miércoles, 20 de mayo de 2020

Animarse A Volar


A veces, resulta extraño hacerse preguntas un poco trascendentes (qué es la vida, para qué estoy aquí, qué puedo mejorar, etc.), porque algo en el ambiente (en la oficina, en el comedor de tu casa o en el supermercado), tiende a empujar las conversaciones hacia lo superficial y rutinario, a pesar de ser preguntas que todos reconocemos como propias. 

Sí, es cierto que no parece adecuado entrar en la tienda y preguntar al dependiente: “¿no es curioso que hoy puede ser el último día de nuestra vida y todavía no lo sabemos?”. Pero sin llegar a estos extremos, sí deberíamos reservar unos minutos de cada día, al menos, para preguntarnos sobre el destino de nuestro viaje y los encargos que tenemos que cumplir antes de llegar.

Por esto me gusta tanto releer la historia de Juan Salvador Gaviota, el rebelde volador que quiso hacer lo que su voz interior le pedía, aun a costa de sufrir la incomprensión y el desprecio de aquellos que más quería. Su experiencia le acarreó dificultades y sinsabores que los demás no conocían. Pero también, la gloria de la conquista de sus metas, la satisfacción del descubrimiento de sus poderes internos, la convicción de que había elegido el camino correcto.

La mayoría de las gaviotas no aprendían nada más que las normas elementales de vuelo, lo justo para ir y volver entre la playa y la comida. Pero Juan Salvador Gaviota amaba volar más que nada en el mundo y dedicó todo su esfuerzo a aprender nuevas técnicas. 

Quiso compartir sus descubrimientos en el arte del vuelo con la bandada, pero fue expulsado de la sociedad de las gaviotas.

“Juan Salvador Gaviota. Hemos nacido para comer y vivir el mayor tiempo posible. Eres un irresponsable al querer convencer a otras gaviotas”

Juan Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los Lejanos Acantilados. Su único pesar no era su soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba al volar, que se negasen a abrir sus ojos y a ver; pero nunca se arrepintió del precio que había pagado.
Richard Bach



El Placer De Aprender


Cómo sacarle provecho a todas las situaciones.

No importa tu edad, lo importante es que tengas una actitud activa y dinámica frente al aprendizaje, para siempre estar incorporando nuevas motivaciones que te ayudarán en tu crecimiento personal. Para la filosofía oriental, la vida es una escuela en la cual tienes la oportunidad de aprender diferentes cosas. Alguna vez te has preguntado:¿se puede aprender de todo lo que sucede, ya sea bueno o malo?

Sí se puede, pero para ello deberías analizar y reflexionar qué es lo que te toca aprender, cuál es el motivo de este aprendizaje y cuál es el significado que posee para tu desarrollo personal.

Existen 3 tipos de aprendizaje:

Lo que debes aprender en esta vida: por ejemplo, a ser caritativo, comprensivo, etc.

Los aprendizajes de cada día: muchas veces se aprende de pequeños detalles tanto de la vida práctica (por ejemplo, arreglar un enchufe) como situaciones más sutiles (por ejemplo, aprender a callar ante un error ajeno).

Lo que puedes aprender de ver actuar a las demás personas a tú alrededor: pueden ser actitudes positivas, por ejemplo el hecho de tratar con una persona que siempre tiene una palabra de aliento para con los demás. También se da el caso de aprender lo que no se debe de hacer en determinada situación, como ante un fracaso laboral, afectivo etc. (por ejemplo, buscar consuelo en el alcohol o las drogas).

Para aprender necesitas:

Desarrollar una actitud activa y positiva frente a la vida. Estar dispuesto a mejorar a no cometer varias veces el mismo error.

Saber volcar las situaciones a tu favor, aunque se traten de hechos adversos o negativos.

Siempre hay que intentar sacar una sabiduría o aprendizaje para que, si no se vuelve a presentar un hecho similar, puedas afrontarlo desde otro punto de vista y salir victorioso.

Desgraciadamente, muchas veces hay que aprender con dolor, ya que en ocasiones puede ocurrir que te cierres en tu criterio propio, en tener la verdad del hecho, y no te das la oportunidad de ver diferentes ópticas del problema.

