jueves, 21 de enero de 2016

Pues Según Dicen Nací Varón Porque En El Campo Faltaba Un Peón


“La frase “el trabajo es salud” aplicada a los niños en las actuales condiciones socioeconómicas, es en realidad privarlos de otros derechos y ponerlos en riesgo. Dejan la escuela, están por las calles y son víctimas de abuso sexual, violencia, explotación, y hasta de esclavitud. En Uruguay, el Estado trabaja contra el trabajo infantil (valga la redundancia) conjuntamente con las naciones que integran el Mercosur para erradicar, entre otros, la explotación sexual. Aquí, el Comité de Erradicación del Trabajo Infantil (CETI) elabora estrategias de trabajo para que el 8% de los niños uruguayos, quienes realizan trabajos peligrosos según datos del año 2011, deje de realizarlos.

¿Cuántas veces al día vemos a un niño o niña trabajando? En el ómnibus, en el campo, en los carritos tirados por caballos o por ellos mismos, o en las rutas (o calles de las ciudades) siendo explotados sexualmente. Un 8% de nuestros niños, niñas y adolescentes realiza tareas impropias a sus edades, es vulnerado en sus derechos, corre riesgos. Como en el resto del mundo, aquí hay niños, niñas y adolescentes que practican las peores formas de trabajo infantil.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de acuerdo a una encuesta del año 2011, en Uruguay el 11,6% de los niños realiza actividades económicas (remuneradas) siendo el área rural (21,1%), la que mayor requiere la mano de obra infantil frente a un 10% en la zona urbana. Además “las actividades remuneradas se realizan mayoritariamente en el día en un 92% de los casos, aunque también prevalece un 27% de niños que trabaja en la noche. 

El estudio presentado el año pasado sobre el trabajo infantil reveló que los trabajos más comunes son los de niñeras o vendedoras de comestibles para las niñas y la construcción y establecimientos ganaderos para los varones; son los trabajos más declarados por parte de los encuestados. Además, los varones son quienes realizan la mayor cantidad de trabajo con un 15%; hay un 11,4% de las niñas en los sectores netamente productivos (no domésticos).

Dentro de la amplia gama de trabajos que realizan nuestros niños, están los considerados peligrosos, o los que la OIT considera “las peores formas” del trabajo infantil. Ese tipo de trabajo es realizado por el 8,5% de los niños y adolescentes según el INE. Esto incluye las tareas de cargar peso, manejar máquinas, entre otros, y aquellos trabajos que son peligrosos por el solo hecho de realizarlos.”
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Hugo W. Arostegui


sábado, 16 de enero de 2016

Raíces: La Identidad Que Permanece


En estos días he tenido la visita un tanto sorpresiva de dos de mis nietas, Martina y Marcela, hijas de mi hijo mayor, Hugo Marcelo y de su esposa Elina, quienes quedaron junto a su hijo menor, Iñaki, en su residencia en el Estado de Bahía, Brasil, las cuales están de visita en nuestra frontera disfrutando de sus vacaciones.

Como seguramente se podrán imaginar, encontrarme, al abrir la puerta de mi casa, con dos hermosas jovencitas de 16 y 14 años a quienes no veía desde que eran unas niñas, me llenó de gozo aunque les confieso que no tenía la menor idea de que tal sería la experiencia compartida.

Allí estaba yo, su abuelo paterno, a quienes ellas tampoco veían tan seguido, digamos que mucho menos que lo que es esperable -seguramente debido a la distancia y a la exigente actividad que todos desplegamos- frente a ellas, de improviso, sin ensayo previo, tal cual somos en nuestra vida cotidiana, con la intención de compartir un tiempo juntos, una aventura fascinante que sin duda nos ayudaría a conocernos mejor y sentirnos en familia.

Lo bueno de todo esto es que hemos sabido compartir una muy cálida relación con la frescura que sólo se puede alcanzar en la autenticidad de la más absoluta espontaneidad, como les he dicho, nos hemos despojado de todo protocolo y nos dejamos llevar por la naturalidad de nuestra relación filial de un abuelo con sus nietas.

Ayer por la tarde, compartiendo un delicioso helado,  ambas me comentaron que les había causado cierta admiración el hecho de que al observar mi comportamiento, la forma de hablar, gesticular, etc. les hacía recordar a su padre y nos encontraban muy parecidos, al escucharles les confieso de que me sentí muy emocionado, al punto de que todo lo que atiné a decir fue esta frase: “Sin duda lo que se hereda no se roba”.

En lo personal mantengo lo que ya es un hábito incorporado, es decir el cultivo permanente de todas mis inquietudes, me gusta pasearme por el huerto de mis realizaciones y dejar al libre arbitrio de quienes puedan observarlo la extracción de sus propias conclusiones.

Nuestra descendencia conserva sus rasgos, existe un eslabón que nos identifica con nuestras raíces y que conserva inalterable la sana costumbre de cultivar los valores heredados de generación en generación.

