domingo, 25 de junio de 2017

Complementos Humanos


El hombre y la mujer se complementan físicamente: para poder ser fecundos y engendrar hijos; el hombre tiene por lo general, más fuerza física que la mujer, pero la mujer suele ser más resistente a las enfermedades y al dolor.

Hemos llegado a un momento en que la técnica nos ha permitido estudiar el cerebro masculino y el femenino, y comprobar que son muy distintos, desde el tamaño, hasta la manera de funcionar y el tipo y cantidad de conexiones entre los dos hemisferios que los conforman.

Nos complementamos psicológicamente: porque pensamos y actuamos diferente, por ejemplo, la mujer habla mucho y el hombre no, la mujer tiene muy desarrollada la intuición y el hombre es analítico y concreto. También percibimos de manera distinta las cosas.

Nos complementamos espiritualmente porque la mujer es más espiritual que el hombre y tiene que ayudarle a crecer en este aspecto, porque a él le cuesta mucho, ya que ellos son muy prácticos y les gusta “hacer” cosas.

 Estos son sólo algunos de los principales modos en que somos distintos, sin que esto signifique que así tenga que ser, pero es como se dan las diferencias por lo general o el la mayoría de los casos.

La complementariedad no sólo se da en la pareja o en la familia, sino que en todas las actividades humanas: también en la vida profesional y social, si se comparten las actividades entre hombres y mujeres, van a funcionar mejor, pues se ven puntos de vista diferentes y se enriquecen todos.

Hugo W Arostegui


Todos Para Uno


En estos últimos años parece que el número de protestas y manifestaciones se ha incrementado. Desde los levantamientos en países árabes, calificados como “primavera árabe“, la indignación se extendió como la pólvora y en occidente surgieron movimientos como el 15-M, occupy Wall Street o la revolución de los paraguas. Al margen de estos grandes movimientos, manifestaciones más pequeñas se han producido por todo el mundo con más o menos suerte. ¿Qué hace que la gente se manifieste?

Independientemente de la consecución de los propósitos, es un hecho que salir a la calle es una forma válida de protesta. Si bien resulta difícil concebir como ilegal una protesta pacífica, los gobiernos intentan mantener lo más bajos posibles los niveles de las manifestaciones ya que, en muchas ocasiones, los intereses son opuestos. Para ello, se han intentado controlar que la gente se manifieste de diferentes formas, como impidiendo las grandes reuniones en la calle sin consentimiento previo.

Aun así, mucha gente sigue optando por unirse a las manifestaciones con la esperanza de que sus protestas sean escuchadas y atendidas. Por otro lado, mucha gente, normalmente la gran mayoría, no participa en las manifestaciones. Entonces, ¿qué es lo que hace que algunas personas participen y otras no?

Algo está mal
En primera instancia, para que la gente se manifieste es necesario que haya un motivo de queja, una reivindicación. Este debe afectar a uno o varios grupos de personas o, al menos, ser percibido así. 

Algunas de las quejas más comunes en occidente son las malas condiciones laborales, como bajos salarios, la corrupción de los gobiernos o la defensa de ideologías, como la animalista o la religiosa.

Una vez la queja es reconocida debe ser compartida por un grupo. Si todos los miembros de mi grupo comparten la misma queja es más probable que todos nos manifestemos. Y cuando más comprometido esté con mi grupo, más aún. Por tanto, la identidad social va a ser uno de los factores que determine la participación en las manifestaciones.

La eficacia de las manifestaciones
Otro factor va a ser la eficacia percibida. Si creo que la manifestación va a ser eficaz y se va a conseguir solucionar los motivos de la protesta, es más probable que participe. Pero no solo hay que tener en cuenta a los grupos que participan en las manifestaciones. También hay que tener en cuenta contra quién protestan, que, normalmente, suele ser el estado o alguna de sus instituciones.

La eficacia que atribuyamos al estado o a los miembros de las fuerzas de seguridad que pueden tratar de disolver la manifestación también va a afectar a nuestra decisión de participar o no en la manifestación. 

Así, cuanto menos eficacia pensemos que tienen, más dispuestos estaremos a salir a la calle a manifestarnos.
Grandes niveles de ira van a contribuir en gran medida a la hora de tomar las calles, sobre todo si esa emoción es compartida por el grupo social.

Por supuesto, otras emociones van a influir. Una de ellas es el desprecio. Cuando el desprecio hacia el grupo opresor es grande, la elección va a ser manifestarse participando en actividades ilegales e incluso violentas. Lo mismo va a suceder cuando es la humillación la emoción grupal predominante.
Aunque hasta ahora solo hemos nombrado emociones negativas, las positivas también suelen estar presentes en las manifestaciones. 

