martes, 4 de abril de 2017

La Felicidad


Tú puedes aprender a ser feliz, cambiando tus pensamientos y tu actitud ante la vida.

Habemos muchos de nosotros que no podemos soportar la idea de estar equivocado
.
Al querer tener siempre la razón, tomamos el riesgo de acabar con grandes relaciones o causar una gran cantidad de estrés y dolor, para nosotros y para los demás. Simplemente no vale la pena.

Cada vez que sientas la necesidad “urgente” de tener una pelea sobre quién tiene razón y quién está equivocado, hazte esta pregunta: “¿Prefiero tener razón, o prefiero ser amable?” ¿Qué diferencia va a haber? ¿Es tu ego realmente tan grande como para no poder evitarlo?

La felicidad es algo que nos esmeramos por encontrar y mantener, incluso cuando es demasiado esquiva. Por lo general, ser feliz significa sentirse satisfecho, alegre y tener la sensación de que la vida es significativa.

 Nadie está alegre y eufórico todo el tiempo, pero algunas personas definitivamente se sienten más satisfechas que otras.

Los valores fundamentales determinan la manera en la que uno piensa de sí mismo, de la vida y del mundo alrededor.

Estas creencias guían la toma de decisiones y bien pueden ser espirituales o no, pero son cosas fundamentales para la manera en la que uno ve la vida.

Por ejemplo, "el compromiso con la excelencia" puede ser un valor, una "dedicación a la familia" o una "creencia en un poder superior". Sean cual sean tus valores, los estudios sugieren que cuando uno no vive su vida ni toma decisiones "congruentes con sus valores" (es decir, que vayan acorde con ellos), es muy probable que esa persona se sienta infeliz e insatisfecho.

¿Por qué algunas personas son felices con cualquier cosa y otras no pueden serlo, a pesar de tenerlo todo?

Es cierto, que existen personas que nacen con una predisposición a la felicidad.
Sin embargo, durante la vida aprendemos a ser felices o a ser infelices.

Cuando somos pequeños, no nos damos cuenta de ese aprendizaje.
Aprendemos a ser felices o infelices, no sólo a partir de las experiencias que vivimos, sino de la forma en que los adultos nos enseñan a vivirlas y a vivir cualquier tipo de problemas.

Si nuestros padres o uno de ellos, viven quejándose, fijándose sólo en el aspecto negativo de las cosas, sintiéndose derrotados o agobiados ante los problemas y dificultades, etc., probablemente nosotros actuemos de la misma manera.

Si por el contrario, ellos son personas positivas que siempre ven el lado "bueno" de todo lo que les sucede, resuelven los problemas con entusiasmo, confiando en obtener éxito, disfrutan de la vida, ríen con frecuencia, son personas activas, etc., si aprendimos de ellos, seremos felices.
No podemos evitar el sufrimiento, que es parte de la vida.

Pero podemos enfrentarlo con una actitud adecuada y superarlo o podemos vivirlo con una actitud inadecuada y aumentarlo.


Historia Universal: La Ilustración


Se denomina Ilustración, al movimiento de renovación intelectual, cultural, ideológica y política que surgió en Europa, como resultado  del progreso y difusión de las Nuevas Ideas y de los nuevos conocimientos científicos; los mismos que iluminaron la mente de los hombres, a la vez que contribuyeron a modificar su espíritu. 

La ilustración alcanzó su mayor desarrollo en el siglo XVIII, llamado, por ello “Siglo de las Luces”.
En toda Europa se hablaba de que se estaba viviendo en la “Época de las Luces”, en que los hombres iluminados por la luz de la razón debían establecer una nueva organización que habría de reemplazar al caduco Antiguo Régimen.

Bajo el dominio de la razón el hombre se plantea nuevas interrogaciones: desprecia el pasado, reniega de las viejas creencias, enfrenta las doctrinas inamovibles de la iglesia y se vuelve hacia nuevas formas de pensamiento con la intención de iluminar sus conocimientos. Por ello el siglo XVIII se conoce como “Siglo de las Luces”.

