lunes, 4 de mayo de 2020

Lo Que La Mente Piensa

Todo depende de lo que pensemos! Es frecuente decir “estoy cansado, no puedo aguantar más” e inmediatamente después tener ganas de echarnos a dormir tres días seguidos. No olvides que el cuerpo y el cerebro trabajan para complacerte, y especialmente el primero tiende a hacerlo a corto plazo. 


Sin embargo, también pueden llegar a ser una especie de genio de la lámpara que obedece sin protestar los deseos de su amo.

A diferencia de lo que creemos, no es la mente la que nos dice lo que tenemos que hacer o cómo debemos sentirnos… ¡Sino todo lo contrario! Somos los responsables de cómo nos sentimos. No podemos echar la culpa al entorno, a los políticos, a la economía o a nuestro jefe… todo reside en nuestro interior. Claro que siempre es mucho más fácil buscar el responsable en el otro o en algo ajeno. 

De esta manera no tenemos la posibilidad de aprender, cambiar y mejorar.

Las maratones son una de las pruebas de resistencia que más demandan de nuestro físico, pero también de nuestra mente. 

Además de requerir una buena preparación física también demandan un entrenamiento mental. ¿Por qué? Porque en el preciso momento en que el cuerpo no puede más es el cerebro el que ayuda a seguir adelante… aunque después el dolor sea tan grande que no haya calmante que pueda atenuarlo.

Sin necesidad de convertirte en maratoniano para probar esta teoría, piensa en las veces en que estabas a punto de caer vencido por el sueño, el cansancio o el tedio de la rutina y dijiste “puedo seguir”, “estoy bien” o “lo terminaré”. Es probable que en ese momento consiguieras un plus de energía -que no salió de una taza de café- para continuar con tus tareas y luego caer extenuado en la cama para dormir varias horas seguidas.

Las maratones son una de las pruebas de resistencia que más demandan de nuestro físico, pero también de nuestra mente. Además de requerir una buena preparación física también demandan un entrenamiento mental. ¿Por qué? Porque en el preciso momento en que el cuerpo no puede más es el cerebro el que ayuda a seguir adelante… aunque después el dolor sea tan grande que no haya calmante que pueda atenuarlo.

Tampoco se trata de ser la persona más positiva del mundo y andar por la vida buscando el medio vaso lleno de cada situación, sino de saber que hay pensamientos que nos ayudan y otros que nos perjudican. Deja de prestar atención a lo irrelevante y céntrate en lo que realmente importa. Si las cosas rondan mucho por tu cabeza, tómate el tiempo para resolverlas y pasar a la siguiente tarea.

Si no puedes dormir porque tu mente es un torbellino de ideas, ten un pequeño cuaderno en la mesita de noche y aprovecha ese aluvión de creatividad para solucionar algunos de tus problemas. No malgastes tu energía en “rumiar” las cosas malas que te ocurren. Mejor aprovecha tu tiempo y tus recursos para encontrar una solución a los problemas.

Recuerda que no todo tiene por qué ser racional… ¡permite un poco de improvisación en tu vida! Si bien hay cosas basadas en la lógica, existen otras (muchas) que están más ligadas a las emociones, sensaciones e intuiciones.

Aprende a vivir con incertidumbre, aunque sea en una mínima dosis. Toma decisiones que también requieran ciertos riesgos y considera los errores como parte de las reglas del juego. Evita las auto presiones y acepta que eres imperfecto… eso disminuirá tus niveles de temor y ansiedad y como consecuencia, tus equivocaciones.

“Nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella”
-Marco Aurelio-

Valoremos

El verdadero valor de una persona no se encuentra en su inteligencia, ni en sus talentos, ni en sus habilidades, ni siquiera se encuentra en sus principios …
El auténtico valor de una persona, el más valioso, el que es exclusivo, inconfundible, el que es innato al gran ser humano, es esa capacidad tremendamente generosa de situarse en el lugar del otro, de olvidarse de uno mismo, de sustituir el YO por encima de todo a él TÚ como una misma parte. 

De postergar ser el centro del universo por empatizar con tus semejantes. De aparcar la falsa necesidad de nuestro ego por la bondad de prestar ayuda a los demás. De desatender nuestros arduos deseos por atender los deseos de los que de verdad te necesitan en ese momento.

