martes, 2 de mayo de 2017

Sarna Con Gusto No Pica


“Quien que va tras algo de forma voluntaria, no siente molestias por las posibles incomodidades. Comentario al marcador de uso: Esta paremia conoce una réplica: Sarna con gusto, no pica, pero mortifica; con esta réplica, se indica que siempre se produce algún daño o alguna inquietud”

Para el día de hoy, una expresión que seguramente la hayan oído alguna vez, pero que a primera vista puede ser complicada de entender.

La sarna, según nuestra amiga la Real Academia de la Lengua Española, es una afección cutánea contagiosa provocada por un ácaro o arador, que excava túneles bajo la piel, produciendo enrojecimiento, tumefacción y un intenso prurito (picor).Y bien, aunque no hace falta que nadie tenga ese problema en la piel para que usemos esta expresión, la sarna en la piel sería el equivalente a cualquier cosa molesta que nos pase en nuestra vida: tener que madrugar, tenerse que levantar 5 veces en una noche, volar en un avión durante 10 horas seguidas… a cada uno le puede molestar una cosa distinta, pero en general todos los ejemplos anteriores son situaciones no suelen agradar a nadie.

Pero pensemos ahora que el hecho de tener que madrugar es para ir a ver a alguien que hace mucho tiempo que no vemos y que nos hace mucha ilusión volver a ver. En ese caso, no nos molestará tanto madrugar como podría parecer en un principio. De la misma forma, pensemos que cuando nos tenemos que levantar 5 veces por la noche es para dar de comer o para darle un beso a un hijo pequeño. Entonces, la molestia tampoco es tan grave, ¿no?. Y supongamos que las 10 horas de vuelo son para llegar a un destino al que hemos soñado viajar durante toda nuestra vida. Merece la pena el esfuerzo, ¿verdad?

Pues bien, para todas esas cosas que en principio son molestas pero que los beneficios que llevan detrás son favorables o interesantes para nosotros, se creó la expresión de hoy: sarna con gusto no pica. Porque una molestia si nos resulta placentera, deja de ser una molestia.

Que disfruten de un excelente día!!


Hugo W Arostegui

Más Nos Vale Perderlos Que Encontrarlos


El personaje es interesante cuando intentamos comprender su "modus operandi". Pero más curiosa aún es nuestra respuesta a su requerimiento al darle lo que nos solicita. Una mirada atenta, fija, con expresión intermedia entre triste y alegre por vernos, anticipa su acercamiento. Puede conocernos o no, pero fingirá una intimidad inexistente para que desde el falso fondo de esa franqueza nos manguee, extraño verbo. No nos pide; nos manguea.

En todo pedido hay aflicción por el posible rechazo y cierto achique de la autoestima por depender de otro. En el manguero no,  y este es su arte. Sentimos cierta culpa por tener una condición deudora frente a un oportunista embaucador y habitual seductor al que debemos pagar por nuestro privilegio. 

Y luego de hacerlo rogamos por sentirnos más generosos que estúpidos. Aún más complejo resulta cuando los pedigüeños son instituciones, ONG, clubes o asociaciones, que sin mostrar certificados de pobreza nos manguean desde un derecho autootorgado, un cambio de bolsillos que exige al dador reconsiderar la opción de creer o reventar.

Los motivos invocados por el manguero discurren entre la creatividad de presentar malas noticias -madres, padres y abuelos que mueren y resucitan 14 veces- hasta el gesto sencillo y convincente de alzamiento de cejas, labios en descenso y manos extendidas, listas para recibir. Dos conclusiones se podrían obtener de todo esto: que mucha gente acepta ser seducida por temor a decir no. 

Y que a los mangueros, igual que todos los que se victimizan, más vale perderlos que encontrarlos.

Por Osvaldo Aiziczon - Psicoanalista.


Dime Con Quién Andas


Seguramente casi todos aquí hemos escuchado esta frase: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

Muchas de las frases que escuchamos son creencias limitantes, no son del todo reales y las asumimos como ciertas sin pensar primero en su veracidad.

Pero resulta que la frase que se encuentra en el título de este artículo de cierta forma sí lo es.
Yo soy de los que creen que no se nace con una personalidad fija.
Esas excusas que la gente pone (“así soy no puedo hacer nada” o “nací así qué voy hacer”) cuando hacen las cosas mal o dicen cosas que realmente no están bien, son tonterías.

Todos somos influenciados constantemente por los demás.
En especial de pequeños.
Nacemos y aprendemos todo de quienes nos rodean tanto bueno como malo. Y poco a poco nuestra personalidad se va formando.

Llega un momento en que nos convertimos en personas con personalidades bien marcadas. Con formas de ser que han sido moldeadas durante toda nuestra vida.

El problema está en que pensamos que estas no pueden ser cambiadas. Pensamos que nuestra personalidad es fija y no podemos hacer algo al respecto si es que estamos mal en algún punto.
Hoy estoy acá para decirte que sí podemos cambiar nuestra forma de ser. Sí podemos convertir nuestros aspectos negativos en positivos.

Para ello, todo se reduce al principio, en las influencias.
Ponte a pensar en la frase de arriba. ¿Crees que sea verdad?
Piensa en las cinco personas con quienes más te juntas. Sean familiares o amigos. Hasta las mascotas.
¿De alguna forma tu personalidad de asemeja en algún aspecto a las de estos?

Muy probablemente que sí.

Si quieres ser un gran inversor ¿De quién te vas a guiar? ¿De tu amigo que ni siquiera invierte pero sabe algo del tema por algo que leyó y recuerda borrosamente o del millonario inversor que creó su fortuna gracias a sus principios y métodos de inversión (como Warren Buffett)?

Si quieres ganar amigos y aprender a influir sobre los demás ¿De quién te vas a guiar? ¿De un compañero de trabajo que se cree líder pero que en realidad se hace el jefe y el mandón abusivo con los demás o de una persona que dedicó parte de su vida a ello y escribió incluso un libro al respecto como Dale Carnegie en Cómo Ganar Amigos e Influir Sobre las Personas?

Empieza a cambiar.
Si quieres ser mejor o cambiar en algo júntate con personas con quienes ya lo hayan logrado y aprende de ellas.

