lunes, 22 de octubre de 2018

Crueldad


La crueldad son acciones humanas dirigidas al sufrimiento y dolor de un tercero, estos actos inhumanos y perjudiciales pueden ser ejecutados por cualquier tipo de persona, tanto así que puede observarse desde la niñez si un individuo es cruel o no; si tomamos de ejemplo un niño puede ser cruel en la escuela para con sus compañeros de clases, burlándose de su aspecto o pronunciando palabras hirientes contra terceros, esta crueldad puede propiciarse por cualquier cosa: religión, raza, nacionalidad o inclusive la actitud que el otro individuo posee. 

Un padre también puede ser cruel con sus hijos: al no festejarle su cumpleaños, al obligarlo a hacer tareas del hogar que aún no le corresponde, o inclusive hasta sin dirigirle la palabra es una muestra de crueldad (actitud que van repitiendo los niños para con sus próximos hijos). Mientras que algunos practican esta forma de vida con los ancianos que se encuentran bajo su mando, llegando a respuestas de mala gana hasta golpizas, maltratando a estos abuelos tanto física como psicológicamente debido a que se sienten en plena libertad de hacerlo porque el agredido se encuentra sumamente desamparado.

La crueldad no solo es aplicado entre hombres sino que también es vista desde el hombre al animal, al tomar actitudes como: envenenar comidas para asesinar animales callejeros, abandonar un perro en la calle sin ningún cuidado, organizar peleas entre perros o gallos con fines lucrativos, montar demasiado peso a animales de granja como burros y caballos, entre otras demostraciones despectivas frente a esos pobres seres vivos que no pueden hablar para defenderse.


En fin cualquier práctica infame impartida por un hombre o mujer para contra cualquier ser vivo (animales, plantas u otros hombres) se le otorgara el nombre de crueldad. El patrón común es que todas aquellas víctimas de la crueldad son seres callados o tranquilos que nunca tendrán la facultada para poder defenderse, siendo entonces los principales en recibir desde burlas inocentes hasta heridas físicas y en el alma que se vuelven irreparables; estas víctimas son tomadas como objetos de los agresores para que cumplan cualquier capricho que desean, al estar bajo amenaza se permite la extorsión y la persona cruel realiza su cometido.

domingo, 21 de octubre de 2018

LETRA CANDOMBE DE MUCHO PALO


LETRA CANDOMBE DE MUCHO PALO
Entre una lluvia de estrellas viene el amor
trae abiertas las alas y el corazón...
trepado por los techos repiqueteo
calzado de alpargatas alguien lo vio por ahí

Dicen que, que cuando llegue
le van a dar, le van a dar
Dicen que, que cuando llegue
le van a dar, le van a dar

Entre una lluvia de estrellas viene el amor
trae abiertas las alas y el corazón... bom bom
trepado por los techos repiqueteo
calzado de alpargatas alguien lo vio por ahí

Dicen que, que cuando llegue
le van a dar, le van a dar
Dicen que, que cuando llegue
le van a dar, le van a dar

Mucho palo pa' que aprenda
mucho palo pa' que aprenda
a no volar a no volar
a no volar a no volar

Mucho palo pa' que aprenda
mucho palo pa' que aprenda
a no volar a no volar
trepado por los techos repiqueteo....
fuente: musica.com

Convicción


Del latín convictĭo, la convicción es el convencimiento que se tiene sobre algo. Quienes tienen una convicción poseen razones o creencias que les permiten sostener un determinado pensamiento, 
discurso o acción. Por ejemplo: “Llegué a la Casa de Gobierno con la convicción de que nuestro proyecto permitirá sacar al país adelante”, “Que el dueño cumplirá con su palabra es una convicción tuya, no mía”, “Tuve la convicción de que saldríamos campeones en el primer entrenamiento del equipo”.

Dentro de lo que sería la psicología es frecuente hablar de la convicción. En concreto, de ella se dice que es fundamental para encontrar la motivación a la hora de llevar a cabo determinadas acciones, para ser positivo y confiar en que las cosas que vamos a realizar se van a conseguir e incluso para convencerse de que uno mismo está y estará bien.

Pero en ese mismo campo también se hace referencia a todas esas personas que tienen convicción pero sobre aspectos pesimistas y negativos en todo momento. Son individuos que creen a pies juntillas que no valen nada, que no son capaces de afrontar el reto que tienen por delante o que la persona a la que aman no les va a corresponder porque no poseen nada para ofrecerle a esta.

Convicción también es una idea política, ética o religiosa a la que una persona se encuentra fuertemente adherida. Lo habitual es que el término se utilice en plural (convicciones): “Les aseguro que nunca traicionaré mis convicciones”, “Agradezco tu propuesta, pero va en contra de mis convicciones”, “Sin convicciones, es imposible triunfar en un mundo tan competitivo”.

Los políticos son personas que también requieren tener convicción no sólo sobre su programa electoral sino también sobre las ideas que defienden y sostienen a su partido. Por eso, es fundamental que cuando dan mítines lo hagan con convicción acerca de todas las ideas que defienden y las medidas que deciden llevar a cabo
.
En concreto, se considera que en esos casos es fundamental que hablen con convicción porque animará a quienes les escuchan no sólo a tomarse en serio lo que están diciendo sino también a apoyarles y seguirles en sus actuaciones. Con fuerza y con seguridad es como se consigue esa convicción oral que hará que los oyentes les respalden con su voto en las elecciones pues habrán creído en ellos
.
La noción de convicción suele confundirse con la idea de creencia. Puede decirse que una convicción es una creencia de la que un sujeto considera que tiene evidencias suficientes para considerarla cierta. 

No importa si dichas evidencias son científicas, racionales o subjetivas: la persona cree que son suficientes para sostener su idea. La creencia, en cambio, es más bien una suposición o una cuestión de fe, ya que el individuo no puede justificar su veracidad.


Muchos sostienen que tanto la razón como la fe son distintas formas de convicción que pueden co-existir con distintos grados de conflicto. 

La fe es una convicción que no está basada en el raciocinio, mientras que la razón sí está fundada en la lógica.

Qué Hacer Con Tu Vida


No sé qué hacer con mi vida es una frase que he escuchado mucho en los últimos meses/años y que también ha hecho turismo por mi mente en más de una ocasión.

