sábado, 12 de agosto de 2017

La Esencia Del Ser


En lo más profundo de nuestro ser reside nuestra Esencia, una fuerza innata que trasciende los límites de lo físico.

Se trata de una inteligencia más profunda y antigua que aquella que rige nuestro desarrollo morfológico, nuestros gustos, nuestro carácter o nuestras aptitudes. Es algo que va más allá de nuestro ADN, nuestra educación o nuestro carácter. Algunas culturas lo llaman conciencia, otras culturas lo llaman alma y a mi me gusta llamarlo Esencia. Es la parte del Todo que vive en cada uno de nosotros y nos conecta al universo y sus principios. Nuestra Esencia, además, es la fuente que nutre nuestra brújula interna y constituye la guía principal que debe orientar nuestros pasos en la vida.

Aquello que nos hace hermanos y dicta nuestro destino

Cada persona es cuerpo, es mente y tiene un carácter único e irrepetible. Pero cada persona es también Esencia. Ésta última parte no es más que un testigo silencioso. Es la parte de la Gran Consciencia que yace en nuestro interior y cuyo mayor anhelo es poder manifestarse en todo su esplendor durante su existencia física. 

Nuestra Esencia es la parte de nosotros mismos que nos convierte a todos en hermanos, pues ésta forma parte de un mismo todo cuya sabiduría infinita yace en el fondo de nuestro ser. Pero, a la vez, nuestra Esencia es también aquello que nos hace diferentes, únicos e irrepetibles, pues es allí donde yace la misión que cada uno de nosotros viene a cumplir en este mundo. Una misión propia que cada cual debe encontrar y experimentar en el juego de la vida a través de sus propias circunstancias, entorno y posibilidades físicas.

De hecho, la vida no es más que un gran juego, un gran teatro confeccionado para jugar y aportarnos las más variadas experiencias. Nuestro cuerpo no es más que un medio para que nuestra Esencia pueda experimentar dicho juego. Y la realidad física no es más que un grande e inmenso decorado en el que jugar. Por tanto, juguemos, pero no nos preocupemos tanto por lo externo, es decir, por el medio o por el decorado. Nuestro camino y nuestros intereses deberían partir de nuestra Esencia y dirigirse hacia ella a la hora de manifestarse en el mundo físico. Nunca al revés.

Puede que nuestro cuerpo cambie con el paso de los años, al igual que también cambian nuestras circunstancias personales o la forma cómo reaccionamos o nos comportamos ante los sucesos de la vida. Lo que no cambia es nuestra Esencia, la parte inmutable y eterna del ser. Cuando discuto con alguien sobre este tema, siempre doy el mismo argumento:


Lo que la persona es, es. No cambia ni cambiará nunca. Sin embargo, si definimos cambiar al hecho de manifestar algo latente que no se manifestaba antes, entonces la persona sí cambia. Pero aquello nuevo que ahora se manifiesta siempre estuvo, siempre estará. Y proviene del potencial infinito que yace en lo más profundo de cada ser.

Conciencia: El Ser Y El Hacer


Según el diccionario la conciencia se refiere a la capacidad que nos indica qué está bien o mal y apunta o a un concepto moral, a la ética, o cierto campo de la filosofía. Por nuestra parte sostenemos que la conciencia contiene revelaciones adicionales al concepto señalado
.
“La conciencia y lo que eres en verdad, son lo mismo”. La conciencia es “el despertar al sueño del pensamiento” nos apunta E. Tolle en su libro La Nueva Tierra.

Es posible establecer una distinción valiosa entre quién piensa, es decir el “pensador” y quién observa, el “observador”. En este caso si “logro observar lo que pienso” ¿Quién observa?

En este contexto despertar al sueño del pensamiento significa, abrir el camino a la observación de los pensamientos que la mente sostiene. Ser consciente de nuestro pensamiento y comenzar la desidentificación de la mente abre grandes perspectivas para el desarrollo personal.

Desde mucho tiempo atrás y en particular en el mundo post moderno, la conciencia humana se encuentra condicionada por las formas. Pensamientos, emociones y el mundo material –denominamos formas- asumen el papel principal y son el foco primordial de las personas. De este modo la identidad verdadera queda trastocada y comienza a aparecer la identidad adaptada que facilita la proliferación de las formas. Pero estas son siempre transitorias o efímeras.

Por esta dinámica el hombre post moderno –más que nunca- se encuentra perdido buscando felicidad y certezas entre las formas, que naturalmente son efímeras, no duraderas. De esta manera la felicidad se transforma en un bien escurridizo de escasa duración. Como consecuencia, la raza humana confundida respecto de su verdadera identidad, abandona la conexión con su esencia y queda  sujeta a la identificación con dichas formas. La resultante es acumulación de conocimiento y ausencia de sabiduría. Luchamos por el progreso y la acumulación dejando de lado la evolución.

