martes, 27 de junio de 2017

La Prudencia


A veces rendirse no es de cobardes, sino de valientes. Piensa que no siempre rendirse significa falta de valor, sino todo lo contrario: coraje, prudencia, inteligencia emocional. Es más, en algunas circunstancias de la vida el valor necesario para poner un punto y final es mayor que el se necesita para continuar con la historia.

Dejar de oponer resistencia puede ser una buena solución y, en ocasiones, la única salida que tengamos. Y no, no significa que nos sometamos a algo o a alguien ni que nos quedemos sin fuerza como dice el diccionario. Sin embargo, ceder ante alguna adversidad suele ser juzgado por los demás como un acto negativo que nos retrata como débiles, cuando no como cobardes.

La cobardía y la prudencia son dos actitudes distintas
Casi por inercia muchos tendemos a calificar, etiquetar y confundir actitudes que podrían explicar una misma conducta. Este es el caso de ser un cobarde y el de ser prudente. Cualquiera de las dos actitudes podrían explicar que alguien abandonara un proyecto. Sin embargo, si nosotros nos encontramos en este proyecto será más fácil que expliquemos su marcha por cobardía para evitar una disonancia cognitiva -una falta de sincronía entre lo que hacemos y lo que pensamos- molesta para nosotros.

Prácticamente toda situación novedosa, responsabilidad o cambio conlleva un miedo, menor o mayor, y todos somos conscientes de ese miedo cuando estamos ahí. Sin embargo, hay personas que por encima de ese miedo valoran que continuar es una mala opción para ellas y por ello no son cobardes. De hecho en muchos casos son valientes porque para ellas quizás era más sencillo continuar y lo complicado era no hacer lo que los demás esperaban.

“El que es prudente es moderado; el que es moderado es constante; el que es constante es imperturbable; el que es imperturbable vive sin tristeza; el que vive sin tristeza es feliz; luego el prudente es feliz”
-Séneca-


lunes, 26 de junio de 2017

Sometimiento



Se entiende por sometimiento a aquel acto mediante el cual una persona maltrata a otra, la obliga a hacer algo contra su voluntad, la fuerza, la hace sentir profundamente mal. El sometimiento parte de un sentimiento de perversión que hace que una persona (conciente o inconscientemente) se sienta superior al otro y disfrute con placer el maltratarlo. Si bien el sometimiento entre animales también existe, el peligro del sometimiento entre humanos reside en el hecho de que al ser conciente muchas veces se genera un sentimiento de adicción o de goce que el que somete desarrolla, por lo cual se vuelve el sometimiento un acto común y cada vez más exacerbado.

Se entiende por sometimiento a aquel acto mediante el cual una persona maltrata a otra, la obliga a hacer algo contra su voluntad, la fuerza, la hace sentir profundamente mal. El sometimiento parte de un sentimiento de perversión que hace que una persona (conciente o inconcientemente) se sienta superior al otro y disfrute con placer el maltratarlo. Si bien el sometimiento entre animales también existe, el peligro del sometimiento entre humanos reside en el hecho de que al ser conciente muchas veces se genera un sentimiento de adicción o de goce que el que somete desarrolla, por lo cual se vuelve el sometimiento un acto común y cada vez más exacerbado.

Los psicólogos y analistas describen al sometimiento como una actividad normal o común entre seres que pertenecen a una misma comunidad o no. El sometimiento no sólo daña la psiquis y muchas veces también el físico del que lo sufre si no que además genera una sensación adictiva de placer y de superioridad en aquel que lo ejerce. Si bien el sometimiento puede no estar basado en la violencia física, siempre supone algún tipo de violencia psicológica o emotiva desde el momento en que una persona obliga o fuerza a otra a hacer algo contra su voluntad. Además, el sometimiento implica siempre un alto nivel de degradación, humillación y negación del que es sometido.

El sometimiento es hoy en día una forma común de actuar especialmente entre algunos grupos sociales, por ejemplo desde el hombre hacia la mujer, desde los ricos hacia los humildes, desde los que poseen conocimiento hacia los que no, etc. Sin embargo, a lo largo de la historia de la Humanidad ha desarrollado el hombre actos que implican alguna forma de sometimiento, incluso en niveles que hoy en día no son aceptables. Tal es el caso de la esclavitud o de la servidumbre, ambas dos formas de trabajo forzadas que impedían al individuo actuar libremente y que lo sometían a los deseos y prácticas violentas de sus amos o de quienes poseían poder sobre ellos. Las guerras han sido también históricamente formas 'justificadas' de ejercer sometimiento sobre las poblaciones vencidas.


Jamás Desistir


El tiempo y su manejo son un asunto altamente subjetivo. Cada cultura, e incluso cada persona, trata de clasificarlo en etapas bien demarcadas, pero aun así resulta imposible hacerlo.

¿Hasta dónde llega la infancia? Antes decían que hasta los siete años cuando se alcanzaba “el uso de la razón”. Ahora sabemos que puede llegar hasta los 90 años, aunque el cuerpo no lo sepa.
Así como a veces aparecen chicos de 10 años que se hacen preguntas trascendentales sobre el mundo y su sentido, también encontramos personas de 70 años que se enojan si alguien les niega un chocolate.

Hace unas cuantas décadas las personas de 20 años estaban listas para casarse y formar un hogar. Hoy en día esto se considera un exabrupto. Si consultamos lo que ocurre en la realidad solo podemos llegar a la conclusión de que en verdad nunca es demasiado temprano, ni tampoco demasiado tarde para la mayoría de experiencias en la vida.

“Volver a empezar, aún no termina el juego. Volver a empezar, que no se apague el fuego. Queda mucho por andar. Y que mañana será un día nuevo bajo el Sol. Volver a empezar”.
-Alejandro Lerner-

La rutina y los cambios
Aquello de que “Loro viejo no aprende a hablar” es válido seguramente para los loros, pero no para los seres humanos.

Estamos dotados de un cerebro con infinitas posibilidades. Es muy cierto que se hace más lento con los años, pero nunca se vuelve ineficiente del todo, excepto con la muerte.

Muchas veces nuestra vida no corresponde a lo que en verdad deseamos que sea. Es fácil dejarse atrapar por la rutina y los compromisos, y pensar que vivir es cumplir con el trabajo, sobrellevar una familia medianamente feliz y tener alguno que otro escape para la diversión.

Aunque la mayoría de nosotros ha soñado con aprender a interpretar un instrumento musical, o volverse a enamorar, o realizar un extraordinario viaje, 

Mientras la rutina permanece inalterada, trabajamos más en mantenerla intacta que en romperla. Pero la vida es dinámica y a veces, sobrevienen cambios que no teníamos previstos.

Esos momentos de cambio nos recuerdan que el tiempo no es una línea continua y ascendente. Pero también nos evocan todo lo que podríamos llegar a ser o a hacer cuando vemos que la siguiente página de nuestras vidas está completamente en blanco.

