Una vieja guaracha muy popular tiene en su estribillo esta
frase:
“Cada cual con su cada cuala, la vida se desliza y el mundo se
resbala” Pepe Iglesias, “El Zorro”
La Psicología es la ciencia que estudia la subjetividad humana, y
la subjetividad es ese mundo interno que todo ser humano posee, real pero no
palpable a simple vista y en el que se funden inexorablemente cogniciones y
afectos.
La única manera en que podemos acceder a la subjetividad humana es
a través de los diferentes comportamientos explícitos e implícitos que exhiben
las personas, y a ese conjunto de comportamientos se le ha llamado
históricamente en esta ciencia: conducta,
expresión de la Personalidad en la que también está siempre presente la unidad
de cognición y afecto. Es por eso que la Personalidad no es más
que la manera en que se expresa la subjetividad humana de manera individual.
Todos tenemos una Personalidad, con matices individuales que la
hacen, única e irrepetible, la cual se forma a partir de la relación que se
establece entre nuestras características y condiciones biológicas, la
influencia del medio social en el que nos hemos desarrollado a lo largo de la
vida y nuestras particularidades psicológicas, pues no todos percibimos y
aceptamos la vida de igual forma.
Con frecuencia escuchamos la popular frase que dice:" Cada persona es un mundo", y como casi siempre la sabiduría popular
no se equivoca, esta frase se ha comprobado también científicamente, desde la
Psicología, pues cada ser humano posee una particular jerarquía de necesidades
y motivos, rasgos propios del carácter, intereses, hábitos, actitudes, ideales, proyectos de vida y concepciones del mundo, entre otras formaciones
psicológicas que se van conformando de manera particular, constituyendo así la estructura de su Personalidad.
lo que
desea, lo que hace para lograrlo y el reconocimiento de hasta que punto puede
llegar, aceptando así elementos contradictorios, sin que se destruya la
estabilidad de su autovaloración. Esto se expresa a través de ricas, variadas,
coherentes y profundas reflexiones del sujeto sobre sí mismo y en la
posibilidad que este posea de prever adecuadamente los niveles de realización
que puede alcanzar.
Por lo expuesto anteriormente, lo del título de “cada cual con su cada cuala” alguno podría pensar de que se trata de una referencia a nuestra natural inclinación a vincularnos con el otro o la otra en el desarrollo de nuestras relaciones sociales pero en realidad nuestra intención es que logremos hacernos una “introspección” al interior de cada uno, para intentar conocernos mejor, para comprender nuestras manías más simples que sin lugar a dudas las tenemos, y de esta manera aceptarnos tal como somos, nuestro valor neto, sin el agregado de lo que pensamos que somos pues como bien suele decir un amigo mío: “Ninguno es un billete de cien dólares” para que todo el mundo lo quiera.
Hugo W.
Arostegui
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