viernes, 31 de julio de 2020

Libertad De Pensar

Las peores prisiones son las que no tienen rejas. La ilusión de la libertad es la más cruel de las cárceles pues no permite tener consciencia de los límites de nuestras elecciones, al no percibir que las fronteras son cada vez más estrechas y, al contrario de lo que parece, apenas limita el tamaño y empalidece los colores del mundo. El pensamiento libre, la autonomía de las ideas, el espacio para aceptar lo diferente exige esfuerzo, osadía y coraje, mercancías raras en los estantes de los corazones y mentes.

Al mundo siempre le han parecido extrañas voces y actitudes disonantes que interfieran en la administración, el control y los negocios de quienes piensan que los otros están ahí para servir y no para compartir. Quien no se adecua queda relegado del mundo, son marginales.

No cito aquí a los que confunden coraje con violencia, o a los que se encaminan por las sendas de la delincuencia por ignorancia o cobardía. Me refiero a los hombres más sabios y valientes de la Historia, aquellos que le quitaron el sueño a los gobernantes sin dar un sólo golpe o incluso emitir alguna palabra agresiva.

Jesús fue el mejor ejemplo, sin embargo tenemos otros más contemporáneos como Martin Luther King. Mahatma Gandhi colocó al poderoso Imperio Británico de rodillas usando como armas la sabiduría de pensar diferente, la osadía de desobedecer, concomitante con el amor de caminar por la senda de la no violencia. Arrebató multitudes, pues tocó sus corazones y mentes. Le dio color a sus almas

La convivencia social crea la falsa sensación de que para ser aceptado es necesario pertenecer a alguna tribu, pues, además de cómodo, facilita el control de la administración al encuadrarte en modelos preestablecidos y con límites definidos. Tu escoges un clan y  haces una especie de contrato de adhesión, tácito e inconsciente, igual a esos que vienen listos para operadoras de telefonía o TV por cable, aceptando los conceptos y preconceptos, ideas preconcebidas y enlatadas, definiendo lo que es correcto e incorrecto, lo que es permitido y lo que es prohibido. Te vistes como ellos, usas un vocabulario propio y frecuentas los mismos lugares. Hasta llegas a pensar que eres feliz y que encontraste tu lugar.

Un proceso de estandarización, homogenización y, lo peor, pasteurización. Renuncias a lo que hay de mejor en ti para ser aceptado sin problemas en el grupo y te sientes feliz. De esta manera renuncias a ti mismo. Recordaste a Fausto? Bueno, guardando las debidas proporciones es exactamente esto.

Abdicas a la libertad de pensamiento a cambio de aceptación y seudo-felicidad. La administración lo agradece.

Hombres libres piensan globalmente, son ciudadanos planetarios, son solidarios, y saben que cada quien es único. No hay otro igual a ti. Y existe belleza en cada uno de nosotros, cada cual a su modo, a su manera, como piezas distintas que componen un maravilloso mosaico.

El afán de cada día con sus múltiples novedades te hacen olvidar lo nuevo. Lo verdaderamente nuevo es lo que de hecho es diferente y que es capaz de provocar transformaciones estructurales y no apenas cambios aparentes en las novedades.

En realidad la Historia nos muestra que fueron aquellos que creían que todo podía ser diferente y mejor, quienes pusieron la cara – al final, a la  administración no le gusta ser perturbada – y transformaron el mundo, pues eran el ejemplo vivo del cambio. Usaron sus propias vidas como materia prima para una obra de arte mayor, y desmoronaron los cimientos del status quo, haciendo con que el mundo avanzara. 

Esas personas hacen la diferencia porque se atreven a pensar diferente. Se transforman en héroes por el simple hecho de no aceptar papeles secundarios, rechazar los límites que les fueron impuestos, cortar las amarras que les impedían volar. A veces somos como la oruga que se deslumbra con la belleza y  el vuelo de la mariposa sin saber que también tenemos alas.

Será que no es el momento de replantear todos tus conceptos e ideas? De transformarte en el protagonista de tu propia vida? Tú tienes este poder. Una insurrección en tu forma de pensar, un análisis cuidadoso de lo que de hecho es tuyo y de lo que te fue impuesto sin que percibieras. Reflexiona principalmente sobre lo que te hace actuar como autómata y piensa si realmente tiene sentido. Recapacita si, desde el fondo de tu corazón, estás de acuerdo con esas ideas o apenas las sigues por pura comodidad o miedo al rechazo social.

Un buen truco es percibir si tu forma de pensar y actuar le trae dolor y sufrimiento a los otros. Si es así, estás en la hora de cambiar. Sembrar la alegría por donde vayas es una manera inteligente de tenerla dentro de nosotros.