Nuestra mente a través del proceso de pensamiento desarrolla un estado de conciencia, alcanzando de esta forma el conocimiento. Los humanos descubrimos así el yo. Sin embargo la mente tiende a independizarse de su Fuente interior (conciencia pura, no condicionada) procurando encontrar su identidad en la identificación con el mundo exterior –por su errónea percepción-, con sus propios procesos de pensamiento y las emociones resultantes. Es como si la mente se dijese a si misma: “Pienso, luego existo”

Como resultado de este devenir iniciado en la temprana infancia, las personas concluimos presos de nuestros deseos y la propiedad de las cosas materiales, intelectuales y emocionales. Son estas tres cosas o formas (lo material, el pensamiento y la emoción) y el proceso de identificación con ellas las que condicionan la conciencia. Este desarrollo produce deformación acerca de nuestra verdadera identidad y facilita la construcción un “yo falso” al que denominamos ego. 
Este yo se percibe realizado al conseguir presumiblemente el dominio o la propiedad de las formas, insistimos, sean estas materiales, intelectuales o emocionales.

La cultura moderna confirma e incentiva este proceder y de esta manera nuestro sentido existencial adquiere valor. ¿Qué es lo que se valora? Se valora en qué medida somos capaces de satisfacer nuestros deseos, alcanzar logros o cuanta habilidad para preservar la propiedad poseemos. 

A medida que crecemos físicamente y la sociedad continúa convalidando este comportamiento, cada vez más, el sentido de nosotros mismos, de quienes somos, se “fija” o identifica con las formas u objetos que el mundo exterior propone.

En resumen quedamos mentalmente presos de nuestro pasado buscando realizarnos en el futuro y tratando, mientras tanto de reducir la incertidumbre que nos genera el no saber si podremos o no, obtener y mantener lo que deseamos o adquirimos. Vivimos sumergidos en una constante sensación de temor asociado a la posibilidad de “perder nuestra identidad”. Este proceder arroja enormes dosis de infelicidad y es el resultado de la mente condicionada que denominamos egotista (apegada a la forma). También la podemos llamar inconciencia o identificación con el falso yo que ha confundido su verdadera identidad.

En cambio la conciencia no condicionada es pura conciencia, es lo que soy.
Es “Yo Soy”, es el Ser.
 
Es la Fuente que anida en nosotros. Es el origen y el fin. No tiene forma. Es informe. Es atemporal.
Lo maravilloso de esta revelación es que la conciencia no condicionada subyace todas las formas y puede ingresar al mundo a través nuestro. Es lo manifestado que impregna lo manifiesto.

Desidentificarnos significa recuperar nuestra verdadera identidad. Es el reencuentro definitivo para manifestar el Ser en el Hacer.


viernes, 11 de agosto de 2017

La Disposición De Aprender


Aprender es un proceso difícil que involucra a la persona en todas sus facetas: intelectual, emocional, social y cultural. El aprendizaje requiere que la persona se sienta bien en la situación de aprendizaje. Para poder aprender, necesitamos estar relajados, sentirnos “en casa”, acompañados, comprendidos.

Cuando una preocupación nos inunda nuestra cabeza está ocupada en otra cosa. De manera que, desde el punto de vista emocional, el aprendizaje necesita que estemos en disposición para aprender
La disposición para aprender.
Esta disposición es el estado emocional vivida por una persona ante una situación de aprendizaje. Esta disposición puede ser favorable o desfavorable, puede favorecerse u obstaculizarse, no es consciente ni la controlamos por nuestra voluntad y, además, es variable según los contextos y el momento.

Depende de tres factores:
Del momento vivencial de la persona. La disposición de una persona en una situación de aprendizaje determinada depende, en gran medida, de las situaciones emocionales, sean de sufrimiento, de preocupación o incluso de felicidad, predisponen de cierta manera frente al aprendizaje.

De su historia personal de aprendizajes. La disposición al aprendizaje se va constituyendo en el ser humano a lo largo de la vida en relación con la historia de todos sus aprendizajes. La historia de nuestros aprendizajes, sobre todo de nuestros primeros aprendizajes, va dejando huellas profundas que influyen en nuestra forma de enfrentar cada nuevo acto de aprendizaje. Las maneras de actuar, sentir y pensar en relación al aprendizaje, configuradas desde la infancia, van conformando esta disposición.

De la percepción del contexto de aprendizaje. Todo aprendizaje se realiza en un contexto. El contexto siempre es social y cultural. El contexto influye en la disposición porque cada persona puede sentirse más “en casa” o menos “en casa” en ese contexto. En este sentido, la disposición que la persona tenga en cada situación de aprendizaje será el resultado de su propia percepción del contexto y de las posibilidades que le brinda. La disposición será el resultado de la interrelación de variables culturales, geográficas, temporales e históricas propias de cada sujeto, del grupo en el que vive y de lo que el contexto educativo le ofrece.

La historia personal del estudiante: Cuando el aprendiz realiza sus primeros aprendizajes en un contexto en el que quienes lo educan están sufriendo, ya sea por problemas emocionales,sociales, económicos, el clima en el que realiza sus aprendizajes es un clima de hostilidad, no es un clima favorable.

