miércoles, 12 de mayo de 2010

Las Calificadoras de Riesgo: ¿Academia de Sofistas?

Las Calificadoras de Riesgo: ¿Academia de Sofistas?
Nuevamente asistimos estupefactos al desplome de las economías, en esta oportunidad, las miradas están puestas en la vieja y capitalista Europa, donde parece que se ha destapado una olla, cuyas emanaciones, están provocando más estragos, que las producidas por un volcán de Islandia, de nombre impronunciable: “Eyjafjallajokull”, el cual prácticamente, ha paralizado los desplazamientos por vía aérea en varias naciones del continente.
Todos nos preguntamos cómo es que a más de dos años del descalabro norteamericano, donde según se nos dice, surgen indicios de una franca recuperación de su economía, (seguramente alentada por el hecho de que nadie se atreve a calificarle los riesgos a la nación más poderosa del planeta, ni mucho menos exigirle poner sobre la mesa, como se le exige al resto del mundo, el respaldo mínimo exigible a su moneda, cuya maquinita de emisión, sigue vomitando billetes verdes, con total impunidad) puedan colapsar economías como las de Grecia, tambalear las de Portugal y España y poner en alerta roja al Banco Central Europeo.
Cuando nos iniciamos en el estudio de los hechos económicos, una de las primeras cosas que aprendemos, es que las llamadas Ciencias Económicas, son la reina de las ciencias sociales, pues la economía existe como tal, porque hay personas, sin la sociedad en su conjunto, el desarrollo de esta disciplina no tendría ninguna razón de ser.
De manera que básicamente podemos decir que la economía como tal, ha sido concebida como una herramienta puesta al servicio de la sociedad, con la finalidad de lograr la optimización de los recursos - cada vez más escasos – en beneficio de todos los sectores que la conforman, a través de acciones que garanticen una justa distribución de la renta producida, la llamada plus valía, la cual debería ser canalizada a mejorar la calidad de vida de sus integrantes y digo debería, porque en los hechos, la cruda realidad nos demuestra todo lo contrario.
La actividad económica de las naciones, ha sido virtualmente copada por la especulación financiera, el capital, que es un componente básico de la ecuación productiva, no tiene patria, ni se rige por normas morales, simplemente actúa e invierte donde puede obtener resultados positivos, y la procura de éstos mercados lucrativos ha derivado en la creación de entidades especializadas en orientar las inversiones, las hoy tristemente conocidas con el pomposo nombre de consultoras de riesgo.
Es el sistema financiero quien ha parido estas consultoras, ellas se han introducido en la vida económica en forma tal, que se han erigido en verdaderos entes rectores de la capacidad de retorno de las inversiones de capital, en realidad, nadie sabe concretamente de dónde provienen, ni a quién responden específicamente, pero ellas emiten calificaciones de riesgo que tanto pueden alentar las inversiones o, como en este caso, causar verdaderos terremotos, sembrando el pánico y la desorientación entre los actores económicos.

Nos preguntamos: ¿Quién califica a las calificadoras de riesgo? ¿Quién o quienes las han encumbrado? ¿Cuáles son sus criterios de evaluación? Y, sobre todo, ¿ante quién se responsabilizan por los juicios de valor que han emitido?
Lo que sí sabemos, es que para los especuladores, siempre hay lugar para uno más, es así que la burbuja crece y crece hasta que llega a un punto que estalla, y cuando esto ocurre, dejando al descubierto un enorme agujero negro, dónde ha desaparecido el ahorro de miles de incautos, entonces el sistema se escandaliza y reacciona, aparecen los sofistas de la academia, para exigir a los cuatro vientos que hay que salvar al sistema.
Mientras los mercados caen y las bolsas se desinflan, se evalúan las posibilidades de rescate de las economías más comprometidas, se exigen recortes en los gastos, sobre todo, a los relacionados con la atención de los sectores más vulnerables de la sociedad, y cuando se logran ciertos consensos, se efectúa un blindaje de protección que asegure que todos aquellos que han contribuido al crecimiento de la burbuja, puedan cobrar sus intereses.
El sistema se protege a sí mismo, no se come por su propia cola como la serpiente cósmica , los mercados y las bolsas del mundo recuperan su ritmo habitual, pero la devastación producida tiene un precio, y como ocurre siempre, quienes tienen que pagar la cuenta, son siempre los mismos, aquellos que dependen de un salario, los que engrosan los índices de desocupación, los que subsisten con magras pensiones a la vejez, los que quedan marginados de la asistencia social, en resumen:
Las Crisis las pagan los pueblos, Las calificadores de riesgos seguirán orientando las inversiones, los sofistas continuarán afirmando la cuadratura del círculo, hasta que algún día la propia sociedad se decida a poner las cosas en su verdadero lugar.
Hugo W. Arostegui

lunes, 10 de mayo de 2010

El Ser Y La Metafisica

Voy a intentar abordar un tema, que seguramente, es uno de los cuales hemos oído hablar más, desde los albores de nuestra toma de conciencia de que somos parte de un mundo que nos rodea.

Quién de nosotros no ha sido testigo, de las diversas formas, en que, nosotros los humanos, nos explicamos y transmitimos la noción, de que existe un Dios omnipotente, que escucha nuestras oraciones y súplicas, y al cual debemos recurrir cuando nos vemos en dificultades que superan nuestra capacidad de resolución.

En nuestro entorno, siempre nos han rodeado imágenes de rostros idealizados, las cuales representan, a hombres y mujeres, que han dejado de ser, precisamente, hombres y mujeres, para ser recubiertas por un halo solar, que las convierten en poderosos mediadores, entre nosotros, los pecadores mortales, sujetos a un cuerpo de carne y hueso, sexualmente definido, y nuestro creador al que llamamos Dios.

Estas imágenes de personajes asexuados que han superado las limitaciones de la carne, nos son presentadas, como personajes santificados, cuando utilizo el término asexuados, es porque jamás les veremos en una relación directa con el sexo opuesto, las que han nacido mujeres, son vírgenes, y los que se nos representan como varones, son castos y santos, nunca les veremos asociados a lo que llamamos una vida en familia.