Durante ese proceso te conocerás mejor y, no obstante las flores y las espinas que encontrarás en el camino, verás que es maravilloso. Al final tú eres tu mejor compañía. No se te haga raro si las personas comienzan a percibir un brillo extraño en tus ojos. Es pura luz!

Sé el héroe de tu propia revolución, de la transformación de tu alma. La única manera de cambiar el mundo es cambiando uno mismo.


jueves, 30 de julio de 2020

Construir El futuro

Ciertamente, el pasado influye en tu vida actual. Pero si eres capaz de detectar la raíz del problema, enfréntalo y verás que todo empieza a fluir. 

Deja de culpar al pasado por lo que te sucede en el presente. Y si realmente eres incapaz de superarlo, busca ayuda profesional y verás que ningún complejo o trauma es insuperable. Quizá algunos sean más difíciles de resolver, pero con el tiempo, y la ayuda necesaria, todos somos capaces de superar los problemas del ayer que nos afectan.

Muchas veces, lo que te ata al pasado te causa mucho dolor y te paraliza, no te permite ubicarte en el presente. Si durante tu infancia no se cansaban de repetirte que eras “gordo/a”, o “tonto/a”, o “inútil” (o cualquier otro adjetivo con el ánimo de descalificarte), es seguro que eso lo tienes grabado y te hace pensar que es natural que seas así, aunque no te agrade ahora que eres adulto/a. Pero eso no quiere decir que debas mantener esa creencia por el resto de tu vida. Tú puedes cambiar si te lo propones.

Madurar, crecer y cambiar
El proceso de adultez conlleva madurar, crecer y cambiar. Tu etapa como adulto/a no debe ser negativa solo porque tu infancia lo fue. Cambiar las etiquetas que cargamos puede costar mucho trabajo, pero a la larga, el pensamiento positivo lleva a un cambio proactivo y este hace crecer el amor propio y la aceptación.

Aunque mucha gente recuerda su infancia como una de las mejores etapas de su vida, otros, lamentablemente, la recuerdan como una desgracia. Eso ya no se puede cambiar, pero al madurar, uno mismo es quien tiene las herramientas para construir y reconstruir su vida, porque ya no depende de nadie para crear su propio presente. Uno mismo lo crea. Eso significa dejar las malas experiencias en el pasado y hacerse responsable de uno mismo.

También hay personas que se escudan en el pasado, no porque necesariamente haya sido tan malo, sino porque no encuentran el coraje para cambiar y asumir su responsabilidad como adultos.

Los miedos no son insuperables, aunque siempre es más fácil decir que así fuiste educado/a de pequeño/a que enfrentar tu incapacidad o ignorancia. Solo recuerda que nadie podrá moverte de tu zona de confort más que tus propias acciones. 

A veces el mismo miedo es motivador, solo es cuestión de que tú te lo propongas.

Superar los obstáculos que te frenan para seguir adelante es algo que podría determinar tu existencia y nada es más cierto que esta afirmación: solo tú eres dueño de tu propio destino.



miércoles, 29 de julio de 2020

El vuelo De Las Luciérnagas



Estamos nuevamente frente al teclado intentando darle forma y contenido a una vertiente, que, cual si fuese la lava ardiente de un volcán, fluye desde mi mente al bombeo de los latidos del corazón y se desliza por todos mis sentidos para alojarse en el alma misma, como lo haría un ave que atisba el lejano horizonte antes de verse impulsada a levantar vuelo.

El encuentro cotidiano con la realidad  que nos circunda, nos va dejando una corteza protectora que tienden a insensibilizar nuestro cada vez más escaso sentido de la solidaridad, aunque conservemos nuestra capacidad de ponernos en el lugar del otro, sobre todo en el lugar de los que sufren las consecuencias del drama humano de la existencia, difícilmente tal preocupación pase de un mero y efímero paréntesis, un sedante para la conciencia que adormecida buscará amparo en la auto evasión.

El uso cada vez más frecuente de las redes sociales nos permite intercambiar opiniones con un sinnúmero de contactos, conciudadanos  de un mundo virtual de perfiles aparentes donde las imágenes se contrastan con el fondo de pantalla de nuestro ordenador,  como si fuesen luciérnagas  que danzan entre la floresta con sus luces intermitentes, de tal modo que pareciera que tratasen de coquetear con las estrellas que les observan desde lo alto del firmamento.

Nuestra mayor comunicación  a través de los diversos medios que están a nuestro alcance, no implica necesariamente un mayor compromiso social, en este sentido nos limitamos a la emisión de enunciados fácilmente digeribles, bosquejamos nuestro sentir sin definir  con precisión el grado de compromiso que estamos dispuestos  a asumir ante una situación dada.