Y esta sensación de sufrimiento y hostilidad queda asociada de manera inconsciente al acto de aprender, aunque sus padres o educadores hayan tenido muy buena voluntad.

Otras veces el acto de aprender puede quedar asociado a sentimientos de miedo. Los padres pueden haber hecho que los primeros aprendizajes se realicen en un contexto de temor. El acto de aprender también puede estar asociado al miedo al fracaso: el temor a fracasar en el aprendizaje puede ser tan grande que termina paralizando a la persona y conduciéndola efectivamente al fracaso.

El miedo a aprender puede estar asociado también al miedo al cambio. Aprender significa cambiar y para algunas personas esto implica abandonar las certezas sobre las que se apoya para comprender el mundo
.
¿Qué pueden hacer los educadores ante este tipo de obstáculos en la disposición para aprender? Si el acto de aprender está asociado al miedo y a lo desagradable, el ambiente de aprendizaje deberá ser muy cercano y amigable.

Concluyendo, se debe partir de la aceptación, del respeto y establecer un diálogo cultural con el otro. Solo así lograremos que su disposición no se vea obstaculizada a causa de la violencia ejercida por el contexto de aprendizaje. Por eso, hay que establecer este diálogo cultural y no ser impositivos. Es fundamental que el educador pueda respetar la diversidad. Esto implica contemplar los diferentes contextos de origen, respetar los diferentes modos de expresión y los diferentes tiempos de aprendizaje de cada persona.


Cada Nuevo Día Una Oportunidad


Los días son un nuevo comienzo, un nuevo reto, una nueva oportunidad que nos da la vida para hacer realidad nuestras metas y sueños, por eso estas frases están dedicadas a ese milagro que ocurre cada día al abrir los ojos. Frases de un nuevo día.
Frases de un nuevo día:
Viejos amigos se irán, nuevos amigos aparecerán. Es como los días, un día de vida pasa, otro nuevo día llega. Lo importante es que sea significativo: un amigo importante y un día importante. (Dalai Lama)

Este es el comienzo de un nuevo día. Se te ha concedido para que lo utilices como quieras, puedes desperdiciarlo o utilizarlo para hacer el bien. Lo que hagas en el día es importante porque tú estás intercambiando un día de tu vida por eso. Cuando llegue mañana este día se habrá ido para siempre, será algo que habrás dejado atrás...haz que sea algo bueno. (Autor desconocido)

Con el nuevo día llegan nuevas esperanzas y nuevas ideas. (Eleanor Roosevelt)

Hoy es el primer día del resto de tu vida. (Autor desconocido)

Un nuevo amanecer...un nuevo comienzo. (Jonathan Lockwood Huie

La noche más oscura es a menudo el puente a la más brillante mañana. (Jonathan Lookwood Huie)

Usted puede estar ciego y ver cada día como los demás. Cada día es diferente, cada día trae un milagro en sí mismo. Es sólo cuestión de prestar atención a este milagro. (Paulo Coelho)

Levántate cada día más fuerte que el anterior, enfrenta tus temores y limpia esas lágrimas. (Autor desconocido)

Una nueva mañana significa un nuevo comienzo, una nueva lucha, un nuevo esfuerzo, pero con el Señor a nuestro lado podemos superar cualquier reto y convertir los obstáculos en peldaños. (Autor desconocido)





Superación Personal


La superación personal es un proceso de cambio a través del cual una persona trata de adquirir una serie de cualidades que aumentarán la calidad de su vida, es decir, conducirán a esa persona a una vida mejor.

Muestra la capacidad que tiene una persona a través de su inteligencia y de su dedicación para alcanzar sus objetivos y crecer como persona.


Es decir, dentro de ti tienes todos los recursos necesarios para lograr tus metas. Por ejemplo, la constancia, la tenacidad, la paciencia, la capacidad de sacrificio, la pasión… cualidades que acompañan de forma directa a la voluntad en un proceso de superación personal.

La superación personal no tiene límite, es decir, un ser humano puede seguir progresando a nivel de conocimiento y de toma de conciencia a lo largo de su vida. Voluntad y conocimiento que son la base de la superación personal, son dos cualidades que diferencian al ser humano del resto de seres del universo. La superación personal muestra la capacidad que tiene un ser humano para reflexionar sobre sí mismo, pero lo que es más importante, para actuar de acuerdo a sus valores y creencias. La superación personal tiene una base teórica a nivel de reflexión pero es fundamentalmente práctica.

La superación personal es ese motor intrínseco que a nivel de motivación mueve el corazón humano cuando una persona aspira a ser más sabia, más competente y más capaz. La superación personal remite a ese proceso temporal de cambio en el que una persona sale de su zona de confort para establecer nuevos hábitos y cualidades para mejorar su calidad de vida.

