domingo, 31 de julio de 2016

Manteniendo El Fulgor


“Como un fugaz pensamiento
aquel resplandor
un inmenso estallido de luz,
llamémoslo así, el fulgor.”
Nacho Vegas 

Cada día, en la constancia de nuestro deambular, como aquellos que salen a trotar por las mañanas por el simple gusto de hacerlo, así es lo que hago yo frente al teclado de mi ordenador.

El detonador de este súbito entusiasmo, que puja muy dentro mío por manifestarse, ha sido la percepción de un extraño fulgor que desde los confines inescrutables del pensamiento me indica que debo intentar, una vez más, como todos los días, mantener la llama vivaz de este ingenio mío que me exige ejercitar todas mis habilidades en la vigilia constante de todas las expresiones creativas que suelen surcar, cual si fuesen estrellas fugaces, dejando a su paso la casi imperceptible huella de su fulgor.

Nuestra capacidad de extraer la información que se acumula en la memoria se ejercita en la práctica constante de este trotar por los senderos del recuerdo inhalando el fluido vital ,que nutre y fortifica a la vez, la veta inspiradora que nos insta a continuar y continuar, extasiados  por la siempre distante aureola de su fulgor.

Quien lo intenta describir en su escritura suele percibirlo tal como se percibe al astro rey, en el fulgor tempranero de cada mañana donde nos exhibe la aurora de un nuevo amanecer.


Hugo W Arostegui

sábado, 30 de julio de 2016

Un Muy Sentido Recuerdo


Adiles Elena Arostegui     
26/05/1953- 29/07/2016

En este día de julio ha partido de este mundo una hermana mía nacida en el medio rural en una época si se quiere muy lejana cuando en mis primeros diez años de vida supe, por medio de mi tía Elena que había nacido una niña, su sobrina, que tuvo como nombre un reconocimiento, hecho por su hermano, Martín a quién la distancia, sumado a las circunstancias adversas que supo poner la distancia y las tan particulares formas de encarar la vida que ambos hermanos enfrentaban.

De esta forma es que supe que había nacido una hermana mía, como digo, en una época muy lejana en el tiempo, cuando con mis muy escasos diez años, fui tomando conciencia de la familia que integraba cuando intentaba comprender en mi aún inocentes primeros años el nuevo nacimiento ocurrido, allá lejos, en La Sierra, departamento de Maldonado, “a un mundo de distancia” de la ciudad de Montevideo donde yo en aquel entonces, un tanto, solitaria y tozudamente, intentaba comprender lo que sucedía a mi alrededor.

Mi hermana Adiles nació y creció como una flor cuyo capullo nunca se abrió, desde su más tierna infancia, con sus escasos dos años, fue víctima de una enfermedad que la condenó a vivir el resto de sus días en su condición de sordomuda, esto que describimos muy someramente ha sido una constante desde siempre, tengo la absoluta certeza de que no obstante sus severas limitaciones, conoció y reconoció a sus padres y hermanos incluyendo a mí mismo, como también a mis hijos y a sus sobrinos.

Hoy ha partido, sinceramente, de lo profundo de mi sentido corazón, siento que ha abierto sus ojos a una nueva vida, la vida que siempre mereció, su imagen permanece en mi memoria con su tierna mirada y esos ojos que seguramente sabían mucho más que su particular circunstancia le permitían expresar,

Seguro que resultará muy difícil comprender lo que me pasa por dentro pero así es la vida con sus matices que nos mezclan los recuerdos y humedecen nuestros ojos en lágrimas de un hermano mayor que no olvida.

Hugo W Arostegui


viernes, 29 de julio de 2016

Realización


Es bueno que de vez en cuando nos detengamos a analizar cuánto realmente nos conocemos a nosotros mismos, que tiempo nos hayamos tomado para dialogar con “el otro yo”, para escucharnos, y tratar de entender cuáles son aquellas cosas a las que íntimamente aspiramos.