El ritmo de vértigo de las comunicaciones ha reducido nuestra capacidad de diálogo a un elemental  intercambio de pareceres que redactamos prescindiendo del lenguaje cultivado, redactamos y recibimos flashes informativos tan escuetos que difícilmente alguien ocupe algo más de una frase medianamente elaborada, pareciera que mientras estemos supeditados al factor tiempo como determinante de nuestras acciones , y  cuánto más extensa sea nuestra lista de contactos, mayor será la masificación y por ende menor su contenido cultural.

“El término cultura, que proviene del latín cultus, hace referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre.

Su definición ha ido mutando a lo largo de la historia: desde la época del Iluminismo, la cultura ha sido asociada a la civilización y al progreso.

En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.

Otra definición establece que la cultura es el conjunto de informaciones y habilidades que posee un individuo. Para la UNESCO, la cultura permite al ser humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre discierne valores y busca nuevas significaciones.

No obstante lo expuesto en este artículo, se impone una reflexión relacionada con la importancia del contenido de nuestras expresiones , hace unas pocas horas recibí este mensaje de una querida amiga:

“Nunca dejes de sonreír ni siquiera cuando estés triste porque nunca sabes quién puede necesitar esa sonrisa!!”
Imma Barba LLaurens

Se Siempre Tu Mejor Versión


Dar lo mejor de ti mismo es la única receta que te llevará al éxito. En el plano material, aparentemente no siempre ganamos cuando damos lo mejor de nosotros mismos. Muchas veces las cosas no salen como lo planeábamos, y es frustrante a veces ver que nuestros sueños o ideales no se mueven al ritmo que nosotros queremos; pero en el plano espiritual, no hay forma de sentirte perdedor si estás dando siempre lo mejor de ti mismo.

La receta del éxito es simple: ¡Da siempre lo mejor de ti mismo! y no te rindas, no mires atrás, no midas tu valor en relación a la retribución o a la opinión de los demás; sino en respuesta a tu satisfacción personal. Toma tiempo  para que la gente te escuche, y te escucharán sólo quienes estén listos. 

Tu pasión, tu dedicación y tu determinación; son las herramientas que se encargarán de que tu voz llegue lejos, de que tus sueños se materialicen en una maravillosa realidad; que por maravillosa, nunca será perfecta, ni nunca estará completa. Porque los soñadores se alimentan de sueños, y cuando un sueño se cumple, uno nuevo y más grande se vuelve a soñar.

El mundo es de quienes tienen fe en sí mismos, y encuentran en cada reto una oportunidad de transformación, de ajuste. Un llamado de atención! Acercarnos al éxito o crecer en él no hace las cosas más simples, sino que cuando estamos haciendo lo que amamos, esa pasión es la que hace que todo sea posible; y es la que nos mantiene conectados, activados y dispuestos a invertir toda nuestra fe en lo que creemos.
Un ingrediente indispensable de la receta al éxito es: Determinar cuál es tu propio éxito.

Mientras no tengas claro dónde vas, estarás caminando en círculos.

Mientras dejes que el éxito ajeno influencie el tuyo, nunca llegarás a ningún lugar.

Cree en ti, en tu éxito personal, y sin mirar a los lados, camina despacio, o si quieres camina rápido.

Pero no dudes que tarde o temprano llegarás, y es ese sendero el que te dará todas las armas para continuar; aunque a veces caigas, aunque a veces dudes o aunque a veces necesites parar a descansar.

La Confianza

Para generar la confianza en los demás, es importante ser honesto y actuar de forma correcta, a la vez que hay que agradecer al que cumple sus promesas y reclamar ante aquel que no las cumple.

Para mantener la confianza debemos comprometernos y cumplir nosotros también con las promesas, pedir disculpas cuando no las cumplimos y sobre todo, aprender a perdonar los errores. Por último, cuando vemos que la confianza con la otra persona se ha roto, es importante crear nuevas oportunidades donde se pueda volver a generar esa confianza que se tenía.

Autoconfianza:
La autoconfianza, o la confianza en uno mismo, es una característica que muchos pueden tener. Con esfuerzo y tiempo cualquier persona puede llegar a construir su autoconfianza. Para desarrollar esa autoconfianza es imprescindible creer en uno mismo y, para ello, la auto aceptación es fundamental.

Además de estos elementos, para lograr tener una buena autoconfianza es importante conocernos y comprender nuestros pensamientos y emociones (lo que denominaríamos como autoconocimiento), ser persistente y disciplinar (para asegurar los objetivos y metas que se quieren lograr), tener una perspectiva clara de la vida (saber exactamente lo que quieres ser o lo que quieres conseguir), y tener un autocontrol.

La autoconfianza trae múltiples ventajas para nuestras vidas, ya que si logramos tener un gran nivel de confianza en nosotros mismos podemos conseguir el éxito más fácilmente. Por el contrario, si tenemos falta de confianza e inseguridad, no estamos satisfechos con nosotros mismos, lo que genera situaciones negativas tanto para nosotros, como para los que nos rodean. 

