miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mañana...¿Cuando es mañana?


Mañana ¿Cuándo Es Mañana?

Estamos tan acostumbrados a que los días transcurran, uno tras otro, que nos parece que la vida no es otra cosa que una sucesión interminable de espacios de tiempo a los que llamamos minutos, horas, días, semanas, meses, años, etc.
Ahora, ¿existe el minuto siguiente? ¿La hora siguiente? ¿Los días, semanas, meses, años, etc.?
En realidad, lo que aún no ha sido creado, no existe, damos por descontado que tendremos el minuto siguiente, la hora, los días, y así sucesivamente, en una secuencia natural, de la cual nos hemos apoderado, tal como si fuésemos los creadores, amos y señores de todo lo porvenir.
Esa ilusión, de que el tiempo nos pertenece, es la que nos lleva a pensar que podemos hacer uso y abuso de todo lo que gira en su entorno, el ayer ya pasó, hoy, no sé si lo podré realizar, pero mañana… ha… mañana sí, sin duda, comenzaré a realizar lo que no pude o no quise hacer, ayer, antes de ayer, o quizás hoy mismo.
Nosotros transitamos por la vida y lo que la vida consume es tiempo, de no contar con este precioso elemento, tan esencial como el aire que oxigena nuestros pulmones, la existencia, tal como la percibimos, dejaría de ser, nos sentimos atrapados por el tiempo, de la misma forma que los objetos, sujetos como a una ley de gravedad que nos condena a no poder salir de la materialidad que nos rodea.
Pero: ¿será que sólo somos sujetos temporales? Descartes, nos señala un camino cuando expresa: "pienso, luego existo" la gran interrogante que siempre nos ha conmocionado es la de pretender saber, de dónde venimos, a qué hemos venido, y a dónde vamos, lo que no es otra cosa que percibir, en lo profundo de nuestro ser, que somos algo más que la materia que nos recubre, que esta etapa de nuestra existencia no es otra cosa que eso, una etapa, en el devenir de la inmortalidad de nuestro espíritu.
La conjunción del espíritu con nuestro cuerpo físico, constituyen el alma humana, cuerpo y espíritu se unen para transitar por esta vida terrena, el espíritu como conductor y el cuerpo físico como vehículo mediante el cual se realiza dicho tránsito.
Cuando decimos que nuestro cuerpo es el vehículo en el cual transitamos, lo que pretendemos señalar es cuán importante es el cuidado y atención que le brindemos.
El  poeta romano Decimus Iunius Iuvenalis, conocido como Juvenal, en uno de sus versos nos dice: "Mente Sana In Corpore Sano" como un ejemplo de complementación de estos dos componentes esenciales de la criatura humana.
De Juvenal, agregamos parte de sus versos, publicados en su décima sátira:
"Se debe orar a los dioses que nos concedan una mente sana en un cuerpo sano.
Pedir un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte.
Que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza.
Que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos.
Que no sepa de ira, y esté libre de deseos.
Y crea que las adversidades y los terribles trabajos de Hércules son mejores que las satisfacciones, la fastuosa cena y la placentera cama de plumas de Sardanápalo."
Comenzamos este artículo hablando del tiempo, de la vanidad de pensar que podemos disponer de sus secuencias futuras, del minuto siguiente, de las horas, días, etc. cuando en realidad, el vehículo que disponemos, nuestro cuerpo físico, carece de garantías en cuanto a su fecha de vencimiento.
Permítaseme realizar la siguiente comparación:
Imaginemos, que nos encontramos en un lugar, donde se nos dice, que estamos de paso, que disponemos de un cuerpo físico que puede ser perfecto en cuanto a sus funciones básicas, - recuérdese que las sagradas escrituras nos mencionan que hemos sido hechos a imagen y semejanza de los dioses – con la salvedad, que muchos de nuestros congéneres, nacen con discapacidades, ya sea por herencia genética, gestación no deseada, consecuencias ambientales, etc.
Cualesquiera que fuesen las razones, el cuerpo físico que tenemos es el único que tendremos en esta vida y del cual nos valeremos para realizar nuestras acciones diarias, nuestro "yo soy" será identificado por el Ser espiritual interior y su apariencia externa, el logro de un equilibrio armónico entre ser y apariencia, el alcanzar la íntima aceptación de lo que somos, tanto por dentro como por fuera, será un paso muy importante en la conformación de nuestra propia identidad.
Ahora bien, una vez constituidos en espíritus incorporados, es decir, lo inmortal de nuestro ser espiritual, con lo finito, de nuestro cuerpo físico, es como si estuviésemos literalmente conduciendo un vehículo, un vehículo cuyo panel de control nos emitirá determinadas señales, las cuales, si las atendemos en forma adecuada, nos permitirá lograr los mejores resultados posibles en cuanto a su capacidad y rendimiento.
Pero el tiempo que transcurre inexorablemente, desde que nuestro reloj biológico comienza a marcar el paso de las horas, no nos pertenece, es un regalo que se manifiesta minuto a minuto, como un maná proveniente de los cielos.
Así será mientras dure nuestra existencia, habrá muchas horas e incontables días, pero no se nos es permitido saber hasta cuando, de ahí la importancia de saber aprovechar al máximo el tiempo que se nos concede, hoy, estoy vivo, hoy puedo manifestarme, ¿ mañana? ¿habrá un mañana? Puede ser, Dios lo quiera.
Hugo W Arostegui