¿Alguna vez has sentido que todo el mundo que te rodea tiene una vida estructurada mientras tú vas dando tumbos de un lado para otro y das vueltas en círculo?

¿Te empiezas a presionar porque tienes que tomar ya alguna dirección pero no sabes cuál es la adecuada?
¿Diversos monstruitos con forma de "eres demasiado mayor" "demasiado joven" "esto no  es para ti" "y si te equivocas" "y si no te gusta" y toda una familia de y sis... bailan a sus anchas por tu cabeza?

¿Tu entorno empieza a presionarte y aún con toda la buena intención del mundo empieza a vivir tu vida por ti diciéndote que deberías hacer o dejar de hacer?

Estoy seguro (casi seguro) de que alguna vez en tu vida te has sentido así.

Quizás fue cuando terminaste tus estudios y no sabías que carrera elegir, cuando terminaste tu carrera y no sabías como enfocarte profesionalmente...
Quizás cuando te dejó tu novia de toda la vida, cuando murió ese familiar tuyo y te replanteaste el sentido de la vida...
O simplemente cuando leíste un libro, viste una película o tuviste una conversación inspiradora con alguien que te hizo ver que la vida podía ser "algo más" de lo que tú te habías planteado hasta ese momento.

Lo que te quiero decir es que todos (o casi todos) hemos pasados pasado alguna vez por una época en la que no tenemos ni las más remota idea de que hacer con nuestra vida.

Sin embargo déjame contarte la verdadera importancia que las palabras "No sé qué hacer con mi vida" pueden tener en tu futuro (ya que puede que no seas consciente de ello)

Si te estás planteando que hacer con tu vida ¡Enhorabuena! porque significa que quieres encontrar tu propio camino, encontrar tu propósito, aquello que te hace feliz y que no te conformas con vivir una vida que otros han diseñado para ti.

Significa que estás pasando por una crisis existencial ¿Sabías que en chino la palabra crisis está compuesta por dos ideogramas que significan peligro y oportunidad de cambio?

Y aunque quizás estés sintiendo algunas emociones desagradables te aseguro que si exprimes esta crisis al máximo puede suponer un punto de inflexión en tu vida.


Los gusanos tienen que pasar un tiempo en la crisálida antes de convertirse en mariposas

Obsecuentes


Dante Alighieri no parece haber dudado cuando decidió colocar a los obsecuentes en el Infierno de su Comedia. Condenados a uno de los sacos más asquerosos de todo su paisaje infernal, el poeta italiano imagina a los aduladores mezclados, hundidos, confundidos ya con los desechos humanos, en una cloaca tan profunda que para ver en su interior hay que asomarse desde “la roca más saliente”. Por supuesto: a las heces se las oculta, se las tapa y entierra. Nadie quiere verlas ni olerlas, ni siquiera los demonios del infierno.

Está claro que el divino poeta siente un asco visceral por la obsecuencia y es por ello que se permite, en el Canto XVIII en el que aparecen los aduladores, variar la tonalidad de sus versos e incorporar palabras que provoquen estridencia y repugnancia. Por ejemplo: “Y a poco que empecé a observar atento, / vi a uno con tanta mierda en la cabeza, / que si era laico o fraile no comento” (*). Tan sumergido en excrementos está el adulador al que Dante y Virgilio observan que no pueden siquiera advertir si cuenta con todo su cabello o (muy probablemente) tiene la marca de la tonsura por ser miembro de la curia.

Cualquiera que haya atestiguado la lisonja y la sumisión irrestricta de un adulador o una aduladora, puede haber sentido la misma repulsión que el Dante. Quizá porque de todos aquellos con los que debemos convivir -en nuestras relaciones sociales y laborales- los obsecuentes sean los que más rápido entran en esa categoría que los argentinos, muy poéticamente, solemos llamar “excremento de persona”.

Pero ya Cicerón había advertido que los obsecuentes no existen porque sí: “Aquél que presta más oído a las lisonjas es el mismo que es más dado a halagarse a sí mismo y que más se deleita en su persona”.

Y, ciertamente, si bien quitamos la vista, asqueados, de los aduladores, casi nunca hacemos lo propio con los que se dejan rodear y “endulzar” con las palabras, actos y movimientos serpenteantes de esos que lamen sus calcetines para siempre obtener algo, sea lo que fuere.

Aquellos que se solazan o siquiera toleran a los que, bajo su dominio, se desviven por darles la razón, soban sus vanidades o acatan acríticamente sus decisiones -los adulados, al fin-, parece que tuvieran atrofiados los sentidos: anestesiados por las lisonjas que ciertas lenguas esparcen con azúcar (la imagen, por supuesto, es de la Divina comedia) no son capaces de advertir que los favores que devuelven a cambio de esa obsecuencia no sirven para otra cosa que para alimentar un mismo fermento putrefacto.

Quién sabe qué bolsa del infierno dantesco habrían ocupado los que viven y gozan con la lisonja. Acaso fuera otra letrina en la que se hundirían, sólo que esta vez llena de excreciones sin olor. Y, seguramente, no habría siquiera un lugar para asomarse y ver cuán llenas están de ese excremento sus cabezas.



sábado, 20 de octubre de 2018

El Mundo En Que Vivimos


Hoy en día vivimos en un mundo que está regido por la tecnología y la economía, un mundo que se mueve cada vez más rápido debido al ritmo de vida, donde el sistema va cambiando para crear métodos y maneras de hacer las cosas en un menor tiempo: comida rápida, ejercicio en solo 15 minutos, realizar más trabajo en menor tiempo pero durante largas jornadas de trabajo, dormir de 4 a 6 horas diarias. 

El crecimiento de las ciudades nos dificulta estar en contacto con la naturaleza, alejándola de nosotros y al consumir los recursos naturales. Las áreas verdes que rodean se van convirtiendo en terrenos potenciales para nuevos edificios que no dejan rastro de vida la natural que existió en esa zona. Por esta razón cada vez más estas áreas naturales son alejadas de nosotros, así perdemos contacto con nuestra parte natural, quedando encerrados en junglas de concreto.

Además, es casi imposible educar y hacer entender al ser humano de vivir y adaptarse al medio ambiente sin tener ir de un lugar a otro acabando con los recursos naturales, contaminar los ríos aledaños, de talar árboles, de reciclar la basura, cuidar el agua, etc. los más simple que podría hacer cualquier persona para ayudar a la naturaleza. 

