jueves, 5 de septiembre de 2019

Considerar Lo Que Compartimos


Debemos considerar seriamente todo aquello que compartimos evitando incurrir en errores de apreciación que puedan ocasionar algún tipo de confusión en aquellos que acceden al contenido de nuestras opiniones muchos de los cuales parten de la premisa de que todo aquello que decimos está avalado por la sensatez y sentido de responsabilidad que nos caracteriza.

No es un tema menor el hecho de que evidentemente somos humanos y como tales estamos sujetos a incurrir en errores involuntarios, cuando nos percatamos de que hemos dicho algo que pudo ser malinterpretado lo mejor que podemos hacer es retractarnos y pedir las disculpas del caso, tal procedimiento pondrá en evidencia, no solamente nuestro sentido de responsabilidad, sino que además se podrán considerar la presencia ineludible de valores tales como la humildad y el reconocimiento del error cometido.

La palabra responsabilidad contempla un abanico amplio de definiciones. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), hace referencia al compromiso u obligación de tipo moral que surge de la posible equivocación cometida por un individuo en un asunto específico.

La responsabilidad es, también, la obligación de reparar un error y compensar los males ocasionados cuando la situación lo amerita.

Otra definición posible mencionada por la RAE señala que la responsabilidad es la habilidad del ser humano para medir y reconocer las consecuencias de un episodio que se llevó a cabo con plena conciencia y libertad.
Por lo tanto, una persona responsable es aquella que desarrolla una acción en forma consciente y que puede ser imputada por las derivaciones que dicho comportamiento posea. De este modo, la responsabilidad es una virtud presente en todo hombre que goce de su libertad.
Más exactamente podemos determinar que una persona que se caracteriza por su responsabilidad es aquella que tiene la virtud no sólo de tomar una serie de decisiones de manera consciente sino también de asumir las consecuencias que tengan las citadas decisiones y de responder de las mismas ante quien corresponda en cada momento.
Por ello, es necesario añadir que un elemento que tiene que estar presente y que sin él es imposible hablar de responsabilidad es el de libertad, pues esta es la que determina el que alguien pueda realizar cualquier acción porque así lo estima oportuno o lo desea. Pero también es vital que dicho individuo tenga también razón. Así, quien carece de raciocinio, como por ejemplo un niño o un desequilibrado, no puede ser responsable de sus actos.
Muchas son las personas que carecen de esta virtud que, según señalan los expertos, se hace más patente en personas que cuentan con otras dos cualidades muy positivas. Por un lado, estaría la valentía y por otro la humildad. Y es que esta última es vital para que alguien que ha cometido un error con sus actos carezca de orgullo para pedir perdón.



miércoles, 4 de septiembre de 2019

Incongruencias

El principio de identidad es otro criterio fundamental, ya que una cosa es necesariamente igual a sí misma. Estos dos principios son claros ejemplos de leyes del pensamiento que afectan al lenguaje. El hecho de no respetarlos implica una evidente incongruencia.


Algunas figuras retóricas tienen una cierta incongruencia, pero no se trata de una contradicción estricta sino que es un juego del lenguaje. Por ejemplo, la paradoja que expresamos al hablar de una música silenciosa, el célebre verso de Santa Teresa "Vivo sin vivir en mí" o la descripción de alguien como un pobre rico. El teatro del absurdo y el arte surrealista tienen igualmente un claro sentido ilógico e incongruente pero esto no significa que carezcan de sentido.

Incongruencias en relación con las acciones

En ocasiones afirmamos cosas que contradicen nuestras acciones. Si digo que soy una persona generosa pero no ayudo a los demás, estoy diciendo una incongruencia, pues lo que digo y lo que hago no coinciden.

La incongruencia no es necesariamente una mentira, ya que alguien puede creer honestamente que dice la verdad aunque sus palabras no sean ciertas. La no correspondencia entre las palabras que decimos y nuestra conducta es la expresión de una contradicción interna.

Si alguien quiere lograr un objetivo pero no actúa en consecuencia nos encontramos con otra contradicción. Así, si digo que quiero mejorar mi inglés pero no estudio más estoy siendo incongruente.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/comunicacion/incongruencia.php

Resulta algo obvio de que cada vez que intervengamos en el uso de las expresiones idiomáticas  implícitas en el rico acervo de nuestro lenguaje deberemos demostrar con nuestro aporte de que asumimos con seriedad el compromiso de ser exponentes de esta riqueza expresiva de la cual debemos ser cultores y exponentes.


Avancemos



 La palabra avanzar es un término que solemos emplear con frecuencia en nuestro idioma y que presenta varias referencias que son las que lo hacen un término de uso popular.

Uno de sus usos más habituales permite referir el movimiento hacia adelante o la prolongación con el mismo sentido. Generalmente, esta acepción de la palabra se la usa cuando se quiere dar cuenta del adelantamiento de posiciones logrado por alguien o por algo. Es realmente caótico el estado del tránsito esta mañana, hemos podido avanzar muy poco al momento.

