martes, 2 de enero de 2018

Educar Para La Libertad



La pedagogía libertaria es un modo diferente al que estamos acostumbrados de concebir la educación. Por educación entendemos la asimilación por parte de las personas de una sociedad, de los valores y comportamientos que rigen su funcionamiento. Por tanto las sociedades y sus modelos de funcionamiento dependen de la educación para perpetuarse en el tiempo.

Pero la sociedad predominante pretende mantener ciertas estructuras y formas de poder que nosotros creemos injustos ya que no permiten el desarrollo igualitario de las personas, creando clases dominantes tanto política como económicamente. Este autoritarismo lo manifiesta la sociedad desde la educación para crear personas dependientes, autoritarias y competitivas que asumen las injusticias del sistema como algo natural a la humanidad, integrándonos en un sistema insolidario y que mantiene desigualdades, violencia, enfrentamientos y explotación. Buscamos una transformación global de la sociedad. Para ello debemos cambiar muchos de los valores de la sociedad actual, a través de la educación buscando Apoyo mutuo, solidaridad, libertad, igualdad ético colectiva, dignidad y responsabilidad, es decir la dicha y el bienestar del ser humano.

Toda la sociedad influye en la educación por ello no debemos quedarnos sola en la transformación de la escuela ya que la vida es la principal escuela. No tenemos que centrarnos solo una determinada edad la infantil para introducir estas ideas y comportamientos. Aunque es la edad más importante para introducir valores cuando todavía la sociedad, la familia, el poder, y las medios de comunicación no han influido negativamente en nosotros. Sino que esta educación debe ser una formo de funcionamiento continua en nuestras vidas.

El anarquismo pretende crear una sociedad justa, solidaria y participativa y es por ello que sus ideas pedagógicas intentan ser acordes con estas máximas. La pedagogía libertaria hay que entenderla unida a todo un movimiento social. La educación esta para reproducir las relaciones sociales y culturales generadas por el sistema capitalista. Basándose en los principios de disciplina y autoridad, haciendo que las personas desde pequeñas se habitúen a pensar y actuar como le conviene al sistema establecido. Los principios, que en mayor o menor medida, sigue la educación libertaria son:
Libertad del individuo. Libertad del individuo pero colectiva es decir teniendo en cuenta a los demás y desde la responsabilidad a vivir en grupo.

En contra de la autoridad. Nadie manda a nadie todo se hace por compromisos asumidos y desde la decisión colectiva, abierta y sincera.

Autonomía del individuo, en contra de las dependencias jerarquizadas y asumidas, cada individuo tiene derechos y obligaciones asumidas voluntariamente, responsabilidad colectiva y respeto. Las personas afrontan sus propios problemas, crean sus propias convicciones y razonamientos.

El juego como acceso al saber. Desde el juego es más fácil desarrollar la solidaridad y el trabajo colectivo, la socialización y el ambiente positivo, alegre y sincero.

Coeducación de sexos y social. La educación es igual y conjunta, sin discriminación de ningún tipo por razones de género o económico sociales.

Pero concretando aún más explicaremos algunas de las formas de funcionamiento concreto para lograr que estas ideas se vayan desarrollando día a día en algo estable y asumido por todas las personas.

Para crear personas libres y autogestionada es preciso que cada individuo decida, escoja y trate de aquello que le interesa sin necesidad de las órdenes de nadie, siendo consciente de sus propias limitaciones, que la persona elija qué, cómo, cuándo y dónde quiere trabajar los conceptos, actividades y actitudes necesarios para su educación.

El auto-didactismo es importante en este punto, permitiendo el acceso a la información que permita aprender por uno mismo aquello que se quiere aprender, fomentando además la cooperación didáctica pidiendo ayuda a otras personas.

Creando dinámicas de trabajo colectivo e igualitario, permitiendo el acceso a cuadernos de trabajo, libros, y otros materiales impresos o audiovisuales, que son elegidos por cada uno Además se cuenta con el apoyo de otros compañeros/as o de los educadores que son uno más solo que con más conocimientos y experiencias educativas , pero actuando como meros informadores y consejeros sin ningún poder sobre nadie. 