Las Nuevas ideas, imbuidas de un espíritu eminentemente liberal, nacieron por obra de aquellos famosos pensadores llamados también “filósofos”, quienes difundieron sus nuevas concepciones, políticas, sociales, económicas, etc., que orientaron el pensamiento europeo de aquella época, contra el injusto sistema de gobierno imperante. Es decir, que tales teorías, que tales ideas, se erigieron en una vigorosa corriente de opinión pública totalmente contraria al Régimen absolutista de Francia, así como de otras naciones de Europa y del Mundo.

Este caudal maravilloso de opiniones y pensamientos se vio grandemente enriquecido gracias, precisamente, a la magnífica contribución de aquellos eminentes innovadores de la ciencia económica, denominados “Economistas”, quienes pertenecen igualmente a esta luminosa corriente intelectual de la Nuevas Ideas.

Las Nuevas ideas, nacidas mayormente en el seno de las Burguesía, bien pronto se divulgaron por casi todas las clases cultas de las sociedad, como, asimismo, en el pueblo y en ciertos sectores del Clero. 

Igualmente lo hicieron en algunas monarquías, en las que, soberanos liberales, dieron origen al Despotismo Ilustrado. El medio más eficaz de difusión de las Nuevas Ideas, es decir, del pensamiento Ilustrado, fue la Enciclopedia, monumental diccionario de los conocimientos humanos hasta entonces logrados.

Hugo W Arostegui


La Razón Y Sus Límites


“Tanto Wittgenstein como Patanjali desvelan la capacidad de la conciencia para descubrir su funcionamiento y también sus limitaciones

No hemos pensado alguna vez que estamos siendo presa de nuestras palabras, que la realidad es más amplia que el mundo que hemos creado con ellas y que, como en Dark City, el paraíso que anhelamos no es finalmente más que un cartel de propaganda pegado al muro que nos separa del vacío estelar?

Entre las frases que me acompañaron desde muy joven, hay una de Wittgenstein que dice lo siguiente (cito de memoria): creemos ver el mundo, pero lo que vemos no es sino el marco de la ventana por la que lo miramos.

La gran cuestión de la filosofía occidental, la que ha dividido a unos y otros, está resumida en aquella frase. Empirismo versus idealismo; o las cosas existen y la mente es apta para conocerlas tal cual son, o lo que existe es la conciencia (sus ideas: sus "visiones") y el mundo es su representación.

Entre ambos extremos, todas las variantes posibles. Pero hasta el positivismo lógico no se centraron los filósofos en la estructura del lenguaje. A Wittgenstein, próximo en su juventud al Círculo de Viena, no le bastó analizar su estructura lógica; fue un poco más lejos: "Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo", escribía en su Tractatus , y "yo soy mi mundo" (5.63), por lo que "yo" no es otra cosa que mi lenguaje.

El error fundamental del ser humano, para la gran mayoría de los sistemas indios, es su identificación con los procesos mentales. Así es también para Wittgenstein, y es por lo que me gusta aventurar este intempestivo paralelismo. Entre los respectivos sistemas de proposiciones que conforman las Investigaciones filosóficas de Wittgenstein y los Yogasutras de Patanjali media una distancia cultural y geográfica que los convierte en universos aparentemente inconmensurables; no obstante, son dos métodos de aproximación al conocimiento de la mente que desvelan tanto la capacidad de la conciencia para descubrir su funcionamiento como sus límites.

Ambos proponen un trabajo arduo de observación y de desidentificación de la conciencia para con los procesos de pensamiento. Mientras los Yogasutras se presentan como guía hacia la detención del proceso mental (descripción de obstáculos, alteraciones mentales y modo de eliminarlos), 

Wittgenstein se preocupa de desestructurar las viejas creencias y mostrar que no hay salida, ningún metalenguaje desde el que considerar los juegos de lenguaje. ¿Fue, el último filósofo, más oriental que sus coetáneos?