Saber aprender, dejar aprender

Al comprender la necesidad de aprender que tienes, verás que todas las personas están en el mismo camino y muchas veces te puedes encontrar ante la difícil situación de tener que dar un paso al costado para dejar que otro pueda aprender tal vez algo que tú ya hiciste
.
Nunca dejes de aprender, cada día puedes aprender algo nuevo y no sabes cuánto puede cambiar tu vida.



martes, 19 de mayo de 2020

Intuitivos


La intuición ha sido clasificada como el sexto sentido humano y uno de los más complejos pues no se sabe exactamente de donde proviene y cómo opera aunque cualquier persona normal puede dar testimonio de sus efectos y avisos en las diferentes circunstancias de la vida.

La intuición se define como la idea anticipada o el aviso previo de lo que está por suceder en el devenir de los hechos en la vida. Y esto puede ser en: circunstancias, conceptos o efectos que se causen de la interacción humana con el universo entero. Esto incluye: personas, animales, cosas, elementos naturales, fenómenos, etc.

Aunque en la comunidad científica no se acepta del todo el concepto de la intuición como sexto sentido, por considerar que no tiene una medición exacta y no se sabe de donde proviene o como funciona, por otra parte y al mismo tiempo ningún científico puede negar sus efectos reales y reconfortantes, pues más de una vez este proceso mental, emocional y corporal ha provocado los más grandes descubrimientos científicos, solucionado situaciones críticas de vida o muerte, y protegido a individuos a lo largo de la historia de haber tomado decisiones fatales en los más variados campos de acción: personales, laborales y sociales.

La explicación de este fenómeno humano está en la evolución del sistema nervioso del hombre que ha experimentado un ajuste por comprender el significado  de factores complejos que intervienen en un evento y momento dados de su vida. Y esto ocurre como una ampliación del mismo sistema nervioso central que detecta apenas una parte entre mil millones de la energía del medio. Y  del cerebro en su parte consciente que no puede registrar o detectar a un mismo tiempo más de siete variables o trozos de información.

La intuición es por entero un proceso inconsciente pues mediante este procedimiento el sistema nervioso toma reconocimiento de muchas más variables de información que las pocas que puede captar la parte consciente del cerebro. Y esto lo pone de manifiesto los pacientes médicos que en estado hipnótico donde están ausentes de sus facultades conscientes pueden recordar detalles minuciosos de un evento en sus vidas que son imposibles de registrar o pasan desapercibidos por su parte consciente de la mente porque esta ignora mucha información del medio para simplificarle al cerebro la toma de decisiones frente a la totalidad de la realidad.

La prueba fehaciente de que la intuición es un proceso inconsciente es la forma en la cual esta se manifiesta que es a través de sensaciones corporales no controladas y sorpresivas por ejemplo a nivel del plexo solar, región de ganglios nerviosos comprendida entre el tórax, el abdomen y la punta del esternón.

Una vez ocurre la sensación corporal que avisa la solución o síntesis de datos, de inmediato el significado de los hechos es transferido a la parte consciente del cerebro y de ahí puede verse y entenderse claramente la solución al problema o situación particular.

La intuición no es un proceso consciente ordinario, esta sólo se presenta en los casos en que la información que se tiene para evaluar un evento o concepto está incompleta de forma que entren en juego las variables inconscientes que sintetizan mejor la respuesta más aproximada a la realidad del momento histórico que se vive.

Existen sin embargo muchas situaciones donde se desencadena el proceso de la intuición, y es el caso también cuando una persona conoce ambientes, lugares y personas nuevas. Sin necesidad de conocer con detalle a las nuevas personas, los lugares o los ambientes el sistema nervioso sintetiza una conclusión de la experiencia y la transmite a la parte consciente del cerebro bien sea antes o después del encuentro para mostrar significados y tomar decisiones al respecto.

Nótese que la intuición no es un prejuicio u opera como tal debido a los archivos de las experiencias pasadas que tiene almacenadas el cerebro, pues como dijimos no hace parte de un proceso consciente, sino que funciona a través de datos incompletos para generar una evaluación real de las situaciones desconocidas o complejas.

Existen también casos extraordinarios del poder de la intuición en la vida de muchas personas, por ejemplo en situaciones donde no se sabe si se debe hacer un viaje y al recibir el aviso en segundos por medio de la sensación al cuerpo y del significado a la mente consciente se han ahorrado tragedias en accidente aéreos que le costaron la vida a otros menos a la persona que no hizo caso omiso al valor de su intuición.