Lee biografías, libros, observa conferencias, etc. De aquellos quienes han llegado al éxito en aquello que tú quieres. O que simplemente han logrado cambiar en aquello que te gustaría también hacerlo.
Deja de juntarte con gente negativa. Si no puedes hacer nada para cambiarlos, aléjate de ellos o por lo menos reduce el tiempo que pasas con ellos y dedícate a cambiar.

La mejor forma de influir en la gente negativa es siendo un ejemplo para ellos.

Recuerda que la manera en que vemos las cosas, la forma en que se crea nuestra personalidad, se determina fundamentalmente en las influencias que recibimos de otros.

Así que ten mucho cuidado en quiénes influyen sobre ti y la manera en cómo tú influyes en los demás.

Empieza cambiando a esas 5 personas con las que más te juntas con aquellas que saquen lo mejor de ti y te enseñen a crecer en aquello que tú más necesites.

Ahora es el momento.

Venciendo La Adversidad


“Nada sobre esta tierra puede detener al hombre que posee la correcta actitud mental para lograr su meta. Nada sobre esta tierra puede ayudar al hombre con la incorrecta actitud mental.” Thomas Jefferson

Continuamente recibo muchos correos de personas que están atravesando diferentes dificultades bien sea en sus relaciones, en sus trabajos o negocios y hasta aprietos financieros. Muchos ya están cansados de luchar, otros ya no saben qué hacer.

¿Qué hacer cuando todo parece un valle de sombra de muerte?

Las palabras del salmista David nos muestra que es solo una sombra, no es un valle de muerte,  cuando estés en medio de la adversidad debes verla como una sombra que con la luz se desvanece.

La sombra te intimida pero no te puede vencer si sabes quién eres.  David sabía quien era por ello pudo decir: “No temeré mal alguno porque tu Dios estás a mi lado”.

Nosotros como humanos tenemos una capacidad única para enfrentar las adversidades y convertirlas en desafíos y oportunidades a medida que encontramos nuestra razón de ser. Jesús siendo hijo de Dios enfrentó adversidades como humano para mostrarnos que si es posible vencerlas.
Lo que lleva a una persona a vencer la adversidad es su compromiso consigo mismo, es no dejar que las circunstancias determinen su destino, es estar abierto a los cambios, es ser flexible, convertirse en una persona resiliente.

Leí un cuento de Pedro Pablo Sacristán llamado “La mala suerte de Pescafrito”, cualquier parecido es pura coincidencia. Hay quienes dicen que tienen mala suerte, y aquí hay una gran enseñanza a nuestras vidas:

“En aquella tienda de animales la mala suerte tenía un nombre: Pescafrito, un pequeño pez famoso porque nunca estaba en el acuario adecuado. Cada vez que tocaba reordenar los tanques, Pescafrito acababa por error o descuido en el más peligroso para él. Desde otros tanques tranquilos y seguros, sus primos y hermanos veían divertidos sus desesperadas carreras por evitar ser la merienda de algún grandullón.

A pesar de su increíble mala suerte, Pescafrito no se desanimaba, y en cada carrera ponía todo su empeño en librarse de nuevo, aunque sintiera el dolor de algún que otro mordisco en sus aletas o el cansancio de nadar entre plantas y rocas a cualquier hora del día o de la noche.

Así fue sobreviviendo Pescafrito Malasuerte, como todos le llamaban, hasta que un día de reorganización en los acuarios, Pescafrito por fin acabó compartiendo tanque con todos sus primos y hermanos. Pero mientras se juntaban a su alrededor para conocer sus desventuras, un cuidador despistado echó en ese mismo tanque al más grande, hambriento y peligroso de los peces de la tienda. Fueron sólo unos minutos, pero el enorme pez no necesitó más para acabar con todos los pececillos… excepto Pescafrito, que acostumbrado a huir de muchos peces a la vez, no tuvo problemas en escapar de uno solo.

Poco después entró en la tienda un gran experto en acuarios, y al ver a Pescafrito vivo en el mismo tanque que el pez grande no se lo podía creer. Estuvo horas en la tienda, observándolo, viéndolo escapar una y otra vez con su nadar lleno de giros y piruetas y su increíble capacidad para esconderse. No tenía dudas: era un pez único en el mundo, y el experto lo llevó consigo para ser la estrella de todas sus colecciones y acuarios.

Y Allí Pescafrito vivió feliz con todo tipo de atenciones y cuidados, pensando lo buena que había sido para él su famosísima mala suerte.”

“Mi actitud ante la adversidad determinará mi futuro” Pedro Sifontes

¿Sigues pensando que la vida ha sido “dura” contigo?
¿Has pensado que todo en la vida tiene un propósito? ¿Cuál es?
¿Qué puedes aprender de todas “las malas experiencias” vividas?

Ahora te recuerdo que si Dios tiene cuidado de las aves y de las flores, también tiene cuidado de ti. 

No te desanimes, haz lo que mejor sabes hacer y confía que todo cambiará. Toda adversidad es para tu crecimiento y fortaleza, Tu puedes vencerla!

Si consideras que necesitas ayuda para descubrir quien eres y conocer más acerca de cómo vencer la adversidad 



lunes, 1 de mayo de 2017

Sobre Solidaridad


Más allá de intentar entender la solidaridad en su sentido etimológico o epistemológico, es necesario comprenderla desde su sentido práctico. El significado llega con el hecho de vivirla, sin necesariamente saber que justo aquello se denomina solidaridad. Y es que estamos acostumbrados a entender éste y otros conceptos siempre antes de arrojarse a vivirlos, de tal modo, podemos anticiparnos y elegir racionalmente si estamos dispuesto o no a vivir lo que denominaremos “experiencias de solidaridad”.

De alguna manera, la estructura racional de nuestro ser nos sitúa en la opción de elegir ser solidarios o no, cuándo serlo, con quién serlo, por qué serlo; y luego de esto, cuando tenemos las respuestas relativamente claras, pues nos lanzamos al acto y a la experiencia dotada de seguridad y certidumbre.

Cabe preguntarse entonces dónde se sitúa nuestra propia solidaridad en este gran espectro de formas de solidaridad. Estamos de acuerdo en que todos hemos decidido venir posterior a un acto de renuncia absoluta, renuncia al confort que genera la certidumbre del día a día, confort que provoca no tener que enfrentarse con situaciones de injusticia que te hacen retorcer de la rabia, renuncia a las condiciones materiales que no sabemos por qué resulta tan evidente pensar que es natural contar con ellas, renuncia a una forma de vida, renuncia a la pulsión de anticiparnos a todo.