La salvedad a estas imágenes, que se han enquistado en nuestro subconsciente, es la de la “sagrada familia” compuesta por José, María, y el niño Jesús, pero claro, acompañada por la correspondiente aclaración: que José no es el padre de Jesús, y que María, es madre, pero “sin pecado concebida” por obra y gracia del Espíritu Santo, dándonos el mensaje, de que todos los demás concebidos en este mundo, nacemos bajo el signo pecaminoso de “ las debilidades de la carne.”

El mundo occidental y cristiano, al cual pertenecemos en estas latitudes, ha sido impregnado de éstas imágenes, todas las religiones que se sustentan de este tronco inicial, recompuesto a la voluntad, interés, y capricho, de un poderoso emperador, llamado Constantino el Grande, de una forma u otra, rinden tributo a este personaje, de carne y hueso, como cualquiera de nosotros, pero que contaba con la poderosa arma del poder, y de los recursos que de éste emanaban, para condicionar desde entonces, nuestro modo de pensar y adorar.

Existen a nuestro alrededor, innumerables evidencias de lo que estoy expresando, son tan obvias, que ni siquiera me voy a tomar el trabajo de especificarlas, si algunos, de los posibles lectores o escuchas de esta exposición que estoy realizando, no las han descubierto aún, de nada les servirá continuar con la lectura, pues las escamas que cubren sus ojos espirituales, les impedirán observar el entorno del paisaje que intento desplegar ante vosotros.

“ Entonces Saulo se levantó de la tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole de la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.”
Hechos 9: 8 - 9

Crecemos, con la sensación de desamparo, propia de criaturas mal nacidas, a las cuales, hay que de alguna manera “purificar” del estigma de su concepción, todavía hoy en día, se toman a estas inocentes criaturas, a las cuales se les acompaña con padrinos y testigos para ser lavados por unas gotas de agua que simbolizan su bautismo, una especie de rescate de su condición original.

“ He aquí, te digo que el que supone que los niños pequeños tienen necesidad del bautismo se halla en la hiel de la amargura y en las cadenas de la iniquidad, porque no tiene fe, ni esperanza, ni caridad; por tanto, si fuere talado mientras tenga tal pensamiento, tendrá que bajar al infierno.

Porque terrible es la iniquidad de suponer que Dios salva a un niño a causa del bautismo, mientras que otro debe perecer porque no tuvo bautismo.

“ ¡ Ay de aquellos que perviertan de esta manera las vías del Señor !, porque perecerán, salvo que se arrepientan.

He aquí, hablo con valentía, porque tengo autoridad de Dios; y no temo lo que el hombre haga, porque el amor perfecto desecha todo temor.

Y me siento lleno de caridad, que es amor eterno; por tanto, todos los niños son iguales ante mí; por tanto amo a los niños pequeñitos con un amor perfecto; y son todos iguales y participan de la salvación.

Porque yo sé que Dios no es un Dios parcial, ni un ser variable; sino que es inmutable de eternidad en eternidad.”
Moroni 8: 14 – 18

Estoy recorriendo caminos alternativos, es decir, que para que pueda llegar al punto central que motiva esta exposición, considero necesario, ir incorporando algunos aspectos, que hacen a nuestra percepción individual, del grado de desarrollo que hayamos alcanzado, en todo aquello que nos identifica como hijos de Dios.

Estas señales nos ayudarán a descubrir, por nosotros mismos, si hemos logrado realmente establecer una verdadera comunicación con Dios, si creemos que es posible que ocurra realmente esa comunicación, y si lo consideramos posible, si pensamos que sea imprescindible, la mediación de terceras personas para alcanzar este fin.

Considero que establecer comunicación con otra persona, significa, que la información que le hemos transmitido, ha provocado en esa persona, algún tipo de reacción, que nos permita verificar que sí ha captado nuestro mensaje.

Si no hemos logrado obtener algún tipo de respuesta, significará, que lo que hemos estado haciendo no ha pasado de una simple emisión de señales que no han podido establecer contacto con él, o los destinatarios, del mensaje enviado.

Lo que debe quedar claramente establecido, es que sólo se puede considerar que hemos logrado una comunicación, cuando obtenemos como respuesta, algún tipo de reacción a nuestros requerimientos, sin acuse de respuesta, no existe comunicación.

Ante lo que hemos expuesto, relacionado a la comunicación; si tuvieras que responderte a ti mismo, ¿ cómo considerarías tu relación con Dios ? ¿ haz logrado establecer una comunicación con él ? o piensas, que lo que has estado haciendo hasta ahora, no ha sido otra cosa, que simplemente emitir sonidos, sin pretender siquiera obtener una respuesta.

Si tu caso es, que siempre haz querido comunicarte con Dios, y no sabes, cómo obtener una respuesta, que te confirme que tu petición ha sido escuchada, permíteme que ponga a tu alcance algunas sugerencias que pueden ayudarte:

Lo primero que debes considerar, es que tu eres realmente, un hijo amado de Dios.

Tú, al igual que el más destacado de tus hermanos, haz venido ha este mundo dotado de facultades, que se te han otorgado para bendecir tu vida, y la de aquellos con quienes te relaciones, potencialmente posees todos los atributos inherentes a una criatura de origen divino.

Tal condición, la de hijo de Dios, te da el derecho de invocarle cada vez que lo estimes necesario, todo hijo puede y debe estar en contacto con sus progenitores, pero lo que tú ni nadie puede hacer, es apropiarte de Dios, tenerlo a tu disposición, eso no puedes hacer.

Cuando tu te comunicas con Dios a través de la oración, tu invocación se elevará a los cielos y será escuchada, aunque tu te encuentres en ese momento, en el patio trasero del mismito infierno, nada puede escapar al conocimiento de Dios, y menos cuando se trata de uno de sus hijos el que está clamando por él.

Ahora, una cosa es que Dios, sepa lo que te está ocurriendo, y otra cosa, es que tú estés en condiciones de escuchar su respuesta.

Veamos:

Cuando tu llegaste a este mundo, no lo haz hecho solo, tu padres celestiales, han dispuesto que uno o más ángeles te acompañen y protejan, ellos siempre responden por ti, aunque tu no te recuerdes de Dios, el recibirá un reporte diario de todo lo que está pasando contigo, ¿ te haz puesto a pensar en esto ?