Siempre podemos renovarnos
Lo bueno de las crisis es que nos obligan a examinar los diferentes rumbos que puede tomar nuestra vida. A veces, sencillamente es imposible volver al estilo de vida que llevábamos, bien sea porque hay un factor externo que lo impide, o porque sentimos que no podemos seguir viviendo como veníamos haciéndolo.

En esos momentos de cambio es cuando puede aparecer una suerte de maravillosa locura que siempre hemos llevado dentro. Nos preguntamos entonces “¿por qué no?” ¿Por qué no ir a buscar a esa persona con la que tuvimos un distanciamiento, pero que sigue teniendo un lugar importante en nuestras vidas? ¿Por qué no dejar de una vez por todas ese trabajo que parece inventado por nuestro peor enemigo? ¿Por qué no aprender a tocar piano, como tantas veces lo soñamos? ¿Por qué no abrir los brazos a un nuevo amor y buscarlo en entornos hasta ahora desconocidos para nosotros?

Cuando de renovarnos se trata, lo único importante es tomar la decisión.

Tenemos la tendencia a apegarnos más de la cuenta al estilo de vida que solemos llevar. Nos cuesta trabajo creer que es posible vivir de una manera diferente. Desconocemos hasta dónde somos capaces de llegar cuando arde la llama de un nuevo deseo de cambio.

Nunca es tarde para vivir, ni para amar, ni para aprender, ni para soñar. En esos terrenos somos eternamente adolescentes. Ahí vive siempre el eterno aventurero valiente que todos llevamos dentro y que saldrá a buscar buena fortuna si reconocemos que mientras estemos vivos, el tiempo nos pertenece.



Apatía



En el lenguaje más coloquial, la apatía se expresa como un concepto mucho menos virtuoso: se le relaciona con la pereza, depresión y la actitud de abandono personal, en el más oscuro de los sentidos.

En teoría la apatía no constituye en sí una enfermedad, pero podría ser muchas veces una puerta de conexión con el círculo vicioso de la depresión, en especial si no se es capaz de vencerla, dejando que invada cada pensamiento y aplaste cada sentimiento hasta condicionar cada conducta.

Los síntomas más característicos de la apatía son:

     »Una pérdida de interés hacia las cosas que antes hacían disfrutar a la persona.
     »El sentirse triste, decaído emocionalmente o cabizbajo.
     »El abatimiento.
     »El sentimiento de indignidad.
     »La culpa.
     »La soledad del aislamiento.
     »La falta de la motivación.
     »La fatiga fácil.


La gente apática creen que son inadecuados o inútiles, atribuyen sus experiencias desagradables y sus futuros fracasos como defecto que consideran estigmático, aun en los casos en los que saben que es transitorio. Consideran que el mundo vive planteándoles exigencias que exceden su potencial y poniéndoles obstáculos que interfieren en el logro de sus metas.

Tal parece que no existe solución, pero si existe una salida para todo esto: para salir de la apatía se debe hacer uso de la voluntad, tener la voluntad para ver de otra manera las cosas. Recuerde la solución es el uso de la voluntad.

Escépticos


Si voy a mi oficina es únicamente para tener el privilegio de volver luego a casa paseando con Gödel
Albert Einstein (1879-1955), físico germano-estadounidense

 ¿Quién era esta persona a la que Einstein tenía en tanta estima? Pues únicamente el lógico más brillante desde Aristóteles, muy posiblemente la mente más preclara del siglo XX, y sin ningún género de dudas una de las personas que cambió nuestra concepción de la realidad.

Mucho más joven que Einstein, Kurt Gödel era de los pocos a los que el gran maestro de Ulm consideraba entre sus iguales, y ciertamente se encontraba entre los muy pocos con el empaque intelectual para permitirse darle la réplica en sus legendarias conversaciones sobre física y matemáticas. Gödel compartía con Einstein su genialidad y su oposición a las líneas de pensamiento dominantes en la época.

Al igual que la Teoría de la Relatividad demolió la idea de un espacio y un tiempo independiente, absolutos, e inmutables, sus Teoremas de Incompletitud cambiaron el rumbo de la filosofía y las matemáticas, demostrando la inherente inaprehensibilidad del concepto de verdad matemática absoluta y completa. Y al igual que Einstein se alejó de la mayoría de comunidad física al oponerse a la teoría cuántica como modelo final del Cosmos, Gödel hizo lo propio al aferrarse a sus ideas platónicas sobre las matemáticas.

La vida de Gödel nunca fue simple, empezando por la relación afectiva con la que se convertiría en su mujer (que contó con la oposición de la familia de Gödel), continuando por la anexión de Austria por la Alemania Nazi (que motivaría finalmente su huida cuando estalló la Segunda Guerra Mundial), y terminando con el deterioro de su salud mental en sus últimos años en los EE.UU. De esta última época se cuentan historias acerca de sus temores paranoicos (que finalmente acabarían por causarle la muerte por inanición), pero prefiero quedarme con la genial anécdota de su nacionalización estadounidense.

Siendo alguien que se tomaba las cosas realmente en serio, aunque se pudiera tratar de meras formalidades, decidió estudiar en detalle la Constitución de los EE.UU. para su examen de nacionalización. El día antes del mismo llamó a Oskar Morgenstern -brillante matemático de origen alemán, padre de la Teoría de Juegos- muy nervioso; había descubierto una inconsistencia lógica en la Constitución por la que se podía instaurar una dictadura en los EE.UU. Morgenstern intentó calmarle, temeroso de las consecuencias que un comentario sobre eso podría tener sobre sus posibilidades de nacionalizarse. Al día siguiente el propio Morgenstern y Einstein acompañaron a Gödel, intentando distraerle para que olvidara el asunto. El juez Philip Forman, impresionado por el dúo de genios que hacían de padrinos les permitió quedarse durante el examen. En el desarrollo del mismo le pregunto a Gödel “Vd. tenía la nacionalidad alemana hasta ahora, ¿no?” -“Austriaca” le corrigió Gödel; “Es igual” -prosiguió el juez- “aquello fue durante una horrible dictadura, pero afortunadamente eso no puede pasar aquí“; “¡De ninguna manera, yo puedo demostrarle que sí!” afirmó Gödel, que comenzó a explicarle el mecanismo que había descubierto. 

Afortunadamente, el juez Forman le interrumpió, y Einstein y Morgenstern consiguieron calmar a Gödel, que poco más tarde juraría su nueva nacionalidad. Es aún un misterio qué fue lo que Gödel había descubierto. Algunos expertos apuntan que podría tratarse del Artículo V que describe cómo se cambia la Constitución, pero no pone límites en dichos cambios, aunque es difícil creer que fuera algo tan relativamente simple lo que hubiera llamado la atención de Gödel.