Sucede que nos encontramos con la situación de un pueblo que muchas veces ha sido beneficiario de la solidaridad internacional –como un caso típico de reacción post catástrofe- pero que en realidad, la misma solidaridad internacional, hasta ahora no ha absorbido su gran capital de resiliencia y resistencia.

Solidaridad es darnos cuenta que somos parte de un sistema que resulta ser más solidario que lo que racionalmente podemos pensar acerca del término. Que esta solidaridad es parte de un proceso dialéctico que va alimentando y condicionando una forma de vida, donde el recibir es igual de importante que el dar, sobretodo que uno es causa y efecto del otro.

En estos términos, no es necesario empecinarme sólo en dar, sino que también en el proceso inverso, ese que me nutre y enseña para seguir dando en función de lo que voy recibiendo, como dos procesos perfectamente opuestos, pero a la vez complementarios.

Es decir, sólo en el momento que abandonemos la idea de solidaridad como parte de un proceso dual donde hay elegidos para dar y elegidos para recibir podremos entender la importancia de ejercer solidaridad independiente de la situación, momento o posición.

Para mí, la forma más efectiva de vivenciar la solidaridad es sentirte beneficiado por las personas a quienes en algún momento pensaste ayudar. La solidaridad se torna efectiva en el preciso momento en que se vive en el sentido inverso a como se pensó. No basta con dar para vivirla, sino más bien el tema esencial radica más en el recibir, en el recibir algo que no esperábamos, en el recibir algo que ni siquiera estábamos pidiendo ni tampoco preparados para recibir.

Solidaridad en el sentido inverso a como comúnmente la concebimos, necesariamente, requiere de una gran capacidad para conmoverse, de una alta dosis de afección, la dosis necesaria para rebelarse frente a una situación o condición de injusticia, y sobre todo, una gran percepción para reconocer cuánto nos pueden entregar quienes creemos que son los que reciben.


Nuestros Anhelos


El anhelo puede estar dirigido a cuestiones materiales o simbólicas. Una vivienda, un automóvil, cierta ropa o un teléfono móvil (celular) son algunos de los anhelos más frecuentes. Las personas que tienen estos anhelos se esfuerzan para reunir el dinero necesario y adquirir estos productos que, según creen, les aportarán satisfacción.

Vivir determinadas experiencias también es un anhelo de muchos individuos. Pasar las vacaciones en un lugar paradisíaco, obtener un título académico y crecer a nivel profesional están entre los deseos más habituales.

Los anhelos más profundos o intensos, de todos modos, suelen asociarse con lo afectivo. Para los padres, el principal anhelo suele ser que sus hijos crezcan sanos y felices. Una pareja de enamorados pueden tener como anhelo pasar la vida juntos.

Un ser humano comienza a anhelar algo cuando cree que, una vez conseguido aquello que anhela, experimentará una gran satisfacción. Lo que se anhela, de este modo, no se lo tiene, al menos en el presente. Por eso se orientan los esfuerzos en conseguirlo. Una vez que el anhelo se cumple, se convierte en un logro. La persona que anhelaba comprar una casa y consigue hacerlo sentirá una enorme alegría y dicho objetivo dejará ser un anhelo.

Frases:
No se puede poseer mayor gobierno, ni menor, que el de uno mismo.
 Leonardo Da Vinci

No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es.
Alejandro Jodorowsky
Se necesita algo más que «pensamientos positivos» para mantener el control de tu cuerpo y de tu vida. Es importante para tu salud y tu bienestar que cambies tu forma de pensar y te concentres en los pensamientos vitales y positivos, además de eliminar los siempre presentes y extenuantes pensamientos negativos.
Bruce Lipton

Hoy he sentido de nuevo una gran admiración por ti. Y lamento mucho que hasta hoy no me haya dado suficientemente cuenta de lo maravilloso que eres.
Yoshinori Noguchi


El Mundo Que Percibimos


Desde pequeños recurrimos a las ilusiones para construir nuestro proyecto de vida, para diseñar nuestros sueños y fijar nuestras metas. Vivimos con ella porque es la fuerza que nos empuja a alcanzar nuestros objetivos. 

La ilusión es nuestra compañera de viaje. Con ella pensamos dónde nos gustaría ir, qué nos gustaría ser o a quien nos gustaría tener a nuestro lado. La ilusión nos ayuda a hacer realidad nuestros sueños.

RENOVEMOS ILUSIONES

La ilusión sirve para no rendirnos, para llenarnos de aliento y empujarnos a conseguir nuestros objetivos a largo plazo. Con el paso de los años parece como si el depósito de nuestras ilusiones se fuera agotando. Esta sensación está asociada a la experiencia. Las cosas no nos hacen la misma ilusión cuando las hacemos por primera vez, que cuando la repetimos muchas veces. Por eso las ilusiones hay que renovarlas.

El problema de las ilusiones llega cuando no sabemos conformarnos, es decir, cuando construimos nuestro objetivo sobre expectativas de las que dependen directamente nuestra felicidad o nuestra autoestima y que, si no las conseguimos, nos hacen sentir mal. Por eso, debemos motivarnos, ilusionarnos sin despegar mucho los pies del suelo.

La ilusión conecta con los sentimientos más positivos del ser humano y es contagiosa

Recurrimos a ella para sentirnos mejor, para alcanzar algo que nos hace feliz. Eduardo Punset argumenta que “en el hipotálamo del cerebro está lo que los científicos llaman circuito de la búsqueda. Este circuito, que alerta los resortes de placer y de felicidad, sólo se enciende durante la búsqueda y no durante el propio acto.

En la búsqueda, en la expectativa, radica la mayor parte de la felicidad”. Dice Gilbert Keith Chesterton que “hay algo que da esplendor a cuanto existe y es la ilusión de encontrar algo a la vuelta de la esquina”. La ilusión aviva nuestro sentimiento de felicidad por eso es algo que debemos cultivar.


Hugo W Arostegui

Yo Y Mi Circunstancia

Maite Larrauri

Cuando alguien te dice: “mira es que yo soy yo y mi circunstancia”, entendemos que nos está queriendo decir que no todo lo que le sucede depende de él, que él o ella no son del todo responsables porque también han influido las circunstancias.

