jueves, 22 de marzo de 2018

Recursos A Nuestro Alcance


Dentro de ti tienes todos los recursos necesarios para lograr tus metas. Por ejemplo, la constancia, la tenacidad, la paciencia, la capacidad de sacrificio, la pasión… cualidades que acompañan de forma directa a la voluntad en un proceso de superación personal.

La superación personal no tiene límite, es decir, un ser humano puede seguir progresando a nivel de conocimiento y de toma de conciencia a lo largo de su vida. 

Voluntad y conocimiento que son la base de la superación personal, son dos cualidades que diferencian al ser humano del resto de seres del universo. 

La superación personal muestra la capacidad que tiene un ser humano para reflexionar sobre sí mismo, pero lo que es más importante, para actuar de acuerdo a sus valores y creencias. La superación personal tiene una base teórica a nivel de reflexión pero es fundamentalmente práctica.

La superación personal es ese motor intrínseco que a nivel de motivación mueve el corazón humano cuando una persona aspira a ser más sabia, más competente y más capaz. La superación personal remite a ese proceso temporal de cambio en el que una persona sale de su zona de confort para establecer nuevos hábitos y cualidades para mejorar su calidad de vida.

Pasado, presente y futuro definen la vida humana. Pues bien, la superación personal también se entrena en presente analizando los errores del ayer para obtener una experiencia práctica y evitar tropezar dos veces en la misma piedra.

El proceso de superación personal supone dejar atrás ciertos hábitos y creencias irracionales para dar paso a una nueva realidad que refuerce el bienestar personal. Existen recursos especialmente recomendados como el coaching y los libros de autoayuda para reforzar la superación personal.

La superación personal muestra el proceso de crecimiento interior ilimitado que marca la vida de un ser humano desde que nace hasta que muere. Mientras que el paso de los años deja una huella física en forma de arrugas, por el contrario, a nivel interior, los años son sinónimo de experiencia, madurez, riqueza de vivencias y sabiduría.

La superación personal conduce a una persona a ser más feliz. En última instancia, asumir un proceso de este tipo es una decisión personal que nunca puede ser impuesto de forma externa. Es decir, nadie puede ser ayudado si no se deja ayudar, y nadie puede cambiar si no quiere hacerlo.

La superación personal muestra, a nivel humano, que querer es poder y que los límites no están en la realidad sino en la mente.



 

La Sociedad Que Integramos


Los países son tan buenos como buena es su sociedad. Y para que una sociedad sea buena, requiere definir con claridad el país por el que está dispuesta a comprometerse, la forma de lograrlo y la exigencia que esto implica hacia el gobierno en turno, viendo a éste no como un obstáculo insalvable, sino como un aliado indispensable y conquistable ejerciendo, de ser necesaria, la presión indispensable para que atienda los reclamos de la ciudadanía a la que se debe.

Corrupción, palabra mil veces repetida para señalar el daño que causa a nuestra sociedad y que sigue rondando todos los ambientes y rincones de nuestro actuar, en lo político, en lo empresarial y en la sociedad.

¿Cómo transformar los buenos deseos en realidad?
Veamos:

Un gobierno honesto y eficaz

Crecimiento económico que permita la creación de empleos dignos.

Abatimiento drástico de la pobreza y la desigualdad.

Reducción significativa y sin tregua de la violencia.

Paz en todos los ámbitos. En el nacional, en el estatal, en el municipal, en la casa y en la familia.

Una sociedad participativa que exija sus derechos y sea capaz de cumplir responsable y dignamente con sus obligaciones.

Un sector empresarial dedicado en cuerpo y alma a la creación y formación de empresas socialmente responsables que ofrezcan empleos dignos a sus trabajadores.


Trabajadores que exijan sus derechos pero cumplan con excelencia sus obligaciones hacia la empresa que los emplea.

Religiones capaces no sólo de mover los sentimientos de sus feligreses, sino de incitarlos a la acción en beneficio de sus hermanos, así como una educación de calidad comparable a las mejores del mundo y en donde los VALORES, así, con mayúscula, estén en el centro de su enseñanza.

¿Qué necesitamos? Crear redes ciudadanas desde las comunidades vecinales, escolares y gremiales, e integrarnos en proyectos de gran dimensión social que procuren el beneficio de la comunidad y persigan objetivos de gran visión hasta alcanzarlos sin reparar el gran esfuerzo que esto implica. Proyectos locales, de abajo hacia arriba, de los municipios a los estados y a la nación. 

Sin prisa pero sin tregua. Y pensar que los grandes proyectos empiezan, muchos de ellos, por pequeños proyectos impulsados por líderes sociales que infunden respeto y ánimo y que poco a poco van creciendo o uniéndose a otros hasta alcanzar una dimensión insospechada que transforma para bien el entorno político, económico y social en donde se desarrollan.


miércoles, 21 de marzo de 2018

El Lenguaje escrito


El lenguaje escrito es la representación de la lengua por medio del Sistema de escritura. 