La fascinación de Gödel por el pensamiento puro le llevó a analizar lo que el consideraba la cuestión filosófica por excelencia: el tiempo. Su conclusión fue, como casi todo en él, extrema pero sólida en sus términos. Para Gödel el tiempo -tal como intuitivamente se entendía, con su noción de pasado y futuro- no existía. Esta idea general la plasmó en una solución a las ecuaciones de campo de Einstein que no daba lugar a un universo estático (como Einstein erróneamente postulaba inicialmente), ni a un universo en expansión (como Lemaître descubrió, de manera consistente con la observación), sino a un universo en rotación en el que era posible viajar al pasado, lo que elimina la propia noción de pasado y futuro. Y si había un universo en el que esto era así (aunque no fuera el nuestro), el papel del tiempo se derruía, ya que dejaba de ser necesario en términos absolutos, y para Gödel lo que no era necesario, no era.


Kurt Gödel murió en 1978. Fue uno de esos genios irrepetibles cuya inteligencia desbordante alumbra el Universo, y que no aparecen todos los siglos. Gödel dejó de estar entre nosotros, pero como Palle Yourgrau sentenció, “en un sentido profundo, todos vivimos en el Universo de Gödel”.

La Particular Realidad Del Mito


"Enfocado en lo que tiene de vivo, el mito no es una explicación destinada a satisfacer una curiosidad científica sino un relato que hace vivir una realidad original y que responde a una profunda necesidad religiosa, a aspiraciones morales, a coacciones, a imperativos de orden social e incluso a exigencias prácticas."
Bronislav

Dice Mircea Elíade que el mito es una realidad extremadamente compleja, que podría abordarse e interpretarse de diferentes maneras, a menudo complementarias. EL mito contaría, en general una historia sagrada que relata un acontecimiento sucedido durante un tiempo primordial, la edad de oro, el fabuloso tiempo en el que todo comenzó. En este sentido, el mito cosmogónico es "verdadero" puesto que la existencia del mundo está ahí para demostrar que el mito ha sucedió y sucede: el mito de la muerte existe puesto que la mortalidad humana así lo prueba.

Existirían, sin embargo, dos categorías de narraciones mitológicas, las que se refieren al "tiempo primordial" cuyas historias suponen una modificación sustancial del mundo cotidiano y los relatos cuyos acontecimientos no implicaron una consecuencia drástica para la condición humana.

Respecto a la primera de estas categorías es posible afirmar que el tipo mítico conforma una realidad fuera de la realidad, transfigurada por la intervención de Seres Sobrenaturales. En algunas culturas, el individuo, al participar de la experiencia que lo pone en contacto con este saber mitológico se inserta e integra en ese tiempo fabuloso haciéndose contemporáneo de los acontecimientos evocados.

"Vivir" los mitos supone una experiencia religiosa puesto que se diferencia de la experiencia de la vida cotidiana. La religiosidad de la experiencia mítica se debe a la actualización de los acontecimientos fabulosos, exaltantes y significativos; se asiste nuevamente a las obras creadoras de los Seres Sobrenaturales. Los mitos "revelan" que el mundo, el hombre y la vida tienen un origen y una historia sobrenatural y que esa historia es significativa y ejemplar.

Hugo W Arostegui




Mitomanía


La mentira es algo que se da naturalmente: los animales, por ejemplousan el camuflaje para esconderse de los cazadores o capturar a su presa, representando así una estrategia para que las circunstancias giren a su favor. En el caso de nosotros, los seres humanosla mentira se emplea recurrentementepero cuando se llega a practicar de manera exagerada se conoce como mitomanía.

Si se acostumbran a hacerlo, dichas personas ni siquiera lo piensan, únicamente buscan inventar y contar historias destinadas a proyectar una mejor imagen de sí mismas. Esto implica un abuso de poder, ya que al inducir una idea falsa se ponen como meta obtener alguna ventaja.

Se ha establecido que detrás de este fenómeno se halla la inseguridad y los deseos de sobresalir, pues las personas que mienten creen que si se presentan como son nunca alcanzarán sus objetivos. “Son seres con baja autoestima que tratan de compensarse. Si creen que no tienen lo suficiente deben crearlo a base de engaños”

Pero aquí la interrogante es: ¿Cómo reconocerlos? Aunque no lo crean, es simple. Para contar falacias es necesario sustentarlas en otra afirmación, y así sucesivamente. Quienes inventan demasiado les resulta imposible no olvidar sus argumentos en algún momento y, por consiguiente, contradecirse. Adicional a esto, para relatar algo que nunca pasó debe considerarse que el otro sea incapaz de darse cuenta.

“Nos pueden engañar una, dos o tres veces, pero tras una serie de embustes es fácil detectarlos”, opinó Mercado Corona.

Esto hace que quienes padecen mitomanía tengan una vida inestable, ya que no persisten en sus empleos y sus relaciones interpersonales no son duraderas. “Nos desagrada tratar con un mentiroso; nos generan incertidumbre. Por lo tanto, ellos se crean problemas y si no son buenos al elaborar sus artificios experimentan ansiedad y miedo de que se descubra lo endeble de sus historias”

Además, se sienten incómodos con quienes son y potencian ficciones de ellos para sentirse bien con y ante los demás. Ya concretadas estas acciones, sobre todo si llevan haciéndolo durante mucho tiempo, les cuesta mucho aceptar que no han dicho la verdad y prefieren seguir en la falsedad.

Ante ello ¿Qué podemos hacer ante un mentiroso patológico? Lo primero sería confrontar las contradicciones, lo segundo sería alejarse de la persona. La investigadora agregó que lo incongruente es que establecen una imagen ficticia a fin de no ser rechazados; y si son descubiertos generan repulsión hacia sus similares.


Por lo anterior, es fundamental tratar la mitomanía. La académica abundó que el tratamiento recomendado incluye una psicoterapia enfocada en la cognición (para alejarse de este mal hábito) y trabajar en los aspectos emocionales, pues quizás actúe como el detonador de la mitomanía.

Rumiando Pensamientos


¿Eres de las personas que piensa todo a fondo, antes de actuar? Entonces quizás es momento de dejar a tu cerebro en paz. No es que pensar sea malo, todo lo contrario, pero pensar demasiado puede ser un obstáculo en el camino para alcanzar lo que deseas.

 Resulta ser que nuestro cerebro es capaz de operar a nivel inconsciente con una gran efectividad. Esto es posible porque aprende con rapidez y luego es capaz de ejecutar acciones “en automático”. Es lo que el neurocientífico David Eagleman llama “los programas impresos en el sistema”. 

Con ello quiere decir que una vez que nuestro cerebro aprende a hacer algo ya no le dedica tanta energía a repetir esa acción, y lo mejor, es capaz de mejorar el desempeño a medida que avanza en la práctica.