Se trata de una famosa frase del filósofo español Ortega y Gasset. ¿Está el filósofo proporcionando una forma de excusarnos, de no ser del todo responsables de lo que somos?

Es increíble lo que sucede con algunas frases de la filosofía: cuando pasan al lenguaje cotidiano, cambian totalmente de sentido. Ortega decía que el “yo” era uno de los ingredientes de mi vida y que había otro ingrediente y este era “la circunstancia”.

Por “circunstancia” entendía literalmente lo que está a mi alrededor, “circum-stancia”, lo que me circunda. Somos un organismo vivo. Un organismo vivo tiene su medio, decimos que la vida de un organismo está formada por el propio organismo y su medio, forman una unidad, lo que quiere decir que si cambia el medio cambia al organismo y viceversa (esto es importante).

Ahora bien, aún siendo organismos vivos, en los seres humanos hay algo más. Los humanos tenemos logos, pensamiento, y por tanto buscamos sentido en las cosas. Nos preguntamos el porqué y el cómo de lo que somos.

Yo tengo mis circunstancias, mi paisaje por así decirlo. Pero puedo explicarlas, encontrarles un sentido, y de esa manera hacer un acto creador al transformarlas en discurso.

A Ortega le gustaba mucho la siguiente anécdota de Heráclito. 

Encontrándose Heráclito en su cocina (hecho insólito, supongo, en la Antigüedad), se aproximaron unos discípulos, en buena parte embarazados por encontrarse con el maestro en ese lugar. Heráclito los animó a pasar, diciéndoles: “Aquí también están los dioses”. O sea, también esta circunstancia tiene valor, también merece ser explicada mediante el logos.

“Yo soy yo y mi circunstancia” está muy lejos de ser una frase determinista. Es verdad que las circunstancias son limitadas, determinadas: yo soy un hombre nacido en  un medio agreste en medio de la nada, pero dentro de esa circunstancia existe un mundo, siempre y cuando yo entienda mi medio.

Esta famosa frase tiene una coletilla, una segunda parte que dice así: “si no la salvo a ella, no me salvo yo” (refiriéndose a la circunstancia). Si yo explico mi medio, lo salvo del silencio y del sin-sentido. A eso es a lo que nos invita Ortega y Gasset.

Hugo W Arostegui


El Devenir Humano


Es evidente que nuestro cerebro no se rige ni le conmueve nada que pueda tener algún tipo de relación con fechas o calendarios de los acontecimientos que generalmente ocupan nuestros primeros planos en la atención de todo aquello que el devenir de los hechos socialmente admitidos configuran con una trascendencia tal como para constituirse en memorables y merecedores de una particular atención para toda la sociedad en su conjunto.

Tal es el caso de este primero de mayo, el cual no obstante figurar en el calendario como una fecha de particular atención por la trascendencia del contenido de los acontecimientos en fechas que ya han sido, las cuales requieren ser rememoradas como hitos de singular significado en el devenir histórico de nuestra sociedad.

Es por eso, especulamos ante la evidencia, que en lugar de detenerse en su actividad y aprovechar la ocasión para simplemente entrar tan siquiera en un “coma inducido” lejos de incorporarse a la paralización general, continúa sin detenerse, y acucia con su imprudente desquicio, a su mente enviándole permanentes señales de que debe añadir a su capacidad de recordar, la necesidad de involucrar al intelecto en darle forma y sentido a lo que incesantemente acude a su pensamiento.

Cuando todo esto ocurre no nos queda otro remedio que atender lo que en forma de pensamiento nos llega a conmover, nos remueve, “disipa la modorra intelectual”  que suele adormecer nuestros sentidos predisponiéndonos a acatar el paro de actividades que nos indica el calendario, y muy solícitos obedezcamos a sus requerimientos de expresar todo aquello que entendemos que debemos manifestar un día como el de hoy, sin estar en nada pendientes a lo que nos puedan indicar las fechas explícitas en el calendario.

A nuestro cerebro le asiste la razón, la vida es una constante que como el agua cristalina que surca nuestros ríos y arroyos nos provee de cada vivencia que hace posible nuestra existencia, sin duda es un hermoso día, tenemos mucho para reverenciar y recordar, pero continuamos en nuestra órbita alrededor de los aconteceres que nos indican su permanente presencia.

Hugo W Arostegui  



Día De Los Trabajadores


El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial.

Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras por parte, fundamentalmente, de los movimientos socialistas, anarquistas y comunistas, entre otros.

Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.

Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. 

A partir de entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general que es celebrada en mayor o menor medida en todo el mundo.
Salud y muy feliz día trabajadores


Hugo W Arostegui

El Trabajo


El Trabajo es todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus características o circunstancias; significa toda la actividad humana que se puede o se debe reconocer como trabajo entre las múltiples actividades de las que el hombre es capaz y a las que está predispuesto por la naturaleza misma en virtud de su humanidad.

La necesidad de trabajar quizás tuvo su origen, hace milenios, en el instinto básico del hombre de sobrevivir y perpetuarse como especie. En aquel mundo solo y hostil, el hombre debió utilizar todas sus potencialidades para proveerse de alimentos, elaborar su ropa y vivienda, fabricar sus utensilios, herramientas y armas, para proteger a sus hijos.

Desde el punto de vista individual, el trabajo es todo lo que el hombre hace para su satisfacción, alegría y bienestar; toda la gama de actividades que satisfacen sus necesidades primarias, así como alcanzar la riqueza material y espiritual para el mismo, los suyos y su país.

Cuando una actividad que es común a todos, que no cesa y de la cual depende nuestro bienestar y seguridad; ella es “el mantenimiento y conservación” o “trabajo cotidiano”. Es imposible concebir la vida sin este trabajo; desde arreglar la cama cuando nos levantamos hasta cambiar un caucho del carro o acondicionar la mesa de trabajo.

El “trabajo social” es la ayuda que le prestamos a otro semejante sin otra intención que la ayuda misma; lo que significa otra forma de efectuar acciones en la sociedad que debe cada vez tomar importancia y ser parte del trabajo diario de cada miembro de la sociedad.

Hugo W Arostegui



La Dignidad Del Trabajo


En el mundo de hoy en día, defender la dignidad del trabajo es una batalla constante. El pensamiento económico predominante considera el trabajo un coste de producción, que en la economía mundial debe ser lo más bajo posible para resultar competitivo.