A nivel personal, si no tenemos autoconfianza nos sentimos insatisfechos con nosotros mismos, tristes e incluso depresivos porque no nos valoramos. A nivel social, nos genera dificultades para relacionarnos con el entorno en el que nos desenvolvemos, lo que causaría que nos retrajéramos hacia nosotros mismos. A nivel laboral, nos puede crear dificultades para conseguir, mantener o progresar dentro de un trabajo. Por último, a nivel de pareja, nos puede causar sentimientos negativos.

Pero, además de la confianza con los demás y la autoconfianza, existen también otros tipos de confianza. Hay tres tipos que todos deberíamos desarrollar: la confianza conductual, que es la propia capacidad que tenemos para actuar, tomar las decisiones correctas y superar los obstáculos; la confianza emocional, es decir, saber lo que sentimos en cada momento para protegernos del dolor y tener la capacidad de conectar con otros seres humanos emocionalmente; y, la confianza espiritual, la fe que tenemos sobre la vida que nos rodea. Sin esta última confianza es difícil desarrollar los otros dos tipos de confianza.


También podemos distinguir otros dos tipos de confianza: la confianza simple y la confianza alimentada. La primera es una confianza primaria, con la que todos nacemos. La realizamos de manera automática, es una confianza total y completa, pero cuando se rompe (siempre en algún momento de la infancia), se rompe para siempre, ya que aparece algo que no estaba hasta ese momento: la desconfianza. La segunda, en cambio, es un tipo de confianza que se construye de manera consciente y reflexiva. 

La confianza alimentada también se puede romper, pero nos da la oportunidad de ser reconstruida.


martes, 28 de julio de 2020

El Lado Positivo


Lo negativo atrae a lo negativo, ser pesimista y pensar siempre en lo peor no traerá nada bueno a tu vida. Con negatividad perderás oportunidades que podrían hacerte feliz, piensa que en la vida casi todo se consigue con una buena actitud, así que negando problemas, no siendo resolutivo o teniendo miedo a tomar medidas y decisiones, serás incapaz de mejorar tu calidad de vida.

Deja de pensar que todo y todos están contra ti. Eso tan solo es una idea, una suposición que está en tu mente, así que recházala y conseguirás no sumergirte en la amargura. 

A veces echamos la culpa a todo lo que nos rodea porque no somos capaces de solucionar todo aquello que nos atormenta. Aparta la nube gris que está sobre tu cabeza y piensa que no es posible que el mundo se haya conjugado en tu contra, sino que eres tú el que no le saca el lado positivo

El pasado es pasado. El hecho de haber tenido una mala experiencia o decepción, por dolorosa que sea, no significa que debas volver a pasar por lo mismo o que siempre deberás estar retraído por miedo a volver a sufrir. 

Si vuelves a tropezar con la misma piedra, será el momento de levantarse de nuevo y seguir tu camino. ¡Debes superarlo! El futuro es la suma de tus experiencias y no debes tener una mala disposición ante él. Si piensas que todo irá mal, de veras, lo irá.

Tú no eres un defecto. Deja de pensar en lo que has hecho o lo que no has hecho y... ¡actúa! Tan solo tú puedes cambiar tus circunstancias y hacer que algo ocurra, pues no eres una víctima sino un factor más capaz de cambiar situaciones, métete en la cabeza que tienes tal poder.

Utiliza tus experiencias negativas y dolorosas para construir un carácter mejor. Piensa en quién quieres ser y hacia dónde quieres ir, asumiendo riesgos y tomando decisiones a diario. 

En eso consiste la vida. Arriesgar, apostar, decidir... Y si algo sale mal, tendrás tiempo para rectificar, aprender y superar cualquier circunstancia. Siempre buscando el lado positivo de las cosas.


Mejor Hazlo Ya




 Las palabras se las lleva el viento....
Hechos, no palabras....

No hables, sólo ACTÚA!
y tus hechos hablarán más que tus palabras...

No digas lo que vas a hacer... 
DEMUESTRA cómo lo estás haciendo...

No permitas que las promesas salgan de tu boca
Sin aterrizar y sin lograr ningún cambio...
Mejor HAZLO ya... 


Casa Curiosos


“Aunque los seres humanos son considerados particularmente muy curiosos, dicho comportamiento no se verifica con mayor frecuencia que en individuos de otras especies. 
Lo que parece diferenciar la curiosidad humana de la de los animales es que aquella suele combinarse con la capacidad de pensamiento abstracto y, de ese modo, conducir a la mimesis, a la fantasía, a la imaginación y eventualmente a una manera especial del ser humano de pensar (razón humana), que es abstracta y consciente.”

