viernes, 20 de octubre de 2017

Valor Persona


El verdadero valor de una persona no se encuentra en su inteligencia, ni en sus talentos, ni en sus habilidades, ni siquiera se encuentra en sus principios …

El auténtico valor de una persona, el más valioso, el que es exclusivo, inconfundible, el que es innato al gran ser humano, es esa capacidad tremendamente generosa de situarse en el lugar del otro, de olvidarse de uno mismo, de sustituir el YO por encima de todo a el TÚ como una misma parte. De postergar ser el centro del universo por empatizar con tus semejantes. De aparcar la falsa necesidad de nuestro ego por la bondad de prestar ayuda a los demás. De desatender nuestros arduos deseos por atender los deseos de los que de verdad te necesitan en ese momento.

Esa cualidad, que es tan escasa en la actualidad, es la que más valor tiene, porque en un mundo tan superficial y caótico como es el actual, donde cada cuál camina en soledad y mira por si mismo, es realmente difícil encontrar a personas que no solamente se preocupen por ti sino que se ocupen de hacerte sentir feliz.

Sentir empatía requiere de un grado de atención cuantioso, de un esfuerzo extraordinario de observar al otro.

Seamos más humanos y desarrollemos nuestra empatía, situémonos en el lugar del otro e intentemos comprenderlo en cada situación. Las relaciones humanas funcionarían mucho mejor si practicáramos la escucha activa desde nuestro corazón y apreciáramos de verdad los sentimientos y necesidades de los demás.

Pregúntate todos los días, ¿qué puedo hacer hoy para que tú te sientas mejor?      


miércoles, 18 de octubre de 2017

La Verdad No Es Pura Ni Simple


Y de nuevo tenemos al gran Oscar Wilde negando la existencia de una única verdad. Y es que seguro que todos podemos pensar en una persona que parece que siempre tenga que tener la razón. 

Que no atiende a posibles cambios en su posición, aquella persona que siempre niega otras opciones, y lo que es peor, lo hace sin escuchar si puede ser realmente una opción según su postura.

Pues bien, aquí lo tenemos. No hay una verdad pura ni tampoco es simple. Así que eso de “es así de simple”, no debería de existir en nuestros cabales ya que si así fuera, no habría necesidad de conocer, compartir, aprender… todo sería siempre igual. Afortunadamente tenemos variedad y eso es lo que desprestigia esta afirmación pues la verdad jamás es simple.

Del mismo modo, la verdad no es pura, ya que su origen puede haber sufrido millones de cambios y eso no significa que haya sido inmutable, sino que ha variado hasta llegar a nosotros.

¿Acaso una mesa es únicamente un árbol? La respuesta ya la sabes, no es talar el árbol, tratar la madera, diseñar una mesa, trabajarla, venderla, colocarla en el comedor… hay muchos factores que han variado aquella mesa cuyo origen inicial era el árbol, origen que sin embargo no es puro ya que ha sido tratado para adecuarlo al producto que representa.

Así que ya sabes, jamás creas que tu verdad es única ni simple. Siempre puede haber habido cambios. Aprende a escuchar cuál es la verdad según la otra persona y aprenderás mucho más de lo que imaginas. 

Escuchar es la clave. ¿A cuántas personas conoces que le haría bien entender que la verdad jamás es pura y simple?


Moral Pública



El arte de gobernar consiste en el ejercicio de la función pública, rodeando la administración del Estado de seguridades materiales, las cuales solo se soportan y permanecen, en la medida que los actores de la gestión pública, alimenten con la moralidad, prudencia, eficacia y honor, cada una de las realizaciones, las cuales han de estar sujetas a los pilares de la honestidad, el decoro, la cultura y la responsabilidad ciudadana.

Sin éstos aditamentos no podemos construir un país fortalecido con valores, confiado en la moralidad de sus gobernantes, dispuesto a contribuir, en lo personal cada ciudadano, para impedir las laceraciones que frecuentemente se le producen a la moral pública, inspiradas en una glotonería insaciable, en la avaricia incontenible y sobre todo en la seguridad de la impunidad.

Somos los ciudadanos con derecho a sufragar, quienes tenemos la grave responsabilidad de escoger los gobernantes, seleccionando personas con un perfil moral blindado ante las tentaciones que el ejercicio del poder produce.

