miércoles, 5 de agosto de 2020

La Moral Responsable

La definición de responsabilidad moral puede ser comprendida acudiendo a su comprensión ortodoxa, como esta:


«La responsabilidad moral es la capacidad y obligación moral que tiene el sujeto de responder plenamente por los actos realizados, siempre y cuando éstos tengan su origen en un comportamiento libre y consciente».

«La capacidad y la obligación moral que tenemos las personas de responder plenamente por los actos realizados, siempre y cuando tengan su origen en un comportamiento libre y consciente»

Con esas ideas, es posible comprender que la responsabilidad moral contiene elementos, los que expongo a continuación:

• Es un concepto individual y personal, imposible de ser asignado a grupos o colectividades —por lo que no se puede realmente hablar de responsabilidad general colectiva.
• Por necesidad contiene un elemento prescriptivo, es decir, uno que establece diferencias de bueno/malo, debido/indebido — que toma la forma de opciones entre las que la persona selecciona.

Contiene también, por necesidad inevitable, una creencia en la capacidad humana de actuar seleccionado entre esas opciones disponibles a la persona.

Y, en su esencia misma, contiene el elemento que la caracteriza: la aceptación personal de las consecuencias que las acciones personales produzcan, en la persona misma y en otras.

Por otro lado, es usual que la idea de aceptar las consecuencias de los actos propios ponga atención en las consecuencias negativas —las de, por ejemplo, aceptar las consecuencias del uso de drogas. Sin embargo, también deben incluirse las consecuencias positivas —como las de quien tiene hábitos de ahorro y logra una pensión sustancial.

Es decir, en la idea de responsabilidad está contenido otro elemento, el de justicia (dar a cada quien lo merecido, bueno o malo) —lo que tiene una implicación que es escasamente reconocida: sería una injusticia impedir que la persona fuera responsable de sus acciones.


Ser Partícipe


¿Por qué abordar el tema de la participación ciudadana? 

En un mundo cada vez más interconectado, la participación ciudadana es un tema crucial para mejorar los resultados de desarrollo. Hemos observado a través de todo el mundo que cuando los ciudadanos participan y se involucran, ellos pueden ayudar a mejorar el proceso de formulación de políticas y la prestación de servicios.

Dicho de manera simple, si queremos encarar los desafíos sociales, económicos y ambientales, debemos considerar el conocimiento, las experiencias, los puntos de vista y los valores de las personas que se ven directamente afectadas.

La participación ciudadana consiste en empoderar a las personas para que tomen control de sus propias vidas, sigan buscando soluciones para estos problemas que enfrentan, y entreguen comentarios sobre la calidad de los servicios recibidos. En otras palabras, se trata de dar la oportunidad a las personas de expresarse para que no queden excluidas del proceso de desarrollo.

¿Qué aprenderá? En este curso de ciencias sociales se analiza la participación ciudadana y la activa función que pueden desempeñar los ciudadanos en la definición de las políticas públicas y la prestación de servicios. A través del curso, usted tendrá acceso a investigaciones y teorías relacionadas con esta materia, y conocerá ejemplos de casos en que los ciudadanos y los Gobiernos trabajan de manera conjunta para mejorar sus sociedades.

En esta tercera oferta del curso en línea masivo y abierto, profesionales locales presentarán diferentes enfoques de participación ciudadana que se han implementado en sectores como el agua, la salud y la educación en Ghana y Kenya.

Aprender cómo usted puede mejorar los resultados de desarrollo en todo el mundo y en su propia comunidad.


Integridad

Una persona íntegra es una persona con valores y principios. Se relaciona con la honestidad,
la honradez, la lealtad, la veracidad, el respeto por los demás y por sí mism@, el autocontrol emocional, la confiabilidad. Una persona íntegra es una persona digna de nuestra confianza. Es una persona que atrae a los demás. Es una persona con una mirada clara, limpia, real y honesta. Es una persona intachable e invencible.

En contraposición, una persona que no es íntegra es una persona deshonesta, que no respeta a los demás, desleal, no confiable y además, en su vida, suele entrar muy a menudo en juego la mentira. Suelen ser personas con dos caras. Su pasatiempo preferido suele ser hablar mal de los demás, aunque nunca lo reconocerán.

Por desgracia, las personas íntegras no son las que más abundan. ¿Por qué? Porque ser íntegro no suele ser el camino más fácil. Ser íntegro implica esfuerzo constante y diario por ser mejor persona. Es evidente que no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio que requiere la integridad.