El lenguaje escrito es una invención, en el sentido de que debe ser enseñada, a diferencia del lenguaje hablado o del lenguaje de signos, que son aprendidos espontáneamente por exposición, especialmente en la infancia.

El lenguaje escrito existe solamente como complemento de un lenguaje hablado.

Ningún lenguaje natural es solamente escrito. Sin embargo, muchas lenguas muertas pueden conocerse solo en forma escrita, o pueden continuar usándose por escrito mucho después de que hayan dejado de usarse en comunicación espontánea, cuando se trata de lenguas clásicas o litúrgicos.

Los lenguajes escritos evolucionan más lentamente que sus correspondientes lenguas habladas y, con el paso del tiempo, puede producirse una completa divergencia entre el lenguaje escrito y el lenguaje hablado, lo cual es una forma de diglosia. Sin embargo, en muchos casos se considera que sigue siendo un idioma único, con un registro escrito y una o varias formas de lenguas habladas, tal como ocurre en el idioma árabe actual.

En ocasiones, en cambio, la lengua hablada alcanza un cierto prestigio y toma una forma escrita o lenguaje literario diferente al que le dio origen, momento a partir del cual se considera que ha nacido un nuevo idioma. Tal fue el caso, por ejemplo, del nacimiento del idioma español con los primeros registros escritos del siglo X, en que se daba forma escrita a una lengua hablada desde mucho antes, divergente del latín escrito, que se había conservado relativamente intacto por razones litúrgicas.


Poder Sin Límites


La energía para materializar los sueños se origina con el pensamiento. Ya lo dijo Buda, somos lo que pensamos y con nuestros pensamientos creamos nuestro propio mundo.

El problema es que no siempre nuestro pensamiento es coherente al 100%. 

Debe existir una total compenetración y congruencia entre lo que se piensa y desea a nivel consciente y cómo nos vemos a nosotros mismos a nivel subconsciente. Esto es clave para que nuestros proyectos y deseos alcancen el éxito esperado.

Debería ser suficiente con imaginarse rodeado de todo aquello que se desea tener en la vida. Y, si uno tiene la suficiente disciplina mental como para mantener esta idea en su mente durante el tiempo necesario, acabaría por materializarlo.

Pero, a veces por más que lo intentamos una y otra vez, y nos esforcemos por conseguir algo todo parece conspirar en contra: obstáculos insalvables, situaciones imprevistas, problemas que surgen de forma totalmente inesperada…

Sin embargo, en otros momentos, iniciamos un proyecto y el viento sopla a favor: llamadas con noticias positivas, apoyos, colaboraciones,… un flujo de acontecimientos que armonizan de tal forma los hechos que el éxito sucede de forma fácil y sencilla.

Necesitamos creer en nosotros mismos de verdad. Y puede que esto sea así a nivel consciente, pero si en el subconsciente existen patrones de pensamiento restrictivos, estos boicotearán cualquier intento dirigido hacia la consecución de aquello de lo que quizá no estemos absolutamente convencidos de ser merecedores o de nuestras propias capacidades para lograrlo.

Desde la perspectiva de la PNL encontramos la base en las creencias. Una creencia es una idea, una frase normalmente simple, corta y sentenciadora acerca de las cosas, del mundo y de nosotros mismos. Tenemos creencias aplicadas a los ambientes, personas, cosas y momentos en que nos desenvolvemos. Sobre las conductas. Creencias destinadas a gestionar la mente, capacidades, habilidades y recursos personales. También sobre quiénes somos. Y, por supuesto, ideas relacionadas con el más allá y lo espiritual.

Las creencias determinan lo que está bien y lo que está mal. Lo bueno y lo malo. Lo que puedo y no puedo hacer. Marcando los límites de nuestra experiencia personal.

El efecto placebo sucede porque podemos creer. Así de poderosas son las creencias. Podemos enfermar y sanar manteniendo creencias que nos potencien o limiten. Es la base y fundamento de la medicina psicosomática. 

Toda idea generada en nuestra mente causa un estado interno, una emoción y una reacción física. El pensamiento provoca una respuesta fisiológica que si persiste puede provocar cambios orgánicos. Como por ejemplo, las reacciones en la piel por pensamientos de rabia, úlceras de estómago por preocupaciones mantenidas,…
Una creencia potenciadora como “pase lo que pase sigue adelante siempre”, “no me rendiré”, “haré todo lo imposible” nos permite desarrollar al máximo nuestros recursos personales. Las creencias limitantes del tipo “no sirvo para esto”, “¿total para qué?”, “haga lo que haga no servirá de nada” bloquean las capacidades restringiendo nuestras posibilidades para ser felices y disfrutar de una vida plena.