También, es usual que usemos la palabra para dar cuenta del anticipo de algo que vendrá, se mostrará o de lo cual se hablará. Este sentido del término es muy usado en la jerga de la comunicación mediática cuando se presenta un tema del cual luego se hablará en profundidad.
Comúnmente se los llama avances y puede tratarse de temas inherentes a la vida pública que un periodista comentará o informará, imágenes que descubren alguna realidad, entre otras alternativas”.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/avanzar.php

“Cuando nos embarcamos en un cambio, pero no logramos liberarnos de alguna circunstancia o simplemente nos sentimos impotentes para dar algunos pasos, siempre hay alguien que sugiere aceptar que las cosas no podrán ser diferentes: dejar pasar, olvidar y fluir. De algún modo, resignarnos con lo que nos está sucediendo, consejo que sin dudas no tiene ningún sentido, ya que entre aceptar o resignarse hay un abismo de diferencia.

Esto es porque en medio de las transiciones difíciles de la vida, muchos escogerían escapar del momento, prefieren llegar fácilmente a la solución sin enfrentar los desafíos.

Cuando sin darnos cuenta, el dolor, los fracasos y la lucha que sentimos a medida que nuestra vida cambia son donde encontramos las lecciones de la vida más valiosas. Y después de atravesar esas incomodidades, entonces llegamos a la aceptación.

Tradicionalmente entendemos la aceptación como tolerancia ante lo que nos hiere o a quedarnos conformes con situaciones y ser pasivos; sin embargo es un acto de valor que implica que avancemos, cometamos errores, luchemos contra injusticias, desaprendamos conductas, busquemos caminos desconocidos. Ya que intentamos todo, sin importar el resultado, comprendemos el porqué de la realidad, y en ese punto se puede aceptar la situación.

Cuando aceptamos un suceso, con todas las implicaciones que tiene para nosotros, estamos tomando actitud activa ante la vida. De esta manera, tenemos la oportunidad de ver el mundo con otros ojos y al desempeñar un papel activo en el proceso cambia nuestra percepción.

 Avanzamos de ser víctimas a ser protagonistas, de ser esclavos en una zona de confort donde habíamos aceptado en apariencia, a sentirnos con la oportunidad de soltar la negatividad en nuestra vida y comenzar renovados”
mundoejecutivo.com.mx/management/.../aceptar-o-resignarse-que-mejor

Nuestro límite simplemente no existe, las dificultades que podamos enfrentar hacen parte de nuestros desafíos de vida, de manera que cuando pensamos que ya no damos más, cuando extenuados nos sintamos que estamos al borde del abismo, al levantar nuestra visión observaremos la apertura de un nuevo horizonte, las vicisitudes pasadas tendrán el poder de incentivar nuestra determinación y desde la propia génesis de nuestra capacidad creativa seguiremos avanzando, esta es nuestra premisa: avanzar, avanzar, avanzar.


Involucrados



Hay una fábula que especifica con brillantez la diferencia entre estar involucrado y comprometido con una causa, la cual reza de la siguiente manera:

“Una gallina y un cerdo paseaban por la carretera un día, cuando la gallina le dijo al cerdo:
— Oye cerdo, ¿qué te parece si nos asociamos y abrimos un restaurante?
El cerdo consideró la propuesta y respondió:
— Me parece buena idea. ¿Cómo lo llamaríamos?
La gallina pensó un poco y contestó:
— ¿Por qué no lo llamamos ‘Huevos con jamón’?
El cerdo se detuvo, hizo una pausa y contestó:
— Pensándolo mejor, creo que no voy a abrir un restaurante contigo. De ser así yo estaría comprometido pero tú solamente estarías involucrada.”

Este interesante escrito nos lleva a la reflexión de dichas diferencias y saber si estamos solamente involucrados en nuestros sueños e ideales o en verdad hay compromiso por dar lo mejor en nuestra vida y no limitar nuestros esfuerzos por cumplir hasta el final.”

“Quién se involucra se deleita en los elogios. El comprometido, no se deja llevar por ellos. Hace oídos sordos a las felicitaciones y a las críticas, se comporta con prudencia y siempre vive para que dejar semillas de desarrollo en los demás”.

“Si, en nuestras comunidades, en nuestro país y en nuestro mundo, hay cosas que tienen que cambiar y mejorar. ¿Cómo se cambia algo cuando uno mismo (personalmente o sistemático) no admite que hay un problema?  ¿Qué medidas podemos tomar? ¿En dónde empezamos? Los actos de un policía o de una persona no debe de reflejar que todos son o somos así y que nuestra comunidad es así.
Pero no todos pensamos de esta forma porque es difícil.

El mundo se cambia, no con nuestras opiniones, pero si con nuestro ejemplo y nuestras acciones. 

Cuando hablamos de involucrarnos  en alguna actividad o proyecto debemos tener presente de que el involucramiento no debería condicionarse, cuando alguien asume el compromiso de alcanzar determinadas metas sean estas individuales o colectivas, implica que estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos en procura de lograr los objetivos propuestos.

Involucrarnos es mucho más que manifestar nuestra adhesión a un determinado proyecto significa de que estamos ahí, que siempre estaremos, sin claudicaciones de ningún tipo, todo lo que somos está representado en lo que hacemos, es lo que nos identifica, es nuestra esencia de ser, y el elemento motivador de tal involucramiento.



Casos Fortuitos



En el escenario donde se despliegan los acontecimientos que hacen y dan sentido a nuestra vida, la ocurrencia de todo lo que acontece es consecuencia del devenir humano los cuales carecen de una impronta pre establecida que les haga ser factibles de cierta previsión.