Destaquemos las ventajas que te ofrece ser una persona íntegra:
1.- Serás una persona confiable para los demás, porque los demás, saben que no vas a tomar el atajo de utilizar mentiras para salir airos@ de una situación incómoda.
2.- Siempre podrás dormir satisfecho con una conciencia tranquila.
3.- Atraerás a los demás hacia tu persona, por tus cualidades personales (si te mueves en el mundo del networking, esta atracción también te servirá para atraer a más socios a tu negocio, aunque lógicamente es una consecuencia, y no la razón para ser íntegro).
4.- Avanzarás hacia tus objetivos y metas en la vida de una manera mucho más rápida y segura.
5.- Serás una persona con la tranquilidad mental que te da el no tener un pasado o presente oscuro que temas que en cualquier momento pueda salir a la luz y romper tu credibilidad.
6.- Tendrás una excelente reputación personal, laboral, profesional, familiar, lo que hará ampliar tu círculo de influencia y amistades.
Por contra, destaquemos las desventajas de ser una persona sin integridad:
Se suele decir que “la mentira tiene las patas muy cortas”. Y creo que es un post donde podemos aplicar este dicho popular. Hay personas que se han acostumbrado a mentir, y mienten en todo momento, circunstancia y lugar. ¿Crees que una persona que habitúa a mentir es una persona digna de confianza para los demás? Evidentemente NO.

Así que, mi recomendación es la siguiente: si quieres ser una persona íntegra acostúmbrate a no recurrir a la mentira, ni siquiera, para tratar de salir de una situación incómoda. No merece la pena perder tu credibilidad y confianza ante los demás (ni ante ti mism@ que es más importante) por optar por la opción cómoda.

Piensa bien en esto, si tienes la fama y reputación de ser una persona falta de integridad y que además, suele mentir, ¿crees que podrás atraer muchas personas a tu negocio para trabajar codo a codo con ell@s? ¿Crees que los demás querrán un líder con esas características?

 La falta de integridad suele desembocar en una persona con doble moral. Que dicen algo, y con sus hechos demuestran lo contrario. ¿Crees que cuando los demás se den cuenta, van a querer relacionarse con una persona así?



La Dirección Correcta


¡¡¿Te has preguntado alguna vez por qué no eres capaz de alcanzar tus objetivos?
No eres el único, de hecho es más común de lo que sería deseable: hay personas que incluso acuden a la hipnosis para alcanzar sus objetivos.

Suele suceder que que a pesar de todos tus esfuerzos para alcanzar tus objetivos en algún momento aparecen obstáculos que te impiden que logres hacerlo.
La mejor manera que conozco para garantizarte la consecución de tus objetivos es conocer los obstáculos que pueden presentarse en tu camino, por eso esta guía se centra en esas barreras y cómo sortearlas.

Es muy habitual querer lo que llamo yo un “nosequé”, es decir, algo aproximado a lo que queremos pero que en realidad no nos conduce a ningún sitio concreto.

Es como decirle a un taxista: “Por favor, lléveme al sur de …”

Si no concretas ¿crees que será posible que te lleve al lugar que deseas?

Los más místicos dirían “si me ha traído aquí, debe ser por algo, la vida me está dando un mensaje, esto tiene que tener un significado”.

Efectivamente, el significado es que no tienes ni idea de hacia dónde vas .

Al grano: si no sabes dónde vas, llegará el punto en que no sepas hacia dónde ir, y lo que es peor, al no ver el horizonte te desmotivarás.

Por eso es imprescindible definir los objetivos desde el principio de forma correcta.

martes, 4 de agosto de 2020

El Valor De Jugar


El vídeo de Rocky, cuando habla con su hijo y le dice durante el discurso: “Hay que soportar sin dejar de avanzar; si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que quieres. Pero tendrás que soportar los golpes de la vida”, me emociono.

Frente a los problemas, más o menos graves, parecidas circunstancias socioeconómicas, familiares y laborales, hay personas que se hunden y que contemplan la vida como un lugar en el que ya no hay capacidad de reacción, o personas que piensan que la vida vale la pena, que ahí fuera quedan oportunidades para todos, y que a mal tiempo, buena cara.

La resiliencia se define como la capacidad de soportar los golpes y los avatares de la vida y sobreponerse a las circunstancias. La persona resiliente sufre, siente y padece, pero no se recrea en estas emociones, no se recrea en el dolor. Sino que lo interpreta como parte del proceso, o del bache. El dolor y las circunstancias difíciles forman parte de la vida, son parte del juego.

¿Alguna vez se ha preguntado si tiene resiliencia? ¿Es capaz de olvidar el pasado, sobreponerse y mirar hacia delante?

