domingo, 7 de agosto de 2016

Nuestra Selfie


Muchas veces me han preguntado si me identifico con los temas que publico, si estos artículos que aparecen en mis páginas corresponden con mi forma de ser, y sobre todo, lo que me parece que constituye el meollo de todo este asunto, si todo lo que digo forma parte de la exteriorización de mi personalidad.

Honestamente creo que mi respuesta resulta algo obvia además de innecesaria pues a mi modesto entender existe cierta “adherencia” entre lo que decimos y lo que somos que hacen “el condimento” vital que identifica a todas nuestras expresiones.

Pienso que de no existir otro modo de identificarnos que no fuese la expresión escrita, que ésta, la expresión escrita constituyese “nuestra Selfie” el medio de exteriorizar a los demás quienes somos y cuáles son los valores que motivan estas expresiones, repito, me pregunto: ¿podrían estos escritos que publicamos ser un medio autentico de identificarnos?

Esa es la cuestión, lo que vulgarmente se llama “la verdad de la milanesa” y la respuesta a todas las interrogantes, esta respuesta no nos pertenece a nosotros formularla sino que es exclusiva de cada lector que tenga acceso a lo que expresamos por escrito, es allí, en la identificación de los lectores, donde reside “la imagen” de quien escribe.

“El particular interés que ha adquirido la noción de identidad a partir de 1950, refleja las preocupaciones del mundo moderno. Esta noción se ha impuesto a causa de los importantes cambios culturales provocados por las profundas modificaciones en la sociedad. La globalización de la economía, el establecimiento de un modelo económico único que funciona sobre los principios de racionalidad y de eficacia y la introducción de nuevas tecnologías y de medios de comunicación son el origen de grandes cambios en las sociedades actuales. Se han enlazado el éxodo rural y las transformaciones urbanas que han dado lugar a grandes ciudades donde es difícil conservar los lazos sociales; el desempleo y los cambios en la concepción del trabajo; las reivindicaciones regionales; la inmigración masiva; las transformaciones en los roles sexuales. Esta evolución ha alcanzado a la identidad individual y colectiva y ha provocado efectos psicológicos, sociales y políticos concretos. La sociedad occidental ha pasado de una forma comunitaria a otra en la cual el individuo es el centro. El individualismo es uno de los cambios más importantes de nuestra época. La construcción de la identidad individual constituye un trabajo”

Quienes exponemos nuestro pensamiento nos despojamos de “nuestras hojas de parra” para caminar por el “jardín de la escritura” tal cual hemos venido a este mundo.


Hugo W Arostegui

Autoestima


 Cuando adquirimos el conocimiento de quienes somos y cuál es el legado cultural que nos precede, comenzamos a evaluar en su verdadera dimensión los atributos que nos son propios y que compartimos en igualdad de condiciones con nuestros semejantes.
El principio básico de todos los que profesamos la fe cristiana se encuentra claramente  reflejado en el siguiente pasaje:
“Maestro ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo:
Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22: 35-40
 Como bien se desprende de la lectura de estos pasajes precedentes el agradar a Dios es absolutamente necesario de que nos amemos a nosotros mismos y la exteriorización de este amor solo puede reflejarse en la conducta que prodiguemos a nuestro prójimo.
Hablando claro, el amor a Dios está íntimamente ligado al grado de autoestima que nos profesemos y esa autoestima manifiesta que nos tenemos deberá traducirse en las acciones que nos motiven y al grado de generosidad y reconocimiento que apliquemos con todos aquellos con quienes nos relacionamos en nuestra vida en sociedad.
“Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime.
“Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles. Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra infancia. El término autoimagen se utiliza para referirse a la imagen mental que una persona tiene de sí misma. Gran parte de nuestra autoimagen se basa en nuestras interacciones con otras personas y nuestras experiencias vitales.
 Esta imagen mental (nuestra autoimagen) contribuye a nuestra autoestima.
En virtud de este razonamiento, incluso los seres humanos más viles merecen un trato humano y considerado. Esta actitud, no obstante, no busca entrar en conflicto con los mecanismos que la sociedad tenga a su disposición para evitar que unos individuos causen daño a otros -sea del tipo que sea-.
El concepto de autoestima varía en función del paradigma psicológico que lo aborde (psicología humanista, psicoanálisis, o conductismo). Desde el punto de vista del psicoanálisis, la autoestima está íntimamente relacionada con el desarrollo del ego;  , por otro lado, el conductismo se centra en conceptos tales como «estímulo», «respuesta», «refuerzo», «aprendizaje», con lo cual el concepto holístico de autoestima no tiene sentido. La autoestima es además un concepto que ha traspasado frecuentemente el ámbito exclusivamente científico para formar parte del lenguaje popular.” https://es.wikipedia.org/wiki/Autoestima


Hugo W Arostegui

sábado, 6 de agosto de 2016

Constelaciones Humanas



Decimos que “cada persona es un mundo en sí mismo” de manera que todos partimos de realidades diferentes que nos hacen percibir los acontecimientos desde la óptica de nuestra esfera de influencia y de la distancia que nos separe de un determinado suceso.

