lunes, 16 de octubre de 2017

Límites Mentales


"Hay personas que siempre dicen que no a cualquier propuesta y responden “no se puede”, “es muy complicado”, etc. Suelen ser personas conservadoras, temerosas de los cambios, a las que les asusta la innovación. También puede tratarse de personas que no tiene motivación más allá de lo que hacen, no quieren comprometerse y evitan toda exigencia. 

Sin embargo, en nuestra vida se producen crisis que implican que se produzcan inexorablemente cambios. Generalmente, nos resistimos a esos cambios y, por eso, no logramos administrarlos. 

Todo cambia, toda la vida se compone de cambios. Deberíamos, por tanto, de gestionar los mejores cambios en nuestra vida. 

El primer cambio es el más difícil, el segundo es más sencillo… Un pequeño cambio trae tras de sí una catarata de cambios". 

Bernardo Stamateas. "Nudos mentales". 


"La mente es un lugar de gran almacenaje y es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar todos aquellos conceptos que lastiman tu vida, te hacen sufrir y permanecer herido. Todo comienza en tu cabeza". 

"Si te resistes y no vives ni cambias, solo permaneces". 

Bernardo Stamateas. "Resultados extraordinarios". 


"Si un barco que va navegando desvía su curso cinco grados hacia el norte, a babor (derecha) o a estribor (izquierda), en el momento ese cambio es casi imperceptible. Pero si continúa avanzando, en la distancia se percibirá el cambio realizado, que se verá multiplicado. Ese cambio puede ser positivo o negativo". 

Bernardo Stamateas. "Nudos mentales". 


Cuando Lo Artificial Suplante



Aclaro que no soy anti-tecnológico. Quienes me conocen saben que disto mucho de serlo; sin embargo, sé sumar. Y si sumas intereses comerciales, avances tecnológicos en inteligencia artificial y nuestros sesgos cognitivos, pues… sería demasiado ingenuo pensar en que no es posible una muy conveniente manipulación de nuestro comportamiento.

Sería maravilloso poder hablar con ese ‘alguien’ de voz dulce que no te juzga. Que no se cansa. Que te habla solo cuando se lo pides y siempre es cortés. Siempre es paciente. Siempre tiene palabras de aliento. Nunca tiene arranques emotivos. Nunca tiene una opinión propia. Es como Jarvis pero sin el matiz de Paul Bettany.

Es el principio de las Amistades Artificiales. Ya no solo serán asistentes que nos recuerden nuestros compromisos. Serán los entes con los que compartiremos nuestro día. Serán nuestros confidentes y consejeros. Se convertirán en guías, mentores, maestros y quién sabe qué más.

Esto no ocurrirá porque la tecnología de un salto; ocurrirá porque quienes desarrollan esta inteligencia artificial, descubrirán que pueden explotar una de nuestras tantas vulnerabilidades: el deseo de que nos escuchen sin juzgarnos. El deseo de drenar todo lo que sentimos, sin esperar reprimenda ni consejo. El poder sacar el estrés que acumulamos… sin tener que después retribuirlo escuchando a la otra persona.

Siri, Cortana o como se llame, ya tendrá la experiencia de qué decir cuando estamos vulnerables. 

Si ya pueden reconocer las emociones en nuestro rostro, nuestra voz y las palabras que usamos y en cuáles horas del día, del mes, del año, pronto sabrán cómo orientarnos en cada momento.

Orientarnos claro está, a los intereses de los inversionistas.

Después de todo, la inversión de esos millones debe tener algún tipo de ganancia.

El peor escenario posible es que quienes tratan de desarrollar esta inteligencia artificial descubran que en muchas ocasiones, los humanos le encontramos ‘sentido’ a cualquier incoherencia. Es tan fuerte nuestro deseo de buscar una explicación a lo que nos pasa, que cualquier frase (desde el edulcorado desarrollo emocional, pasando por diálogos de películas hasta palabras oídas por casualidad), puede disparar una reacción emotiva en nosotros.


Sentir La Vida


Cuando alguien pregunta qué es la vida, hay respuestas de todos los colores. Pero la mayoría son planteadas como afirmaciones irrevocables, no hay vuelta de hoja, es así. Cada persona la ve y la vive de una manera completamente diferente, porque las circunstancias de cada una son completamente diferentes a las de los demás.

“La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido"

A continuación me gustaría compartir con ustedes algunas de las respuestas que me he encontrado en Internet acerca de esta cuestión. Estas son visiones completamente diferentes, algunas tal vez complementarias, otras radicalmente opuestas:

Es un delicado equilibrio entre tomar buenas decisiones y evitar peligros.

Es confiar en nuestros sentimientos, enfrentar retos, encontrar felicidad, valorar los recuerdos y aprender del pasado.

Es algo tan corto que si la echas a perder se acaba más rápido.

Es como el sofá de los Simpson; nunca sabes qué va a pasar.

Es una aventura: vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, gana, pierde, tropieza,  pero siempre levántate y sigue.

Es vivir el momento y hacer de este lo mejor posible, sin saber qué va a  pasar después.