Esa cualidad, que es tan escasa en la actualidad, es la que más valor tiene, porque en un mundo tan superficial y caótico como es el actual, donde cada cuál camina en soledad y mira por si mismo, es realmente difícil encontrar a personas que no solamente se preocupen por ti sino que se ocupen de hacerte sentir feliz.

Sentir empatía requiere de un grado de atención cuantioso, de un esfuerzo extraordinario de observar al otro.

Seamos más humanos y desarrollemos nuestra empatía, situémonos en el lugar del otro e intentemos comprenderlo en cada situación. Las relaciones humanas funcionarían mucho mejor si practicáramos la escucha activa desde nuestro corazón y apreciáramos de verdad los sentimientos y necesidades de los demás.

Pregúntate todos los días, ¿qué puedo hacer hoy para que tú te sientas mejor? 
   
“Quien escucha con el corazón encuentra la armonía entre la palabra, el gesto y el silencio”
 (J. Bermejo)

Dudas Y Certezas


El ser humano busca certezas, pero no lo puede lograr sino a través de la duda. El dardo de la duda es el acicate que estimula la reflexión y permite hacer preguntas esenciales y poderosas, como demostró ampliamente Sócrates con su Mayéutica, o Descartes con su propuesta de la duda metódica. Quien no duda no se pregunta, quien cree tener la verdad completa obstruye la senda del conocimiento.

“Dudar permite frenar la precipitación del juicio y las acciones que son mera reacción. Quien duda considera y reconsidera, pesa y sopesa, discierne y distingue, en una palabra, hace que su vida sea resultado de la elección y no esa inercia de quienes se pierden en el coro aborregado de la sociedad”, expresó Óscar de la Borbolla en su libro El arte de dudar.

 “Dudar de uno: no creerse capaz o no creerse digno le quita al ser humano esa apariencia feroz que ostentan las locomotoras o la gente dogmática cuando, seguras y potentes, van a toda velocidad hacia donde los inmóviles rieles del destino las guían”.

Del filósofo chino, Hu-Ssong, se cuenta la siguiente anécdota mientras hablaba con sus discípulos. Le dijo uno: “Maestro: tengo muchas dudas. Aprenderás bastante - le respondió Hu-Ssong. Otro le dijo: Maestro: no tengo ninguna duda. Jamás aprenderás nada - le indicó el maestro. Y explicó: El que duda busca; el que no duda piensa que lo ha encontrado todo ya, y entonces deja de pensar. 

La incertidumbre del que duda enseña más que la certeza del que cree saberlo todo. La duda nos hace humildes; de la absoluta certidumbre nace la soberbia. 

Tienes razón - dijeron los alumnos. Y Hu-Ssong contestó: Lo dudo”.

 ¿Practico el arte de la duda? ¿Planteo preguntas esenciales y poderosas? ¿Me encierro en dogmatismos?



Se Dice De Nuera Especie

La búsqueda de información genética en los fósiles permite conocer de primera mano sus filogenias y escudriñar en sus orígenes.

De esta manera, se pueden contrastar datos de tipo paleontológico basado en el análisis morfológico de los fósiles que representaban los fenotipos con las estructuras de ADN genotípicas.

El origen de nuestra especie ha sido una incógnita hasta hace bien poco. Se desconocía su antigüedad y como se había extendido por todos los continentes.

Los trabajos de Alain Wilson y Rebecca Cann en 1987 abrieron las puertas a este conocimiento sobre nuestras raíces. Pudimos saber que procedemos de África, donde emergimos hace más de 160.000 años, y a partir de hace unos 100.000 nos extendimos fuera de nuestra cuna.

Nuevos datos sobre la antigüedad y el origen de nuestra especie se han publicado no hace mucho en Science. La investigación ha sido llevada a cabo por miembros de la Universidad de Pensilvania (EEUU), bajo la dirección de la bióloga genetista Sarah Tishkoff. Se han comparado 1.327 marcadores de ADN en unos 4.000 individuos de poblaciones africanas, afroamericanas y no africanas.

Los resultados permiten plantear que nuestros orígenes específicos están en Namibia (África del Sur) y se remontan a hace unos 200.000 años.Una información relevante del estudio es la existencia hipotética de 14 grupos ancestrales a partir de los cuales han evolucionado todas las etnias africanas. 

Estos datos genéticos han sido contrastados en el ámbito lingüístico y cultural.