Estamos tan acostumbrados a que los días transcurran, uno tras otro, que nos parece que la vida no es otra cosa que una sucesión interminable de espacios de tiempo a los que llamamos minutos, horas, días, semanas, meses, años, etc.
Ahora, ¿existe el minuto siguiente? ¿La hora siguiente? ¿Los días, semanas, meses, años, etc.?
En realidad, lo que aún no ha sido creado, no existe, damos por descontado que tendremos el minuto siguiente, la hora, los días, y así sucesivamente, en una secuencia natural, de la cual nos hemos apoderado, tal como si fuésemos los creadores, amos y señores de todo lo porvenir.
Esa ilusión, de que el tiempo nos pertenece, es la que nos lleva a pensar que podemos hacer uso y abuso de todo lo que gira en su entorno, el ayer ya pasó, hoy, no sé si lo podré realizar, pero mañana… ha… mañana sí, sin duda, comenzaré a realizar lo que no pude o no quise hacer, ayer, antes de ayer, o quizás hoy mismo.
Nosotros transitamos por la vida y lo que la vida consume es tiempo, de no contar con este precioso elemento, tan esencial como el aire que oxigena nuestros pulmones, la existencia, tal como la percibimos, dejaría de ser, nos sentimos atrapados por el tiempo, de la misma forma que los objetos, sujetos como a una ley de gravedad que nos condena a no poder salir de la materialidad que nos rodea.
Pero: ¿será que sólo somos sujetos temporales? Descartes, nos señala un camino cuando expresa: "pienso, luego existo" la gran interrogante que siempre nos ha conmocionado es la de pretender saber, de dónde venimos, a qué hemos venido, y a dónde vamos, lo que no es otra cosa que percibir, en lo profundo de nuestro ser, que somos algo más que la materia que nos recubre, que esta etapa de nuestra existencia no es otra cosa que eso, una etapa, en el devenir de la inmortalidad de nuestro espíritu.
La conjunción del espíritu con nuestro cuerpo físico, constituyen el alma humana, cuerpo y espíritu se unen para transitar por esta vida terrena, el espíritu como conductor y el cuerpo físico como vehículo mediante el cual se realiza dicho tránsito.
Cuando decimos que nuestro cuerpo es el vehículo en el cual transitamos, lo que pretendemos señalar es cuán importante es el cuidado y atención que le brindemos.
El  poeta romano Decimus Iunius Iuvenalis, conocido como Juvenal, en uno de sus versos nos dice: "Mente Sana In Corpore Sano" como un ejemplo de complementación de estos dos componentes esenciales de la criatura humana.
De Juvenal, agregamos parte de sus versos, publicados en su décima sátira:
"Se debe orar a los dioses que nos concedan una mente sana en un cuerpo sano.
Pedir un alma fuerte que carezca de miedo a la muerte.
Que considere el espacio de vida restante entre los regalos de la naturaleza.
Que pueda soportar cualquier clase de esfuerzos.
Que no sepa de ira, y esté libre de deseos.
Y crea que las adversidades y los terribles trabajos de Hércules son mejores que las satisfacciones, la fastuosa cena y la placentera cama de plumas de Sardanápalo."
Comenzamos este artículo hablando del tiempo, de la vanidad de pensar que podemos disponer de sus secuencias futuras, del minuto siguiente, de las horas, días, etc. cuando en realidad, el vehículo que disponemos, nuestro cuerpo físico, carece de garantías en cuanto a su fecha de vencimiento.
Permítaseme realizar la siguiente comparación:
Imaginemos, que nos encontramos en un lugar, donde se nos dice, que estamos de paso, que disponemos de un cuerpo físico que puede ser perfecto en cuanto a sus funciones básicas, - recuérdese que las sagradas escrituras nos mencionan que hemos sido hechos a imagen y semejanza de los dioses – con la salvedad, que muchos de nuestros congéneres, nacen con discapacidades, ya sea por herencia genética, gestación no deseada, consecuencias ambientales, etc.
Cualesquiera que fuesen las razones, el cuerpo físico que tenemos es el único que tendremos en esta vida y del cual nos valeremos para realizar nuestras acciones diarias, nuestro "yo soy" será identificado por el Ser espiritual interior y su apariencia externa, el logro de un equilibrio armónico entre ser y apariencia, el alcanzar la íntima aceptación de lo que somos, tanto por dentro como por fuera, será un paso muy importante en la conformación de nuestra propia identidad.
Ahora bien, una vez constituidos en espíritus incorporados, es decir, lo inmortal de nuestro ser espiritual, con lo finito, de nuestro cuerpo físico, es como si estuviésemos literalmente conduciendo un vehículo, un vehículo cuyo panel de control nos emitirá determinadas señales, las cuales, si las atendemos en forma adecuada, nos permitirá lograr los mejores resultados posibles en cuanto a su capacidad y rendimiento.
Pero el tiempo que transcurre inexorablemente, desde que nuestro reloj biológico comienza a marcar el paso de las horas, no nos pertenece, es un regalo que se manifiesta minuto a minuto, como un maná proveniente de los cielos.
Así será mientras dure nuestra existencia, habrá muchas horas e incontables días, pero no se nos es permitido saber hasta cuando, de ahí la importancia de saber aprovechar al máximo el tiempo que se nos concede, hoy, estoy vivo, hoy puedo manifestarme, ¿ mañana? ¿habrá un mañana? Puede ser, Dios lo quiera.
Hugo W Arostegui

Evo: Dicese de Aquello que es Sin Principio Ni Fin


Evo:  Dicese de aquello que es sin principio ni fin

Hubo una vez, en que las inteligencias, carentes aún de organización, pugnaban unas contra otras.

En medio de la disputa, algunas de ellas, comenzaron a emitir ondas sonoras de intensa vibración, con la finalidad de imponer su criterio sobre las otras, lo que fue respondido con una reacción similar por parte de las demás.

A medida en que aumentaba el descomunal ruido, se dice que las menos desarrolladas aunaron esfuerzos en virtud de sus posibilidades acústicas generando tal estrépito que nadie podía siquiera lograr la mínima concentración.

Tal estridencia generó el caos entre ellas, y de este caos surgió el desorden jamás conocido anteriormente.

En medio de tal desorden no pudo establecerse el control y su ausencia dio lugar a que se instalase entre ellas la no conocida hasta entonces imprudencia.

La imprudencia trajo consigo la ausencia de límites.

Fue entonces que: El caos, el desorden, la ausencia de control, la imprudencia y la absoluta carencia de límites, colapsaron de tal forma que ya nada podía impedir que se produjese,  lo que los científicos modernos han denominado, La gran explosión, que como todos sabemos, se piensa, que haya sido la causa originaria del universo

Es en esas circunstancias  que Elohim, el elegido de los Dioses, es asignado para bajar en medio de todas ellas y una vez que lograra imponer su atención mediante el poder de su Hijo Unigénito, las organizase de  acuerdo a la esencia de cada una.

La majestuosidad de los dones del Espíritu Santo , ha sido el complemento, la ayuda idónea, para organizar con Elohim los cuerpos espirituales de aquellas inteligencias, que constituían el germen de la estirpe de los Dioses.

Las inteligencias organizadas fueron constituyendo el orden y la evolución, de lo que hoy conocemos como los reinos: mineral, vegetal y animal, con el compromiso de que cada una de ellas según su especie, cumpliría fielmente con la medida de su creación,
compromiso que han cumplido hasta el presente y que es avalado por un sentimiento ancestral de los hijos de los hombres, que les impulsa a denominar a este conjunto de inteligencias, interrelacionadas entre sí, con el sagrado nombre de Madre Naturaleza. 

Las inteligencias son el elemento esencial de la vida, sin ellas nada puede existir, cada partícula del universo por ínfima que pueda ser, posee en su esencia cierto grado de inteligencia, nada podría existir y evolucionar, ni los Dioses, ni su entorno, ni hábitat alguno para la convivencia de las distintas especies, si no hubiese en su constitución algún grado de inteligencia organizada.

Es a través de este procedimiento que comienza la organización de los cielos, todas    y cada una de las inteligencias, tendrían su espacio, su tiempo, los sonidos ahora respetarían los necesarios silencios, la obra maestra de la creación garantizaba su desarrollo armónico, la mano de Dios marcaba el compás de su partitura, y esa partitura es la ley de los cielos, la verdad infinita.