Cada persona decide cuales son sus compromisos didácticos personales y de grupo que intentará cumplir en un determinado trimestre. Estos compromisos incluyen no solo elementos intelectuales sino también afectivos y de relación con los demás.

La Auto-evaluación con registros de observación y pruebas de madurez comprueba las actitudes internas y con el grupo, además de intereses, necesidades y relaciones tanto intelectuales como afectivas y sociales. Rompiendo con los exámenes como formas represivas y competitivas de saber cómo está siendo el proceso educativo. Además se reparten entre todas las personas las tareas cotidianas como limpiar, recoger, o administrar materiales y dinero del colectivo, manteniendo responsabilidades acordes con su capacidad y posibilidades de edad.

La Asamblea se convierte en el marco para tomar las decisiones de grupo sin autoritarismo buscando la mejor solución para los problemas, y donde se asumen compromisos y se auto-comprueba su cumplimiento, donde nos comunicamos sinceramente con las demás personas del colectivo y donde generamos muestra participación, nuestra relación con el resto, nuestra crítica, nuestra auto evaluación.

Hablando con libertad de nuestras dudas, sentimientos y propuestos. La asamblea se convierte pues en el referente de toma de decisiones por lo que necesita un registro escrito de pareceres y decisiones, además de un sistema claro de toma decisiones colectivas, por consenso si puede ser y si no por votación.

Las asambleas pueden ser de grupos más pequeños para temas puntuales que afecten a un número menor de personas o generales en las que participa todo la colectividad.

La asamblea es la piedra angular de la educación libertaria ya que en ella surge la espontaneidad, la libertad y la comunicación libre entre las personas.


Sí bien estas son algunas Ideas para poner en práctica formas libertarias en la educación, el camino es largo y continuo, siendo muchos los problemas a los que tendremos que enfrentarnos si queremos crear prácticas pedagógicas libertarias. Cada asamblea, cada decisión, cada discusión, y cada intento son un paso más a valorar positivamente. Si no lo intentamos no lo conseguiremos.

Superar Limitaciones

¿Alguna vez te has sentido limitado o sin los recursos suficientes en tiempo y dinero para alcanzar tus metas? ¿Sabías que esas limitaciones puede que estén sólo en tu cabeza y que cambiar tu mentalidad puede abrir nuevas puertas en tu vida? ¿Sabías que tú puedes eliminar tus limitaciones?

Para comenzar a eliminar tus limitaciones resultan interesantes la comparación de  que nuestro inconsciente es como un elefante, veamos:

¿Alguna vez has estado en un circo con animales, especialmente elefantes?

Seguramente si y entonces también has visto a estos enormes animales atados afuera de las carpas y si has observado bien, notarás que los elefantes están sujetos con una cuerda a un pequeña estaca clavada en el suelo.

Lo más probable es que has visto en algún documental que cuando un elefante tiene hambre, simplemente empuja con toda su fuerza un árbol de modo que este se incline y las mejores hojas queden a su alcance, esto no es difícil para el elefante debido a su fortaleza.

¿Entonces cómo es posible que una débil cuerda atada a una pequeña estaca detenga a un enorme animal con varias toneladas de peso?
Por la enseñanza que ha recibido…

Cuando el elefante era muy pequeño, su entrenador ató su débil y pequeña pata a una enorme cadena que estaba sujeta a un enorme poste profundamente clavado en tierra.

Al ser pequeño, el elefante no tenía la fortaleza necesaria ni el tamaño adecuado para arrancar el poste o romper la cadena que lo sujetaba, por lo cual tenía sus movimientos limitados al largo de la cadena que lo sujetaba.

Así el elefante aprendió cuales eran sus limitaciones. Al crecer el elefante continúa con la creencia de que no puede avanzar más allá del tirón que recibe en su pierna de la cuerda que lo sujeta, por lo que no intenta avanzar más allá, nadie le ha informado que con su peso, fortaleza y tamaño actual podría muy fácilmente traspasar los límites establecidos.

Del mismo modo tu cerebro de adulto sabe que no debes ser limitado por las calificaciones que recibiste en la escuela, o por el país donde vives, tu religión, o tu situación económica actual, la familia donde naciste o el idioma que hablas, etc., e intuitivamente sabe que puedes eliminar tus limitaciones percibidas.