Ya conocemos que son las poblaciones africanas las que presentan más diversidad genética de todas las existentes. Sabemos, por lo tanto, que son las que llevan más tiempo evolucionando y se encuentran más cerca del origen de la especie Homo sapiens.

Eudald Carbonell Roura es director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social y codirector del Proyecto Atapuerca

Andemos Juntos


Un paso. Otro paso. Uno más. La marcha se hace lenta.  Cuesta caminar. La subida es empinada. El sendero no está marcado. Contemplando las estrellas todo se vuelve más fácil.  No estamos solos. ¿Hacia dónde vamos? ¿Por qué tanta gente permanece indiferente? Subir aporta claridad, pero hacerlo implica un esfuerzo que muchos no están dispuestos a realizar. La seguridad se paga con la libertad. Debemos seguir andando. Hay que aprender a confiar.  El camino señalado es invisible. Sólo el corazón puede verlo. Sentir es la clave para seguir avanzando hacia la luz.

La constancia y la voluntad presentan síntomas de cansancio. La batalla es interna. Viejos cuestionamientos y dudas afloran, saben que sólo pueden vivir mamando de la inconciencia y dan sus últimos coletazos para intentar torcer el rumbo. A medida que ascendemos se caen los andamiajes. 

Las estructuras se esfuman. Hay que permanecer alertas. Nunca se sabe de qué manera se presentará el próximo desafío. Las pruebas son una constante que nos ayudan a elevar.

Hombro con hombro, alma con alma, así, juntos, todo se hace más simple. La mano cálida de un peregrino me apuntala. La sonrisa de otro hermano me infunde optimismo. Todo suma. Es un honor poder disfrutar cómo las mariposas danzan con el viento. Las abejas y picaflores también nos acompañan. Son mensajes sutiles que confirman la senda elegida. El corazón simplemente agradece por tanta felicidad.

A lo lejos, todavía se escucha el eco de la risa de las masas. Creen que estamos locos por querer que la paz y la armonía retornen a la Tierra. Cantemos. Que nuestras manos se unan bien alto, para que desde el valle de lágrimas vean que marchamos unidos en el amor, irradiando la energía de una nueva humanidad.

No somos mejores ni peores que los demás, sólo buscamos no vivir en la inconsciencia.

Se necesita coraje, fe y actitud para seguir peregrinando. La vibración del despertar insufla energía, cicatriza las heridas y abre los ojos del alma. La maestría del corazón nos guía.  Podemos no verlos, pero estamos acompañados.

Seres de luz nos protegen. El caos, la desesperanza y el odio quedan en sus bajos reinos de sombras. Luz por un lado, oscuridad por el otro. Las aguas se dividen.

Un nuevo orden se despliega.

Me pediste ayuda compañero de ruta, lo mejor que puedo hacer es recordarte que falta muy poco. No aflojes, ánimo. Toma mi mano y ponte de pié. Tenemos que continuar. Imagina lo majestuoso que será llegar a la cima.

Despreocúpate, vamos bien. Disfrutemos del silencio. Contemplemos el paisaje. 

No hacen falta las señales, nuestros espíritus saben que aunque no existan los carteles indicadores, éste es el camino señalado.


Nutrir El Intelecto


La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.
-Joseph Addison.

Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.
-Antonio Gramsci.

Sin duda una de nuestras herramientas más poderosas para desarrollarla individualmente, así como para amplificarla colectivamente, es la lectura. “La lectura es un proceso emergente de construcción de significado que ocurre cuando la información topicalizada por el texto se sintetiza con el conocimiento previo como parte de un proceso general de interacción mediada con el mundo” 
(Michael Cole y Bárbara Means, Cognición y pensamiento, 1986).

En los últimos años, desde el ámbito de la neurociencia, han surgido fuertes confirmaciones de estas teorías, principalmente a partir del concepto de “plasticidad neuronal”, que implica que nuestro cerebro no es una unidad estática, sino que se trata de un continuo proceso de cambio y adaptación de redes sinápticas, las cuales organizan y reorganizan nuestra cosmovisión y nuestra percepción general del mundo. Para este complejo proceso, el hábito de leer se convierte en uno de sus catalizadores más poderosos.