Considera a los trabajadores consumidores, que, debido a sus salarios relativamente bajos, necesitan acceder fácilmente al crédito para estimular el consumo y terminan teniendo deudas increíbles. En ningún lado se ve la importancia social del trabajo como base de la dignidad personal, como fuente de estabilidad y desarrollo de las familias o como contribución a la paz de las comunidades.

Este es el significado de “trabajo decente”. Es un esfuerzo por recordar que estamos hablando de políticas que se ocupan de la vida de seres humanos y no solo de cuestiones de costes y beneficios. 

Este es el motivo por el que la constitución de la Organización Internacional del Trabajo nos dice “El trabajo no es una mercancía”. Y sabemos que la calidad del trabajo define de muchas formas la calidad de una sociedad. En esto deberían consistir nuestras políticas: hacer que las personas sigan ocupando progresivamente mejores empleos con un salario que les permita vivir, respetar los derechos de los trabajadores, la no discriminación y la igualdad de género, facilitar la organización de los trabajadores y la negociación colectiva, la protección social universal, las pensiones adecuadas y el acceso a la atención médica.

Todas las sociedades se enfrentan a dificultades respecto al trabajo decente, especialmente en medio de una crisis mundial que todavía nos persigue. ¿Por qué es tan difícil? Hay numerosas explicaciones históricas y políticas convergentes, pero existe una causa firme: según los valores del mundo actual, el capital es más importante que la mano de obra. Se han visto señales por todas partes, desde el crecimiento inaceptable de la desigualdad a la proporción decreciente de los salarios en el PIB. Todos debemos reflexionar sobre las implicaciones para la paz social y la estabilidad política, incluidos quienes se benefician de una ventaja actual.

Pero las cosas están cambiando. Muchos países emergentes y en desarrollo han demostrado una gran autonomía política al definir su respuesta a la crisis, con la mirada puesta en el empleo y la protección social, como defiende el Informe sobre Desarrollo Humano 2014
.
Las políticas que provocaron la crisis sobrestimaron la capacidad de los mercados para autorregularse; subestimaron el papel del Estado, la política pública y las normativas y devaluaron el respeto del medio ambiente, la dignidad del trabajo y las funciones de los servicios sociales y la asistencia pública en la sociedad. Llevaron a un modelo de crecimiento insostenible, ineficiente e injusto. Lentamente, hemos empezado a cerrar este ciclo político, pero no contamos con una alternativa predefinida preparada para ocupar su lugar.

Esto representa una extraordinaria oportunidad política y un reto intelectual para el sistema de las Naciones Unidas. La reunión en torno a una visión mundial creativa Post-2015 con Objetivos de Desarrollo Sostenible claros puede ser un primer paso hacia un nuevo ciclo de políticas públicas que analice cómo debería ser el mundo después de la crisis. Y fuera de las Naciones Unidas, tenemos que escuchar.

En muchas sociedades existe una gran desazón e inseguridad. Y por ello es tan importante la insistencia de este Informe en reclamar el papel del pleno empleo, la protección social universal y el camino hacia el trabajo decente. Se basa en el consenso existente en las grandes reuniones de Jefes de Estado y de Gobierno de la historia de las Naciones Unidas. En su cumbre de 2005, afirmaron que “Apoyamos firmemente una globalización justa y resolvemos que los objetivos del empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, en particular las mujeres y los jóvenes, serán una meta fundamental de nuestras políticas nacionales e internacionales y nuestras estrategias nacionales de desarrollo, incluidas las estrategias de reducción de la pobreza, como parte de nuestro esfuerzo por alcanzar los Objetivos de “Desarrollo del Milenio”. Por consiguiente, al menos sobre el papel, el compromiso está ahí en términos claros.

Permítanme concluir con un ejemplo de los cambios necesarios sobre los que creo que existe un consenso generalizado. Las inversiones sólidas en la economía real, grandes y pequeñas, con una importante capacidad de creación de empleo deben desplazar a las operaciones financieras del mando de la economía mundial. 

La expansión de los beneficios a corto plazo en los mercados financieros, que refleja un escaso empleo, ha desviado recursos del horizonte a largo plazo de lograr empresas sostenibles en la economía real. 

El mundo está repleto de liquidez, que debe convertirse en inversiones productivas mediante un marco regulador que vele por que las entidades financieras cumplan su función original de canalizar ahorros hacia la economía real. Asimismo, la ampliación de la participación salarial en el PIB dentro de unas tasas de inflación razonables aumentará la demanda real y servirá como fuente de crecimiento del desarrollo sostenible.

Hugo W. Arostegui


domingo, 30 de abril de 2017

Lo Mejor De Nosotros Mismos


Existen dos palabras que aunque parezcan que tienen sus respectivos ámbitos de actuación, caso de “innovar” y “crear” en el proceso de crecimiento y desarrollo de las organizaciones, no están tan distantes en cuanto a la configuración de la personalidad. Es más: existe una mutua dependencia, aunque con matices.

La innovación depende de la creatividad y esto es algo que se puede empezar a construir hoy mismo.

 Cuanto más innovadores seamos en la resolución de los problemas o al abordar los temas desde enfoques diferentes, saldrá a la luz lo mejor de nosotros mismos. ¿Por qué es importante este enfoque? Porque lo que impulsa la innovación es la creatividad. Y cuánto más libertad creativa tengamos mejor será el rol del que dispongamos en el proceso innovador.

¿Con qué intención te levantas por la mañana? ¿Eres de los que piensa que el mundo es un lugar lleno de posibilidades para desarrollarse y ser feliz?, o  ¿eres de los que piensa que es un valle de lágrimas, que todo está fatal, que tú no puedes hacer nada, etc…?

No vive lo mismo la persona que se enfrenta al mundo con la intención de sacar lo mejor de sí misma que la que, consciente o inconscientemente, decide ser víctima de las circunstancias y de los demás.
La primera vivirá la vida con intensidad disfrutando de cada momento y la segunda vivirá en constante dependencia de los demás.

La idea que uno tiene de sí mismo y de sus capacidades determinará lo que pueda ofrecer.

En cada persona hay un don que ofrecer al mundo y, desarrollarlo llena de sentido la vida. Una mente sin objetivos se entretiene  en pensar en círculos, dándole vueltas a todo, una y mil veces, y en emitir juicios constantemente.