A nivel individual nos vamos a encontrar emociones positivas entre las personas que participan en las manifestaciones. Mientras como grupos pueden sentir ira, individualmente van a sentir emociones positivas relacionadas con la eficacia de la acción para uno mismo.



Nuestros Dichos


*Los dichos populares están siempre presentes.
*”Hay gato encerrado”, “a caballo regalado no se le miran los dientes”, entre otras, dónde nacieron y qué significan.

Un remate, una frase, un resumen en pocas palabras. La mayoría las escuchó en boca de abuelas y padres y muchos las usan cotidianamente para sintetizar o simplemente intentar sacarle una sonrisa al otro. A pesar de que todos entienden lo que significan poco se sabe del origen de las frases más utilizadas hoy en día.

Uno de los más comunes es hay gato encerrado” y suele utilizarse para decir que hay una causa o razón oculta. Su origen se remonta al Siglo de Oro español donde era habitual la utilización de la piel de gatos como bolsas para ocultar dinero de origen desconocido.


“A caballo regalado no se le miran los dientes”, es otra de los dichos populares más usados. La parte final de la locución proviene de una antigua costumbre de revisar la dentadura de los caballos para comprobar el estado de salud del animal.

Alguna vez cuando se quiere decir que no hay ni una cosa ni la otra es casi una costumbre escuchar, “ni chicha ni limonada”. La chicha es una bebida alcohólica que surge de la fermentación del maíz con agua azucarada, de este licor, nace el dicho, es decir, que no hay ni bebida alcohólica ni bebida refrescante. 

Mientras tanto en plena organización de una fiesta o evento, en la que se planifican grandes gastos es habitual que se diga hay que “tirar la casa por la  ventana”. Esta frase nace en la costumbre que existía en el siglo XIX de tirar, literalmente, por la ventana todos los objetos de una casa cuando alguien ganaba la lotería nacional española.

"No hay tu tía", pero sí explicación

Cuando un problema no tiene solución o alguien se enfrenta a un obstáculo al cual no se le puede encontrar salida es normal el famoso dicho “no hay tu Tía”. Su origen proviene de un medicamento llamado la "atutía" o "tuthía”  que utilizaban los árabes para curar todos los males. El dicho deriva de "no hay atutía" y se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando ese preparado.

También, es muy frecuente oír decir a las abuelas “a falta de pan buenas, son las tortas” cuando se quiere expresar que hay que conformarse con algo de menos valor al no poder alcanzar el ideal. La expresión se remonta a la antigüedad cuando no había pan recién salido en las panaderías, la gente se tenía que conformar llevándose tortas.

Otra frase,“andar de capa caída”, se dice cuando se quiere hacer notar que alguien esta desanimado, abatido. En la época en que los hombres usaban capa, tenerla caída hacia un costado, era síntoma de mal gusto.

En cambio, se acostumbra usar “está armado hasta los dientes” cuando alguien tiene, desde ya, armas por demás; esto se remonta a los antiguos piratas quienes llevaban cuchillos en los dientes cuando abordaban las naves enemigas para tener las manos libres.

Seguro que cuando estos piratas llegaban a la nave enemiga, no faltaría quien gritara “se armó el Tole Tole”.  El origen de esta expresión sería el desorden provocado por los judíos ante Poncio Pilatos, pidiéndole que crucificara a Jesús, gritando "¡Tolle, tolle, crucifige eum!"("¡Quítalo, quítalo, crucifícalo"!).

Otro de los dichos populares más comunes es “a rey muerto, rey puesto”, que significa que nadie es imprescindible y que todo aquel que se fue puede ser remplazado. Su origen proviene de la realeza, en donde cada vez que muere un rey inmediatamente es elegido su sucesor.

Hugo W Arostegui



sábado, 24 de junio de 2017

El Servicio Al Prójimo


¿Por qué es importante servir a los demás?

Porque tú tienes una misión especial en este mundo, posees ciertos talentos fascinantes que el mundo necesita que explotes de buena manera para ponerlos al servicio de los demás, lo que al mismo tiempo te servirá para servirte a ti mismo.

El mundo está diseñado a la perfección, porque cada persona tiene la opción de trabajar para alcanzar la autorrealización y encontrar un espacio satisfactorio para todos.