Pasado, presente y futuro definen la vida humana. Pues bien, la superación personal también se entrena en presente analizando los errores del ayer para obtener una experiencia práctica y evitar tropezar dos veces en la misma piedra.

El proceso de superación personal supone dejar atrás ciertos hábitos y creencias irracionales para dar paso a una nueva realidad que refuerce el bienestar personal. Existen recursos especialmente recomendados como el coaching y los libros de autoayuda para reforzar la superación personal.

La superación personal muestra el proceso de crecimiento interior ilimitado que marca la vida de un ser humano desde que nace hasta que muere. Mientras que el paso de los años deja una huella física en forma de arrugas, por el contrario, a nivel interior, los años son sinónimo de experiencia, madurez, riqueza de vivencias y sabiduría.

La superación personal conduce a una persona a ser más feliz. En última instancia, asumir un proceso de este tipo es una decisión personal que nunca puede ser impuesto de forma externa. Es decir, nadie puede ser ayudado si no se deja ayudar, y nadie puede cambiar si no quiere hacerlo.

La superación personal muestra, a nivel humano, que querer es poder y que los límites no están en la realidad sino en la mente.

La Percepción De La Realidad


Vemos e interpretamos la realidad de forma subjetiva.
Y muchos creemos que nuestra visión del mundo es la única verdadera. ¿Debemos flexibilizar una postura tan rígida?
A diferencia de la moral, que nos guía hacia la división y el conflicto, la ética nos mueve hacía la unión y el respeto”

Los seres humanos hemos sido educados para regimos según nuestra “conciencia moral”. Es decir, para tomar decisiones basándonos en lo que está bien y en lo que está mal. Desde niños se nos ha premiado cuando hemos sido buenos y castigado cuando hemos sido malos. Así es como nuestros padres -con su mejor intención- han tratado de orientarnos. Pero esta fragmentación dual es comple­tamente subjetiva. De ahí que cada uno de nosotros tenga su propia moral.

Prueba de ello es el capitalismo. Para unos está bien, pues consideran que este sistema promueve el crecimiento econó­mico y la riqueza material. Para otros está mal, pues aseguran que se sustenta sobre la insatisfacción, la desigualdad y la des­trucción de la naturaleza.

Lo mismo sucede con las empresas, los partidos políticos, las instituciones re­ligiosas y, en definitiva, con el comporta­miento mayoritario de la sociedad. Una misma cosa, persona, conducta, situación o circunstancia puede generar tantas opi­niones como seres humanos las observen. Dependiendo de quién lo mire -y desde dónde lo mire-, será bueno o malo; estará bien o mal. De ahí que, a la hora de hacer valoraciones, todo sea relativo.

ANATOMÍA DE LA MORAL
“Detrás de cualquier prejuicio y estereotipo se esconden el miedo y la ignorancia”. (Ryszard Kapuscinsky)

Podríamos definir la moral como nuestro dogma individual. Un punto de vista sobre cómo deben ser las cosas. Este es el motivo por el que muchos intentamos imponer nuestras opiniones sobre los demás. Al identificarnos con nuestro sistema de creencias, creemos que el mundo debería ser como nosotros pensamos.

De ahí que mantengamos “batallas dialécticas”, juzgando, criticando e incluso tratando de imponer nuestra verdad a aquellos que piensan y actúan de forma diferente. En estos casos, más que compartir, lo que buscamos es demostrar que tenemos la razón. 

Cabe preguntarse: ¿qué obtenemos cuando conseguimos “tener la razón”? Por muy sofisticados que sean nuestros argumentos, este tipo de conductas solo ponen de manifiesto nuestra falta de madurez emocional.

Las personas intolerantes y dogmáticas estamos convencidas de que las cosas están bien o mal en función de si están alineadas con la idea que tenemos de ellas en nuestra cabeza. En esta misma línea, los demás son buenos o malos en la medida en la que se comportan como nosotros esperamos. Así, la conciencia moral actúa como un filtro que nos lleva a distorsionar la realidad. Es la responsable de la mayoría de conflictos que destruyen la convivencia pacífica entre los seres humanos. No es otra cosa que la suma de nuestros prejuicios y estereotipos. Y se sustenta so­bre dos pilares: nuestras interpretaciones subjetivas y nuestros pensamientos egocéntricos. De ahí que limite nuestra percepción y obstaculice nuestra comprensión, siendo una constante fuente de lucha, conflicto y sufrimiento.

LA REALIDAD ES NEUTRA
“La realidad suele ser más amable que las historias que contamos acerca de ella” (Byron Katie)

Al empezar a cuestionar y trascender el condicionamiento a partir del cual hemos construido nuestra moral, nuestro nivel de comprensión y de sabiduría crecen. Y, como consecuencia, empezamos a regir nuestras decisiones y nuestro comportamiento según nuestra “conciencia ética”. Ya no etiquetamos las corsas como buenas o malas. Más que nada porque sabemos que las cosas son como son. Y que cualquier etiqueta que le pongamos será una proyección de nuestros pensamientos y creencias. 