Mucha gente no sabe qué es lo mejor que tienen ni qué podrían ofrecer de sí mismos. La verdad es que nos acostumbramos tanto a satisfacer las expectativas de los demás, de la sociedad, de lo que, suponemos que está bien o está mal, de lo que es aceptado o políticamente correcto, que nos hemos anulado y no vemos nuestras propias cualidades.

Todos podemos desarrollar ese potencial innato con el que nacemos.

Es esa actividad con la que nos sentimos a gusto, la que nos hace sentirnos útiles, a nosotros mismos y a los demás, eso que hacemos de una manera especial y que nos hace especiales. 

Nuestro don, ese regalo que podemos ofrecer al mundo, puede ser una palabra de consuelo en un momento oportuno, un buen plato de comida, una sincera ayuda al que lo necesita, una sonrisa o un servicio cualquiera ofrecido de corazón.

Para poder conectar con el propósito de la vida, tenemos que fijarnos en lo que hacemos y cómo lo hacemos y los sentimientos positivos que transmite. Hay que escuchar a nuestro corazón, sincerarnos con nosotros mismos y preguntarnos, “si yo tuviera la vida resuelta o si no importara el dinero, ¿cuál sería la actividad que me daría más satisfacción interna, la que podría hacer de mi mundo y del mundo en general, algo mejor?”

El poner nuestro ideal al servicio de la comunidad hace que aflore lo mejor de nosotros mismos.
Lo que obtengamos de la vida va a depender de lo que nosotros le demos a ella. Cuando damos lo mejor de nosotros mismos estamos haciendo que lo positivo florezca alrededor y eso revierte a nuestro favor.

Solo se trata de hacer florecer nuestras cualidades y compartirlas con los que están a nuestro alrededor.

Hugo W Arostegui

sábado, 29 de abril de 2017

:: Dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos…. ::


“Si la vida fuera siempre fácil, sería insípida.” – B.P. 

Robert Stephenson Smyth Baden-Powell of Gilwell o mejor conocido como Robert Baden Powell (o entre la raza, como “B.P.”) nació el 22 de Febrero de 1857, y fue el fundador de Movimiento Scout en 1907. Su Esposa, Olave St Clair Baden-Powell, Baroness Baden-Powell, GBE (o Lady Olave B.P.) quien sería la jefa Guía scout mundial posteriormente, nació algunos (solo algunos!) añitos después en la misma fecha: 22 de Febrero de 1889. Por tal coincidencia de fechas las Guías scouts del mundo celebran el Día Mundial del pensamiento. 

No voy a contar sus historias, ni tradiciones, ni nada por el estilo; solo dedico un espacio de mi blog para los fundadores los cuales son un gran ejemplo de vida. 

Carta de B.P. antes de morir:
Queridos scouts:
Si habéis visto alguna vez la obra “Peter Pan”, recordaréis cómo el jefe de los piratas siempre estaba pronunciando su discurso de despedida por temor de que cuando le llegara su hora no tuviera ya tiempo de compartirlo. Algo así me sucede a mí, y, aun cuando no me estoy muriendo en este momento, lo haré uno de estos días y quiero mandaros un mensaje de despedida.
Recordad, esto es lo último que oiréis de mí, por tanto meditadlo.
He tenido una vida muy dichosa, y quiero que cada uno de vosotros la tenga también.
Creo que Dios nos puso en este mundo maravilloso para que fuéramos felices y disfrutáramos de la vida. La felicidad no procede de ser rico, ni siquiera del éxito en la propia carrera, ni de concederse uno todos los gustos. Un paso hacia la felicidad es hacerse sano y fuerte cuando niño, para poder ser útil y así gozar de la vida cuando se es un hombre.
El estudio de la naturaleza os mostrará cómo Dios ha llenado el mundo de belleza y de cosas maravillosas para que las disfrutéis. Contentaos con lo que os haya tocado y sacad el mejor partido de ello. Mirad el lado alegre de las cosas en vez del lado triste.
Pero el camino verdadero para conseguir la felicidad pasa por hacer felices a los demás. Intentad dejar este mundo un poco mejor de cómo os lo encontrasteis y, cuando os llegue la hora de morir, podréis morir felices sintiendo que de ningún modo habréis perdido vuestro tiempo sino que habréis hecho todo lo posible. Así, estad “Siempre Listos” para vivir felices y morir felices: aferraos siempre a vuestra promesa Scout, aun cuando hayáis dejado de ser muchachos, y que Dios os ayude a hacerlo así.
Vuestro amigo,
Baden-Powell


“Dejen el mundo mejor de lo que lo encontraron”

viernes, 28 de abril de 2017

Autoagresiones


"Estos juegos de autoagresión indican cierto estado depresivo en los chicos y manifiestan la imposibilidad de expresar en palabras lo que les pasa"

Existen personas que se hieren o dañan a sí mismas de manera intencional, lo cual es un signo de sufrimiento emocional severo. Aquí conocerás razones que llevan a algunos jóvenes a autoagredirse y por qué es importante pedir ayuda.

Las personas que se autoagreden Ejemplos frecuentes de esta conducta son golpearse, cortarse, quemarse, rasguñarse, tirarse el pelo, arrancarse la piel. Otra forma de autoagresión es consumir alcohol en exceso o drogarse.

Casi siempre, las autolesiones son un signo de que la persona tiene un problema serio y padece un sufrimiento emocional severo.  

¿Con que frecuencia ocurre?
Es difícil saberlo, porque mucha gente mantiene sus autolesiones en secreto por la vergüenza que les da. Se dice que hasta 1 de cada 10 adolescentes podrían autolesionarse.

¿Por qué ocurre?
Existen distintas razones por las que una persona puede llegar a autoagredirse. Las autolesiones son una forma de reaccionar ante sentimientos muy intensos y desagradables. Algunos explican que se sienten desesperados y no saben a quién pedir ayuda y el autolesionarse les hace a sentir más en control. Para otros es una forma de aliviar sensaciones de rabia o tensión. Las sensaciones de culpa o vergüenza pueden también hacerse insoportables. Las autolesiones pueden ser una forma de auto castigarse o una forma de sentirse más vivo o conectado.