Más sin embargo todas las limitaciones a las que te viste sometido en tu tierna infancia, ya sean éstas de orden educativo, social, cultural, religioso o de cualquier otra índole quedaron firmemente grabadas en tu inconsciente, en otras palabras, en este momento eres el reflejo exacto de la programación que te impusieron durante tu infancia y que crees es tu realidad y por eso crees que no puedes eliminar tus limitaciones.

Si actualmente quieres eliminar tus limitaciones, entonces debes de cambiar tu programación, debes de cambiar tu mentalidad.

Para hacer esto, debes aprender a comunicarte con tu inconsciente, esto lo puedes hacer aprendiendo a utilizar tus hemisferios cerebrales en forma coordinada, de forma que la parte lógica y la parte intuitiva de tu cerebro trabajen en una misma dirección.


En tu inconsciente esta guardado el enorme potencial que te llevará a la cima del éxito, solo que nadie se lo ha dicho y por lo tanto tu inconsciente se empeña en mantenerte en los limites que cree son una realidad, y que aprendiste hace mucho tiempo, pero tu puedes eliminar tus limitaciones.

Trascendencia Humana

Filosofía
Trascendencia Humana
Los trascendentales humanos es descubrir la índole íntima del ser personal e investigar la apertura de la persona humana hacia esos rasgos propios que caracterizan a toda persona por ser persona, lo cual no solo indica que uno se abre a su naturaleza y que puede hacerla crecer, ni solo que está abierto a su intimidad, sino que ella misma es abierta hacia las demás personas, lo cual permite encauzar su fin. 

La respuesta radical a ese destino es la libertad y su respuesta compatible con esto su responsabilidad.
El hombre está rodeado de múltiples fenómenos, los cuales puede comprender estando dotado de dos factores, la razón y la inteligencia. La razón es usada como un instrumento del hombre para llegar a la verdad, a través del pensamiento, mientras que la inteligencia es la capacidad de poder manipular ese pensamiento a través de ideas. Este desarrollo constante de estos factores mencionados permiten al ser humano no solamente desarrollarse intelectualmente sino mejorar su sistema de orientación, en otras palabras, logra aproximarse más a la realidad. Podemos definir al hombre como el animal que puede decir “Yo” que puede tener conciencia de sí mismo como entidad independiente.

La situación del hombre como criatura tiende a la necesidad de transcender así mismo elevarse por encima de la pasividad y la accidentalidad de su existencia hasta la esfera de la iniciativa y la libertad. 

El hombre viene al mundo sin conocimiento y por estar dotado de razón e imaginación no puede contenerse con el papel de pasivo, se siente impulsado con el apremio de trascender haciéndose “creador”, pero con la diferencia de que es el único que tiene conciencia de ser creado y creador a la vez. Esta capacidad de trascender es tanto como para conocer como para alcanzar la meta que lo invita su naturaleza, el ser humano trasciende porque tiene una inteligencia que todo lo puede conocer, unas cosas hoy, otras mañana, con facilidad unas, con empeño y venciendo dificultades otras; y el anhelo de conocer, llega a hacer de algún modo las cosas, no limite.

El ser humano descubre que hay en él, junto a la inteligencia, junto a la voluntad, al carácter único e irrepetible un anhelo de ser pleno y colmado.

La filosofa moderna ha consistido en el intento de convertir la libertad en fundamento. Se trata de un intento en que el ser personal juega el papel de lo trascendental con el pensamiento clásico, lo cual el ser es fundamento, el primer trascendental por tanto la verdad, el bien, la belleza, etc. son trascendentales. La transcendencia se refiere a ir más allá de algún límite. La razón asciende parcialmente hasta el saber absoluto, esta (la razón) emerge desde la sensibilidad a través de la conciencia en un devenir o evolución en que a partir del mundo sale a la luz el hombre y de este la conciencia de Dios. Por tanto Dios es el pensamiento acabado. El Yo trasciende los entes.

La crisis de la modernidad ha sido, sin embrago, una crisis de la razón. La irracionalidad parece arruinar los proyectos antropológicos.