Cuando alguien encuentra su pasión y pone todo su interés en profundizar en esa labor, llegará un momento en que ese deseo traspasa los límites conscientes y son otras fuerzas las que dirigen el camino, así se dan resultados fuera de lo común y el mundo obtiene grandes ganancias con ello.

Lograr el éxito siempre será producto de servir a los demás, por eso debes esforzarte con todo tu ser en cumplir tus sueños, se enfatiza en la importancia de crear una atadura mental positiva en relación con las metas que te has propuesto, esto se logra creando la mayor cantidad de argumentos favorables a tus emprendimientos, entre muchos la idea que éxito es sinónimo de responsabilidad y servicio a los demás.

¿De qué forma puedes aumentar la consciencia para el servicio a los demás?
Una buena estrategia está en saber que el poder de Dios está en tus manos, se te ha otorgado libertad para realizar un trabajo. El conformismo, pereza y apatía son síntomas que no entiendes la importancia de tu labor, entre mayor empeño pongas a tus ideales te sentirás mucho mejor.

Cuando te sientes útil experimentarás mucha satisfacción, esto solo es posible con el servicio a los demás. Puedes dedicarte a una labor con mucho contacto con la gente como el caso de un maestro, también podrías estar alejado como un investigador, pero en ambos casos se realiza una tarea que siempre beneficiará a la humanidad.

La calidad del servicio a los demás siempre retornará a ti: Algunos lo llaman el karma, otros la ley de la atracción, etc. Pero la verdad es que tu mundo es un solo campo de energía y lo que entregas siempre retornará a ti de una manera u otra, si das un mal servicio tú mismo te dices “no me importa la gente”, esto traerá repercusiones en tu vida, porque no estarás a la altura de los grandes éxitos.

Usa tu capacidad de visualizar para crear en tu mente el mejor producto o servicio posible, lo conseguirás por etapas, al inicio es normal que no sepas como hacerlo bien, pero con la experiencia, ensayos y errores, tienes que encontrar la forma adecuada de realizar tu labor con eficiencia.


El servicio a los demás en un principio que debes abrazar, si lo tienes muy claro en tu pensamiento, llegarás muy alto, recibirás respeto y admiración, porque te entregarás como persona a tus proyectos.

Sin Condiciones


Hoy ha sido sin duda un gran día
Un día de despedidas, de decir adiós a una parte del camino para poder abrazar otro, con plenitud y confianza.

Y como por “casualidad” de esas que no existen, mis pasos me han llevado hasta una sala donde daban una conferencia de tema improvisado.

Y resulta que el tema ha sido caer en la cuenta de que nos pasamos la vida entera intentando que nos sucedan las cosas que nosotros queremos, lo que pensamos que es lo bueno o lo correcto para nosotros y la mayor parte de ellas nunca suceden o tal vez suceden al revés.

Y entonces ha surgido la gran pregunta, ¿qué condiciones le pones a la vida?
Nos pasamos la vida poniendo condiciones a la propia vida, sin saber que solo podemos fluir si vivimos sin condiciones, confiando plenamente en que lo que sucede es la única cosa que podía suceder y ya es perfecta por si misma.

Amamos con condiciones, trabajamos con condiciones, proyectamos una felicidad que nunca termina de llegar porque hay demasiadas condiciones para poder ser felices.

Y nos pasamos demasiado tiempo con ese….cuando tenga esto, cuando logre lo otro, cuando alguien me quiera, cuando esto cambie….entonces seré feliz.

Y nos volvemos esclavos de nuestras condiciones.

Hace tiempo leí una gran frase: “sin expectativas soy libre”

Dejarse llevar por la magia de la vida, vivir y sentir lo que trae cada instante, lo bueno y lo menos bueno y reconocer que mi vida es ahora, en total rendición, que todo es perfecto, que lo que me sucede aunque no lo entienda es lo mejor para mí.

Construir desde la quietud y el desapego a los resultados.

Si tu haces tu parte, el Universo hace el resto.

Y si no llega lo que esperabas confiar que es porque algo infinitamente mejor va a llegar, mecerte y dejarte llevar por la sabiduría de la vida y por la certeza de que cada nuevo dia vamos construyendo camino.

Y disfrutar de cada paso, con independencia de los resultados pues siempre son perfectos si me rindo a la vida sin condiciones.

Y tú?¿ Que condiciones le pones a la vida?