Los científicos como dijimos quienes en general son bien escépticos ante procesos que no entienden o no pueden demostrar y prefieren mejor ignóralos que aceptarlos, han sido ayudados por el poder de la intuición en repetidas ocasiones. Por ejemplo se sabe de casos en que ante problemas de ciencia altamente complejos que no son posibles descifrar o resolver de forma consciente, por medio de un sueño recibe inspiración o directamente reciben la solución al problema que tanto los había desvelado.

Es notable el comentario que hace al respecto Albert Einstein una de las mentes más poderosas e influyentes de la historia cuando dice: “El intelecto tiene poco que ver en el camino del descubrimiento. Llega respuesta a la conciencia, llamada intuición, la solución viene de repente no sé cómo o por qué. Realmente cuán valiosa es la intuición.”


Desde El Más Allá


Estuviste en coma. Tal vez tu corazón se detuvo por un instante, tal vez no. Pero ni siquiera eso es necesario para tener una experiencia extracorpórea.

“Muchos individuos que han tenido ECM no estaban físicamente en peligro de muerte, lo que indica que la percepción del riesgo de muerte en sí misma es importante para provocar las ECM”, señaló el estudio.

Es suficiente que pienses que estás muriendo para que tengas una.
La Asociación de Psicología de Estados Unidos está de acuerdo. Define las ECM como “eventos psicológicos profundos que tienen elementos trascendentales y místicos y que ocurren típicamente a los individuos que están cerca de la muerte o en situaciones de peligro físico o emocional intenso”.

En el caso de los pacientes de coma, el cerebro que produce las ECM puede estar funcionando al mínimo, pero sigue vivo, según la hipótesis de Laureys. Y en teoría se trata de una alucinación intensa. “La actividad normal del cerebro produjo sus percepciones extraordinarias”, indica el estudio.

Se necesitan más investigaciones
El equipo belga de investigación sólo ha estudiado a unos cuantos pacientes hasta ahora y no ha podido obtener imágenes cerebrales de los pacientes que tienen ECM para obtener datos sólidos que respalden la hipótesis de la naturaleza fisiológica de la experiencia.

Como médico, Laureys siente que se debe investigar más, ya que muchas personas temen que su consciencia permanezca mucho tiempo después de su muerte, y de atestiguar lo que ocurra con su cuerpo. “Históricamente, las personas tienen miedo de que las entierren vivas (...) La gente teme donar sus órganos”, dijo Laureys.

Hay bastantes modelos espirituales que explican las ECM, dijo, además de los supersticiosos. “Hay muchas explicaciones locas por allí”. Es momento de aplicar más ciencia dura, agregó.

Laureys no quiere especular acerca de la existencia del cielo o el infierno, pero dice que sólo una mínima parte de las experiencias cercanas a la muerte son aterradoras. La mayoría son placenteras y edificantes.

Con base en sus relatos, parece que más personas van al “cielo” que al “infierno”.


Superación Personal




La superación personal muestra la capacidad que tiene una persona a través de su inteligencia y de su dedicación para alcanzar sus objetivos y crecer como persona. Cómo bien explicó el científico Albert Einstein, explica que el deseo mueve el mundo con su impulso tan potente.

Es decir, dentro de ti tienes todos los recursos necesarios para lograr tus metas. Por ejemplo, la constancia, la tenacidad, la paciencia, la capacidad de sacrificio, la pasión… cualidades que acompañan de forma directa a la voluntad en un proceso de superación personal.

La superación personal no tiene límite, es decir, un ser humano puede seguir progresando a nivel de conocimiento y de toma de conciencia a lo largo de su vida. Voluntad y conocimiento que son la base de la superación personal, son dos cualidades que diferencian al ser humano del resto de seres del universo. La superación personal muestra la capacidad que tiene un ser humano para reflexionar sobre sí mismo, pero lo que es más importante, para actuar de acuerdo a sus valores y creencias. La superación personal tiene una base teórica a nivel de reflexión pero es fundamentalmente práctica.

