tales expresiones se demuestra que el sujeto a quién se le adjudica la opinión no tiene conciencia de lo desacertada de su postura pues no existe ningún lugar en el universo conocido donde no existan normas que regulen nuestro comportamiento y leyes muy estrictas en su cumplimiento.

Quizás se pueda pensar que la persona de referencia persista en su decisión de no someterse a ninguna ley y decida irse a vivir a la jungla, pues bien, aún en plena selva se encontraría con “la ley de la jungla” que quizás no se encuentre escrita en ningún tomo legal, pero de hecho si rige para todos los que habiten la jungla y su propia integridad física dependerá de que se abstenga de no desobedecerlas.

“Las normas legales rigen la convivencia entre agentes en las sociedades modernas. En general, establecen las restricciones a aquello que los ciudadanos pueden hacer libremente con el objetivo de facilitar la cooperación. Las normas legales las establecen los Estados que son las instituciones que tienen el derecho para dictarlas. Comenzando por la Constitución, las leyes, etc. existe un conjunto de reglamentaciones formales que sirve de marco de interacción entre los agentes. 


Tal lo que expresa este tramo del código que nos regula, cuya finalidad tiene como un claro objetivo la preservación de nuestros derechos y obligaciones en el marco de la ley.


Hugo W Arostegui