En algunos casos, la curiosidad puede derivar en una conducta peligrosa o dañina.

Un hombre no puede violar la intimidad y la privacidad de otro sólo para satisfacer su curiosidad: esto quiere decir que no tiene derecho de abrir su correspondencia, espiar por la ventana o revolver su basura con el justificativo de querer saber más sobre él. Otro ejemplo de curiosidad insana es la persona que decide arrojarse desde treinta metros de altura porque quiere descubrir qué se siente.

Pero la curiosidad suele ser uno de los puntos de partida hacia el desarrollo personal, artístico y profesional.

Durante la infancia, antes de sumirnos a esa serie tan peligrosa de prohibiciones y reglas ideadas por gente a la que jamás conoceremos, lo normal es que no sepamos frenarnos ante el impulso de saber más, de aprender, de llegar hasta el fondo de cada misterio con el que nos tropezamos, o bien que no queramos hacerlo aunque nuestros mayores intenten disuadirnos.

Y es así, dejándonos llevar por nuestras ansias de descubrir lo aparentemente oculto y prohibido que muchas veces cultivamos vocaciones, o bien abrimos puertas que los demás seres humanos creían imposibles de abrir, o que ignoraban completamente.

En casos triviales la curiosidad se asocia a buscar el escondite de los regalos de Navidad, de leer una carta ajena o de espiar a otra persona por una mirilla; pero este impulso puede llevarnos a generar grandes avances.

Todos padecemos o hemos padecido, sobre todo cuando éramos muy jóvenes de esta especie de instinto que nos impulsaba (a muchos aún les impulsa) a intentar saber siempre “algo más” acerca de alguna cosa que nos “corroía” como si fuese un “salpullido” y que por aquello que oíamos a nuestros mayores de “sarna con gusto no pica” nos metíamos a sabiendas y con una buena dosis de picardía “entre pecho y espalda” en algunos “berenjenales” muchos de los cuales aún (no obstante el tiempo transcurrido) guardamos “apretaditos” en nuestra memoria.

Sentido Común


El sentido común y la mayoría de la gente, siempre nos ha dicho que ser optimistas nos ayuda a ser más exitosos en nuestra vida. Sin embargo, es posible que no tengamos muchas respuestas lógicas al por qué debe ser así, o no tengamos claro exactamente cómo podemos ser optimistas para experimentar sus ventajas.

En los últimos años, la investigación en psicología, se ha esforzado por conocer mejor cuáles fortalezas y competencias pueden favorecer a una mayor satisfacción personal que nos ayude a tener una vida plena

Aparentemente, esta cualidad ayuda a protegernos de la visión desesperanzada que caracteriza a este problema y “amortigua” el impacto de las dificultades. A su vez, ayuda a vernos con más capacidad para enfrentar los conflictos y sobrellevar mejor el sufrimiento.

Además, se ha demostrado que el optimismo, también parece ayudar a presentar menos enfermedades físicas. Aparentemente, éste es un ingrediente fabuloso a la hora de enfrentar situaciones estresantes, lo que nos ayuda a compensar sus efectos nocivos sobre la salud.

Asimismo, el optimismo puede favorecer un mejor rendimiento académico, deportivo y una mejor adaptación profesional. Su presencia, nos ayuda a superar las dificultades, a la vez que nos permite construir metas y sueños ambiciosos, que nos mantienen motivados y orientados hacia su logro.
 ¿Cómo actúa el Optimismo?
El secreto parece estar en que las personas pesimistas y optimistas utilizan estrategias diferentes a la hora de afrontar situaciones estresantes
En el caso del optimismo, favorece que se empleen mecanismos mucho más eficientes y constructivos al enfrentarnos a los conflictos.
 Esta potente herramienta promueve que se activen respuestas orientadas directamente a resolver el problema, lo que impide, por ejemplo, caer en el típico error de tratar de “olvidar” o de “huir” de ese elemento doloroso o angustiante, lo cual definitivamente no nos ayuda a buscarle una solución al conflicto.
 Los optimistas, parecen moverse más fácilmente a resolver lo que les preocupa, se sienten más capaces, con más control y probabilidad de éxito. Por lo cual, hacen más para mejorar y piensan menos en su malestar, buscan más y mejores soluciones, y lo intentan muchas más veces. Por el contrario, los pesimistas tienden a enfocarse en las emociones negativas que les suscita el problema, quedan “encerrados” en un bucle del que es difícil salir y no les conduce a la solución.

