Lo negativo atrae a lo negativo, ser pesimista y pensar siempre en lo
peor no traerá nada bueno a tu vida. Con negatividad perderás oportunidades que
podrían hacerte feliz, piensa que en la vida casi todo se consigue con una buena
actitud, así que negando problemas, no siendo resolutivo o teniendo miedo a
tomar medidas y decisiones, serás incapaz de mejorar tu calidad de vida.
Deja de pensar que todo y todos están contra ti. Eso tan solo es una
idea, una suposición que está en tu mente, así que recházala y conseguirás no
sumergirte en la amargura.
A veces echamos la culpa a todo lo que nos rodea porque no somos capaces
de solucionar todo aquello que nos atormenta. Aparta la nube gris que está
sobre tu cabeza y piensa que no es posible que el mundo se haya conjugado en tu
contra, sino que eres tú el que no le saca el lado positivo
El pasado es pasado. El hecho de haber tenido una mala
experiencia o decepción, por dolorosa que sea, no significa que debas volver a
pasar por lo mismo o que siempre deberás estar retraído por miedo a volver a
sufrir.
Si vuelves a tropezar con la misma piedra, será el momento de levantarse
de nuevo y seguir tu camino. ¡Debes superarlo! El futuro es
la suma de tus experiencias y no debes tener una mala
disposición ante él. Si piensas que todo irá mal, de veras, lo irá.
Tú no eres un defecto. Deja de pensar en lo que has hecho o lo que no
has hecho y... ¡actúa! Tan solo tú puedes cambiar tus circunstancias
y hacer que algo ocurra, pues no eres una víctima sino un factor más capaz de
cambiar situaciones, métete en la cabeza que tienes tal poder.
Utiliza tus experiencias negativas y dolorosas para construir un
carácter mejor. Piensa en quién quieres ser y hacia dónde quieres
ir, asumiendo riesgos y tomando decisiones a diario.
En eso consiste la vida. Arriesgar, apostar, decidir... Y si algo sale
mal, tendrás tiempo para rectificar, aprender y superar cualquier
circunstancia. Siempre buscando el lado positivo de las cosas.
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