Tu clase de yoga. Las primeras sesiones obligan al cerebro a aprender una cantidad de poses, un ritmo de respiración, y de paso, a concentrarse en el presente. Nada fácil. Pero a medida que avanzas en la práctica se desarrolla una memoria que mueve al cuerpo sin necesidad de pensar en cada detalle. Así llega el momento cuando vas de una pose a otra simplemente porque el cerebro sabe lo que tiene que hacer. Lo mismo sucede con el tenis o el manejo de un auto. Así se desarrolla lo que en artes marciales se llama munshi no shin o “mente sin mente”. Es acción sin intervención del pensamiento racional y consciente.

Lo que sucede a partir de ese instante es que comienzas a fluir con la acción y tu conciencia es capaz de entrar en terrenos más sutiles y enfocarse en la profundidad del presente. Paul Zehr, profesor de neurociencia y autor de Black Belt Brain, sugiere que no se trata de no usar el cerebro, al contrario, la idea es usarlo de manera más efectiva y eficiente. Para ello hace falta dejar que nuestro sistema nervioso trabaje libremente en ciertas acciones sin estar intentando hacer las cosas a propósito y tras mucho pensar.

 Otro ejemplo: cuando los deportistas caen en un bajón suelen decir “es que estoy pensando demasiado en lo que hago mal”. Con esto se refieren a que están tan pendientes de sus movimientos que no dejan espacio a la sabiduría del cuerpo. Y acá es donde viene una aclaratoria importante: este estado de fluidez en el presente, que permite la acción del inconsciente, es posible luego de haber hecho el esfuerzo de aprender y practicar mucho. No cae del cielo.

 Lo que nos trae de vuelta a la costumbre de pensar mucho las cosas antes de actuar. Porque si bien la conciencia de nuestras acciones y la atención que surge de la mente racional es vital para desenvolvernos en el presente, no podemos estar constantemente “metiéndonos en el camino” de nuestro cerebro. 

¿La razón? Este órgano maravilloso es más complejo y profundo que nuestros pensamientos. Estos son, a fin de cuentas, una manifestación de la mente, pero no lo son todo. Nuestro cerebro está conectado de forma más integral a nuestro cuerpo y alma (si crees en ella).

¿Le dedicarías unos minutos a pensar en esto? No lo pienses demasiado y prueba. Déjate fluir, abriéndole la puerta a tu intuición y sabiduría interna, y lo más importante, disfruta el paseo.


 ¿O acaso eres también de esas personas que van rumiando pensamientos cuando navegan río abajo?

La Mente Humana


La mente humana es un verdadero crisol de enigmas. Aún con todos los avances que ha tenido la ciencia, son muchas más las preguntas que las respuestas en torno a la forma de funcionar nuestro cerebro y a todo el partido que le podemos llegar a sacar.

Aunque parezca imposible de creer, la mayor parte de las cosas que hacemos con nuestra mente todavía no tienen una explicación definitiva. La ciencia ignora los detalles de por qué y cómo soñamos, cómo se forman exactamente los recuerdos y qué mecanismos hacen posible el desarrollo y el cambio de las emociones, entre otros.

“La mente se estira por una nueva idea o sensación, y nunca se contrae de nuevo a sus antiguas dimensiones”
-Oliver Wendell Holmes-

Cada día se realizan innumerables experimentos en el mundo, todos con el objetivo de desentrañar los hilos ocultos que mueven nuestra mente. Y así mismo, constantemente aparecen nuevos datos, que nunca dejan de maravillarnos. Estos son 9 de esos datos curiosos.

Mecanismos ocultos de la mente
A continuación te presentamos algunos mecanismos ocultos de la mente:
Se ha comprobado que las personas logran establecer una mayor empatía con quienes les tocan el antebrazo y/o les hablan por el oído derecho, durante una conversación. Así mismo, que cuando las personas imaginan o inventan una respuesta, tienden a mirar hacia arriba y a la derecha.

Si verdaderamente tratan de recordar algo, mirarán hacia abajo y a la izquierda. También se sabe que las personas tienen más posibilidades de conseguir un empleo profesional si se presentan con gafas a la entrevista. Los anteojos se interpretan inconscientemente como una señal de especialización e inteligencia.

l tiempo promedio que tarda una persona “normal” en olvidar un gran amor es de 17 meses y 26 días. De la misma manera, una investigación estableció que al sufrir una quemadura se activan determinadas redes cerebrales. Lo curioso es que la misma red se activa cuando sufrimos un rechazo amoroso.

Las personas deprimidas tienen un volumen tres veces mayor de sueños, que el de las personas que no están tristes. Y en cuanto al dolor físico, el mirar una fotografía de la persona amada puede reducir un dolor físico hasta en un 44%. El efecto es casi idéntico al de un analgésico común.

Curiosidades del cerebro
El cerebro nunca dejará de sorprendernos, algunas características curiosas relacionadas con este órgano son:
El cerebro de los niños que han sido expuestos a violencia familiar tiene los mismos patrones de actividad que el de los soldados que han combatido en una guerra. La verdad es que cada pensamiento es, literalmente, una vía física que se construye dentro del cerebro. 

Cuantas más veces tengas ese pensamiento, más profunda es la huella que deja esa vía y más fácil que vuelva a llegar a la mente. Por eso es bueno tener pensamientos alentadores continuamente.
Los videojuegos pueden generar una adicción tan fuerte como la de la heroína. 

Seguramente esto tiene que ver con los mecanismos que activan la voluntad, porque, la fuerza de voluntad depende en gran medida de la cantidad de oxígeno y glucosa en tu cerebro. Cuando estás fatigado, o tienes hambre, te será más difícil decir “no” o perseverar en algún objetivo.

Y hablando de fatiga, se estima que una persona promedio pierde la concentración después de 90 minutos continuos de estar enfocada en algo. De ahí la importancia de las pausas.

En nuestros cerebros las neuronas se conectan de muy diferentes formas. Más exactamente 10 veces elevadas a un millón. Y es que si el cerebro fuera un disco duro, estaría en capacidad de almacenar hasta 4 terabytes de información. De hecho, cada uno de nosotros tiene alrededor de 70 mil pensamientos al día, aunque varios de ellos se repiten.

No por nada el cerebro pesa tan solo 1.5 kilogramos en promedio, pero consume el 20% de la energía y del aire que emplea el organismo.

En un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, se comprobó que quienes se alimentan con comida sin conservantes ni colorantes artificiales, lograban obtener puntuaciones en los test de inteligencia un 14% más altas. Por lo tanto, lo que comemos sí afecta la forma en la que nuestro cerebro opera y se configura


domingo, 25 de junio de 2017

Recetas Para La Vida


Todas las experiencias son una oportunidad para crecer

Cada persona lleva su propia carga, según la filosofía china toda persona tiene 89 problemas, estos los tiene que resolver en el transcurso de su existencia en la tierra. Son precisamente estos problemas y situaciones difíciles las que dan sabor y sazón a la vida. Es muy difícil querer vivir la vida de otros, 
cada quien tiene exactamente los medios para poder salir adelante con sus posibilidades. 