La superación personal es ese motor intrínseco que a nivel de motivación mueve el corazón humano cuando una persona aspira a ser más sabia, más competente y más capaz. La superación personal remite a ese proceso temporal de cambio en el que una persona sale de su zona de confort para establecer nuevos hábitos y cualidades para mejorar su calidad de vida.

Pasado, presente y futuro definen la vida humana. Pues bien, la superación personal también se entrena en presente analizando los errores del ayer para obtener una experiencia práctica y evitar tropezar dos veces en la misma piedra.

El proceso de superación personal supone dejar atrás ciertos hábitos y creencias irracionales para dar paso a una nueva realidad que refuerce el bienestar personal. Existen recursos especialmente recomendados como el coaching y los libros de autoayuda para reforzar la superación personal.

La superación personal muestra el proceso de crecimiento interior ilimitado que marca la vida de un ser humano desde que nace hasta que muere. Mientras que el paso de los años deja una huella física en forma de arrugas, por el contrario, a nivel interior, los años son sinónimo de experiencia, madurez, riqueza de vivencias y sabiduría.

La superación personal conduce a una persona a ser más feliz. En última instancia, asumir un proceso de este tipo es una decisión personal que nunca puede ser impuesto de forma externa. Es decir, nadie puede ser ayudado si no se deja ayudar, y nadie puede cambiar si no quiere hacerlo.

Actores Críticos


Heredera de la modernidad industrializada y como un anexo a las asignaturas disciplinares, la democracia en la academia se traduce en términos de “competencias” e “indicadores” al mejor estilo de una verificación industrializada de habilidades. 

El problema es que la ciudadanía no es una competencia común, pues va más allá de un esquema conceptual que se resuelva con teorías, siendo un asunto relacionado con despertar la consciencia de ser un sujeto político. 

No es una cuestión de prédicas o de sufragios electorales, implica una transformación del ser que no se suple con cátedras o competencias tradicionales. 

Es triste admitir que, bajo los parámetros actuales que orientan la formación ciudadana y que pretenden extenderse con sistemas como el de Educación Terciaria, este tipo de responsabilidades han quedado al mismo nivel de cualquier otra formación técnica o científica. Los estudiantes pasan de una práctica de laboratorio a una cátedra de ética y todo ello no conduce sino a la acumulación de horas y créditos académicos, hasta la obtención de un título técnico o profesional.

Podríamos inferir que el tipo de humanidad formado a partir de la educación en las sociedades del consumo y la exclusión económica, dista mucho de una verdadera civilidad. Deberíamos reconocer que nuestra sociedad crece en deshumanización, mientras se afianza en:

• Una vida rutinaria que exige mayor velocidad, liquidez y liviandad.

• Un acentuado egoísmo e individualismo que acrecienta la barbarie como especie.

• El amor por el consumo que promete felicidad, pero que en realidad homogeniza al comprador y frustra al que no podrá acceder.
• Un desdén por el conocimiento que no es práctico o utilitario, al que se tilda de innecesario, vago y sin sentido.

• Una lucha perdida entre la competitividad y la ética. 


Para Chomsky (2007), la clase gobernante ha impuesto este tipo de tarea antidemocrática a la educación, a la vez que recompensa a los maestros para que difundan el imaginario de la academia como espacio en donde se enseñan los valores para la civilidad. 

Así se espera del docente la responsabilidad de un: “funcionario pagado por el Estado” (Chomsky, 2007: 11), a quien se exige por supuesto un compromiso con la: “Reproducción ética, social, política y económica, diseñada para moldear a los estudiantes a imagen de la sociedad dominante”. (Chomsky, 2007: 11). 

En efecto, hace parte de la instrucción técnica para la inserción en el mercado laboral, aquella formación humanista y democrática que hoy se practica en amplios sectores de la academia. Una educación en la que se moldea a los sujetos de una manera tal, que terminan avalando con el silencio las estructuras de poder sin cuestionar sus implicaciones, pues se privilegia el enfoque instrumental y acumulativo, mientras que poco se promueve la capacidad de leer críticamente los hechos del mundo. 

Aseguran Macedo y Chomsky (2007) que nuestra sociedad ha permitido la influencia de las grandes corporaciones para que traduzcan las metas de la educación en fines pragmáticos del mercado y por tanto se forma a los estudiantes para que sean trabajadores sumisos, consumidores ansiosos y ciudadanos pasivos. 