Hugo W Arostegui



Cicatrices


Casi todo lo que escribo son diálogos interiores.
Esos que uno mantiene dentro de sí y que no salen nunca.
A veces, como ahora, ese "nunca" se rompe como una sandía.
Todo sale desordenadamente como en una explosión,
sin otro fin que liberar la pulpa: el corazón.
Es como un círculo cerrado, pero no vicioso, que pretende, exclusivamente,
salir al aire fresco.
Un poco como irse uno mismo...lejos...
Y te llega el aire, tan fresco como el de esta noche de enero.

De toda caída, se sale.
Se acaba saliendo aunque remendado.
Hay cosas que no tienen reparación, y lo sabemos,
pero eso mismo ya es una manera de empezar a salir.
Somos nuestras cicatrices. 

Al final tenemos que seguir cada vez más solos
recomponiendo el alma que son el corazón de la sandía:
Miguitas de pan esponjoso de rojo sangre; 
Chispitas del fuego de una chimenea con piñas secas
y cáscara de naranja junto al tarugo de encina.

Si pudieras acercar la nariz en la explosión
sólo notarías el aroma de la esencia que persiste
más allá del tiempo.
Hay gente que no cree en esas cosas.
Incluso yo lo sé y por eso es un diálogo interior y
salta aquello en palabras sin mayor importancia.

Misterio es para mí que un corazón roto siga latiendo
como un ave que bate sus alas después del impacto;
Como que se pueda vivir sin él, o sin alma,
y lo he visto mucho...y con gran éxito,
es para mi misterio. 

"De poco sirve nada.
De poco sirve todo.
Todo, para nada"

losescritosdegatofenix.blogspot.com/2017

La Innata Desconfianza


La permeabilidad es una característica innata en todos nosotros, nacemos como un papel en blanco delante de un escritor, predispuestos a ser cubiertos con palabras interesantes.

En el momento que escriben en nuestro papel y sentimos que esa tinta nos impregna, optamos en muchas ocasiones por una actitud inmovilista que no permite borrar ni añadir nada a nuestro escrito que no tenga que ver con lo que ya hay plasmado dentro.

Se nos olvida que esta sociedad evoluciona, cambia, y resulta interesante en cada una de nuestras vivencias, es obvio que la vida tiene un carácter sumativo, todo lo vivido ya forma parte de nuestra “mochila” pero recurrir a esto para no permitirnos a nosotros mismos crecer, aprender y escuchar a otros es un error.

Las emociones son etéreas, tienen esa capacidad de entrar y salir de nosotros independientemente de las capas que pongamos para que no perturben nuestra “calma”, y en este intento de no sufrir o no dejar que otro pueda influir en nosotros, como si lo que ya somos no fuera precisamente fruto de muchos otros que ya pasaron por nuestra vida cuando aún había hueco en nuestro papel para escribir, nos convertimos impermeables a nuevas ideas.

Muchas veces mi imaginación me permite observar como algunas personas inician conversaciones, da igual lo que se digan, como lo digan… no se van a convencer ninguno de nada porque parten de una actitud rígida e inmovilista, muchas veces ni siquiera se escuchan el uno al otro, sólo hablan y piensan en que seguir argumentando.

Puede que sea miedo a que “muevan cimientos” que siempre habían creído imperturbables, o que traten de ocultar inseguridad, como cuando un profesional se cierra ante alguien usando de parapeto su profesión, quizás por miedo a no parecer tan capaz, o más triste aun, por considerar que su título le da potestad para ningunear las ideas de quien no son de su gremio o no tienen estudios, como si pensar estuviese solo limitado a aquellos que han estudiado.

Cuando viene a mi mente esta hipótesis siento tristeza, lamento que no estén predispuestos a aprender de todo lo que se encuentran y de todas las personas con las que tienen la oportunidad de coincidir en la vida, da igual no estar de acuerdo con quien tenemos delante, lo que ya pensamos y sentimos debería ser un filtro para cuestionar si lo que llega nuevo merece un hueco en nuestro rincón de las ideas o simplemente debe ser obviado.

Es habitual fijarnos en lo que hace la otra persona que no nos gusta. Incluso se lo hacemos saber, no siempre de buenas maneras. Pero, ¿qué pasa con todo lo positivo que nos aportan los demás? La realidad es que, cuando se trata de hacer cumplidos, no estamos tan predispuestos a comunicárselos a quienes nos rodean.


¿Esto por qué pasa? El caso es que este hecho puede tener diferentes orígenes. Por un lado puede deberse a que nos dé vergüenza. Tal vez consideramos que la otra persona ya sabe lo que nos gusta de ella y no es necesario decírselo. O puede que no sepamos muy bien cómo transmitírselo sin que nos resulte forzado.