miércoles, 6 de septiembre de 2017

De La Antigua China: Moralejas


‘La sospecha’
Una vez, un hombre perdió una de sus herramientas de trabajo, y se le ocurrió que el ladrón había sido uno de los hijos de su vecino. Durante días, no podía dejar de mirar su forma de caminar, que le parecía que era la de un ladrón, y también su forma de comportarse. Al final, todo lo que hacía le parecía propio de un delincuente.

Días después, encontró sus herramientas en un camino del bosque, y desde entonces todos los gestos de su vecino le parecieron completamente normales.

¿Qué nos enseña este cuento con moraleja?

A no juzgar o acusar a las personas sin tener ninguna razón. El hijo del vecino no había sido quien le había quitado sus herramientas, pero es común caer en este error: en vez de culparnos a nosotros mismos, muchas veces buscamos la culpa en otras personas.

‘El oro’
Había una vez un hombre que ansiaba tener una pieza de oro más que nada en la vida. Un día, se vistió de gala y fue al mercado a buscar al comerciante. Al verlo, tomó una de sus piezas y salió corriendo sin pagarla. Cuando le detuvieron, le preguntaron por qué había robado la pieza de oro delante de tanta gente, cuando estaba claro que le atraparían. El hombre contestó que estaba tan cegado por el oro que para él no había nadie más alrededor.

¿Qué nos enseña este cuento con moraleja?
Que la codicia a veces no nos deja ver más allá y que destruye nuestras relaciones sociales, al impulsarnos a hacer cosas que no están bien.

‘La campana robada’
Un hombre quería robar una campana, pero era demasiado grande y pesada para transportarla. Se le ocurrió que podía quebrar el metal con un martillo y así le sería más sencillo, pero solo consiguió hacer un ruido estrepitoso contra el metal.

¿Qué nos enseña este cuento con moraleja?
Que las malas acciones se descubren pronto y que pueden sorprendernos robando o haciendo cualquier acto ilegal aunque tengamos cuidado.


¿Qué te han parecido estos cuentos con moraleja de la antigua China? Como ves, se trata de fábulas muy sencillas pensadas para hacernos reflexionar sobre temas cotidianos, por lo que son una buena forma de transmitir valores a los más pequeños. 

El Derrotero Seguro


“Si no sabes adónde vas, cualquier camino es bueno”. 

Esta es una frase famosa del sonriente gato de Alicia en el país de las Maravillas. Y es muy cierta. Desde pequeño, maestros y padres nos invitan a trazarnos un camino:  a trazarnos metas. A veces esto se vuelve como una tradición. Pero, ¿te has preguntado cuál es tu meta en la vida? ¿O en los próximos 20 años?

¿Te has preguntado por qué casi ninguno nos trazamos metas en concreto? ¿Por qué no las plasmamos con papel y lápiz? Para mí, la respuesta es muy sencilla: cuando nos planteamos una meta, lo hacemos como “soñando”, pensamos que nuestra gran meta es demasiado alta para lograrla… y nos desinflamos rápido en el intento. Y sí, es importantísimo soñar, pero también visualizar el trayecto, repasarlo en nuestra mente, buscar y seguir soñando en estrategias, caminos, atajos… y finalmente hacerlo.

Si nos trazamos metas extraordinarias, como “ser dueño de mi propia empresa multinacional”, puede que inmediatamente una vocecita dentro nos desinfle y diga: eso no va a pasar. ¿Por dónde? ¿Cómo? ¿Con qué? Y entonces nos decimos: algún día. Y allí se estancó la historia.

El error no está en plantearse metas tan grandes, sino en el concepto que tenemos de nuestras capacidades y aptitudes. No nos hemos visto aún haciendo algo tan grande, por lo que nuestra mente no tiene registrado un éxito de esa magnitud y no “se lo cree”. Eso no quiere decir que debamos ponernos metas demasiado fáciles, porque sería hacer trampa.

Los pasos para trazarse metas van de esta manera:
-Fijar una gran meta: que sea grande, aunque nos cueste vernos aún en ella. Hay que verla. Seguramente cuando lleguemos, podremos trazarnos una mayor.