Queda entonces una gran tarea pendiente para una educación que en realidad, con honestidad y transparencia, quiera apostar por la formación de sujetos políticos.

La Imaginación Creativa


No imagines cosas negativas que no existen, son el origen de mucho dolor, ignorancia y limitación. Al imaginar creativamente estas poniendo en marcha tu potencial oculto.

Buda decía: “Tal como pienses, en eso te conviertes”. Einstein argumentó: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. Muchas veces sin que una persona se dé cuenta sucede que el pensamiento se usa negativamente, en vez de creativamente. A menudo, la energía imaginativa termina siendo realidad generando conflictos por no saber que hay leyes energéticas que abarcan desde el pensamiento a la acción.

Luego la ignorancia culpa a un dios que castiga. No existe tal dios, solamente una energía cósmica que quiere lo mejor para cada uno. La Fuente de la Vida te regala la imaginación, pero el uso que cada uno le dé a dicho regalo es cuestión individual. 

Las acciones de la mente producen resultados; serán destructivos o creativos dependiendo del enfoque de la imaginación. 

Estamos en un tiempo de re-descubrimientos, ahora la física cuántica está demostrando muchos avances que van más allá́ de la lógica y la razón. Cada vez es más popular el conocimiento de que la imaginación como energía mental es un medio para concretar en este plano físico lo que imaginemos.

Si te detienes a pensar respecto a tus acciones, siempre primero imaginas para luego hacerlo visible. Todos los esfuerzos del ser humano para hacer realidad sus sueños se dirigen a bajar al plano visible lo que imagina. 

Necesitamos aprender a usar la Imaginación (que es magia o sea crear lo que todavía no está creado) para volvernos mass poderosos en luz, en amor y en creatividad.

Amo la etimología de las palabras, por ejemplo la palabra persa magi  es de donde se deriva magia, de esta también surgen: magisterio, mago, magistrado, magnate, magnifico, magistral, magnánimo y magnetismo. Incluso, Alejandro llevaba el nombre de El Magno, derivado del término griego mag, grande, sublime, mágico. 

La energía impulsada por vía de la imaginación creativa permite elevar, magnetizar y rediseñar tu vida.


Mente Y Universo


A lo largo de la historia la ciencia, instaurada de forma universal, ha visto cómo ideas previamente rechazadas acababan por formar parte de su amplio repertorio.
En la ciencia la aceptación de nuevas ideas sigue pasos bien definidos: primero, los reticentes proclaman que el nuevo planteamiento vulnera las leyes de la ciencia; segundo, las posibles evidencias que se presentan se califican de frágiles; tercero, la nueva idea propuesta se revela como importante y con efectos más fuertes de los imaginados en principio; y, cuarta, sólo unos pocos recuerdan que fuera puesta en duda.

El Dr. Richard Conn Henry es profesor del Departamento de Física de la Johns Hopkins University de Baltimore donde imparte clases de física y astronomía. Ha sido Director Adjunto de la División de Astrofísica de la NASA y es Director del Maryland Space Grant Consortium cuya misión es, bajo el auspicio de la NASA, el desarrollo de proyectos de investigación, educación y servicio público en colaboración con universidades y otras instituciones académicas.

Entre sus numerosos artículos destacamos “The mental Universe”  publicado en 2005 en la revista Nature. El texto empieza recordando el logro de Galileo Galilei al conseguir que la ciencia pudiera “creer lo increíble”. Nos dice que “el descubrimiento de la mecánica cuántica en 1925 resolvió el problema de la naturaleza del universo” y otra vez la ciencia se encontró frente al reto de creer lo increíble. 

Sin embargo, “la más reciente revolución de la física de los últimos 80 años no ha transformado el conocimiento general del público de manera similar”.

Henry señala que “han existido varios intentos serios de conservar un mundo material, pero no han producido una nueva física y sólo sirven para preservar una ilusión”. Es decir, a pesar de lo que ya se sabe, se sigue afirmando que el observador es uno y hay que ver las cosas a través de su filtro. Y hace una clara analogía con el cuento de Andersen “El traje nuevo del emperador” cuyo principal mensaje es poner en duda lo que todos consideran verdad incontestable.