Resulta que muchas veces nos vamos introduciendo en lo que suele llamarse “la vida real” y frente a la crudeza de sus exigencias nos vamos despojando de nuestros sueños e ilusiones..

Es entonces en que paulatinamente, digamos que al ritmo de las muchas concesiones y recortes que a nuestras primeras aspiraciones le vamos truncando preferimos sumergirnos en las exigencias de un mal entendido “tiempo presente” embriagamos la conciencia con nuevas y variadas emociones y literalmente “pateamos para cualquier lado” nuestro “querer ser” y nos conformamos con un: “si yo pudiera ser, si las ocasiones fueran más propicias, seguramente, entonces sí, sería.

Nos enmudecemos y esquivamos la soledad y con ella las oportunidades de diálogo con nuestro “compañero del alma” el que guarda como si fuese el primer día todos nuestros sueños y anhelos de realización personal.

Mi compañero de viaje y yo aprovechamos “las madrugadas del mate” para compartir juntos los momentos de reflexión, cada uno sabrá mejor que nadie la ocasión del momento oportuno, quizás se prefiera caminar, sentarse al lado de leños encendidos, en fin, todo puede significar una oportunidad cuando queremos tenerla, nos debemos ese diálogo para limar frustraciones y asperezas y sobre todo poder sincerarnos, cobrar fuerzas y continuar avanzando.

Reflexionemos:

“Cuando alguien no logra realizarse se aliena, o sea que se
hace lo que no es, lo que no debe ser.

Hemos dicho que el hombre es un ser en proyecto, un ser
que se va haciendo. Ser persona es una posibilidad en que
permanentemente se encuentra el hombre.

Llegar a ser persona debe constituir la meta de nuestra
existencia individual y social.

Realizarme como persona significa llegar a ser lo que estoy
llamado a ser, desarrollando mis dimensiones y alcanzando
y ejerciendo los valores humanos.

Ser persona es la vocación o llamada de todo hombre. No
quedan más alternativas que la de responder positivamente
o la de conformarse con no ser.

Realizarse es "ser más", es "humanizarse", es "personalizarse",
es llegar a ser lo que debe ser.

Alienarse es "ser menos", es" deshumanizarse", es" despersonalizarse",
es "esclavizarse", es frenar en sí y en los demás la obtención y el
ejercicio de los valores humanos.

La despersonalización, la deshumanización, la alienación, hace que
desaparezca el hombre-persona y que aparezca el hombre-cosa,
el hombre-máquina, el hombre-animal, el hombre-objeto.

La realización humana es nuestro gran compromiso.”
 

Hugo W Arostegui

jueves, 28 de julio de 2016

El Hábito De La Lectura


Me maravilla poder observar las inúmeras opciones que la vida moderna nos ofrece para que podamos incursionar desde nuestra propia casa a la lectura de textos de los más diversos autores prácticamente sin costo alguno y bajar los contenidos de sus obras al instante.

Sin pretender amargarle la vida a los estudiantes actuales de cualquier disciplina permítanme que me tome el atrevimiento que los años de tránsito por esta vida me han otorgado para narrarles algunos breves episodios que se remontan a la época en la cual integraba un grupo de estudiantes universitarios que enfrentábamos con cierto estoicismo la ardua preparación de nuestras tesis de pasaje de grado.

Como puede apreciarse no pretendo incursionar en la prehistoria y ni siquiera en la historia convencional para comentar ciertas cosas de mi juventud pues no me considero tan viejo.

Lo cierto es que en mil novecientos sesenta apenas teníamos en nuestro país el acceso a la televisión y con mis jóvenes diecisiete años desconocía totalmente que con el paso del tiempo seríamos testigos presenciales de esta magistral revolución de la era informática.

Para ser breve, simplemente diré, que en nuestra juventud no teníamos acceso a determinados autores por la sencilla razón de que no existían estos textos de estudio ni siquiera en la propia Biblioteca Nacional de manera que nuestros profesores nos informaban de los temas expuestos por algunos autores con la salvedad de que si quisiéramos incursionar en la lectura deberíamos, irremediablemente, estudiar a estos autores en  la Biblioteca Nacional en Buenos Aires, Argentina.