La falta de calidad en el espacio arquitectónico nos afecta como personas, ya que al desarrollarnos en un lugar en donde hay desorden, caos, y agitación, sobrecargado de información, anuncios, propagandas políticas, nuestra vida se vuelve de la misma manera, agitada y acelerada, sin contar con un verdadero lugar en el cual refugiarnos del agitado ritmo de las ciudades, en donde frenar el acelerado ritmo de vida. 


Hoy en día, nuestro espacio íntimo se va reduciendo cada vez más, debido a la densidad de población en las grandes ciudades. De esta manera, nos estamos adaptando a vivir y a trabajar en lugares cara vez más pequeños, La arquitectura en el mundo moderno ha desarrollado espacios funcionales en áreas reducidas, donde para trabajar solo se necesita un lugar para la computadora y poder conectarse a la red. 

La Actitud Positiva


Durante años, hemos escuchado, leído y conversado sobre la importancia de mantener una actitud positiva frente a las dificultades que la vida nos presenta. Pero es tiempo de renovar nuestra forma de pensar al respecto y generar nuevos hábitos que nos permitan lograr lo que queremos.

Una verdad bien conocida es que si dejas que te invadan los pensamientos negativos o si permites que la depresión te domine, pasarás la vida sin enterarte de lo bueno de tu vida. Por otro lado, el exceso de pensamiento positivo, te puede desvirtuar también la realidad.

Los excesos y los extremos no son buenos compañeros. Debes cambiar tus hábitos de pensamiento, tus mecanismos de “defensa” frente a las frustraciones y encontrar la llave para encender tu motor interior. Todo esto te permitirá tener una vida más plena.

“La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia”
-Winston Churchill-

Siempre hay una causa para tu frustración, miedo, tristeza o enojo. Es lo primero que debes hacer. No siempre es fácil, pero enfócate en encontrar la verdadera causa de tu frustración, lo que te paraliza y no te permite llegar a tu objetivo. Algunas veces se trata de cuestiones que van más allá de lo que quieres o puedes aceptar
.
El resultado de este paso puede ser el pesimismo. ¡No te desanimes! Este solo es el primer paso para un cambio de hábitos de pensamiento. Al enfrentarte con una dificultad, puedes hacer dos cosas: evadirla o contrarrestarla. Evadir sólo va a prolongar tu agonía por lo que te recomiendo que la enfrentes.

Si no analizas qué es lo que te hace infeliz, no podrás llegar a tener una actitud positiva
Imagina los beneficios de lograr tu objetivo. Comienza por crear hábitos muy básicos y sencillos. Por ejemplo, si quieres bajar de peso y comes comida chatarra a diario, disminuye la frecuencia a solo una vez por semana y pide la mitad de lo que siempre consumes.

Los primeros días te costará bastante iniciar los cambios. Luego de lograrlo varias veces, vas a sentirte mejor contigo mismo y mucho más estimulado. Ese será el momento de ponerte una meta mayor para lograr algo más grande, algo que te acerque más a tu objetivo y aumente tu exigencia.

Uno de los elementos que más te ayudarán a mantener una actitud positiva es agradecer lo bueno. Se vale enumerar todo lo que consideres adecuado: bienes materiales, personas, oportunidades, experiencias, etc.

Es común, concentrarnos tanto en lo que deseamos cambiar, que pocas veces nos paramos a ver lo bueno a nuestro alrededor. Esto es una pena porque la mayoría trata de llegar al día siguiente, sin valorar el hoy y esto se vuelve una carrera sin fin.

Valorar lo que hoy tienes será un paso muy importante para ser más feliz

Motivación



En un sentido muy parecido, Deckers (2001) propone que, para estudiar la Motivación, es necesario tener en cuenta los cambios en los estados internos y en la conducta abierta de los individuos. Esta variabilidad hace referencia a tres ámbitos o posibilidades: (1) la consideración del cambio entre circunstancias -variación momentánea y situacional en un individuo determinado, que permite localizar en qué medida un objetivo atrae a ese individuo-, (2) la consideración del cambio entre distintos individuos de la misma especie -variación ínter individual intra específica, que permite localizar diferencias individuales-, (3) la consideración del cambio entre individuos de distinta especie (que permite localizar la eventual existencia de patrones de conducta específicos de cada especie).

En última instancia, la variación o variabilidad motivacional es evidente en dos posibles formas, a saber: en términos de cantidad o intensidad y en términos de cualidad o tipo. Por lo que respecta a la variabilidad en intensidad, implica un cambio -en forma de incremento o decremento- en la movilización de energía, así como en la cantidad de esfuerzo que se dedica para la acción. Es decir, la intensidad se refiere a cuán robusta o débil es la motivación. Por lo que respecta a la variabilidad en cualidad, implica una selección de la dirección para la ejecución de la acción, permitiendo establecer de qué modo específico, o hacia qué meta concreta, se dirige la acción. Es decir, la cualidad se refiere al tipo de motivación.

El aspecto relacionado con la intensidad de la Motivación, esto es, el factor energético, puede variar desde la letargia extrema hasta la máxima alerta y responsividad. Ha habido distintas denominaciones para referirse a este factor que proporciona la energía. Entre ellas destacan las de arousal (Revelle, Anderson y Humphreys, 1987; Anderson, 1990) y activación (Malmo, 1959; Thayer, 1989). Actualmente, y de forma genérica, se habla de activación. En este marco de referencia, otra forma de referirse a este factor energético que proporciona la intensidad de la Motivación ha consistido en la utilización del tiempo que se invierte en la movilización de la energía en la conducta motivada. Así, se ha propuesto la existencia de una dimensión fásica y de una dimensión tónica. Por lo que respecta a la dimensión fásica, hace referencia a reacciones o excitaciones breves, asociadas a un estímulo u objetivo que, por alguna circunstancia, es significativo para ese individuo. Por lo que respecta a la dimensión tónica, hace referencia a respuestas o excitaciones provocadas por un estímulo u objetivo, el cual, en este caso, posee mucha relevancia, o exige mucha dedicación al individuo, produciendo un nivel sostenido en la respuesta o excitación (Palmero y Chóliz, 1991).

El aspecto relacionado con la dirección de la Motivación no tiene connotaciones cuantitativas sino de cualidad de las acciones y las conductas. El aspecto direccional de la motivación se refiere a la variación referida a los tipos de metas o antecedentes a los que responde un organismo; esto es, tiene que ver con la selección de objetivos.