Pero… ¿Cómo ser realmente optimista?
Parece tener mucho que ver con las expectativas. Los optimistas, tienen una predisposición a esperar resultados positivos en sus vidas, con una creencia general de que “las cosas van a salir bien” aunque pasen por momentos difíciles. Esta virtud parece desarrollarse en función de la explicación que hemos dado a los eventos en el pasado, es decir, cómo interpretamos nuestras experiencias.
Según se ha encontrado, las personas con un estilo optimista, suelen atribuir los acontecimientos positivos, a causas permanentes, globales y que tienden a deberse a sí mismos. 
 Por ejemplo, cuando son ascendidos en el trabajo, lo atribuyen a que la vida es justa y que ellos son realmente competentes. Esto ayuda a tener creencias positivas que invitan a aproximarnos al mundo, a la gente, a experimentar sin miedo, y a confiar en nuestras capacidades, sobre las que tenemos control y son estables en el tiempo.
 A su vez, los eventos negativos suelen atribuirlos a factores externos, temporales y específicos. 
 Por ejemplo, una actitud hostil de su pareja o un amigo, la atribuyen a que posiblemente ha tenido un mal día y lo ha hecho sin pensar.
 Este tipo de explicación nos invita a darle una segunda oportunidad, protege la relación con el otro y a nosotros mismos.
 Esto es mucho menos doloroso y más fácil de manejar, que pensar que todas las personas son crueles y que hay algo malo en nosotros que no nos permite tener buenas relaciones. Por lo tanto, el optimista, pone la causa de este evento negativo en algo pasajero y puntual, ¡mañana será otro día!
 Aunque el éxito de las cosas que hacemos depende de muchos factores, parece que puede resultarnos mucho más útil aprender a cambiar las explicaciones que damos a nuestras experiencias. 
 Mantener la esperanza de que las cosas vayan a mejorar definitivamente nos puede hacer la vida un poco más fácil y ¡más exitosa!

lunes, 27 de julio de 2020

El Ruido Que Ensordece


Si hay algún sitio donde podamos encontrar nuestro autentico yo, es en nuestro silencio interior, pero lamentablemente, muchos no se pueden escuchar, porque el ruido de nuestros pensamientos constantes y emociones turbulentas nos impide llegar a nosotros mismos. Pero aunque es difícil, saber escuchar nuestro interior es el camino para lograr ser nosotros mismos.

La razón de que muchos vayamos perdidos por la vida, es porque no somos capaces de comunicarnos con nuestro interior, nuestro ruido interno nos descentra de tal manera, que es el propio ruido el que nos guía, no nuestro autentico yo.

Acallar ese ruido no es cosa fácil, pero es el camino que hemos de empezar a tomar, si tarde o temprano queremos ser dueños de nuestra vida y encontremos la conexión con el mundo.

Cada persona es un mundo, por eso cada persona ha de tomar su propia senda y técnica para acallar ese ruido que nos impide ser nosotros mismos, pero lo cierto es que ya son muchas personas las que han encontrado en su respiración, el camino para encontrarse a ellas mismas.

La respiración consciente o meditación calma nuestros pensamientos repetitivos y nuestras incontroladas emociones, de esta manera no estamos tan ciegos ni tan sordos para sentir nuestra autentica esencia o verdad interior.

Buscar una manera de expresar nuestro interior, es otro camino que nos puede llevar  a encontrarnos a nosotros mismos, expresar  nuestros talentos con una actividad que nos atraiga, puede hacer que emerja nuestra autenticidad como seres.

Encontrar nuestros auténticos valores en la vida y actuar alineados con ellos, es otra manera de conectar con nuestro guía interior, cuando actuamos según esos valores, nuestra energía es más intensa y fluimos por la vida, como si vida fuéramos.

Cada personas tenemos una misión en esta vida, la misión de encontrarnos a nosotros mismos, para así poder entregar al mundo lo que espera de nosotros, nuestra conexión con él, nos hace saber que nuestra vida tiene sentido y de que somos mucho más que ese ruido que nos ensordece.



Inventario Positivo


Lamentablemente pocas veces sabemos apreciar lo que la vida nos ofrece, los caminos que nos toca recorrer, las personas que llegan a formar parte de nuestra vida y de los momentos que se presentan como aprendizajes necesarios, tristemente no nos damos cuenta que la vida nos ofrece una oportunidad hermosa, maravillosa, eterna y continuada, para apreciar cada instante y cada respiro.

“Pero la vida es corta: viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra”
 Félix Lope de Vega y Carpio

Resulta muy común y fácil renegar constantemente de lo que tenemos, manifestamos inconformidad con respecto a nuestras viviendas, lugares de trabajo, con nuestro entorno social, con el poco tiempo que tenemos, con el mucho tiempo que nos sobra, con la actitud de nuestra pareja, con el comportamiento de nuestros hijos, lamentablemente pocas veces  reconocemos la virtud de la vida de manera espontánea, siempre es más fácil ver los defectos y aquello que nos entristece y nos hace vivir constantemente en la insatisfacción.