Las cosas suceden en absoluta prescindencia de nuestros gustos y apetencias, es por esta causa que cuando pareciera que estamos menos preparados para enfrentar algún revés estos se nos precipitan encima generando la sensación de que estamos enfrentando una “mala racha”

“El ser humano tiene el deseo de controlarlo todo en su entorno más inmediato, sin embargo, en la experiencia cotidiana todos descubrimos que existen episodios fortuitos que ocurren por azar e irrumpen en nuestra vida como consecuencia del factor sorpresa. Existen hechos fortuitos que son muy positivos, por ejemplo, el enamoramiento que se produce en el instante menos esperado cuando una persona comienza a sentir algo especial por otra.

También existen hechos fortuitos que pueden tener mayor o menor trascendencia, un impacto importante en el destino de la persona o por el contrario, ser hechos anecdóticos que tienen poco peso.
Muchos de los hechos fortuitos que ocurren en la vida, se convierten en experiencias totalmente enriquecedoras que traen consigo nuevas oportunidades. En nuestro día a día, suceden situaciones fortuitas tan sencillas como tener un encuentro casual por la calle con un conocido al que hace tiempo que no veíamos.

Hechos que sorprenden por algún motivo y que pueden ser agradables, por tanto, felices e ilusionantes. O también pueden ser desagradables, tristes y dolorosos. En cualquier caso, el hecho en sí mismo rompe con lo previsible para la persona y pueden producir un cambio de planes.

Por ejemplo, como consecuencia de un hecho fortuito una persona puede tener que anular una cita porque ese hecho le impide acudir en la hora prevista. Este tipo de acontecimientos influyen en la gestión del tiempo.

Por eso, pese a que la mayoría de las personas dedican mucho tiempo a planificar su agenda anotando todo tipo de tareas, en realidad, es recomendable reservar un margen de dos horas cada día para poder atender asuntos imprevistos.

No se trata de intentar hacer previsible la propia imprevisibilidad de los acontecimientos, como tampoco se pretende que seamos capaces de reservar espacios para prevenir lo fortuito que pudiese ocurrir, simplemente se espera que tengamos una actitud acorde a las circunstancias aunque las tales se nos presenten un tanto fortuitas.


Imperativos


En todas nuestras actividades nos regimos por determinadas normas que hacen a la escala de valores que nos apliquemos a nosotros mismos, que nos definan como personas y sobre todo, que asuman en sí mismas, como una “hoja de ruta” que nos permitan una clara orientación tanto a lo referente a nuestra conducta individual como a la que se espera que asumamos por parte de aquellos que de una manera u otra pudiesen ser los destinatarios de las consecuencias de nuestras reacciones ante la demanda imperativa de aquello que se entiende que debe ser realizado.

“Etimológicamente esta palabra proviene del latín imperativus y está relacionado con alguien o algo que tiene la facultad de mandar o dominar. Así mismo, el término imperativo se vincula con el deber o requerimiento injustificable, es decir que no tiene justificación alguna para no realizarse y si por alguna causa no es obedecido no existirá ninguna justificación que excuse el hecho de no hacerlo.

Por ejemplo cuando un individuo no acude a una cita con algún familiar por motivo de algún imperativo laboral. Por otro lado está el imperativo moral que se refiere a todo aquel compromiso o deber exigido en algunas situaciones relacionadas con la ética. Esto nos lleva al termino imperativo categórico, que es un término fijado por un filósofo alemán llamado Inmanuel Kant el cual vincula al termino imperativo categórico con el deber moral, no robar o no matar son ejemplos de imperativos categóricos validados por las leyes morales universales, establecidas por la mente humana para que sean cumplidas sin ninguna excepción”.

“Por caso cuando decimos de alguien o de algo que es imperativo estaremos diciendo que el mismo impone su voluntad o autoridad por sobre el resto.”

Para la ética Kantiana, el imperativo categórico es un concepto central de su filosofía y lo que sostiene sobre él es que se trata del mandamiento autónomo, es decir, no depende ni de una ideología ni de una religión y autosuficiente que regirá el comportamiento de las personas en sus diferentes manifestaciones en la vida. El mencionado concepto fue empleado por primera vez por el filósofo alemán Immanuel Kant en el año 1785 en la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres”.

De manera de que siempre debemos asumir nuestra responsabilidad ante todo aquello que nos pudiera resultar imprevisto o impredecible, en el “panel de control” donde se registran nuestras prioridades deberán accionar las señales que nos indiquen con claridad todo aquello que por su transcendencia requiera una definición que predomine imperativamente sobre todas las opciones posibles.


Las Transformaciones


Debemos estar listos a los acontecimientos que nos informan de las asombrosas transformaciones que periódicamente se producen en este cada vez más convulsionado mundo en el cual estamos insertos.

Nuestra vida en sociedad ya no cuenta con referencias estables que permanezcan invariables, vivimos en una constante transformación que se manifiesta en todas las áreas de la actividad humana la “revolución tecnológica” nos ha sacudido, y nos continúa sacudiendo, con tanta intensidad que nos hace tomar como si fuese una “alegoría de las transformaciones” la imagen de un campo cultivado donde florecen y dan fruto árboles de las más variadas especies, las cuales crecen en un marco de estabilidad y previsibilidad.