En un estudio llevado a cabo durante un programa de alfabetización en Colombia, el doctor Manuel Carreiras del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje comprobó que las personas alfabetizadas mostraron un importante incremento frente a las no alfabetizadas en dos áreas relacionadas con el procesamiento visual, fonológico y semántico de la información en un texto: la materia gris (la densidad neuronal) y la materia blanca (encargada de conectar los dos hemisferios del cerebro).

Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), concluyó que “la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales”. La lectura constante y prolongada mejora nuestra capacidad de razonamiento, nuestra agilidad mental, nuestra concentración y nuestra memoria, al tiempo que amplía nuestros recursos lingüísticos y la profundidad de nuestras ideas.

Otra escritora argentina, Mori Ponsowy, rescata el valor único de los textos literarios, al preguntarse en voz alta:

¿Por qué leer? Para huir de las grandes abstracciones y las palabras simples. A diferencia del derecho, las ciencias y la política, la buena literatura está hecha de profundidad, de detalles […] pues, antes que nosotros, el escritor se tomó el trabajo de buscar lo que realmente importa en medio del desorden informe de nuestras vidas, y de encontrar las palabras exactas para desplegarlo ante nuestros ojos, iluminando detalles y matices que nos despiertan del letargo y la costumbre ¿Por qué leer? Para sumergirse en lo particular y único de cada vida. Para huir de los prejuicios de las grandes palabras… Leer en serio es un modo de negarse a ser ovejas en un rebaño, ovejas que no están muy seguras de qué piensan o en qué creen -o que. si lo están, es porque otros se lo han dicho-, para convertirnos en individuos con rasgos peculiares, con claridad de pensamiento, con ideas propias y precisas… 

¿Por qué leer? Para descubrir quiénes somos. ¿Por qué leer? Para poder pensar.


Síndrome Estúpido

En todas las organizaciones hay estúpidos.


Aquí, ya habrá algunos de ustedes revolviéndose en sus asientos pensando que esta es una consideración de alguien que se siente por encima de los demás. 

Lamento defraudarlos, pero no es así. También yo soy estúpido a veces (aunque trate de no serlo y escriba sobre ello).

Generalmente ocurre que, cuando alguien toma una cuota de poder, comienza a pensar más en sus necesidades que en las del resto, y orienta parte de su labor a satisfacerlas.

Por supuesto, la gente en relación con uno está haciendo su tarea lo mejor que puede, pero seguramente, siguiendo otros objetivos que difieren de los nuestros, al menos, en lo que a nuestros deseos personales se refiere, o no lo está haciendo de la manera que esperamos, pero que nunca comunicamos como correspondía.

Allí es donde normalmente se muestra la estupidez.

Miradas reprochadoras e incluso furiosas, gestos de desagrado, frases hirientes, y cuando no, algún grito destemplado o insultos, que les dedicamos fervorosamente a aquellos que no obran según nuestro leal saber y entender.

Todas cosas que desmotivan, y rebajan a nuestros colaboradores a meros espectadores maltratados.

Todos bajo ciertas circunstancias tenemos esos arranques de estupidez, es decir, perdemos la compostura y nos transformamos en personas desagradables.

Eliminar la estupidez no implica eliminar los conflictos, desavenencias, rispideces o fricciones en nuestras relaciones. 

Se basa sí, en respetar las diferencias, no rebajar a los otros ni llevar los problemas al terreno personal.


Los Porqué De Las Cosas


Desde pequeño, siempre me ha gustado intentar entender el porqué de las cosas. Ver el motivo que hay detrás de todo lo que existe, y comprender por qué es como es. En última instancia, quería descubrir el sentido de la vida, y entender por qué soy como soy.

Durante muchos años, pero, cuando compartía esta inquietud con los demás, el comentario que más a menudo me encontraba es: “qué pérdida de tiempo. No hay que entender el porqué de las cosas. Las cosas son como son y punto.”

Ahora, esta situación ha cambiado un poco, pero sigue habiendo una tendencia a creer que no tiene sentido preguntarse por qué, especialmente cuando hablamos del sentido de la vida, o de temas profundos en general. Nos encanta decir que la vida está para vivirla, no para entenderla.