Imagine la existencia como un juego; un juego en el que parte de las reglas las escribe usted, pero otra parte vienen determinadas. La definición que haga de cada piedra determina la forma como se enfrenta o huye de ella. Si vemos la vida como ese lugar en el que tiene que aprender a vencer obstáculos, luchar como un guerrero fuerte contra los dragones, un tablero con pruebas de lógica y estrategia en las que debe pensar para resolver las situaciones, seguro que será más atractivo que si define las piedras como mala suerte, desgracias, o como algo dado en lo que no puede intervenir. Esta visión le hace ser víctima y no protagonista.

La vida es un juego en el que tiene que ganar; entendido este concepto como la capacidad de ir solventando obstáculos, aprendiendo de los errores y de sus victorias, siendo feliz y disfrutando de los detalles. Y también significa no dejar que el pasado le condicione, de tal forma que siempre pueda estar en la casilla de salida. Siempre hay oportunidades, pero se deben tener los ojos bien abiertos para poder verlas. 

Su atención es como un faro que alumbra en la oscuridad. Deje de enfocar a lo que no funciona, esto no le va a ayudar a avanzar.

Vamos Y Vamos


El artículo de Rees, titulado Viajes Interestelares y Poshumanos, descansa sobre lo que hoy es algo más que un presagio o un simple acto de fe en el mañana, “un porvenir poshumano en el que nuestros descendientes podrán algún día trascender las limitaciones humanas aquí en la Tierra, pero, más probablemente, fuera de ella”.

Para un viaje tan largo, que igual parece será para siempre, la visión que convierte a los humanos en el último eslabón evolutivo no será suficiente, puesto que terminaremos convertidos “en una especie surgida en una fase temprana en la sucesión temporal de especies, con aptitudes concretas para una evolución diversificada, y tal vez de importancia cósmica, como punto de partida de una transición hacia entidades basadas en el silicio (y potencialmente inmortales)que puedan trascender las limitaciones humanas con mayor facilidad”.

En su artículo, Rees describe cómo tres grandes tecnologías sientan las bases en las que se sustentará aquel viaje cósmico, no tan despacio, dado que la “evolución futura no se dará en la escala temporal de millones de años propia de la selección darwiniana, sino a un ritmo mucho más acelerado”, producto de la biotecnología avanzada, la inteligencia artificial, la robótica, y la exploración espacial.  

En su conjunción, la evolución por selección natural dará paso a la selección por diseño, una transición no exenta de problemas éticos y morales.

En el caso de la biotecnología, Rees menciona a CRISPR, la nueva técnica de precisa edición genética, y los llamados experimentos de incremento de función, que nos llevarán a una época donde “los niños serán capaces de diseñar y crear nuevos organismos de manera rutinaria”. No oculta el “lado negativo, la amenaza del bioerror o del uso del bioterror

Si ‘jugar a ser Dios en la mesa de la cocina’ (por así decirlo), se convierte en una posibilidad real, hay probabilidades de que nuestra ecología, e incluso nuestra especie, no salgan indemnes”.

Por su parte, la robótica y la inteligencia artificial reciben el efecto multiplicador de la Ley de Moore en el diseño de ordenadores y el procesamiento de datos y “los impresionantes avances en el denominado aprendizaje generalizado de las máquinas”, como DeepMind, famosa por vencer al campeón mundial del juego de mesa de origen chino Go que, sin programación previa, “aprendió absorbiendo enormes cantidades de partidas y jugando contra sí misma una y otra vez”, o los millones de imágenes procesadas o de lecturas hechas que terminaron en sistemas que pueden traducir documentos e identificar rostros humanos.

O ejemplos más recientes incluso, como DeepCoder, un sistema que escribirá el código fuente de otros sistemas, o como Flint, que personaliza su correo de noticias conforme vaya interactuando con usted, producto, afirman, de la “inteligencia artificial y colectiva”, o lo que llaman chatterbot, robots conversacionales, que “entienden la semántica, la sintaxis y la gramática” de con quien actúan. Otro ejemplo sería Kick My Bot, disponible ya para interactuar dentro de una red social con el nombre de JobLink, para buscar empleo, al menos en Francia.

En el futuro, robots o aquellos que hayan trascendido la biología, “fusionándose con ordenadores”, acabarán por “observar, interpretar y alterar su entorno tan eficazmente como nosotros”, por lo que serán considerados, “seres inteligentes”, en cuyo caso, “algún día pueden darse escenarios en los que robots autónomos se rebelen” pero también será esa misma “inteligencia pos humana seguramente la que se extenderá mucho más allá de la Tierra”.


