lunes, 26 de junio de 2017

Rumiando Pensamientos


¿Eres de las personas que piensa todo a fondo, antes de actuar? Entonces quizás es momento de dejar a tu cerebro en paz. No es que pensar sea malo, todo lo contrario, pero pensar demasiado puede ser un obstáculo en el camino para alcanzar lo que deseas.

 Resulta ser que nuestro cerebro es capaz de operar a nivel inconsciente con una gran efectividad. Esto es posible porque aprende con rapidez y luego es capaz de ejecutar acciones “en automático”. Es lo que el neurocientífico David Eagleman llama “los programas impresos en el sistema”. 

Con ello quiere decir que una vez que nuestro cerebro aprende a hacer algo ya no le dedica tanta energía a repetir esa acción, y lo mejor, es capaz de mejorar el desempeño a medida que avanza en la práctica.

Tu clase de yoga. Las primeras sesiones obligan al cerebro a aprender una cantidad de poses, un ritmo de respiración, y de paso, a concentrarse en el presente. Nada fácil. Pero a medida que avanzas en la práctica se desarrolla una memoria que mueve al cuerpo sin necesidad de pensar en cada detalle. Así llega el momento cuando vas de una pose a otra simplemente porque el cerebro sabe lo que tiene que hacer. Lo mismo sucede con el tenis o el manejo de un auto. Así se desarrolla lo que en artes marciales se llama munshi no shin o “mente sin mente”. Es acción sin intervención del pensamiento racional y consciente.

Lo que sucede a partir de ese instante es que comienzas a fluir con la acción y tu conciencia es capaz de entrar en terrenos más sutiles y enfocarse en la profundidad del presente. Paul Zehr, profesor de neurociencia y autor de Black Belt Brain, sugiere que no se trata de no usar el cerebro, al contrario, la idea es usarlo de manera más efectiva y eficiente. Para ello hace falta dejar que nuestro sistema nervioso trabaje libremente en ciertas acciones sin estar intentando hacer las cosas a propósito y tras mucho pensar.

 Otro ejemplo: cuando los deportistas caen en un bajón suelen decir “es que estoy pensando demasiado en lo que hago mal”. Con esto se refieren a que están tan pendientes de sus movimientos que no dejan espacio a la sabiduría del cuerpo. Y acá es donde viene una aclaratoria importante: este estado de fluidez en el presente, que permite la acción del inconsciente, es posible luego de haber hecho el esfuerzo de aprender y practicar mucho. No cae del cielo.

 Lo que nos trae de vuelta a la costumbre de pensar mucho las cosas antes de actuar. Porque si bien la conciencia de nuestras acciones y la atención que surge de la mente racional es vital para desenvolvernos en el presente, no podemos estar constantemente “metiéndonos en el camino” de nuestro cerebro. 

¿La razón? Este órgano maravilloso es más complejo y profundo que nuestros pensamientos. Estos son, a fin de cuentas, una manifestación de la mente, pero no lo son todo. Nuestro cerebro está conectado de forma más integral a nuestro cuerpo y alma (si crees en ella).

¿Le dedicarías unos minutos a pensar en esto? No lo pienses demasiado y prueba. Déjate fluir, abriéndole la puerta a tu intuición y sabiduría interna, y lo más importante, disfruta el paseo.


 ¿O acaso eres también de esas personas que van rumiando pensamientos cuando navegan río abajo?

La Mente Humana


La mente humana es un verdadero crisol de enigmas. Aún con todos los avances que ha tenido la ciencia, son muchas más las preguntas que las respuestas en torno a la forma de funcionar nuestro cerebro y a todo el partido que le podemos llegar a sacar.

Aunque parezca imposible de creer, la mayor parte de las cosas que hacemos con nuestra mente todavía no tienen una explicación definitiva. La ciencia ignora los detalles de por qué y cómo soñamos, cómo se forman exactamente los recuerdos y qué mecanismos hacen posible el desarrollo y el cambio de las emociones, entre otros.

“La mente se estira por una nueva idea o sensación, y nunca se contrae de nuevo a sus antiguas dimensiones”
-Oliver Wendell Holmes-

Cada día se realizan innumerables experimentos en el mundo, todos con el objetivo de desentrañar los hilos ocultos que mueven nuestra mente. Y así mismo, constantemente aparecen nuevos datos, que nunca dejan de maravillarnos. Estos son 9 de esos datos curiosos.

Mecanismos ocultos de la mente
A continuación te presentamos algunos mecanismos ocultos de la mente:
Se ha comprobado que las personas logran establecer una mayor empatía con quienes les tocan el antebrazo y/o les hablan por el oído derecho, durante una conversación. Así mismo, que cuando las personas imaginan o inventan una respuesta, tienden a mirar hacia arriba y a la derecha.

Si verdaderamente tratan de recordar algo, mirarán hacia abajo y a la izquierda. También se sabe que las personas tienen más posibilidades de conseguir un empleo profesional si se presentan con gafas a la entrevista. Los anteojos se interpretan inconscientemente como una señal de especialización e inteligencia.

l tiempo promedio que tarda una persona “normal” en olvidar un gran amor es de 17 meses y 26 días. De la misma manera, una investigación estableció que al sufrir una quemadura se activan determinadas redes cerebrales. Lo curioso es que la misma red se activa cuando sufrimos un rechazo amoroso.

Las personas deprimidas tienen un volumen tres veces mayor de sueños, que el de las personas que no están tristes. Y en cuanto al dolor físico, el mirar una fotografía de la persona amada puede reducir un dolor físico hasta en un 44%. El efecto es casi idéntico al de un analgésico común.

Curiosidades del cerebro
El cerebro nunca dejará de sorprendernos, algunas características curiosas relacionadas con este órgano son:
El cerebro de los niños que han sido expuestos a violencia familiar tiene los mismos patrones de actividad que el de los soldados que han combatido en una guerra. La verdad es que cada pensamiento es, literalmente, una vía física que se construye dentro del cerebro. 

Cuantas más veces tengas ese pensamiento, más profunda es la huella que deja esa vía y más fácil que vuelva a llegar a la mente. Por eso es bueno tener pensamientos alentadores continuamente.
Los videojuegos pueden generar una adicción tan fuerte como la de la heroína. 

Seguramente esto tiene que ver con los mecanismos que activan la voluntad, porque, la fuerza de voluntad depende en gran medida de la cantidad de oxígeno y glucosa en tu cerebro. Cuando estás fatigado, o tienes hambre, te será más difícil decir “no” o perseverar en algún objetivo.