Pues  bien, hagamos de cuenta que súbitamente, sin aviso previo, el fuerte viento de las comunicaciones y la creciente globalización nos sacudiera de tal manera que todo saldría volando por los aires confundiendo orígenes y especificaciones, digamos que ahora todo vale y que todo puede suceder, es en medio de este torbellino en que debemos estar atentos y preparados para asimilar las transformaciones.  

“Existen muchos y variados campos que apuestan por usar el término que nos ocupa para definir a distintos conceptos”.

Así, por ejemplo, en el ámbito musical se habla de lo que se da en llamar transformación temática, que es una técnica que se caracteriza fundamentalmente porque el tema es sometido a distintas variaciones y modificaciones tales como modulaciones, disminución, aumentación…

Por otra parte, en el ámbito de las Ciencias Sociales se emplea el término transformación social. Aquel viene a dejar patente todo el conjunto de alteraciones que se producen en las estructuras sociales como consecuencia de determinados factores culturales, políticos, económicos…

La Historia de la humanidad es un fiel reflejo de cómo se han ido apareciendo unos cambios u otros hasta llegar a nuestros días. Muchos de ellos son fruto de la modernidad, la migración, la innovación o incluso las revoluciones.

“Por ejemplo, el accidente automovilístico que sufrió Juan el año pasado hizo que su vida sufriese una increíble transformación, ya no se encuentra tan preocupado por las cuestiones materiales que antes eran su prioridad”.

Cuestiones como la mencionada, que implican para quien las padece un antes y un después suelen desencadenar en las personas que las atraviesa cambios sustanciales en lo que respecta a cómo se toman la vida. Paradójicamente, aquellas personas que sufren accidentes como el indicado en el ejemplo suelen vivir a mil por hora, como consecuencia también de los requerimientos de la vida moderna, en tanto, esas situaciones suelen convertirse en enseñanzas, aprendizajes límites que alertan que se está viviendo demasiado rápido y que es necesaria una transformación de hábitos en este sentido.

Algunos logran hacerlo y cambian radicalmente sus vidas hacia existencias más positivas, mientras que otros lamentablemente no pueden hacerlo.



Iconoclastas


Al hacer una profunda revisión de todo aquello que ha significado a nuestro entender una consecuencia propia de las maniobras utilizadas, digamos de paso burdas maniobras, con la intensión de someter a sus intereses y voluntad de conquista a todo aquel que osara siquiera poner en tela de juicio la férrea imposición de una liturgia con cuyas imágenes se pretendía implantar en el imaginario colectivo  con la finalidad de extirpar todo vínculo existente con sus raíces ancestrales.

Un iconoclasta, en su sentido original, es una persona que se opone al culto de imágenes sagradas.

De allí que, etimológicamente, la palabra, proveniente del  griego εἰκονοκλάστης (eikonoklástes), signifique ‘rompedor de imágenes’.

El primer momento en que se registra una querella iconoclasta en la historia data del siglo VIII, en el Imperio bizantino, cuando, por resolución del emperador León III el Isáurico, se prohibió el culto de las imágenes religiosas de Jesucristo, la Virgen María y otros santos católicos. La crisis que esto provocó fue tal, que los iconoclastas declararon una suerte de estado de guerra contra las imágenes cristianas, y perseguían a quienes las veneraban, los llamados iconódulos.

La prohibición, no obstante, se levantó en el concilio ecuménico de Nicea, en 787.
Otra etapa particularmente significativa de la iconoclasia fue la que se vivió durante el proceso de la conquista en América, donde las imágenes que adoraban los aborígenes americanos fueron destruidas para ser remplazadas por las impuestas por la religión católica, y los aborígenes obligados a convertirse al cristianismo.

Hoy en día, por su parte, se reconoce como iconoclasta a aquel individuo que rechaza las normas y las tradiciones, que va a contracorriente de las convenciones sociales y de los modelos estatuidos.

En este sentido, el iconoclasta es una persona que reacciona críticamente a su realidad, de actitud controversial y revolucionaria.

Las vanguardias artísticas de comienzos del siglo XX, por ejemplo, fueron movimientos iconoclastas en el sentido de que enfrentaron críticamente el canon artístico que los precedía y procuraron una profunda transformación, a nivel de formas y procedimientos, en las prácticas del arte.

Pensamos que considerando la enorme difusión de los acontecimientos relacionados con nuestra historia universal, no es necesario abundar con mayores detalles, la evolución de la tecnología en el área de la informática, entre todas sus posibilidades permite un rápido acceso a todo lo relacionado con este tema, quien tenga la voluntad de investigar o escudriñar en detalle sobre un asunto tan controvertido como el expuesto seguramente encontrará las respuestas que puedan satisfacer sus particulares inquietudes.



Caer Y Levantarse


“A pesar de cada día debemos estar comprometidos al mejoramiento interno lo cual nos proporciona mayor felicidad y éxito, habrán ocasiones en que una piedra aparecerá  en nuestro camino o quizás ese día no esté resultando como creíamos podía pasar, eso puede suceder, es más debe suceder para que no nos mantengamos mucho tiempo en la zona de confort la cual nos estanca y la que nos mantiene haciendo lo mismo y lo mismo generando los mismo resultados, yo lo llamaría como una rutina.
Si en el camino nos encontramos frente a un obstáculo es porque tenemos la capacidad en vencerlo y seguir mejorando, así que no lo veamos como algo catastrófico a pesar que este genere alguna incertidumbre o duda al principio; más bien tomemos ese problema y veamos las formas posibles en encontrar una solución la cual siempre nos traerá algún beneficio o aprendizaje; en resumen siempre obtendrás algo positivo que te ayude a seguir creciendo.
Saquemos el poder que traemos dentro y salgamos adelante, dejémonos de victimizarnos y levantémonos una vez más.