Por esta razón, me gustaría contarte una pequeña historia…

Qué Pasa Cuando No Sabemos el Porqué de las Cosas
Dice la historia que, en un pequeño pueblo, había un hombre muy sabio, alrededor del cual la gente se reunía de vez en cuando para meditar y recibir sus consejos. Un día, sin embargo, apareció un gato que empezó a pasearse por la sala donde hacían la reunión. Era un gato muy juguetón, y no los dejaba concentrarse. Así que el sabio pidió que alguien lo atara mientras duraba el encuentro.

Parece ser que al gato le gustaba participar a su manera, porque a partir de ese día, siempre aparecía cuando se reunían. Y tal como habían hecho el primer día, lo volvían a atar.

Los años fueron pasando, y un día el sabio del pueblo murió. Todo el mundo estuvo muy triste, y le guardaron luto. Pero siguieron celebrando las reuniones, ahora dirigidas por sus discípulos, los cuales intentaban mantener vivo el espíritu de su maestro.

Siguieron pasando los años, y los encuentros se mantuvieron casi igual. 

Meditaban tal y como el maestro les había enseñado, e intentaban aplicar todo lo que habían aprendido de él. Por su parte, el gato seguía apareciendo, y lo continuaban atando.

Hasta que un día el gato también murió. Y entonces buscaron otro gato para poder atarlo durante las reuniones.

Me gusta mucho esta historia, porque muestra muy claramente lo que sucede cuando no conocemos el porqué de las cosas: acabamos haciendo cosas sin sentido. 

Así que intentar descubrir por qué estamos aquí, qué es la Tierra exactamente y cuál es el sentido de nuestra vida no es una pérdida de tiempo: es la mejor manera de no terminar buscando gatos para atarlos.


domingo, 3 de mayo de 2020

Los Acuerdos


Filosofía Tolteca
Acuerdos
Miguel Ruiz en su libro “Los 4 acuerdos” nos propone cuatro acuerdos básicos de la filosofía Tolteca:

1. Sé impecable con la palabra:
Sé íntegro al hablar. Di sólo lo que pienses. Evita usar la palabra para hablar contra ti mismo o contra los demás. Utiliza el poder de tus palabras para avanzar en la dirección de la verdad y el amor.

2. No te tomes nada personalmente:
Nada de lo que hacen los demás está causado por ti. Lo que los otros dicen o hacen es una proyección de su propia realidad, de su propio sueño. Al ser inmune a las opiniones y acciones de los demás, no serás víctima de sufrimientos innecesarios.

3. No hagas suposiciones:
Ten valor para hacer preguntas y expresar lo que de verdad deseas. Comunícate con los demás con la mayor claridad posible para evitar los malos entendidos y las desgracias.

4. Haz siempre lo mejor que puedas:
Entrega, en cualquier circunstancia, lo mejor que tengas, evitando mostrarte duro contigo mismo.

Estos acuerdos pueden llevarnos a una vida de mayor bienestar. Sin embargo, ¿cuántos acuerdos establecemos con nosotros mismos que nos cierran posibilidades? Acordamos que no podemos, que no somos lo suficientemente buenos, que no podemos perdonar, que no merecemos amor, etc., etc. Cada uno de nosotros establece acuerdos diariamente. Algunos son viejos acuerdos que ya ni siquiera están vigentes, pero no nos ocupamos de revisarlos para comprobar su caducidad.

Hoy te invito a reflexionar sobre esos acuerdos que puedan estar limitando tu bienestar. Lo bueno de estos acuerdos es que somos nosotros y sólo nosotros los que tenemos el poder para decidir si queremos que sigan vigentes o no.

 Quizás ya sea tiempo de establecer nuevos acuerdos contigo mismo, que sean más coherentes con quien quieres ser.


El Ejercicio De Pensar


Creo que es fundamental para la vida de una persona, poderse relacionar con el mundo con base en ideas construidas desde sus capacidades intelectuales; esto es importante porque desde allí puede construir su individualidad, y con ello tener una posición clara y concreta frente a lo que le rodea. 

En general, las personas que no se toman el tiempo de racionalizar o de comprender todo lo que leen o escuchan, viven inmersas en una recurrencia constante al “cliché”, en este caso, fórmulas que permitan salir del paso a temas o situaciones que se toman a la ligera.


Por ejemplo, se ha hecho publicidad con el tema de “Colombia es el mejor vividero del mundo”, no sé quién se inventó eso, ni a qué estrategia de mercado responde; el problema es que las personas del común a las que han entrevistado han dicho lo mismo, pero cuando se les pregunta dónde más han vivido, arguyen que nunca han salido del país. 