De aquí el humanismo ateo conduce a pesar de todo a la negación de la razón lo cual resulta concepción anti humanista.

Contemporáneamente  pocos filósofos reafirman la diferencia entre el hombre y las cosas, la prioridad de la persona sobre el mundo, la libertad por encima de las causas físicas, el ser humano es apertura y trascendencia así piensan Kierkegaard, Gabriel Marcel, etc. Por ello la trascendencia es ir más allá de sí mismo, un movimiento de superación. Por lo tanto el yo no es mera inmanencia necesita trascenderse, salir de si, reconocer y amar, la trascendencia comporta la apertura de Dios, de ahí que el ser personal es el centro de la comunicación, el núcleo de relación social, moral, cognoscitivo y amoroso, la persona es un ser llamado a realizar su destino, su libertad es trascendental, va mucho más allá de la capacidad de elegir, es incluir la capacidad de orientar la existencia de su realidad sin corresponder a un credo o religión determinada, sino a la necesidad de un consenso dialogado abierto a la razón. 

Por lo tanto la actitud humilde de la pequeñez humana lleva a la aceptación de limitaciones y errores de ahí que la tolerancia es el principio para enjuiciar la razón, la pequeñez humana es manifiesta porque acepta la visual verdad y desde este punto cabe subrayar que el juicio es grande y abarca suma grandeza, porque reside lo que se llama dignidad que deriva del valor y alcance de la inteligencia. Es por el conocimiento que los seres humanos estamos en el centro de la realidad, a saber, por encima del mundo físico y por debajo de las realidades divinas, situados en dos mundos, el material y el espiritual, el hombre está en ambos a la vez. Por tal motivo el ser no tiene límites, por la inteligencia el alma se hace en cierta manera todas las cosas dice Aristóteles y Thomas de Aquino la comenta: Posee la totalidad del ser.

Por la mente el hombre es libre, pues trasciende los límites, escapa de cualquier reduccionismo, es el ser abierto a los seres y se sitúa por encima del mundo y por debajo de Dios.

La grandeza del hombre es la grandeza del conocimiento. Por el intelecto el ser humano reflexiona, se auto- posee y se pone en el centro de sus preguntas: ¿Quién soy yo? ¿Por qué existo? ¿Cuál es mi origen? ¿Para qué he venido a la existencia?

 El ser humano es espíritu, libertad y apertura trascendencia. La libertad es trascendental infinita, la conciencia también lo es, el hombre es deseo infinito, razón de todo, es la conciencia de las cosas, el cognoscente humano es una realidad compleja.

El problema de la trascendencia  no es objetivo, ni externo, sino subjetivo e interior “es un problema uno de cuyos datos soy yo mismo” dice (Marcel), este misterio no se suprime se progresa en el profundizando.

La cultura moderna llega a una aniquilación personal, su materialismo y panteísmo someten a la condición humana a formas de vida inhumanas, dimensión trascendental del hombre. Son fracasos, esta deshumanización moderna destaca su raíz en la sustitución del ser personal por abstracciones monistas, al idea, la materia, todo queda reducido a una mecánica, un procedimiento por el cual se debe ser rectificado.

Ante esta situación, una teoría más matizada  respeta la complejidad del hombre, en unidad, sustancial, cuerpo y alma, solución de Aristóteles.

La trascendencialidad humana abarca de forma adecuada las limitaciones e incluso las de la inteligencia y el espíritu, significa pues que presenta una gradación de perfecciones que va de finito al infinito. Este conocimiento abre la mente humana a similitudes del ser absoluto de manera que podríamos decir que son originados de este ser. El hombre es capaz de trascender lo inmediato, los objetos, el orden predicamental para elevarse a  los principios absolutos hasta Dios como origen e identidad absoluta, y al trascender el orden físico no está restringido a ninguna necesidad, por ello es libertad, porque lo más propio de este es descubrir y esto potencia el crecimiento personal del hombre, esto significa que en su intimidad es referencia a otro, de quien proviene y a quienes de orienta destinándose.


En conclusión la trascendencia del hombre, es el hecho de que el ser humano sobre pasa a todo el orden de la magnitud física, capta las cualidades, las esencias, y la sustancia conoce la apariencia y la realidad, es la apertura a lo infinito que ninguna cosa del mundo puede impedir.