Por más que escuchamos problemas dolorosos de otras personas, al final del día no queremos, ni podríamos vivir con estos. Aprender a tomar todo lo bueno y lo malo de las experiencias que nos toca es una receta que no falla para poder vivir en paz con uno mismo.

No existen las coincidencias, ni los accidentes; lo que tienes y lo que te pasa es justamente lo que necesitas para crecer y ser mejor.

La grandeza de la persona se logra solo con el trabajo personal y consiente de quererse superar diariamente.

Tú tienes lo que necesitas para ser grandioso en tu entornoCada persona nace, en el tiempo, el lugar, la familia y las circunstancias que necesita para poder desarrollar sus capacidades y lograr una gran vida. Todo es parte del plan.

Cada quien tiene su propio destino, misión y propósito. No hay que envidiar ni desear la vida de otros. En lugar de ver y comparar lo que no se tiene; es importante agradecer y valorar lo que si se tiene, de esta manera, crece la apreciación y el verdadero amor a la vida.

Cada uno tiene que vivir bajo su propio estándar. No se trata de tener más sino de ser mejor cada día. El entorno y las situaciones de cada quien, son tan solo pruebas que se presentan para poder crecer y desarrollar el carácter y las potencialidades. Donde lo único que importa son los logros, el crecimiento y el aprendizaje.

La vida es un gran bufet donde cada uno elige qué quiere: imagina una larga mesa donde en lugar de comida hay actitudes, emociones, sentimientos, valores y responsabilidades... Escoger cada una de ellas está en ti; solo tú tienes el poder de tomarlas.

Habrá mucha gente que te sugiera qué tomar de ese bufet, pero quien hace la decisión final eres tú.
Este gran bufet nos ofrece: alegrías, tristezas, desafíos, éxitos, fracasos, responsabilidades, compromiso, lealtad, enojo, fe, amor, tiempo, malos hábitos, buenos hábitos, perseverancia, constancia, actitud, rencor, perdón, armonía, disciplina, enfoque, visión, sueños, pensamientos negativos, determinación, oportunidades, respeto, confianza, autoestima, optimismo, paciencia, tolerancia, pasión, pensamientos positivos, creencias, etcétera... pero la única persona responsable de los resultados de acuerdo a tu elección siempre serás tú, no puedes culpar a los demás de tus resultados.

Yo te invito a reflexionar sobre qué papel estás jugando, al final, todos estamos aquí de paso y nuestra misión es dejar un mundo mejor, y eso se logrará poniendo cada uno de nuestra parte y sembrando una semilla que con el tiempo dará frutos.

Hugo W Arostegui



La Pereza


“Todas las personas hemos conocido la pereza.
Quizá haya sido compañera en tu vida durante un largo periodo de tiempo.
Quizá sólo apareció en ocasiones y después desapareció, sin dejar huella”

La pereza es amiga de la comodidad, de lo conocido, de no arriesgarse.
Cuando nos acompaña, sólo queremos permanecer con ella, en soledad, sin hacer nada, sin movernos, sin investigarY no es casualidad, que precisamente cuando viene a visitarnos la pereza, es cuando más necesitaríamos salir, arriesgar, probar cosas nuevas…Se trata de una “errónea estrategia emocional y mental”, que aparentemente nos protege de todo aquello que nos desborda, que nos hace sentirnos mal, que nos da miedo…

Por eso, la pereza aparece en nuestras vidas, precisamente, cuando estamos desbordados, cuando los problemas son demasiados, cuando todo nos hace daño, y no sabemos qué hacer, o no queremos hacer nada…

La pereza, nos protege de cualquier movimiento, porque dispone a todo nuestro cuerpo y a nuestra mente al “descanso”.
Pero, ¿realmente descansamos, estamos tranquilos? Sólo el recuerdo de la pereza, ya despierta en nosotros una sensación incómoda, de malestar…sabemos que “algo debemos hacer”, pero como no sabemos ni por dónde empezar, seguimos ahí… tirados en el sofá, dejando pasar los días, sin tomar decisiones, sin dar pasos, sin arriesgar nada, sin hacer deporte, sin buscar trabajo, sin estudiar, sin dejar de fumar…

Si su compañía no es agradable, nos irá mejor sin ella.Lo que sucede es que ahora, después de un tiempo “perezoso”, no es fácil.

Te propongo hacer un plan, en primer lugar, algo sencillo, no muy arriesgado ni atrevido, con el fin de comenzar a moverte, a salir… para caminar hacia algún destino sencillo.

Y en segundo lugar, imponte a ti mismo cumplirlo, cada día, sin excepción.Esto generará satisfacción y movimiento, y el movimiento genera más movimiento, que es el motor que necesitamos para dejar atrás la pereza.

Si en tu casa, un día entró la pereza, déjala sola, sal de allí, proponte un plan y cúmplelo. Invita en cambio a tu fuerza de voluntad, con ella conseguirás caminar, realizar planes, motivarte hacia el cambio…

Cultivar la fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad hay que cultivarla, hay que invitarla y cuidarla, para que se quede contigo. Lo único que necesitas es tener la “voluntad”, es decir, “querer” dejar la pereza, y retomar tu vida .Para ello, emplea todas “tus fuerzas”, ésas que existen dentro de ti cuando algo te importa mucho y vas a por ello. En la medida que sacas esa “fuerza interior”, sentirás que más tienes, que eres fuerte, y que si te lo propones, nada ni nadie puede pararte, ni volverte a encerrar en la pereza, porque puedes conseguir lo que quieras.

Y lo mágico de éste descubrimiento, es que aunque en un principio, te costó un esfuerzo, te lo tuviste que imponer, poco a poco, vas reconociendo, que la fuerza de voluntad nace sola, porque son muchas las cosas que te motivan y te ponen en movimiento, y sin necesidad de ningún esfuerzo, lo haces.


Por eso, el regalo de éste comienzo “forzado”, es la satisfacción y la motivación de “ponerse en acción”, que te hará sentirse muy bien contigo mismo.

Identidades


Para tener un criterio de identidad personal es necesario desarrollar el concepto de intimidad, el cual se adquiere en la infancia cuando poco a poco el niño aprende a distinguir entre la idea de yo y los demás. Cuando se consolida la noción del yo, la persona ya puede empezar a comprender quién es. Pensamos y observamos lo que nos rodea externamente y paralelamente estamos en un cuerpo, con unos sentimientos e ideas en relación con nuestro interior. Es una especie de diálogo íntimo y este rasgo es una parte de nuestra identidad personal.