Ante esta situación, lejos de amilanarnos, nos organizamos hicimos colectas entre todos y elegíamos a uno de nosotros, a mí me ha tocado hacerlo varias veces, comprábamos pan y  mortadela para poder comer al día siguiente y como a las nueve de la noche nos embarcábamos en el “vapor de la carrera” que demoraba toda la noche en cruzar el río de la plata y desembarcábamos en el puerto de Buenos Aires, de allí a la biblioteca y pasarnos todo el día sacando apuntes de los libros, todavía tengo una marca en mis dedos de la mano derecha, de tanto escribir, que seguramente me acompañará por el resto de mis días. después de hacer todo esto regresábamos de la misma manera a Montevideo.

Al regresar nos repartíamos los apuntes y pasábamos largas horas “picando matrices” para luego pasarlas, una por una, por el mimeógrafo y de esta manera confeccionar los temas de estudio, vendíamos estos trabajos a un costo mínimo para intentar resarcirnos de los gastos y de esta manera estar en condiciones de poder nuevamente viajar cuando fuese requerido.

Todos tenemos “como premio consuelo” el  mérito de ser mencionados por las autoridades que nos visitaban y conocían el esfuerzo que realizábamos, quienes manifestaron en algunas ocasiones “estos maravillosos jóvenes de la generación de los sesenta”

Al terminar se me ocurrió dejarles esta valiosa opinión:

 “Según Vaughan Bell, polifacético psicólogo e investigador del King’s College de Londres, “la capacidad de concentrarse en una sola tarea sin interrupciones representa una anomalía en la historia de nuestro desarrollo psicológico”. Y aunque antes de la lectura cazadores y artesanos habían cultivado su capacidad de atención, lo cierto es que sólo la actividad lectora exige “la concentración profunda al combinar el desciframiento del texto y la interpretación de su significado”, dice el pensador Nicholas Carr en su libro Superficiales (Taurus). Aunque la lectura sea un proceso forzado, la mente recrea cada palabra activando numerosas vibraciones intelectuales.

Hugo W Arostegui


Quien Escribe


Como bien puede apreciarse suelo participar activamente en la difusión de artículos, ahora bien, de ninguna manera, como lo he reiterado innúmeras veces, esta actividad que mencionamos no significa que nos consideremos escritores en todo el sentido de la palabra,    lo que sucede es que el medio que utilizamos para difundir nuestro pensamiento es precisamente la escritura, (bueno esta agregar que es el único modo que conocemos)

Si alguien me pregunta: ¿Por qué usted está diciendo esto? La verdad es que mi respuesta puede resultar un tanto confusa, entonces, claro, no ha de faltar la siguiente interrogante:        dígame, ¿por qué dice usted que su respuesta sería un tanto confusa? Entonces, obligado, intentaré responder, no resulta nada sencillo esbozar algún tipo de comunicación cuando desconocemos a quién o quienes nos dirigimos, en artículos anteriores nos hemos referido a que nos consta de que han ingresado a nuestros “links” personas provenientes de distintos lugares del planeta de las cuales no tenemos muy claro cuál sea su perfil, sabemos que muchos son estudiantes otros profesionales de la educación y muchos otros, sobre todo muchas otras, que ingresan a la lectura por el simple gusto de enterarse de lo que decimos.

Lo que dejamos claro es que la voluntad de escribir responde a que la escritura es el medio que conocemos para expresar lo que sentimos, todo lo que surge de nuestro tecleado es el fruto de nuestra creación intelectual la cual no siempre alcanza a satisfacer los requerimientos de quienes participan de la lectura de los mismos, entendemos que es posible que nuestro dominio del lenguaje, por más que nos esforcemos en enriquecerlo, pueda carecer de la capacidad expresiva que por respeto a nuestros lectores deberíamos tener.