Lo Que Nos Hace Especiales


En años recientes, muchas características que antaño se pensaban eran exclusivas de los humanos fueron halladas en el reino animal. Entonces, ¿qué es lo que nos hace especiales?

Puede que la lista sea ahora más corta, pero hay ciertos rasgos que no compartimos con ninguna otra criatura terrestre.

Desde que comenzamos a escribir, hemos documentado cuán especiales somos.

Somos "animales racionales" que buscamos el conocimiento por el hecho mismo de conocer, escribió Aristóteles hace 2.000 años.

Mucho de lo que él decía sigue siendo válido. Y aunque podamos observar la raíz de estos comportamientos humanos en chimpancés y bonobos, nosotros somos los únicos en observarlos y escribir sobre ellos.

"Obviamente tenemos similitudes. Tenemos similitudes con todo lo demás en la naturaleza, sería sorprendente si no las tuviésemos. Pero tenemos que centrarnos en las diferencias", señala Ian Tattersall, paleoantropólogo del Museo Estadounidense de Historia Natural en Nueva York.

Para entender estas diferencias, un buen lugar para empezar es pensar cómo llegamos hasta aquí. ¿Por qué somos la única especie humana viva mientras que muchos de nuestros ancestros se extinguieron?
Los humanos y los chimpancés se separaron de nuestro ancestro común hace seis millones de años. El cambio fue gradual. Dejamos los árboles, comenzamos a caminar y empezamos a vivir en grupos más grandes. Nuestro cerebro se agrandó.

No sabemos qué hizo que alcanzara el tamaño actual, pero a él le debemos nuestra habilidad para hacer razonamientos complejos.

Cuando nosotros -homo sapiens- aparecimos hace 200.000 años, compartíamos el planeta con al menos cuatro parientes: el hombre de Neanderthal, el de Denisovan, el "Hobbit" (homo floresiensis) y un cuarto grupo misterioso.

Durante al menos 100.000 años, la evidencia muestra que nuestra tecnología era muy similar a la de los neandertales. Pero, hace 80.000 años, algo cambió.

Comenzamos a producir artefactos culturales y tecnológicos superiores. Nuestras herramientas se tornaron más complicadas. Comenzamos a darle valor simbólico a ciertos objetos.

En cambio, hay muy poca evidencia de otros homínidos produjeran ningún tipo de arte.
Pero es cierto que nosotros hemos estado en la Tierra por cerca de 100.000 años hasta que comenzaran a aparecer objetos simbólicos, entonces, ¿qué fue lo que pasó?

De alguna manera, nuestra habilidad para desarrollar el lenguaje se fue, gradualmente, "encendiendo", argumenta Tattersall. De la misma manera que las aves desarrollan sus plumas antes de que puedan volar, nosotros contábamos con las herramientas mentales para producir un lenguaje complejo antes de desarrollarlo.

Aún no está claro cuándo evolucionó nuestro lenguaje, o cómo. Pero parece que fue impulsado en parte por otro rasgo humano único: nuestras capacidades sociales superiores.

Estudios comparativos entre humanos y chimpancés señalan que si bien es cierto que ambos cooperan, los humanos siempre ayudan más. Los niños, por ejemplo, ya tienen el instinto de ayudar. Son capaces incluso de dejar de jugar para ayudar.

Sabemos que los chimpancés también trabajan juntos y comparten comida de forma desinteresada. Sin embargo, Michael Tomasello, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, dice que sólo cooperan si saben que obtendrán algún beneficio.

"Los humanos también lo hacen, pero además, se preocupan por lo que obtendrá su pareja", dice Tomasello.

La capacidad de cooperar está ligada a nuestra increíble capacidad de leer la mente. Sabemos lo que otros piensan basándonos en nuestro conocimiento del mundo, pero también entendemos lo que los otros no pueden saber. El experimento llamado Sally-Anne es una manera simple de poner esta capacidad de los niños a prueba.