Los panameños somos testigos de la precaria calidad moral de muchos aspirantes en el escenario político. El rechazo de las actuaciones deshonestas, teñidas con el soborno y el aprovechamiento de una posición gubernamental importante, no parece intimidar a quienes hacen del servicio público una forma de vida divorciada del ejemplo, y viven de su trasiego con cualquier grupo que les beneficie, porque su único interés es proveerse de bienes materiales, aún cuando sean objeto de severas críticas como personas, ya que la moralidad no forma parte de su formación dirigencial.

No es imposible encontrar mezclados entre la gente decente a personajes identificados por el lodo que lleva su plumaje, fruto del tránsito por el pantano, y como decía el poeta, debemos aspirar a que el plumaje de cada uno de nosotros no sea de esos manchados por el pantano de nuestras actuaciones.

Es indispensable que cada funcionario público, cada educador y, en especial, cada padre de familia, 
adopte una actitud de resguardo y protección a los valores morales, dotando a los jóvenes de ejemplos a seguir, previniendo las ofensas, desalentando la delincuencia, imponiendo modelos de comportamiento familiar y público, para que podamos construir el país que deseamos heredar a nuestros descendientes.

Con el concurso de todos, podremos desalentar la corrupción, la extorsión, y así vamos creando una moral blindada contra las ambiciones desmedidas y contra el abuso tan frecuente en el ejercicio del poder.


La moralidad pública depende del aporte que cada funcionario y dirigente haga en beneficio de la decencia, la pulcritud, la capacidad y productividad de cada estamento de la administración y se perpetuará en la medida en que no renunciemos a los principios morales que deben levantarse como un muro que contenga el aprovechamiento inmoral, porque es de nosotros de quienes depende que la moral pública no siga siendo lacerada.

El Deseo De Servir


Cuando servimos de corazón, no debemos sufrir ni hacer sacrificios.Si nos pesa, quizá sea porque estamos tratando de cerrar una herida personal, y no por ayudar a otros. Así que empecemos por ofrecer lo que podamos dar. 

Si tenemos tiempo, ofrezcámoslo; si nuestro bolsillo lo permite, demos dinero, o compartamos nuestros talentos con los demás: escuchar, hablar, cocinar, pintar... De este modo estaremos felices de hacerlo sin sentir que es un sacrificio.

El deseo de ofrecer ayuda a gente lejana es un anhelo noble, pero servir a quienes nos rodean es más fácil y podemos hacerlo de inmediato. Dentro de nuestra familia puede haber alguien que necesita ayuda, y también entre nuestros vecinos o en la comunidad. 

Esto no significa que el resto de la gente no nos debe importar, sino que es mejor empezar por las personas que están más cerca de nosotros.

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. 

La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano.

Al ofrecer ayuda, no solo debemos tener consideración por la otra persona, sino respetar también el momento en que se encuentra. A veces, todos necesitamos afrontar el dolor o una situación extrema para crecer como seres humanos. Esto no implica dejar de ayudar a los demás, sino respetar sus tiempos. 

No pretendamos que sigan nuestros consejos, que valoren lo que les damos y, menos aún, que nos den muestras de gratitud. Nuestra tarea es dar el paso hacia ellos, y ellos decidirán cuándo ir a nuestro encuentro.

Nuestra tarea es dar amor y ayudar a quien lo necesite, como podamos, mirar alrededor y empezar a ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Así, nuestro corazón no tendrá más vacíos por llenar.



martes, 17 de octubre de 2017

Frases Zen Para El Camino



Hoy compartiré contigo 24 frases para vivir de manera diferente. Asimilar estas frases te permitirá ver la vida distinta y de forma positiva, encontrando respuestas a muchas de las preguntas que puedas estar teniendo.