Nos recuerda que hace ya muchos años que la mecánica cuántica nos ha revelado nuestra verdadera naturaleza citando a James Hopwood Jeans, físico, astrónomo y matemático británico que en 1930 dijo: “El caudal de conocimiento se dirige hacia una realidad no-mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina. 

La mente ya no es un intruso accidental en el reino de la materia…más bien deberíamos recibirla como la creadora y regente del mundo de la materia”.

Asume que “los físicos evitan la verdad porque la verdad es ajena a la física cotidiana” e insiste en que “el mundo es mecánico-cuántico y debemos aprender a percibirlo como tal”. Además “una ventaja de corregir la percepción de la humanidad sobre el mundo es la alegría resultante de descubrir la naturaleza mental” y al aceptar que “no existe nada sino las observaciones” la física se convierte en algo muy simple.

Nos anima a “hacer un galileo” y termina con esta contundente afirmación: “el universo es inmaterial, mental y espiritual. Vive y disfruta”.


lunes, 18 de mayo de 2020

El Genio Y La Locura

"El genio no es un enfermo mental, pero, en caso de serlo, sabe aprovechar sus brotes para crear cosas fantásticas"


Demócrito se quitó la vista para poder pensar con mayor lucidez y crear la teoría sobre la estructura del átomo. Fue tachado de loco. 

En el cerebro de Albert Einstein había anomalías estructurales en el lóbulo izquierdo que podrían estar relacionadas con la genialidad del creador de la teoría de la relatividad. 

El poeta Antonin Artaud, que sufría trastorno bipolar, dirigió el laboratorio de experimentación de los surrealistas, empeñados en desentrañar y aprovechar al máximo los mecanismos del cerebro y de la locura -Dalí y su método paranoico-crítico es uno de sus exponentes-. 

Son bien conocidos los trastornos mentales del genial pintor Vicent Van Gogh, del matemático John Nash -que inspiró la película Una mente maravillosa- y del compositor Robert Schumann.

Son muchos los ejemplos de genios cuyo cerebro muestra características diferentes al resto de los mortales, y que incluso han tocado la locura. 

Así pues, ¿dónde está la frontera entre genialidad y enfermedad? A esta pregunta intentaron dar respuesta Francisco Mora, catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, y Vicenç Altaió, escritor,de la Administración catalana para promover la creación artística, como ponentes del debate ¿Genialidad o enfermedad, dónde está la frontera?.

Ni todos los genios están locos, ni todos los locos son genios, coincidieron los dos ponentes. Según Mora, "el genio es una persona con extraordinarias capacidades, focalizadas en alguna materia, y con capacidad para alumbrar ideas abstractas nuevas y expresarlas, es decir, de crear". 

Mora puntualizó que existen personas con buenas ideas, aunque no serían considerados como genios: "el genioide es el que puede concebir ideas, pero no puede expresarlas. El talento lo tiene el que puede acabar creando".

En cuanto al mito sobre la relación entre genialidad y enfermedad mental, Mora dejó claro: "el genio no es un enfermo, hay de todo, aunque es cierto que en el caso de existir enfermedad, sabe aprovechar sus brotes de locura para crear cosas fantásticas". 

Esta tesis viene apoyada por estudios que han permitido ver que "las facultades creadoras ya existen antes de manifestarse la enfermedad".

Vicenç Altaió incidió también en que otro tipo de enfermedades físicas también pueden dar otra percepción del mundo y puso un ejemplo. "Proust, debido a la alergia que tuvo de niño [síndrome de EPOC], nunca más pudo llevar una vida normal. Se dice que su genialidad se debe a su necesidad de recrear algo que él nunca más podría sentir". 

Incluso algunas extravagancias, como la de Demócrito a la hora de cegarse, pueden tener su explicación: "Hay que cerrar los ojos para ver el átomo en abstracto".

Según Francisco Mora, existe una base genética del genio, aunque se ha investigado poco. Del mismo modo, el ambiente es fundamental: "En la selva, aislados, un Mozart o un Einstein hubiesen sido como chimpancés. 

Hay que tener en cuenta que el 75% de nuestro cerebro se hace con el ambiente". La creatividad está asociada también con el conflicto emocional. 