La cuestión va más allá; si alguien va a llegar a esa conclusión, es imperativo que haya viajado por muchos lugares del mundo, compartido su cultura, su lengua, su gastronomía, sus empleos, entre otros; si posteriormente nada de ello le ha gustado más que Colombia, es válido concluir que es el mejor vividero del mundo.

Con este ejemplo, es posible que alguien esté pensando en el nivel de educación de los entrevistados y que por ello den una respuesta más patriótica que racional. En esta medida va otro ejemplo.Las páginas de internet como “el rincón del vago”, “Wikipedia”  y “buenas tareas”, son diariamente consultadas por todo tipo de personas que buscan información sobre algo en particular, en general, de orden académico. Muchos piensan que por aparecer en la red, es sinónimo de veracidad, de confiabilidad o de rigor científico. 

No está de más aclarar que cualquier persona puede publicar allí, en “buenas tareas” sólo se necesita compartir un ensayo para hacer parte de la comunidad, es decir, no importa el contenido del escrito, no hay comité editorial, ni nada que certifique la importancia o la pertinencia del texto; así mismo, en Wikipedia basta con observar un tutorial para publicar. 

En otras palabras, no hay filtros, ni sistemas de calidad, que garanticen los contenidos publicados en esos espacios.

Quiero enfatizar que no se trata de cerrar estos espacios virtuales, por el contrario, en algún momento dado pueden ser útiles como herramientas de investigación; el problema se condensa cuando las personas los incorporan en sus vidas como una tabla de salvación, como una forma “inteligente” de resolver un problema; desafortunadamente muchos siguen pensando que en esta vida se trata de “ser vivos”, o sea, de tomar el camino más fácil, el de menor esfuerzo.


Finalizo con lo siguiente ¿Por qué es tan complejo pensar por sí mismo?



Los Sondeos


La baja autoestima puede provocar la búsqueda constante de aceptación por parte de los demás. Cuando una mujer o un hombre no se siente bien consigo mismo o no se quiere, a menudo busca su aceptación a través de la aceptación de los demás. 

En estos casos, el racional es “si los demás me quieren entonces puedo quererme”. Sin embargo, esto resulta más difícil de lo que puede parecer ya que la búsqueda de aceptación, cuando se tiene baja la autoestima,  puede resultar difícil.

La búsqueda de aceptación constante puede traer consigo diferentes consecuencias, tales como:
Aceptar cualquier cosa que venga de los demás por miedo a ser rechazado. Esto podría incluir el maltrato físico o el psicológico.

Temor a expresarse y mostrarse como realmente se es por miedo a ser rechazado.
Imitar conductas y actitudes, aun sin estar de acuerdo con ellas, por temor a ser rechazado.

Dificultad para ser uno mismo y sentirse cómodo con los demás. Esto se debe a que siempre se está pensando en el que dirán o en qué pensarán los demás.
Cuando se padece de baja autoestima, la búsqueda de la aceptación puede provocar una sensación desagradable en quien la padece. El miedo a ser rechazado no permite actuar libremente y todo se piensa en función de lo que se cree que opinarán los demás. 

Esta situación puede llegar a desgastar mucho ya que la mujer o el hombre siempre tiene que ir con cuidado de lo que dice o hace
.
Otra de las causas que originan una baja autoestima es la frustración. El miedo a ser rechazados puede llevarnos a percibir cualquier situación, por poco importante que sea, como si fuera un rechazo. Por ejemplo, una persona con baja autoestima que busca constantemente la aceptación de los demás, puede pensar que si alguien le dice: “hoy no quiero salir”,  en realidad es porque no quiere verlo. 

No es capaz de pensar en cualquier otra posibilidad como que simplemente está cansado, de mal humor o que simplemente no quiere salir porque ha tenido un mal día en el trabajo. Estas situaciones frustrantes de supuesto rechazo sólo lograrán bajar aún más la autoestima
.
Para evitar que esto suceda, lo mejor es pensar en las diferentes explicaciones que podría tener el comportamiento de nuestro amigo, y ver que el rechazo es una posible causa entre muchísimas otras. De esta forma, será más sencillo interpretar que esa situación seguramente no ha sido causada por un rechazo.