-Fijar metas medianas: esas que representan reto y trabajo para nosotros, pero que posiblemente son más fáciles de visualizar. Al irlas cumpliendo poco a poco, estaremos mucho más cerca de la Gran Meta.

-Fijar pasos específicos y simples para lograr esas metas: Ponernos tiempos y acciones.
Regresemos al ejemplo de la multinacional. Se trata de la gran meta. Dividámosla en metas medianas: la preparación (¿Ya la tengo? ¿La necesito?). Esa sería una buena meta mediana: terminar mis estudios en administración de empresas. ¿Puedo hacerlo? Sí, podría. Requerirá de sacrificios, tiempo, desvelos y estudio, pero si estoy dispuesto a darlo, claro que sí puedo.

Cuando vamos desglosando las acciones para lograr nuestra meta mediana, las preguntas claves son: ¿Soy capaz de hacer esto? ¿Puedo hacerlo? Y seguramente la respuesta será: Sí puedo. Paso a paso, sin perder de vista la meta mediana y, a su vez, la gran meta.

Si vamos viéndonos triunfar y conseguir cada vez más metas, nuestro autoconcepto crecerá y será más fácil seguir adelante. Cualquier trayecto, por muy largo que sea, se inicia con el primer paso.



A Contrapelo



El flamante secretario del Pensamiento Nacional citó al filósofo alemán Walter Benjamin y propuso "leer lo que no se ha leído, escuchar las voces de los que no tuvieron la posibilidad de ser escuchados".

El filósofo y flamante secretario del Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, aseguró este viernes "hoy lo nacional es una gran provocación al poder global neoliberal" al reivindicar la propuesta que desarrollará desde esa función y ante las reacciones que se conocieron en las últimas horas.

Forster ofreció anoche una charla en la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén, y en dialogo con la agencia Télam dijo que "hoy lo nacional, y sobre todo desde América Latina, es un gran desafío, es una gran provocación al poder global neoliberal".

"Colocarlo en esa dimensión, resignificarlo, implica justamente mirarlo desde otro lugar y eso supone que también podamos ver hacia atrás", señaló.

"Como diría un filósofo que siempre me interesó mucho que es Walter Benjamin, -agregó- pasarle a la historia el cepillo a contrapelo, es decir leer lo que no se ha leído, escuchar las voces de los que no tuvieron la posibilidad de ser escuchados, hacer la historia de los vencidos y por supuesto leer la compleja trama de la cultura de la lengua y las tradiciones argentinas y latinoamericanas".

Forster puntualizó, al opinar acerca de las reacciones que generó su designación al frente de la secretaría del Pensamiento Nacional, que "los medios son como una fábrica permanente de –entre comillas- novedades, buscarán rápidamente alguna otra cosa en la que cebarse y multiplicar en muchos casos una mirada muy brutal, muy prejuiciosa".

"Supongo que también vendrán días intensos pero los pongo dentro de lo que valoro de esta época, porque para que ésta época haya generado a veces estas intemperancias, este nivel de violencia retórica importante en algunos sectores, significa que también está cargada de contenido, de desafío, que se han tocado cosas que en la Argentina parecía que ya nadie podía tocar", afirmó. 

Dijo que "también pasa en el plano de las ideas que se han podido revitalizar, tradiciones políticas que parecía que ya no iban a tener más lugar en nuestra historia".

"Supongo que eso genera en muchos casos este tipo de respuesta, así que no está mal que se genere, no la respuesta horrible, violenta, sino la puesta en evidencia de una sociedad que discute, que disputa, porque dentro de la sociedad democrática hay distintas visiones, distintos intereses, y por lo tanto la diversidad y la conflictividad son parte de la vida democrática y la enriquecen también", señaló.

Destacó el encuentro celebrado anoche en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue, al que asistieron docentes, investigadores de las ciencias sociales para "ver de qué manera se van construyendo redes, foros, intercambios en este mundo tan complejo y rico de las universidades públicas".