“El que no valora la vida no se la merece”
 Leonardo Da Vinci

Si tan sólo tuviéramos conciencia de las puertas que nos abre el hecho de reconocer y aceptar lo que la vida nos ofrece, en lugar de vivir renegando de ello, debemos disfrutar lo que llega a nuestras manos y de igual manera saber apreciar lo que parte de ella.


A veces pensamos que en la media en la que disfrutamos de las cosas aprendemos a valorarlas, no miramos en la profundidad para darnos cuenta que ocurre lo contrario, en la medida en la que valoramos lo que tenemos, podremos disfrutar de lo que nos ofrece, sin agregarle si es justo o injusto, si lo merecemos o no, simplemente disfrutar de los detalles que nos regala la vida, en tanto la vivimos o pretendemos vivirla.


domingo, 26 de julio de 2020

Creciendo En Madurez

¿Cuándo uno demuestra madurez? La madurez es una cualidad deseable pues expresa una mejor y elevada perfección humana. Se debe imitar las personas virtuosas y repetir las buenas acciones hasta que sean parte de nuestra vida.

La madurez es el valor de hacerse cargo de nuestra propia vida, con claridad y conscientes de nosotros mismo. La madurez nos permite realizar acciones precisas para cada circunstancia.

Madurez es la destreza de controlar la furia y solucionar las diferencias sin violencia o destrucción, la madurez evita el odio y no guarda rencor.

La madurez es lealtad, lealtad a la familia, lealtad a la pareja, al equipo de trabajo, al país, etc.

La madurez permite mantener la calma en situaciones complicadas.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de aplazar el placer inmediato a favor de un beneficio a largo plazo.

Madurez es el control sobre uno mismo, sobre nuestra persona y emociones.

Madurez es paz con los demás. No discutimos y violentamos por cualquier cosa. 

El maduro pone el ejemplo de ser pacifico.


El Ser Integro

La integridad es la respuesta a la doble moral que maneja la sociedad, donde las personas actúan de una manera relativa (a su conveniencia y acomodo), evitando todo tipo de compromiso serio con los demás, con la vida y con Dios. 


Doble moral que se caracteriza por ser bondadosa cuando se requiera (conveniencia), pero participa de actos denigrantes sin que otros se den cuenta de ello, por otra parte.

De manera que, una persona íntegra responde a sus valores adquiridos, a sus convicciones más profundas, orientadas siempre hacia el bien y la construcción de la familia y la sociedad donde participa. La integridad es cierta evidencia de excelencia en el comportamiento integral de la persona.

Continuamente creamos nuestra realidad a través de las elecciones que hacemos, momento a momento -creando y manteniendo la armonía al seguir nuestra conciencia y actuar por el bien más elevado.

Estamos siendo valientes cuando vivimos de acuerdo a nuestra conciencia cuando sería fácil esconder de los otros que no estamos siguiendo nuestra conciencia. Es más cómodo deslizarse hacia abajo por la colina de la vida, manteniendo o divagando en nuestro estado de conciencia actual, que seguir las escaladas algunas veces duras del camino de lo que sabemos es correcto.

La recompensa de enriquecer continuamente nuestra integridad personal es que nos volvemos más conscientes de nuestra naturaleza armónica, de nuestra “chispa” divina.

Al vivir con integridad personal los demás se dan cuenta que pueden confiar en nosotros -nos convertimos en un amigo digno de confianza- un valor para nuestra familia del mundo.

Cuando integramos personalmente nuestra conciencia más elevada en nuestra vida diaria, en nuestras acciones cotidianas, tenemos mayor capacidad para disfrutar la felicidad y la armonía.

Los griegos eran expertos en hacer figuras en mármol. Muchas veces al estar trabajando el mármol descubrían grietas en él, la cual, naturalmente, le quitaba valor a la obra. Algunos, entonces, cubrían esas grietas con una cera especial; la pulían y quedaba aparentemente perfecta, pero cuando la figura era expuesta al calor del sol la cera se derretía y quedaba descubierto el engaño. 

Por eso, era común encontrar, donde vendían esas piezas de mármol, un letrero que decía: “Se venden figuras en mármol puro; sin cera.” De ahí, viene nuestra palabra en español sincera/o.

Eso es lo que significa integridad: sin grietas.