Y hablando de fatiga, se estima que una persona promedio pierde la concentración después de 90 minutos continuos de estar enfocada en algo. De ahí la importancia de las pausas.

En nuestros cerebros las neuronas se conectan de muy diferentes formas. Más exactamente 10 veces elevadas a un millón. Y es que si el cerebro fuera un disco duro, estaría en capacidad de almacenar hasta 4 terabytes de información. De hecho, cada uno de nosotros tiene alrededor de 70 mil pensamientos al día, aunque varios de ellos se repiten.

No por nada el cerebro pesa tan solo 1.5 kilogramos en promedio, pero consume el 20% de la energía y del aire que emplea el organismo.

En un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, se comprobó que quienes se alimentan con comida sin conservantes ni colorantes artificiales, lograban obtener puntuaciones en los test de inteligencia un 14% más altas. Por lo tanto, lo que comemos sí afecta la forma en la que nuestro cerebro opera y se configura


domingo, 25 de junio de 2017

Recetas Para La Vida


Todas las experiencias son una oportunidad para crecer

Cada persona lleva su propia carga, según la filosofía china toda persona tiene 89 problemas, estos los tiene que resolver en el transcurso de su existencia en la tierra. Son precisamente estos problemas y situaciones difíciles las que dan sabor y sazón a la vida. Es muy difícil querer vivir la vida de otros, 
cada quien tiene exactamente los medios para poder salir adelante con sus posibilidades. 

Por más que escuchamos problemas dolorosos de otras personas, al final del día no queremos, ni podríamos vivir con estos. Aprender a tomar todo lo bueno y lo malo de las experiencias que nos toca es una receta que no falla para poder vivir en paz con uno mismo.

No existen las coincidencias, ni los accidentes; lo que tienes y lo que te pasa es justamente lo que necesitas para crecer y ser mejor.

La grandeza de la persona se logra solo con el trabajo personal y consiente de quererse superar diariamente.

Tú tienes lo que necesitas para ser grandioso en tu entornoCada persona nace, en el tiempo, el lugar, la familia y las circunstancias que necesita para poder desarrollar sus capacidades y lograr una gran vida. Todo es parte del plan.

Cada quien tiene su propio destino, misión y propósito. No hay que envidiar ni desear la vida de otros. En lugar de ver y comparar lo que no se tiene; es importante agradecer y valorar lo que si se tiene, de esta manera, crece la apreciación y el verdadero amor a la vida.

Cada uno tiene que vivir bajo su propio estándar. No se trata de tener más sino de ser mejor cada día. El entorno y las situaciones de cada quien, son tan solo pruebas que se presentan para poder crecer y desarrollar el carácter y las potencialidades. Donde lo único que importa son los logros, el crecimiento y el aprendizaje.

La vida es un gran bufet donde cada uno elige qué quiere: imagina una larga mesa donde en lugar de comida hay actitudes, emociones, sentimientos, valores y responsabilidades... Escoger cada una de ellas está en ti; solo tú tienes el poder de tomarlas.

Habrá mucha gente que te sugiera qué tomar de ese bufet, pero quien hace la decisión final eres tú.
Este gran bufet nos ofrece: alegrías, tristezas, desafíos, éxitos, fracasos, responsabilidades, compromiso, lealtad, enojo, fe, amor, tiempo, malos hábitos, buenos hábitos, perseverancia, constancia, actitud, rencor, perdón, armonía, disciplina, enfoque, visión, sueños, pensamientos negativos, determinación, oportunidades, respeto, confianza, autoestima, optimismo, paciencia, tolerancia, pasión, pensamientos positivos, creencias, etcétera... pero la única persona responsable de los resultados de acuerdo a tu elección siempre serás tú, no puedes culpar a los demás de tus resultados.

Yo te invito a reflexionar sobre qué papel estás jugando, al final, todos estamos aquí de paso y nuestra misión es dejar un mundo mejor, y eso se logrará poniendo cada uno de nuestra parte y sembrando una semilla que con el tiempo dará frutos.

Hugo W Arostegui



La Pereza


“Todas las personas hemos conocido la pereza.
Quizá haya sido compañera en tu vida durante un largo periodo de tiempo.
Quizá sólo apareció en ocasiones y después desapareció, sin dejar huella”

La pereza es amiga de la comodidad, de lo conocido, de no arriesgarse.
Cuando nos acompaña, sólo queremos permanecer con ella, en soledad, sin hacer nada, sin movernos, sin investigarY no es casualidad, que precisamente cuando viene a visitarnos la pereza, es cuando más necesitaríamos salir, arriesgar, probar cosas nuevas…Se trata de una “errónea estrategia emocional y mental”, que aparentemente nos protege de todo aquello que nos desborda, que nos hace sentirnos mal, que nos da miedo…

Por eso, la pereza aparece en nuestras vidas, precisamente, cuando estamos desbordados, cuando los problemas son demasiados, cuando todo nos hace daño, y no sabemos qué hacer, o no queremos hacer nada…

La pereza, nos protege de cualquier movimiento, porque dispone a todo nuestro cuerpo y a nuestra mente al “descanso”.
Pero, ¿realmente descansamos, estamos tranquilos? Sólo el recuerdo de la pereza, ya despierta en nosotros una sensación incómoda, de malestar…sabemos que “algo debemos hacer”, pero como no sabemos ni por dónde empezar, seguimos ahí… tirados en el sofá, dejando pasar los días, sin tomar decisiones, sin dar pasos, sin arriesgar nada, sin hacer deporte, sin buscar trabajo, sin estudiar, sin dejar de fumar…

Si su compañía no es agradable, nos irá mejor sin ella.Lo que sucede es que ahora, después de un tiempo “perezoso”, no es fácil.

Te propongo hacer un plan, en primer lugar, algo sencillo, no muy arriesgado ni atrevido, con el fin de comenzar a moverte, a salir… para caminar hacia algún destino sencillo.

Y en segundo lugar, imponte a ti mismo cumplirlo, cada día, sin excepción.Esto generará satisfacción y movimiento, y el movimiento genera más movimiento, que es el motor que necesitamos para dejar atrás la pereza.