Como dijo Henry Ford, “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes estás en lo cierto”

Si pudiésemos volver a ser como los niños,… para ellos no hay nada imposible.
Las creencias forman parte del software de nuestra mente, que utilizamos para relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y el mundo.

Imagina que en lugar de un teléfono de última generación, tuvieses uno antiguo, que no te permitiera conectarte a Internet ni descargar aplicaciones, que sólo pudieses utilizarlo para hacer llamadas. Estas serían las limitaciones a las que te enfrentarías. Sucede lo mismo con nuestra mente; en la medida que disponemos de más variedad y mejores programas mentales mayor flexibilidad de conducta y las probabilidades de lograr el éxito también aumentan.

Voy a tener una entrevista de trabajo, pero en el fondo no me siento completamente seguro, y, a pesar de que deseo obtener el puesto, tengo la sensación de que me van a rechazar. Sin darme cuenta de ello, con mis creencias estoy provocando la situación indeseada. Esos programas deficientes provocan que mi pensamiento pierda fuerza y mi energía se disperse.

Es común sentirse ofuscado queriendo cambiar las circunstancias que nos rodean y no nos agradan. Quejarse, lamentarse sólo provoca resentimiento, frustración e insatisfacción que finalmente desemboca en impotencia. Por el contrario, observar la forma en que nos relacionamos con las circunstancias desidentificados de los hechos y condiciones externas para cambiar en nosotros mismos aquello que nos está impidiendo tener la vida que deseamos, nos proporciona mayor autocontrol.

Cuando la intención está clara, y me encuentro alineado, completamente convencido, cuando mi pensamiento y mis sentimientos son iguales, nada puede pararme. ¿Recuerdas alguna vez en tu vida que quisiste algo, que en su momento pensaste que sería imposible y finalmente lo lograste? Tardará más o tardará menos, a veces los tiempos no son los que queremos, sino los que deben ser. A veces las cosas necesitan un tiempo que desconocemos.


Necesitamos armonizarnos con paciencia, humildad, confianza, fe, generosidad, gratitud, amor y coraje por nuestro propio bien.

Ideales Sociales


Equidad, igualdad social y democracia
La agenda económica social está, como siempre, sobrecargada. La necesidad de someterla a una tensión intelectual y política para llegar a un sistema de prioridades ordenadas por la creciente vulnerabilidad social y el desencanto político, debería ser entendida como una condición urgente para la estabilidad constitucional, el entendimiento social y la consolidación democrática; un instrumento por excelencia para darle consistencia a esta tarea es, sin duda, la planeación, que al adoptarse como mecanismo de concertación social le impondría al Estado mutaciones significativas en su estructura administrativa y en su conformación territorial.

Superar nuestro "estancamiento estabilizador", que se ha vuelto en realidad desestabilizador; acompasar la economía al ritmo de los cambios políticos y el reclamo social, supone adoptar nuevas visiones que determinen, productivamente, el contenido y el destino de nuestro desarrollo nacional. 

Tarea que exige un gran despliegue de imaginación política que deje maniqueísmos y retóricas desgastadas, que evite tentaciones regresivas y autoritarias y busque fórmulas político-culturales basadas en propuestas plurales e incluyentes. 

Ello depende en buena medida de que la noción de solidaridad se reconozca como uno de los valores modernos, así como el hecho de que tanto las garantías como el cumplimiento progresivo de los derechos fundamentales sean criterios maestros para evaluar nuestro desempeño como sociedad y Estado nacionales. La hora de la igualdad que la CEPAL proclama, nos obliga a ser capaces de combinar una recuperación valorativa que ponga en el centro objetivos de igualdad, equidad social y democracia con las restricciones y acosos que son propios del proceso de globalización. Éste es el reto de fondo, para la sociedad y para el Estado.

A Sartre se le ha atribuido el dicho de que para que haya lucha de clases se requieren dos cosas: que haya clases y que luchen. 

Parafraseándolo, podríamos decir que para que haya políticas de Estado se requiere que haya Estado... y que haga política.


Inteligencia Emocional



La inteligencia emocional es un término acuñado por los  psicólogos Peter Salovey y John Mayer pertenecientes a la Universidad Yale en 1990 y difundida a todo el mundo por el psicólogo, periodista y filósofo Daniel Goleman en 1996 a través de su libro con el mismo nombre y en inglés “Emotional Intelligence”.

Pero, ¿qué es realmente este tipo de inteligencia? es la capacidad del individuo para identificar su propio estado emocional y gestionarlo de forma adecuado. 

En palabras del mismo Goleman “es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social”.

Existen personas que parece que tengan un don especial aunque no destaquen por su inteligencia académica saben enfrentarse a los cambios en su vida a superar obstáculos y ver las dificultades de la vida como un reto. Estas personas viven bien con los demás y consigo mismas teniendo bien desarrolladas sus habilidades relacionadas con la inteligencia emocional.