Que muchas veces nos vamos a volver a caer, pero sólo para volvernos a levantar. No nos quedemos ahí tirados; recuperemos el aliento e intentémoslo una vez más”.
“A pesar de cada día debemos estar comprometidos al mejoramiento interno lo cual nos proporciona mayor felicidad y éxito, habrán ocasiones en que una piedra aparecerá  en nuestro camino o quizás ese día no esté resultando como creíamos podía pasar, eso puede suceder, es más debe suceder para que no nos mantengamos mucho tiempo en la zona de confort la cual nos estanca y la que nos mantiene haciendo lo mismo y lo mismo generando los mismo resultados, yo lo llamaría como una rutina.
Si en el camino nos encontramos frente a un obstáculo es porque tenemos la capacidad en vencerlo y seguir mejorando, así que no lo veamos como algo catastrófico a pesar que este genere alguna incertidumbre o duda al principio; más bien tomemos ese problema y veamos las formas posibles en encontrar una solución la cual siempre nos traerá algún beneficio o aprendizaje; en resumen siempre obtendrás algo positivo que te ayude a seguir creciendo.
Saquemos el poder que traemos dentro y salgamos adelante, dejémonos de victimizarnos y levantémonos una vez más.

Que muchas veces nos vamos a volver a caer, pero sólo para volvernos a levantar. No nos quedemos ahí tirados; recuperemos el aliento e intentémoslo una vez más”.



El Poder De La Voluntad



Todos estamos dotados de una muy particular característica aunque bueno es reconocer de que no son muchos aquellos que llegan a descubrir todo lo que pudieran ser capaces de hacer con sólo poner en práctica en sus acciones la voluntad necesaria para alcanzar, por dificultoso y difícil que nos parezca a simple vista, cualquier objetivo que se proponga conquistar.

Nuestra voluntad surge vigorosa e inclaudicable cuándo nos acercamos a los límites de nuestras posibilidades, digamos que en la resiliencia reside nuestra capacidad de superar cualquier obstáculo, cuando todo declina y nuestras fuerzas pareciera que han perdido su capacidad de reacción, recurrimos a esa maravillosa capacidad adicional de nuestra voluntad para levantarnos y proseguir con nuevos bríos en el proyecto emprendido.

“El adjetivo de voluntarioso define una cualidad de carácter de aquella persona que se caracteriza por tener una buena voluntad y una disposición de ayuda para realizar el bien en cualquier ámbito de la vida. En el contexto profesional, una persona voluntariosa es aquella que trabaja con tesón por alcanzar sus objetivos, se supera a sí misma, es constante en la realización de un plan de acción y cuida todos los medios a su alcance para intentar que las cosas salgan según lo esperado.

Ser voluntarioso es una cualidad importante, una de las más valoradas por cualquier empresa cuando contrata a profesionales que más allá del currículum, se diferencian por sus habilidades personales.

Las personas voluntariosas simplifican las dificultades a través de su actitud.

Una persona voluntariosa es diligente y firme en su tarea, tiene una rectitud moral que le hace perseverar en sus propósitos gracias a un alto grado de motivación intrínseca. Es decir, una persona diligente es aquella que valora el cumplimiento del deber. La cualidad de ser voluntarioso también es importante en los estudios donde esta disposición de trabajo puede ser incluso más importante que la inteligencia.


Algunas personas muy inteligentes se confían en sus posibilidades y suspenden un examen por no haberlo preparado a conciencia. En cambio, las personas voluntariosas y trabajadoras tienen paciencia para preparar con esmero una tarea. En este caso, la persona se esfuerza con gusto porque se motiva ante los frutos que espera lograr a partir de su esfuerzo”




Colaboración E Intercambio

No debe existir nada más gratificante entre las personas que el hecho de poder establecer una buena comunicación entre las partes, entendiendo como “buena comunicación” a la que pueda generarse entre dos personas o más, por intermedio de la cual se puedan concretar ciertos niveles de intercambio y colaboración entre los involucrados.

“En términos generales se designa con el término de intercambio al acto de cambiar algo recíprocamente y que puede darse entre varias personas, organismos o naciones, sin embargo la palabra ostenta otras connotaciones de acuerdo al contexto en el cuales se lo utilice”

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/intercambio.php

“Colaborar significa trabajar en conjunto con otra u otras personas para realizar una obra o alcanzar un objetivo. La palabra, como tal, deriva de colaborar, que a su vez proviene del latín collaborāre, que significa ‘trabajar juntos’.
En este sentido, la colaboración es un proceso mediante el cual varias personas se asocian para la realización de un trabajo o actividad, repartiéndose tareas y roles, prestándose mutuamente ayuda, coordinando esfuerzos, con el fin de alcanzar el objetivo previsto.
Son bases esenciales de la colaboración un espíritu de cooperación entre sus integrantes y los valores de la solidaridad y la corresponsabilidad en la tarea asumida.