Si en tu casa, un día entró la pereza, déjala sola, sal de allí, proponte un plan y cúmplelo. Invita en cambio a tu fuerza de voluntad, con ella conseguirás caminar, realizar planes, motivarte hacia el cambio…

Cultivar la fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad hay que cultivarla, hay que invitarla y cuidarla, para que se quede contigo. Lo único que necesitas es tener la “voluntad”, es decir, “querer” dejar la pereza, y retomar tu vida .Para ello, emplea todas “tus fuerzas”, ésas que existen dentro de ti cuando algo te importa mucho y vas a por ello. En la medida que sacas esa “fuerza interior”, sentirás que más tienes, que eres fuerte, y que si te lo propones, nada ni nadie puede pararte, ni volverte a encerrar en la pereza, porque puedes conseguir lo que quieras.

Y lo mágico de éste descubrimiento, es que aunque en un principio, te costó un esfuerzo, te lo tuviste que imponer, poco a poco, vas reconociendo, que la fuerza de voluntad nace sola, porque son muchas las cosas que te motivan y te ponen en movimiento, y sin necesidad de ningún esfuerzo, lo haces.


Por eso, el regalo de éste comienzo “forzado”, es la satisfacción y la motivación de “ponerse en acción”, que te hará sentirse muy bien contigo mismo.

Identidades


Para tener un criterio de identidad personal es necesario desarrollar el concepto de intimidad, el cual se adquiere en la infancia cuando poco a poco el niño aprende a distinguir entre la idea de yo y los demás. Cuando se consolida la noción del yo, la persona ya puede empezar a comprender quién es. Pensamos y observamos lo que nos rodea externamente y paralelamente estamos en un cuerpo, con unos sentimientos e ideas en relación con nuestro interior. Es una especie de diálogo íntimo y este rasgo es una parte de nuestra identidad personal.

Cada ser humano es único en medio de semejantes que no son idénticos entre sí “En este mundo cada persona representa algo nuevo, algo que nunca ha existido todavía, algo único y original. Es deber de cada uno el saber... que nunca ha existido en el mundo nadie semejante a él, porque si hubiese existido alguien semejante a él, ya no sería necesaria su existencia. Cada persona en el mundo, es una cosa nueva y está llamada a realizar su peculiaridad. Y eso es, precisamente, lo que cada persona tiene que defender de sí misma.

La cultura es otro elemento esencial que compone la identidad personal de una persona, ya que a través de ella, las demás personas logran conocer al individuo por sus actos, e identificarlo por las tradiciones que éste práctica, si se encuentra en otro país, aunque hay personas que independientemente cual sea su tradición, opta por adoptar las de otro país, sin embargo aun así se distingue cuál es su lugar de procedencia.

La identidad colectiva es aquella que el ser humano crea por si solo y que trae por nacimiento como el habla y la familia, pero somos nosotros los que creamos nuestra misma identidad ya que somos nosotros solos los que tomamos nuestras decisiones individualmente, por ejemplo; a qué partido político pertenecer , en que creer, ya que nadie nos obliga a creer en lo que creemos…Por lo tanto creemos que la identidad colectiva es aquella por la cual te das a conocer ante la sociedad o ante el mundo exterior exponiendo todo tu potencial ósea que la identidad colectiva es todo aquello a lo que tu perteneces y lo que los demás ven en tu persona seas buena o mala,.. Te reconocen por lo que eres.

A veces damos importancia a todo lo que la gente dice de nosotros como persona, a veces aciertan, a veces no, tanto que esto afecta nuestra identidad personal especialmente nuestra autoestima, la identidad colectiva no se trata de cómo te tilde la gente sino de cómo aportas a la sociedad o como te haces un ser sociable o en que participas para darte a conocer ante ella, eres la persona que la sociedad hace o crea dependiendo de los grupos a los cuales perteneces.

La identidad es lo que permite que alguien se reconozca a sí mismo. En consecuencia, la identidad personal es todo aquello que nos define como individuos. Tenemos conciencia de la identidad porque tenemos memoria, sin ella sería imposible nuestro propio reconocimiento. De hecho, cuando alguien pierde la memoria pierde el elemento esencial de sí mismo.


Aunque estemos permanentemente cambiando desde un punto de vista físico y cognitivo, es evidente que en el proceso de transformación hay algo que se mantiene inalterable: la convicción de que somos la misma persona en todo momento. Es una idea algo paradójica, ya que cambiamos cada día y al mismo tiempo no cambiamos.

Complementos Humanos


El hombre y la mujer se complementan físicamente: para poder ser fecundos y engendrar hijos; el hombre tiene por lo general, más fuerza física que la mujer, pero la mujer suele ser más resistente a las enfermedades y al dolor.

Hemos llegado a un momento en que la técnica nos ha permitido estudiar el cerebro masculino y el femenino, y comprobar que son muy distintos, desde el tamaño, hasta la manera de funcionar y el tipo y cantidad de conexiones entre los dos hemisferios que los conforman.

Nos complementamos psicológicamente: porque pensamos y actuamos diferente, por ejemplo, la mujer habla mucho y el hombre no, la mujer tiene muy desarrollada la intuición y el hombre es analítico y concreto. También percibimos de manera distinta las cosas.

Nos complementamos espiritualmente porque la mujer es más espiritual que el hombre y tiene que ayudarle a crecer en este aspecto, porque a él le cuesta mucho, ya que ellos son muy prácticos y les gusta “hacer” cosas.

 Estos son sólo algunos de los principales modos en que somos distintos, sin que esto signifique que así tenga que ser, pero es como se dan las diferencias por lo general o el la mayoría de los casos.

La complementariedad no sólo se da en la pareja o en la familia, sino que en todas las actividades humanas: también en la vida profesional y social, si se comparten las actividades entre hombres y mujeres, van a funcionar mejor, pues se ven puntos de vista diferentes y se enriquecen todos.

Hugo W Arostegui


Todos Para Uno


En estos últimos años parece que el número de protestas y manifestaciones se ha incrementado. Desde los levantamientos en países árabes, calificados como “primavera árabe“, la indignación se extendió como la pólvora y en occidente surgieron movimientos como el 15-M, occupy Wall Street o la revolución de los paraguas. Al margen de estos grandes movimientos, manifestaciones más pequeñas se han producido por todo el mundo con más o menos suerte. ¿Qué hace que la gente se manifieste?

Independientemente de la consecución de los propósitos, es un hecho que salir a la calle es una forma válida de protesta. Si bien resulta difícil concebir como ilegal una protesta pacífica, los gobiernos intentan mantener lo más bajos posibles los niveles de las manifestaciones ya que, en muchas ocasiones, los intereses son opuestos. Para ello, se han intentado controlar que la gente se manifieste de diferentes formas, como impidiendo las grandes reuniones en la calle sin consentimiento previo.