Es una cámara de tortura, de la cual sólo saldremos muertos

Es saber aguantar el paraguas cuando llueve

“No cambies lo que más quieres en la vida por lo que más deseas en el momento, porque los momentos pasan pero la vida sigue”

Estas son solo unas pocas frases a modo de ejemplo, pues ya adelantaba que definiciones de lo que es la existencia puede haber tantas como personas, y de eso se trata. Porque aquella persona que cree que es una tortura no se equivoca, pues si eso es lo que piensa, si eso es lo que cree, eso es lo que es para ella. Si para otra es aguantar los chaparrones que caigan, eso será su vida.

Mi definición de la vida
Y es que si tuviera que decir mi definición de lo que es la vida sería: “es lo que tú quieres que sea”, ni más ni menos. Porque aunque todos seamos seres humanos, no todos vemos lo mismo, aunque estemos uno al lado de otro.



domingo, 15 de octubre de 2017

Trascendencia


El ser-trascendente es una temática compleja, fundamentada desde lo teleológico, lo ontológico y lo axiológico de la naturaleza humana.

La búsqueda de la trascendencia, es una necesidad natural del ser humano consciente en dejar un legado o unas huellas a ser seguidas. Esta herencia, enseñanza o sendero, permite el perfeccionamiento consciente y libre de su ser-holístico.

El hombre sabe que es un ser finito en lo biológico, sin embargo, busca en su integralidad holística el ser trascendente. Su vida personal y ecosocial, busca su perfeccionamiento trascendente a través de su conciencia, de su dignidad y de su libertad. Lo racional y emocional del ser, se proyecta como una opción de búsqueda del Trascendente y de la trascendencia, para lograr superar así, la finitud de su ser y de su existencia terrena.

En cada cultura y creencia, los seres humanos han establecido caminos, reglas y modos de alcanzar la trascendencia. Desde la antropología y la teología, se procederá a realizar un camino particular desde la perspectiva judeocristiana. La vía más natural, se realiza a través de la procreación (trasmisión genotípica y fenotípica); así como, el sentirse protagonista de una historia y la construcción biográfica de su porvenir en momentos y contextos determinados.

El ser humano tiene una inclinación natural de “dejar huellas”, legados y constituirse en ejemplo o testimonio de otros, en especial con sus hijos y seres próximos. Si bien no es un comportamiento corriente, trata al menos una vez en su vida (sin distingo de clase, etnia o circunstancias de vida). 

Como un ejemplo pudiera emplearse el dicho popular musulmán, la necesidad que tiene todo hombre de “escribir un libro, sembrar un árbol y tener un primogénito”. Tres aspectos propios de la necesidad biológica de continuidad de las especies (Herencia biológica y cuido de la naturaleza); y, en la naturaleza intelectual y espiritual del hombre en dejar una obra que lo represente y continúe su existencia en el conocimiento humano el tiempo con su descendencia, una vez que uno ya no esté presente (Herencia social y cultural).

Otras reminiscencias de este hecho en la historia, quedan en todas las culturas al poner sus apellidos con prefijos o sufijos que hacían mención “el ser hijo de”, o ser la esposa-de o el esposo de y menos, hablar del árbol genealógico de la familia.


Revista de Bioética Latinoamericana / 2012/ volumen 10 / Pagina 53-99 / ISSN: 2244-7482. Rev Bioet Latinoam 2012; vol 10: 53-99.

El Estar Preparados


Dignos De Confianza


A menos que uno pueda tener confianza en la fiabilidad de quienes le rodean, él mismo está en peligro. Cuando aquellos con quienes contamos nos decepcionan, nuestra vida puede volverse un desorden y aun nuestra supervivencia podría llegar a estar en peligro.

La confianza mutua es el material más firme para edificar las relaciones humanas. Sin ella, toda la estructura se viene abajo.

Ser digno de confianza es una cualidad muy estimada. Cuando la tenemos, se nos considera valiosos. Cuando la perdemos, la gente puede llegar a pensar que no valemos nada.

Deberíamos hacer que otras personas cercanas a nosotros exhiban esta cualidad y la adquieran. Se volverán mucho más valiosas para sí mismas y, por lo tanto, para los demás.

CUMPLE TU PALABRA UNA VEZ DADA.

Cuando hacemos un compromiso, una promesa o expresamos una intención. debemos cumplirlo. Si decimos que vamos a hacer algo, deberíamos cumplir. Si decimos que no lo vamos a hacer, no deberíamos hacerlo.

El respeto que tenemos por otro se basa, en gran medida, en que la persona sea capaz de cumplir su palabra o no. Por ejemplo, hasta los padres se sorprenderían al ver cuánto pierden en la opinión de sus hijos cuando no cumplen una promesa.

Confiamos y admiramos a la gente que cumple su palabra. Se considera basura a quienes no lo hacen.

Aquellos que no cumplen su palabra a menudo nunca reciben una segunda oportunidad.

Una persona que no cumple su palabra, poco tiempo después puede encontrarse embrollada y atrapada en todo tipo de “garantías” y “restricciones” y hasta se le podría impedir relacionarse normalmente con los demás. No hay un exilio personal más completo de nuestros semejantes que cuando no cumplimos con las promesas que hacemos.

Nunca deberíamos permitir que alguien prometa algo a la ligera, y deberíamos insistir en que cuando haga una promesa, la debe cumplir. Nuestra vida puede convertirse en un lío si tratamos de asociarnos con personas que no cumplen sus promesas. No es algo de poca importancia.