Eso sí, nobleza obliga, a esta altura no nos podemos escudar en supuestas limitaciones, todo lo que lleva nuestra firma está avalado por una vasta trayectoria en el terreno de la comunicación y nos consideramos, sin falsa modestia, lo suficientemente formados como     para emitir una opinión autorizada en todo lo que expresamos.

Una cosa es querer y otra muy diferente es el poder.

Hugo W. Arostegui


miércoles, 27 de julio de 2016

Lectores: La Opción Informática


En estos últimos tiempos, digamos de algunos meses hacia atrás, en la lectura de un informe que puede consultarse en los registros internos que Google mantiene en la cuenta de mi blogger “hugoaros. blogspot.com” encuentro que se ha incrementado sustancialmente la cantidad de lectores que descargan directamente a sus celulares los enlaces que publico a través de Facebook.

Además me ha llamado la atención de la ubicación de los lectores, su procedencia y los sistemas que utilizan para la recepción de los artículos en cuestión, según este informe de la página interior del mencionado blogger se pueden encontrar lectores en diversas partes del mundo, por citar estas procedencias digamos, por ejemplo: Uruguay, Brasil, EEUU, Canadá, Venezuela, España, Chile, Argentina, Rusia, Polonia, Portugal, Monrovia, etc.

Quienes nos consideramos escritores virtuales, vale decir que utilizamos los medios informáticos para la divulgación de nuestros artículos, en mi caso confieso de que no tengo mayores conocimientos en la materia, digamos que esto que menciono es lo que puedo entender de los reporter de las publicaciones de Google en mis páginas internas, lo mismo me sucede con los anuncios que aparecen publicados en estos temas.

Con el tiempo los artículos que reúnen estas condiciones ya sobrepasan los trescientos y reitero de que no participo ni en la selección ni en los anuncios que se adjuntan a mis temas, hasta el momento de vez en cuando observo lo que se expone para monitorear la seriedad de los mismos y dejo en manos de Google esta selección no encontrando nada anormal o fuera de tono en el acceso.

He estado ajustando los temas que publico actualmente sobre todo en su extensión para facilitar de alguna manera los enlaces que realizo a través de face book, cualquier situación que puedan encontrar en cualquiera de estas publicaciones solicito por favor que me lo hagan saber vía correo electrónico mi dirección es la siguiente: arostegui.hugow7@gmail.com

Sinceramente

Hugo W Arostegui


El Hilo Conductor


Cada vez nos resulta más claro el importante papel que asume en nuestras decisiones el grado de información que tengamos sobre cada asunto en cuestión, cuando mencionamos a la información es muy conveniente precisar que la misma es generalmente invasiva, que busca penetrar y condicionar nuestros sentidos con la finalidad de predisponernos a aceptar o rechazar cualquier propuesta que recibamos.

El sólido criterio, ese hilo conductor de nuestras decisiones debe ser el resultado de nuestra investigación sobre las diferentes posiciones que se expongan al respecto, y , posteriormente, evaluar las coincidencias que encontremos entre las variables a optar y por la que entendamos es la correcta.

Está claro de que no somos infalibles y siempre estará latente la posibilidad de equivocarnos pero para entonces habremos sopesado las variables, nos informamos lo mejor que pudimos y en la toma de decisiones nos sentiremos identificados con nuestra postura, lo importante es que suceda lo que suceda con el asunto analizado en cuestión siempre ganaremos en experiencia y consideración esto redundará sin duda en el mantenimiento de nuestra autoestima.

Lo mismo sucede en la elección de nuestros temas que publicamos, los temas escogidos para publicar, como este que exponemos, no son tomados al azar ni son el fruto de nuestra dialéctica improvisadora, estos temas responden a ese invisible “hilo conductor” que mencionamos que nos identifica y permite evaluar no sólo nuestra coherencia sino que además actúa de “identikits” de nuestros temas al punto de que la simple lectura de lo que decimos identifica al autor y al “hilo conductor” que le conduce-

Hugo W Arostegui