Los viajes humanos quedarán limitados a los planetas y alrededores. Los largos, o los sin retorno, serán hijos de las tecnologías que permitan adaptarse al hostil espacio; “criaturas orgánicas”, “cerebros no orgánicos o “intelectos poshumanos”, a los que “simplemente deberíamos desearles buena suerte. 

El suyo podría ser el primer paso hacia la diferenciación en una nueva especie: el comienzo de la era poshumana”, desarrollando “conocimientos tan alejados de nuestra imaginación como lo está la teoría de cuerdas para un ratón”, concluye Rees.


Cultura Hoy Y Siempre


La ciencia ha sido el principal camino de esa reflexión sistemática desde el siglo XVII. Sus informaciones y propuestas buscan, desde entonces, apoyarse en la experiencia empírica basada en una racionalidad formal, universalista. Eso es relativamente fácil de realizar en lo que se refiere a la estructura del mundo físico y al funcionamiento del mundo orgánico ­ como lo comprueba el vertiginoso desarrollo del sistema tecnocientífico, o sea, el desarrollo de las ciencias físicas y naturales dedicadas a la transformación de las posibilidades de conocimiento y del uso humano de los recursos del mundo.

No es tan fácil, sin embargo, en lo que se refiere a las condiciones específicas de la experiencia social de la vida humana, enredada en la complejidad de los pensamientos, de las emociones, de los valores, de la historia. 

Las ciencias humanas se desarrollaron tardíamente en relación a las ciencias hard por enfrentar retos muy peculiares: ellas deben comprender cómo se organizan y se procesan las condiciones simbólicas y pragmáticas de la vida en aquellas cosas que escapan a la determinación directa de los fundamentos físicos y orgánicos de los seres humanos. Las propias bases de esa autonomía relativa del pensamiento, del lenguaje, de la voluntad, de la acción, de los sentimientos es materia de debate, ya que ­ para muchos científicos ­ todo eso no podría ser otra cosa que una emanación directa, lineal, de las propiedades biológicas de los sujetos (como en otras épocas pensaban los mecanicistas sobre los fenómenos de la vida orgánica). 

Las ciencias humanas exploran y analizan cómo se manifiestan y funcionan esas propiedades “emergentes”, o sea aquellas que, aunque dependan de la existencia de la realidad material subyacente, presentan características específicas, funcionan con lógicas propias, conllevan la intervención de la cognición, de la imaginación y de la voluntad en el rumbo de la historia.

Al hacerlo, las ciencias humanas deben enfrentar otro enorme reto: su materia de análisis no se encuentra distanciada, en la lente de una lupa, de un telescopio o de un espectrómetro de masa; sino que, está entrañada en la vida inmediata de toda la humanidad (tanto de los legos como de los investigadores). Estudian fenómenos como la familia y el parentesco, la religiosidad y los rituales, el gusto artístico y la disposición científica, los modos de hacer política y los de practicar deportes, los cuidados con la salud y las actividades bélicas, las formas de la sexualidad y las de la violencia, la experiencia del tiempo y la organización del espacio. Sobre todo eso cada cultura, cada colectividad social, tiene sus propias concepciones, sus propios procedimientos ­ frecuentemente muy distintos de los nuestros. Interpretando y comparando esas formas de manifestación de los fenómenos exclusivos del ser humano se construyen los saberes sociológico, antropológico, histórico, psicológico.

Esos saberes no sirven, fácilmente, para una utilización tecnológica, como la construcción de palancas hacia el futuro. Su mayor fuerza y su utilidad residen en la crítica que presentan; al revelar cómo se articulan los proyectos humanos y cómo son llevados a cabo en contextos de jerarquía o de poder, de diálogo o de dominación, de armonía o de depredación, de acogida o de exclusión.

Confines Humanos

Quizá te haya pasado inadvertido que esos breves periodos en los que «eres consciente sin pensamiento» ya ocurren natural y espontáneamente en tu vida. 


Puedes estar realizando alguna actividad manual, o paseando por la habitación, o esperando en el mostrador de la aerolínea, y estar tan completamente presente que el ruido mental de fondo se disipa y es reemplazado por la presencia consciente. También puedes estar mirando al cielo o escuchando a alguien sin que surja ningún comentario interno. Tus percepciones se vuelven claras como el cristal, no están empañadas por el pensamiento.

Para la mente, todo esto no es significativo, porque tiene cosas «más importantes» en que pensar. Además, no es memorable, y por eso te ha pasado inadvertido.