La colaboración es fundamental en las comunidades humanas para llevar a cabo proyectos grupales o colectivos, que exigen la inclusión de una serie de miembros con habilidades específicas (profesionales, técnicas) para encargarse de diversas tareas.

En todos los ámbitos de la actividad humana, como las ciencias, el arte, la tecnología o los negocios, donde un trabajo mancomunado es esencial para alcanzar los objetivos, la colaboración es imprescindible.
Del mismo modo, en el día a día, en la vida familiar, en la escuela, en el ámbito laboral y empresarial, la colaboración resulta indispensable. Se aprende en casa, desde que somos niños, cuando se nos inculca la importancia de ayudar en las tareas hogareñas sin esperar nada a cambio.
Por otro lado, colaborar también se refiere al hecho de contribuir con una cantidad, sea de dinero o de otra cosa, para determinado fin: “Me pidieron que colaborara con diez mil pesos para la fundación”.
Sinónimos de colaboración, por su parte, serían: cooperación, contribución, asistencia, ayuda.

Cuando como consecuencia de nuestras actividades logramos establecer vínculos solidarios con personas que en una primera instancia nos puedan parecer un tanto extrañas a nuestros ámbitos naturales de relacionamiento, habremos conseguido “romper el cerco de desconfianza” que tanto daño nos suele deparar en nuestras relaciones humanas, tales experiencias nos enaltece a ambos, es decir al emisor y el receptor, estableciendo nuevos y más sólidos elementos  de mutua colaboración.



Sustentables


Principalmente, la sostenibilidad está muy ligada al concepto de desarrollo o de desarrollo humano. En sí, el desarrollo humano supone una visión de desarrollo sostenible. Sin embargo, muchas veces también se habla de desarrollo sustentable ¿Cuál es la diferencia entonces entre sostenible y sustentable? Bien. El desarrollo sustentable sólo se ocupa de la preservación de los recursos naturales, y como afirmamos en el párrafo anterior, garantizar que las futuras generaciones también puedan contar con este tipo de recursos para la satisfacción de sus necesidades.

En cambio, el desarrollo sostenible tiene en cuenta además las condiciones sociales, políticas y económicas del conjunto social, por lo cual incorpora la visión humana, de que el humano se desarrolle además de satisfacer sus necesidades, y en ése desarrollo sus acciones sean pro cuidado del ambiente y el entorno natural en el cual vive.

Por ejemplo, el desarrollo sustentable englobaría todas las acciones de una empresa que desarrolla sistemas de producción más eficientes que utilicen o desgasten menos un determinado recurso natural, por ejemplo, el petróleo, que es un recurso natural no renovable. Un auto que utilice agua como combustible sería una invención que favorecería el desarrollo sustentable. Por otra parte, desarrollo sostenible sería que un grupo de mujeres mejore su calidad de vida emprendiendo un taller de fabricación textil, pero que para la fabricación de productos utilice telas ya utilizadas anteriormente, empleando técnicas de reciclaje. Así, no sólo mejorarían un cierto aspecto de su vida (la económica, en este caso) sino que también estarían contribuyendo a la preservación ambiental mediante el reciclado”

“El cuidado del medio ambiente y los debates en torno a esta problemática son relativamente recientes y no es hasta hace un par de años atrás que el concepto de sustentabilidad y prácticas sustentables aparecieron en el vocabulario cotidiano. Para los especialistas en estas temáticas, el daño y la destrucción que el ser humano ha provocado sobre la naturaleza y el medio ambiente son ya insostenibles e innegables, por lo cual es urgente crear nuevas prácticas que permitan mantener nuestra calidad de vida sin generar daños más profundos al planeta. En gran parte, esta idea surge de la noción de que la calidad de vida actual del ser humano difícilmente pueda volverse atrás a momentos en los que la naturaleza no había sido alterada, por lo cual es necesario buscar un sistema que permita mantener ese estilo de vida sin perjudicar directamente al medio ambiente.

Así surge la noción de sustentabilidad o de desarrollo sustentable, aquella que implica o supone que el ser humano puede perfectamente convivir con el medio en el que habita sin transformarlo radical o dañinamente. El desarrollo sustentable implica, entre otras cosas, el uso de recursos renovables como por ejemplo el viento o el agua, de manera tal que la energía que se genere para una comunidad no provenga de materiales no renovables o contaminantes como el petróleo. Además, el desarrollo sustentable supone que la comunidad entre ser humano y ambiente es posible en tanto y en cuanto las actividades que el primero desarrolla sobre el ambiente no impliquen daños sistemáticos al mismo”
... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/medio-ambiente/sustentable.php

Estas son inquietudes implícitamente humanas donde vemos la paradoja de una flagrante contradicción entre lo que hacemos cotidianamente ,las muestras reiteradas de una constante contaminación de nuestro propio habitab y las no menos reiteradas  exclamaciones de alarma pública por las consecuencias de todo lo que el hombre es capaz de realizar depredando su propio sistema.

Otra vez lo mismo, la constante contradicción entre  lo que hacemos y lo que deberíamos evitar de realizar, como si tales acciones fuesen efectuadas por seres infrahumanos provenientes de otras galaxias del sistema planetario, es hora de que acompañemos la denuncia con exigencias claras a quienes corresponda para que dejemos de lado la hipocresía, tan natural en todos nosotros, y nos responsabilicemos por las acciones impostergables que coadyuven a por lo menos intentar asegurar la sustentabilidad del medio ambiente a las próximas generaciones de humanos, tan humanos como nosotros mismos.


martes, 3 de septiembre de 2019

El Ser Libre



La persona libre no está sometida a la voluntad de otra de manera coercitiva. La liberación, por lo tanto, supone poner fin a la coerción y devolver la libertad al individuo.”