Las autolesiones son siempre preocupantes. Las personas deprimidas o con un trastorno alimentario, como la anorexia o la bulimia, tienen más riesgo de autolesionarse. También los que consumen drogas. Cuando se está en una situación de abuso, negligencia o rechazo, algunos tienen más riesgo de autolesionarse El desencadenante más común es una discusión con algún familiar o amigo cercano o alguna situación frustrante.

En situaciones extremas, incluso puede suceder que el joven se quite la vida en forma  accidental.

¿Por qué es necesario pedir ayuda?
Cualquier persona que se autoagreda necesita ayuda especializada de un psicólogo o psiquiatra. No sólo porque se está causando un daño, sino porque detrás de estas conductas hay un gran sufrimiento emocional que supera las capacidades que tiene la persona para hacerle frente. 

veces hay también enfermedades que necesitan un tratamiento específico, como la  depresión, los trastornos de la alimentación o las adicciones.


El Cuidado Del Cuerpo,

,

El cuidado del cuerpo y de la mente son cada vez más imprescindibles si realmente queremos disfrutar plenamente de buena salud a todos los niveles
.
¿Por qué decimos que es necesario el cuidado del cuerpo?

Porque en este mundo de prisas en el que estamos inmersos hemos de parar y tomar consciencia de nuestro cuerpo y de nuestra mente si queremos estar lo más sanos posible.

¿Qué entendemos por cuidado del cuerpo?
Por cuidado del cuerpo entendemos aportar equilibrio a todos los aspectos que afectan a nuestro equilibrio físico y emocional. Algunos aspectos básicos son:

Cuidar nuestra dieta o nutrición: es sin duda alguna una de las prioridades para nuestro organismo. Escoger una dieta equilibrada, lo más variada posible y que se amolde a nuestro clima, a nuestra constitución física y a nuestras necesidades nutricionales según nuestra actividad o requerimientos concretos.

El Cuidado del cuerpo relacionado con la actividad física: el hecho de que nuestro trabajo sea cada vez más sedentario y que nos desplacemos a todas parte en automóvil u otro medio de transporte hace que la mayoría de las personas necesiten practicar una actividad física extra como el deporte. La necesidad de descargar el estrés y estirar nuestros músculos hace, por suerte, que la gente vuelva a interesarse por el ejercicio físico.

Descansar lo necesario: parar de vez en cuando y simplemente no hacer nada es muy importante. 

La típica siesta española es un claro ejemplo de un remedio natural gratuito y de grandísima eficacia para nuestro cuerpo y mente. Dormir las horas adecuadas es básico si queremos sentirnos recargados de energía al despertar por la mañana.

Aprender a escuchar a nuestro cuerpo: cuando tenemos algún dolor, alguna enfermedad o nos sentimos mal debemos pararnos e intentar escuchar que es lo qué nuestro cuerpo trata de decirnos. A menudo quiere decirnos que no estamos descansando lo suficiente, que estamos tomando demasiados excitantes (café, alcohol, etc.) o que estamos comiendo de un modo desordenado o desequilibrado. Una vez interpretado el mensaje deberíamos decirle que no hace falta que se enferme que ya vamos a corregir ese “desajuste”. Un masaje, una siesta o una cena muy ligera pueden ser un buen regalo para este cuerpo tan sufrido.

Necesidad de relajarnos: el deporte es sin duda una buena fuente de descarga del estrés, pero aquella persona que siente que necesita aún más cuidado del cuerpo (especialmente de su sistema nervioso) puede encontrar ayuda en alguna de las muchas técnicas de relajación que hay hoy en día (Yoga, taichi, Sofrología, Método Silva, visualizaciones, etc.)


Sanar las emociones: la gente interesada en el cuidado del cuerpo ya sabe que sanar las emociones es quizá lo más importante ya que es uno de los “alimentos” que más nos nutren… o nos envenenan. Es muy importante, de vez en cuando, hacer balance de nuestras emociones e intentar resolver esos temas que tenemos pendientes con familiares, amigos, compañeros de trabajo o vecinos. 

La culpabilidad, la ira o el rencor son casi siempre un peso que nos impide caminar o avanzar en la vida. Compartir más tiempo con amigos y familia nos hace sentirnos queridos y disfrutar también de la posibilidad de poder expresarles a ellos lo que sentimos por ellos. No es suficiente en sentirlo. 

Al igual que a nosotros a los demás también les gusta oír que ellos también son especiales para nosotros.

Alimentar nuestro espíritu: levantarnos y respirar profundamente dando gracias por el nuevo día puede ser un modo bien simple de empezar la jornada con una mejor motivación. 

Es muy importante cultivar nuestro crecimiento interior tratando de ser un poco mejores cada día. Sentir que somos parte del planeta y del mismo equipo que el resto de la humanidad. 

Tener una visión más amplia del concepto de familia y tratar a los demás como nos gusta ser tratados nosotros mismos.

El cuidado del cuerpo es una obligación moral que tenemos con esa maravilla de la creación que hemos recibido que es nuestro cuerpo. Tratémoslo con el máximo de cariño ya que es nuestro vehículo y compañero inseparable..

Hugo W Arostegui


Estimulando La Esperanza


“La creatividad con calidad, la excelencia con integridad, las fuerzas inventivas y el valor de hacer las cosas bien y de hacer el bien se convierten hoy en un motor formidable”

El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos
porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer.”
Ernesto Sábato (La resistencia)

Atendiendo a la frase del célebre psicólogo Jean Piaget, quien considera que “el conocimiento es un sistema de transformaciones que se vuelven progresivamente adecuadas”, podemos deducir que la importancia de inculcar la esperanza en los niños, pese a que es uno de los valores que antes desarrollan, pero también de los que pueden desaparecer más rápido con su desarrollo.

Un niño es capaz de esperar un regalo día tras día y año tras año. El pequeño jamás pierde la esperanza cuando realmente desea algo. Ahora bien, según avanza en edad, si el joven se acostumbra a no conseguir nunca nada, también la acabará perdiendo, pudiendo este hecho traer consecuencias nefastas en su psique y desarrollo adecuado.

Resulta por tanto importante inculcar la esperanza en nuestros pequeños. Además, también es básico potenciarla, pues es un valor que no debe perder jamás. Esta es una misión que recae en progenitores, profesores y monitores.