Lo cierto es que es lo más significativo que puede ocurrirte. Es el principio de un cambio desde el pensamiento hacia la presencia consciente. Siéntete cómodo en el estado de “no saber”. Este estado te lleva más allá de la mente, porque la mente siempre está intentando concluir e interpretar.

Tiene miedo de no saber. Por eso, cuando puedes sentirte cómodo en el no saber, ya has ido más allá de la mente. De ese estado surge un conocimiento más profundo que es no-conceptual.

Creación artística, deporte, danza, enseñanza, terapia: la maestría en cualquier disciplina implica que la mente pensante o bien ya no participa, o se ha quedado en un discreto segundo plano.

Un poder y una inteligencia mayores que tú, aunque en esencia son uno contigo, toman el mando. Ya no hay proceso de toma de decisiones; la acción justa surge espontáneamente, y «tú» no la estás haciendo. La maestría de la vida es lo opuesto del control. Te alineas con la conciencia mayor. *Ella* actúa, habla y hace los trabajos.

Un momento de peligro puede producir el cese temporal de la corriente de pensamientos, permitiéndote degustar lo que significa estar presente, alerta, consciente.

La Verdad es mucho más omniabarcante de lo que la mente podrá comprender jamás. Ningún pensamiento puede encerrar y contener la Verdad. En el mejor de los casos, puede indicarla. Por ejemplo, puede decir: «Todas las cosas son intrínsecamente una.» Eso es una indicación, no una explicación.

 Comprender estas palabras significa *sentir* profundamente dentro de ti la verdad hacia la que apuntan.


lunes, 3 de agosto de 2020

Dialoguemos


El diálogo social desempeña un papel crucial en el logro del objetivo de la OIT de promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres para conseguir un trabajo productivo y decente, en condiciones de libertad, seguridad y dignidad.

La definición de diálogo social con que trabaja la OIT incluye dentro del mismo todo tipo de negociación, consulta o simple intercambio de informaciones entre representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores sobre cuestiones de interés común relacionadas con la política económica y social. 

Puede cobrar la forma de un proceso tripartito donde el gobierno es parte oficial en dicho diálogo o consistir en relaciones de carácter bipartito entre trabajadores y empleadores, o bien, entre organizaciones de trabajadores y de empleadores, con o sin intervención indirecta del gobierno. La concertación puede ser oficiosa u oficial, siendo con frecuencia una combinación de ambos tipos. Puede tener lugar en los planos nacional, regional o de la empresa. 

También puede ser interprofesional, intersectorial o una combinación de tales formas.

El principal objetivo del diálogo social propiamente dicho es el de promover el logro de un consenso y la participación democrática de los principales interlocutores presentes en el mundo del trabajo. 

Las estructuras del diálogo social así como los procesos que se han desarrollado con éxito han sido capaces de resolver importantes cuestiones de índole económica y social, han alentado el buen gobierno, el progreso y la paz sociales, la estabilidad e impulsado el desarrollo económico.


Sociedad Humana

El ser humano es un ser social porque vive en un entorno donde no está aislado, sino que le toca relacionarse con personas diferentes, cada una de ellas con costumbres, intereses e ideas propios. Por la misma razón, el ser humano ha debido organizar esta convivencia, a fin de ordenarla y situarla en un contexto de respeto, donde las libertades y el hacer individuales quedan supeditados a un conjunto de normas que señalan los derechos y deberes de cada persona.

Entre las formas de sociabilidad humana podemos distinguir dos tipos: las comunidades y las sociedades. Las comunidades son agrupaciones humanas naturales; es decir, se unen en base a ciertos rasgos que tienden a agrupar a las personas por afinidad, siendo el nexo algún rasgo común predominante. Un ejemplo de ello son los grupos étnicos.

Las sociedades, en cambio, tienen su fundamento en una decisión racional y en el empleo de la voluntad humana, donde un grupo de personas se une por una causa común, cuya meta es desarrollar una tarea y alcanzar una finalidad. Ejemplo de lo anterior es un club deportivo o una junta de vecinos. 

Esto que acabamos de definir se aplica a una sociedad en particular, pero cuando este mismo concepto engloba a un espectro más amplio de personas pasa a denominarse sociedad política, que se puede definir como un sistema social institucionalizado, dotado de supremacía sobre toda otra forma de organización social.

A través de la historia han surgido diferentes formas de sociedad política, como los imperios orientales, la polis o ciudad griega, el imperio romano y la sociedad feudal, entre otras.



Avidez Del Intelecto

Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.

Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.
-Antonio Gramsci.