Así es como comprendemos que las cosas no son blancas o negras, empezando a discernir los infinitos matices grises que existen entre uno y otro extremo.

En este sentido, el capitalismo no es bueno ni malo. Más bien es como es. De hecho, podemos concluir que se trata de un sistema que promueve el crecimiento económico y la riqueza material. Y también que se sustenta sobre la insatisfacción y la desigualdad de los individuos la destrucción de la naturaleza. Sin embargo, esta definición no lo convierte en algo bueno o malo. Estos adjetivos no forman parte del capitalismo, sino de nuestra manera subjetiva de verlo.

En la medida en que trascendemos nuestra percepción moral de la realidad, podemos renunciar a que el mundo sea como nosotros hemos determinado que debe ser. Principalmente porque el mundo -y todo lo que en él existe y acontece tiene derecho a ser tal como es, de la misma manera que nosotros tenemos derecho a ser tal como somos. Más allá de que estemos de acuerdo o no con lo que sucede, desde un punto de vista existencial es completamente legítimo que todo suceda tal y como está sucediendo. Y esta postura nada tiene que ver con la resignación, sino con la aceptación. La diferencia entre una y otra es nuestro grado de comprensión acerca de aquello que estamos observando. La realidad es neutra. Verla de este modo requiere ir más allá de las limitaciones de nuestra mente.


Hugo W Arostegui

Los Que Nos Denominamos Autodidactas


El autodidacta “educa y es educado”. Mientras que existen personas que se forman asistiendo a clases presenciales (universidad, institutos, academias…), otras lo hacen a través de su propio aprendizaje, explorando y profundizando sobre un área  de conocimiento que le inquieta e interesa.

En estos casos, la iniciativa y la constancia se convierten en dos cualidades esenciales, pues sólo así el autoaprendizaje se llevará a cabo de forma efectiva.

Un buen autodidacta nunca se conforma con lo que sabe, siempre tiene esa necesidad  constante de aprender por sí mismo indagando, consultando manuales, asistiendo a seminarios, y especialmente, utilizando los recursos que las nuevas tecnologías ponen a su disposición, sin la ayuda de terceras personas.

En el autodidactismo es importante marcar unas metas reales, tanto de carácter general, como parcial. Las metas que nos marquemos durante el camino de nuestra formación nos animarán a continuar y no desistir, alcanzando así nuestros objetivos generales o finales.

 Pero, ¿es efectivo el autodidactismo como método de aprendizaje?
El autodidactismo es un camino hacía la autonomía del aprendizaje y aporta muchas aptitudes a las personas que lo llevan a cabo,  como la capacidad de esfuerzo y superación, pues nace de la iniciativa propia y libre de aprender por sí mismos

Esta reflexión nos lleva a otra: ¿Están todas las personas preparadas para ser autodidactas?

No. La autodisciplina necesaria, el exceso de información existente -no siempre útil o veraz- y la falta de tiempo para discernir qué es importante y que no lo es, hace que muy pocas personas estén preparadas para formarse de manera autodidacta.

Por tanto, no todo son ventajas con este método. Como en cualquier proceso de autoaprendizaje, siempre se necesita a una persona que nos guíe, nos asesore y nos ayude a enfrentarnos a determinados obstáculos. Es en ese momento cuándo la formación e-learning puede jugar un papel importante, puesto que siempre es importante tener la ayuda de un profesor o tutor que te “acompañe” en el camino del aprendizaje y te permita compartir ideas, opiniones…. .

Además, existen ciertas áreas en las que el autodidactismo, por sí solo, como método de aprendizaje, no sería efectivo. No es lo mismo estudiar  un idioma que el cálculo estructural de un edificio  o cómo utilizar software informáticos complejos. Ahondar en áreas complejas, resulta más complicado sin la figura de un docente que nos guíe.

Sin embargo, la formación e-learning resulta atractiva y positiva porque maximiza las temáticas en las que el autodidactismo “dirigido” es viable, al ofrecer el apoyo de docentes que ayudan al alumno en los momentos críticos que, sin esta ayuda, detendrían su proceso formativo.

Hugo W Arostegui


Porqué Nos Pasa Lo Que Pasa


Cuando las cosas no resultaban como yo esperaba, confiaba en que había una razón más grande detrás de todo. Y al final, buscaba esa mayor razón y me aferraba a ella. Ni siquiera podía imaginar que las cosas simplemente ocurrían, por cualquier razón, y que sólo había que afrontarlo.

Eso me lleva a mi filosofía de vida actual. Mientras que intento ser equilibrado para mantener una mente fresca y abierta, sé que no todas las cosas tienen una razón de ser. 