El Mundo De Los Mediocres


El mediocre siente la necesidad de ajustarse a los demás. Renuncia a su individualidad, a los más distintivo y precioso que tiene el ser humano: su unicidad en toda la historia de la humanidad. Se amputa de su tesoro más valioso. Deja de ser para ser los demás. Hay inseguridad y debilidad interior. La responsabilidad lo abruma, prefiere endosar las decisiones al grupo. Abdica de su persona y se incorpora a la manada. No tiene voz sino que es eco. Para él resulta inconcebible ir contra la corriente. Se masifica. Tiene que ser parte del coro. Es un masoquismo moral. Se entrega a la nada.
En debates abiertos se avanza o retrocede según sea la calidad y la solidez de los argumentos, pero cuando irrumpe el envidioso no hay razonamiento posible puesto que no surgen ideas sino que se destila veneno. Este fenómeno constituye una desgracia superlativa ya que se odia el éxito ajeno y cuanto más cercana la persona exitosa mayor es la fobia y el espíritu de destrucción.
La manía de la guillotina horizontal básicamente procede de la envidia.
Hoy en día la mayor parte de los discursos políticos están inflamados de odio y resentimiento a quienes han construido sus fortunas lícitamente en los mercados abiertos, mientras que esos mismos políticos generalmente se apoderan de dineros públicos y les cubren las espaldas a mafiosos amigos del poder, mal llamados empresarios, que asaltan a la comunidad con sus privilegios inauditos.
El igualitarismo de resultados no solo contradice la asignación eficiente de recursos sino que, estrictamente, es un imposible conceptual puesto que las valorizaciones son subjetivas y, por ende, no habría una redistribución que equipare a todos por igual (además, medir comparaciones intersubjetivas no es posible) y, para peor, aun desestimando lo dicho, en cualquier caso debe instaurarse un sistema de fuerza permanente para redistribuir cada vez que la gente se salga de la marca igualitaria.
En segundo lugar, el mediocre se burla de la teoría. Constituye una aseveración groseramente vulgar sostener que lo importante es el hombre práctico y que la teoría es algo etéreo, más o menos inútil, reservado para quienes sueñan con irrealidades.
Esta concepción revela una estrechez mental digna de mejor causa. Todo lo que hoy disponemos y usamos es fruto de una teoría previa ya sea en cuanto a medicinas, alimentos, tecnologías o lo que fuera. Los llamados prácticos no son más que aquellos que se suben a la cresta de la ola ya formada por quienes previa y trabajosamente la concibieron. En todos los órdenes de la vida.
Esta afirmación en absoluto debe tomarse peyorativamente puesto que todos usufructuamos de la creación de los teóricos. La inmensa mayoría de las cosas que usamos las debemos al ingenio de otros, incluso prácticamente nada de lo que usufructuamos lo entendemos ni lo podemos explicar.
Desde luego que hay teorías efectivas y teorías equivocadas. Las teorías deficientes no dan resultado, las buenas logran el objetivo. En última instancia, como se ha dicho "nada hay más práctico que una buena teoría". En resumen, el mediocre contribuye grandemente al retraso y al anacronismo.


sábado, 25 de julio de 2020

Cuando Se Acumulan Las Vivencias


“Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hayamos llegado”
-Quevedo-
Las etapas evolutivas
Como decíamos, cada etapa evolutiva, tiene sus propias características, las cuales solemos aceptar y evolucionar con ellas, sin demasiados conflictos emocionales. Al menos, no más allá de los propios necesarios para crecer. Y es importante, reflexionar acerca de que llegar a cada etapa de la vida, ha supuesto necesariamente vivir la anterior.
Se trata entonces, de que hay que aprender a valorar que nunca dejamos de ser niños, ni jóvenes ni adultos, sino que cada etapa y sus aprendizajes nos acompañarán durante toda nuestra existencia, siendo un equipaje para el camino que nos quede por recorrer.
“La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando éramos niños”.
-Frederick Nietzsche-
Pasar de etapa
Podríamos imaginar que nos especializamos en una profesión cualificada, y por ello, vamos pasando por diferentes tipos de formación y experiencia, así como, por el desempeño práctico de la profesión, propio del nivel que vamos adquiriendo.
Es así también, como pasamos de etapa en etapa, por la vida, especializándonos cada vez más, obteniendo mayor sabiduría, y por tanto, modificando nuestras tareas y desarrollo de actividades, en función de la edad.
Podríamos decir, que a más experiencia, el trabajo se vuelve más liviano, más calmado, más descansado… dejando así paso a aquellos que empiezan su formación en la vida, y se dedican al trabajo más arduo y difícil, necesario para aprender y obtener el grado de especialista, como ya lo obtuvieron sus antecesores mayores.
“Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”
-Ingmar Bergman-

Sin duda, cumplir años, añade experiencias y aprendizajes a la vida, llegando a tener una sabiduría que solo es propia de las personas más mayores de nuestra sociedad. Y esta sabiduría es a su vez, un tesoro para los más jóvenes, aquellos que empiezan a vivir la vida sin experiencias y necesitados de apoyo y consejo.
Por esto, cumplir años, en cualquier etapa que sea, siempre fue y seguirá siendo un apoyo de experiencia y educación hacia las personas de nuestro alrededor menores de edad que nosotros.