A principios de los años 90, el psicólogo evolutivo Howard Gardner renovó el paradigma de las ciencias cognitivas a partir de su teoría de las inteligencias múltiples. Gardner consideró por primera vez la inteligencia no como una única capacidad, fijada e innata, dada de una vez y para siempre en cada persona, sino como una serie de habilidades cognitivas en distintos campos de la experiencia humana, habilidades que son susceptibles de continuar en proceso de desarrollo durante la totalidad de la vida. De manera inversa, pueden malograrse o permanecer estancadas, como un músculo que nunca o casi nunca se lo trabaja o estimula. Una de las inteligencias principales que Gardner categorizó es la denominada inteligencia lingüístico-verbal; concretamente, la inteligencia relacionada con el pensamiento y el lenguaje. 

No son pocos los autores que han considerado que, de todas las características que nos separan del reino animal, el lenguaje (la capacidad de “significar”) es la principal.

En un brillante libro sobre la evolución de los circuitos cerebrales humanos, el psicólogo, guerrillero ontológico y profuso escritor Robert Anton Wilson nos deja una concisa definición de inteligencia, que se ajusta muy bien a la inteligencia lingüístico-verbal de Gardner: “La inteligencia es la capacidad de recibir, decodificar y transmitir información de manera eficiente.” (Robert Anton Wilson, Prometeo Ascendiendo, 1983). 

Basándose en las nociones de Claude Shannon (conocido como “el padre de la teoría de la información”) y del creador de la “semántica general”, Alfred Korzibsy, Wilson nos dice que “información” equivale a cualquier conjunto organizado de datos que implican una novedad significativa para el sistema de creencias y la totalidad de la información previa que tiene interiorizado un sujeto. 

Nuestro modo central de transmitir y recibir información es a través del lenguaje; es decir, a través signos lingüísticos significativos (palabras que expresan pensamientos, ideas y conceptos). Tanto para Wilson, como para el enfoque constructivista del conocimiento iniciado por Lev Vigotsky, el impacto de la información en el sujeto implica un complejo proceso de integración dentro de su sistema de creencias y datos o “mapa cognitivo”.

Y si la integración y la transmisión de información es inteligencia, como estos autores sostienen, sin duda una de nuestras herramientas más poderosas para desarrollarla individualmente, así como para amplificarla colectivamente, es la lectura. “La lectura […] es un proceso emergente de construcción de significado que ocurre cuando la información topicalizada por el texto se sintetiza con el conocimiento previo como parte de un proceso general de interacción mediada con el mundo” (Michael Cole y Bárbara Means, Cognición y pensamiento, 1986).

En los últimos años, desde el ámbito de la neurociencia, han surgido fuertes confirmaciones de estas teorías, principalmente a partir del concepto de “plasticidad neuronal”, que implica que nuestro cerebro no es una unidad estática, sino que se trata de un continuo proceso de cambio y adaptación de redes sinápticas, las cuales organizan y reorganizan nuestra cosmovisión y nuestra percepción general del mundo. Para este complejo proceso, el hábito de leer se convierte en uno de sus catalizadores más poderosos.

En un estudio llevado a cabo durante un programa de alfabetización en Colombia, el doctor Manuel Carreiras del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje comprobó que las personas alfabetizadas mostraron un importante incremento frente a las no alfabetizadas en dos áreas relacionadas con el procesamiento visual, fonológico y semántico de la información en un texto: la materia gris (la densidad neuronal) y la materia blanca (encargada de conectar los dos hemisferios del cerebro).


Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), concluyó que “la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales”. 

La lectura constante y prolongada mejora nuestra capacidad de razonamiento, nuestra agilidad mental, nuestra concentración y nuestra memoria, al tiempo que amplía nuestros recursos lingüísticos y la profundidad de nuestras ideas.


Siempre Ilusionados

.Me parece normal que quienes estamos viviendo en el invierno de la vida todavía tengamos ilusiones que estimulan nuestro pensamiento y nuestro obrar procurando su realización.

Tal vez hay un ejercicio que no hemos hecho: un listado de lo que nos falta por hacer o lograr, antes de que se detenga el latir de nuestro corazón para siempre.

Esta última diferencia, entre hacer y lograr, es importante, porque la vida ha tenido la gentileza o rudeza de irnos enseñando que no todas las ilusiones que se gestan en nuestra mente se pueden convertir en realidad, a pesar de nuestra disposición, buena voluntad, empeño y constancia.

La razón es simple: su realización no depende solamente de nosotros.

Pero eso no debe detenernos e impedir que expresemos nuestras ilusiones, simplemente porque pueden existir otras personas que sí tengan la posibilidad, la voluntad y el poder para convertirlas en realidad, no necesariamente porque supieron de las nuestras, sino porque llegaron a la misma conclusión que nosotros, desde sus conocimientos o su propia experiencia de vida.