Aun así, mucha gente sigue optando por unirse a las manifestaciones con la esperanza de que sus protestas sean escuchadas y atendidas. Por otro lado, mucha gente, normalmente la gran mayoría, no participa en las manifestaciones. Entonces, ¿qué es lo que hace que algunas personas participen y otras no?

Algo está mal
En primera instancia, para que la gente se manifieste es necesario que haya un motivo de queja, una reivindicación. Este debe afectar a uno o varios grupos de personas o, al menos, ser percibido así. 

Algunas de las quejas más comunes en occidente son las malas condiciones laborales, como bajos salarios, la corrupción de los gobiernos o la defensa de ideologías, como la animalista o la religiosa.

Una vez la queja es reconocida debe ser compartida por un grupo. Si todos los miembros de mi grupo comparten la misma queja es más probable que todos nos manifestemos. Y cuando más comprometido esté con mi grupo, más aún. Por tanto, la identidad social va a ser uno de los factores que determine la participación en las manifestaciones.

La eficacia de las manifestaciones
Otro factor va a ser la eficacia percibida. Si creo que la manifestación va a ser eficaz y se va a conseguir solucionar los motivos de la protesta, es más probable que participe. Pero no solo hay que tener en cuenta a los grupos que participan en las manifestaciones. También hay que tener en cuenta contra quién protestan, que, normalmente, suele ser el estado o alguna de sus instituciones.

La eficacia que atribuyamos al estado o a los miembros de las fuerzas de seguridad que pueden tratar de disolver la manifestación también va a afectar a nuestra decisión de participar o no en la manifestación. 

Así, cuanto menos eficacia pensemos que tienen, más dispuestos estaremos a salir a la calle a manifestarnos.
Grandes niveles de ira van a contribuir en gran medida a la hora de tomar las calles, sobre todo si esa emoción es compartida por el grupo social.

Por supuesto, otras emociones van a influir. Una de ellas es el desprecio. Cuando el desprecio hacia el grupo opresor es grande, la elección va a ser manifestarse participando en actividades ilegales e incluso violentas. Lo mismo va a suceder cuando es la humillación la emoción grupal predominante.
Aunque hasta ahora solo hemos nombrado emociones negativas, las positivas también suelen estar presentes en las manifestaciones. 

A nivel individual nos vamos a encontrar emociones positivas entre las personas que participan en las manifestaciones. Mientras como grupos pueden sentir ira, individualmente van a sentir emociones positivas relacionadas con la eficacia de la acción para uno mismo.



Nuestros Dichos


*Los dichos populares están siempre presentes.
*”Hay gato encerrado”, “a caballo regalado no se le miran los dientes”, entre otras, dónde nacieron y qué significan.

Un remate, una frase, un resumen en pocas palabras. La mayoría las escuchó en boca de abuelas y padres y muchos las usan cotidianamente para sintetizar o simplemente intentar sacarle una sonrisa al otro. A pesar de que todos entienden lo que significan poco se sabe del origen de las frases más utilizadas hoy en día.

Uno de los más comunes es hay gato encerrado” y suele utilizarse para decir que hay una causa o razón oculta. Su origen se remonta al Siglo de Oro español donde era habitual la utilización de la piel de gatos como bolsas para ocultar dinero de origen desconocido.


“A caballo regalado no se le miran los dientes”, es otra de los dichos populares más usados. La parte final de la locución proviene de una antigua costumbre de revisar la dentadura de los caballos para comprobar el estado de salud del animal.

Alguna vez cuando se quiere decir que no hay ni una cosa ni la otra es casi una costumbre escuchar, “ni chicha ni limonada”. La chicha es una bebida alcohólica que surge de la fermentación del maíz con agua azucarada, de este licor, nace el dicho, es decir, que no hay ni bebida alcohólica ni bebida refrescante. 

Mientras tanto en plena organización de una fiesta o evento, en la que se planifican grandes gastos es habitual que se diga hay que “tirar la casa por la  ventana”. Esta frase nace en la costumbre que existía en el siglo XIX de tirar, literalmente, por la ventana todos los objetos de una casa cuando alguien ganaba la lotería nacional española.

"No hay tu tía", pero sí explicación

Cuando un problema no tiene solución o alguien se enfrenta a un obstáculo al cual no se le puede encontrar salida es normal el famoso dicho “no hay tu Tía”. Su origen proviene de un medicamento llamado la "atutía" o "tuthía”  que utilizaban los árabes para curar todos los males. El dicho deriva de "no hay atutía" y se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando ese preparado.

También, es muy frecuente oír decir a las abuelas “a falta de pan buenas, son las tortas” cuando se quiere expresar que hay que conformarse con algo de menos valor al no poder alcanzar el ideal. La expresión se remonta a la antigüedad cuando no había pan recién salido en las panaderías, la gente se tenía que conformar llevándose tortas.

Otra frase,“andar de capa caída”, se dice cuando se quiere hacer notar que alguien esta desanimado, abatido. En la época en que los hombres usaban capa, tenerla caída hacia un costado, era síntoma de mal gusto.

En cambio, se acostumbra usar “está armado hasta los dientes” cuando alguien tiene, desde ya, armas por demás; esto se remonta a los antiguos piratas quienes llevaban cuchillos en los dientes cuando abordaban las naves enemigas para tener las manos libres.

Seguro que cuando estos piratas llegaban a la nave enemiga, no faltaría quien gritara “se armó el Tole Tole”.  El origen de esta expresión sería el desorden provocado por los judíos ante Poncio Pilatos, pidiéndole que crucificara a Jesús, gritando "¡Tolle, tolle, crucifige eum!"("¡Quítalo, quítalo, crucifícalo"!).

Otro de los dichos populares más comunes es “a rey muerto, rey puesto”, que significa que nadie es imprescindible y que todo aquel que se fue puede ser remplazado. Su origen proviene de la realeza, en donde cada vez que muere un rey inmediatamente es elegido su sucesor.

Hugo W Arostegui



sábado, 24 de junio de 2017

El Servicio Al Prójimo


¿Por qué es importante servir a los demás?

Porque tú tienes una misión especial en este mundo, posees ciertos talentos fascinantes que el mundo necesita que explotes de buena manera para ponerlos al servicio de los demás, lo que al mismo tiempo te servirá para servirte a ti mismo.

El mundo está diseñado a la perfección, porque cada persona tiene la opción de trabajar para alcanzar la autorrealización y encontrar un espacio satisfactorio para todos.