Tú, nunca estás sólo, aunque vivas en una ermita en el medio del desierto.

El cuerpo que tu posees, es tu palacio personal, no eres el propietario, sólo lo estás ocupando, se te ha confiado un cuerpo creado del polvo, y algún día ese polvo volverá a la tierra que lo produjo, pero mientras tu lo ocupes, eres responsable de su cuidado y de su bienestar, con ese cuerpo que tu tienes, puedes alcanzar el objetivo que te habías propuesto, cuando aceptaste, venir a cumplir tu experiencia terrenal.

“ ¿ No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros ?

Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”
1 Corintios 3: 16 –17

Comparando tu cuerpo físico con una casa, especialmente la que puedas construir en tu propia mente, ¿ en que condiciones la tienes actualmente ? ¿ cuales son los ambientes que haz acondicionado ? ¿ a quiénes invitas a visitarla ? ¿ tienes un lugar para tus ángeles y otro para Dios en la mansión de tu mente ?

“ Pasé junto al campo del hombre perezoso.

Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;

Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,

Ortigas habían ya cubierto su faz,

Y su cerca de piedra estaba ya destruida.

Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo.”
Proverbios 24: 30 – 32

Si tu necesitas de tus padres, y quieres que vengan a ti para ayudarte, lo menos que se espera que hagas es que tengas un lugar donde recibirles, piensa en tus padres terrenales, ¿ de que manera te gustaría recibirles en tu casa ? cuando tu oras a Dios, lo que haces es invitarle a escucharte, a estar contigo, a brindarte consuelo y a que te bendiga con su amor.

Es bueno que realices un ejercicio mental, en el cual puedas imaginarte, que eres el ocupante de una hermosa mansión, tan confortable y agradable, como seas capaz de recrear en tu mente.

Si logras esta imagen mental, intenta recorrer todos los ambientes que le hayas incorporado, y recorre con tu vista interior los elementos que integran cada uno de esos lugares, evalúa todo lo que haz escogido para cada lugar, cuales han sido tus prioridades, cual es el clima que se respira, que soporte estético le incorporaste, que sentimientos te embargan cuando observas todo lo que tu mente ha construido.

Recuerda que ese es tu hogar celestial, nada ni nadie puede quitártelo, tu has hecho de ese lugar un tesoro de valor incalculable y en ese reducto donde moras, que haz construido con amor, sólo tu decides lo que pueda suceder, tu eres su creador.

“ No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha complacido daros el reino.

Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.

Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Lucas 12: 32 – 34

Cuando tu mente se acostumbre a imaginar lo que tu corazón desea, podrás comprenderte mejor, es posible que tus deseos no recorran la misma orbita, que la que recorren tus acciones diarias, y si te encuentras en esta situación, podrás entonces darte cuenta, solo, y sin ayuda, de los por qué, el camino que recorren tus ruegos a Dios, no se encuentra con las respuestas que tu amado Padre te envía.

“ ... y os diré de la lucha que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados.

He aquí, salí a cazar bestias en los bosques; y las palabras que frecuentemente había oído a mi padre hablar, en cuánto a la vida eterna y el gozo de los santos, penetraron mi corazón profundamente.

Y mi alma tuvo hambre; y me arrodillé ante mi Hacedor, y clamé a él con potente oración y súplica por mi propia alma; y clamé a él todo el día; sí, y cuando anocheció, aún elevaba mi voz en alto hasta que llegó a los cielos.

Y vino a mí una voz, diciendo: Enós, tus pecados te son perdonados, y serás bendecido.
Enós 1: 2 – 5

Usa tu mente y tu corazón y reflexiona sobre lo que ahora voy a decirte, hasta ahora hablamos de que somos hijos de Dios, de que el nos ama y anhela nuestro bienestar, pero ocurre que todos nos sentimos extraños ante Dios, hay algo que no cierra, en nuestro interior, nos sentimos como hijos huérfanos de madre, nuestro Padre que está en los cielos nos ama, somos fruto de su amor, pero en nuestra partida de nacimiento, en la doctrina de las distintas religiones cristianas, no figura nuestra madre.

¿ Seremos acaso, hijos de Dios el Padre y de una madre desconocida ?

Voy a dejarte un sendero de pistas, por si se despierta en ti, el deseo de iniciar la búsqueda de tu madre celestial , porque sin duda la tienes, y, mucho más cerca de lo que te imaginas.

Se nos han dado muchos ejemplos del amor de Dios en las escrituras, Jesús, en sus enseñanzas, comparó el amor del Padre, con el que nosotros mismos brindamos a nuestros propios hijos:

“ ¿ Que padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra ? ¿ o si pescado, le dará una serpiente ?

¿ O si le pide un huevo, le dará un escorpión ?

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿ cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan ?

¿ Haz pensado en los atributos que una madre celestial debería poseer ? ¿ sería esta madre celestial, un modelo a seguir, por las mujeres madres en esta tierra ?

Si sientes un sentimiento tierno hacia tu madre terrenal, ¿ piensas que ella sería capaz de abandonarte ? ¿ o de negarte su consuelo ? ¿ acaso no ha estado junto a ti y no te ha protegido ? ¿ acaso no ha sido ella la primera voz que te ha orientado en la vida ?

Si aún continúas por la senda de pistas, reflexiona sobre estas palabras de Juan:

“ Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.”
1 Juan 5 7 – 8

Cuando llegaste a este mundo, cuando irrumpiste por primera vez en un llanto de vida, ¿ quién ha estado a tu lado ? tu madre, el agua que te cubría en el vientre, y la sangre del cordón umbilical que te mantuvo unido a ella.

Si tuvieses que identificar los atributos maternos en las palabras de Juan, ¿ cual de los personajes descriptos por él, cuando menciona a: el Padre, al Verbo, y al Espíritu Santo, se asemeja más.

Los tres constituyen una unidad, y esa unidad tiene su símil terrenal, y ese símil no es otro que: Tu padre, tú, que eres el verbo, y tu amada madre que te dio a luz.