De la misma manera, hay que subrayar que liberación es un término que se utiliza dentro de un lenguaje coloquial para dejar claro que alguien se ha quitado un peso de encima, una carga que tenía en su interior y que le preocupaba.”

En tanto, la libertad resulta ser aquella facultad, capacidad de la que gozamos los seres humanos u otra entidad, de obrar de acuerdo a la propia voluntad y deseos.

Entonces, quien dispone de libertad no se halla bajo ningún tipo de presión, ni de impedimento de obrar bajo sus propias inclinaciones y así que es totalmente libre de elegir o rechazar tal o cual opción.

Por el contrario, quien sí se halla bajo coerción de algún tipo, no podrá moverse de manera totalmente libre y según sus decisiones, salvo que tenga lugar la liberación que lo que hace es precisamente ponerle un coto, un punto final, a la limitación experimentada, obteniendo nuevamente la libertad de actuar de la cual todos los individuos deberíamos ser poseedores desde el mismísimo momento del nacimiento”

Nuestra Medida


De un modo o de otro, desde muy diversas perspectivas, la humanidad -por lo menos su porción occidental- ha seguido pensando durante dos milenios y medio que el hombre es la medida de las cosas. Estaba reservada a nuestra época la inversión de la visión de Protágoras. 

Ahora se propende a interpretar al hombre desde las cosas, a medirlo por ellas. La tendencia es ya antigua, y valdría la pena indagar cuándo se inicia, y por qué. Los sofistas tuvieron su tanto de culpa, porque mezclaron con su talento y su indudable acierto una dosis de error: la renuncia a la verdad, la indiferencia a ella, en favor de la mera "opinión", la confianza en la retórica, que permite persuadir de algo y de lo contrario -riesgo permanente de la democracia, desde Atenas-. La justa reacción contra los sofistas, en nombre de la verdad, en Sócrates, Platón y Aristóteles, los desacreditó y enturbió lo que en ellos había de acierto que hubiera debido salvarse.

Pero cuando se consolida la tentación a ver al hombre desde las cosas, a medirlo por ellas, es el momento en que se afirma el empirismo, cuyas consecuencias han sido enormes, desproporcionadas con su modestia intelectual. Desde el siglo XVII, ya de modo eficaz en el XVIII, con una serie de equipos que se van relevando desde entonces, se acentúa esa tendencia, que hoy domina sin que acabemos de darnos cuenta de ello.

Se mide al hombre por las cosas que lo rodean, por las que posee o le faltan, por las que hace. Se juzgan las épocas, las formas de vida, los países, por su número, su riqueza, sus recursos. Con ese criterio, la Grecia entre Homero y Aristóteles sería una insignificancia, y la lengua griega algo desdeñable al lado del "swahili" o el náhuatl. La visión estadística de la realidad ha introducido una incalculable deformación de la perspectiva, precisamente por suponer que se la puede reducir a lo calculable.

Incluso cuando se piensa directamente en el hombre, se atiende casi exclusivamente a lo que tiene de "cosa", lo que no es más que ingrediente de su realidad total. Se piensa en sus "dotes", en aquellos recursos de que dispone, a pesar de que lo decisivo es lo que hace con ellos. Lo que cuenta es el repertorio de los dispositivos físicos y psíquicos, lo que es mensurable y cuantificable, olvidando que, precisamente de manera global, y por tanto "estadística", la humanidad es bastante semejante -y esa es la raíz del denostado "racismo", que reaparece con diversos disfraces.

Habría que medir al hombre desde sí mismo, desde su condición propia, de lo que es y pretende ser, no de lo que posee o con lo que cuenta. Es lo que tenemos presente en el trato efectivo entre humanos, cuando es personal, cuando nos abandonamos a la espontaneidad, a la verdad de lo que somos. Esa realidad consiste primariamente en la memoria, y esto quiere decir desde dónde vivimos, desde cuándo, por lo pronto según nuestra edad, pero no solo, sino también nuestra memoria histórica. El que no sabe de dónde viene, qué le ha pasado antes de nacer, el que desconoce su historia, es un "primitivo", por muchas noticias que haya almacenado. No digamos si ha suplantado su historia verdadera por una falsificación, si ha llenado su propia realidad de errores, si la ha convertido en algo, ni más ni menos, inexistente. Esta es la suma pobreza, la indigencia que no se refleja en ninguna estadística.

El hombre es alguien que habla, parlante, elocuente, y lo hace en una lengua, en la medida en que la posee y la usa, no ya individualmente, sino como uso histórico y social, como la lengua en que vive y está instalado -si lo está-, contando con lo que se ha dicho y escrito en ella, en continuidad o discontinuidad, según lo que en ella se puede leer. A esto es a lo que hay que atender si se quiere ver humanamente al hombre.