Esto nos dice algo profundo sobre nosotros. Mientras que no somos los únicos que entendemos que los demás tienen intenciones y metas, "somos ciertamente únicos en el nivel de abstracción con el que podemos razonar sobre los estados mentales de los otros", asegura Katja Karg, también del Instituto Max Planck.

Cuando juntamos nuestras extraordinarias capacidades lingüísticas, nuestra capacidad para inferir los estados mentales de los otros y nuestro instinto para la cooperación, tenemos algo sin precedentes: nosotros.

Puede que se observen ciertas habilidades lingüísticas en los chimpancés, pero somos los únicos que escribimos.

Contamos historias, soñamos, imaginamos cosas sobre nosotros y los demás y pasamos mucho tiempo pensando en el futuro y analizando el pasado.

Y hay más, enfatiza Thomas Suddendorf, psicólogo evolutivo de la Universidad de Queensland, en Australia.

Tenemos una necesidad fundamental de unir nuestras mentes.

"Esto nos permite aprovechar las experiencias, las reflexiones y lo que imaginan los demás para guiar nuestro propio comportamiento".

"Unimos nuestras mentes en redes más grandes de conocimiento", añade. Y esto a su vez contribuye a que podamos acumular información a través de las generaciones.

Además, hasta donde sabemos, somos las únicas criaturas que intentamos entender de dónde venimos. Miramos más que ningún otro animal al pasado y al futuro lejano.

¿Qué otras especies reflexionan sobre la edad del universo, o cómo llegará a su fin?


Esos Momentos...


Como habrás escuchado alguna vez, “la vida se compone de momentos”. Y es que al final, lo único que nos queda, más allá de las cosas materiales y las fotografías, son las relaciones y los recuerdos. Por eso, hemos recolectado algunas situaciones que aunque tengas 100 años, siempre habrá oportunidad de realizar una y otra vez.

Para que te inspires y salgas a conocer el mundo y todo lo que tiene este para entregarte día a día, acá algunas de ellas:

Siempre hay una piedra de por medio en tu camino que te hace caer, caes pero te levantas, vuelves a caer pero con las mismas ganas vuelves a levantarte, luchas por algo que quieres dejar atrás y por mucho que te cueste no puedes, porque se pone en tu mismo camino una y otra vez, no para de aparecer en tu camino, llega el momento en que te cansas que aunque esa piedra siga un buen día te decides y la saltas, decides pensar y decir que nada merece la pena dos veces, si a la primera no se ha obtenido lo que querías porque una segunda vez, una tercera o cuarta vez funcionara, no la verdad que no, no te engañes más y déjalo pasar. Olvidar el mejor opción entre todas las demás.

Frases de Stephen Hawking.:
Somos sólo una raza avanzada de monos en un planeta menor de una estrella muy normal. Pero podemos entender el universo. Eso nos convierte en algo muy especial.

La eternidad es mucho tiempo, especialmente hacia el final.

Recuerde que debe mirar hacia las estrellas y no hacia abajo a sus pies. Trata de dar sentido a lo que ves y pregúntate qué haces que el universo. Sé curioso. Y por difícil que parezca la vida, siempre hay algo que puedes hacer y tener éxito. No importa, no te des por vencido.

Y es que siempre hay… 


lunes, 1 de enero de 2018

Ser Y Estar Presentes


Exteriormente sabemos lo que el movimiento significa: ir de un lugar a otro, de un sitio a otro. De A a B. Si estás en A y te vas a B, ha tenido lugar un movimiento. Así, exteriormente a la mente, movimiento quiere decir cambiar de lugar en el espacio. Si no hay espacio, no te puedes mover. 

Necesitas espacio para moverte exteriormente. El movimiento interno no es en el espacio, sino en el tiempo. Si no hay tiempo no puedes desplazarte interiormente. El tiempo es un espacio interior: de un segundo pasas a otro segundo, de este día a otro día, de aquí para allá, de ahora a después, en el tiempo.

El tiempo es el espacio interno. Analiza tu mente y verás que siempre te estás moviendo desde el pasado al futuro, desde el futuro al pasado. O bien, te vas hacia recuerdos del pasado o te desplazas a deseos en el futuro. Cuando te vas desde el pasado al futuro o desde el futuro al pasado, solamente entonces empleas el momento presente, pero sólo como un medio. El presente, para la mente, no es nada más que la línea divisoria entre pasado y futuro. Para la mente el presente no es realmente existencial. Solamente es una línea divisoria desde la que puedes desplazarte al pasado o al futuro. 