Quizás ahora, luego de transitar por esta senda, podrás encontrar en las enseñanzas de Jesús, un sentido diferente, mucho mas amplio y consistente, referente a los sentimientos del Salvador hacia el Espíritu Santo, leamos:

“ De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;

pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. ”
Marcos 3: 28 – 29

Te recuerdas cuando eras niño y jugabas con tus amigos, y aún ahora siendo ya un adulto, cualquier cosa podías permitir que te hicieran, todo podía ser perdonado, pero jamás permitirías que alguien ofendiese a tu madre, ella es para ti algo sagrado, algo que sitúas muy cerca de Dios.

Ahora, con esta imagen materna en tu mente, escucha estas palabras de Jesús:

“ Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle.

Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan.

El les respondió diciendo: ¿ Quién es mi madre y mis hermanos ?

Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.”
Marcos 3: 31 – 35

Una lectura distraída de este relato, nos dejaría la impresión, de que Jesús estaría de alguna forma, menospreciando a sus hermanos y a su madre terrena, o por lo menos, no hace ninguna diferencia entre ellos y las demás personas que le acompañaban.

Pero, leamos nuevamente con mayor atención:

¿ Qué estaba haciendo Jesús cuando llegaron su madre y sus hermanos ? la respuesta es que estaba enseñando sobre el Espíritu Santo, ahora bien, ¿ que mejor ocasión se le podría presentar para una explicación práctica sobre ese tema ?

¿ A quiénes comparó Jesús que son sus hermanos, hermanas, y su propia madre ?

Leamos nuevamente el último versículo:

“ Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.”

Cuando hacemos la voluntad de Dios, ¿ cual es la promesa que recibimos ? ¿ no nos han enseñado que el Padre nos ha prometido la asistencia del Espíritu Santo ?

Entonces, quiere decir, que aquellos que son obedientes y viven dignamente, tienen la presencia de su madre, la cual es la misma madre espiritual de Jesús.

Cuando nos juntamos bajo la influencia del Espíritu Santo, Jesús, el salvador del mundo, se encuentra rodeado de sus hermanos, de sus hermanas y de su madre, ¿ entiendes ?


Hugo W. Arostegui

El Cumpleaños de Emiliano

El Cumpleaños de Emiliano
Esta mañana, sentado al frente de la pantalla de mi computador, y con una página en blanco de Word, que me invita a convocar a las palabras que anidan en mi mente, prontas para delinear, una tras otras, las frases que me ayudarán, a darle forma y sentido, a un conjunto de vivencias, que se agolpan en mi pensamiento, y a las cuales pretendo desglosar en el contenido de este artículo.
Ayer, último día de abril, no era un día más, en el calendario de unos jóvenes padres, desde hace un año, este último día de abril, les quedaría grabado para siempre a lo largo de toda su vida, ¿el motivo? La llegada del pequeño Emiliano, un niño, que al nacer, les extenderá el certificado que los acreditará formalmente como padres, sin él, sin el pequeño Emiliano, nada de esto ocurriría, son nuestros hijos, quienes nos convierten en padres, de ahí, la trascendencia e importancia de su presencia , primer aniversario, ¡felicitaciones!
Ahora, ya que estamos hablando de cumpleaños, me gustaría realizar algunas apreciaciones, sobre el verdadero significado de un cumpleaños.
Es interesante observar, que la mayoría de las personas, no tiene muy claro lo que verdaderamente ocurre cuando festejamos un cumpleaños, y digo festejamos, porque esto es lo que ha sucedido, hemos cumplido, coronado una etapa, hemos acabado un ciclo, y nos preparamos para comenzar otro, inmediatamente.
Cuando se conmemora un cumpleaños, generalmente, hacemos una fiesta, convocamos a familiares y amigos, y… por supuesto, preparamos una torta, de determinadas dimensiones, a la cual le colocamos tantas velitas, como años cumplidos tenga el aniversariante ¿no es así?
Me pregunto: ¿alguien se ha puesto a pensar en el significado de las velitas encima de la torta?
Lo que hacemos en un día de cumpleaños, lo heredamos de nuestros ancestros, existen ciertos formalismos sin los cuales, un cumpleaños no estaría completo, y dentro de esa formalidad, sería impensable un cumpleaños, sin torta, sin las velitas encendidas, y mucho menos, sin el aniversariante aspirando profundamente para de un soplido apagar las consabidas velitas, a veces, soplando y resoplando, si éstas, las velitas, son aquellas que se vuelven a encender varias veces.
He preguntado varias veces sobre si alguien sabe porqué apagamos las velitas, cantamos que lo cumplas feliz, y aplaudimos ruidosamente una vez apagadas las velitas, y al parecer nadie se ha puesto a pensar si existe algún significado a no ser el de hacerle pasar un momento de alegría y reconocimiento al homenajeado.

Me parece que existe cierta confusión sobre la forma de contabilizar los años que cumplimos, todos nos referimos a nuestra edad partiendo de nuestro último cumpleaños, es por eso que decimos tengo tantos años, cada vez que se nos pregunta nuestra edad, pero, ¿es esto una forma correcta de contabilizar nuestra edad? Si estuviésemos dando una lección de historia, nos referiríamos a nuestro siglo, como el siglo veintiuno de la era cristiana, y esto lo hacemos porque el siglo veinte se cumplió el día 31 de diciembre de 1999.
Siguiendo esta línea de razonamiento, nuestro año se cumplió, precisamente el día en que festejamos nuestro cumpleaños, al día siguiente, ya estamos viviendo a cuenta del año siguiente, de manera que , si por ejemplo, una persona cumple hoy veinte años, mañana estará viviendo el año veintiuno de su vida, ¿entienden?
Esto es lo que da sentido al apagado de las velitas en nuestra fiesta de cumpleaños, lo que ocurre, cuando soplamos las velitas, es decir que hemos culminado un año de vida, las velas encendidas representan el año que culmina y al apagarlas, bueno al apagarlas, nuestro año ha culminado, nuestro año ha sido cumplido, ya empezamos a vivir a cuenta del próximo.
La clave de todo esto es que tengamos conciencia del pasaje de los años y que cuando apaguemos las velitas, sintamos que hemos cumplido, que no solamente el tiempo cronológico ha pasado, sino que también hemos ganado un año más en nuestra realización individual, entonces sí, cuando soplemos las velitas, podremos decir, ¡feliz cumpleaños!
Hugo W. Arostegui