No estoy hablando de un tema que le competa sólo a la filosofía. Nos concierne a todos. Nuestro mundo: nuestro lenguaje. Presos en el logos. Sus límites, los del pensar, infranqueables. Moverse en el filo tiene un precio: el vértigo. Y una recompensa: descubrir la farsa, la ilusión, tan sólo para volver a internarse, más lúcidos (des-ilusionados), aunque quizá más tristes. 

El logro: reírse.


Hugo W Arostegui

lunes, 3 de abril de 2017

La Percepción


Antes de definir este concepto diremos que para conocer el mundo interior o exterior necesitamos realizar un proceso de decodificación de los mensajes que se reciben a través de todo el cuerpo. 

Se define como percepción al proceso cognoscitivo a través del cual las personas son capaces de comprender su entorno y actuar en consecuencia a los impulsos que reciben; se trata de entender y organización los estímulos generados por el ambiente y darles un sentido. 

De este modo lo siguiente que hará el individuo será enviar una respuesta en consecuencia.
La percepción puede hacer mención también a un determinado conocimiento, a una idea o a la sensación interior que surge a raíz de una impresión material derivada de nuestros sentidos.

Para la psicología, la percepción consiste en una función que le posibilita al organismo recibir, procesar e interpretar la información que llega desde el exterior valiéndose de los sentidos.

El término comenzó a captar la atención de los estudiosos durante el siglo XIX. Los primeros modelos que vinculaban la magnitud de un estímulo físico con la del episodio percibido posibilitaron la aparición de la denominada psicofísica.

Los especialistas aseguran que la percepción es el primer procedimiento cognoscitivo, que permite al sujeto capturar la información del medio que lo rodea a través de la energía que llega a los sistemas sensoriales.

Este procedimiento posee carácter inferencial y constructivo. En este contexto, la representación interior de lo que ocurre afuera surge a modo de hipótesis. Los datos que captan los receptores se analizan de modo paulatino, junto a la información que recoge la memoria y que contribuye al procesamiento y a la creación de dicha representación.

La percepción es el acto de recibir, interpretar y comprender a través de la psiquis las señales sensoriales que provienen de los cinco sentidos orgánicos. Es por esto que la percepción, si bien recurre al organismo y a cuestiones físicas, está directamente vinculado con el sistema psicológico de cada individuo que hace que el resultado sea completamente diferente en otra persona. Es, además, la instancia a partir de la cual el individuo hace de ese estímulo, señal o sensación algo consciente y transformable.

Proveniente del latín, de la palabra perceptio, que significa recibir, recolectar o tomar posesión de algo, la percepción es entendida por la psicología como el primer momento de elaboración cognoscitiva, es decir, la primera instancia en la cual la información recibida se transforma en un elemento conocible y comprendible. 

Siempre partiendo de los datos otorgados por los cinco sentidos (la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído), se dice que la persona percibe la información cuando ya ha hecho un proceso de asimilación y comprensión de la misma que es, obviamente, inmediato, pero que implica una elaboración propia de la misma.

La percepción es el proceso mediante el cual un individuo adquiere una sensación interior que resulta de una impresión material hecha en los sentidos. Esta sensación puede ser consciente o inconsciente. A la percepción inconsciente, por estar bajo el límite de la consciencia, o subconsciente, le llamamos percepción subliminal. Los ojos, los oídos, las terminaciones nerviosas de la piel son el primer medio de contacto con el medio ambiente. Estos y otros órganos de los sentidos son los instrumentos de la percepción que recogen la información para el sistema nervioso; el sistema nervioso la convierte en impulsos eléctricos que trasmite al cerebro donde producen cadenas de reacciones eléctricas y químicas. El resultado es la conciencia interna de un objeto o de un suceso. La percepción precede a la comunicación y ésta deberá conducir al aprendizaje.

Nuestro Intelecto


Definición de intelecto. ... Intelecto es la potencia cognoscitiva racional de un ser humano. Se trata del entendimiento y de la facultad de pensar del hombre.

Lo primero que hay que hacer es dejar patente que intelecto es una palabra que tiene su origen etimológico en el latín. En concreto, procede de “intellectus” y es fruto de la unión de dos componentes de dicha lengua: el prefijo “inter-“, que es sinónimo de “entre”, y el vocablo “lectus”, que puede traducirse como “escogido”.