Mi experiencia personal ha sido buena. Por supuesto que hubiera querido que fuera mejor.

Saber Dónde Te Diriges


Tu Vida solo mejorará cuando decidas tomar mejores decisión es. Las cosas no mejoran por sí mismas.  Las mejoras y los cambios positivos ocurrirán  sólo cuando decidas pensar y actuar diferente.  Tú naciste, pero no fue tu decisión.  Y tampoco sabes cuándo morirás.  Sin embargo, lo que hagas mientras  tanto es completamente DECISIÓN TUYA.

Cuando trabajo algún taller de METAS o de ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO, siempre les pregunto a los participantes:  ¿ Si mañana nos fuéramos de Viaje que meterían en su Equipaje  ?

Muchos dicen,  distinta ropa, cosas de higiene personal, una chaqueta,  traje de baño, mi ipad o laptop, el cargador, etc.   Pero siempre llegamos a la pregunta clave: ¿Depende a DONDE vamos?

Muchas veces nuestro día se ve como la maleta en la imagen ya que la llenamos de tantas cosas que vamos cargando cada día pero que la mayoría no me servirán en nada para el DESTINO o la META a la que me dirijo.

Por eso es importante revisar si se a DONDE VOY, CUALES SON MIS METAS, y así preparé lo que necesito para mi viaje hacia el ÉXITO.

¿Sabes hacia dónde vas y cómo llegar?
En la obra de Alicia en el país de las maravillas, puede leerse un párrafo  que dice así: “…El Gato se limitó a sonreír al ver a Alicia. Parece bueno, pensó Alicia; sin embargo, tiene uñas muy largas, y muchísimos dientes, así que comprendió que debía tratarlo con respeto. –Gatito, gatito, dijo, un poco tímidamente, ya que no sabía si le gustaba que le llamasen así; pero al Gato se le ensanchó la sonrisa. Ante esto, Alicia pensó: ”Vaya, de momento parece complacido”, y prosiguió: –¿te importaría decirme, por favor, qué camino debo tomar desde aquí? –Eso depende en gran medida de adónde quieres ir, -dijo el Gato. – ¡No me importa mucho adónde…! –dijo Alicia. –Entonces, da igual la dirección  –dijo el Gato. Añadiendo: ¡Cualquiera que tomes está bien…! – ¡Gracias añadió Alicia a modo de explicación.
-¡Ah!, dijo el gato: –ten la seguridad de que llegarás, sobre todo si caminas bastante, añadiendo: ¡…Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces!” (Fin de la cita)

Debemos tener una Visión clara de hacia dónde vamos y también un PLAN de cómo llegar.

Los pilotos Aviadores saben muy bien hacia donde deben  llevar el Avión y llevan un Plan de Vuelo que van revisando constantemente durante el viaje.  Ya que es muy fácil desviarse un grado y sin darse cuenta llegar a un lugar totalmente distinto del destino original del viaje.


La evidencia de un PLAN bien pensado y puesto por escrito para cada una de tus METAS indica que participas seriamente en tu propia vida y que estás determinado a lograr una diferencia entre esas dos elecciones sobre las cuales no tienes control.  Con un PLAN bien documentado te distinguirás de quienes solo esperan, desean, incluso se ufanan por más gozo, pasión y Éxito, pero no tratan de hacer algo por lograrlo,


EL Ser armònicos

Para vivir en armonía, es necesario ser indulgente y tolerante, pues no debemos esperar que otra persona actúe igual que uno, ya que todos los seres humanos tienen su propia manera de pensar y, por lo tanto, es normal que vean las cosas de forma diferente, lo cual debemos respetar.

No podemos esperar que si somos católicos, todos lo sean, o si somos demócratas o republicanos, pensar que somos los únicos que tenemos la razón o que porque somos de determinado país, eso nos hace mejores que otros seres humanos.
La tolerancia no es sumisión, es comprensión, amor y respeto hacia nuestros semejantes.
Así como recibimos de buen grado los elogios, también debemos estar dispuestos a aceptar las críticas, mientras éstas sean respetuosas.
Si pensamos que la tolerancia es sinónimo de falta de amor propio, nos convertiremos en individuos rencorosos y agresivos. Si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será vivir en un mundo de ciegos.
La tolerancia, lógicamente, tiene un límite, ya que no se debe soportar lo insoportable. No sería justo ni es ético.
Está bien defender con razones lo que consideramos justo, pero no está bien pretender imponer nuestros criterios a quienes piensen diferente.
El fanático, por regla general, es testarudo y no razona, por consiguiente, si no estamos de acuerdo con sus pensamientos, la mejor opción es ignorarlo, ya que jamás se llegará con él a acuerdo alguno.
Para vivir en armonía, es menester ser tolerante y beber de la fuente de la sencillez que hará ver nuestras limitaciones y nos otorgará el discernimiento que nos dará la inspiración para obrar con corrección.
Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque “el hombre debe ser cosa sagrada para el hombre”.