Como el mundo que somos cada uno de nosotros nos vamos interrelacionando desde donde orbitamos formando verdaderas constelaciones desde las cuales nos identificamos, estas constelaciones adquieren nombres tales como: constelaciones familiares, redes sociales, agremiaciones, cooperativas, etc. etc.

Tal como sucede con las estrellas que observamos en el firmamento, vistas a la distancia tenemos la impresión de una falsa aproximación entre unas y otras y pareciera que existe una gran armonía entre sus orbitas, lo mismo sucede entre “las estrellas humanas” donde ninguna de ellas puede despojarse de sus “particularidades” y para que puedan “converger armónicamente” es absolutamente necesario desarrollar un gran sentido de empatía en la diversidad de sus esencias.

“La organización de las estrellas en constelaciones es una práctica que existía ya desde tiempos antiguos cuando civilizaciones como las mesopotámicas, las griegas y las orientales llevaban a cabo tal práctica. Esta acción tenía como objetivo principal distinguir de manera más accesible y rápida las estrellas, lo cual servía para la ubicación tanto terrestre como marítima. De más está decir que, al mismo tiempo, estas constelaciones recibían un carácter mágico trascendente y de ahí que se las relacionara con animales o personajes míticos.
... vía Definición ABC http://www.definicionabc.com/ciencia/constelacion.php

Estas constelaciones humanas constituyen en su conjunto las sociedades organizadas que hoy ocupan los cuatro puntos cardinales de nuestro planeta y de ellas depende el mantenimiento armónico que tal como sucede en el firmamento puedan preservar nuestra existencia.

Hugo W. Arostegui


Ir A La Mar En Coche


“De comienzos del siglo XX y desde España, nos llega una expresión muy popular. Sucedía por entonces que comenzaban a verse por las calles los primeros automóviles, que competían con los carruajes tirados por caballos. Para ser propietario de uno de ellos se necesitaba tener bastante dinero. Como también por aquellos años se puso de moda, para los más pudientes, ir a veranear a los balnearios del Mediterráneo o del Atlántico, el colmo de lo exquisito era viajar hasta allí con su propio coche. El que podía hacer eso, lo podía todo. Por eso, surgió la frase “Ir a la mar en coche”, significando que quien podía darse esos dos lujos combinados era un magnate. Esta expresión, con el tiempo y en nuestras tierras, se simplificó en “…y la mar en coche”, como quien dice: “querés todo”. A veces, suele emplearse como etcétera, para rematar una serie de cosas.” 3 mayo, 2010 por sergiodomingo

Habemos muchos adeptos a esta frase que en cierta forma pone en evidencia nuestra natural inclinación a “ir por todo”  en cuánto a nuestras posibilidades de disfrutar al máximo posible de lo que la vida en sociedad nos permita alcanzar.

Claro, también hay que tener muy presente, que si algo nos caracteriza es que tenemos una cierta inclinación a los excesos y que somos muy capaces de intentar dar pasos “mucho más largos de lo que nuestras piernas lo permiten” entonces ocurre que cuando nuestros pasos no son lo suficiente largos zanjemos esta diferencia recurriendo al financiamiento de esta distancia “recurriendo a la “compra del crédito” que compense lo que nos falta.

Esta Frase, “ir a la mar en coche” aunque muchos no sepan su significado  es la que se sigue utilizando como “gancho” en las instituciones financieras y expendedoras de “tarjetas de crédito” las que sin utilizar las mismas palabras nos incitan a disfrutar de esta posibilidad.

“Ir a la mar en coche” mantiene su vigencia mientras en nuestras características continúe incentivando nuestros mayores anhelos, la vanidad.


Hugo W Arostegui

viernes, 5 de agosto de 2016

Ponerle Un Cascabel Al Gato

Se decir “que del dicho al hecho hay un trecho” y por más que este viejo refrán sea por demás conocido no deja de mantener su vigencia cada vez que las circunstancias nos obligan a “bajar un cable a tierra” para evitar un “corto circuito” entre nuestras fogosas ilusiones y la fría e indiferente realidad.
En la vida es imprescindible “asumir la titularidad” de nuestros actos, no está previsto que pretendamos jugar nuestro partido “sentados en el “banco de los suplentes” cuanto antes entendamos esta realidad, que no es otra cosa que “nuestra realidad” mejor estaremos preparados para salir al campo de juego, asir fuertemente nuestros cascabeles, apretar bien el cuello del gato que nos destruye nuestros sueños ratones y colgarle para que suenen bien fuerte los cascabeles, para que cuando nuestras aspiraciones corran riesgo podamos, de esta manera, evitar los malos momentos que sin duda estarán allí, en cada rincón de nuestra vida, agazapados y listos para darnos su zarpazo.
“Hay veces que cuando nos encontramos ante una situación delicada todos los miembros de un grupo sabemos cómo actuar, cual es la solución… pero el problema viene cuando hay que buscar a una persona que realice esa acción.
En este momento es cuando usamos la expresión “¿Quién le pone el cascabel al gato?”.
Esta frase viene de una fábula escrita en el Siglo XIII y que aparece en “El libro de los gatos” de Odo de Sherington.
En esta se nos cuenta como los ratones se reúnen para buscar una solución ante el elevado número de muertes que se producen por el ataque de un gato.
Para acabar con esas matanzas llegan a la conclusión de que deben ponerle un cascabel o algo que haga ruido en el cuello, de manera que cuando el felino se mueva sepan por dónde anda y no les pueda atacar por sorpresa.
Todos los ratones están de acuerdo en que esa es la mejor solución… el problema llega cuando hay que elegir al ratón que lo lleve a cabo, empezando todos y cada uno de ellos a poner diferentes excusas para evitar realizar tan peligrosa acción.”
Recuerda, en este juego no hay excusas y no venden soluciones en la farmacia.
Hugo W Arostegui