Así pues, parece evidente que, prácticamente, todos los autores que investigan aspectos relacionados con la conducta se plantean preguntas acerca del porqué de la conducta; en la medida en la que gran parte de ellos intentan responder, incrementan considerablemente el número de aspectos y características de la motivación. Sin embargo, como señalan algunos autores (Kleinginna y Kleinginna, 1981; Mankeliunas, 1987; Heckhausen, 1991; Petri, 1991; Franken, 1998; Edwards, 1999; Beck, 2000), implícita o explícitamente, algunas características esenciales parecen ser común denominador en prácticamente todas las definiciones propuestas. Tales características se refieren a la activación y la dirección.

El Uso Y El Abuso


Es común que todos conozcamos personas que consumen alguna droga. Desde el vecino que bebe con los amigos viendo el futbol, el amigo que fuma como chimenea, el compañero de trabajo que toma café́ todo el tiempo o la señora que sin su píldora para dormir no puede conciliar el sueño.
Pero, ¿cómo saber si estas personas solo usan drogas, abusan de ellas o si presentan incluso una dependencia?

Instituciones como la Organización Mundial de la Salud han tratado de llegar a un consenso acerca de estos términos y resaltan ciertas diferencias que pueden aclarar la definición de cada uno de ellos. A continuación se detallan las diferencias entre estos conceptos.

El uso de drogas está conceptualizado como cualquier consumo de una sustancia sin el propósito de alcanzar un estado de intoxicación. Podríamos decir que todos hemos usado en algún momento algún tipo de droga. Por ejemplo, cuando una persona bebe una copa de alcohol, toma algún medicamento o toma una taza de café́, está usando una droga.

Se habla de uso siempre y cuando este no represente algún daño a la salud o a las esferas de vida de quien la consume. Es importante resaltar que la clasificación de uso tiene mucho que ver con el carácter legal de la producción y adquisición de la sustancia.

Cuando hay abuso de una sustancia psicoactiva, se presenta un patrón desadaptativo caracterizado por un consumo continuado, a pesar de que el sujeto sabe que tiene un problema social, laboral, psicológico o físico, persistente o recurrente, provocado o estimulado por el consumo ocasional de dichas sustancias y en las que este es físicamente peligroso.

Por ejemplo, cuando una persona bebe algunas copas de alcohol y después maneja un auto, está abusando del alcohol. Lo mismo sucede con una mujer embarazada que consume alcohol, o bien con aquella persona que toma algún medicamento sin seguir las indicaciones prescritas por el médico, ya sea aumentando la dosis o la frecuencia de ingesta con la finalidad de lograr un efecto mayor de la sustancia.

Cabe mencionar que también se habla de abuso cuando una persona consume alguna sustancia de carácter ilegal como la cocaína, la marihuana, la heroína, 


La dependencia de las drogas se ha definido como un estado psíquico y algunas veces físico, que resulta de la interacción entre un organismo vivo y una droga. Se caracteriza por un comportamiento compulsivo de tomar la droga de forma continua o periódica, para experimentar sus efectos psíquicos y algunas veces, para evitar el malestar de su ausencia, a pesar de que el sujeto está consciente de que el consumo afecta varias áreas de su vida.

Saber Lo Que Sabes

Filosofía
Saber Lo Que Sabes
¿Has pensado alguna vez cómo sabes las cosas que sabes? Algunas las sabemos porque alguien nos lo contó, otras porque las hemos visto, otras porque las hemos pensado... ¿Cuántas cosas podemos saber? Por lo que respecta a cuánto podemos saber, es decir, a los grados de conocimiento, Platón diferencia dos grados. Y lo hace atendiendo a su definición del mundo en dos regiones. ¿Recuerdas? Mundo de las ideas y mundo de las cosas. Al mundo de las cosas corresponde la opinión y al de las ideas la ciencia.

¿Es posible que alguna vez alguien sepa absolutamente todo, referido a todo? ¿Y si alguien te preguntara que le digas qué es una idea? ¿Qué dirías? Entre otras cosas, de las condiciones, límites y posibilidad de lo que podemos conocer se ocupa la teoría del conocimiento. Vamos a ver aquí, que decía Platón de este asunto.

Y a Platón se le planteaba un problema: ¿cómo conocemos las ideas si pertenecen a un mundo (el inteligible) en el que el hombre no está porque vive en el sensible? Para responder a esto, Platón lo explicó gracias a dos conceptos que son importantes: la reminiscencia o recuerdo, y la dialéctica.

¿Cómo conocemos las ideas si están en el mundo inteligible? Básicamente Platón sostiene que podemos conocerlas recordando. Pero puede recordarlas a través de las cosas del mundo sensible. Se trata de recordar lo que hay en el alma y que ésta conoció cuando estuvo en el mundo inteligible.

Según Platón, solamente la contemplación directa de las ideas en el mundo inteligible nos permite conocerlas. Y el alma humana vivió en ese mundo, contemplándolas allí. Cuando nuestra alma cayó al mundo sensible y se unió al cuerpo las olvidó. La reminiscencia, por tanto, es recordar.

¿A qué te recuerda esto? La religión cristiana, siglos después de Platón, también habló de un paraíso original perdido, de un alma que es "castigada" a vivir en la tierra... Son muchas las semejanzas que hay entre el pensamiento platónico y la religión cristiana. O dicho de otra manera, el cristianismo asumió y transformó en religión conceptos filosóficos de Platón.

Hemos visto que Platón escribió en forma de diálogos. La dialéctica es, precisamente, el arte del diálogo. Y también es un método filosófico, una forma de pensar. Se trata de "ascender" al mundo inteligible mediante el pensamiento. Y ya hemos visto que la idea suprema es la idea de Bien. Ascendemos a ella mediante el amor, que es el motor de esta ascensión. Por tanto, el amor en Platón no es lo que hoy en día entendemos en sentido coloquial como querer a una persona.


Se trata más bien de ir ascendiendo en el conocimiento que nos lleva de las cosas a las ideas. 

Partimos, por ejemplo, de los ejemplos individuales de perros que podemos ver por la calle, y de ahí vamos definiendo qué es un perro. Y a partir de lo que es un perro llegamos a la idea de animal. 