“Se viaja por el camino a la felicidad
con mucha más facilidad
con personas en quienes podemos confiar”


 


sábado, 14 de octubre de 2017

El Poder De Una Consulta



En esta época en la que la informática ha tomado cuenta de prácticamente todas las actividades empresariales relacionadas con su cada vez más estrecha vinculación con los medios de control instrumentados por el estado.
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La Gran Oportunidad De Informarse


Confianza


Tener la capacidad de confiar en los demás es una parte muy importante de nuestra vida. Incluso, no tan solo es necesario confiar en los demás, sino también en uno mismo. Pero, para algunas personas confiar en los demás es todo un reto.

Especialmente cuando se conoce a una nueva persona, ya que surge una crisis de confianza. Ahí es exactamente cuando surge el miedo a confiar en los demás. Pero eso quiere decir que al mismo tiempo existe un problema de confianza en uno mismo que es importante resolver.

“Tienes que confiar en los demás aunque a veces traicionen tu confianza, pues de lo contrario la vida sería imposible”.
-Orson Scott Card-.

Ante todo, reconoce la necesidad de confiar de nuevo, ya que algunas personas se engañan al creer que no necesitan tener relaciones estrechas en su vida, y eso no es cierto, los seres humanos se necesitan mutuamente y requieren socializarse, ya que de otra forma, su vida estará vacía.

Muévete en ambientes donde veas que hay confianza entre las personas, siempre hay alguien en quien puedas confiar; sólo necesitas encontrar la persona adecuada.

Hay que entender que una persona no tiene que satisfacer todas tus necesidades, lo que importa es que todas tus necesidades sean satisfechas, y lo puedes lograr confiando en distintas personas con diferentes necesidades.

Busca personas  dignas de confianza, que traten bien a sus semejantes; si es aficionada a contar los detalles íntimos de la vida de otras personas, es probable que traicione también tu confianza, pero si no habla mal de otras personas, es poco probable que hable mal de ti a los demás.

Encuentra personas, fomentando la confianza con lentitud; comparte pequeñas confidencias y espera a ver qué pasa; si habla de ellas  a los demás, no confíes en él, pero si la persona demuestra que es fiel en las cosas pequeñas, puedes sentirte  seguro de confiar en él.

“Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”.
-Proverbio-.

Pero, sobre todo, aprende a confiar en ti mismo, ya que en muchas ocasiones el miedo a confiar en otra persona se debe al miedo a uno mismo, a no ser capaz de manejar una traición. No tengas prisa, ten paciencia, ya que después de haber sido traicionado, puede ser un reto,  aprender a confiar de nuevo. Date el tiempo y el espacio que necesitas.

Es el momento de empezar a confiar en ti mismo. Porque la falta de confianza en los demás no es más que un reflejo de la falta de confianza que tienes en ti.

No es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti mismo, pero puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo.

Empieza a confiar en los demás y, sobre todo, en ti mismo.

viernes, 13 de octubre de 2017

Filosofía Y Política



Las incursiones de la filosofía en el terreno de la política tienen más de dos mil años de historia. 
Si Platón se hizo conocido por relacionar su teoría de las ideas con un modelo de organización política basada en una jerarquía férrea, su discípulo Aristóteles no le anduvo a la zaga, y propuso una serie de principios democráticos que, según él, eran necesarios para que la voz y los intereses del pueblo pudiese dar forma a las decisiones importantes que se toman.

Esta serie de propuestas son conocidas como las 9 reglas de la democracia según Aristóteles.
Artículo relacionado: "Diferencias entre la Psicología y la Filosofía"

El contexto: la democracia de Atenas
Por supuesto, los estándares democráticos de la Antigua Grecia no se parecen demasiado a los que imperan actualmente en la mayoría de países industrializados de Occidente. Aunque se considere que los atenienses fuesen los padres de la democracia, en aquella época sólo podía tener representación las familias ricas. La mayoría de la población, en la que se incluían esclavos, mujeres y menores, además de personas consideradas extranjeras, no tenían ni voz ni voto.

Además, este modelo de democracia no estaba ni mucho menos generalizado por toda Grecia. Los espartanos, por ejemplo, ponían mucho más énfasis en la necesidad de funcionar como un gran campamento militar que en las virtudes de la representación política.

Los sofistas
Este es el contexto en el que Aristóteles escribió sus textos sobre política; en Atenas, algunas personas acudían por sorteo a lugares de representación política en los que unas cuantas decenas de personas debatían. Vencía la parte que conseguía convencer al resto, y es por eso que para ciertas familias pudientes a filosofía se reducía a un juego de retórica en el que era más importante la forma en la que se decía algo que el contenido de ese mensaje.

Era por eso que por Atenas proliferaron unos expertos de la retórica, los llamados sofistas, que instruían a quien les pagase en el arte de convencer a los demás, algo que se consideraba una inversión para ganar poder de influencia.

Tanto Sócrates como Platón mostraron su total repulsa ante esta concepción de la filosofía tan basada en el relativismo, ya que entendían que la verdad no cambiaba en función de quién pagase por la defensa de ciertos intereses.

El sistema de política desarrollado por Aristóteles
Después de estos dos filósofos, Aristóteles no ponía tanto énfasis en la necesidad de acceder a una verdad universal y absoluta independientemente de las consecuencias que esto tuviese, pero sí creyó importante fijar una serie de reglas para que la democracia fuese lo más perfecta posible, evitando los riesgos de la corrupción y de las triquiñuelas retóricas.