Cada ser humano es único en medio de semejantes que no son idénticos entre sí “En este mundo cada persona representa algo nuevo, algo que nunca ha existido todavía, algo único y original. Es deber de cada uno el saber... que nunca ha existido en el mundo nadie semejante a él, porque si hubiese existido alguien semejante a él, ya no sería necesaria su existencia. Cada persona en el mundo, es una cosa nueva y está llamada a realizar su peculiaridad. Y eso es, precisamente, lo que cada persona tiene que defender de sí misma.

La cultura es otro elemento esencial que compone la identidad personal de una persona, ya que a través de ella, las demás personas logran conocer al individuo por sus actos, e identificarlo por las tradiciones que éste práctica, si se encuentra en otro país, aunque hay personas que independientemente cual sea su tradición, opta por adoptar las de otro país, sin embargo aun así se distingue cuál es su lugar de procedencia.

La identidad colectiva es aquella que el ser humano crea por si solo y que trae por nacimiento como el habla y la familia, pero somos nosotros los que creamos nuestra misma identidad ya que somos nosotros solos los que tomamos nuestras decisiones individualmente, por ejemplo; a qué partido político pertenecer , en que creer, ya que nadie nos obliga a creer en lo que creemos…Por lo tanto creemos que la identidad colectiva es aquella por la cual te das a conocer ante la sociedad o ante el mundo exterior exponiendo todo tu potencial ósea que la identidad colectiva es todo aquello a lo que tu perteneces y lo que los demás ven en tu persona seas buena o mala,.. Te reconocen por lo que eres.

A veces damos importancia a todo lo que la gente dice de nosotros como persona, a veces aciertan, a veces no, tanto que esto afecta nuestra identidad personal especialmente nuestra autoestima, la identidad colectiva no se trata de cómo te tilde la gente sino de cómo aportas a la sociedad o como te haces un ser sociable o en que participas para darte a conocer ante ella, eres la persona que la sociedad hace o crea dependiendo de los grupos a los cuales perteneces.

La identidad es lo que permite que alguien se reconozca a sí mismo. En consecuencia, la identidad personal es todo aquello que nos define como individuos. Tenemos conciencia de la identidad porque tenemos memoria, sin ella sería imposible nuestro propio reconocimiento. De hecho, cuando alguien pierde la memoria pierde el elemento esencial de sí mismo.


Aunque estemos permanentemente cambiando desde un punto de vista físico y cognitivo, es evidente que en el proceso de transformación hay algo que se mantiene inalterable: la convicción de que somos la misma persona en todo momento. Es una idea algo paradójica, ya que cambiamos cada día y al mismo tiempo no cambiamos.

Complementos Humanos


El hombre y la mujer se complementan físicamente: para poder ser fecundos y engendrar hijos; el hombre tiene por lo general, más fuerza física que la mujer, pero la mujer suele ser más resistente a las enfermedades y al dolor.

Hemos llegado a un momento en que la técnica nos ha permitido estudiar el cerebro masculino y el femenino, y comprobar que son muy distintos, desde el tamaño, hasta la manera de funcionar y el tipo y cantidad de conexiones entre los dos hemisferios que los conforman.

Nos complementamos psicológicamente: porque pensamos y actuamos diferente, por ejemplo, la mujer habla mucho y el hombre no, la mujer tiene muy desarrollada la intuición y el hombre es analítico y concreto. También percibimos de manera distinta las cosas.

Nos complementamos espiritualmente porque la mujer es más espiritual que el hombre y tiene que ayudarle a crecer en este aspecto, porque a él le cuesta mucho, ya que ellos son muy prácticos y les gusta “hacer” cosas.

 Estos son sólo algunos de los principales modos en que somos distintos, sin que esto signifique que así tenga que ser, pero es como se dan las diferencias por lo general o el la mayoría de los casos.

La complementariedad no sólo se da en la pareja o en la familia, sino que en todas las actividades humanas: también en la vida profesional y social, si se comparten las actividades entre hombres y mujeres, van a funcionar mejor, pues se ven puntos de vista diferentes y se enriquecen todos.

Hugo W Arostegui


Todos Para Uno


En estos últimos años parece que el número de protestas y manifestaciones se ha incrementado. Desde los levantamientos en países árabes, calificados como “primavera árabe“, la indignación se extendió como la pólvora y en occidente surgieron movimientos como el 15-M, occupy Wall Street o la revolución de los paraguas. Al margen de estos grandes movimientos, manifestaciones más pequeñas se han producido por todo el mundo con más o menos suerte. ¿Qué hace que la gente se manifieste?

Independientemente de la consecución de los propósitos, es un hecho que salir a la calle es una forma válida de protesta. Si bien resulta difícil concebir como ilegal una protesta pacífica, los gobiernos intentan mantener lo más bajos posibles los niveles de las manifestaciones ya que, en muchas ocasiones, los intereses son opuestos. Para ello, se han intentado controlar que la gente se manifieste de diferentes formas, como impidiendo las grandes reuniones en la calle sin consentimiento previo.

Aun así, mucha gente sigue optando por unirse a las manifestaciones con la esperanza de que sus protestas sean escuchadas y atendidas. Por otro lado, mucha gente, normalmente la gran mayoría, no participa en las manifestaciones. Entonces, ¿qué es lo que hace que algunas personas participen y otras no?

Algo está mal
En primera instancia, para que la gente se manifieste es necesario que haya un motivo de queja, una reivindicación. Este debe afectar a uno o varios grupos de personas o, al menos, ser percibido así. 

Algunas de las quejas más comunes en occidente son las malas condiciones laborales, como bajos salarios, la corrupción de los gobiernos o la defensa de ideologías, como la animalista o la religiosa.

Una vez la queja es reconocida debe ser compartida por un grupo. Si todos los miembros de mi grupo comparten la misma queja es más probable que todos nos manifestemos. Y cuando más comprometido esté con mi grupo, más aún. Por tanto, la identidad social va a ser uno de los factores que determine la participación en las manifestaciones.

La eficacia de las manifestaciones
Otro factor va a ser la eficacia percibida. Si creo que la manifestación va a ser eficaz y se va a conseguir solucionar los motivos de la protesta, es más probable que participe. Pero no solo hay que tener en cuenta a los grupos que participan en las manifestaciones. También hay que tener en cuenta contra quién protestan, que, normalmente, suele ser el estado o alguna de sus instituciones.

La eficacia que atribuyamos al estado o a los miembros de las fuerzas de seguridad que pueden tratar de disolver la manifestación también va a afectar a nuestra decisión de participar o no en la manifestación. 

Así, cuanto menos eficacia pensemos que tienen, más dispuestos estaremos a salir a la calle a manifestarnos.
Grandes niveles de ira van a contribuir en gran medida a la hora de tomar las calles, sobre todo si esa emoción es compartida por el grupo social.