Hugo W. Arostegui



lunes, 11 de enero de 2016

La Arena Es Un Puñadito…Pero Hay Montañas De Arena


Recortes de expresiones ya publicadas que nos atrevemos a reiterar, son apenas un puñadito, una insignificancia, simples gránulos de arena que apenas se perciben.

"... Y la analogía nos lleva a las profundidades de nuestro yo interior, la preocupación que mencionamos, también nos lleva a considerar las alteraciones constatadas en lo referente al clima, hablamos y hablamos, organizamos cabildos, creamos organizaciones ambientalistas que alzan su voz en todos los fórums abiertos para denunciar los abusos y exigir por soluciones a los gobiernos del mundo.
Y nosotros, en lo personal, en que clima vivimos, somos serenos como una mañana veraniega, o por el contrario, estamos sujetos a cambios bruscos de conducta , que transforman, la serena mañana que mencionamos, en estallidos de violencia, en la aridez de los desiertos causados por la intolerancia, el egoísmo o la ambición.
Nuevamente nos preguntamos:
¿Podremos mejorar la contaminación que nos rodea si no somos capaces de vivir en armonía con nosotros mismos?
Estuve observando el comportamiento de un grupo de personas que se divertían en una fiesta, en su jolgorio, elevaban vasos desbordantes de alcohol, los cuales volvían a llenarse una y otra vez, al finalizar la diversión, algunos ni siquiera podían estar de pie, a su alrededor pululaban cientos de vasos vacíos, aplastados bajo sus zapatos, cual si fuesen hojarascas después de un torbellino.
El medio ambiente esperaba, una vez más, que alguien pusiese las cosas en su lugar."

“…Hoy compartimos lo imposible lo que reside donde no hay encuentros, lo que puede estar orbitando en distancias no recorridas donde nuestros pies no han pisado, donde las huellas no han hollado un camino desconocido donde nunca has estado.
Existe un dicho que expresa: “Todo puede ocurrir en una dimensión desconocida” cuando hablamos del pensamiento humano y de su inconmensurable capacidad de crear nuevos mundos sería un grave error enfocarnos en una simple dimensión de su capacidad creativa.
Lo abstracto, lo irreal, lo subjetivo, son aristas de una constelación sideral donde se desplazan como en una autopista galáctica, todas las emociones, todos los encuentros y desencuentros, las vidas que fueron, las que nunca llegarán a ser y aquellas que convergen y se plasman como pinceladas que salpican y dan forma a todo lo inimaginable que sólo un ser único, indiviso y absolutamente imprevisible puede crear desde algo tan simple como un lápiz y una hoja de papel.”

“…Nos preguntamos: ¿cómo explicar a los demás? que existen visiones diferentes, distintas formas de percibir los acontecimientos, que los hechos han acontecido con absoluta independencia de lo que puedan aceptar como válidos o convenientes, los autoproclamados  formadores de opinión, que la realidad es independiente de la interpretación parcial que se le haga.

Nuevamente, volvemos al principio del Libre Albedrío, el acceso a la verdad es el fruto de la investigación exhaustiva de los hechos, no obstante contar con un enorme bagaje de información, de poder recurrir a la letra de la ley, expresión canonizada de la palabra de Dios, el gran mandamiento que recibimos nos exhorta a escudriñar las escrituras sagradas, escudriñar es investigar, comparar, consultar.

Esta exhortación va mucho más allá, no es una mera recomendación a que hagamos una simple lectura de la literatura oficialmente aceptada, es un imperativo de búsqueda universal a través de los incontables canales por los que discurre  el conocimiento.”
Hugo W. Arostegui



sábado, 9 de enero de 2016

La Palabra Escrita


Estamos a mediados de enero y las tradicionales fiestas han quedado en el recuerdo de algo que sin duda hemos disfrutado y, sobre todo, compartido, con todos nuestros allegados sin distinción de si éstos , nuestros allegados, están presentes o si permanecen arraigados como la amalgama de una joya muy valiosa y sentida en lo profundo de nuestro corazón.

Pienso que es una óptima oportunidad para que nos hagamos la firme determinación de iniciar un nuevo cultivo en nuestra “huerta imaginaria” aquella en la cual germina el fruto de nuestra capacidad creativa, allí donde en lo profundo del surco de nuestras emociones, que es donde brotan los sentimientos, es donde se pueden recoger las semillas del pensamiento humano, materia prima imprescindible para la elaboración de un relato.