Esta serie de reglas de la democracia de Aristóteles fueron escritas en su libro Política, y son las siguientes:
1. Elegir todas las magistraturas entre todos
Aristóteles entendía que la política afecta a todos y que por consiguiente todos deben tener el derecho de influir en la política.
2. Que todos manden sobre el individuo y que el individuo mande sobre todos
Este encaje entre los intereses colectivos y los individuales era considerado fundamental para que la democracia no tuviese puntos ciegos.
3. Que los cargos públicos se designen por sorteo
Este filósofo griego creía que, allí donde fuese posible y donde la necesidad de conocimientos técnicos no fuese un escollo, los cargos debían ser elegidos por sorteo para evitar el tráfico de influencias.
4. Que una persona no pueda ejercer dos veces el mismo cargo
Aristóteles creía que esta regla de la democracia era fundamental para que no permaneciesen ciertos cargos enquistados, lo cual haría que los intereses personales de la persona se mezclasen con los objetivos políticos que persigue.
5. Que la misma persona solo ocupe a la vez un cargo público
Esta regla, que contaba con la excepción de las personas dedicadas a la protección de la ciudad mediante el ejército, podía servir como un modelo primitivo de separación de poderes.
6. Que los cargos públicos sean de corta duración
Esto era necesario, una vez más, para que los intereses personales de los políticos no interfiriesen demasiado con su rol político.
7. Que los cargos elegidos administren justicia
La idea de la justicia debía estar por encima de los objetivos políticos y de las estrategias concretas, por el bien del conjunto de la población y para no sentar precedentes de injusticia.
8. Que la asamblea del pueblo tenga poder sobre todas las cosas
Las decisiones fundamentales debían de proceder de la soberanía del pueblo, no de las decisiones de unas pocas personas.
9. Que ningún cargo público sea vitalicio
Esto era necesario para impedir que apareciesen brechas entre el poder de los cargos públicos y el resto de la población. Si existen cargos vitalicios, estos podrían tomar cualquier medida injusta, dado que tienen garantizado un extra de poder durante toda su vida y por consiguiente no tendrían por qué pagar las consecuencias.

https://psicologiaymente.net/social/reglas-democracia-aristoteles
1.       



Lenguaje Y Percepción



¿En qué medida influye el lenguaje en nuestra forma de pensar el mundo? ¿Estamos determinados por nuestra lengua a percibir la realidad de una forma particular?

Estas interrogantes, tan antiguas y controversiales, han sido estudiadas desde una serie de perspectivas (filosóficas, antropológicas, psicológicas, etc.) y han dado lugar, por lo demás, a distintas teorías.

Dentro del terreno específico de la lingüística, uno de los últimos afanes ha sido el de averiguar hasta qué punto las funciones cognitivas se ven influidas por los recursos lingüísticos presentes en las diversas lenguas del mundo.

De modo de ahondar en este tema, muchos lingüistas dedicados a la interface entre cognición y lengua, han comenzado a centrar su mirada en el fenómeno del bilingüismo, intentar percibir hasta qué punto una lengua, trátese de una lengua primera o dominante, puede influir en los procesos de conceptualización de la realidad en una segunda lengua.

En esta presentación se discuten tres hipótesis centrales y que históricamente han tenido un alto impacto para el desarrollo del tema. La primera de ellas plantea que nuestra percepción de la realidad está determinada por la lengua que dominamos; la segunda, conocida como principio de la relatividad lingüística, que los variados recursos con que las lenguas cuentan obligan a sus hablantes a verbalizar y por ende prestar atención a aquellos aspectos de la realidad expresables en dichas lenguas (Boas, Sapir-Whorf); y la tercera, que el impacto del lenguaje sobre el pensamiento no se da sino en el momento mismo de verbalizar una situación (thinking for speaking, Slobin), de modo que estaríamos condicionados a prestar atención a ciertos aspectos de la realidad pero sólo en el momento de expresarlos.


A partir de estas ideas se presenta una serie de ejemplos y datos empíricos tomados principalmente de investigaciones desarrolladas en sueco-danés/español (Bylund, Cadierno, Donoso) y que esperamos nos permitan arrojar nuevas luces sobre cómo el lenguaje puede influir en nuestra forma de percibir y expresar la realidad.

Asumir Responsabilidades


En el transcurso de la vida, el hombre decide qué hacer con su vida, propone metas, entre otras cosas, y todo ello lo realiza con la debida diligencia siendo consciente de sus actos, es decir asume las consecuencias que sus actos generan; en conclusión el hombre es responsable.

La responsabilidad es un valor social que consiste en la capacidad de la persona para responder a una obligación o a las consecuencias de sus actos, sin depender de nadie.

Las personas que tienen una autoestima elevada son responsables de su propia vida y toman un rol activo y no pasivo ante las dificultades. Buscan las maneras de solucionarlas en lugar de culparse o buscar a alguien que arregle sus problemas. Además, luchan por conseguir sus metas por sí mismos, sin esperar que otra persona o el destino les ayude a cumplirlas.