No obstante, también es necesario recordar que no es bueno permitir que el pequeño acabe en actitudes en exceso ingenuas. Es decir, no se debe potenciar la esperanza del niño en conseguir una quimera, un sueño irrealizable o un acto imposible. 

Es necesario que la potenciación de los valores esté siempre apegada a la realidad si deseamos mejorar su calidad de vida y su desarrollo ponderado y adecuado.

Para aprender a inculcar y potenciar la esperanza de nuestros pequeños, nos vamos a basar en las teorías de uno de los psicólogos infantiles más importantes del siglo XX. Hablamos de Paulo Freire, que basa su pensamiento en una serie de premisas sencillas y muy útiles:

Estimulación: un detalle importante que permitirá que el niño siempre mantenga y potencie valores como la esperanza es la estimulación. Hemos de favorecer que el joven pregunte, sienta curiosidad por aprender y tenga interés por descubrir. Enseñarle a experimentar e ir siempre más allá para explorar sus límites es verdaderamente útil y adecuado.

Ejemplificacion: es complejo tratar de inculcar en el pequeño valores como la esperanza si no le servimos como espejo y ejemplo. 

Debemos transmitir al niño todo aquello que realmente deseamos que aprenda a través de gestos, palabras, comportamientos, etc.

“Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo”

-Paulo Freire-

jueves, 27 de abril de 2017

Distraídos

Los expertos aseguran que la capacidad para recordar cosas en períodos cortos de tiempo, tiene directa relación con las personas que permiten que su mente desvaríe en algún momento del día, especialmente cuando realizan tareas simples. A su vez, este tipo de memoria suele predecir la inteligencia y está demostrado que se relaciona directamente el coeficiente intelectual y áreas como la compresión lectora. Por eso aseguran que cuánto más dispersa es una persona, más probable es que ostente una alta capacidad intelectual.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores solicitaron a un grupo de personas que cumplieran determinadas tareas, pero que cuando vieran en su computador que habían recibido un nuevo email, apretaran un botón. Paralelamente, fueron interrogados constantemente para averiguar si estaban atentos a sus labores o si en realidad estaban pensando en otras cosas.

Cuando terminó el experimento, midieron la capacidad de memoria de trabajo de cada uno de los individuos y observaron que, increíblemente, las personas que dejaban su mente volar mientras hacían sus tareas, recordaban mejor todo lo sucedido durante la actividad. 

miércoles, 26 de abril de 2017

Sostener


Tener encima o sujeta una cosa de manera que no se caiga o se tambalee.
Mantener o defender una idea, teoría, opinión, o una actitud, sin variarla.

La mejor forma de darle apoyo emocional a alguien durante una conversación es escuchar atentamente lo que dice sin interrumpirle. 

Escuchar, sin ofrecer soluciones, consejos no solicitados ni contarle tus propias historias relacionadas con lo que está diciendo. Ser paciente, no proyectar tus miedos personales sobre la otra persona: esa persona no eres tú. 

Abrir el corazón. Darle tiempo al otro o a la otra para que a medida que vaya hablando esa persona pueda encontrar lo que de verdad le pasa y sus propias soluciones y a su tiempo.

Quizás no en esa conversación, pero puede ser que en alguna otra, más adelante. Las soluciones siempre llegan. Cuando te toque hablar a ti, sé compasiva/o. No te dejes arrastrar ciegamente ni por la tristeza ni por la euforia de la otra persona.

Equilibrio sabio y muy cálido. La mejor forma de apoyar y de acompañar es no juzgar (no hacer juicios ni buenos ni malos). Un buen abrazo ayuda mucho. Esto vale también para los hijos y las hijas, a quienes a menudo apabullamos con nuestros discursos sin haberlos escuchado, realmente escuchado.

Con el apoyo emocional me refiero a la capacidad de hacerle sentir al usuario querido, escuchado, útil y poder proporcionarle cierto “bienestar”.

A veces no tenemos las técnicas o habilidades que deberíamos como profesionales que tratan con personas. Existen diferentes tipos de apoyo social; el emocional se compone de la empatía, el cuidado, la confianza…  a veces es el más importante, y el que más necesita una persona.

No somos Psicólogos, pero debemos saber manejarnos ante ciertas situaciones y si no sabemos, debemos trabajarlo y desarrollar esas herramientas. La mejor ayuda que podemos dar es escuchar su dolor: emociones como la tristeza, 

la soledad o la culpa por sentir están muy presentes en los usuarios a los que atendemos. Lo importante es que puedan descargar su dolor.

Hugo W Arostegui


martes, 25 de abril de 2017

Cuando Servimos


El valor de ser servicial, es el valor de sentir el amor y la disposición de ayudar a otros cuando nos necesitan, de darle una mano a quien la pide a gritos.

Ser una persona servicial, es pensar en los demás y en su bienestar, y más que eso, es idear la manera de ayudarlos a que sean felices y motivarlos a lograr sus sueños.

Dejamos de pensar que "siempre me lo piden a mí". Observemos cuantas veces nos negamos a servir, seguramente muchas y muy frecuentes.

Las personas serviciales solo tienen como interés sentirse bien con los demás y sobre todo con ellas mismas, al saber que están dando de lo que tienen, para provocar sonrisas y bienestar en los que están a su alrededor.

Servir implica ayudar a alguien de una forma espontánea, es decir adoptar una actitud permanente de colaboración hacia los demás. Una persona servicial supone que traslada esta actitud a todos los ámbitos de su vida: en su trabajo, con su familia, ayudando a otras personas en la calle, cosas que aparecen como insignificantes, pero que van haciendo la vida más ligera y reconfortante.

Es posible que recordemos la experiencia de algún desconocido que apareció justo cuando necesitábamos ayuda, que luego después de ayudarnos, se perdió y no supimos nada más.

Las personas que son serviciales están continuamente atentas, observando y buscando la oportunidad para ayudar a alguien. Siempre aparecen de repente con una sonrisa y las manos por delante dispuestos a ayudar, en todo caso, recibir un favor hace nacer en nuestro interior un profundo agradecimiento.

Todo esto nos lleva a una conclusión: esperar a recibir atenciones tiene poco mérito y cualquiera lo hace, para ser servicial hace falta iniciativa, capacidad de observación, generosidad y vivir la solidaridad con los demás, haciendo todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, viendo en los demás a su otro yo.


Hugo W Arostegui