Las acciones que tomamos y cómo elegimos responder a nuestro entorno es lo que crea los resultados. Pero ¿qué pasa con las cosas que se salen de nuestro control? Todo simplemente sucede. ¿Por qué es tan difícil aceptarlo para muchos de nosotros? ¿Por qué nos aferramos a la búsqueda de una explicación más profunda del por qué? Nos centramos en la tormenta, cuando en realidad deberíamos centrarnos en las consecuencias, las cuáles sí podemos controlar; podemos controlar la forma en que respondemos a las cosas y por lo tanto podemos controlar nuestro destino y el futuro de las cosas que nos suceden. No completamente, pero por lo menos algunas de ellas. Entonces nos preguntamos, ¿cuál es el significado de la vida? Y respondiendo con una pregunta… ¿Hay necesidad que exista uno? ¿Por qué debería de haber un significado? Los humanos solamente somos importantes los unos a los otros y el sentido de la vida tomará el significado que tú le des. La gente con la que te rodeas, las decisiones que tomas, los caminos que eliges y los que evitas, tus acciones, y lo más importante, tus respuestas, son lo que definen el significado de tu vida. 

Todas estas cosas son las que están detrás de todo lo que te sucede.

Hay tantas cosas en la vida que dejamos de conocer y de descubrir, que creo que es demasiado egoísta por parte de nosotros creer que somos lo suficientemente importantes como para que hayan razones detrás de las cosas que nos suceden. Con razones me refiero a ir más allá de una causa profunda. Por ejemplo, estás sosteniendo una manzana, se te cae y procede a golpear el suelo. La razón directa por la cual la manzana golpea el suelo es porque se te ha caído y luego las leyes de la gravedad jugaron su papel. No hay ninguna razón más profunda por la cual la manzana cayó al suelo, sólo lo hizo. Este es un simple ejemplo del punto que estoy tratando de hacer.
Hay razones para que las cosas pasen, pero no necesariamente razones desencadenadas.

A veces siento que vuelvo a pensar como antes; echo de menos la tranquilidad de pensar que todo estaba bien sólo porque estaba destinado a salir bien. Pero ahora, me doy cuenta de que mi vida está en mis propias manos, todo puede estar bien si así lo decido yo. Me he visto obligado a afrontar mis fracasos, mis defectos y mis malas decisiones. Muchas veces me dan nervios y me pregunto si estoy viviendo mi vida como debería, sobre todo cuando las cosas no van bien.

Si no hay ninguna razón por la que nos pasan las cosas en la vida, 

Entonces ¿por qué molestarnos en pensar tanto? No me refiero a que la vida no tenga sentido, sino que sólo hay que vivirla.

jueves, 10 de agosto de 2017

Nuestros Encuentros


Cada persona tiene algo que enseñarnos. Si están por una hora, un día o diez años, están ahí la cantidad de tiempo correcto. El tiempo que está es simplemente el tiempo que nos tome en aprender la lección. Hay unos 7000 millones de personas en este mundo, nada es accidental.

Si la experiencia parece negativa, y esa persona determinada realmente te irrita, o sientes que no conectas con alguien, esa experiencia se te presenta en el camino para darte la oportunidad de aprender a ser paciente, comprensivo, o quizás aprender sobre la empatía o sobre el perdón. 

Te da la oportunidad de ver tu reacción ante una persona que tu ego categoriza como diferente a ti, en otro nivel, o que no es bueno, y te da la oportunidad de ser una mejor versión de ti mismo.

Las personas que conocemos que nos parecen especiales, con las que conectamos instantáneamente, entran en nuestro viaje de la vida para mostrarnos que estamos en el camino correcto. Es la forma de darte cuenta de que estás creando tu propio camino, que es fiel a nuestro ser, a nuestra alma, a nuestros valores, a nuestra creatividad. Por eso conectamos con determinadas personas a un nivel más alto.

Ten en mente que tú creas tu destino: tus pensamientos llevados a palabras, y las palabras llevadas a acción crean tu vida. Por lo tanto, eleva tus pensamientos, tus vibraciones y tu energía,

 ¡y ya verás lo que atraes!

Si crees que hay un significado en cada interacción en tu vida, entonces siempre serás amable, paciente, amoroso, y libre de apego.

Todos somos lo mismo en lo más profundo de nuestro ser. Somos energía, engranados y fluyendo y en continuo cambio
.
El viaje del alma es algo más que esta vida… así que abraza al amor y deja de juzgar. Todos somos uno.

¿Y tú qué crees? ¿Nos conocemos por azar, o creamos nuestro propio destino?


Inmensidad


El agobio de las propias inseguridades está alejando de sí misma a la humanidad.

Temor de perder todo, de no ser quien anhelan, de convertirse en un instrumento del destino en lugar de construir su propio sendero.

Temor de sobrevivir y perder los rasgos que los hacen vivos.

 Temor que luego se convierte en miedo. El miedo paraliza. Como ves, Dulce Ángel, la existencia de estos seres tan débiles que son los humanos, no es fácil. (Almas encerradas en un cuerpo de carne y huesos). Así, nada es fácil.

Hay que buscar y encontrar la manera más adecuada de conservar la sonrisa del alma. Una vida interna y un mundo interior compartido, con sosiego, y amor.