miércoles, 28 de abril de 2010

Conductas Sexuales Del Clero

Conductas Sexuales del Clero
Los acontecimientos que han escandalizado a la opinión pública mundial en estos últimos días, referente a las denuncias de abusos sexuales por parte de algunos sacerdotes católicos, abusos, que han sido perpetrados a lo largo de toda su vida clerical, que no han sido consecuencia de un impulso involuntario o debilidad circunstancial, sino producto de toda una gama de perturbaciones, surgidas en la maquiavélica impronta de los seminarios formativos, dónde se cultivan, en el nombre de dios, -con minúscula- conductas reñidas con lo que la “letra de la Ley” divina, ha decretado en cuanto a la moral y las buenas costumbres.
Este tema, dista mucho de ser considerado, un fenómeno contemporáneo, fruto de la “modernidad” que todo lo corrompe, la pérdida de valores, o la crisis económica y social, si así fuera, tendríamos que pedir urgentemente a los cielos, el envío en forma inmediata, de nuevos mandamientos, que sustituyan los viejos escritos de Moisés, por otros que puedan estar más en sintonía, con los traumáticos cambios que sacuden este mundo globalizado.
La historia, que todo lo registra, el tiempo Transcurrido, que nos ha permitido “desclasificar” archivos celosamente guardados por la censura, nos permite tomar conocimiento de cómo han sido las cosas desde siempre, es así como sabemos cuántos prelados de la antigüedad, muchos de los cuales han sido canonizados y cubiertos por el manto de la santidad, han incurrido en las mismas desviaciones, por los siglos de los siglos, amén y amén.
Algunos de éstos clérigos, en la actualidad, han sido suspendidos de sus funciones clericales, por realizar actividades no compatibles con los votos realizados en su ordenación, como puede ser, por ejemplo, el caso del actual presidente la República del Paraguay, pero nada se dice, desde el Vaticano, de los vástagos y sus madres, que reclaman el reconocimiento de su paternidad.
A esta altura de los acontecimientos, resulta obvio, que hay que poner “algo más”, en el análisis de los “por qué” ocurren estos hechos, llamados aberrantes por la sociedad en su conjunto
Y como principio requieren todas las cosas, nada mejor que recurrir al Génesis, el libro escrito por Moisés, el cual da comienzo a la historia canónicamente aceptada, del origen del hombre en el planeta tierra.
El capítulo 1, dice lo siguiente, leamos:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Y les bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1: 27 – 28.



Ahora bien, ¿Qué se nos está diciendo en estos versículos?, permítanme, que haciendo uso de
Es conveniente agregar la siguiente advertencia: “la interpretación de estos pasajes bíblicos pueden dañar la sensibilidad del lector”, una vez hecha esta salvedad, autorizo al lector a cerrar sus ojos, si está leyendo, o a taparse los oídos, si alguien se los está leyendo, para evitarme el escándalo que les pueda provocar.
Lo que entiendo yo que se nos dice, es que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que interpreto, que lo que Dios nos proveyó, es un cuerpo físico perfecto, y por lo tanto, nada vergonzoso y censurable puede haber en él, ¿no? ¿Y qué es lo que ven mis ojos y puedo verificar en mi propio cuerpo? Que el cuerpo de Adán tiene un pene y dos testículos, y que la mujer, Eva, extraída de una de sus costillas, tiene una vagina y un clítoris.
Si a esta primera verificación, le agrego que se les mandó fructificar y multiplicarse, al punto de henchir la tierra, sin decirlo en forma explícita, me parece que les dijo,- en mi básico español así lo entiendo,- “les ordeno que tengan una vida sexual activa, para que puedan cumplir con este propósito, fundamental en el Plan, que Yo, Dios, he preparado “ para todos los seres humanos” y cuando digo todos, no encuentro ninguna distinción entre mí, mi mujer, sacerdotes o monjas, por cuánto también ellos son provistos de los mismos enseres, vale decir, pene, testículos, vagina, ovarios, etc. etc.
Corroborando, mis dichos, me remito a las palabras escritas por Moisés: Y dijo Jehová Dios: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” Génesis 2:18
“Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” Génesis 2: 22-24
En buen romance, en el sentido literal de la palabra: el hombre y la mujer son una sola carne, cuando se consume el acto sexual, en otras palabras, puede haber un sinnúmero de variedades de practicar sexo, pero para ser una sola carne el hombre y la mujer, es necesario que el hombre se introduzca dentro de la mujer, ¿como lo hace? Considero innecesaria la respuesta.
Lo que entiendo yo de este precepto bíblico, es que la práctica sexual es una condición básica de la criatura humana, el haber experimentado, alguna vez, una vida sexual plena, es esencial para un sano equilibrio emocional, sabiamente ,el escritor satírico romano, Juvenal expuso: “ mens sana in corpore sano” me podrán decir que existen infinidad de personas, que por diversas circunstancias, se abstienen de practicar sexo, y yo digo que está bien, siempre que sea por su libre y espontánea elección, cada uno es dueño de actuar de acuerdo a los dictados de su propia conciencia, esto constituye el Libre Albedrio del hombre, … y el de la mujer, por supuesto.