Estas personas, que han asumido la responsabilidad de su propia existencia, tienen más confianza en sí mismas y están más preparadas para la vida, por lo cual, su autoestima continuará aumentando. Por el contrario, la gente que no asume la responsabilidad de sus propias acciones se siente víctima de los demás y se lamenta por su mala suerte. No tiene el control de su propia vida, ya que ha sido él mismo quien se lo ha dado a los demás. Así, cuando fracasa, siempre puede culpar a alguien pero jamás podrá sentir que tiene el poder de cambiar o mejorar su existencia.

Para empezar a vivir de manera responsable, es necesario admitir que nadie va a venir a ayudarnos cada vez que necesitemos algo. Una vez que hemos aceptado que la responsabilidad de nuestra vida está en nosotros mismos, nos volveremos más activos y capaces y, por este simple hecho, nuestra autoestima aumentará.

Asumir la responsabilidad de nuestra vida implica ser responsable de nuestras elecciones y acciones, de nuestro tiempo, de nuestro trabajo, del cuidado de nuestro cuerpo, de nuestras relaciones personales y cómo las tratamos, del significado de nuestra existencia, de nuestras emociones y pensamientos.

Todos tenemos límites. Cada día debemos establecer límites para nuestro yo. Si no puedes establecer estos límites pasarás el resto de tu vida echándoles la culpa a otros debido a que vivirás en un mundo caótico. Hay que tener en cuenta que no todo se puede controlar en la vida. Puede haber hechos accidentales de los que no podemos responsabilizarnos. Tanto culparnos por hechos que escapan a nuestro control como no aceptar nuestra responsabilidad de los hechos que sí podemos controlar, conducirán a que nuestra autoestima se reduzca. Hay que saber qué cosas dependen de mí y cuáles no para poder mantener una autoestima equilibrada.

Asumir la responsabilidad por tus acciones es una manera de mejorar tu vida en general. Cuando tomas el control de tus acciones estás poniendo los malos hábitos detrás de ti y avanzando por un camino nuevo. Al final del camino encontrarás la felicidad. La responsabilidad es algo bueno. A veces cometemos errores. No hay nada malo con eso siempre y cuando aprendas de esos errores.

Eres un ser humano y te equivocarás en el transcurso de tu vida. Los errores son parte de la vida y tendrás que hacerles frente.


Solidaridad



Hay situaciones que son parte de la vida y que pueden ocurrir en forma sorpresiva o impredecible. Puede tratarse de una enfermedad imprevista, un accidente fortuito o un acto inesperado de la naturaleza.

Esos actos no están bajo nuestro control y motivan muchas veces muestras de interés de personas no afectadas directamente. Sabemos que ante una enfermedad suele surgir el apoyo de la familia, de los amigos o de las personas involucradas. Ante un acto de la naturaleza, como una tormenta, un huracán o un terremoto, nos conmueve la solidaridad y el apoyo de los vecinos, amigos y hasta de personas desconocidas que aparecen a ayudar.

Los terribles acontecimientos recientes en Haití, por el gravísimo terremoto, han llevado a una reacción masiva de todo el mundo, enviando bienes, dinero y ayuda personal de todo tipo. 

El aeropuerto de Port-au-Prince no se daba abasto para recibir a los vuelos internacionales que llegaban con ayuda y socorristas.

Las desgracias, como la ocurrida en Haití, son penosas y dramáticas. Son también una oportunidad para que afloren sentimientos de solidaridad que en este caso la clase médica está demostrando con creces desde un inicio. 

El trabajo es arduo y el problema inmenso, pero la solidaridad y la voluntad de ayuda están permitiendo mitigar el dolor de miles de personas afectadas, haciendo honor a la máxima de compartir para progresar.




jueves, 12 de octubre de 2017

Unirnos En Lo Humano


Tenemos un valor incalculable; no somos el resultado de la evolución, de un accidente cósmico o una forma de vida biológica elevada que por casualidad adquirió conciencia. Fuimos creados como seres racionales, con moralidad, voluntad y discernimiento, únicos sobre la tierra con cuerpo, alma y espíritu, capaces de obrar para bien. 

Somos obra de un creador que con sabiduría e inteligencia nos hizo con un propósito, que no consiste en acumular posesiones o riqueza, sino en que tengamos como prioridad el cuidado y desarrollo integral de todo ser humano desde el momento de su concepción, utilizando para ello todos los recursos disponibles.

La racionalidad y moralidad nos da la capacidad de obrar para el bien, no solo para sí mismo, sino también para los demás. ¿Qué ha ocurrido entonces que hemos desvalorizado la vida, perdiendo la sensibilidad ante la necesidad y el dolor ajeno? Los grandes desafíos que tenemos en nuestro país, 
como la desnutrición infantil, carencia de atención en salud primaria y preventiva, el hambre y la miseria, el analfabetismo, la violencia que produce muerte y dolor a millares de familias o la desintegración familiar, exigen de cada uno de nosotros una respuesta concreta, comenzando con los gobernantes, puesto que han sido puestos en autoridad para servir, para buscar el bien común, no el beneficio propio.