Un amor sublime! En ti hay un Ángel... y ahora hay... un Arcángel... Tu espada... ¡Sí!
¡Encontrarás mi tiempo! ¡Es el tuyo!
 Inmensidad Autor:

Ricardo Víctor Doria Seudónimo: Arcángel De libro publicado: "Justicia Angelical" Buenos Aires Capital Federal República Argentina

Intocables


En este artículo vamos a presentar una guía rápida sobre aquellos sujetos e instituciones con más poder de influencia (ya sea económico, social o legal) para ser bien tratados en los mass media:
En este apartado entran los dioses, las figuras mitológicas y, como caso especial, los personajes políticos históricos (normalmente ya fallecidos, hecho que engrandecen sus figuras al nivel de mártires) que hacen referencia a las raíces de una sociedad o a un pasado glorioso.

El respeto que infunden a la sociedad para no hablar mal de ellos proviene de las sensibilidades de sus seguidores: el grado de fanatismo puede llegar a provocar que sus fieles, ante cualquier amenaza (ya sea un ataque físico o lo que ellos pueden considerar ‘blasfemia’), ejecuten una respuesta mucho más cruel, llegando incluso a estar dispuestos a morir por ellos y, por supuesto y en consecuencia, también a matar a sus detractores.

Normalmente, los jefes de Estado son las figuras más respetadas a nivel político en cada una de las naciones, puesto que son los máximos dirigentes del presente y futuro del país. Aún así, pueden ser objeto de críticas que normalmente no son censuradas a no ser que caigan en la improcedencia o en la vulneración de los derechos al honor, a la intimidad personal y familiar o a la propia imagen.

Pero, en lo que a la elección de ese puesto se refiere, reside la gran diferencia para su tratamiento en los medios de comunicación: un jefe de Estado elegido mediante elecciones es constantemente cuestionado, puesto que los ciudadanos conocen otras alternativas para relevarles en sus cargos y porque hay una oposición (con su propia influencia en medios como actor político) que se encarga de seguir cada uno de sus pasos y denunciar públicamente los que no considera que se hayan dado correctamente.

Sin embargo, el hecho de que un jefe de Estado no se elija mediante  elecciones (normalmente reyes), no genera ese debate social, constante y necesario, cada fin de legislatura para cuestionar su trabajo, ni tampoco una oposición que vigile sus acciones políticas. Además, precisamente por la concentración de poder de la que dispone, infunde un miedo velado en los personajes de menor rango al suyo (tanto políticos que controlan los medios públicos como empresariales que controlan los medios privados).

En consecuencia, cualquier persona cercana a ellos (familia real y amigos cercanos) también se beneficia de ese temor para que no se vea afectada su imagen pública.

Los símbolos de un Estado y/o nación tienen la particularidad de que, aparte de representar a prácticamente la mayoría de los ciudadanos de ese lugar, no son entes reales que evoquen a una figura humana y, por tanto, no pueden emitir una opinión sobre cualquier asunto. Es como un fantasma: cada uno lo ve de una forma distinta y, en realidad, es algo que no existe.

Estamos muy acostumbrados a escuchar discursos que hablan sobre lo que es ‘mejor’ para la patria, para el Estado, para la nación, el himno o la bandera… pero realmente nadie lo sabe porque es una figura tan genérica que, en instancias de efecto, sólo se refiere al territorio y a las personas de un lugar determinado.

Al igual que ocurre con los símbolos sagrados (que tampoco hacen referencia a valores tangibles), tienen seguidores con alto grado de fanatismo por sobre representar ese símbolo según su ideología, pero también se le añade el hecho de que tantas personas sean representadas por ellos y que haya un nivel aceptable de tolerancia para que así sea (salvo algunos casos, como el de España, en el que mucha gente no se siente representada con sus símbolos nacionales por razones autóctonas y contextuales).

No obstante, una de las grandezas de la democracia consiste en que todo cargo público sea objeto de crítica y cuestión, lo que permite (en teoría) que ese mismo cargo sea consciente de sus errores para corregirlos o sea relevado en su cargo mediante elecciones.

Pero no todos los representantes políticos son tratados por igual: existen dos factores que permiten medir si éstos pueden ser tratados mejor o peor en la prensa y foros públicos: el nivel de visibilidad y el nivel de afiliación con las fuerzas y  cuerpos de seguridad del Estado.

Por un lado, cuanto mayor sea el nivel de visibilidad (más exposición pública), menos respeto infunde puesto que está más ‘en contacto’ con la gente y ésta, al conocerle, le concibe como alguien cercano que, por tanto, le infundir menos ‘grandiosidad’ y respeto y, por otro lado, cuanto mayor sea el nivel de afiliación con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, más respeto se le confiere puesto que son políticos a los que se les ‘magnifica’ y a los que se les teme por manejar redes de espionaje, inteligencia, armas y/o equipos de personas armadas

El único medio donde todavía (aunque cada vez menos) se pueden expresar cosas en libertad, que es internet; y, por otro lado, expresarnos de forma individual y sin medios con nuestro entorno comunicándoles nuestras opiniones e informaciones.