El intelecto supone la capacidad de desarrollar representaciones mentales de la realidad y de relacionarlas entre sí. El concepto puede asociarse a la inteligencia, la reflexión y el raciocinio.

Existe un acuerdo general sobre la idea de que el ser humano es el único ser vivo que tiene unas facultades mentales avanzadas. Esas capacidades se resumen en el concepto de razonamiento. Por eso se afirma que somos animales racionales. Y la razón se fundamenta en el intelecto.

Las personas estamos rodeadas de imágenes, cosas y acontecimientos. Para ordenar y entender todo ello, ponemos en marcha nuestro intelecto, la capacidad de asimilar comprensivamente la realidad que nos rodea.

Desde la psicología y otras disciplinas afines, se intenta medir el intelecto humano. Hay pruebas (los test de inteligencia) que evalúan las distintas capacidades mentales (de tipo espacial, verbal, lógico, etc.). De esta manera, es posible saber cuál es el coeficiente intelectual de alguien. Es un procedimiento que mide y concreta un valor al intelecto.

En las últimas décadas, el intelecto ya no se valora tanto como el factor principal de entendimiento. Ha aparecido un nuevo concepto: la inteligencia emocional. La gestión de nuestras emociones y sentimientos es importante y no podemos afirmar que somos inteligentes si nuestra vida afectiva y emocional es un desastre porque no sabemos abordar los problemas relacionados con lo sentimental.

La reflexión sobre el intelecto se ha realizado tradicionalmente con respecto a los humanos. Sin embargo, la etología ( ciencia que estudia el comportamiento de los animales ) también analiza el intelecto de las distintas especies. Está demostrado que algunos animales, especialmente mamíferos, son capaces de procesar información y, en consecuencia, tienen un intelecto.

Además del intelecto humano y el animal, existe la inteligencia artificial. Es un conocimiento que se ha desarrollado en las últimas décadas y sin duda tiene muchas aplicaciones. El intelecto humano crea otro tipo de intelecto, el artificial, y éste puede superar en algunos aspectos las posibilidades de la mente humana.

Se cree que fue en la Edad Media cuando surgió la idea de intelecto. Los filósofos medievales distinguían dos fuentes de conocimiento: la fe y la razón. A través de la fe el hombre comprende algunas ideas (Dios, eternidad, etc.). Mediante la razón, el ser humano es capaz de entender la complejidad del mundo. Y la razón se expresa a través del intelecto. Hay un amplio debate sobre lo concerniente al intelecto. Algunas corrientes afirman que se fundamenta en la observación de los sentidos (el empirismo). Otras corrientes consideran que la información de los sentidos no explica todos los procesos mentales, ya que hay ideas que no requieren de ninguna experiencia basada en la observación (el racionalismo).


... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/intelecto.php

La Luz Interior


Dentro de ti está el poder para que brille tu luz y para que seas quien deseas ser...
Lo más importante de todo es actuar siempre con tanto amor como se pueda. El amor debe ser siempre lo que motive todos y cada uno de nuestros actos. Siempre.

Así que siempre que tengamos algún conflicto, siempre que alguien no nos trate bien, siempre que pensemos que alguna persona se está equivocando, o cualquier otra situación similar, debemos mirar en nuestro interior para ver si estamos siendo amorosos o no. 

Da igual que pensemos que tenemos razón, da igual que la otra persona no esté actuando correctamente, en el momento que perdemos de vista el amor, el que se equivoca seguro somos nosotros.

Nuestra luz interior no debe ser nunca un arma que ataque a alguien. Nunca. Si en algún momento nos enfadamos y tenemos ganas de atacar, aunque pensemos que tenemos razón, es mejor pararse un momento, contar hasta diez y preguntarse cómo podemos cambiar nuestra luz para que deje de ser un rayo que hace daño, y convertirla en un suave calor que todo lo abraza.

A medida que crecemos espiritualmente, vemos las cosas más claras y nos volvemos más sabios, y esto hace que a menudo tengamos ganas de dar lecciones a los demás. A veces les decimos abiertamente que se equivocan, y otras lo hacemos de forma más sutil, pero de una manera u otra tendemos a ir por el mundo con la sensación de ser superiores.