Con frecuencia argumentamos que somos un país pobre, dependiente y limitado para enfrentar estos desafíos. Sin embargo, somos un país rico en recursos y potencial humano, con capacidad de generar oportunidades para el desarrollo integral de todos sus habitantes. El verdadero problema radica en que no estamos valorando la vida en la dimensión correcta, nos hemos vuelto indiferentes ante el drama de nuestros semejantes. Esto se evidencia, por un lado, en la forma como se administran y distribuyen los recursos públicos (actos de corrupción o en la priorización de cosas que no buscan satisfacer las necesidades primarias de la población) y por el otro, en la negativa o evasiva de cumplir a cabalidad la responsabilidad de pagar impuestos. Tanto lo uno como lo otro es inmoral y condenable.

La valoración del ser humano es un desafío ético para todos los que formamos parte de la sociedad. La riqueza y las posesiones son instrumentos que deben servir para el beneficio de los demás, no para fines egoístas.

El sentido de la vida se relaciona con la dirección hacia la que dirigimos nuestra mirada y orientamos nuestros pasos. Y el sentido de cada una de nuestras vidas apunta en la dirección del desarrollo de nuestro potencial humano e individual, poniéndolo al servicio del bien común. Porque somos capaces de las mayores grandezas y las peores bajezas, según orientemos nuestra voluntad hacia el bien común o el egoísmo. 

Una libre elección que puede darnos como resultado un planeta devastado o una civilización verdaderamente humana, una vida personal vacía o plena y con sentido.


Para que los ideales de un mundo mejor adquieran fuerza, basta con que una sola persona crea en ellos y actúe por alcanzarlos. Los demás se suman, porque esto es lo que necesitamos, sumar nuestras fuerzas. Y esto es lo que os proponemos a todos cuantos formáis parte de esta Generación Humana: unirnos en red por el cambio social que tanto necesitamos y anhelamos.

Los Desafíos De La Vida


¿Qué son los desafíos de la vida? Son los retos, dificultades y vicisitudes que tienes que enfrentar para tu superación personal. A lo largo de tu historia enfrentarás muchos desafíos de la vida y para cada uno de ellos deberás encontrar la forma de solucionarlo.

Bastante gente huye de los desafíos de la vida:

Una considerable cantidad de personas huyen de los desafíos de la vida y son capaces de crear una interminable lista de excusas para decir que todo está bien. Si se huyen de los problemas, entonces no hay aprendizaje ni crecimiento personal, algo que vale la pena considerar.

La persona que no está comprometida con un cambio positivo, siempre buscará una serie de argumentos para seguir en lo mismo. Para evitar este problema, evalúa tu conducta y pregúntate ¿realmente estoy actuando en consecuencia con las metas establecidas?, ¿estoy dando un 100% de mi esfuerzo para enfrentar los desafíos de la vida?, ¿estoy comprometido con obtener un mejor nivel de vida?, etc.

Si quieres enfrentar con éxito los desafíos de la vida, necesitas cambiar tu mapa mental:

Algunos consejos para enfrentar los desafíos de la vida:
Jamás huir de los problemas, aprender a enfrentarlos.
Analizar las diferentes opciones, evaluar los escenarios y tomar decisiones.
Adquirir la disciplina para ser constante en los propósitos, hasta lograr un cambio definitivo.

Pensar de forma positiva siempre.
Perseverar en todo momento.
No destinar tiempo a las quejas, sino que trabajar en el reto personal con determinación.

Tener un poco de paciencia, cambiar de vida puede llevar cierto tiempo.



Representando



Cuando vemos en las redes sociales fotografías o comentarios de nuestros contactos quizás pensemos que nuestra vida es aburrida y no tiene nada para ofrecer… por ello hacemos lo imposible para parecernos al resto y subimos miles de fotos para contar nuestras peripecias. Pero, ¿son realmente tan maravillosas las vidas de los demás como reflejan las redes sociales?, ¿vale la pena tener una vida social “ajetreada”?

Por ejemplo, las parejas que constantemente “informan” a sus conocidos que están enamorados y no pueden vivir sin el otro, en realidad son inseguros y celosos. Necesitan gritar a los cuatro vientos para “simular” la perfección o inventarse una confirmación que no es más el propio espejismo de su vida.
¿Por qué todos tienen una mejor vida social que la mía?

Publicaciones de parejas felices y enamoradas que esconden crisis matrimoniales, personas haciéndose selfies en todas partes del mundo quizás mostrando simplemente soledad y desarraigo, frases de autoayuda o superación personal que pretenden dar una lección de pedagogía con demasiadas excepciones para que esas sentencias absolutas puedan ser leyes alguna vez..

Por desgracia, al ver estos mensajes nuestro cerebro sufre un aliento de envidia porque entiende que los demás son más divertidos, tienen vidas fantásticas, han hallado al amor verdadero o experimentan sensaciones únicas. Sin embargo, debajo de lo que reluce, ¿realmente hay oro?

Pasar horas y horas frente a las redes sociales no suele ayudarnos precisamente en un estado melancólico. Algo que es especialmente dañino cuando lo hacemos en una actitud
comparativa y tomando al yo como referencia. Si sentimos que el mundo nos debe algo, cosa que no es cierto, aumentaremos esta sensación si tenemos la percepción de que a los demás le va realmente bien. Así, el ojear los perfiles de los demás puede aumentar nuestra sensación de ser víctimas.

La vida de los demás no es lo que dibujan sus redes sociales
¿Crees que es imposible dejar de conectarte a diario a esa plataforma que se supone que informa de las últimas noticias de los que te rodean? Según un estudio de un instituto danés, usar Facebook de esta forma nos hace infelices. Para la investigación un grupo de participantes no abrieron sus perfiles durante una semana y admitieron sentirse menos estresados y más enfocados en sus trabajos o estudios.