Este es un camino, el del abordaje de este tema, cuyo transito carece de guías o señales de orientación, muy pocos se han atrevido a recorrerlo, cuando se ingresa al portal de lo que es por el simple hecho de ser, la razón y el intelecto no encuentran el lenguaje adecuado para recrear la experiencia vivida de un modo que pueda ser comprendida por quienes se animen a incursionar por la lectura.

Cuando intento describir lo que mi mente ve, y empiezo a buscar las palabras en mi precario lenguaje, me siento, como enfrentado a un telar, en el cual me propongo crear una hermosa tela cuyo diagrama desconozco, a medida en que avanzo en la trama y me detengo para admirarla, encuentro con que debo desandar lo andado y volver a empezar, esto es, una y otra vez, hasta que logro algo que por lo menos se aproxime a lo que deseo comunicar.

Existen momentos en que uno recibe impresiones que son muy difíciles de transmitir a otras personas, porque el primer gran impacto lo recibe uno mismo, créanme que cuesta muchísimo tener que admitir ideas y conceptos que son como aguijones que traspasan el intelecto y nos dejan en soledad  en medio de lo desconocido.

Los escritos sagrados nos hablan de una trinidad de dioses, las distintas religiones tienen matices diferentes al referirse a Dios el padre, a su hijo Jesucristo y al Espíritu Santo.

Algunas dicen que las tres constituyen un solo Dios, que se expresa en el Hijo de Dios en la carne,  otras le reconocen una identidad individual a cada una de ellas.

Los profetas modernos nos identifican a un Dios de cuerpo tangible e independiente, a su hijo unigénito, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo como un personaje de cuerpo espiritual cuya misión entre los hijos de los hombres tiene cometidos excepcionales en todo lo referente al conocimiento y aceptación del Reino de Dios.

Hay una relativa coincidencia en aceptar, que todos los pecados que el género humano pueda cometer en la carne , le serán perdonados por la expiación de Jesucristo, pero ninguna admite que puedan ser perdonados aquellos pecados que constituyan una blasfemia contra el Espíritu Santo.

Nos hemos preguntado alguna vez, ¿ por qué será ? que se le recubre con un manto de tanta devoción y respeto.

Nada se menciona en las escrituras en cuánto a que género pertenece, El Espíritu Santo, se hace expresa mención de Dios el Padre y de su hijo Jesucristo como pertenecientes al sexo masculino, nadie pone en duda algo tan obvio.

Se nos ha enseñado que somos hijos de Dios y hermanos de Jesucristo, pero nada se nos dice, de algo que nadie menciona, pero todos sentimos, como que falta definir con precisión, ¿ quién ha colaborado en nuestra constitución como hijos de Dios con cuerpos espirituales ? ¿ hay una Madre en los Cielos ?

Y si la respuesta es afirmativa ¿ cual es su aporte de madre entre todos nosotros, sus hijos?

¿ No es acaso, tarea propia de una madre amorosa, el hacer arder el pecho de sus hijos con su influencia ?

¿ De donde provienen los dones espirituales, la luz del conocimiento y la orientación divina ? ¿ quién nos confirma en el corazón la veracidad de todas las cosas ?

He reflexionado mucho sobre este  tema y me pregunto: La tarea asignada en los cielos al integrante de la Santísima Trinidad, conocido por todos por el Espíritu Santo, ¿ no podría ser desempeñada por una Madre Celestial, podría existir un ser mejor calificado que aquel que ha engendrado a todos los hijos de Dios.?

¿ No podría este Espíritu Santo ocupar un cuerpo físico femenino ?

¿ Alguien podría pensar que esto significaría algún menoscabo, falta de respeto o blasfemia a su dignidad ?

Si lo que pensamos, no fuese una idea descabellada, si existiera la remota posibilidad de veracidad, ¿ no nos estaría poniendo las cosas en su debido lugar ?

¿ No estaríamos ubicando al ser mujer, al sexo femenino, en el sitial que la tradición excesivamente machista siempre le ha negado?      

Cuando llego a este punto, me vienen a la mente, las palabras de Nod, antes de abrirme el portal.

“ Si quieres participar, eres bienvenido, pero recuerda las condiciones que las letras te pondrán, observa y escucha , no uses, ni tus oídos, ni tus ojos, usa la mente y el corazón.”

“Las letras entonces dijeron: No te rijas por el tiempo, no te limites por el espacio ni por la distancia, no permitas que intervenga la razón convencional, no dejes ingresar al preconcepto. ”

Hugo W. Arostegui


La Ley de Los Cielos


La ley de los cielos, determinaba, que había llegado el momento de convocar a todas las inteligencias, que han existido desde siempre.

Elohim, la inteligencia mayor, el creador del universo, las había organizado y proporcionado cuerpos espirituales, a su imagen y semejanza, es decir, a imagen y semejanza de los Dioses, de los cuales eran su germen.

En un procedimiento, que debido al velo de olvido que hoy padecemos, no podemos entender, el creador de todas las cosas, las transformó en sus hijos e hijas, criaturas dotadas de una conciencia de ser, que supieron, desde siempre, que tal como ellas eran ahora, su Padre Celestial lo había sido, por lo que eran concientes, que cada uno de ellos, tenía, en si mismo, el potencial de llegar a ser como su Padre es ahora.

Estos hijos de Dios, impusieron su influencia, los unos sobre los otros en virtud del grado de inteligencia que habían alcanzado, si dos estaban presentes, uno era mas inteligente que el otro, y habría otro mas inteligente que ellos, así sucesivamente.

Esa era la gran diferencia y la razón de los distintos niveles de jerarquía, que en la organización de los cielos alcanzaron aquellos mejor dotados para imponer de hecho
su liderazgo sobre aquellos menos calificados.

Los nombres que se distinguían por su capacidad e influencia eran: Jehová, el unigénito, Lucifer, llamado el lucero de la mañana, Miguel, Gabriel, Tubal, Caín,
- quién pactaría con Lucifer, apoderarse de la primogenitura de Adán - , Daniel,
Shulem y otros.

Debemos también destacar a Sara, cuyo significado es princesa, y fue llamada Eva, madre de todos los mortales, Elizabeth, María, Magdalena, Esther, Egiptus – esposa de Cam y madre de Faraón - , Rut y otras.

Los hijos espirituales se fueron ubicando, según su esfera de influencia, en una relación de cercanía al trono de Dios, similar a las ondas concéntricas que ocurren en un estanque de agua cuando se deja caer una piedra, el efecto es el de una generación de círculos, que van adquiriendo una mayor dimensión, a medida en que se alejan de su centro.

Aquellos que estaban situados  cercanos al Trono de Dios participaron activamente en la elaboración de los detalles, la información y consulta se propagaba mediante la emisión de ondas informativas que cubrían todas las constelaciones creadas por las distintas comunidades en que se agrupaban los hijos de Dios, en una relación de ida y vuelta, la emisión de información y consulta, se complementaba, con la recepción de la correspondiente respuesta, asegurando una correcta y fluida comunicación entre todos.