Y de la idea de animal a la de vida... Lo que vamos haciendo en este proceso es lo que Platón llamaba una "ascensión cognoscitiva", ir sabiendo más, al alejarnos de los casos y las cosas concretas e ir acercándonos a las ideas.

Somos Lo Que Somos



“Somos lo que somos, somos la esperanza, el pueblo.
Somos estos locos que pactaron con su suelo.
Somos el sabor amargo de la indiferencia, 
Somos la sangre de Arguedas marcando la diferencia.
Somos la ternura de tu wawa, somos Lumpen,
Somos guerrilleros con poemas no preocupen.
Somos el conducto de tu voz a causa de la indignación 
Cuando el patrón al peón solo le escupe.
Somos Condorcanqui somos Vallejo y Eguren
Somos el Amauta, no esperes que te aseguren.
Somos asentamiento humano, somos la barriada
Trabajando en ella misma, no importa que nos censures.
(…)
Somos toda la América y también hijos de África,
Somos la familia pobre por culpa de fábricas.
Somos el amor perdido de tu dios vendido,
Somos esta consecuencia de vivir en su retórica.
Somos hijos de un país enfermo sin seguro
Vemos quienes somos y matamos el futuro
A punto de una embolia se encuentra la Pacha mama
Porque sabes quienes somos y sigues tan inmaduro.
Seguro que por oro olvidaron quienes son,
Seguro les fastidia la cultura en la nación.

viernes, 19 de octubre de 2018

El Diálogo


Con origen en el concepto latino dialŏgus (que, a su vez, deriva de un vocablo griego), un diálogo describe a una conversación entre dos o más individuos, que exponen sus ideas o afectos de modo alternativo para intercambiar posturas. En ese sentido, un diálogo es también una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr un acuerdo.

Un ejemplo de este significado que tiene la palabra que nos ocupa podría ser el que exponemos a continuación: “Los dirigentes de los dos partidos políticos más importantes del país establecieron un intenso diálogo para intentar encontrar una solución y establecer así un acuerdo con el objetivo de mejorar la situación económica”.

Por otra parte, el diálogo se puede describir en el marco de una obra literaria, en prosa o en verso, en la cual se arma una conversación o surgen controversias entre dos o más personajes. Se utiliza como tipología textual en la literatura cuando aparecen dos personajes que hacen uso del discurso diegético y actúan como interlocutores.

En este ámbito literario, tenemos que subrayar la existencia de un autor que estableció el diálogo como género. Este no es otro que el filósofo griego Platón quien cuenta con una interesante obra que se clasifica en cuatro categorías en función de la etapa de su vida a la que corresponden.

Así, en primer lugar estarían los diálogos socráticos que son los textos que realizó durante su juventud y que se centran en cuestiones de carácter ético. En segundo lugar están los trabajos de transición que giran en torno a la política, y la tercera categoría corresponde a lo que son los diálogos críticos que fueron realizados durante su madurez y que se caracterizan porque en ellos habla sobre los mitos y las ideas.

Finalmente la cuarta categoría es la que engloba a los llamados diálogos de vejez. En ellos no sólo vuelve a plantear cuestiones ya protagonistas de anteriores trabajos sino que también apuesta por abordar nuevas temáticas como, por ejemplo, la medicina y también la naturaleza.

Asimismo tampoco hay que olvidar que, a lo largo de la Historia, muchos son los escritores que han utilizado el término diálogo para titular unas obras en las que ellos mismos “conversan” con personajes importantes o con determinados elementos de nuestra vida diaria. Este sería el caso, por ejemplo, de Victoria Ocampo con Diálogo con Borges o de Gianni Vattimo con Diálogo con Nietzsche.

En su uso más habitual, el diálogo es una forma presente tanto en el discurso oral como en el escrito en donde se comunican entre sí dos o más personas. Se trata de un recurso válido y adecuado para intercambiar ideas por cualquier medio, ya sea directo o indirecto.


El diálogo puede ser tanto una conversación amable como una violenta discusión. De todas formas, suele hablarse del diálogo como una exposición e intercambio de pensamientos donde se aceptan las posturas del interlocutor y los participantes están dispuestos a modificar sus propios puntos de vista. 

Por eso existe un consenso sobre la necesidad de diálogo en campos como la política, por ejemplo.

Bienestar Social


Se entiende por bienestar al conjunto de factores que una persona necesita para gozar de buena calidad de vida. Estos factores llevan al sujeto a gozar de una existencia tranquila y en un estado de satisfacción.

El bienestar social, por lo tanto, incluye aquellas cosas que inciden de manera positiva en la calidad de vida: un empleo digno, recursos económicos para satisfacer las necesidades, vivienda, acceso a la educación y a la salud, tiempo para el ocio, etc. Pese a que la noción de bienestar es subjetiva (aquello que es bueno para una persona puede no serlo para otra), el bienestar social está asociado a factores económicos objetivos.

Por ejemplo: en un país donde una familia tipo (cuatro integrantes) necesita 200 dólares mensuales para satisfacer sus necesidades básicas, todas las familias que suman ingresos menores a esa cifra no pueden gozar de bienestar social. Es probable, por lo tanto, que los integrantes de una familia que gana 100 dólares al mes sufran de problemas alimenticios y tengan un menor expectativa de vida.

Sin embargo, detrás de estas cifras estipuladas como las mínimas para alcanzar un nivel de vida sano, existe una serie de preconceptos que obligan a la gente a pensar que no se puede subsistir si no se cumplen ciertos requisitos; por ejemplo, se dice que no es posible crecer y desarrollarse correctamente sin consumir productos lácteos, generalmente provenientes de las vacas, dado que son una fuente de calcio irreemplazable; esto no es cierto en absoluto.

Por lo tanto, esa cifra esconde una lista de objetivos que deben ser alcanzados para vivir bien y, como en toda generalización, no se toman en cuenta las necesidades individuales o especiales, sino que se engloba a todo ser humano que habite en una determinada región y se los considera un ente único. La pregunta que surge, entonces, es: ¿puede una familia de cuatro personas vivir bien con menos dinero del considerado mínimo por el gobierno de su país? Es probable, aunque eso también depende de la cantidad de la que se esté hablando y de la situación económica del lugar en cuestión.