¿Quién Pone Estas Piedras?


Esto de que somos los únicos seres capaces de tropezar dos veces contra la misma piedra, además de ser cierto, nos pone en evidencia de que por más que “anunciemos con bombos y platillos” de que somos los únicos capaces de hacer uso de la razón en todas nuestras actividades humanas, todavía nos siguen doliendo las puntas de nuestros pies de tanto golpearnos en las piedras.
“Somos la única especie que caemos varias veces en los mismos errores, nos tropezamos ante los mismos obstáculos, y caemos en la misma trampa varias veces. Es curioso que esto suceda, puesto que nuestra capacidad de aprendizaje debería limitar esas reincidencias. Entonces, ¿por qué las personas tropezamos varias veces con la misma piedra? El caso es que, aunque me he planteado esta pregunta en más de una ocasión, siempre me he quedado con una respuesta a medias.
Algunas personas, ya sea por nuestra ingenuidad, despiste o porque no queramos asumirlo, nos  tropezamos una y otra vez con una misma piedra (en un sentido metafórico, ya que la piedra simboliza cualquier obstáculo que podamos encontrar en la vida). Tendemos a reiterar los mismos errores de pensamiento y de comportamiento, y surgen sensaciones entorno a que nunca terminamos de aprender lo suficiente. Esa es la incoherencia del ser humano: se cae y se cae.
Sabemos que la vida no es perfecta, que hay ocasiones en las que las cosas no salen como nos gustaría (por mucho interés, esfuerzo y ganas que le pongamos), y que esos tropiezos nos hacen madurar. Pero, ¿creéis que siempre es así? Mi opinión es que, aunque la enseñanza que se pretende transmitir es que “hay que aprender la lección y no cometer el mismo error dos veces”,  en la práctica se asemeja más al idealismo que a la realidad; Esta moraleja me recuerda a aquella metáfora que dice que “no es oro todo aquello que reluce”, precisamente porque no siempre somos capaces de dejar de tropezar con esa piedra que se interpone en nuestro camino, del mismo modo que no siempre aprendemos de los errores que hemos cometido.
Quizás necesitamos piedras de vez en cuando, sobre todo cuando estamos aprendiendo. Es difícil darse cuenta de que eres capaz de hacer las cosas bien si antes no te has equivocado un par de veces. Lo fácil a la primera hace que dejemos de prestar atención a los detalles, por lo que la próxima vez que lo intentemos es posible que no nos salga tan bien como nos salió la primera vez. Por lo tanto, necesitamos equivocarnos.” https://emialbaalba.wordpress.com
Mientras tanto aconsejamos desinflamar la zona y tomar algún analgésico.
Hugo W Arostegui



jueves, 4 de agosto de 2016

Aguantate Piola


Si hay algo que merece un comentario al respecto es la actitud displicente de los ciudadanos que por ser “mayores de edad” o sea, adultos electores, que por su condición de tales podrían decidir a través de su voto los destinos de la conducción política que adopten los candidatos a gobernar a sus respectivas naciones, resulta que han optado por abstenerse de emitir su opinión al respecto.

Los resultados que arrojan las distintas encuestadoras que intentan obtener una imagen aunque sea un tanto parcial de las distintas tendencias de los electores encuestados muestran márgenes en ascenso en las opciones: no sabe, no contesta, vota en blanco o se abstiene.

Todo indica que la consiga o la modalidad imperante es “dejar correr los tiempos” un comportamientos que si bien puede ser admisible en los zagueros de los cuadros de fútbol que se sienten apabullados por los rivales no resulta ser recomendable en quienes tienen las facultades de emitir una opinión que pueda ejercer algún tipo de influencia en el resto de los ciudadanos, no resulta una opción recomendable acostumbrarse a “patear la pelota para cualquier lado"

Es por eso lo del título de este tema, esta estrategia del “aguantate piola” que en estos casos significa algo así como: “no seas bobo” “no te metas” “no te conviene” etc. etc. cosa que automarginaliza a quien piensa de esa manera permitiendo que sean otros los que, como siempre pasa en estos casos, tomen sobre sí, la difícil tarea de “sacar las castañas del fuego”

Como digo, esta es solo una opinión, pero sumada a la tuya y a la de otros como tú, pueden significar una montaña de opiniones un tanto difícil de escalar y mucho menos ignorar.


Hugo W Arostegui