La mente nunca está en el presente porque es incapaz de ir al presente.

Compréndelo: eres incapaz de moverte en el presente. En el presente no existe el tiempo. El presente siempre es un único instante. Nunca estás en dos momentos al mismo tiempo. Solamente vives un instante. No puedes ir de A a B porque solamente existe A. No hay B.

Entiende esa cualidad del tiempo en el presente: siempre vives un solo instante. Tanto si eres un mendigo como si eres un emperador, da igual. Tu depósito temporal es el mismo, solamente de instante a instante, y no puedes moverte en él. No hay lugar dónde moverse y la mente existe únicamente si hay movimiento. Por eso la mente nunca emplea el presente, no puede emplearlo.

Retrocede al pasado. Allí hay muchos lugares a los que puede ir. Existe un gran depósito de recuerdos: todo tu pasado está ahí. O también puede irse al futuro. Puedes imaginártelo porque el futuro es, básicamente, tan sólo el pasado proyectado. Has vivido, has experimentado muchas cosas.
Las deseas otra vez o deseas evitarlas: ése es tu futuro. Amaste a alguien: fue hermoso. Entonces deseas que se repita, por eso proyectas en el futuro tu deseo de que se repita.

Vive en el ahora, y el movimiento se detendrá porque la mente se detendrá. No pienses en el pasado y no proyectes en el futuro. Esto que se te está dando es todo lo que tienes. Permanece en ello, conténtate en ello. Este mismo instante es el único tiempo verdaderamente existencial; no hay nada más.

El pasado es solamente una memoria. Está solamente en tu mente, es polvo acumulado, experiencias acumuladas. No hay pasado en la existencia, no hay futuro en la existencia. 

La existencia es el presente.



Seguir Y Seguir Sin Desistir


La palabra insistencia hace referencia a repetir, esto quiere decir que una actividad culminada se intente nuevamente, una y otra vez. Es decir, continuar en la misma y no parar hasta obtener el resultado deseado. Se trata de una actividad continuada, pero sin pausas. Hoy, en este artículo, quiero que hagas tuya la palabra “insistir”. Quiero que la insistencia se vea reflejada en ti.
Te puedo asegurar que esta palabra es sinónimo de resultados. Los resultados en tu timidez de los que podrías disfrutar, si te tomases en serio tu principal meta, tu meta más importante, que es la de aprender a cómo vencer la timidez.
La insistencia es ya de por sí, una palabra importante. Ésta, nos ayuda a esforzarnos por lo que queremos sin desistir en el intento. Insistir es querer seguir intentándolo, dándolo todo. Así es cómo tienes que actuar en tu timidez, dándolo todo para obtener resultados. Tu resultado primordial de aprender a cómo vencer la timidez.
La persona tímida, en muchas ocasiones, se rinde. Se rinde sin ni siquiera intentarlo, porque el solo hecho de ver todo lo que tiene que intentar y en consecuencia, todo lo que tiene que conseguir, hace que se paralice, decidiendo de este modo no actuar, convirtiéndose así en una persona pasiva, sin capacidad de decisión ni de intentos.
Al no saber cómo vencer la timidez, prefiere mantenerse tal cual, es decir, viviendo frente a sus limitaciones, las cuales no le permiten actuar cómo le gustaría.
Por ello, hay que insistir. Insistir en algo y luego conseguirlo, te dará la fuerza necesaria para seguir luchando por cosas importantes. La satisfacción que produce ver los resultados obtenidos, después de aportar esfuerzo, dedicación, insistencia, no tiene precio.

Si eres insistente en tu vida, te puedo asegurar que nada se te resistirá. Tampoco te digo, que utilices la insistencia de manera, que pueda resultar agobiante para ti o para otros. Todo en exceso, no es bueno. Pero si actúas de manera consciente y convencido de que con los resultados obtenidos saldrás beneficiado, adelante!, insiste en lo que desees con fuerza. Insiste en tu lucha de cómo vencer la timidez.