El Padre Celestial, había previsto un medio, conocido como El Plan de Salvación, 
mediante el cual, se preveían todos los detalles relacionados, con el inminente envío, de todos los hijos espirituales, a vivir la vital experiencia, del llamado :  Segundo Estado, de acuerdo a lo previsto en la Ley de Progreso Eterno que rige la existencia de los Dioses.

En realidad, nunca hubo un plan alternativo, lo que sí surgieron, fueron distintos enfoques, en puntos extremadamente sensibles por su relevancia, que despertaron una cerrada resistencia, de algunas de las inteligencias mas brillantes, las cuales no estaban dispuestas a aceptarlos por considerarlos lesivos a sus intereses y ambiciones personales .

Los puntos cuestionados hacen a la preservación de valores esenciales, como lo son
sin duda, la defensa del libre albedrío, la autodeterminación, la pre-ordenación, y la estricta observancia de una ley de obediencia y sacrificio.

Los rebeldes, que resistían estos aspectos del plan, sólo aceptaban la libertad entre iguales, lo que equivalía, a que se determinara a priori, quienes serían los directores del proyecto, a los cuales se le adjudicarían, la gloria y la honra de sus resultados.

En sus postulados, defendían la predeterminación, en sustitución del libre albedrío, alegando, de que de esa manera, se aseguraba la salvación de todos, recompensando su comportamiento, destinándolos al usufructo de los grados de gloria menores - que ya estaban previstos en el plan original  -  en condición de dependencia y vasallaje con relación a aquellos predestinados a la gloria mayor. 

Con esta postura pretendían bloquear la postura del Unigénito, que en defensa de la Gloria del Padre, estaba dispuesto a ofrendar su vida y exponerse al suplicio de la expiación a fin de satisfacer las demandas de la justicia, y de esta manera, redimir a sus hermanos, quienes, a través del arrepentimiento de sus pecados, el bautismo por inmersión, y la mediación del Espíritu Santo, podrían lograr  su exaltación.

En cuánto al Espíritu Santo, de quién los rebeldes  no dudaban de su pureza y poder,
pretendían que oficiase de mediador y garante  de los derechos de cada uno de los hijos de Dios, sin alterar el orden impuesto por aquellos que ejercieran  el poder y la gloria.

A grandes rasgos, esta era la situación imperante en el Reino de los Cielos, previo al Concilio y el motivo de que se realizasen entre unos y otros innúmeros contactos con la finalidad de fijar posiciones y lograr la adhesión a sus postulados.

Se tenía conocimiento de la existencia de  pactos y alianzas que evidenciaban la creación de partidos que negociaban entre sí la estrategia adecuada ante la inminencia de una inevitable confrontación que los involucrase a todos.

Los que integrábamos el comando de campaña del Unigénito, estábamos en conocimiento de los sondeos de opinión que nos llegaban a nuestra mesa de trabajo.

Éstos sondeos indicaban una reñida disputa, si bien, las estimaciones indicaban una relación de 3 a 1 a favor de los postulados del Plan de Salvación, se estimaba que esa diferencia, en el caso de llegar a una confrontación, se reduciría sustancialmente, porque muchos de los encuestados mostraban claros signos de abstención, en el caso de que fueran convocados a defender por la vía de los hechos su postura .

De más está decir, que cada uno de nosotros, estaba determinado a enfrentar a los rebeldes, teníamos muy claro que el enfrentamiento traería consecuencias trágicas y dolorosas, en lo profundo de nuestro ser, albergábamos la esperanza, de que nuestros amados hermanos, depusieran su actitud, que su altivez y arrogancia no les llevase a la desobediencia y al desacato al orden establecido en los cielos.

Nuestro Padre celestial, nos habló, y sus palabras contenían toda la emoción que sólo un padre amoroso podría manifestar, nos dijo, que los cielos llorarían ese día, que la expulsión de Lucifer y sus seguidores, marcaría el comienzo de una prolongada batalla entre el bien y el mal, que se extenderá  a lo largo de los siglos y que sus efectos mas dolorosos y terribles, se manifestarán en el gobierno de las naciones de la tierra, las  que permanecerán bajo el dominio de Lucifer y aplicarán sus enseñanzas, en lo político, en la distribución de la riqueza, en el comportamiento social  y especialmente, en la religión.

Estos son los elementos principales que marcaron los instantes previos al Concilio, lo que allí ocurrió, es parcialmente conocido por los hijos de los hombres, no obstante, si las circunstancias lo permiten, ahondaremos en el comentario de estos hechos, eso sí, lo haremos,  tratando de evitar la mención de circunstancias particulares, que por su proximidad , pudiesen herir, innecesariamente, la susceptibilidad del lector.

lunes, 6 de diciembre de 2010

La Historia de Dina y Siquem


Voy a presentarles a esta pareja de jóvenes, que como todos ustedes saben, han venido a acompañarme, conjuntamente con Cozbi y Zimri, nos dice Zoar, ellos me han pedido que sea yo quien les cuente la historia de sus vidas, ellos han sido protagonistas de una aventura de amor,  que por los motivos que les expondremos, lamentablemente, se convirtió, en una terrible tragedia.

Conozcamos a Dina:

Dina, es la hija menor de la pareja formada por Jacob y Lea, sus hermanos son los siguientes: Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar, el cual fue concebido por causa de las mandrágoras que Rubén le trajo a su madre, y que ésta  a su vez, las usó para alquilar al prostituto Jacob.

Ya sé, no me digan nada, nos dice sonriente Zoar, veo que me están mirando un tanto escandalizados por lo que he dicho sobre Jacob, pero por fuerte que pueda parecerles la expresión, yo pregunto: Si alguien consiente, en vender o alquilar su cuerpo para tener una larga noche de amor,¿no está de alguna manera ejerciendo la prostitución?

Bueno, continuemos presentando a los hermanos de Dina, hablamos de Rubén, de Simeón, Leví, Judá, Isacar, y por último nos faltaba mencionar a Zabulón.

Como pueden apreciar, Dina, proviene de una ilustrísima familia, cuyos hermanos son, nada más, ni nada menos, que los titulares, de ese club exclusivo, que representa a las doce tribus de Israel.

Conozcamos ahora a Siquem:

Siquem es el hijo primogénito de Hamor, el heveo, que era el príncipe de aquella tierra.

Les recuerdo que ha sido a este príncipe, Hamor, el padre de Siquem, a quién Jacob le compró una parte de un campo, en cien monedas, donde plantó su tienda y se fue a vivir con su numerosa familia.

Vale decir entonces, que Dina y Siquem, fueron primeramente vecinos, luego, con la impetuosidad propia de su juventud, se fueron gustando el uno al otro, y surgió entre ellos, lo que primero fueron tiernas miraditas a lo lejos, hasta que la temeraria Dina, se fue animando a dar algunos pasitos, cada vez mas lejos de la mirada de su madre y hermanos para tener un contacto en vivo y en directo con el apuesto Siquem.