1. La tentación de rendirse será mucho más fuerte justo antes de la victoria.
2. El truco de la vida es morir joven, pero lo más tarde posible.
3. No hables a menos que puedas mejorar el silencio.
4. El viaje de mil millas comienza con el primer paso.
5. El fuerte superará un obstáculo; el sabio, todo el camino.
6. No temas demorarte, ten miedo a detenerte.
7. La felicidad de un tonto también es tonta.
8. Que hayas tropezado y caído no significa que vayas por el camino equivocado.
9. La cabaña donde te ríes es más reconfortante que el palacio donde te aburres.
10. Siempre mira las cosas desde el lado positivo, si no lo hay, frota los lados oscuros hasta que brillen.
11. Lo que suceda, sucede a tiempo.
12. Aquel que señala tus defectos no siempre es tu enemigo; aquel que habla sobre tus virtudes no siempre es tu amigo.
13. No te preocupes si no sabes algo, preocúpate si no quieres aprender.
14. Los maestros solo te abren las puertas, el resto del camino lo harás por tu cuenta
15. Por mucho que sople el viento, la montaña no se inclinará ante él.
16. Vive con paz en tu alma. Vendrá el tiempo y las flores florecerán solas.
17. No hay amigos sin defectos; si les buscas defectos, te quedarás sin amigos.
18. La desgracia entra por la puerta que tú le abres.
19. Nadie regresa de sus viajes siendo el mismo que era antes.
20. Aquellos que son capaces de ruborizarse, no pueden tener un corazón negro.
21. Es mejor ser una persona por un día, que ser una sombra por mil días.
22. Tu casa está ahí donde están tus pensamientos.
23. La persona que pudo mover la montaña empezó moviendo unas piedras pequeñas.

24. Si cometes un error, es mejor reír de inmediato.

Salir Del Medio



Desprenderse de lo que no se usa puede provocar diferentes respuestas en cada uno, sin embargo, es algo favorable para deshacerse no solo de cosas sino también de las ideas y pensamientos que acompañan el deseo de retener y acumular en demasía.

Desapegarse de objetos es liberarnos, es romper ataduras que nos unen al pasado, a situaciones inexistentes o a personas y afectos que pertenecen a otros momentos de la vida. Vivir en el presente equivale a dejar ir lo vivido para poder crear momentos nuevos y ser capaces de disfrutar el hoy con amplitud y sin la sombra de lo que ya fue.

La preocupación por carecer, por tener miedo a la ruina esclaviza y provoca la acumulación que conduce a la codicia. Tenemos muchas más cosas de las que realmente necesitamos y en más de las ocasiones ni siquiera disfrutamos las muchas que tenemos.

Es tiempo de aprovechamiento inteligente de los recursos, empecemos por nosotros.

En todas las casas hay: la vajilla, los manteles, los vestidos, los adornos, las joyas, las pertenencias y los regalos provenientes de personas muy queridas, que hoy, o están pasadas de moda, no nos quedan, 

nos fueron dadas por seres que amamos y que por supuesto creemos que representan a las personas, pero solo son objetos que ocupan lugar y espacio. Lo valioso de todo eso permanece en nuestra memoria y en nuestro corazón.

Compartir todo esto para que alguien más lo disfrute antes de que no le sirva a nadie, favorece para desalojar la mente y la casa permitiendo y favoreciendo el flujo natural de la abundancia en todas direcciones.

Lo que retienes a alguien le hace falta, comparte y ayuda a que la energía  de la riqueza se mueva y llegue a más personas.


lunes, 16 de octubre de 2017

Límites Mentales


"Hay personas que siempre dicen que no a cualquier propuesta y responden “no se puede”, “es muy complicado”, etc. Suelen ser personas conservadoras, temerosas de los cambios, a las que les asusta la innovación. También puede tratarse de personas que no tiene motivación más allá de lo que hacen, no quieren comprometerse y evitan toda exigencia. 

Sin embargo, en nuestra vida se producen crisis que implican que se produzcan inexorablemente cambios. Generalmente, nos resistimos a esos cambios y, por eso, no logramos administrarlos. 

Todo cambia, toda la vida se compone de cambios. Deberíamos, por tanto, de gestionar los mejores cambios en nuestra vida. 

El primer cambio es el más difícil, el segundo es más sencillo… Un pequeño cambio trae tras de sí una catarata de cambios". 

Bernardo Stamateas. "Nudos mentales". 


"La mente es un lugar de gran almacenaje y es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar todos aquellos conceptos que lastiman tu vida, te hacen sufrir y permanecer herido. Todo comienza en tu cabeza". 

"Si te resistes y no vives ni cambias, solo permaneces". 

Bernardo Stamateas. "Resultados extraordinarios". 


"Si un barco que va navegando desvía su curso cinco grados hacia el norte, a babor (derecha) o a estribor (izquierda), en el momento ese cambio es casi imperceptible. Pero si continúa avanzando, en la distancia se percibirá el cambio realizado, que se verá multiplicado. Ese cambio puede ser positivo o negativo". 

Bernardo Stamateas. "Nudos mentales".