"Cuando hoy decimos lo nacional, no estamos pensando en el nacionalismo de los años `20 o `30, sino que estamos pensando en el contexto de una sociedad global, que ha tendido a homogeneizar culturas, a pasteurizarlas y que ha avanzado desde una lógica corporativa que todo lo pone en el mismo plano y va como vaciando el concepto mismo de soberanía".


Descripción: https://www.minutouno.com/_post/minutouno/count.php?idNota=325361


Los Mundos De Al Lado


La invención de la imprenta y el inicio de la era Gutenberg son antecedentes útiles para comprender el alcance y la magnitud de Internet, ese invento creado para la comunicación militar de Estados Unidos durante la Guerra Fría que ahora domina nuestras vidas. Con la llegada de la imprenta sucedió algo muy importante: se acabó con el monopolio del conocimiento.

Hasta ese momento, el poder estaba en manos de aquellos que tenían acceso a la cultura escrita, una clase dirigente cuyo dominio se basaba en el analfabetismo y la ignorancia de la mayoría, incluso sobre textos sagrados como la Biblia. Años después de esta revolución, Lutero inició su reforma, un movimiento que acabó con el concepto del poder único.

Lo mismo ha ocurrido con Internet en nuestro tiempo. Resultó tan fascinante que empezamos a descubrir, uno tras otro, los capítulos pendientes en la comunicación humana y la Red se convirtió en la panacea de la libertad personal. Y así, sobre el imperio que se ha ido construyendo con el software inventado por Bill Gates y los suyos, la batalla tecnológica y estética de Apple y el intento de Steve Jobs por convertirse en un dictador en su compañía, hemos creado un mundo donde a lomos de Facebook, Twitter, Instagram y el resto de las redes sociales se ha producido una contrarreforma que se refleja en el rechazo a la estructura política y social que gobierna el planeta.

La gran contradicción es que la Red fue en sus orígenes un invento impulsado con dinero público que un grupo de jóvenes brillantes, desde los Zuckerberg hasta los Gates, aprovecharon para imponer —según la doctrina política y social de Estados Unidos— el sacrosanto ejercicio de la libertad mediante la inviolabilidad de las comunicaciones humanas.

Pero existen otros jugadores que están en esta guerra, no solo ideológica sino profesionalmente. Me refiero a los tres únicos países que pueden interrumpir el flujo de Internet. El primero es China, que ha conseguido crear casi una Administración paralela, de forma que cada avance tecnológico sea usado como un elemento de control social y cohesión militar.

El segundo es Israel que, desde que recluta a sus jóvenes hackers en el mundo de los videojuegos, ha desarrollado toda una industria cuyo único propósito es la defensa y ha sido capaz no solo de desarrollar los más eficaces cortafuegos en las comunicaciones, sino también los mejores ataques cibernéticos. Finalmente, está Rusia, que utiliza la Red como una prolongación más de sus sistemas militares o de inteligencia, usando a los hackers como agentes capaces de comprar todo lo necesario en la parte oscura del mundo flat de Internet.

En Estados Unidos, intentar abrir el iPhone de un terrorista para tratar de obtener información acerca de un atentado en San Bernardino, California, es una batalla legal de primer orden porque el sistema, lejos de usar los avances tecnológicos como un elemento defensivo, los emplea, incluso a riesgo de vulnerar sus propias leyes porque la esencia del sistema es defender la libertad individual.

Para China, Rusia e Israel el problema es que el uso de la tecnología está directamente al servicio del Estado y de sus objetivos cívicos y militares. No hay ningún intermediario, no hay complejos, no hay leyes, no hay nada.

Sabido es que con un simple ordenador pueden apagarse todos los semáforos al mismo tiempo o anular el funcionamiento de los aeropuertos de un país. Estamos en manos del software y es muy importante saber que, más allá de la cooperación con los gobiernos del mundo libre, hay alguien que controla la irrupción y desarrollo de esas armas de destrucción masiva que han transformado el mundo a partir de la creación de Internet.