Así como en el bienestar personal, la sociedad debería ahondar en sus necesidades, considerar sus posibilidades y cuestionar la validez del sistema; a través de esta búsqueda, es probable que una situación de crisis generalizada que no provoca otra cosa que malestar y angustia en gran parte de la población se convierta en el punto de partida de un cambio de mentalidad, para dejar atrás los estándares asfixiantes en pos de una flexibilidad que permita vivir bien haciendo uso de los medios actuales.

El Estado debe encargarse de promover el bienestar social entre todos sus ciudadanos. Para esto es menester que se tomen medidas políticas que corrijan las inequidades propias del mercado capitalista. La redistribución de la renta y el desarrollo de servicios sociales libres y gratuitos para todas las personas son condiciones necesarias para alcanzar el bienestar social.

La posibilidad de extender el bienestar social a todas las capas sociales implica la existencia de riqueza (para solventar los gastos estatales); por lo tanto, cada gobierno también debe encargarse de asegurar la generación de riquezas.

Pero no debe entenderse el concepto de gobierno como un grupo de personas sin conexión con el pueblo y con la obligación de solucionar todos los problemas de un país; es a través de la implicación de los individuos en las campañas que buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que se obtienen los cambios más significativos. 

Si cada persona con problemas económicos se detuviera a pensar en su propia situación y buscara posibles soluciones, dejando a un lado la estructura preestablecida, es probable que más del 50% descubriera que sus problemas no son reales.


Donde Quepamos Todos


Del hecho histórico de la diversidad, emana el valor del respeto a la alteridad, y la negación de la violencia hacia el otro, no su exclusión del plexo socio-natural de la vida, esto es, del bien común originario que enlaza a todos los seres humanos.

En la propuesta de “tratar igualitariamente a los desiguales y de modo diverso a los diversos” (Bobbio, 2001: 148) como vía para evitar la discriminación y la persecución, además de mostrar el lazo que une a los seres humanos, se advierte lo que es excluido en las sociedades inclusivas: tratar igual lo diverso, o diverso lo igual.

Expresado en términos de la norma zapatista, esto significa que, una sociedad en la que quepan todos los seres humanos es, precisa e ineludiblemente, la misma sociedad en la que no todo quepa: una sociedad limitada. Para empezar, no puede caber, precisamente, aquello que impida que todos quepan (relaciones de discriminación, exclusión y dominio, por ejemplo). Este límite constituyente del plexo valorativo, será por lo tanto, el conjunto de condiciones que tornan posible la sociedad en la que todos quepan, es decir, en la que inicialmente ninguno sea exterminado, luego acogido y finalmente incorporado: el fundamento de las sociedades inclusivas que establece el límite de lo excluido.

Obsérvese que el criterio reside en que todos y todas quepan, no en que quepa de todo. No se establece, evidentemente, que todas las instituciones tienen cabida sino todo lo contrario. Si el criterio es que “quepan todos”, consecuentemente, ahí mismo está establecido que no todas las instituciones tendrán cabida como legítimas. A partir de este mismo criterio, la licitud de cada institución será juzgada a partir de su capacidad para producir humanidad. Sólo tendrán cabida las instituciones que incluyen a los otros como seres humanos de manera tal que todos sean sujetos.

 La pretensión zapatista es por dar cabida, por incluir a “todos” los seres humanos. Esto significa una sociedad cuyas relaciones sociales -cualesquiera que sean- sólo tiene establecido como requisito que debe cimentarse sobre relaciones que den cabida a todos los seres humanos, esto es, universalmente.

Del hecho histórico de la diversidad, emana el valor del respeto a la alteridad, y la negación de la violencia hacia el otro, no su exclusión del plexo socio-natural de la vida, esto es, del bien común originario que enlaza a todos los seres humanos.

En la propuesta de “tratar igualitariamente a los desiguales y de modo diverso a los diversos” (Bobbio, 2001: 148) como vía para evitar la discriminación y la persecución, además de mostrar el lazo que une a los seres humanos, se advierte lo que es excluido en las sociedades inclusivas: tratar igual lo diverso, o diverso lo igual.

Expresado en términos de la norma zapatista, esto significa que, una sociedad en la que quepan todos los seres humanos es, precisa e ineludiblemente, la misma sociedad en la que no todo quepa: una sociedad limitada. Para empezar, no puede caber, precisamente, aquello que impida que todos quepan (relaciones de discriminación, exclusión y dominio, por ejemplo). Este límite constituyente del plexo valorativo, será por lo tanto, el conjunto de condiciones que tornan posible la sociedad en la que todos quepan, es decir, en la que inicialmente ninguno sea exterminado, luego acogido y finalmente incorporado: el fundamento de las sociedades inclusivas que establece el límite de lo excluido.

Obsérvese que el criterio reside en que todos y todas quepan, no en que quepa de todo. No se establece, evidentemente, que todas las instituciones tienen cabida sino todo lo contrario. Si el criterio es que “quepan todos”, consecuentemente, ahí mismo está establecido que no todas las instituciones tendrán cabida como legítimas. A partir de este mismo criterio, la licitud de cada institución será juzgada a partir de su capacidad para producir humanidad. Sólo tendrán cabida las instituciones que incluyen a los otros como seres humanos de manera tal que todos sean sujetos. La pretensión zapatista es por dar cabida, por incluir a “todos” los seres humanos. 

Esto significa una sociedad cuyas relaciones sociales -cualesquiera que sean- sólo tiene establecido como requisito que debe cimentarse sobre relaciones que den cabida a todos los seres humanos, esto es, universalmente.


Hilos De Colores


Madrid.- 'Hilos de colores' es un cuento ilustrado en el que una abuela regala a su nieta un libro con sus recuerdos antes de que se le olviden.

La memoria se teje día a día con los hilos de los recuerdos buenos y malos hasta conformar el largo vestido de la vida... pero como los hilos, arrastrados por el viento o que se deshilachan cuando menos lo esperas, la memoria, los recuerdos, también se pueden ir perdiendo. Y la vida no acaba ahí. Mucho menos si la gente de tu alrededor te apoya.

Este es el mensaje que se desprende las páginas ilustradas de 'Hilos de colores' (Legua Editorial), un cuento poético que narra la historia de una abuela que va tejiendo un largo vestido con los hilos de sus recuerdos, vestido al que un buen día le empiezan a aparecer unos agujeros que responden al nombre de Alzheimer. Antes de que esos vacíos terminen por destrozar su prenda de recuerdos, regala un libro con su historia a su nieta.