"La insatisfacción es lo que empuja al genio a crear, y eso tiene un fundamento neurológico", explicó Mora. Vicenç Altaió observó que en catalán hay dos palabras diferentes para la locura, foll y boig, "algo muy acertado, porque foll afectaría a la psicopatología del alma, y boig sería el enfermo mental". 

A juicio de Altaió, el interés por el cerebro desde el punto de vista creativo se debe a que cada época lleva su prótesis corporal:

"El siglo XX-XXI está en el cerebro, igual que el romanticismo estuvo en el corazón".


Lo Que Exponemos

En ocasiones solemos esconder nuestros sentimientos cuando estamos con otras personas. Nos da vergüenza reconocer que sentimos emociones que consideramos negativas y que creemos, erróneamente, nos hacen parecer personas débiles a los ojos de los demás. Queremos ser fuertes a nivel emocional, no dejarnos afectar fácilmente por casi nada y dar una imagen de “persona madura y racional”.


Lo cierto es que practicar el pensamiento racional e intentar ser cada día un poco más maduro es maravilloso. En primer lugar para nosotros mismos, que con la práctica seremos capaces de desprendernos de gran cantidad de sinsabores innecesarios. También es verdad que las relaciones con los demás tienden a mejorar, pues no exagerar los acontecimientos, saber gestionar las emociones de forma adecuada y actuar de manera funcional y sensata también repercute en nuestro entorno.

Sin embargo, esto no quiere decir que dejamos de ser humanos: a lo largo de nuestra vida, inevitablemente, vamos a sentirnos desdichados, ansiosos o iracundos más veces de las que nos gustaría. Por lo tanto, como se trata de algo natural, lo mejor que podemos hacer es normalizarlo, no escondernos y ejercer la aceptación de nosotros mismos. Eso sí, siempre con moderación: aunque hablar de nuestros sentimientos con los demás es terapéutico, saturarlos puede jugar en nuestra contra.

Tanto si se trata de sentimientos negativos como positivos, compartirlos con los demás siempre es beneficioso. En el caso de los positivos porque los aumenta y puede desembocar en una celebración o en un rato agradable, ¿quién no desea contarle a su pareja que ha recibido un ascenso en el trabajo?

También tenemos varios motivos para compartir las emociones negativas. El principal es que al ponerlas sobre la mesa evitamos huir de ese sentimiento y aumentamos las posibilidades de asumir la responsabilidad de regularlo. Al mismo tiempo, cuando lo hagamos, permitiremos una exposición, lo que hará que la emoción tienda a descender. Al hablar de ello, podemos exponer la situación que nos causa la emoción a otros puntos de vista, a menudo menos catastrofistas que el inicial.

Cuando intentamos borrar la emoción, como si fuese una frase escrita a lápiz en un papel cualquiera, lo que generamos es el aumento de dicha emoción. Nos decimos a nosotros mismos que “no debemos estar así”, y esta exigencia aumenta la presión. La consecuencia es que ganamos en ansiedad y malestar, lo que a su vez provoca que la emoción se haga más intensa.

Cuando compartimos nuestra manera de sentirnos, estamos aceptando el sentimiento, lo dejamos estar y ser en nuestro cuerpo. De esta forma disminuimos su intensidad.

Por otro lado, hablar de nuestras emociones mejora las relaciones. Permitimos que el otro se sienta un confidente, alguien en el que tú has depositado tu confianza y esto denota un gran aprecio y cariño hacia esa persona, que siente que la has tenido en cuenta.

Dos cabezas siempre son mejor que una, lo que quiere decir que si cuentas tu problema o hablas de cómo te sientes con otra persona, probablemente será más fácil que lleguéis a encontrar una solución que pueda ayudarte. A veces nos sentimos tan decaídos anímicamente que no logramos ver lo que otros son capaces de ver sin demasiado esfuerzo.

Empieza siempre haciéndote responsable de tus sentimientos. Para ello, la frase ha de empezar por un “yo me siento…”, seguido de tus razones y acabar siempre con una buena relación, aceptando el punto de vista del otro.
También podemos compartir lo que nos pasa con personas que no tengan nada que ver con el problema, como un amigo. Él nos dará su punto de vista y nos ayudará a encontrar soluciones. Eso sí, no caigas en criticar a otras personas porque entonces conseguirás el efecto contrario: tu negatividad crecerá más.