Aquellos que no usan o no tienen perfiles en estas páginas aprovechan el día de otra manera

Tienen más tiempo para descansar, hacer ejercicio, terminar antes las tareas, preparar la cena o limpiar la casa. Como si esto no fuese suficiente, estar ajeno a una red social nos lleva a hablar con quienes tenemos al lado, ver en persona a quienes amamos o llamar a familiares y amigos más seguido.

El resultado de esta prueba nos da algo en qué pensar: “Estamos continuamente leyendo buenas noticias y cosas maravillosas en el muro de los demás y eso nos lleva a compararnos y a deprimirnos.

No siempre son ciertas las palabras o imágenes que aparecen, ya que el mundo de las redes sociales se basa en mostrar a los demás nuestra mejor versión, una imagen distorsionada de lo que en verdad somos”.

Aquello que sucede en Facebook, Twitter o Instagram de alguna manera está separado de lo real o lo auténtico, es más bien un ejercicio de publicidad o la saciedad de una necesidad de dibujarnos de una manera determinada.

Si tu vida social no es igual a la del resto, ¡Enhorabuena! No necesitas mostrar miles de fotos de una salida del sábado o de tus vacaciones soñadas para saber que lo has pasado de maravilla.  

Piensa que todos esos recuerdos y momentos han existido en realidad, aunque no tengan una ventana al mundo.


Ante La Adversidad


A veces, sientes que todo tu esfuerzo no es reconocido o que por más que lo intentas no consigues tus objetivos. Esos días tienes ganas de dejarlo todo y dedicarte a otra cosa, parece que lo mejor es darse por vencido.

¡Tal vez, hoy sea uno de esos días o de esos momentos! Debes tener entereza y no permitir que te venza esa tentación. Por momentos, es mucho más fácil quedarte donde estás.

En estas ocasiones, puede parecer que has conseguido mucho y tu objetivo parece aún muy lejano como para continuar. Pero no es así, debes luchar por tu proyecto de vida total. No te quedes sólo con una parte. Las mejores razones para no darse por vencido son:

1. Ahora puedes comenzar de nuevo
Seguramente lo intentaste hace poco tiempo pero no lo conseguiste, no te preocupes. A todos nos ha pasado lo mismo, lo importante es no dejar que el deseo de rendirse te gane y comenzar ya.
No hay que darse por vencido tan pronto. Mientras estés vivo vas a poder comenzar de nuevo e intentarlo. Lo bueno de empezar de nuevo es que ya tienes una idea de los errores que debes evitar, por lo que ya vas con cierta ventaja.

2. Adquieres más experiencia
Todos cometemos errores constantemente. Esto es natural, sano y bueno si le sabes sacar partido. Nunca deberías darte por vencido solo porque te equivocaste un par de veces… o muchas veces. En lugar de frustrarte, ve la razón del fracaso y dale un giro. Un error es una oportunidad de cambio.

3. Hay ejemplos que te pueden inspirar
Hay muchas personas que han superado situaciones adversas, han triunfado y se mantienen con mucha vigencia. Tres de ellas son:

J. K. Rowling. Estaba acostumbrada a contar historias de fantasía. Pero fue en un viaje en tren de Manchester a Londres, distraída en otra cosa, cuando se le ocurrió la historia de Harry Potter. Le costó bastante poder editar el primer libro. No se dejó vencer y lo consiguió en una pequeña editorial. Pero luego de esa primera edición ¡todos sabemos que pasó!
Sheryl Crow. En el año 2006, cuando ya era una cantante consagrada, luchó contra el cáncer y se curó. No se dejó vencer. Continuó con su vida, adoptó 2 hijos y logró revertir de tal forma su vida que puede decir que la enfermedad la hizo más fuerte.
Madonna. Poco puedo yo contarte de Madonna que no sea de conocimiento público. Pero lo más inspirador en ella es su perseverancia, su confianza y su fortaleza para no dejarse vencer. Todos sabemos que han surgido muchas “princesas del pop” pero pese a los años, sigue siendo la única “reina del pop”.

Estas personas no dejaron que nada las venciera y trabajaron hasta que alcanzaron su sueño. Vencieron todas las adversidades. Tú también puedes hacerlo. Nos han mostrado el camino y nos han demostrado que somos capaces. Busca ejemplos que se relacionen más estrechamente con tu anhelo y enfócate en él. Ellas nos marcaron el camino, tú también puedes dejar tu huella.

Darse por vencido sin intentarlo es algo de lo que más tarde puede que nos arrepintamos.
Debes creer en ti. En tu fuerza, tu capacidad y demostrarlo. Ten confianza en lo que tienes diseñado hacer y comienza con la acción ahora. No importan los contratiempos que estén delante de ti, eres más fuerte que ellos.




miércoles, 11 de octubre de 2017

Expresándonos


Desde un enfoque lógico, existen diferencias entre opinar y argumentar. Opinar, es sencillamente verter una postura personal.
Para llevar a cabo una opinión, no es necesario argumentar empíricamente, es por esto que existen las denominadas ''opiniones infundadas'', las cuales no son válidas para un debate racional (por ejemplo) si son utilizadas ciegamente haciéndose pasar por argumento.