La historia viene acompañada de ilustraciones coloridas y metáforas que, a primera vista, podrían aparentar que el libro está dirigido únicamente para un público juvenil, pero pronto se ve que esto es un error. "Aunque éste es el público objetivo, la idea del libro es para un público más amplio, ya que es un homenaje a todos aquellos que cuidan de personas con Alzheimer, así como para los propios enfermos", relata la autora e ilustradora Elena Ferrándiz a ELMUNDO.es.

Sin embargo, que la nieta sea una niña pizpireta puede ser reflejo para muchos niños que se encuentran ante familiares con Alzheimer. "Vivimos en una sociedad superficial donde la enfermedad y la vejez se tratan como si no existiesen", afirma la autora. "Y cuando eres un niño esta situación se complica, porque el Alzheimer sigue siendo todavía una enfermedad desconocida para la sociedad en general, muy difícil de explicar, y más difícil de entender y afrontar cuando más joven eres, por eso este libro puede ser una buena base para dar a conocer esta situación", comenta.

Tanto, que al sugerir la idea de este proyecto que le ha llevado a la autora más de tres años, la Fundación Alzheimer España se ilusionó con el proyecto y, ahora, parte del beneficio de este libro va a esta fundación. "Yo no tengo ningún familiar que esté pasando por esta situación, pero me afecta como a cualquier persona sensible ante lo que puede significar ir perdiendo tus recuerdos, tu vida", comenta Ferrándiz.


Pero ante todo, 'Hilos de colores' no es ningún libro triste o melancólico. "Este libro incide en el mensaje positivo. El Alzheimer es una enfermedad durísima para quien la padece y sus familiares y cuidadores, pero aquí se subraya la parte positiva de los sentimientos. La memoria puede ser tan frágil como un hilo que se deshilacha, pero son los sentimientos los que perduran y no se olvidan

De ahí este homenaje en forma de libro que pretende dignificar la figura de los que cuidan a pacientes con Alzheimer y les hace una vida mucho más completa", señala Ferrándiz.

Talabarteros


El talabartero fue uno de los artesanos más importantes del mundo antiguo, encargado de fabricar y reparar, junto con el guasquero, todos los aperos de monta, fabricados en cuero. El cuero es la piel de distintos animales, criados o salvajes, que mediante diversos procesos químicos que mejoran su conservación se convierte en un material flexible y resistente.

para su labor, pero a medida que la demanda se hizo mayor la curtiembre se convirtió en una especialidad diferente, y finalmente en una gran industria. Al día de hoy grandes instalaciones se dedican al curtido de cueros, particularmente de bovinos, una industria que maneja productos sumamente tóxicos y muy dañinos para el medio ambiente. 

Las curtiembres, hasta hace pocas décadas, eran conocidas por destrozar el terreno que las rodeaba y por los altos riesgos que corrían sus operarios. Ahora la industria de la curtiembre ha avanzado mucho en el tratamiento de sus residuos y en la seguridad de sus empleados, aunque sigue siendo un trabajo de alto riesgo.

Lejos de todo esto, el talabartero sigue cumpliendo su oficio, aunque en menor medida que antes. Un talabartero de ciudad es más bien un artesano que crea maravillas con cueros finos, desde monturas para caballos hasta rebenques, botas y artículos decorativos para quienes practiquen equitación o jueguen polo.


En los pueblos sobreviven los talabarteros más tradicionales, que reparan más que fabrican. 

Allí donde el caballo aún es un medio de transporte y una herramienta de trabajo, los aperos siguen siendo posesiones preciadas y expuestas a duros trabajos, lo que hace necesaria su frecuente reparación. Un talabartero, en su taller y con sus herramientas tradicionales, se ocupa de renovar y reparar estos elementos con sus manos, las que tras años en el oficio están tan curtidas como los cueros que trabaja con amor.

Seres Híbridos

A partir del análisis genético, se ha postulado que en la genealogía humana, además de haberse producido una introgresión en varias ocasiones (ejemplo de ello, el cromosoma Y actual más antiguo (cromosoma-Y A00), el cual se remontaría hasta los Homo sapiens arcaicos (hace unos 340 000 años aprox.) también se habría producido hibridación con otras especies homínidas más antiguas, tales como el Homo neanderthalensis (de un 1% a un 4% de genes neandertales por persona,
principalmente en Europa),y con el Homínido de Denisova (la población local que vive actualmente en Papúa Nueva Guinea, en el Sudeste Asiático, le debe al menos el 3% de su genoma por persona a los Homínidos de Denisova). Incluso al analizar el porcentaje total de ADN del Homo neanderthalensis dentro de la población humana actual no africana (no dentro de un solo individuo actual), este porcentaje aumenta significativamente a un 20%.

En el caso del genoma neandertal heredado en el ser humano actual, este estaría relacionado con genes de adaptaciones ambientales (como los de la piel), pero también implicado en enfermedades como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Crohn, el lupus y la cirrosis biliar.

Híbridos ficticios en la mitología
En el folclore y la cultura popular de algunos países se muestran algunas criaturas con partes de varios animales y bestias mitológicas, descritos como perfectos híbridos y/o quimeras (por ejemplo, el hipogrifo es el híbrido de un grifo y un caballo, y el Minotauro es el híbrido entre Pasífae y el Toro de Creta). Todos estos están formados por dos o más animales, bestias míticas, e incluso, humanos. Algunos no tienen referencia de haber nacido de 2 seres o más, por ejemplo las Arpías y las sirenas, en tal caso no serían "híbridos", ya que no serían un cruce entre los animales que los componen, sino simplemente una mezcla.
Ejemplos de híbridos ficticios
Estatua de una Esfinge
Gatonejo o Cabbit: Gato y conejo. Forma simpática e ingenua en que se denomina al gato Manx, gato doméstico originario de la isla de Man, que carece de cola y cuyas patas se desarrollan mucho más para poder guardar el equilibrio.
Centauro: Kentauros y yeguas magnesias.
Esfinge: Ortro y Quimera.
Hipogrifo: Caballo y Grifo.
Minotauro: hijo de Pasífae y el Toro de Creta.
Tomacco: Tomate y tabaco, (existe pero es un injerto entre dichas plantas, no un híbrido).


