La crueldad son acciones
humanas dirigidas al sufrimiento y dolor de
un tercero, estos actos
inhumanos y perjudiciales pueden ser ejecutados por cualquier
tipo de persona, tanto así que puede observarse desde la niñez si un individuo
es cruel o no; si tomamos de ejemplo un niño puede ser cruel en la escuela para
con sus compañeros de clases, burlándose de
su aspecto o pronunciando palabras hirientes contra terceros, esta
crueldad puede propiciarse por cualquier cosa: religión, raza, nacionalidad o
inclusive la actitud que el otro individuo posee.
Un padre también puede ser
cruel con sus hijos: al no festejarle su cumpleaños, al obligarlo a
hacer tareas del hogar que aún no le corresponde, o inclusive hasta sin
dirigirle la palabra es una muestra de crueldad (actitud que van repitiendo los
niños para con sus próximos hijos). Mientras que algunos practican esta forma
de vida con los ancianos que se encuentran bajo su mando, llegando a respuestas
de mala gana hasta golpizas, maltratando a estos abuelos tanto física como
psicológicamente debido a que se sienten en plena libertad de hacerlo porque el
agredido se encuentra sumamente desamparado.
La crueldad no solo es aplicado entre hombres sino que
también es vista desde el hombre al animal, al tomar actitudes como: envenenar
comidas para asesinar animales callejeros,
abandonar un perro en la calle sin ningún cuidado, organizar peleas entre
perros o gallos con fines lucrativos, montar demasiado peso a animales de
granja como burros y caballos, entre otras demostraciones
despectivas frente a esos pobres seres
vivos que no pueden hablar para defenderse.
En fin cualquier práctica infame impartida por un hombre o mujer para
contra cualquier ser vivo (animales, plantas u otros hombres) se le otorgara el
nombre de crueldad. El patrón común es que todas aquellas víctimas de
la crueldad son seres callados o tranquilos que nunca tendrán la
facultada para poder defenderse,
siendo entonces los principales en recibir desde burlas inocentes hasta heridas
físicas y en el alma que se vuelven irreparables; estas víctimas son tomadas
como objetos de los agresores para que cumplan cualquier capricho que desean,
al estar bajo amenaza se permite la extorsión y
la persona cruel realiza su cometido.