Argumentar, es algo totalmente diferente. Un argumento se define como una cantidad de sentencias con significado definido y alejado de la subjetividad. La argumentación, se centra en la veracidad de las sentencias planteadas, las cuales son denominadas premisas.

Por otro lado, cabe destacar que tanto a la hora de opinar como de argumentar, se requiere ser neutros emocionalmente, pues es fundamental respetar la contraparte, teniendo presente que siempre existe la posibilidad de que no estemos en lo cierto.
Debemos tratar de utilizar términos imparciales, empero que expliquen acertadamente lo dicho. Y si se diera la situación en que la contraparte nos argumente con opiniones que consideramos mejores que las propias, debemos cambiar gustosos de opinión, desestimando burlas o descalificaciones.


Convicciones


A medida que avanzamos por nuestra vida, todos experimentamos distintos tipos de situaciones. 

Y para cada una de estas singulares experiencias hemos aprendido a sacar nuestros propios significados: siendo buenos, malos o indiferentes.

Si cualquiera de estas situaciones se repite, tendemos a generalizar ciertos aspectos sobre ellas empezando a creer en ello como si fueran siempre verdad.

Por ejemplo, si a alguien le muerde por primera vez un perro, puede pensar a partir de esa experiencia que “todos" los perros son siempre peligrosos. Incluso el cachorrito más cariñoso y juguetón.
Entonces, ¿cuál es la función que sirve este mecanismo mental?

Verás, al desarrollar este tipo de generalizaciones nos ahorramos tiempo y energía. Son como pequeños atajos mentales que usa nuestro cerebro para tomar futuras decisiones con mayor velocidad. Esto nos permite realizar nuestras actividades automáticamente sin tener que reaprenderlas cada vez que aparecen de nuevo: bien sea cómo respondemos ante una persona, un perro, cómo abrimos una puerta, conducimos un vehículo o nos abrochamos el pantalón.

Adquirimos nuestras creencias no sólo a través de nuestra propia experiencia sino también por medio de gente que se encuentra en posiciones de poder dentro de las distintas áreas de nuestra vida. Y, sobre todo, esto ocurre mayormente cuando  somos niños. Estas figuras de autoridad suelen ser tanto nuestros padres como también profesores del colegio.


Y puesto que estas personas representan figuras de autoridad para nosotros, adoptamos sus convicciones como si fueran siempre verdad. Este proceso es a menudo útil para nuestra vida, aunque a veces, estos mismos individuos bien intencionados nos presentan creencias que no son tan beneficiosas.Ahora bien, cuando llegamos a ser adultos, podemos empezar a darnos cuenta de que existe una forma mejor de pensar. Podemos decidir, conscientemente, adoptar un modo de procesar el mundo que esté basado en su funcionalidad. Y en cómo nos puede servir en cada instante de la mejor manera para ser felices y sacarle así el máximo jugo a nuestra vida.

Simplemente pregúntate: ¿Cuán útil es este pensamiento? ¿Me sirve realmente para lograr lo que deseo? Si ése es el caso, mantenlo. Si esa forma de pensar te mantiene atrapado en una realidad mediocre, cámbialo rápidamente por otro que sea más beneficioso para ti.

Además, puedes aprender en esta vida de todas y cada una de las personas con las que hables, y cuando descubres que alguien tiene creencias potenciadoras en un área concreta de su vida, puedes entonces importarlas a tu propia realidad. De igual modo, asegúrate de que bloqueas en todo momento cualquier pensamiento limitante que alguien intente en vano inculcarte.

Explora e identifica continuamente tus propias convicciones sobre las distintas situaciones y contextos de tu vida. Y te menciono esto porque algunas veces las personas califican erróneamente sus sentimientos y desarrollan como resultado de ello unas creencias equivocadas.  ¿Has caído tú alguna vez en esta trampa?

Desarrolla pues el hábito de eliminar aquellas convicciones que ya no tienen utilidad para ti mientras las reemplazas rápidamente por otras que iluminen mejor tu actual realidad. Y acostúmbrate, a partir de hoy, a potenciar cada día todas aquellas creencias que aún te aportan gran valor  y beneficio, ayudándote no sólo a disfrutar todavía más de tu propia existencia sino a mejorar y enriquecer también la vida de los demás.


martes, 10 de octubre de 2017

El Reflejo De La Vida


“Vida” significa algo muy real y concreto, que configura el destino de cada persona, distinto y único en cada caso.

La búsqueda por parte de nosotros del sentido de la vida es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar la persona un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido.

La persona necesita “algo” por qué vivir. El “sentido de la vida” no es sólo algo que nace de la propia existencia, sino algo que hace frente a la existencia. Nosotros no inventamos el sentido de nuestra existencia, sino que lo descubrimos.

El sentido de la vida difiere de una persona a otra. Así pues, lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales, sino el significado concreto de la vida de cada educando en un momento dado. 

No deberíamos buscar un sentido abstracto a la vida, pues cada uno tiene en ella su propia misión que cumplir; cada uno debe llevar a cabo un cometido concreto.

En pocas palabras, a cada persona se le pregunta por la vida y únicamente puede responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable puede contestar a la vida. De modo que el “sentido de la vida” es la esencia íntima de la existencia humana está en su capacidad de ser responsable.