 La fuerza de la palabra escrita
Ryszard Kapuscinski *
¿La escritura puede hacer que algo cambie? Sí, lo creo profundamente. Sin esa fe no podría escribir. Desde luego soy consciente de todas las restricciones que nos ponen las circunstancias, las situaciones, la historia y el tiempo. Por ello mi fe, aunque profunda, no es absoluta, no es ciega.
¿En qué consiste la principal restricción? La escritura sólo raras veces, en casos excepcionales, influye en la gente. Y, en el transcurso de la historia, no lo hace de forma directa, radical y de inmediato. La reacción a la palabra escrita es más bien mediata. En el primer momento puede ser incluso invisible, indetectable. Necesita tiempo para llegar a la conciencia del receptor, necesita tiempo para empezar a formar o cambiar esa conciencia. Sólo después de un largo camino podrá influir en nuestras decisiones, actitudes y acciones.
El que la escritura produzca cambios no lo deciden sólo los autores, sino sobre todo los lectores: su sensibilidad y confianza en la palabra, su prontitud y deseo para reaccionar a la palabra recibida. Es también importante el contexto, el ambiente, el estado de una cultura imperante en que esa palabra cae y es recibida. Con frecuencia estas son las circunstancias que pueden debilitar e incluso aniquilar el valor y la fuerza de la palabra escrita y sobre la cual el autor de un texto no tiene mayor influencia.
Sin embargo, a pesar de ese impedimento, estoy seguro que escribir puede provocar cambios. Lo digo con base en la experiencia de mis numerosos colegas que han puesto en peligro su vida y que, incluso, la han entregado. La entregaron para que su labor no sólo informara sobre lo que ocurre en el mundo, sino para desenmascarar el mal, sanar una situación o hacer al mundo más humano.
Daré un ejemplo. Desde 1959 Ruanda fue un país de masacres entre tribus y castas que se repetían en forma sistemática. El mundo lo ignoraba. Durante decenios ese país no dejó entrar a periodistas. Yo mismo, viviendo en la vecina Tanzania, traté en varias ocasiones, sin resultado alguno, de cruzar la frontera. Fue hasta que se escribió sobre las masacres de 1994 que la opinión mundial despertó. Y a partir de ese año Ruanda, por primera vez en su historia, dejó de ser lugar de sangrientos y masivos ajustes de cuentas internas.
Fue precisamente la escritura desenmascaradora y acusadora, y a menudo simplemente informativa, la que tuvo una importante papel en el conocimiento de los Gulags y de los campos de concentración, así como en el derrumbe de muchos regímenes criminales, de dictaduras del tipo de Pol Pot, Mobutu, Amin o Duvalier. Ello fue posible porque la palabra escrita pudo siempre cambiar muchas cosas. Ella ha provocado durante siglos el temor de todo poder autoritario que la ha combatido mediante diversos métodos. De ahí la colocación de libros en los índices eclesiásticos, de ahí la quema libros en las piras, de ahí obligar a los escritores al exilio, de condenarlos a muerte.
En el fondo no podemos imaginarnos un libro de texto de la historia universal que no tuviera un capítulo de cómo la palabra escrita en forma de volantes, escritos secretos, prensa clandestina y editoriales irregulares influyeron en el resultado de luchas sociales y políticas.
Cuando preguntamos: “¿la escritura puede hacer cambiar algo?”, la mayoría de las veces pensamos que se trata de un cambio positivo, dirigido a hacer un mundo mejor. Pero no olvidemos que la escritura puede intentar que el mundo sea peor, que contribuya a aumentar el mal, el odio y la agresión. Tal función la cumple cuando se escribe en el tono del fanatismo y la xenofobia, del fundamentalismo y el racismo. Por ejemplo, los libros al estilo de Protocolos de los sabios de Sion o Mi lucha de Hitler.
Pienso que la pregunta sobre cuál es el carácter de la relación entre la escritura y el cambio es muy importante y actual. Esta pregunta surge de la inquietud sobre la eficacia de nuestras acciones literarias por el valor mismo de la escritura. Porque por un lado vemos una enorme proliferación de la palabra escrita hay cada vez más libros, revistas y periódicos y al mismo tiempo percibimos cuánto mal hay en este mundo y como la cantidad de temores y conflictos en nuestro planeta aumenta en lugar de disminuir. De ahí el escepticismo de muchos creadores, de ahí la frecuente desconfianza e incluso la incredulidad en el sentido de nuestra escritura.
La mente de un hombre contemporáneo es constantemente regada con un diluvio de palabras, por lo que éstas pronto pierden su valor y fuerza. Cada vez nos hablan menos y más nos desorientan, agotan y fastidian. Y sin embargo, ese exceso, esa sobreproducción no debería desanimarnos.
La literatura siempre ha asumido su responsabilidad. Desde hace miles de años ha acompañado la vida de las sucesivas generaciones, a veces cambiándolas para ser mejores. Y hoy nada la libra de esa obligación. Por el contrario, los tiempos difíciles en los que vivimos nos ordenan que, con una fuerza y fe especial, digamos: “Sí, la escritura puede cambiar algo para que sea mejor, aunque sea poco, pero puede.

Tal como lo expresa magistralmente ,Ryszard Kapuzinski en el material que hemos expuesto, siempre valdrá la pena todo esfuerzo que realicemos para el cultivo profundo de la palabra escrita

Entiendo que lo mejor que podamos legar a nuestros congéneres sea el fruto de nuestro cultivo, aquel que surge como un manantial fecundo y fresco de la grieta profunda e inagotable de nuestra propia erudición, sin duda no habrá mayor presente que podamos ofrendar y que será imposible “comprarlo pronto” por la sencilla razón de que “nadie puede dar lo que no tiene” cultivado por sí mismo.