Estados Unidos fuerza sus leyes cada vez que intenta usar el sistema en beneficio propio porque está alterando elementos constitucionales de primer orden. China, Rusia e Israel, por el contrario, no tienen ese problema, que nos conduce a una guerra vergonzosa, una guerra oculta desde el lado libre, y una guerra plena sin complejos y sin inhibiciones desde el lado del mundo considerado como el menos democrático.


Sintiendo La Inspiración


¿Cuántos momentos al día permitimos que cada mundo de las partes de nuestro cuerpo se perciba y se sienta?

El trabajo de la famosa meditación de las partes del cuerpo llega a proporcionarnos ese placer. Es la excusa perfecta para permitir que esos mundos se sientan atendidos, valorados y preciados por lo que son.

¿Puedes imaginar lo que es llegar a sentir que alguien te regale un espacio para sentirte y descubrirte?
Créanme, es un regalo más poderoso que una alianza de compromiso, pues ¿puede haber algo más bello que el compromiso de conceder este momento, el presente, aquí y ahora, para ti.

Otro rasgo a tener en cuenta, es la diferencia entre mundos y fronteras. La llamada tierra de nadie. Para comprender es necesario tomar cada detalle y los puntos de unión o separación son realmente imprescindibles. Nuestras articulaciones, como la palabra dice, articulan. Crean movilidad entre mundos, sin ellas los mundos no podrían tener movimiento ni experimentar cambios. ¿Habías sido consciente de que todo lo que mueve en tu cuerpo, mano, dedos, brazos, cabeza, torso, piernas, pies, etc; es una zona de inmovilidad? Si no fuera por los puntos en los que hay un punto de encuentro entre los huesos, seríamos un bloque. El espacio vacío entre mundos llenos, crea la capacidad de articulación tanto entre ellos como de forma independiente.

 Personalmente es un hecho que me fascina. Mundos independientes unidos por un territorio que ofrece su presencia al servicio constante del movimiento de dichos mundos.

 Es muy curioso cuando decimos por ejemplo, me duele la rodilla. Bajo esta visión yo diría, la vida de la rodilla está doliendo. ¿Qué tipo de conflicto hay entre la pierna y la entrepierna? ¿Qué tipo de circunstancia provoca la “manifestación” y la “protesta”?.

¿Cómo puedo sentir la conexión continua entre los mundos que me forman?
¿Qué sentido tiene el fluir en la vida? Sabemos que es algo necesario porque todos lo dicen pero ¿por qué?

Voy a acercarte a otro juego para llegar a la comprensión. ¿Alguna vez has tenido ante ti uno de estos cuadernos con una hoja llena de puntos?

En un principio esos puntos no se entienden, y creemos que no tiene sentido observar un montón de puntos puestos en un desorden caótico. ¿Pero qué ocurre cuando vas conectando un punto con otro? 

De pronto un lápiz comienza con un trazo continuo a unir puntos. Al finalizar todo se hace más claro. Esos puntos tenían relación entre ellos, sólo que no los habíamos tomado como conjunto interconectado.
Por sí solos son un caos, pero cuando algo los une, se convierte en algo armonioso que adquiere sentido.

Al igual que las estrellas en el firmamento ocupan una posición pero articulan un movimiento constante guardando una relación; nosotros podemos sintonizar con la frecuencia del movimiento constante articulado unificador.

Cuando la pretensión desaparece, y dejas de mirar sino que te permites penetrar en ese mundo, despareciendo, desintegrándote para formar parte de él…. Aparece el más bello de los insospechados mundos.

¡Una figura sale del cuadro!

¿Pero dónde estás tú en ese momento? ¿Lo has observado alguna vez?

Te podría asegurar que eres más parte de ese ser saliendo de ese papel que de tu propio cuerpo.

Es una bella experiencia de lo que es la quietud en la continuidad de la conectividad entre mundos.
Cuando todo cobra la viveza y armonía del puro estado de ser, comienza la desintegración y la fusión. Al aparecer la luz y formar parte de ella, tus mundos se desintegran de forma que se hace presente el lugar donde esa luz se crea.


martes, 5 de septiembre de 2017

Cuando Algo No Nos Gusta



"Ya no soportaré más algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.

No tengo paciencia para el cinismo, las críticas excesivas y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme.