Cuando alguien encuentra su pasión y pone todo su interés en profundizar en esa labor, llegará un momento en que ese deseo traspasa los límites conscientes y son otras fuerzas las que dirigen el camino, así se dan resultados fuera de lo común y el mundo obtiene grandes ganancias con ello.

Lograr el éxito siempre será producto de servir a los demás, por eso debes esforzarte con todo tu ser en cumplir tus sueños, se enfatiza en la importancia de crear una atadura mental positiva en relación con las metas que te has propuesto, esto se logra creando la mayor cantidad de argumentos favorables a tus emprendimientos, entre muchos la idea que éxito es sinónimo de responsabilidad y servicio a los demás.

¿De qué forma puedes aumentar la consciencia para el servicio a los demás?
Una buena estrategia está en saber que el poder de Dios está en tus manos, se te ha otorgado libertad para realizar un trabajo. El conformismo, pereza y apatía son síntomas que no entiendes la importancia de tu labor, entre mayor empeño pongas a tus ideales te sentirás mucho mejor.

Cuando te sientes útil experimentarás mucha satisfacción, esto solo es posible con el servicio a los demás. Puedes dedicarte a una labor con mucho contacto con la gente como el caso de un maestro, también podrías estar alejado como un investigador, pero en ambos casos se realiza una tarea que siempre beneficiará a la humanidad.

La calidad del servicio a los demás siempre retornará a ti: Algunos lo llaman el karma, otros la ley de la atracción, etc. Pero la verdad es que tu mundo es un solo campo de energía y lo que entregas siempre retornará a ti de una manera u otra, si das un mal servicio tú mismo te dices “no me importa la gente”, esto traerá repercusiones en tu vida, porque no estarás a la altura de los grandes éxitos.

Usa tu capacidad de visualizar para crear en tu mente el mejor producto o servicio posible, lo conseguirás por etapas, al inicio es normal que no sepas como hacerlo bien, pero con la experiencia, ensayos y errores, tienes que encontrar la forma adecuada de realizar tu labor con eficiencia.


El servicio a los demás en un principio que debes abrazar, si lo tienes muy claro en tu pensamiento, llegarás muy alto, recibirás respeto y admiración, porque te entregarás como persona a tus proyectos.

Sin Condiciones


Hoy ha sido sin duda un gran día
Un día de despedidas, de decir adiós a una parte del camino para poder abrazar otro, con plenitud y confianza.

Y como por “casualidad” de esas que no existen, mis pasos me han llevado hasta una sala donde daban una conferencia de tema improvisado.

Y resulta que el tema ha sido caer en la cuenta de que nos pasamos la vida entera intentando que nos sucedan las cosas que nosotros queremos, lo que pensamos que es lo bueno o lo correcto para nosotros y la mayor parte de ellas nunca suceden o tal vez suceden al revés.

Y entonces ha surgido la gran pregunta, ¿qué condiciones le pones a la vida?
Nos pasamos la vida poniendo condiciones a la propia vida, sin saber que solo podemos fluir si vivimos sin condiciones, confiando plenamente en que lo que sucede es la única cosa que podía suceder y ya es perfecta por si misma.

Amamos con condiciones, trabajamos con condiciones, proyectamos una felicidad que nunca termina de llegar porque hay demasiadas condiciones para poder ser felices.

Y nos pasamos demasiado tiempo con ese….cuando tenga esto, cuando logre lo otro, cuando alguien me quiera, cuando esto cambie….entonces seré feliz.

Y nos volvemos esclavos de nuestras condiciones.

Hace tiempo leí una gran frase: “sin expectativas soy libre”

Dejarse llevar por la magia de la vida, vivir y sentir lo que trae cada instante, lo bueno y lo menos bueno y reconocer que mi vida es ahora, en total rendición, que todo es perfecto, que lo que me sucede aunque no lo entienda es lo mejor para mí.

Construir desde la quietud y el desapego a los resultados.

Si tu haces tu parte, el Universo hace el resto.

Y si no llega lo que esperabas confiar que es porque algo infinitamente mejor va a llegar, mecerte y dejarte llevar por la sabiduría de la vida y por la certeza de que cada nuevo dia vamos construyendo camino.

Y disfrutar de cada paso, con independencia de los resultados pues siempre son perfectos si me rindo a la vida sin condiciones.

Y tú?¿ Que condiciones le pones a la vida?

Hugo W Arostegui



Cicatrices


Casi todo lo que escribo son diálogos interiores.
Esos que uno mantiene dentro de sí y que no salen nunca.
A veces, como ahora, ese "nunca" se rompe como una sandía.
Todo sale desordenadamente como en una explosión,
sin otro fin que liberar la pulpa: el corazón.
Es como un círculo cerrado, pero no vicioso, que pretende, exclusivamente,
salir al aire fresco.
Un poco como irse uno mismo...lejos...
Y te llega el aire, tan fresco como el de esta noche de enero.

De toda caída, se sale.
Se acaba saliendo aunque remendado.
Hay cosas que no tienen reparación, y lo sabemos,
pero eso mismo ya es una manera de empezar a salir.
Somos nuestras cicatrices. 

Al final tenemos que seguir cada vez más solos
recomponiendo el alma que son el corazón de la sandía:
Miguitas de pan esponjoso de rojo sangre; 
Chispitas del fuego de una chimenea con piñas secas
y cáscara de naranja junto al tarugo de encina.

Si pudieras acercar la nariz en la explosión
sólo notarías el aroma de la esencia que persiste
más allá del tiempo.
Hay gente que no cree en esas cosas.
Incluso yo lo sé y por eso es un diálogo interior y
salta aquello en palabras sin mayor importancia.

Misterio es para mí que un corazón roto siga latiendo
como un ave que bate sus alas después del impacto;
Como que se pueda vivir sin él, o sin alma,
y lo he visto mucho...y con gran éxito,
es para mi misterio. 

"De poco sirve nada.
De poco sirve todo.
Todo, para nada"

losescritosdegatofenix.blogspot.com/2017

La Innata Desconfianza


La permeabilidad es una característica innata en todos nosotros, nacemos como un papel en blanco delante de un escritor, predispuestos a ser cubiertos con palabras interesantes.

En el momento que escriben en nuestro papel y sentimos que esa tinta nos impregna, optamos en muchas ocasiones por una actitud inmovilista que no permite borrar ni añadir nada a nuestro escrito que no tenga que ver con lo que ya hay plasmado dentro.