Hugo W Arostegui  

jueves, 24 de diciembre de 2015

Diciembre 24 Nochebuena

Aquel o aquella persona que incursiona en la lectura de los artículos que se publican con mi nombre en la web, debería antes de hacerlo, definir, ante sí y para sí, cuáles son los motivos que le impulsan a realizar tal procedimiento.

Es posible que la motivación responda a la mera curiosidad o al impulso de “ver que es lo que dice este loco” – que deben ser la gran mayoría- a algunos otros me consta que existe un vínculo muy fuerte que persiste en el tiempo y que posiblemente se agudiza cuando llega la navidad y la “llama del recuerdo” se reaviva generando “ese calorcito” que se anida en nuestro pecho y nos reconforta, justamente allí, en el interior profundo de cada ser.

Los que como quién suscribe, hemos optado por “compartir la vida a la intemperie”  es decir, como muy bien lo define un verso campero, que nos dice:

“Yo soy de los del montón, no soy flor de invernadero.
Soy como el trébol pampero, crezco sin hacer barullo.
Me apreto contra los yuyos y así lo aguanto al pampero.
Acostumbrao a las sierras yo nunca me sé marear,
y si me siento alabar me voy yendo despacito.
Pero aquel que es compadrito paga pa' hacerse nombrar.
Como les iba contando, esta opción que hemos adoptado desde siempre, ese vivir intensamente, nos ha llevado a no poder tolerar ningún tipo de bozal, sin duda reconocemos que somos “duros de boca” y cuando sentimos que “que algo hay que decir” no hay forma de detener la expresión del pensamiento y claro, tal aptitud, suele traer consigo consecuencias no deseadas, tales como: molestias, malos entendidos, incomodidad,-algunos suelen decir que mis dichos tienen la particularidad de oficiar como “supositorios de pimienta”
Cuando esto ocurre mi mejor consejo es decirle a tal lector o lectora, amigos discúlpenme, para evitarles tales inconvenientes pienso que lo mejor sería que se abstuvieran de tal lectura.
Para terminar permítanme agregar una reflexión de Navidad, he podido observar como permanece la tradición de adornar las casas y algunos comercios con las imágenes que rememoran el pesebre de Belén, y pensando en los tiempos de mi niñez me dije a mi mismo: José y María buscaron refugio y se prepararon para el alumbramiento en un pesebre y me dije: ¿Qué es un pesebre? Así comprendí que un pesebre no es otra cosa que “un comedero y refugio para los animales” entonces pude entender mejor la situación del nacimiento del Salvador, ellos escogieron como lugar para recibir al pequeño Jesús un lugar donde su venida al mundo estaría rodeado por el acompañamiento de los animales, esas nobles criaturas del quehacer doméstico, serían los testigos presenciales de la venida del unigénito de Dios el Padre, cuánto honor reservado a estas criaturas, entonces me dije: ¿Qué estamos haciendo con nuestras mascotas? Sin duda un día como la  nochebuena bien que merecen que les tengamos en cuenta, ellos nos acompañan todos los días y nos dan muestras de afecto y fidelidad, pienso que para ellos también deberíamos desearles una muy feliz navidad.
Hugo W. Arostegui



jueves, 17 de diciembre de 2015

El Demonio Del Terrorismo


Cuando hablamos de “Los Derechos Humanos” ya no alcanza con mencionar que nos estamos refiriendo a una frase que simboliza y define toda una gama de adjetivos que intentan identificar el alto grado de conciencia que la raza humana ha alcanzado en su constante evolución.

Conceptos amparados por el Derecho Universal, que intentan expresar y preservar, el valor de la criatura humana, su dignidad individual, y el derecho natural que ésta tiene, de poder desarrollar todo el potencial inherente a su condición, sin importar su origen, raza, posición social, etc.etc.

Decimos que no alcanza con la simple mención de estos derechos, porque la humanidad desde que ha podido registrar los acontecimientos que han marcado su peregrinar a través de los siglos, no ha logrado desprenderse del preconcepto, de pretender clasificar en castas, de separar a los fuertes de los débiles, de subyugar mediante el poder, de explotar al vencido, de esclavizar y masacrar a naciones enteras, en una lucha irracional, que ha contado, en la mayoría de las veces, con la complicidad de sus propios dioses.

Aunque no nos guste mencionarlo, aunque nos avergüence reconocerlo, aunque transitemos orgullosos por el siglo XXI de la era cristiana, aunque hayamos alcanzado niveles que superan nuestra capacidad de asombro en cuánto a ciencia y tecnología, subsiste entre nosotros la ignominiosa clasificación de “tipos de humanos” los humanos de aquí, los humanos de allá, los que viven en el primer mundo, los que habitan el tercer mundo, los desarrollados y los subdesarrollados, los que saben todo lo que pasa y los que viven y mueren ignorados en medio de la miseria.

