La mente humana es un verdadero crisol de enigmas. Aún con todos los
avances que ha tenido la cienecia, son muchas más las preguntas que
las respuestas en torno a la forma de funcionar nuestro
cerebro y a todo el partido que le podemos llegar a sacar.
Aunque parezca imposible de creer, la mayor parte de las cosas que
hacemos con nuestra mente todavía no tienen una explicación definitiva.
La ciencia ignora los detalles de por qué y cómo soñamos, cómo se forman
exactamente los recuerdos y qué mecanismos hacen posible el desarrollo y el
cambio de las emociones, entre otros.
“La mente se estira por una nueva idea o sensación, y nunca se contrae
de nuevo a sus antiguas dimensiones”
-Oliver Wendell Holmes-
Cada día se realizan innumerables experimentos en el mundo, todos con el
objetivo de desentrañar los hilos ocultos que mueven nuestra mente. Y así
mismo, constantemente aparecen nuevos datos, que nunca dejan de
maravillarnos. Estos son 9 de esos datos curiosos.
Mecanismos ocultos de la mente
A continuación te presentamos algunos mecanismos ocultos de la mente:
Se ha comprobado que las personas logran establecer una mayor empatía con
quienes les tocan el antebrazo y/o les hablan por el oído derecho, durante
una conversación. Así mismo, que cuando las personas imaginan o inventan una
respuesta, tienden a mirar hacia arriba y a la derecha.
Si verdaderamente tratan de recordar algo, mirarán hacia abajo y a la
izquierda. También se sabe que las personas tienen más posibilidades de
conseguir un empleo profesional si se presentan con gafas a la entrevista. Los
anteojos se interpretan inconscientemente como una señal de especialización e
inteligencia.
l tiempo promedio que tarda una persona “normal” en olvidar un
gran amor es de 17 meses y 26 días. De la misma manera, una
investigación estableció que al sufrir una quemadura se activan determinadas
redes cerebrales. Lo curioso es que la misma red se activa cuando sufrimos un
rechazo amoroso.
Las personas deprimidas tienen un volumen tres veces mayor de sueños,
que el de las personas que no están tristes. Y en cuanto al dolor físico, el
mirar una fotografía de la persona amada puede reducir un dolor físico hasta en
un 44%. El efecto es casi idéntico al de un analgésico común.
Curiosidades del cerebro
El cerebro nunca dejará de sorprendernos, algunas características
curiosas relacionadas con este órgano son:
El cerebro de los niños que han sido expuestos a violencia familiar
tiene los mismos patrones de actividad que el de los soldados que han combatido
en una guerra. La verdad es que cada pensamiento es, literalmente, una vía
física que se construye dentro del cerebro.
Cuantas más veces tengas ese pensamiento, más profunda es la huella que
deja esa vía y más fácil que vuelva a llegar a la mente. Por eso es bueno tener
pensamientos alentadores continuamente.
Los videojuegos pueden generar una adicción tan fuerte como la
de la heroína.
Seguramente esto tiene que ver con los mecanismos que activan la
voluntad, porque, la fuerza de voluntad depende en gran medida de la cantidad
de oxígeno y glucosa en tu cerebro. Cuando estás fatigado, o tienes hambre, te
será más difícil decir “no” o perseverar en algún objetivo.
Y hablando de fatiga, se estima que una persona promedio pierde la
concentración después de 90 minutos continuos de estar enfocada en algo.
De ahí la importancia de las pausas.
En nuestros cerebros las neuronas se conectan de muy diferentes formas.
Más exactamente 10 veces elevadas a un millón. Y es que si el cerebro fuera un
disco duro, estaría en capacidad de almacenar hasta 4 terabytes de información.
De hecho, cada uno de nosotros tiene alrededor de 70 mil pensamientos al día,
aunque varios de ellos se repiten.
No por nada el cerebro pesa tan solo 1.5 kilogramos en promedio, pero
consume el 20% de la energía y del aire que emplea el organismo.
En un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, se comprobó que
quienes se alimentan con comida sin conservantes ni colorantes artificiales,
lograban obtener puntuaciones en los test de inteligencia un 14% más altas. Por
lo tanto, lo que comemos sí afecta la forma en la que nuestro cerebro opera y
se configura