Como no podía ser de otra manera, estos encuentros fueron incrementando su intensidad hasta que sucedió lo que tenía que suceder y de lo cual ninguna familia esta libre de experimentar, si nó, preguntémosle, a los castos hermanos de Dina.

los acontecimientos que voy a narrarles, nos dice Zoar, nos van seguramente a impactar por su gravedad y crudeza, por esta razón, voy a preferir que primero leamos el relato bíblico de los hechos, para luego, entonces sí, realizar algunos comentarios al respecto.

“ Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.

Y la vió Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.

Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.

Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.

Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.

Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.

Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.

Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras.

Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.

Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijeres.

Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuánto me dijereis; y dadme la joven por mujer.

Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuánto había mancillado a Dina su hermana.

Y les dijeron: No podemos esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros  es abominación.

Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.

Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo.

Mas si no prestareis oído para circuncindaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos.

Y parecieron bien sus palabras a Hamor, y a Siquem hijo de Hamor.

Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido en toda la casa de su padre.

Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo:

Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres y les daremos las nuestras.

Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncindados.

Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.

Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncindaron todo varón, a cuántos salían por la puerta de su ciudad.

Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.

Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada: y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.

Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuánto habían amancillado a su hermana.

Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo, y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.”
                                                                                  Génesis 34: 1 –29

Confieso nos dice Zoar, que este relato me asquea, me resulta increíble que esté inserto en un libro considerado sagrado, y que se intente de alguna manera hacernos creer que este crimen brutal y despiadado pueda ser presentado como un hecho más entre las travesuras de los hijos escogidos de Jehová : “ Los Israelitas Boys”.

El amigo Moisés, al incluir este macabro episodio entre los tantos que incluye en su Torah, menciona solamente a dos de los hijos de Jacob, a Simeón y a Leví, pero Dina, la cual está aquí entre nosotros, nos declara que fueron todos los hijos varones de su padre Jacob, los que intervinieron en estos actos de barbarie, genocidio, pillaje, robo, secuestro de niños y mujeres, verdaderos terroristas, viles salvajes, escoria de la humanidad.

Dina, nos comenta con lágrimas en sus ojos, que cuando la fueron la buscar sus hermanos, ella ya estaba unida a su esposo Siquem, que sus hermanos mataron delante de ella a su cuñado y a su suegro, quienes le amaron desde el primer día en que la recibieron en su nueva casa.

Ustedes pueden extraer sus propias conclusiones, pero me permito hacerles saber las mías, yo les pregunto y no tienen que contestarme:

Se puede admitir, el engaño, la burla, el desprecio, el permitir que Hamor, Siquem, y todos los hombres y jóvenes hayan circuncindado sus prepucios , en una clara y contundente demostración de solidaridad, de respeto por creencias que no eran las suyas, de capacidad de ofrecer todo lo que poseían en un gesto que los enaltece como ejemplo de convivencia e integración, con un pueblo extranjero al cual no conocían pero que recibían con la mayor buena voluntad.

Repito, me pregunto, es aceptable que los hijos de Jacob, la casa de Israel, actúen mediante el engaño y como las hienas esperen a que la presa este débil y confiada para después proceder a masacrarla en un acto que avergüenza y denigra, que nos hace dudar de que realmente interesen valores tales como la verdad y la justicia.

Debo dedicar un breve espacio de tiempo para hacer una ligera mención a la actitud del padre de Dina, ya lo he llamado de cobarde y permítanme ahondar en el epíteto.

Cuando Jacob se enteró de que Hamor, el padre de Siquem le andaba buscando para hablarle sobre la situación, simplemente se borró, como se suele decir ahora, claro estaba solo, sus hijos estaban en el campo y él no tenia las agallas suficientes como para enfrentar en solitario un tema en el cual estaba en juego el futuro de su propia hija.

Y cuando sus hijos volvieron esa tarde del campo, en lugar de asumir la conducción de tan delicada situación, les dejó a ellos actuar a su antojo, dejando que se divirtieran a expensas de la credulidad de sus confiados vecinos.

No en balde, los Israelitas Boys, fueron capaces de vender a uno de sus hermanos a los mercaderes que pasaron por el desierto,  claro no van a faltar los argumentos de los doctores de la ley, de que lo estaban haciendo para cumplir con el mandato divino.

Cuando Jacob se entera de las travesuras de  sus hijos en la masacre del principado de Hamor, su reacción, es digna del mayor destaque, su actuación, lo pondría encabezando la lista de candidatos al Nóbel a la cobardía, si hipotéticamente hablando, ese premio se pudiese otorgar.

Por suerte todavía hay personas de todas las razas y religiones que han sido galardonados por dignificar los mejores atributos que enaltecen a toda la humanidad.

Pero leamos lo que les dijo Jacob a sus muchachos:

“ Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa. ” 
                                                                                              Génesis 34: 30

Les prometo de que no voy a decir mas nada, no hace falta,  este pasaje que les he citado lo pinta a Jacob de cuerpo entero, ¿ verdad ?, disculpen por insistir, hay veces que no puedo con mi genio.

Esta historia que habéis escuchado, repito es una historia real, son hechos consumados , la evaluación y calificación de los mismos es responsabilidad de cada uno, ustedes ya saben cual es mi opinión, y no voy a repetirla, no se preocupen.

He dejado para el final, contarles que ha sucedido después, veamos:

Siquem, como han podido saber, pasó tres días como recién casado pero no quiere no acordarse de lo mal que lo estaba pasando por el tema de circuncisión, es perfectamente entendible, una pavada de luna de miel la que tuvieron con Dina.

Después de que sus noveles cuñados, irrumpieran abruptamente en su habitación y a filo de espada le quitaran la vida, todo lo demás careció absolutamente de interés, se sintió aliviado de sus dolores físicos y se propuso esperar por el reencuentro con su amada esposa, cosa que ocurrió unos veinte años después.

En el caso de Dina, salió con sus hermanos prácticamente de arrastro, en cuánto pudo habló con su madre, la cual la consoló con gran amor, se vistió de luto, ella había sido desposada por Siquem, por lo que nadie podía negarle su condición de viuda.

Así vivió, estuvo con su madre hasta la muerte de ésta, el resto de sus días prefirió estar en soledad, la relación con sus hermanos era nula, todavía, a pesar de los años transcurridos, ella era para ellos , la deshonrada por Siquem.

Una noche, en medio de sus recuerdos, exhaló su último suspiro y sus labios dijeron suavemente, Siquem, Siquem.

Como era costumbre entre el pueblo de Israel, sus hermanos rasgaron sus vestidos en señal de luto, y contrataron a unas viejas lloronas para que la llorasen durante todo el día.

Poco después, depositaron sus restos en la tierra de Egipto.

Como lo pueden apreciar, aquí están, viviendo su amor a pesar de la adversidad.

La historia de Cozbi y Zimri


Nuevamente Zoar estaba con nosotros para contarnos una historia, y junto a ella los cuatro jóvenes que le habían acompañado en la charla anterior.

Esta historia, nos comenta Zoar, tiene para mí un especial significado, porque para que la podamos comprender mejor, será necesario que nos traslademos en el tiempo hasta una pequeña ciudad que ha sido bautizada con mi nombre: Zoar, que como ya les había dicho anteriormente quiere decir:  pequeña.

