“Bendito el que hizo el por qué
pa' disculpas de los males,
bendito el que hizo el por qué
pa' disculpas de los males,
si te lo querés saber
preguntá y después contame.
Porque tengo razón
que no tengo razón,
que me falta un ojal
que me sobra un botón.
Porque sí, porque estoy,
porque no, que me voy,
porque soy, porque doy,
porque fui. “
pa' disculpas de los males,
bendito el que hizo el por qué
pa' disculpas de los males,
si te lo querés saber
preguntá y después contame.
Porque tengo razón
que no tengo razón,
que me falta un ojal
que me sobra un botón.
Porque sí, porque estoy,
porque no, que me voy,
porque soy, porque doy,
porque fui. “
Una vez
dijimos que cuando sabemos algo o mejor dicho, cuando pensamos que sabemos
algo, y luego lo divulgamos, indefectiblemente, opinamos, y la emisión de nuestra
opinión con seguridad estará impregnada de todas nuestras razones o los
consabidos por qué de los “detalles agregados”
Parece que
cuando nos extendemos en nuestros considerandos en el desarrollo de nuestro
tema en cuestión perdemos un poco la noción de “dónde estamos” y debe ser por
esa causa que en algunas oportunidades “las cuentas no nos cierran” vale decir,
o nos sobra un ojal o nos falta un botón.
Según
suelen decir los entendidos en la materia, esta puede ser la causa de los malos
entendidos, los consabidos “corto circuitos” el elemento humano de la razón de
la sinrazón.
Hugo W.
Arostegui
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