Se nos olvida que esta sociedad evoluciona, cambia, y resulta interesante en cada una de nuestras vivencias, es obvio que la vida tiene un carácter sumativo, todo lo vivido ya forma parte de nuestra “mochila” pero recurrir a esto para no permitirnos a nosotros mismos crecer, aprender y escuchar a otros es un error.

Las emociones son etéreas, tienen esa capacidad de entrar y salir de nosotros independientemente de las capas que pongamos para que no perturben nuestra “calma”, y en este intento de no sufrir o no dejar que otro pueda influir en nosotros, como si lo que ya somos no fuera precisamente fruto de muchos otros que ya pasaron por nuestra vida cuando aún había hueco en nuestro papel para escribir, nos convertimos impermeables a nuevas ideas.

Muchas veces mi imaginación me permite observar como algunas personas inician conversaciones, da igual lo que se digan, como lo digan… no se van a convencer ninguno de nada porque parten de una actitud rígida e inmovilista, muchas veces ni siquiera se escuchan el uno al otro, sólo hablan y piensan en que seguir argumentando.

Puede que sea miedo a que “muevan cimientos” que siempre habían creído imperturbables, o que traten de ocultar inseguridad, como cuando un profesional se cierra ante alguien usando de parapeto su profesión, quizás por miedo a no parecer tan capaz, o más triste aun, por considerar que su título le da potestad para ningunear las ideas de quien no son de su gremio o no tienen estudios, como si pensar estuviese solo limitado a aquellos que han estudiado.

Cuando viene a mi mente esta hipótesis siento tristeza, lamento que no estén predispuestos a aprender de todo lo que se encuentran y de todas las personas con las que tienen la oportunidad de coincidir en la vida, da igual no estar de acuerdo con quien tenemos delante, lo que ya pensamos y sentimos debería ser un filtro para cuestionar si lo que llega nuevo merece un hueco en nuestro rincón de las ideas o simplemente debe ser obviado.

Es habitual fijarnos en lo que hace la otra persona que no nos gusta. Incluso se lo hacemos saber, no siempre de buenas maneras. Pero, ¿qué pasa con todo lo positivo que nos aportan los demás? La realidad es que, cuando se trata de hacer cumplidos, no estamos tan predispuestos a comunicárselos a quienes nos rodean.


¿Esto por qué pasa? El caso es que este hecho puede tener diferentes orígenes. Por un lado puede deberse a que nos dé vergüenza. Tal vez consideramos que la otra persona ya sabe lo que nos gusta de ella y no es necesario decírselo. O puede que no sepamos muy bien cómo transmitírselo sin que nos resulte forzado.

La Ruta Del Éxito


¿Verdaderamente quieres éxito en tu vida?

¿Estás dispuesto a emprender el camino que te lleve a ser un gran exitoso y a vivir la vida que anhelas?
Hay muchas personas que precisamente no saben lo que quieren en la vida… No saben cuál es el camino que en realidad quieren transitar.

Algunos simplemente se pasan los años tomando diferentes rumbos, transitando cada camino que se encuentran… Nunca tienen una meta fija y un verdadero plan para conseguirla. Aquellas personas precisamente, son las que no alcanzan el éxito en la vida.

Pero, del otro lado, estás tú, alguien que sí quiere alcanzar el éxito.

Necesitas desear tu éxito desde lo más profundo de tu ser. Muchos se conforman con la vida que viven, muchos son felices con las limitaciones que les impone un jefe, con un sueldo cada mes y con ver pasar sus días yendo del trabajo a la casa, y de la casa al trabajo… Tú debes ser diferente, 

¡Debes anhelar tu éxito, anhelar más!

Tener Mente Positiva
¡Cambiar tu mentalidad es clave en el camino para alcanzar el éxito! Deja de quejarte, deja de pensar que es “mejor poquito pero seguro”… Atrévete a soñar en grande y a mirar nuevos horizontes.

Aprende a tener una mente positiva a pesar de todo.

"Locura es hacer las mismas cosas una y otra vez esperando obtener diferentes resultados"
— Albert Einstein

No dejes para mañana empezar a correr la carrera en busca del éxito… Mientras más rápido empieces, más rápido llegarás.

Hugo W Arostegui


Tiempo Al Tiempo


Antes de entrar en el tema que involucra el tomar decisiones en un momento determinado, es importante, dar una breve explicación de lo que es decidir, esto no es más que escoger una alternativa de varias que se tengan para darle solución a algo o simplemente poder hacer una actividad, muchas veces no se tienen alternativas sino que se tiene que actuar a riesgo.

Existen muchos tipos de decisiones, pero para poder tomar una decisión es importante tener en cuenta el contexto en el que se está, la importancia de la misma y el tiempo que tiene para decidir. La calidad de las decisiones que se toman puede considerarse como una medida significativa de la eficacia de un gestor individual, de la gestión de la empresa o de un equipo de trabajadores.

El tiempo es una factor determinante en la toma decisiones, ya que si se requiere tomar decisiones se supone que es para dar solución a actividades que lo necesitan o exigen.

No se puede hablar de cuantificar el tiempo en la toma de decisiones, ya que cada persona tiene criterios diferentes, muchas veces cuentan con información que le permite ver el problema con más sencillez que otra, por lo que el tiempo de respuesta ante la circunstancia es breve y la solución la correcta.

Por el contrario existen casos donde la persona a quien le corresponde tomar decisión, toma más tiempo del necesario, bien sea porque no tiene suficiente información del caso, porque tiene muchas dudas en cuanto a cuál es la mejor, y entonces cuando decide ya no tiene importancia, o que alguien tuvo que tomar la decisión antes, en este caso pudo haber sido una solución efectiva en menos tiempo, pudo no haber sido la mejor pero como no se tomó en un tiempo menor no causó ningún impacto.

Por lo que el tiempo es determinante en la toma de decisiones, pero difícilmente se puede hablar de un patrón para decir cuánto tiempo se necesita para tomar decisiones, sólo la persona que decidirá será la que determine cómo y en cuanto tiempo dará solución al problema.

El tiempo como variable que incide en la toma de decisiones, determina si una decisión que se ha tomado es oportuna, ya que se debe tomar una decisión en el momento apropiado y ponerla en práctica en el tiempo requerido, por lo que el papel que juega el tiempo en la toma de decisiones es determinante, se tiene que tener presente que cada individuo es una persona con características diferentes, lo que conlleva a decir, que no es fácil responder la siguiente interrogante ¿Cuándo se tiene que decidir?.