Es por eso, que cuando nos enteramos de acciones bélicas, como la ocurrida en las aguas internacionales cercanas a la Franja de Gaza, donde las tropas de elite de Israel, abordaron y masacraron a los activistas que viajaban a bordo de la llamada Flotilla de la Libertad, aduciendo de que estaban ejerciendo “su derecho de defensa” frente a la potencial agresión, por la sospecha de que podrían transportar, un supuesto cargamento de armamento para los “terroristas” palestinos.

Quienes tuvimos la posibilidad de ver las imágenes difundidas por las agencias informativas, sabíamos, que una vez más, la arrogancia israelí, ignoraría las indignadas protestas, de la opinión pública internacional, en una clara demostración de indiferencia, la impunidad de sus actos está garantizada por sus aliados incondicionales, esta vez, El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el ataque, pero no prosperó ninguna sanción, Estados Unidos, Holanda e Italia, lo impidieron.

Entiendo que no debería existir Xenofobia grande como tampoco Xenofobia chica, todo hecho que se practica a seres indefensos, por causa de su raza o su religión, o por cualquier tipo de razón que podamos esgrimir, es condenable e indigno, ha sido tan tremendo el holocausto del pueblo judío durante la segunda guerra mundial, como el que se practica diariamente a los sufridos habitantes de la Franja de Gaza, por parte del ejército israelí.

Cuando la xenofobia y la exclusión, cuando los actos de violencia genocida, forman parte de las Sagradas Escrituras, cuando los profetas reveladores de la palabra de dios, alientan el odio y el desprecio a otras naciones, entonces, los derechos humanos se parcializan a favor de unos y desmedro de otros.

Antes, la excusa esgrimida consistía en que habían caído en condenación por adorar a otros dioses y, en consecuencia, haber caído en las garras del pecado.

Hoy, en pleno siglo XXI, la justificación para arrasar a las naciones, es que pueden tener armas de destrucción masiva, que son parte de algún eje del mal, o que son terroristas, si los modernos inquisidores juzgan y condenan, serán invadidas, ocupadas, y puestas en un largo proceso de purgatorio bajo la tutela de las naciones dominantes.

Alguien me ha preguntado una vez, si yo sabía cuáles eran las oraciones, que los devotos de la religión judía decían delante del Muro de los lamentos, las sagradas ruinas del antiguo templo de Jerusalén, pues bien, una de las plegarias recitadas se encuentra en el Talmud, la Ley de Moisés, los primeros cinco libros de la Biblia, parte del texto dice lo siguiente:

“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo,al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.

Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.

Más así debéis hacer con ellos; sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.”
Deuteronomio 7: versículos del 1 al 6

Una nación, con semejante aval, difícilmente pueda ejercer la tolerancia y la compasión, con aquellas naciones que considere sus enemigas, hace falta dar vuelta unas cuantas páginas del texto sagrado, para aprender el mensaje del verdadero Rey de los Judíos, el llamado Príncipe de Paz, seguramente que si hoy estuviese nuevamente entre nosotros, no faltarían maderos ni clavos, para volverle a inmolar en la cruz.

Hugo W. Arostegui

martes, 15 de diciembre de 2015

La Preservación De Nuestro Medio Ambiente

Los últimos desastres ambientales ocurridos en todo el planeta, nos ha puesto nuevamente frente a una realidad insoslayable, que nos obliga a sincerarnos y tomar una posición bien definida, posición que no admite ambigüedades, en cuánto al grado de responsabilidad que nos compete a todos y cada uno, con relación a este tema tan relevante, donde lo que está en juego, es nada más y nada menos, que la sobrevivencia de todas las especies vivas, que conforman nuestro habitat natural.

Si en algo estamos todos de acuerdo, es en asignar responsabilidades y condenar al hombre, en términos genéricos, como el principal, por no decir el único, responsable de todos los desequilibrios ocasionados en nuestro eco sistema.

El juicio es unánime y la sentencia lacónica: El hombre es quien ha provocado la crisis ambiental y sus catastróficas consecuencias.   

Desde los antiguos escritos de La Kabbalah, sus maestros enseñaban este principio:
“El hombre, el mundo donde vive y el universo todo, son análogos  si bien sus dimensiones y apariencia sean distintas, su conformación y su esencia, son análogas.”

Es entonces, recurriendo a esta analogía, que abordaremos en este artículo el tema ambiental, lo haremos partiendo de la premisa, de que lo que expresemos  en él, será recogido por lectores que poseen  la madurez e ilustración suficiente como para que sea innecesario recurrir a una exposición exhaustiva sobre situaciones hartamente conocidas por todos.