Comenzaré mi relato hablándoles de los antepasados de Cozbi, y permítanme adelantarles, que lo que tengo para decirles, es algo que ninguno de nosotros ignora, aunque me atrevo a asegurarles, que lo que se les ha dicho no es más que un breve resumen de una historia no muy bien contada.

Para llegar a conocer a los antepasados de Cozbi, debemos remontarnos a los tiempos de Abraham, más precisamente a la historia de Lot, su sobrino, hijo de su fallecido hermano, Harán.

En realidad, nos comenta Zoar, no encuentro grandes méritos en la persona de Lot a no ser su parentesco con Abraham, lo que sabemos de él es de que siempre se ha sentido inclinado a vivir cerca de las grandes ciudades y ha disfrutar de los placeres que las mismas ofrecían a sus habitantes.

Cuando su tío decide de que deben separarse para evitar enfrentamientos entre ellos debido a los grandes rebaños que ambos poseían, al dársele a elegir hacía  donde dirigirse no tuvo ningún reparo en elegir las mejores opciones, veamos lo que dicen al respecto las escrituras:

“ Entonces Abraham dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

¿ No está toda la tierra delante de ti ? Yo te ruego que te apartes de mí.

Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.

Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.”
                                                                                  Génesis 13: 8 – 11

Entonces Lot, el terrateniente de tierras privilegiadas, comparables con el Edén de Jehová, las ocupó para su ganado y sus sirvientes, porque él, como dijimos, no estaba dispuesto a privarse de la comodidad que le ofrecía la inicua ciudad de Sodoma.

Pasado un tiempo, debido a los conflictos que existían entre los distintos monarcas que gobernaban la tierra, ocurrió lo que relatan las escrituras, veamos:

“ Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;

esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elazar; cuatro reyes contra cinco.

Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.

Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.

Y tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abraham, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.”
                                                                                              Génesis 14: 8 - 12

Es muy claro que Lot, moraba en Sodoma, era un ciudadano prominente de una ciudad condenada por su iniquidad, ahora estaba cautivo, había sido despojado de sus riquezas, pero, no olvidemos que podía contar con su influyente y poderoso tío, sólo se necesitaba de alguien que huyese y le avisase.

Otra vez, leamos lo que nos dicen las escrituras:

“ Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abraham el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abraham.

Oyó Abraham que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.

Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.

Y recobró todos sus bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente. ”
                                                                                              Génesis 14: 13 – 16

Uno pensaría que después de tantas dificultades y de haber estado al borde de perderlo todo, Lot, cambiaría radicalmente de comportamiento, buscando refugio en la inmensidad de sus tierras, pero parece que el buen sentido no era atributo del mundano sobrino de Abraham, como no podía ser de otra manera, se fue nuevamente a vivir en Sodoma.

No encontramos en la controvertida personalidad de Lot ninguna cualidad que le hiciese merecedor de que se asignase a dos ángeles para que acudan al rescate de él y su familia ante la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra, no me cabe ninguna duda nos dice, Zoar, de que la única razón de que esto ocurriera es su parentesco con el patriarca Abraham.

Como todos sabemos, la destrucción de éstas ciudades, ya había sido decretada, no pudo encontrarse una cantidad mínima de justos viviendo allí, que impidiese esta acción, no obstante, como dijimos, se le es asignado a dos varones celestiales el acudir en la búsqueda de Lot y los que estuviesen con él.

La llegada de éstos varones es observada por Lot que estaba sentado a las puertas de la ciudad de Sodoma e inmediatamente sale a su encuentro, y a pesar de la negativa de ellos de pernotar en casa de Lot, fue tanta su insistencia que ambos terminaron aceptando su invitación.

La presencia de estos dos varones extranjeros, no pasó desapercibida entre los varones de Sodoma, al punto de que todos ellos, desde el más joven hasta el más viejo,
rodearon la casa reclamándole a Lot que querían conocerlos.

Los varones de Sodoma, seguramente creyeron que Lot les había birlado a los dos apuestos visitantes, para tener con ellos una fiesta en privado y claro no podían permitirle que les hiciera semejante desprecio.

Hay un pasaje de las escrituras que nos demuestra claramente un aspecto bastante sórdido y nada recomendable, propio de un digno representante de una sociedad como la de Sodoma y Gomorra que había sucumbido en medio de la corrupción y la inmoralidad.

Este pasaje nos dice lo siguiente:

“ Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿ Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche ? Sácalos, para que los conozcamos.”
                       
Antes de continuar, creo conveniente efectuar una ligera apreciación, Lot, conocía muy bien cuáles eran las costumbres que practicaban los varones sodomitas entre sí
y por esa razón, es que intentó resguardar a sus dos invitados, de lo que creía, sería una agresión depravada hacia ellos, es ahí, entonces, que nos hace la demostración sórdida, que les mencioné anteriormente, sigamos leyendo:

“ Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras de sí, y dijo:

Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.

He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os la sacaré fuera, y haced con ellas como bien les pareciere; solamente que a estos varones no les hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. ”
                                                                                              Génesis  19: 6 - 8

Es incomprensible e inaceptable, la actitud de Lot, nada puede justificar el hecho de que haya ofrecido a sus hijas en la forma en que lo hizo, porque lo hizo destacando que ambas eran vírgenes que no habían conocido varón, despertando el morbo y los más bajos instintos de sus conocidos vecinos, a quienes no tuvo ningún reparo en llamarlos, hermanos míos.

Conociendo las costumbres orgiásticas que se practicaban  en Sodoma, decirles que podrían hacer con ellas, lo que mejor les pareciere, nos está demostrando, sin lugar a ninguna duda, de que sabía muy bien lo que les estaba ofreciendo, y que él también de alguna manera compartía esa forma de proceder, la virginidad de sus hijas no era para Lot, nada más que una mercancía, que podría negociarse de acuerdo a las circunstancias.

Lo  que ocurrió después, los acontecimientos previos a la destrucción de estas ciudades, es lo suficientemente conocido como para ahondar en detalles, solamente leeremos, continúa Zoar, algunos pasajes, que nos ayudarán a terminar de demostrar la perversidad de este  tan controvertido sobrino de Abraham; veamos:  

“ Al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma a tu mujer, y tu dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.

Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo  sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.

Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no  mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.

Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos.

He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcanza el mal, y muera.

He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; `déjame escapar ahora allá ( ¿ no es ella pequeña? ),y salvaré mi vida.

Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.

Date prisa, escápate allá, la cual es pequeña; porque nada podré hacer hasta que hallas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.

El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.”
                                                                                              Génesis 19: 15 – 23

Es increíble la actitud de Lot, sencillamente no quería irse de su amada ciudad, fue necesario que los ángeles le tomaran de la mano, a él, a su esposa, y a sus hijas, y tiraran fuertemente de ellos para poder sacarlos fuera de la ciudad.