Todavía no han puesto cámaras en nuestras casas, así que… ¡aprovechemos!

https://www.infolibre.es/noticias/opinion/2016/04/.../los_intocables_48204_1023.html



Vivir Aquí Y Ahora


Esta es tu vida. Haz lo que amas, y hazlo a menudo. Si no te gusta algo, cámbialo. Si no te gusta tu trabajo, déjalo. Si no tienes tiempo suficiente, deja de ver la televisión. Si estás buscando el amor de tu vida, para; te estará esperando cuando estés haciendo cosas que realmente quieres.

Para de analizarlo todo, la vida es simple. Todas las emociones son fantásticas. Cuando estés comiendo, aprecia cada bocado. Abre tu mente, brazos y corazón a cosas y gente nueva, estamos unidos por nuestras diferencias. Pregunta a la próxima persona que veas cuál es su pasión y comparte un sueño inspirador con ella.

Viaja a menudo; perderte te ayudará. Algunas oportunidades sólo vienen una vez, aprovéchalas. La vida es la gente que conoces, y las cosas que creas con esas personas. Sal fuera y empieza a crear. La vida es corta. Vive tu sueño, lleva a cabo tu pasión.
Manifiesto Holstee

La vida es tan corta que no podemos esperar a que lo que queremos venga hacia nosotros, debemos de volar hacia ello. Porque al final lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.

Hay una enorme diferencia entre conocer el camino y andarlo. Muchos conocemos o creemos conocer el camino que hemos de recorrer pero pocos disfrutamos de la experiencia de recorrerlo.
Somos el ahora y el aquí, eso es lo importante. El tiempo es vida y tú no sabes cuánto te queda. Algunos de nosotros tratamos en un momento u otro encontrar el sentido a la vida. Lo que no pensamos es que VIVIR es el único sentido de esta. 

De verdad, la vida no está montada para que la programemos o la desperdiciemos planteándonos qué sentido tiene vivir.

No importa el sentido de la vida en términos generales porque vivir es libre. Que nada ni nadie te diga lo que tienes que hacer o sentir en ningún momento. Que no te importe el qué dirán, porque solo te hace libre vivir a tu manera.

Eso sí, vivir la libertad también tiene un precio que no puedes eludir: la responsabilidad. Recuerda que tu libertad acaba donde comienza la de los demás, nunca hagas daño por iniciativa propia.

Explora tus valores y ponlos en práctica.


miércoles, 9 de agosto de 2017

El Mundo Que Imaginamos



La imaginación cambia nuestra percepción del mundo (más de lo que se pensaba)
Una serie de experimentos revela que puede modificar en gran medida lo que vemos y oímos

Lo que imaginamos que estamos oyendo o viendo puede cambiar realmente lo que percibimos, ha revelado una serie de experimentos sobre percepción e imaginación realizados en el Karolinska Institutet de Suecia. Los resultados pueden ser útiles para comprender los mecanismos que hacen que el cerebro no distinga entre pensamiento y realidad, como les sucede a los enfermos de esquizofrenia.

Un estudio del Karolinska Institutet de Suecia ha demostrado que nuestra imaginación puede afectar la manera en que experimentamos el mundo más de lo que hasta ahora se creía: aquello que imaginamos que estamos oyendo o viendo puede cambiar realmente lo que percibimos, revela la investigación.

Por otro lado, los resultados obtenidos arrojan además nueva luz sobre una cuestión clásica de la psicología y de las neurociencias: cómo combina el cerebro la información que le llega de los diferentes sentidos. La revista Current Biology detalla los hallazgos realizados.

"A menudo pensamos en las cosas que imaginamos y las cosas que percibimos son claramente disociables," explica Christopher Berger, estudiante de doctorado del Departamento de Neurociencias y co-autor del estudio en un comunicado del Karolinska Institutet.

"Sin embargo, esta investigación ha demostrado que la imaginación de un sonido o de una forma cambia la manera en que percibimos el mundo que nos rodea, de la misma manera que lo hace escuchar realmente ese sonido o ver esa forma. En concreto, descubrimos que lo que imaginamos oír puede cambiar lo que vemos realmente, y que lo que vemos con la imaginación puede cambiar lo que realmente escuchamos", continúa Berger.

Según los investigadores, estos resultados pueden ser útiles para la comprensión de los mecanismos que hacen que el cerebro no distinga entre pensamiento y realidad, en ciertos trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia. 

Otro ámbito de aplicación de los hallazgos podría ser la investigación en interfaces cerebro-ordenador, en las que se aspira que personas paralizadas puedan utilizar su imaginación para controlar dispositivos virtuales y artificiales. 

"Esta es una primera serie de experimentos con los que se pretende aclarar definitivamente si las señales sensoriales generadas por la imaginación son lo suficientemente fuertes como para cambiar nuestra percepción del mundo real", explica Henrik Ehrsson, investigador principal del estudio.