También es importante intentar sentirse menos presionados y actuar más libremente en lugar de estar pensando constantemente si los demás nos aceptarán o no. En el peor de los casos, es mejor que no nos acepten a que nos acepten por algo que no somos en realidad.


Además y por mucho que nos esforcemos en pensar cómo pueden opinar otras personas, la realidad es que no lo sabemos y que a menudo es difícil anticiparlo. 

Lo que a una persona le puede parecer bien, a otra le parecerá mal, e incluso lo que a alguien le puede parecer bien un día, le puede parecer mal otro día o en otro momento.


Seres Diferentes

Cuando nos minimizamos o nos ponemos por debajo de los demás, lo único que hacemos es desviarnos de nuestra plenitud como personas. Cuando te elogian y no te lo crees, cuando no tienes criterio propio y antepones las frases de otros delante de tu discurso, cuando crees que los demás siempre hablan o se ríen de ti, cuando tu lenguaje interno te lleva por los caminos de la desvalorización, o cuando te dejas de lado y respondes a las necesidades de otros primero, déjame decirte que vas justo por el camino de la subestimación.

Ahora bien, si el juego es a la inversa, si ocurre que en vez de subestimarte, subestimas a los demás, sin menospreciar la opinión, actos y decisiones de otros te parece algo normal, si crees que tu experiencia de vida está por encima de lo que otros han tenido que enfrentar, creo que el problema aquí se agudiza mucho más y la salida a este comportamiento es difícil de vislumbrar.

Cuando la dificultad es a lo interno es mucho más fácil de resolver, lo único que necesitas es tomar conciencia de este fallo que haces contra ti y modificarlo, observando los pensamientos que utilizas en tu contra para cambiar el enfoque de tu mente y abriéndote a las posibilidades de la vida para hacer de la estima parte de tu amor propio. Pero si juzgar a los demás y criticar lo conviertes en un lugar común, al mismo tiempo te vas convirtiendo en una persona tóxica, de esas con las que nadie quiere conversar y de las que se suele huir porque siempre desprecian lo que otros dicen o hacen.

Puede que tu perfeccionismo excesivo te haya llevado a la desestimación como una actitud recurrente, puede que haberte criado en un hogar donde la crítica fue la constante te haya conducido hacia el menosprecio y a criticar como algo totalmente normal, puede que sentirte superior sea la otra cara de la misma moneda de la baja autoestima que no reconoces, y colocándote en el pedestal de superioridad solo le pongas una cortina de humo al poco amor que te tienes y haces del autoengaño una salida fácil para no asumir tus falencias y carencias.

Subestimarte o subestimar a los demás es una actitud que siempre hablará de tu poco amor, y por supuesto será más fácil reivindicarte contigo mismo que hacerlo con el resto, porque aunque la reconciliación personal pareciera un camino difícil de transitar, mejorar tu relación contigo siempre será la vía más indicada y fértil para reconciliarte con la vida entera.

Las personas que están trabajando en sí mismas no están pendientes si los demás lo hacen mejor, no mides tu crecimiento propio con alguien más, no verificas si tu espiritualidad es mejor que la de otros, comprendes que ese crecimiento es algo muy personal y que cada quien lo vive a su manera, no subestimas la forma cómo la gente ve la vida por muy distinta que sea a tu perspectiva, no alardeas de lo que has logrado ni te pones por debajo de las personas que han hecho un largo caminar hasta alcanzar la plenitud.




Compromiso Confiable


Las personas comprometidas inspiran nuestra confianza. Construyen un camino seguro sobre el que dirigir nuestros pasos. Son luz en las tinieblas. Las personas comprometidas nos hacen sentir más tranquilos a la hora de tolerar la incertidumbre, puesto que sabemos que actuarán como ya han manifestado.

Alguien que se compromete con algo no solo lo hace en los grandes planes o en los grandes proyectos. Lo hace también con los pequeños gestos. Y los pequeños gestos, en verdad, tienen un valor mucho más grande del que pensamos. Imagina aquella persona que cada vez que os disponéis a fijar un día para poder reencontraros acaba cancelando la cita. La cancela varias veces. A veces incluso cuando ya estás saliendo a su encuentro.