Y una vez fuera, se tomó el atrevimiento de decirles de que él no podría morar en el monte, que tuvieran paciencia y que le preservaran una pequeña ciudad que estaba cerca para que pudiese llegar allí, y entonces sí, estar seguro con comodidad.

Todas éstas exigencias fueron aceptadas por los dos ángeles, las instrucciones que habían recibido fueron muy claras: pase lo que pase, había que proteger al sobrino de Abraham.

Hasta la ejecución del decreto divino, de destrucción de Sodoma y Gomorra, tuvo que ser demorado, hasta después del amanecer de un nuevo día, para darle tiempo, a este tan distinguido varón, para que pudiera llegar seguro a mi pequeña tocaya, sonríe Zoar, pavadita de privilegios , ¿ no les perece ?.

Para terminar con el tema de Lot y sus hijas, tendremos que hablar sobre los acontecimientos posteriores, es decir, lo que pasó después de la destrucción de Sodoma y Gomorra.

Como ustedes saben, Lot tuvo miedo de morar en Zoar, y se ubicó en el monte, más precisamente, en una cueva, el ahora solitario viudo se reconfortó con la compañía de sus dos vírgenes hijas.

Se dice que las hijas de Lot, tramaron entre sí, un medio de preservar su descendencia, seguramente no pensaron en su tío, y la multitud de varones que trabajaban para él, ellos estaban quien sabe dónde, su padre era un varón y  estaba allí, y aunque formasen un trío,  les pareció, que no podían perderse esta inmejorable oportunidad que se les ofrecía para lograr su tan noble propósito

Parece que en la cueva no estaban tan falto de comodidades, al menos disponían de una buena cantidad de vino, y si alguien es capaz, de transportar vino en su huída de Sodoma, seguramente junto al vino, vinieron las copas y el resto de la vajilla.

Ahora bien, lo que toda persona adulta sabe, es que  para poder concebir una criatura, se hace necesario la participación de dos personas, un hombre y una mujer en un acto sexual en el cual ambos cuenten con la plenitud de su potencial.

Quiere decir que ambos se tienen que estar consientes de lo que están haciendo, además, difícilmente se logre la concepción en una única vez, probablemente, sean necesarias varias tentativas, en otras tantas noches, para alcanzar este propósito.

Lo que yo me inclino a pensar nos dice Zoar, es que lo que realmente ha pasado ha sido un tanto diferente a como nos lo han contado, además, me pregunto: ¿ Quién lo ha contado? porque lo que se nos dice es que Lot y sus hijas estaban solos, la noticia de estos hechos sólo pudo provenir de alguno de ellos; como nadie más ha sido testigo tendrá cada cual que sacar sus propias conclusiones.

Ahora, recordemos que Lot y sus hijas eran ciudadanas de una ciudad extremadamente corrompida, y que según parece, todo indica, de que se sentían muy a gusto viviendo allí, su poder económico les permitía relacionarse con la flor y nata de la ciudad, de manera de que podemos presumir de que estaban invitados a cuánta fiesta se organizara por los alrededores.

Una de las fiestas mas populares eran la orgías en  honor al dios Baco, las tan conocidas bacanales, donde regándose con bastante vino se revolcaban unos sobre otros en una desenfrenada búsqueda de placer y lascivia.

Es por esta circunstancia que me permito sugerir, que lo que realmente sucedió, es que las hijas de Lot y su padre organizaron una íntima fiesta en honor a Baco y en medio de la alegría y desinhibición que da la ingesta de alcohol, ofrecieron sus cuerpos al placer y como directa consecuencia ambas quedaron embarazadas.

Halla sido, lo que halla sido, lo cierto es las hijas de Lot quedaron embarazadas de su padre.

Ahora, sí, leamos lo que nos dicen las escrituras:

“ Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre.

Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy.

La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es el padre de los amonitas hasta hoy.”
                                                                                                          Génesis 19: 36 – 38

Lo que me resta por decirles, es que Cozbi, es hija de uno de los príncipes Moabitas,
una descendiente de Lot, el sobrino de Abraham.
   
Entonces, ahora conocemos un poco mejor a la familia de Cozbi, ¿ verdad? , nos preguntaba Zoar, como pueden ver, ella proviene de la nobleza moabita y ha sido educada en todo lo relacionado con las promesas que Jehová Dios; había dado al patriarca Abraham.

la historia de la gran hambruna que obligó a Jacob Israel, refugiarse en Egipto, era por todos ellos conocida, como también les había llegado la noticia que habían logrado salir de la esclavitud y que eran conducidos por Moisés a través del desierto.

Ellos conocieron a Moisés en la época en que se había escapado de Egipto y había buscado refugio en la tierra de Madián, de hecho estaban emparentados con su mujer, Séfora, hija de Reuel, también conocido por Jetro, sumo sacerdote, muy respetado por haber sido  ordenado por Caleb , cuya línea de autoridad provenía directamente de las manos de Jehová.
                                                                      
De manera de que cuando se enteraron de que los Israelitas habían constituido un pueblo numeroso, fuerte y vigoroso, cuyos varones poseían la cultura de una civilización tan avanzada como la egipcia, todas las doncellas en edad de formar pareja estaban ansiosas por conocerles e invitarles a participar de sus festividades en honor de  Baal-peor.

El pueblo de Israel se había instalado en los alrededores de Moab, y como no podía ser de otra manera, sus hombres jóvenes, que no se destacaban por su obediencia a las rígidas normas de Moisés, comenzaron a frecuentar a las hijas de Moab.

De esta manera se fue creando un clima muy especial entre ellos, los jóvenes de hoy en día creo que definen este clima como que “ había mucha química entre ellos” .
    
Mejor será, nos dice Zoar, que leamos lo que ha escrito Moisés al respecto:

“ Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,

las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió y se inclinó a sus dioses.

Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.”
                                                                                  Números  25: 1 – 3

Zoar, nos dijo con relación a esta escritura, creo yo, y espero que entiendan de que es una apreciación personal, que el furor encendido, provino más del propio Moisés que de Jehová, me imagino cómo debía sentirse de tener que conducir a un pueblo que a la menor oportunidad no perdía tiempo en envolverse en todo tipo de iniquidades.

Comprendo de que debía tomar medidas drásticas, y por esa razón es que atribuyó a un mandato de Jehová, y perdonen que emplee este término -  atribuyó – porque me resisto a creer que se le haya ordenado ahorcar a todos los príncipes delante del Sol.

Los hijos de Israel sintieron el impacto de esta decisión pues se congregaron a llorar a las puertas del tabernáculo de reunión a la espera del cumplimiento por parte de los jueces de la orden de ejecución impartida por Jehová.

Para ayudarnos a comprender mejor estos acontecimientos, es necesario que sepamos que los israelitas no se encontraban simplemente de paso por Sitim, los escritos nos dicen que “moraban” en ese lugar y eso significa de que estaban en ese lugar durante un tiempo relativamente prolongado.