Recurriremos a un viejo refrán que nos sentencia: “A buen entendedor pocas palabras bastan”

También escuchamos esta aseveración que nadie discute ni pone en tela de juicio: “El ser humano es ante todo, un individuo, y por tal motivo decimos por extensión,  que cada persona es en sí misma, un mundo.”
De manera que no nos parece tan descabellado el considerar, que existe un hilo conductor
-quizás para muchos imperceptible-  que permite vincular los acontecimientos que pensamos que son exclusivamente  de nuestra competencia y que podemos hacer lo que queramos con ellos, sin embargo, conllevan consecuencias que no solo nos afectan en lo personal, sino que además, influyen en todo nuestro entorno, es decir, alteran el equilibrio con otros seres que componen las varias constelaciones en las cuales orbitamos:  como lo pueden  ser la familiar o la laboral, entre otras.

En cuanto a las alteraciones físicas del planeta: En este punto podríamos recurrir a miles de ejemplos, pero bastará que mencionemos algunos indicadores, tales como: la contaminación ambiental, la desertización, la disminución de la capa de ozono, la falta de recursos hídricos renovables, el uso indiscriminado de la energía nuclear, etc. etc.

Ahora, veamos: decimos que nos preocupa el  medio ambiente en el cual vivimos, pero no relacionamos la interacción existente entre el medio ambiente exterior a nosotros  y nuestro propio mundo, el interior, es decir nuestra propia identidad, nos hemos preguntado alguna vez,  en qué condiciones está el cuerpo físico que ocupamos, ¿ se encuentra libre de contaminación? Nuestros pulmones reciben el oxígeno suficiente?  ¿Nuestra alimentación es la adecuada? ¿Nuestros huesos y músculos tienen la energía necesaria? ¿Nuestro índice de masa corporal es el adecuado?  Y así podríamos seguir agregando preguntas sobre lo que estamos haciendo por nuestro propio espacio, el que ocupamos, cual si fuésemos una hormiga más en este enorme  hormiguero humano que todos conformamos.

Y si las respuestas que nos vamos dando a cada una de estas interrogantes no nos satisfacen,  deberemos admitir que también formamos parte de la contaminación que tanto nos preocupa.

Y la analogía nos lleva a las profundidades de nuestro yo interior, la preocupación que mencionamos, también nos lleva a considerar las alteraciones constatadas en lo referente al clima, hablamos y hablamos, organizamos cabildos, creamos organizaciones ambientalistas que alzan su voz en todos los fórums abiertos para denunciar los abusos y exigir por soluciones a los gobiernos del mundo.

Y nosotros, en lo personal, en que clima vivimos, somos serenos como una mañana veraniega, o por el contrario, estamos sujetos a cambios bruscos de conducta , que transforman, la serena mañana que mencionamos, en estallidos de violencia, en la aridez de los desiertos causados por la intolerancia, el egoísmo o la ambición.

Nuevamente nos preguntamos:
¿Podremos mejorar la contaminación que nos rodea si no somos capaces de vivir en armonía con nosotros mismos?

Estuve observando el comportamiento de un grupo de personas que se divertían en una fiesta, en su jolgorio, elevaban vasos desbordantes de alcohol, los cuales volvían a llenarse una y otra vez, al finalizar la diversión, algunos ni siquiera podían estar de pie, a su alrededor pululaban cientos de vasos vacíos, aplastados bajo sus zapatos, cual si fuesen hojarascas después de un torbellino.

El medio ambiente esperaba, una vez más, que alguien pusiese las cosas en su lugar.

Hugo W. Arostegui
  




martes, 8 de diciembre de 2015

Qué es Diversidad:

El término diversidad, se refiere a la diferencia o a la distinción entre personas, animales o cosas, a la variedad, a la infinidad o a la abundancia de cosas diferentes, a la desemejanza, a la disparidad o a la multiplicidad.
El término diversidad es de origen latín “diversitas”

Diversidad cultural
La diversidad cultural o diversidad de culturas refleja la multiplicidad, la convivencia y la interacción de las diferentes culturas coexistentes, a nivel mundial y en determinadas áreas, y atiende al grado de variación y riqueza cultural de estas con el objetivo de unir y no de diferenciar. La diversidad cultural es parte del patrimonio común de la humanidad y muchos estados y organizaciones luchan a favor de ella mediante la preservación y promoción de las culturas existentes y el diálogo intercultural, comprendiendo y respetando al otro.
Cada cultura es diferente, cada individuo debe tener una identidad cultural y la diversidad cultural, en este sentido, se manifiesta por la diversidad del lenguaje, del arte, de la música, de las creencias religiosas, de la estructura social, de la agricultura, de las prácticas del manejo de la tierra y de la selección de los cultivos, de la dieta, y en todos los otros atributos de la sociedad humana.
Debe existir un sano equilibrio entre los diferentes grupos culturales que existen en el mundo para que todas las culturas puedan defenderse, protegerse, coexistir y contribuir tanto para el desarrollo como para la paz, la reducción de la pobreza y la unión social. Cuando conviven varias culturas diferentes en un mismo territorio se habla de multiculturalidad, y no necesariamente deben existir relaciones igualitarias entre los diferentes grupos culturales, sino una interacción sana y reconocer al otro como distinto.
En relación a este tema, existen testimonios que consideran a la globalización como un peligro para la preservación de la diversidad cultural, pues acreditan en la pérdida de las costumbres tradicionales y típicas de la sociedad, estableciendo características universales y unipersonales.  
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) señalo el 21 de mayo como el “Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo”.
Para más información, consulte el artículo diversidad cultural.