Ya no dedicaré ni un minuto a quien me miente o quiere manipularme. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No tolero la erudición selectiva y la altivez académica.

No me mezclaré más con el gentío o la chusma. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo diverso y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible.
En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.  No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. 

Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no la merece…"
Meryl Streep, texto adaptado por genial. Gurú

Hay ciertas etapas en nuestras vidas en las que fingir para ser aceptado socialmente comienza a carecer de sentido. Sonreír cuando no nos apetece, intentar caer bien a todo el mundo y procurar ser perfectos resulta bastante agotador, además de ser desesperante.

No todo está bien ni siempre estamos a gusto, pero parece que estamos obligados a ser personas alegres, felices y tolerantes con cualquier cosa en todo momento. Fingir es doloroso, ya es hora de nos demos cuenta.

Solemos fingir que todo está bien aunque no lo esté cuando en realidad no tenemos razones para estar siempre felices y contentos. Hay circunstancias complicadas que requieren de emociones negativas como la tristeza o el enfado.
El hecho de que sean negativas no quiere decir que no sean sanas. Es decir, ¿no es normal sentir tristeza cuando te han roto el corazón o cuando un familiar enferma?

No hay nada más doloroso que intentar aparentar estar bien cuando algo nos está lastimando por dentro. Esto acaba volviéndose en nuestra contra, pues acabamos metiéndonos en una espiral que nos absorbe y nos aprieta el alma.

Por esta razón, es necesario que nos deshagamos de la obligación de estar siempre perfectos y dispuestos y comencemos a mostrarnos tal y como somos. Pues, aunque sea posible engañar a lo demás, es imposible engañar a nuestra conciencia.

Aparentar ser lo que no somos nos acaba generando malestar y hasta dolencias como la depresión, la ansiedad, la fatiga, la lentitud, la desesperanza, la fatiga, el insomnio, la irritabilidad…


Extendiendo La Mano


La amistad es uno de los valores más importantes que tenemos los seres humanos. Esa conexión tan especial y única hace que los días sean siempre mejores y que ante cada golpe que la vida misma nos da, sepamos que no estamos solos, porque nuestros amigos están ahí, extendiendo su mano para ayudarnos a ponernos de pie una vez más.

De hecho, la amistad es uno de los tópicos universales. Cientos de historias se han escrito en torno a esta relación y ni hablemos de las amistades que saben transformarse en amor romántico y suscitan celos. En esa circunstancia ser amigo de alguien puede ser un auténtico castigo, ya que estás condenado a ver cómo esa persona tan especial empieza a construir una vida llena de felicidad al lado de alguien que no eres tú… pero eres su amigo y como tal sólo deseas su felicidad.

La amistad es un estado del alma que nos permite abrir las alas hacia la vida y nosotros, con nuestra propia amistad, también le enseñamos a volar a quienes nos rodean.

Los verdaderos amigos en las buenas no envidian y en las malas, acompañan.
Una gran virtud de la amistad es la capacidad de comprensión mutua.
Un amigo de verdad se queda cuando sabes quién eres realmente.
La amistad se trata de poder separarse físicamente y aún así mantenerse unidos para siempre.
No olvides que los amores van y vienen, los amigos son los que se quedan.
Los amigos también son almas gemelas.
La amistad tiene la cualidad de multiplicar la felicidad y restar las penas.
La amistad es esa magia que nos comprueba que el cariño surge del corazón sin importar la distancia.
Cada amigo es un tesoro que hay que saber guardar.
Quiero una amistad como el mar: Infinita.
Un amigo no sólo te hace reír, a veces te ayuda a llorar.
Un amigo auténtico tiene la capacidad de llegar a tu corazón en un segundo, aún si está al otro lado del planeta.
Los amigos son de esa clase de personas que defienden tu espalda y te dicen la verdad de frente.
Tener amigos es una de las bendiciones más grandes de la vida.
Los amigos se cuentan con los dedos de una sola mano, porque más vale calidad que cantidad.

Un amigo vale la pena cuando te dice la verdad, aunque no sea lo que quieres escuchar.