Estas relaciones de confianza entre unos y otros no ha sido algo imprevisto y espontáneo, lo que sucedió fue la consecuencia de la convivencia entre dos culturas que diferían sustancialmente en todo lo relacionado a la relación entre un hombre y una mujer.

El culto a Baal-peor incluía la celebración del “Hieros Gamus” representado en lo hoy conocemos como “la estrella de David”, que no era otra cosa que la unión sexual, los símbolos de las deidades masculinas y femeninas, Yahweh y Shekinah.

Como seguramente ahora comprenderán, la celebración de estos llamados sacrificios - en el sentido de sacro – oficio, que los moabitas realizaban en honor a sus dioses, resultaban una verdadera tentación para los jóvenes guerreros israelitas, recordemos que sus padres, habían dejado sus huesos en el desierto, y que era a ellos a quienes les correspondía entrar en la tierra prometida por Jehová.

Como dije, prosigue Zoar, éstos jóvenes, que vivían reprimidos en grado sumo, por las estrictas normas impuestas por Moisés, por mandato de Jehová, las que les impedía realizar cualquier intento  de acercamiento con  las doncellas israelitas, encontrarse con un pueblo que hacía gala de homenajear a sus dioses en la forma que les he descrito les resultaba una atracción verdaderamente irresistible para ellos.

¿ Comprenden ahora,? ¿ porqué eran tan propensos a desviarse e ir en procura de la adoración a otros dioses ?.

El joven israelita Zimri, un apuesto muchacho de carácter afable y romántico, era  hijo de Salu, el cual era jefe de una familia de la tribu de Simeón, y practicaba el uso de instrumentos de percusión con los cuales deleitaba a quienes tuviesen la oportunidad de escucharle.

Su relación con Cozbi, se había iniciado a través de su música, ella solía acercarse a escucharle y poco a poco fueron sintiendo una cálida y tierna atracción del uno por el otro, ambos eran muy jóvenes, diría que adolescentes, Cozbi, contaba con 15 años y Zimri ya había cumplido sus 17.

Cuando sucedieron los acontecimientos que motivaron la ira de Moisés, Zimri y Cozbi, comprendieron, que desde ese momento en adelante, ya no volverían a tener la posibilidad de estar juntos, la situación les pareció terrible y difícil de sobrellevar.

En su inocencia, pensaron que quizás todo no estaba perdido, que podrían ir de la mano y hablar con sus hermanos, delante de Moisés y de toda la congregación, estaban dispuestos a confesarles su amor y su ferviente deseo de permanecer juntos.

Dejemos que el relato de las escrituras nos cuenten lo que pasó:

“ Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel: Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor.

Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo a una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión.

Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo  de Aarón,  y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel y a la mujer por su vientre.

Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.”
                                                                                              Números 25: 5 – 8

Sinceramente, nos dice Zoar, no tengo deseos de continuar con esta historia, lo que más me causa dolor y desazón , es la increíble justificación que se hace de la acción pecaminosa de Israel atribuyéndole toda la responsabilidad a los madianitas, tal como se desprende de este pasaje que les citaré:

“ Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

Hostigad a los madianitas, y heridlos.

Por cuánto ellos os afligieron a vosotros con sus ardides con que os han engañado en lo tocante a Baal-peor, y en lo tocante  a Cozbi hija del príncipe de Madían, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Baal-peor.”
                                                                                              Números 25: 16 – 18

Hay veces que pienso, reflexiona Zoar, que el impedimento dado a Moisés de entrar con su pueblo a la tierra prometida, no ha sido solamente por haber destruido las tablas de la ley.

Cuando Zoar, se disponía a dar por concluida se exposición, Zimri, que había permanecido en silencio, nos dijo: Desearía agregar algunas palabras a lo expuesto por Zoar :

El relato de Zimri:

Todo lo que les ha contado Zoar, ha sucedido tal como lo contó, cuando estuve delante de Finees y me ví enfrentado a su lanza, temí por la seguridad de Cozbi y lamenté profundamente el haberla animado a hacer lo que hicimos.

Todo sucedió tan rápidamente, que no tuvimos tiempo de nada, llenos de asombro Cozbi y yo, estábamos mirando nuestros cuerpos cubiertos de sangre en medio de tantas personas, allí estaban mis hermanos, mis padres, parientes y amigos y nosotros no entendíamos que había pasado, estábamos siendo espectadores de nuestra muerte pero no sentíamos la muerte.

Después de esta primera visión, nos fuimos alejando tomados de la mano, cada vez más y más, hasta que la escena de nuestros cuerpos tendidos en la tierra se perdió en la distancia.

En nuestro nuevo estado, muchas veces nos hemos preguntado, si realmente todo aquello había sucedido, sino estábamos siendo partícipes de un sueño, que, al despertar, nos dejaría otra vez en medio de nuestros seres tan queridos.

Con el tiempo todo se comprende mejor, siempre nos acompañó un sentimiento de angustia por lo que entendíamos había sido injusto para ambos, creíamos que no  éramos dignos del amor de Dios y hasta llegamos a creer que él nos había olvidado.

Un día nos visitaron, Nod, Gabriel, y Zoar y nos preguntaron como nos sentíamos, si podían ayudarnos en algo, fue entonces que compartí con ellos los sentimientos que nos embargaban en cuánto al amor de Dios y si realmente sabría algo de nosotros.

En ese momento descubrimos la grandeza de Gabriel, nos miró con ternura y tomando nuestras manos entre las suyas, nos dijo:

Hace un tiempo atrás, un gran hombre, profeta de Dios, se encontraba agobiado por la angustia, él, al igual que ustedes, se preguntaba, sobre cuáles serían los planes de Jehová y si sería capaz de recordar el sufrimiento de los que padecen injusticias y si su juicio estaría vigente para con aquellos que son capaces de actuar injustamente.

He aquí, su pregunta:

“ Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿ por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quién les gobierne?

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.

 Y Jehová me respondió, y dijo:

Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.

Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio, que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos los pueblos.

¿ No han de levantar todos éstos el refrán sobre él, y sarcasmos contra él ? Dirán:

¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿ Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda ?

¿ No se levantarán de repente tus deudores, y se despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos ?

Por cuánto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan en ellas.

¡ Ay del codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal !

Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.

Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.

¡ Ay del que edifica ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad !

¿ No es esto de Jehová de los ejércitos ? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano.

Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.

¡ Ay del que da de beber a su prójimo ! ¡ Ay de ti que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez !

Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tu también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.

Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y del robo de la tierra, de las ciudades y de todos los que en ellas habitaban. ”
Habacuc  1: 13 – 14  2: 1 – 17


Desde ese día, en que me habló Gabriel, nos comenta Zimri, pude comprender la justicia de Dios.

Ay muchos necios que piensan que las advertencias de Jehová, no es aplicable a ellos, que están dirigidas a otros pueblos y naciones, aún no han comprendido que cuando habla Jehová, a los suyos, habla, a través de sus profetas, habla, para los que asisten a sus congregaciones, habla. ¿ para quién más ?.

Gracias por escuchar nuestra historia.