No Te Dejes LLevar


No es necesario irse muy lejos. Incluso los medios que más presumen de libertad de prensa cuentan con condicionantes económicos, cierta dependencia de sus sponsors que, en un momento determinado podría (este condicional actúa como presunción de inocencia mientras no se demuestre lo contrario) ponerles en la disyuntiva de elegir entre dar la noticia como es o darla como el anunciante quiere.

Si hablamos de libertad de acción o de expresión, la verdad es que no tenemos que pasar un fin de semana en casa de nuestros padres (o de los suegros) para saborear en nuestras carnes la sensación de privación de libertad, tanto para hacer como para decir. Sin embargo, pensar es otra cosa, porque independientemente de que podamos hacer o decir, nadie puede impedirnos pensar lo que queramos. O, al menos, eso es lo que creemos. La verdad es muy distinta.

El funcionamiento de nuestro cerebro ya es, de por sí, engañoso. El estudio de las ilusiones ópticas y de percepción son sólo un ejemplo de esto. Tampoco podemos fiarnos mucho de nuestras primeras impresiones, ni de otros mecanismos psicológicos que tienen sentido en determinadas circunstancias pero que no han sido actualizadas evolutivamente desde hace mucho tiempo. 

Nuestro sistema de creencias (religiosas, políticas, artísticas, sociales o personales) se basa en miles de factores, algunos de los cuales son, simplemente perceptivos, a pesar de que sabemos que no podemos otorgarles mucha credibilidad. Otros están sometidos a prejuicios o a las valoraciones de otros, y delegamos nuestras decisiones ante ciertos eventos en el poder del número (“es que hay mucha gente que lo cree”). A pesar de todo esto, seguimos creyendo que somos los únicos responsables de nuestro pensamiento. Pero no, no lo somos.

La mala noticia es que, a pesar de que todo el mundo desea siempre mejorar, nadie quiere cambiar, porque cambiar supone un esfuerzo (ya sea físico o mental) que a la hora de la verdad pocos quieren realizar. Que nos digan lo que tenemos que pensar es mucho más cómodo que reflexionar e investigar sobre cada cuestión antes de posicionarnos sobre ella, y si nos lo envuelven en la creencia de que la idea ha sido nuestra, la posibilidad de que eche profundas y gruesas raíces en nuestra psique es extremadamente alta. 

La buena noticia es que, a pesar de todos los condicionantes, lo cómodo que es que te lo den todo hecho (incluso las ideas) y de los mensajes mediáticos que buscan decantar nuestra opinión, la última palabra está únicamente en nuestras manos.


Entusiasmo Creativo


El entusiasmo como actitud es a la vida  como el alimento al cuerpo, y su consecuencia  inmediata es el dinamismo que es el responsable de la actividad constante y sostenida.
El entusiasmo se define como el cúmulo de pensamientos y emociones positivas que generan un estado espiritual, mental, emocional y físico dispuesto para buscar y recibir las mejores cosas que la vida nos ofrece. Y así se produce en cada persona el dinamismo responsable del logro y obtención de toda conquista legal, moral y ética.

Infortunadamente la sociedad en general se ha acostumbrado a vivir en la ansiedad, el miedo, la prevención, la depresión y la melancolía como el pan corriente de cada día. Por lo que el entusiasmo es considerado por el adulto normal como una ingenuidad o utopía y por lo tanto los seres humanos comunes experimentan muy poco dinamismo o sólo el necesario para sobrevivir en una sociedad enferma y turbulenta.

A esto se une de forma dramática el papel de los medios de comunicación, en especial el de los noticieros y novelas que bombardean constantemente a las personas con realidades aumentadas y deformadas de la vida y acontecimientos de otras personas provocando o generando en las personas una programación mental de escasez, ansiedad y prevención.

No estamos diciendo que hay que vivir en un mundo ideal e ignorar los hechos lamentables que suceden cada día. Sin embargo hay que diferenciar claramente el poder de elección que tiene cada persona para hacerse la vida más difícil y hacérsela a otros. Razón por la cual los desastres y las desgracias en situaciones donde no intervengan eventos de la naturaleza no deben ser vistos como algo personal y constante, sino como eventos que muestran los resultados de malas elecciones ajenas no de las propias en el pasado, presente y futuro.

Esto puede ser fácil de decir en la teoría pero en la práctica es un tema muy delicado y espinoso, pues por la información negativa que muchas personas reciben a diario, y muchas de ellas lo hacen convencidas de que pueden sustraerse a sus efectos se producen serios trastornos inconscientes donde no sólo la persona sometida a esa dieta mental y emocional constante de hechos y sucesos trágicos sufre mental y emocionalmente con los problemas de otros sino que desarrolla en ella una actitud de tolerancia a los problemas que invaden a la sociedad y como consecuencia trata de vivirlos y reproducirlos en su realidad personal.

Considerar que estamos en este mundo para sufrir constantemente y sufrir las malas elecciones y acciones ajenas es una patología mental crítica que acorta la vida, las posibilidades y el derecho que tiene todo ser humano para llevar una vida digna.

El entusiasmo y su consecuencia el dinamismo son un derecho fundamental para vivir una vida de calidad no una vida de caridad como a la que muchos se acostumbran. Y si bien es cierto que todos los días podemos enfrentar retos y situaciones que pueden poner a prueba nuestra actitud y condiciones internas para resolverlos, siempre se hará esto mejor desde una actitud influida por el entusiasmo y el dinamismo, que desde el pesimismo, la frialdad, la rigidez, la negatividad y la ansiedad.

El entusiasmo trae como beneficios entre otros:
La curiosidad: por ejemplo en los niños, adolescentes y jóvenes vemos que su mente se haya embebida por la curiosidad y la apertura a vivir con intensidad las nuevas experiencias. En cambio en el adulto medio y mayor no es común este estado y todo se enmarca en una frontera inconsciente donde casi todo es clasificado como algo visto o relacionado con algo vivido por lo tanto la curiosidad es mínima y el entusiasmo por las nuevas posibilidades bajo.

La creatividad: sin entusiasmo es imposible ser creativo porque el generar soluciones a problemas y retos e innovar buscando nuevas formas para elevar la propia calidad de vida se convierte en una pesada carga que amilana al individuo y que instala la depresión en los pensamientos y las emociones en lugar de abrir la mente al fantástico mundo de las posibilidades.