Pero volvamos al principio, al título de este artículo, me pregunto: ¿es admisible?, a la luz de la verdad revelada, a la que hemos hecho referencia, aceptar como una condición ineludible, que tanto el hombre, como la mujer, que pretendan seguir una vocación religiosa, tengan que hacer votos de abstención sexual, renunciando a los atributos que Dios les ha dado al momento de su creación? ¿La vocación sacerdotal, es excluyente de la práctica sexual? Me pregunto una y mil veces: ¿por qué?
El sacerdote, tiene un pene y la monja sin ninguna duda, una vagina, por lo tanto el sacerdote y la monja, aún en la soledad de su claustro, naturalmente tienen, aunque lo nieguen, algún tipo de estímulos sexuales, la intensidad de éstos estímulos es algo que cada uno lo sabe en lo profundo de su intimidad, mucho se ha hablado sobre el sometimiento de los deseos de la carne, de cinturones de castidad, de autoflagelación, de azotes, ayunos prolongados, dolorosas penitencias, etc. tales prácticas suelen traer trastornos severos de conducta, de comportamiento masoquista, se podrá intentar revestir la libido de santidad, cuidar las formas exteriores, pero nada puede ocultar lo inocultable.
La iglesia ha asumido una actitud francamente hostil, hacia cualquier tipo de expresión homosexual, se presiona abiertamente a los gobiernos del mundo, para que éstos les nieguen derechos y representatividad, para que les cercenen espacios, en un vano intento de pretender tapar el sol con las manos, cual si fuesen inquisidores medievales que mediante la condena y el terror, imponen su sacrílega voluntad.
La homosexualidad, no es una conducta aberrante, es una opción, una forma de expresar su sexualidad, sin permitir la represión de sus impulsos y preferencias, en cambio, las conductas sexuales, practicada por una parte conocida, la punta del iceberg, de los sacerdotes católicos en todo el mundo, sí es una aberración, la pedofilia, es una aberración, no puede considerarse, en absoluto, un simple desliz, una falta leve, que se sanciona con imponer al infractor rezar veinte avemarías y diez padres nuestros, es una conducta, señores miembros del clero, aberrante, porque se practica sobre seres indefensos, violentados en cuerpo y espíritu, quienes la practican, son victimarios y víctimas a la vez, escoria clerical, que no se limpia, con una simple disculpa.
Hugo W. Arostegui

viernes, 23 de abril de 2010

Un Día en Nuestra Vida

Un día, en nuestra vida.
No hay dudas que, por más que uno quiera tratar de ignorarlos, no todos los días son iguales, hay algunos que por su significado nos hacen sentir la enorme incidencia que tienen en nuestras vidas.
Distribuidos a lo largo del calendario, se erigen como hitos, como mojones que marcan secuencias importantes en el ya largo camino de toda una vida.
Cuando les llega el turno, no precisan ser anunciados, no dependen de nuestra memoria, ellos tienen vida propia y nos la hacen saber, indudablemente, no se registran en nuestra mente, estos días están grabados a fuego en nuestro corazón.
Hubo una primera vez, en mi niñez, que supe el nombre de uno de ellos, ese día no era simplemente un 20 de abril, ese día, sin que yo tuviese clara conciencia de las circunstancias, ese día, era el día de mi nacimiento y desde entonces, año a año, su llegada, marcaba, como cuando viajamos en un taxi, la caída de una ficha, que nos indicaba el tiempo transcurrido y el valor acumulado de nuestro trayecto.
Hace mucho, yo diría que desde siempre, mi cumpleaños y yo, nos encontramos el uno al otro en solitario, como que ,si no nos atendíamos mutuamente, nadie más se daría cuenta de que ambos estábamos presentes, así ha sido hasta nuestros días, con algunas , muy pocas, excepciones.
Así que, las próximas veinticuatro horas, nos pertenecen a ambos, sólo nosotros dos nos conocemos como nadie nos podrá conocer jamás y atesoramos, todas y cada una, de las alternativas tan marcantes, que la vida , nos ha deparado, y sólo ella, la vida, nos dirá, algún día, cuándo esta íntima relación, llegará a su fin.
Lo cierto es que así ha sido, y seguramente, así será cada año, desde muy pequeño supe que las cosas no serían nada fáciles para mí, la realidad y crudeza de la vida me lo estaban enseñando cada día, en mi entorno escaseaban las manos protectoras a quién recurrir o de quién esperar algún tipo de atención o cobertura, si algo pretendía, no habría Papá ni Mamá, no porque no los tuviese, los tuve, pero lejos, muy lejos estaba, en la inmediatez de sus prioridades, el poder atenderme adecuadamente, ni mucho menos, el tratar de satisfacer de alguna manera, por modestas que fuesen, mis necesidades básicas.
Cuando llegó mi sexto cumpleaños, me puse a trabajar, dicho de esta manera, parece algo trivial , al menos así me parece a mí, porque no obstante ser este hecho conocido por muchos, jamás nadie dio muestras de sensibilidad alguna, ¿así que trabajas desde los seis años de edad? , Que bien, te felicito! y eso era todo.



Como no tengo intención de convertir este artículo en un relato melodramático, no voy a incursionar en mayores detalles de lo que significa en la vida de un niño de seis años, la decisión de ponerse a trabajar con la finalidad de no solamente autoabastecerse de sus propias necesidades, sino, además, poder brindar ayuda a aquellos de su entorno que necesitaban tanto o más que el.
Si a lo que intento describir le agrego el hecho de que vivo solo desde que tengo once años, y cuando digo solo, es simplemente eso, solo, sin protección ni ayuda familiar, esto es, ni más ni menos, que enfrentar la vida, cual si fuese un adulto dueño de su destino.
Ahora, amigo lector, si usted se pregunta cómo pudo suceder esto, si la situación que describo no implica lo que ahora se conoce como violencia doméstica, que un niño sometido a este tipo de experiencias, ha corrido serios riesgos, que pudo ser muerto, violentado, explotado, que pudo ser un delincuente, un drogadicto, un depravado, etc. etc., yo solo puedo responderle que por supuesto, claro que sí, pudo ser todo eso y mucho más.
Es en estos momentos de evaluación de lo que pudo haber sido, que uno siente como un frio que le recorre la espina dorsal, uno sabe que a esa edad, un niño es extremadamente vulnerable, pero también las circunstancias extremas como las descriptas, accionan fuerzas y recursos propios de las situaciones límite, que permiten vislumbrar un fino hilo conductor que separa las aguas entre el bien y el mal, y aunque aún no se perciben con claridad, se puede sentir la presencia de ángeles protectores, que asumen diversas identidades, rostros de nuestro entorno, que actúan cuando es preciso y nos dicen, de una forma muy peculiar, que están allí, para brindarnos su ayuda, pase lo que pase.
Tal sensación permanece en mí desde entonces, al punto, de que cuando alguien me pregunta: ¿Cuál ha sido la institución con mayor influencia en su formación profesional?
Mi respuesta inmediata no es otra que esta: yo he sido formado en la Universidad de los Ángeles, y, aunque podría, no me estoy refiriendo a la ubicada en Los Ángeles, California.
Como puede apreciarse, hay días de nuestra vida que guardan un significado muy peculiar, resulta obvio, que no dependen del calendario, lo escrito en este artículo seguramente no agota todo lo que podríamos decir de este día en particular, simplemente lo mencionamos como al pasar, para que el lector pueda intuir en su fuero íntimo, cuantas cosas se anidan en la mente y el corazón, en un día como el de hoy.
Hugo W. Arostegui

lunes, 19 de abril de 2010

Deuda Externa y Bonos En Default

Deuda Externa y Bonos en Default.
El Canje: ¿A quién Beneficia?