Diversidad étnica
La diversidad étnica es la unión de diferentes pueblos en una misma sociedad, y que cada uno posee sus propias costumbres, lenguaje, piel, religiones, fiestas tradicionales, vestimenta, comida.
Diversidad lingüística
La diversidad lingüística se refiere a la existencia de una multiplicidad de lenguas dentro de un espacio geográfico. Es decir, es la diversidad lingüística demuestra la existencia de diferentes lenguas dentro de una misma comunidad y que comparten el mismo espacio geográfico.
Un factor que mide la diversidad cultural de una región, país o área geográfica es la diversidad lingüística, que se refiere a la medida de la cantidad de lenguas existentes en un país o en una área geográfica determinada. En las zonas que ha habido históricamente un comercio, una unidad política, migraciones, colonizaciones e influencias culturales existe menos diversidad lingüística, y en las zonas aisladas del planeta donde ha habido menos imposición de culturas y grupos de personas más pequeños existe mayor diversidad lingüística.
Para más información, consulte los artículos diversidad lingüística y lingüística.

Diversidad biológica
La diversidad biológica o biodiversidad hace referencia a la inmensa variedad de seres vivos que existen en la Tierra, tanto especies animales como vegetales, y a su medio ambiente y los patrones naturales que la conforman, que son el resultado de la evolución a través de los procesos naturales y también de la influencia de las actividades del ser humano.
El término biodiversidad fue creado por Walter G. Rosen en septiembre de 1986 en una conferencia sobre el tema: “National Forum on BioDiversity”. La biodiversidad comprende también las diferencias genéticas de cada especie y la variedad de ecosistemas, y estas permiten la combinación de múltiples formas de vida. Las diferentes formas de vida interaccionan entre sí y con el resto del entorno garantizando la vida y su sustento sobre el planeta. La biodiversidad garantiza el equilibrio y el bienestar en la biosfera, y por tanto, el hombre y su cultura, como parte y producto de esta diversidad, debe velar por protegerla, mantenerla y respetarla. El 22 de mayo es el Día Internacional de la Biodiversidad.
La biodiversidad es un sistema en constante evolución en cada especie y en cada organismo individual, por tanto, no es estática, sabiendo que el 99% de las especies que alguna vez han existido en la Tierra, ya se han extinguido. La biodiversidad es más rica en los trópicos, no está distribuida uniformemente en la Tierra, y más cerca de las regiones polares hay menos especies en poblaciones más grandes. Dependiendo del clima, del suelo, de la altitud y de otras especies, la flora y la fauna varían.
Dentro de la biodiversidad, existe la diversidad genética, que se dedica al estudio de los diversos fenotipos entre individuos que forman parte de una misma especie, y las interacciones de cada uno de ellos con el medio ambiente.
En ecología, la diversidad ecológica es una de las grandes ramas de la biodiversidad y se dedica al estudio de la variedad de especies existentes dentro de un mismo ecosistema. La diversidad de un ecosistema depende de tres factores, el número de especies presente, la composición del paisaje y las interacciones que existen entre las diferentes especies llegando a un equilibrio demográfico entre ellas. Según Koleff, la diversidad de las especies se clasifica en al menos tres niveles: la diversidad local o diversidad alfa (α), la diferenciación de la diversidad entre áreas o diversidad beta (β), y la diversidad regional o diversidad gamma (γ).
Véase también el artículo biodiversidad

Diversidad sexual
La diversidad sexual es una expresión que se usa para referirse a los diferentes tipos de orientación o identidad sexual. Generalmente existe una clasificación de cuatro orientaciones sexuales: heterosexual, homosexual, bisexual y transexual, aunque no es la más completa ya que, según Alfred Kinsey, existen diferentes grados entre la bisexualidad y la heterosexualidad o la homosexualidad.
El Día Mundial de la Diversidad Sexual es el 28 de junio.
Diversidad funcional
La diversidad funcional es un fenómeno, característica o hecho de todos los individuos de la sociedad por igual o de un determinado grupo social, para referirse que cada uno de ellos tiene unas determinadas capacidades. Como el resto de diversidades, la diversidad funcional debe ser gestionada de modo que no se produzcan, o se corrijan, exclusiones o discriminaciones, por ejemplo, hacia un minusválido, inválido o discapacitado. Estos últimos términos tienen una connotación negativa y por ello se creó la expresión diversidad funcional para decir que todos tenemos diferentes y diversas capacidades, y no discriminar a nadie.
El término diversidad funcional también se usa como término alternativo al dediscapacidad, invalidez o minusvalía.