Lo primero es hacer un pequeño ejercicio de reflexión y humildad para ver si nos está pasando esto. ¿Te sientes superior a los demás e intentas dar lecciones? Es algo bastante habitual, así que vale la pena fijarse bien antes de responder: “no, yo no lo hago.”

A nadie le gusta que le den lecciones, así que si lo hacemos, es muy fácil que más de una persona se sienta molesta con nosotros.

Si creemos que alguien se equivoca y queremos mostrarle una manera mejor de hacer las cosas, es mucho mejor enseñarle el camino con nuestro ejemplo, que no decirle que no lo hace bien. 

Cuando queremos aleccionar con palabras, la luz interior que sale de nosotros suele ser como una bofetada: a veces puede ser útil, a veces puede ayudar a alguien a ver las cosas más claras, pero duele. En cambio, la luz que sale cuando damos ejemplo es como un abrazo. Es una manera mucho más suave de decir: “ves, así todo es más fácil. ¿Quieres venir?”




La Mochila Que Cargamos


“¿Sus vidas cuánto pesan? Imaginen por un segundo que llevan una mochila. Quiero que noten las correas sobre los hombros, ¿las notan?

Ahora quiero que la llenen con todas las cosas que tienen en sus vidas. 

Empiecen por las que hay en los estantes y los cajones, las tonterías que coleccionan. Noten cómo se acumula el peso
Ahora cosas más grandes: ropa, pequeños electrodomésticos, lámparas, toallas, la tele. La mochila ya pesa. Ahora, cosas más grandes: el sofá, la cama, alguna mesa…

Métanlo todo dentro: el coche, la casa, un estudio o un apartamento de dos dormitorios. Quiero que introduzcan todo eso dentro de la mochila. Intenten caminar. Es difícil, ¿no?

Pues esto es lo que hacemos con nuestra vida a diario. Nos vamos sobrecargando hasta que no podemos ni movernos. Y no se equivoquen, moverse es vivir.

Ahora voy a prenderle a esa mochila fuego ¿Qué quieren sacar? ¿Las fotos? Las fotos son para la gente que no puede recordar, tomen gasolina y quémenlas. Es más, dejen que se queme todo e imagínense despertando mañana sin nada. Resulta estimulante, ¿no es así? 
(…)

Tienen otra mochila. Solo que esta vez deben llenarla con personas. Pueden empezarla con los conocidos: amigos de amigos, la gente de la oficina, y luego pasen a las personas a las que confían sus secretos: sus primos, tíos, tías, hermanos, hermanas, sus padres, y por fin, su marido o su mujer, su novio o su novia.

Métanlos en la mochila. Sientan el peso de la mochila. Puedo asegurarles que sus relaciones son la carga más pesada de su vida. ¿No sienten un peso clavándose en sus hombros? Todas esas negociaciones,  discusiones, secretos y compromisos… No necesitan cargar con eso.

¿Por qué no dejan la mochila? Hay animales que viven cargando con otros en simbiosis toda su vida. Amantes sin suerte, cisnes monógamos… no somos esos animales. Si nos movemos despacio morimos rápido. Nosotros no somos cisnes sino tiburones”.   Bingham, en Up in the air.

Nuestra mochila está llena de piedras grandes, pequeñas y medianas, de todos los tamaños. 

A mí me gusta vaciarla de vez en cuando pero rápidamente se vuelve a llenar, es lo que tiene la vida. Es realmente complicado sacar lo que lleva dentro, seleccionar lo que se quiere y lo que no, lo que es pasajero y lo que ayuda o no ayuda a estar mejor…

Todos llevamos piedras, piedritas y pedruscos en nuestra mochila emocional. De hecho solemos llevarla cargada hasta el extremo de forma innecesaria. Si alguna vez te has planteado qué es lo que te frena a la hora de tomar impulso y seguir, te invito a que mires en su interior, es más que probable que encuentres ahí tu respuesta.