Hay decisiones en las que el individuo no puede esperar, es decir, que el tiempo lo obliga a decidir casi de forma inmediata, en el momento de enfrentar la situación, esta decisión está sujeta a riesgos, que en ningún momento son evaluados.

El decidir con un tiempo que exige respuestas rápidas y efectivas, está sujeto al tipo de decisión o modelo de decisión que se utilice tanto individuales como institucionales, porque muchas veces cuando se habla de toma de decisiones las personas se ubican sólo en un contexto institucional u organizacional, pero esto no es así, porque la toma de decisiones es un proceso que está presente también en el plano personal o individual.


Hugo W Arostegui

viernes, 23 de junio de 2017

Introspectiva


Todo comienza con el acto de prestar atención. Si estamos siempre en la acción, vivimos reaccionando a los estímulos mecánicamente. En lugar de precipitarnos hacia la situación que tenemos enfrente, podemos dedicar un momento a examinar nuestro interior, observarlo, CONECTARNOS CON LO QUE SENTIMOS y verificar la razón del porque actuar como estamos a punto de hacerlo. EL CENTRARNOS Y MIRARNOS INTROSPECTIVAMENTE NOS ASEGURA QUE, SUCEDA LO QUE SUCEDA EN EL EXTERIOR, NO PERDEREMOS NUESTRO EQUILIBRIO INTERIOR NI AUTORESPETO.

Habiendo verificado nuestro estado interno, podemos entonces llevar nuestra atención hacia la situación en sí y observarla con mayor objetividad y claridad, para enfrentarla no desde nuestros hábitos, sino de verdad siendo fiel a nosotros mismos en ese determinado momento. Sin este proceso no podríamos realmente tomar la iniciativa correcta, ya que el control y la concentración dependen del nivel de nuestra introspección.

La introspección es realmente la puerta al progreso y transformación personal, es central en términos de nuestro desarrollo personal y espiritual. Sin la capacidad de asimilar lo que aprendemos y de reflexionar profundamente sobre lo que soy, lo que siento, lo que he aprendido de mí y también sobre los principios del conocimiento espiritual que tantas veces hemos leído o escuchado (para convertirlos no sólo en comprensibles sino en practicables) no podemos avanzar de manera efectiva. Podemos pensar y hablar de progreso y de desarrollo espiritual, pero es la facultad de la introspección, del autoobservarnos en silencio, de discernir qué es lo bueno para mí, la que nos proporciona las herramientas para transformar cualquier situación que afrontemos y avanzar en nuestro camino de la vida. La introspección es la base de nuestra estabilidad personal, especialmente frente a las adversidades y también es la posibilidad de hacer cambios y explorar formas más profundas de mi ser.

Para incrementar esta consciencia interna cada día, es importante hacer paradas en nuestro camino y LLEVAR LA ATENCIÓN HACIA NUESTRO SER, nuestra esencia, y conectar con nuestro centro interior de paz y silencio, desde el cual somos un observador desapegado de las situaciones externas y podemos observar de forma objetiva y apreciativa el juego de la vida que se está desarrollando constantemente a nuestro alrededor.

Te invito a hacerlo, inténtalo. Es simple, una vez que pudiste parar. Una vez que te detienes puedes quedarte en silencio, meditar, contemplando cada situación, conectándote con tus emociones genuinas, dejando que aparezca lo que aparezca, aceptarlo para luego escribir, dibujar, traer imágenes.

Tú sabrás cómo te resulta mejor.
Adelante!



Hipocondríacos


El término hipocondríaco es un término que se utiliza en el ámbito de la medicina para designar a aquellas personas que demuestran permanente y constante sensación de estar enfermos, incluso cuando están físicamente saludables. La hipocondría, así se llama la condición que sufre el hipocondríaco, es una condición muy común en la actualidad ya que debido a la constante y variada información a la que las personas pueden acceder al respecto de la salud, se suelen generar diagnósticos falsos e inapropiados sobre posibles sensaciones que en realidad no representan ninguna complicación médica.

La palabra hipocondríaco proviene del griego y se usaba para hacer referencia a una sección del abdomen conocida como hipocondrio. Se estima que el nombre proviene del hecho de que las personas que se sienten constantemente enfermas tienen la tendencia a aferrarse al propio estómago en señal de incomodidad o dolencia. Sin embargo, esta teoría no está del todo comprobada.

La actitud del hipocondríaco es aquella de sentir que de manera permanente sufre de dolencias, molestias o complicaciones corporales que pueden derivar, de acuerdo a sus ideas y juicios propios, en enfermedades graves e irremediables. Así, el hipocondríaco suele realizar sus propios diagnósticos sin siquiera consultar a profesionales de la salud o a veces pueden consultarlos pero ya teniendo decidido o asumido el problema que enfrentan. 

En muchos de los casos, las dolencias o molestias que estas personas tienen son exageraciones que la mente les ayuda a crear y que no se representan de manera verídica a nivel corporal, por lo cual los profesionales de la salud no encuentran respuesta a las manifestaciones que estas personas dicen tener.

Muchas veces se suele aplicar el tratamiento placebo en aquellos individuos que sufren de hipocondría. Este tratamiento se basa en la administración de remedios, medicamentos o pastillas que en realidad son inocuos y que no tienen ningún efecto con el objetivo final de hacer sentir a la persona más tranquila de que realmente está siendo tratada. 

Sin embargo, este tipo de tratamiento no cambia la actitud obsesiva que tiene el hipocondríaco por lo cual no ayuda a terminar con el problema mayor.




A Regañadientes


Cuando hacemos las cosas con disgusto o repugnancia, solemos hacerlas a regañadientes. Pero, ¿por qué decimos ´a regañadientes´? Pudiera pensarse que como desahogo de nuestra frustración y sin deberla ni temerla,  nuestras piezas dentales reciben de nuestra parte una soberana regañada. Como sabemos que esto no es así, debemos entonces, buscar una explicación más racional.

La expresión “a regañadientes“, es muy antigua. Ya la encontramos en una rima que, en 1435, escribió Juan Alfonso de Baena:
“Tiene muchos combatientes en las gentes y más el signo del gato,
que le pegan bien el pato, cada rato dáñelas a regañadientes;
pégamelas tan valientes Reticentes desde el pie hasta el oído;
de todos es aburrido y escupido, hasta dentro a sus parientes le vienen los accidentes”

Para entender por qué decimos “a regañadientes“, hay que ver con atención a un perro enojado que, mediante un gruñido y una muestra de su dentadura, nos da a entender que no está de buen humor y que más nos vale que lo dejemos tranquilo.