Por supuesto, otras emociones van a influir. Una de ellas es el desprecio. Cuando el desprecio hacia el grupo opresor es grande, la elección va a ser manifestarse participando en actividades ilegales e incluso violentas. Lo mismo va a suceder cuando es la humillación la emoción grupal predominante.
Aunque hasta ahora solo hemos nombrado emociones negativas, las positivas también suelen estar presentes en las manifestaciones. 

A nivel individual nos vamos a encontrar emociones positivas entre las personas que participan en las manifestaciones. Mientras como grupos pueden sentir ira, individualmente van a sentir emociones positivas relacionadas con la eficacia de la acción para uno mismo.



Nuestros Dichos


*Los dichos populares están siempre presentes.
*”Hay gato encerrado”, “a caballo regalado no se le miran los dientes”, entre otras, dónde nacieron y qué significan.

Un remate, una frase, un resumen en pocas palabras. La mayoría las escuchó en boca de abuelas y padres y muchos las usan cotidianamente para sintetizar o simplemente intentar sacarle una sonrisa al otro. A pesar de que todos entienden lo que significan poco se sabe del origen de las frases más utilizadas hoy en día.

Uno de los más comunes es hay gato encerrado” y suele utilizarse para decir que hay una causa o razón oculta. Su origen se remonta al Siglo de Oro español donde era habitual la utilización de la piel de gatos como bolsas para ocultar dinero de origen desconocido.


“A caballo regalado no se le miran los dientes”, es otra de los dichos populares más usados. La parte final de la locución proviene de una antigua costumbre de revisar la dentadura de los caballos para comprobar el estado de salud del animal.

Alguna vez cuando se quiere decir que no hay ni una cosa ni la otra es casi una costumbre escuchar, “ni chicha ni limonada”. La chicha es una bebida alcohólica que surge de la fermentación del maíz con agua azucarada, de este licor, nace el dicho, es decir, que no hay ni bebida alcohólica ni bebida refrescante. 

Mientras tanto en plena organización de una fiesta o evento, en la que se planifican grandes gastos es habitual que se diga hay que “tirar la casa por la  ventana”. Esta frase nace en la costumbre que existía en el siglo XIX de tirar, literalmente, por la ventana todos los objetos de una casa cuando alguien ganaba la lotería nacional española.

"No hay tu tía", pero sí explicación

Cuando un problema no tiene solución o alguien se enfrenta a un obstáculo al cual no se le puede encontrar salida es normal el famoso dicho “no hay tu Tía”. Su origen proviene de un medicamento llamado la "atutía" o "tuthía”  que utilizaban los árabes para curar todos los males. El dicho deriva de "no hay atutía" y se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando ese preparado.

También, es muy frecuente oír decir a las abuelas “a falta de pan buenas, son las tortas” cuando se quiere expresar que hay que conformarse con algo de menos valor al no poder alcanzar el ideal. La expresión se remonta a la antigüedad cuando no había pan recién salido en las panaderías, la gente se tenía que conformar llevándose tortas.

Otra frase,“andar de capa caída”, se dice cuando se quiere hacer notar que alguien esta desanimado, abatido. En la época en que los hombres usaban capa, tenerla caída hacia un costado, era síntoma de mal gusto.

En cambio, se acostumbra usar “está armado hasta los dientes” cuando alguien tiene, desde ya, armas por demás; esto se remonta a los antiguos piratas quienes llevaban cuchillos en los dientes cuando abordaban las naves enemigas para tener las manos libres.

Seguro que cuando estos piratas llegaban a la nave enemiga, no faltaría quien gritara “se armó el Tole Tole”.  El origen de esta expresión sería el desorden provocado por los judíos ante Poncio Pilatos, pidiéndole que crucificara a Jesús, gritando "¡Tolle, tolle, crucifige eum!"("¡Quítalo, quítalo, crucifícalo"!).

Otro de los dichos populares más comunes es “a rey muerto, rey puesto”, que significa que nadie es imprescindible y que todo aquel que se fue puede ser remplazado. Su origen proviene de la realeza, en donde cada vez que muere un rey inmediatamente es elegido su sucesor.

Hugo W Arostegui



sábado, 24 de junio de 2017

El Servicio Al Prójimo


¿Por qué es importante servir a los demás?

Porque tú tienes una misión especial en este mundo, posees ciertos talentos fascinantes que el mundo necesita que explotes de buena manera para ponerlos al servicio de los demás, lo que al mismo tiempo te servirá para servirte a ti mismo.

El mundo está diseñado a la perfección, porque cada persona tiene la opción de trabajar para alcanzar la autorrealización y encontrar un espacio satisfactorio para todos.

Cuando alguien encuentra su pasión y pone todo su interés en profundizar en esa labor, llegará un momento en que ese deseo traspasa los límites conscientes y son otras fuerzas las que dirigen el camino, así se dan resultados fuera de lo común y el mundo obtiene grandes ganancias con ello.

Lograr el éxito siempre será producto de servir a los demás, por eso debes esforzarte con todo tu ser en cumplir tus sueños, se enfatiza en la importancia de crear una atadura mental positiva en relación con las metas que te has propuesto, esto se logra creando la mayor cantidad de argumentos favorables a tus emprendimientos, entre muchos la idea que éxito es sinónimo de responsabilidad y servicio a los demás.

¿De qué forma puedes aumentar la consciencia para el servicio a los demás?
Una buena estrategia está en saber que el poder de Dios está en tus manos, se te ha otorgado libertad para realizar un trabajo. El conformismo, pereza y apatía son síntomas que no entiendes la importancia de tu labor, entre mayor empeño pongas a tus ideales te sentirás mucho mejor.

Cuando te sientes útil experimentarás mucha satisfacción, esto solo es posible con el servicio a los demás. Puedes dedicarte a una labor con mucho contacto con la gente como el caso de un maestro, también podrías estar alejado como un investigador, pero en ambos casos se realiza una tarea que siempre beneficiará a la humanidad.

La calidad del servicio a los demás siempre retornará a ti: Algunos lo llaman el karma, otros la ley de la atracción, etc. Pero la verdad es que tu mundo es un solo campo de energía y lo que entregas siempre retornará a ti de una manera u otra, si das un mal servicio tú mismo te dices “no me importa la gente”, esto traerá repercusiones en tu vida, porque no estarás a la altura de los grandes éxitos.

Usa tu capacidad de visualizar para crear en tu mente el mejor producto o servicio posible, lo conseguirás por etapas, al inicio es normal que no sepas como hacerlo bien, pero con la experiencia, ensayos y errores, tienes que encontrar la forma adecuada de realizar tu labor con eficiencia.


El servicio a los demás en un principio que debes abrazar, si lo tienes muy claro en tu pensamiento, llegarás muy alto, recibirás respeto y admiración, porque te entregarás como persona a tus proyectos.