“Expresa tus sentimientos siempre que puedas, eres humano y es natural tenerlos. Todos los tenemos. Evitar contarlos no te hará más fuerte, sino todo lo contrario, ya que está actuando en ti la ansiedad por un posible rechazo”


Urbanización Utilitaria


El proceso de urbanización y la electrificación del territorio atraen la atención del hombre moderno hacia lo más inmediato y el interés mítico del hombre arcaico por el Cosmos, pierde su carácter poético y pasional para hacerse utilitarista y racional. 

La luz de la ciudad electrificada (colonizadora del ambiente rural como en el caso de la Canadiense y el ejemplo de la explotación del territorio leridano en aras de Barcelona) desplaza la atención humana del cielo nocturno estrellado a los anuncios luminosos y a las atracciones comerciales y lúdicas. 

El hombre moderno carece ya, a pesar de la nueva física, de mitologías sobre el origen y la estructura del universo. Sólo las mitologías del Mercado y del Consumo están hoy presentes en la llamada Sociedad el Bienestar.

Jamás ha tenido el ser humano más facilidad de desplazarse de un territorio a otro. Sin embargo, el contacto con el otro no exige ya que nos movamos de nuestro escritorio o de nuestra sala de estar. Requiere casi más esfuerzo entrar en contacto con el vecino de la casa de al lado que con un antípoda terrestre. Y cuando, a pesar de todo, nos desplazamos a territorios alejados, constatamos que todos los territorios se van pareciendo cada vez más unos a otros y que "en todas partes cuecen habas", siguiendo además la misma receta culinaria. Hasta las extravagancias, que por definición representan lo inusual, son exactamente las mismas en todas las urbes: las cabezas rapadas, los Hara Krisna, el pantalón vaquero andrajoso, la droga.

El desarraigo territorial del hombre moderno se advierte no menos en lo que respecta al conocimiento de los detalles de su ambiente más próximo. Cuando el desplazamiento geográfico todavía requería tiempo, el individuo humano tenía ocasión de ir registrando y estudiando con minuciosidad los pormenores de la naturaleza y de la ciudad que recorría a pie o en un transporte lento. 

Curiosamente, cuanto más rápidamente nos movemos, menos tiempo decimos tener. El ahorro de tiempo que suponen las comunicaciones y los transportes modernos ha hecho de la carencia de tiempo un rasgo definitorio de nuestra cultura.

Un tiempo que se medía en jornadas, pasó en nuestro siglo a medirse primero en horas y ahora hasta en décimas de segundo. En un solo día recorremos lugares que, tan sólo hace unos decenios, requerían muchos días de viaje. Nuestra capacidad cotidiana de recepción no ha aumentado, pero los objetos que reclaman nuestra atención son cada vez más numerosos.

La conciencia de los detalles desaparece así con la velocidad. La configuración del territorio se desvanece. Hemos adquirido la perspectiva del dinosaurio a que antes aludí, sin siquiera haber incrementado nuestro volumen corporal. 

Resultado de esta transformación de nuestra conciencia es la extraterritorialidad que nos caracteriza, un estar siempre en otra parte que hace del hombre moderno un ser desarraigado y un exiliado nato.


Ser Social


En obra de filosofía política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre, por lo que genera naturalmente una sociedad que se debe organizar. La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre que derivará en el derecho.


El derecho sólo tiene sentido para el hombre en sociedad y la sociedad, al ser previa al derecho y al ser individual, solo puede ser organizada por nuestra naturaleza política a través de un derecho que garantice la convivencia pacífica.
"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Para Aristóteles se "es" en tanto se "co-es", lo que significa que, a pesar de que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla nuestra personalidad o nuestro "ser", esta dimensión está inserta en la dimensión social del hombre para la convivencia en comunidad desde que nacemos, para el desarrollo de nuestra coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad como, por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad.

Dice Aristóteles: "El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios". 

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En obra de filosofía política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre, por lo que genera naturalmente una sociedad que se debe organizar. La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre que derivará en el derecho.


El derecho sólo tiene sentido para el hombre en sociedad y la sociedad, al ser previa al derecho y al ser individual, solo puede ser organizada por nuestra naturaleza política a través de un derecho que garantice la convivencia pacífica.