Todos estamos expectantes ante lo que está sucediendo en la república Argentina con relación al pago de deuda en default recurriendo al uso de las reservas acumuladas en el Banco Central de la nación.

El argumento esgrimido por el gobierno argentino para pagar deuda con las referidas reservas es el de la imperiosa necesidad mejorar la imagen internacional del país y de esta manera alentar a potenciales inversores a que renueven su confianza y vuelvan a adquirir los nuevos bonos, los que serán emitidos, una vez acordada una difícil negociación con la banca acreedora.

Esta decisión, la de cancelar deuda recurriendo a las reservas, ha generado un ríspido enfrentamiento entre el gobierno argentino y la oposición, y se refleja en un paralizado congreso nacional el cual no logra los acuerdos necesarios y les ha llevado a recurrir, en más de una oportunidad, al Poder Judicial, para que éste intervenga e impida lo que ambos contendores, gobierno y oposición, pretender realizar.

Ante este panorama, la Banca Internacional, que califica el estado de la deuda, ha mejorado notoriamente la calificación de la misma, notándose cierto regocijo en los tenedores de los bonos depreciados e impagos, ante la posibilidad de obtener enormes beneficios, de concretarse los términos en que el gobierno plantea la negociación.

Ahora bien, ¿Quiénes son los tenedores actuales de los bonos en cuestión?

Para responder a esta pregunta sugiero que hagamos una ligera recopilación de ciertos acontecimientos que hacen al origen de los primeros adquirientes de bonos emitidos por el estado argentino, como surgieron y cuales han sido las razones que les motivaron a adquirirlos.

Veamos:

En oportunidad de estar en países con economías desarrollados, me interesé por la situación de amplios sectores de la población, que, incitados por una propaganda extremadamente agresiva, habían caído en las garras del consumismo, llegando a extremos verdaderamente preocupantes en cuanto su capacidad de mantener un equilibrio básico, en la cada vez mayor diferencia entre sus limitados ingresos y el creciente endeudamiento fruto de la avidez por consumir todo lo que les ofrecía mediante ofertas cada vez más tentadoras.

Tal situación, también fue observada por los sectores financieros, que ante el aluvión de deudas impagas que estaba desgastando la credibilidad del sistema, obsérvese que esto que mencionamos no es más que el preámbulo de la enorme crisis que sacudió las economías del mundo recientemente y que solamente mencionamos al pasar en este artículo, nos estamos refiriendo al germen de y no a la cosecha de esta verdadera tragedia que estamos viviendo.


Había que dar una respuesta inteligente para contener y canalizar la capacidad de grupos sujetos a ingresos fijos, como lo pueden ser los asalariados y los jubilados, por citar algunos, y para ello, se puso en práctica, una modalidad de trabajo muy interesante, la preocupación que hemos mencionado. referente a los estragos sociales ocasionados por la fiebre consumista de la sociedad, ha dado lugar a un ingenioso trabajo de asesores financieros de tipo personal o familiar.

Estos asesores responden a instituciones financieras muy sólidas y respetables, generalmente grupos económicos de gran prestigio, que intentan a través de la actividad de sus agentes, ofrecer un servicio gratuito de asesoramiento financiero con la finalidad de ayudar a estas personas a librarse de deudas incómodas y acomodarse a un presupuesto acorde con su nivel de ingresos, con la aspiración de que éste saneamiento financiero provoque saldos positivos susceptibles de ser volcados al ahorro y la inversión.

Como se comprenderá un emprendimiento de esta naturaleza cuenta con el beneplácito de las autoridades gubernamentales, la cámara de comercio, las instituciones de crédito, instituciones religiosas y todas las otras organizaciones involucradas directa e indirectamente en esta problemática, es un gran esfuerzo dirigido a lograr superar las dificultades y proveer un medio de lograr mayor estabilidad y solvencia en los núcleos familiares.

¿Cómo operaban estas instituciones?, como se comprenderá existía sumo cuidado en la selección y capacitación de estos agentes asesores, los cuales eran profesionales con una sólida formación y experiencia.

Estos asesores una vez definida su área de trabajo se contactaban con sus potenciales clientes, en lugares públicos o privados previamente seleccionados, el primer contacto
tenia como finalidad romper el hielo, puede darse un folleto explicativo, una invitación a una charla informal o cualquier otro medio que se considere apto para despertar el interés del candidato, el objetivo es lograr concretar una cita, de preferencia en la su casa, y de ser posible con la presencia de toda la familia.

Un asesor bien entrenado podía llegar a tener en su agenda entre 15 a 20 entrevistas diarias.

Una vez concretada la entrevista, el asesor procede con mucho tacto, a presentar su plan de asesoramiento financiero, dejando para la próxima visita una posible incursión en la problemática financiera particular de la familia.

A medida que aumenta la confianza en su asesor, la familia plantea sus dificultades y el asesor les indica cuales son los aspectos que a su entender deberían mejorarse para lograr mejores resultados en la relación ingresos – egresos, analizará con ellos las medidas a tomar a fin de sanear los aspectos negativos.
Cuando la situación lo requiere puede ofrecerles un préstamo en condiciones favorables para sanear créditos ya vencidos y de esta manera mejorar sus posibilidades de obtener excedentes en efectivo.



Una vez logrado el primer objetivo de organizar las finanzas familiares, se trabajaba en los excedentes que surgirán a través de un presupuesto equilibrado y dirigido a alcanzar este propósito, generalmente el objetivo primario es obtener excedentes en el orden del 10% del presupuesto familiar, con destino a la compra de un plan de ahorro e inversiones.

En los mercados financieros del llamado primer mundo, las tasas de interés rondaban el 1% al 1,5 % anual, de manera de que si al candidato se le ofrecía duplicar o triplicar este indicador en su plan de inversiones seguramente era un fuerte incentivo para lograr su aceptación.