Otro tanto habría que decir de sus destrezas de todo tipo. El deporte por una parte, los estudios psicofísicos por otra, han contribuido a una "cuantificación" que me parece muy peligrosa. Se ve a los hombres, hasta donde es posible, como máquinas; olvidando que los computadores son creación humana, sólo inteligible desde ciertos proyectos de algunos hombres, se aplican a éstos los criterios que proceden de sus obras, y se intenta que refluyan sobre sus inventores y creadores. Si los hombres fueran como se supone, no habrían sido capaces de inventar lo que de hecho, desde su propia realidad única, han inventado. Una vez más, las cosas funcionan como la medida del hombre.

El inquietante concepto de "superdotado" es revelador. ¿Es eso lo que verdaderamente interesa? Personalmente, más que esas dotes me importa lo que se puede hacer con ellas. Un niño, mejor o peor "dotado", puede ser desigualmente curioso, responsivo, cariñoso, capaz de apego, de amor. Esto es lo que verdaderamente cuenta, lo que es difícil de medir y catalogar, lo que se olvida fomentar y cultivar.

Y ello a lo largo de toda la vida, desde la primera infancia hasta la vejez. Los antiguos se pasaron buena parte de su tiempo pensando en la vejez. Son muchos los tratados "De senectute"; ahora que son tantos los que llegan a esa edad y se instalan, tal vez muchos años, en ella, ¿cuánto se piensa sobre ella? Sobre lo que se es, lo que se recuerda y recapitula, lo que se espera, lo que se proyecta -sí, porque se sigue proyectando y se recuerda y se cuenta desde los proyectos-.

Hay que devolver a Protágoras lo que le es debido, sin quedarse en lo que tuvo de error. Hay que repensarlo desde la verdad, sin renunciar a ella pero sin olvidar lo que vio con extraña perspicacia, sin invertir su admirable acierto.

Mente E Ingenio



 En estos tiempos en los que vivimos, que es resultado de miles de años de evolución, donde el ser humano ha utilizado la única cualidad que lo distingue de otros seres vivos; la capacidad de razonar y usar la mente como medio de supervivencia, ha resultado en una era moderna donde ya no imaginamos nuestras vidas sin la comodidad que nos brindan un sin fin de dispositivos electrónicos que van desde refrigeradores para mantener frescos nuestros alimentos hasta celulares inteligentes que nos dicen si nuestros críos lloran por hambre o por sueño.

Es evidente que vivimos en una época donde la mente con su ingenio para construir y desarrollar ideas juega un rol determinante en nuestra percepción de la realidad y el universo. Todo lo medimos, todo lo pesamos y analizamos hasta el último detalle, buscamos dentro de las células, en las órbitas del átomo y esperamos que una partícula nos revele los misterios y el origen de la materia, teorías, hipótesis y una mente que mientras mas entiende menos comprende.

Tarde o temprano nos daremos cuenta que con la lógica no es suficiente para abarcar todos los aspectos de esta experiencia que llamamos vida. Cuando apreciamos toda la biodiversidad que habita nuestro planeta es inevitable percatarse de la perfección y sincronía de la naturaleza, cada parte necesaria e indispensable para la subsistencia de la vida misma, sin embargo cuando miramos de cerca al ser humano nos topamos de frente con una fuerte contradicción, somos los únicos seres capaces de desarrollar fantásticas obras artísticas que muestran lo más sublime de nuestra consciencia y también bombas nucleares que pueden acabar con toda forma de vida sobre la tierra, una dualidad que vivimos de forma colectiva y de manera individual en nuestra cotidianidad, está impresa en nuestro ADN y es lo que hace tan fascinante transitar por esta experiencia, la aparente “imperfección”.

Es debido a esta complejidad de nuestra consciencia que se vuelve de suma importancia comprendernos no solo como un ente pensante, si no como un ser de múltiples facetas, donde por supuesto el intelecto es una de ellas, pero no la única. Un adulto no es necesariamente una persona que cumple la edad legal para votar o se gana la vida por medio de su trabajo. Según Alejandro Jodorowsky; un verdadero adulto consciente es capaz de separar los cuatro lenguajes que lo comunican con el mundo: el intelectual (con sus palabra e ideas), el emocional (con sus sentimientos), el sexual (con sus deseos) y el corporal (con sus acciones).

Es muy común que aun siendo adultos vivamos como víctimas de carencias que tuvimos en nuestra infancia, confundiendo estos cuatro lenguajes y no logrando una coherencia entre ellos, pensamos una cosa, sentimos otra, deseamos otra y hacemos otra, es similar a un carruaje con cuatro caballos donde cada uno usa su fuerza para ir en direcciones diferentes, el resultado es que ese carruaje (que somos nosotros) se quede inmóvil, se bloquee y no avance, esta inmovilidad nos afecta a nosotros cuando no logramos la coherencia entre lo que pensamos, sentimos, deseamos y hacemos.

La sociedad no es más que el resultado de la suma de todos los individuos que existieron y existen, si a nivel individual la mayoría no estamos desarrollados como adultos conscientes, el reflejo global es el mismo, por eso llenamos salas de cines donde adultos de todas las edades acuden a ver películas de super-héroes o vamos a la lucha libre o llenamos nuestro tiempo de distracciones y entretenimiento porque nuestra sociedad no ha madurado, si pudiera simbolizarlo en una imagen sería la de un niño con traje de oficinista y una cajita feliz.

www.cyclopea.net/la-sobrevaloracion-del-pensamiento/