Tradicionalmente la medición de la inteligencia y el teórico éxito futuro de las personas se ha basado en el llamado coeficiente intelectual (IQ) que mide el raciocinio lógico, habilidades matemáticas, especiales, la capacidad analítica, etc. Pero desde el estudio del concepto de la inteligencia emocional (IE) el éxito se ha demostrado que también depende en gran medida de la emocional.

Los dos tipos de inteligencia no son opuestos si no que son complementarios. Una persona con un alto coeficiente intelectual alto es analítica y lógica, es frío en la toma de decisiones y utiliza más el hemisferio izquierdo. Por otro lado una  persona con la inteligencia emocional alta se relaciona con facilidad con la gente, le gustan las ideas nuevas, es rápida, espontánea, cree en sus sensaciones, es cálida y utiliza más la parte derecha del cerebro.

La capacidad de cada persona para identificar y gestionar de manera adecuada su propio estado emocional es la clave para optimizar la inteligencia emocional. El desarrollo de esta habilidad afecta de una manera muy positiva a las personas que lo poseen ya que controlan y entienden sus impulsos y facilitan las relaciones con los demás.

Según el propio autor de libro la inteligencia emocional se puede organizar en cuanto a cinco competencias o capacidades fundamentales:
-Conocimiento de las emociones propias: Capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece. El conocimiento de las emociones por parte de estar personas les lleva a dirigir mejor sus vidas.

-Capacidad de controlar las emociones: Habilidad para controlar nuestros sentimientos y utilizarlos en el momento preciso. Ya que no podemos ni evitarlas ni elegirlas.
-Capacidad de motivarse: Saber utilizar el potencial existente en una mismo para conseguir resultados óptimo y no conformarse con la situación actual. Aumenta la productividad y eficacia de las personas.
-Reconocimiento de las emociones ajenas: saber ponerse en el lugar de los demás que se denomina empatía cuya capacidad principal reside en la detección de los sentimientos y pensamientos ajenos que no se hayan expresado verbalmente.
-Aprender a gestionar las relaciones: tener un trato adecuado con los demás, reconocer conflictos y saber solucionarlos.

 Toda la inteligencia emocional va encaminada al control de las emociones que no son otra cosa que impulsos a la acción. Las emociones se pueden conducir hacia el bien o el mal, ser consciente de las emociones es el primer paso para no dejarse arrastrar.

Individualismo


Se dice que una persona es individualista cuando es propensa al individualismo o partidaria de esta tendencia. Así mismo, el individualismo consiste en el pensamiento y la acción independientes, sin depender ni pensar en otros sujetos y manteniéndose ajeno a las normas generales.

Como tendencia filosófica, el individualismo defiende la supremacía de los derechos individuales frente a los derechos de la sociedad y a la autoridad del Estado.

El individualismo, por lo tanto, puede considerarse como una posición filosófica, moral o política. Y aquellas personas que se encuentren dentro de esta forma de entender la vida buscarán satisfacer sus propios objetivos con autosuficiencia e independencia, oponiéndose a las intervenciones externas acerca de sus opciones personales. Por eso están en contra de la autoridad de las instituciones sobre su libertad individual.

Como bien podemos discernirlo por su nombre, el individuo es el centro del individualismo, al igual que ocurre en otras doctrinas como el liberalismo o el anarquismo. Esto significa que el individuo es la unidad elemental de un sistema. Cada individuo (unidad) es diferente y posee sus propias particularidades y capacidades.

Existe otro concepto que se conoce como individualismo metodológico y que es una corriente filosófica que se encarga de estudiar este tipo de vida de una forma profunda. Para quienes se inclinan por este pensamiento, todos los fenómenos sociales pueden explicarse a partir de elementos individuales. En otras palabras: las acciones y creencias de los individuos explican la evolución de la sociedad.

Individualismo y Egoísmo 

Aunque a simple vista esta forma de vivir puede ser llamativa y auténtica, en general los sistemas intentan doblegar a las personas para que entiendan que pensar por ellas mismas y buscar su propio beneficio es un acto deleznable.

Todo aquello que se acerque al egoísmo se entiende como una falta de solidaridad y compañerismo. No obstante, es necesario decir a favor de esta forma de vivir que las personas individualistas no necesariamente actúan con despotismo: muchas solamente entienden que no pueden relacionarse con el mundo del mismo modo que ve que los demás sí lo hacen y optan por una vida alejada de las conglomeraciones, persiguiendo sus propios sueños sin desear sentirse parte de un grupo.


En este punto podemos decir que el individualismo puede reflejar una ética de la liberación y la autorrealización (si se entiende de forma positiva), o un acto arbitrario de falta de solidaridad (si se realiza de forma despótica y desconsiderada para con el resto de las personas