En viejo latín, “gannio” significaba “gruñir el perro” y si el gruñido era continuado, entonces se decía “regannio“.

De ahí, en castellano, nacería el verbo “regañar“, del que es interesante analizar viejas acepciones:
Sebastián de Covarrubias, en su “Tesoro de la lengua Castellana” (1611), De “regañar” decía:
Es propio de los perros, cuando muestran los dientes y sin ladrar, hacen cierto sonido con que manifiestan su saña; de “re” y “genio”.

Después, le quitamos la exclusividad al perro cuando descubrimos que también nosotros sabemos regañar. De esto ya se habla en el Diccionario de Autoridades (1737), donde encontramos estas definiciones:

regañado: Adjetivo que se aplica a lo que se da con disgusto y con repugnancia”, también dice: “regañar: Vale también por dar muestras de enfado, con gestos y acciones, y algunas veces con palabras desabridas y mal pronunciadas”.

Con estos antecedentes, ahora es fácil entender que de ver a un perro “regañando“, con su respectivo “pelar de dientes”, nació la expresión a regañadientes” para enfatizar una actitud de enojo canino.

Así que ya lo sabes, si tienes fama de regañón, o suele hacer las cosas a regañadientes, estás usurpando funciones que, en su origen, fueron exclusivas de los perros.


No Todo Lo Que Reluce…


En esta vida hay que tener mucho cuidado con las apariencias. Las cosas no siempre son lo que parecen, sino que hay que investigar un poco para llegar a averiguar cómo son realmente.

Con esta expresión española, no es oro todo lo que reluce, lo que queremos decir es que, aunque a primera vista algo parece ser bueno, a lo mejor (o bueno, a lo peor) no lo es, sino que tenemos que mirar bien de cerca, investigarlo, para ver si realmente es así.

¿No les ha pasado nunca que han visto algo en el suelo que brillaba mucho y, después de pensar por unos segundos que sería algún objeto valioso de joyería ha resultado ser un simple cristal que reflejaba la luz del sol? Pues esto es lo mismo.

Si se anuncia una oferta de trabajo en la que se ofrece un excelente salario desde el principio, coche de empresa, ordenador personal, gastos pagados, etc., cuidado, es posible que sea un trabajo tan estresante que no los deje vivir.

Así que, como no es oro todo lo que reluce, antes de aceptar que algo es bueno, investiguemos un poco para ver si realmente lo es. Nos llevaremos muchas menos decepciones a lo largo de vuestra vida.

La apariencia es como los demás nos ven y nos perciben: El vestuario, la forma de hablar, como actuamos… pero no podemos reflejar con ella lo que realmente queremos expresar.

Pero cuando conocemos de verdad a una persona, compartimos con ella nuestros pensamientos y descubrimos realmente, la personalidad de cada uno.

Cuando vemos a una persona por primera vez, observamos su aspecto externo. Nos fijamos en su ropa, en su rostro, en sus complementos…y deducimos como es esa persona. Y es que tendemos a juzgar sin conocer.

Cada uno es el responsable de remediarlo ya que, si entablamos una amistad con una persona, vemos como es ella de verdad.

Hugo W Arostegui



Palos Porque Bogas Y Si No Bogas Palos También


Algunas respuestas:  “Tiene que ver con las galeras y los galeotes. Remes o no remes, te darán latigazos. Hagas o no hagas, palos te darán: siempre habrá alguien que te critique por lo que hagas o dejes de hacer.. “
 “Que nunca están de acuerdo... “

“Se oponen a que se haga una cosa
y si no se hace te critican por no hacerlo “

“O sea, hagas lo que hagas o dejes de hacer lo que dejes de hacer, siempre habrá alguien que te critique”
 “Que nunca están de acuerdo...”

“Que no importa lo que hagas.
Siempre te criticaran, que es tirar palos remes, o no remes.”
 Anoche al contestar algunas consultas que se habían acumulado en mi casilla de correo, encontré, como perdida entre los recibidos, la consulta de un joven lector en la cual me manifestaba su desazón  por las injusticias que le deparaba el hecho de ser muy joven y encontrarse inserto, por imperio de las circunstancias, conviviendo  en medio de personas mayores que él, aparentemente muy ocupadas en sus respectivas actividades y totalmente ajenas a lo que pudiese estar aconteciendo con un joven que apenas podían notar en medio de lo abrumadora de sus actividades.

Al leer el contenido de las expresiones de este joven lector confieso que mi primer impulso fue el de solidarizarme  con lo que se exponía ante mis ojos, contener en la madurez de mi análisis  esa reacción natural que nos lleva a pensar en los múltiples  casos de violencia, que diariamente son denunciados, en los cuales se puede apreciar como aquellos que manejan una mayor porción de un mal entendido poder, ejercen un injusto dominio sobre quienes consideramos como más débiles.

Creo que esta vez se accionaron “los frenos de la conciencia”  para evitar una colisión que a nada conduce entre la pasión que generan estos hechos enervantes y la necesaria mesura que debe primar a los efectos de aportar un enfoque que nos permita retrotraernos a los valores fundamentales que deben estar siempre vigentes y ser prevalentes en las relaciones entre humanos falibles, aportar a una convivencia pacífica hacen del hombre un “ser social” por excelencia.

Lo cierto es que situaciones como las descriptas son el caldo de cultivo para quienes se refugian “en dejar pasar”  los acontecimientos, quienes  hemos asumido alguna vez la responsabilidad de tomar decisiones hemos recibido  los consabidos “palos” tanto cuando acertamos o cuando aquello que hemos hecho no satisface a los consabidos “espectadores”  de todo lo que hacemos o dejamos de hacer.

Como puedes apreciar, joven amigo, esta es mi respuesta, nadie de los “hacedores” de algo está exento de los consecuentes palos, a lo largo de la historia, todos los hombres y mujeres que nos han  legado su valioso aporte, no se han librado de ser receptores de la reacción de sus contemporáneos, algunos, por no decir, todos ellos, han pagado el precio de su propia vida por ser coherentes con su pensamiento y sobre todo por no claudicar ante “las presiones” de quienes prefieren el uso de la crítica destructiva que solo destruye y apenas puede ocultar lo grosero de su mediocridad.

Ánimo pues y adelante.

Hugo W. Arostegui