Las personas comprometidas nos hacen sentir más tranquilos y confiados
Pero no solo lo hace cuando os queréis ver, sino que ya has percibido que es alguien de quien dudar. Alguien que te acaba generando una incertidumbre impropia de un amigo. Cancela compromisos, encuentra cientos de excusas para justificar su falta de interés… Pequeñas mentirijillas que, sumadas una tras otra, generan un efecto devastador en la otra persona. El efecto de la desconfianza. La falta de confianza mata las relaciones. Nos llena de inseguridad. Es abono para el reino de la incertidumbre.

Y la incertidumbre es esa asesina silenciosa que destruye cualquier terreno fértil en nuestra vida. Que no nos interese una persona o no sea de nuestro agrado es algo totalmente natural. Algo de lo que no deberíamos avergonzarnos. 

Es más, lo extraño sería que todo nos interesara de la misma manera siempre.

“La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él”
-Ernest Hemingway-

De alguna manera, aquí la solución parece sencilla. Si no me interesa algo me alejo de ello porque no tengo ningún interés en comprometerme con ello. 

No obstante hay personas que tienen tan inculcado el complacer a todo el mundo que acaban por anularse a sí mismas. Todo por una búsqueda incansable de la aprobación del otro.

Se pierden y encontrarán un grito sordo dentro de ellas que les avisará de que hay algo que marcha mal en sus vidas. Algo que no funciona de manera auténtica. Quizá pienses en aquella vez que hiciste algo solo por complacer a la otra persona. No te sentiste cómodo. Probablemente te sentías “vendido” a algo que no iba contigo.

No obstante, cuando hablamos de personas que sí nos importan, es importante reflexionar sobre cómo de confiables estamos resultando ser para esas personas. Si queremos ser confiables o si en verdad esto es algo que no nos importa tanto.


La Humanidad Solidaria


Erradicar la pobreza, garantizar la dignidad humana y proteger al planeta es el principal objetivo del Día Internacional de la Solidaridad Humana, que se celebra el 20 de diciembre.

En el Día Internacional de la Solidaridad se busca que los gobiernos cumplan con los acuerdos internacionales y sensibilizar así a la población sobre la solidaridad entre los humanos.

"El nuevo programa de los ODS -Objetivos de Desarrollo Sostenible- pone en el centro a la persona y al planeta, se apoya en los derechos humanos y está respaldado por una alianza mundial decidida a ayudar a la gente a superar la pobreza, el hambre y las enfermedades. Se forjará por tanto sobre la base de una cooperación y solidaridad mundiales", refiere Naciones Unidas (ONU) al argumentar la importancia de ese día mundial.

La finalidad es que cada los 20 de diciembre se pueda hacer un recordatorio en el mundo de la importancia de la inclusión, en un planeta que en el 2015 tenía una población de 7 mil 300 millones de habitantes, según estimaciones de la ONU.
El 20 de diciembre fue proclamado como el Día Internacional de la Solidaridad Humana durante una Asamblea General de la ONU en 2005. Desde ese momento, se ha celebrado por 12 años consecutivos.

De acuerdo con la ONU, una de cada nueve personas no tiene acceso suficiente a la alimentación para tener una vida saludable y activa. Entre el 2014 y el 2016, alrededor de 795 millones de personas padecían un cuadro de desnutrición.
Ayudar a la población que vive en extrema pobreza aún es un reto para la humanidad. 

Según estimaciones del Banco Mundial, en 2011, el 12.8 por ciento de la población vivía con menos de US$1.90 al día. En 1990, la situación de pobreza era más críticas, ya que alcanzaba un 37 por ciento.

El Banco Mundial registró en 2012 que un poco más del 77.8 por ciento de las personas en condición de pobreza extrema vivía en Asia meridional (309 millones de habitantes). En África, al sur del Sahara, 388.7 millones. Y los otros 147 millones en Asia oriental y el Pacífico.

En el caso de Latinoamérica y el Caribe, al menos 44 millones de personas vivían en extrema pobreza.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en un reciente informe sobre el acceso a la salud mundial, estima que la mitad de la población no tiene acceso a servicios de salud, fundamentales para el ser humano. 

Para la OMS existen 16 servicios de salud vitales para la humanidad, entre ellos:
Salud reproductiva, de la madre, el recién nacido y el niño
Enfermedades infecciosas
Enfermedades no transmisibles
Servicios como la capacidad (suficiente personal capacitado para cubrir las necesidades sanitarias de la población) y acceso (servicios hospitalarios, a medicamento, seguridad sanitaria)