Estos planes de inversión de aportes que oscilan en una franja que va de los 150,00 a los 350,00 (dólares americanos ) mensuales, se contratan en planes de 12, 24, 36 meses, o ampliables a voluntad del candidato, con los compromisos de cumplimiento por ambas partes propios de contratos de esta naturaleza.

Esta es una operación legítima y regulada por el sistema financiero federal el cual es muy estricto en velar por el cumplimiento de sus normas al respecto.

Desde el punto de vista del sistema, obviamente no vemos ninguna objeción y la actividad de estos asesores financieros es muy loable y valiosa.

El destino de los miles de millones de dólares ingresados al sistema por medio de la mediación de estos agentes, es volcado a los países con economías emergentes, con la expresa autorización del suscriptor del contrato de ahorro e inversión.

Estos países emergentes llegan a pagar tasas sumamente elevadas, nuestro país llegó
a pagar un 15% de interés anual, por la captación de estos fondos los cuales ingresaban a través de la banca internacional.

Cuando la argentina dejó de pagar, estos bonos se desplomaron, llevando a la ruina y la desesperación, a innumerables dagnificados, llegando muchos de ellos a la locura o el suicidio.

La gran pregunta era: ¿Que hacer con estos bonos tan devaluados? Y la respuesta no era otra que la de caer en manos de especuladores, los cuales los tomaban pagando un valor residual que difícilmente supera el 20% de su valor nominal.

Estos son los que actualmente negocian con el gobierno argentino, y es por eso que no sorprende que estén tan contentos, cómo no van a mejorar la calificación de una deuda que generosamente les da a sus arcas ganancia semejante.

Hugo W. Arostegui

miércoles, 14 de abril de 2010

Apuntes sobre Consumismo

Apuntes sobre Consumismo

En los países desarrollados dónde las personas tienen acceso a innumerables ofertas de la más variada gama que podamos imaginar, dónde la única limitación la constituye el nivel de ingresos del individuo o su núcleo familiar, existe una creciente preocupación por intentar orientar a las personas a que puedan ordenar sus finanzas y de esta manera balancear su frenético ritmo de gastos con los ingresos que obtienen.

La sociedad en términos generales cuida su crédito porque, sin él, literalmente desaparecen las oportunidades de todo tipo, que a diario se ofrecen, para aquellos que encuadran dentro de la definición de buenos pagadores.

La crudeza de esta realidad nos indica, que, si una persona no tiene crédito, por mas efectivo que maneje, sencillamente no existe, la ausencia en los registros de las controladoras de crédito y el hecho de no tener antecedentes en la materia les impide el acceso al sistema de tal modo que la persona solo podrá moverse dentro de las limitaciones de su poder adquisitivo en efectivo, no podrá contar con ninguna otra alternativa bajo ningún concepto.

Eso para una sociedad de alto consumo es una razón más que suficiente para que se busque, por todos los medios, mantener una conducta crediticia confiable.

No obstante, ante la tentación creciente de ofertas verdaderamente increíbles, es muy común vivir al filo de la navaja, al borde del abismo, contrayendo compromisos de pago que no pueden ser cubiertos en las fechas previstas de amortización, ocasionando altos costos adicionales por concepto de intereses y las consecuentes restricciones en la concreción de nuevos créditos en el futuro, los cuales si los obtienen, serán en condiciones desventajosas con relación a los obtenidos anteriormente.

Esta situación ha llevado a crear verdaderas crisis de relacionamiento en los núcleos familiares, siendo una de las principales causas de ruptura de esos vínculos.

El exceso de consumo está considerado como una verdadera plaga y es motivo permanente de atención por las autoridades de gobierno así como de agentes sociales y predicadores de todas las religiones.

Una sociedad desarrollada está orientada al consumo al punto de no concebir otro medio de subsistencia, la sociedad de consumo pregona el concepto del hombre de pie,
seguro de si mismo, capaz de producir bienes y servicios que redundarán en mayores ingresos, ingresos que se volcarán nuevamente al mercado a través de ofertas de bienes de consumo, seguros de vida, inversiones, viajes de placer, etc. etc.
Si en estas sociedades existieran economistas como los que pululan por nuestros medios subdesarrollados, que pregonan la contracción del consumo, para generar recursos para el pago de deuda externa y atender las necesidades del Estado, no sólo serían tratados de ignorantes sino que les dirían: Señores, el hombre debe estar de pie, confiado en si mismo, capaz de producir bienes y servicios, de obtener un ingreso digno y gratificante el cual volcará nuevamente al mercado, esa es la fuente de la inversión, la inventiva, allí están los nichos de mercado ha satisfacer los cuales darán ritmo a la creatividad de los empresarios y medios de difusión, el hombre con capacidad de consumir es la vida de todo el sistema.

La persona sin trabajo y sin un salario digno es un miserable, un esclavo, un demente enchalecado con el mas siniestro de los chalecos de fuerza, el chaleco económico, impuesto por los popes del sistema, los que son guiados por los que viven fuera de la caverna, los creadores de la Biblia económica para aplicación en los países que deben mantenerse a toda costa sometidos y dependientes.

No es de extrañar que se escandalicen cuándo hablamos de estas cosas, no estamos saliendo del libreto autorizado, decir que la política económica y la fiscal, son herramientas que deben estar subordinadas a la política social, para ellos es una herejía, pero nuevamente reafirmamos, la economía es una ciencia social, sus principios están íntimamente relacionados con el resto de las ciencias sociales, su razón de ser es la sociedad en la cual está inserta, el éxito de su aplicación se mide en la calidad de vida de los habitantes de esa sociedad, cuando sus resultados se miran con beneplácito por otros lares, sabremos a ciencia cierta a quién representan y sirven.

Como puede apreciarse existe una marcada diferencia entre las políticas económico-sociales aplicadas en el mundo desarrollado y las medidas que se implementan en nuestro medio, diferencias que asocian subdesarrollo a subordinación y dependencia.

Meditar sobre estos temas nos ayudará a comprender el altísimo costo social que soportan los países que padecen las recetas de los chalecos económicos, recetas que son concebidas para aplicar en el mundo subdesarrollado pero que son inadmisibles e impracticables en el mundo desarrollado, ¿ porqué será ?.

Hugo W. Arostegui