Sin Condiciones


Hoy ha sido sin duda un gran día
Un día de despedidas, de decir adiós a una parte del camino para poder abrazar otro, con plenitud y confianza.

Y como por “casualidad” de esas que no existen, mis pasos me han llevado hasta una sala donde daban una conferencia de tema improvisado.

Y resulta que el tema ha sido caer en la cuenta de que nos pasamos la vida entera intentando que nos sucedan las cosas que nosotros queremos, lo que pensamos que es lo bueno o lo correcto para nosotros y la mayor parte de ellas nunca suceden o tal vez suceden al revés.

Y entonces ha surgido la gran pregunta, ¿qué condiciones le pones a la vida?
Nos pasamos la vida poniendo condiciones a la propia vida, sin saber que solo podemos fluir si vivimos sin condiciones, confiando plenamente en que lo que sucede es la única cosa que podía suceder y ya es perfecta por si misma.

Amamos con condiciones, trabajamos con condiciones, proyectamos una felicidad que nunca termina de llegar porque hay demasiadas condiciones para poder ser felices.

Y nos pasamos demasiado tiempo con ese….cuando tenga esto, cuando logre lo otro, cuando alguien me quiera, cuando esto cambie….entonces seré feliz.

Y nos volvemos esclavos de nuestras condiciones.

Hace tiempo leí una gran frase: “sin expectativas soy libre”

Dejarse llevar por la magia de la vida, vivir y sentir lo que trae cada instante, lo bueno y lo menos bueno y reconocer que mi vida es ahora, en total rendición, que todo es perfecto, que lo que me sucede aunque no lo entienda es lo mejor para mí.

Construir desde la quietud y el desapego a los resultados.

Si tu haces tu parte, el Universo hace el resto.

Y si no llega lo que esperabas confiar que es porque algo infinitamente mejor va a llegar, mecerte y dejarte llevar por la sabiduría de la vida y por la certeza de que cada nuevo dia vamos construyendo camino.

Y disfrutar de cada paso, con independencia de los resultados pues siempre son perfectos si me rindo a la vida sin condiciones.

Y tú?¿ Que condiciones le pones a la vida?

Hugo W Arostegui



Cicatrices


Casi todo lo que escribo son diálogos interiores.
Esos que uno mantiene dentro de sí y que no salen nunca.
A veces, como ahora, ese "nunca" se rompe como una sandía.
Todo sale desordenadamente como en una explosión,
sin otro fin que liberar la pulpa: el corazón.
Es como un círculo cerrado, pero no vicioso, que pretende, exclusivamente,
salir al aire fresco.
Un poco como irse uno mismo...lejos...
Y te llega el aire, tan fresco como el de esta noche de enero.

De toda caída, se sale.
Se acaba saliendo aunque remendado.
Hay cosas que no tienen reparación, y lo sabemos,
pero eso mismo ya es una manera de empezar a salir.
Somos nuestras cicatrices. 

Al final tenemos que seguir cada vez más solos
recomponiendo el alma que son el corazón de la sandía:
Miguitas de pan esponjoso de rojo sangre; 
Chispitas del fuego de una chimenea con piñas secas
y cáscara de naranja junto al tarugo de encina.

Si pudieras acercar la nariz en la explosión
sólo notarías el aroma de la esencia que persiste
más allá del tiempo.
Hay gente que no cree en esas cosas.
Incluso yo lo sé y por eso es un diálogo interior y
salta aquello en palabras sin mayor importancia.

Misterio es para mí que un corazón roto siga latiendo
como un ave que bate sus alas después del impacto;
Como que se pueda vivir sin él, o sin alma,
y lo he visto mucho...y con gran éxito,
es para mi misterio. 

"De poco sirve nada.
De poco sirve todo.
Todo, para nada"

losescritosdegatofenix.blogspot.com/2017

La Innata Desconfianza


La permeabilidad es una característica innata en todos nosotros, nacemos como un papel en blanco delante de un escritor, predispuestos a ser cubiertos con palabras interesantes.

En el momento que escriben en nuestro papel y sentimos que esa tinta nos impregna, optamos en muchas ocasiones por una actitud inmovilista que no permite borrar ni añadir nada a nuestro escrito que no tenga que ver con lo que ya hay plasmado dentro.

Se nos olvida que esta sociedad evoluciona, cambia, y resulta interesante en cada una de nuestras vivencias, es obvio que la vida tiene un carácter sumativo, todo lo vivido ya forma parte de nuestra “mochila” pero recurrir a esto para no permitirnos a nosotros mismos crecer, aprender y escuchar a otros es un error.

Las emociones son etéreas, tienen esa capacidad de entrar y salir de nosotros independientemente de las capas que pongamos para que no perturben nuestra “calma”, y en este intento de no sufrir o no dejar que otro pueda influir en nosotros, como si lo que ya somos no fuera precisamente fruto de muchos otros que ya pasaron por nuestra vida cuando aún había hueco en nuestro papel para escribir, nos convertimos impermeables a nuevas ideas.

Muchas veces mi imaginación me permite observar como algunas personas inician conversaciones, da igual lo que se digan, como lo digan… no se van a convencer ninguno de nada porque parten de una actitud rígida e inmovilista, muchas veces ni siquiera se escuchan el uno al otro, sólo hablan y piensan en que seguir argumentando.

Puede que sea miedo a que “muevan cimientos” que siempre habían creído imperturbables, o que traten de ocultar inseguridad, como cuando un profesional se cierra ante alguien usando de parapeto su profesión, quizás por miedo a no parecer tan capaz, o más triste aun, por considerar que su título le da potestad para ningunear las ideas de quien no son de su gremio o no tienen estudios, como si pensar estuviese solo limitado a aquellos que han estudiado.

Cuando viene a mi mente esta hipótesis siento tristeza, lamento que no estén predispuestos a aprender de todo lo que se encuentran y de todas las personas con las que tienen la oportunidad de coincidir en la vida, da igual no estar de acuerdo con quien tenemos delante, lo que ya pensamos y sentimos debería ser un filtro para cuestionar si lo que llega nuevo merece un hueco en nuestro rincón de las ideas o simplemente debe ser obviado.

Es habitual fijarnos en lo que hace la otra persona que no nos gusta. Incluso se lo hacemos saber, no siempre de buenas maneras. Pero, ¿qué pasa con todo lo positivo que nos aportan los demás? La realidad es que, cuando se trata de hacer cumplidos, no estamos tan predispuestos a comunicárselos a quienes nos rodean.


¿Esto por qué pasa? El caso es que este hecho puede tener diferentes orígenes. Por un lado puede deberse a que nos dé vergüenza. Tal vez consideramos que la otra persona ya sabe lo que nos gusta de ella y no es necesario decírselo. O puede que no sepamos muy bien cómo transmitírselo sin que nos resulte forzado.