Inquietud Creativa


La filosofía no es un coto tan sólo reservado a pensadores extraordinarios y excéntricos, tal y como se suele suponer. Todos filosofamos cuando no estamos inmersos en nuestras tareas cotidianas y tenemos la oportunidad de hacernos preguntas sobre la vida y sobre el universo.

Los seres humanos somos curiosos por naturaleza y no podemos evitar plantearnos interrogantes acerca del mundo que nos rodea y del lugar que ocupamos en él. También disponemos de una capacidad intelectual muy potente que permite que, además de plantearnos preguntas, podamos razonar sobre las mismas. Aunque no nos demos cuenta, siempre que razonamos pensamos filosóficamente.

La filosofía consiste más en el proceso de intentar encontrar respuestas a preguntas fundamentales mediante el razonamiento, sin aceptar las opiniones convencionales o la autoridad tradicional antes de cuestionarlas, que en el hecho propiamente dicho de encontrar esas respuestas.

Los primeros filósofos de la historia, en la Grecia y la China antiguas, fueron pensadores a los que no satisfacían las explicaciones establecidas procedentes de la religión y de la costumbre, y que buscaron respuestas con una base racional.

Del mismo modo que nosotros podemos compartir nuestras opiniones con amigos y colegas, ellos comentaban sus ideas entre ellos, e incluso fundaron «escuelas» en las que, además de enseñar las conclusiones a las que habían llegado, también presentaban el proceso de pensamiento que les había llevado hasta ellas.

Animaban a sus alumnos a disentir y a criticar las ideas que les planteaban, para perfeccionarlas y pensar en otras distintas. La idea del filósofo solitario que llega a sus conclusiones en el aislamiento es muy habitual, pero también errónea, ya que en realidad esto sucede en muy raras ocasiones.

Las ideas nuevas surgen del debate, del examen, del análisis y de la crítica de las ideas de los demás.


SIMBIOSIS humana


LA TEORÍA DE LA SIMBIOSIS HUMANA MARGARET MAHLER (1897 –1985)

El término simbiosis se tomó prestado de la biología, en donde se emplea para referirse a la cercana asociación funcional de dos organismos para su ventaja mutua.

Mahler establece que la maduración es determinante del crecimiento mental, detalla cómo evoluciona el niño en su maduración neurofisiológica, observando los cambios que se producen en la conducta psicomotriz y en su interacción con la madre, a partir de estos describe los procesos que organizan la personalidad.

Durante la fase simbiótica el infante es absolutamente dependiente del socio simbiótico, la simbiosis tiene un significado bastante diferente para el socio adulto de la unidad dual. La necesidad de la madre por parte del infante es absoluta mientras que la de la madre es relativa (Benedek 1859). Sin embargo la conducta con la que la madre responde a las necesidades del bebé, tanto para adquirir autonomía como para mantener su dependencia de ella, es determinante para la constitución psíquica del niño

El término simbiosis en este contexto es una metáfora, no describe, lo que en realidad sucede entre dos individuos separados, fue elegido para describir este estado de indiferenciación, de fusión con la madre en que el yo aún no es diferenciado del no-yo y en que lo interno y lo externo sólo empiezan a sentirse gradualmente como diferentes.

Es dentro de esta matriz de dependencia fisiológica y socio biológica con la madre que toma lugar la diferenciación estructural que lleva a la organización del individuo para la adaptación: el yo. Para esta autora el nacimiento psicológico del individuo no ocurre al mismo tiempo que el biológico; cree que los primeros meses del niño son una prolongación del estado intrauterino, se requiere del vínculo con la madre como la única posibilidad para la sobrevivencia biológica y psicológica

Margaret Mahler usa el concepto de simbiosis en dos sentidos: Es una relación real entre el niño y su madre, con conductas específicas de ambos. Surge como una necesidad biológica de supervivencia del bebé, dado su estado de inmadurez. Es un hecho intrapsíquico, una fantasía de bebe de no-diferenciación, entre el self y objeto, como resultado de una ilusión omnipotente de un límite simbiótico entre ambos participantes