Pedagogía De La Inclusión



Un aporte sobre el concepto de la inclusión que nos permitirá abordar este tema de tan vigente significación en nuestros intentos por alcanzar el logro de una mayor justicia que compense el anhelo    de una verdadera y consolidada integración social.
“Por inclusión se entiende aquella interacción de la sociedad sin importar su condición física, cultural o social, con todo aquello que le rodea en igualdad de condiciones, teniendo así los mismos derechos y oportunidades de ingresar a todo aquello que permita el desarrollo fundamental de la persona, como salud, educación, labor y sociedad.
Una crítica muy frecuente a la pedagogía inclusiva se basa en el temor de que los alumnos mejor dotados quedarían atrás y no serían suficientemente estimulados por el sistema inclusivo. Sin embargo diversos estudios han demostrado estadísticamente que la diversidad no sólo favorece a los más débiles, sino que también los alumnos "mejor dotados" obtienen amplio provecho de ella. Así lo demuestran los estudios realizados en torno al programa de valoración internacional de estudiantes realizado por la OCDE(véase Informe PISA).
Otra visión crítica sostiene que si se acabara con la selección que hoy opera en la enseñanza básica y media sólo se obtendría una mayor proporción de aspirantes a la educación superior o universitaria, momento en el que a más tardar tendría que existir un filtro social que impidiera el masivo e innecesario ingreso a las universidades.
Se le critica además a la inclusión el no considerar suficientemente la sobrecarga adicional que significaría para los maestros, exigiendo finalmente de ellos un desmedido aumento de sus horas de trabajo dedicadas a planificación e implementación mucho más compleja de este currículum para todos. Su puesta en práctica significaría además una completa revisión de los planes y programas universitarios para la formación de los maestros, con los correspondientes costos financieros y burocráticos que ello implica.
Los críticos de la inclusión agregan además el aspecto de que existirían grupos de niños con necesidades especiales para quienes el actual sistema de escuelas especiales sería plenamente beneficioso, puesto que la escuela les otorgaría la posibilidad de encuentro entre iguales y ayudaría a la formación de su identidad. Ello sería según esta postura, muy central en el caso de los discapacitados sensoriales (p. ej. trastornos de la visión o de la audición y el lenguaje) y la escuela inclusiva no les ofrecería esta posibilidad. Los partidarios de la inclusión desestiman esta crítica con el argumento de que justamente una identidad propia sana y sin daño para la autoestima sólo puede desarrollarse en medio de la diversidad y en un contexto de la igualdad de oportunidades.
De todas formas, la concreción de la inclusión no puede centrarse solamente en el ámbito educativo, ni tampoco exclusivamente enfocarse hacia lo que toca a las personas con necesidades educativas especiales. Sus concepciones son igualmente extensibles a otros sectores de la vida social. Su aplicación como principio rector en instancias locales de toma de decisión (p. ej, los en los gobiernos locales) podría ayudar a impedir la discriminación o la segregación de determinados grupos en desventaja (los jóvenes, las mujeres, las minorías sexuales, las minorías raciales)
En la escuela inclusiva todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a las necesidades de todos, donde se desarrollan proyectos cooperativos y programaciones conjuntas, ya que se trabaja desde la multidisciplinariedad. Los profesionales en ella, se forman continuamente, actualizando métodos, técnicas, etc,.
La educación inclusiva implica que todos aprendan juntos, independientemente de su condición, donde no se ponen requisitos ni mecanismos de selección, evitando actos discriminatorios. Siendo así, es una escuela donde todos participan y comparten de manera libre sus conocimientos diversos que los enriquecerán de sabiduría y a través de ello, se puedan hacer efectivos los derechos y oportunidades de toda persona y se pueda vivir en igualdad de condiciones en una “sociedad ‘de’ y ‘para’ todos” con una vida digna y obteniendo una buena calidad de vida que logre una satisfacción plena.”
https://es.wikipedia.org/wiki

Que Entendemos Por Inclusión

“Es el camino para acabar con la exclusión que resulta de las actitudes negativas de las personas, y de la falta de reconocimiento de la diversidad.
La Inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los  procesos sociales, culturales y en las comunidades (Unesco, 2005).
La inclusión es necesaria si queremos:
• Un mundo más equitativo y más respetuoso frente a las diferencias.
• Beneficiar a todas las personas independientemente de sus características, sin etiquetar ni  excluir.
• Proporcionar un acceso equitativo, haciendo ajustes permanentes para permitir la participación de todos y valorando el aporte de cada persona a la sociedad que integra de pleno derecho.”

Hugo W. Arostegui

jueves, 3 de diciembre de 2015

La Empatía: El Sendero De La Segunda Milla


“Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9.)

Durante el transcurso de nuestra vida es dónde encontraremos las oportunidades de desarrollar nuestras potenciales habilidades para el logro de nuestras metas, las cuales, nuestras metas, no pueden considerarse como tales, sino las relacionamos con nuestra condición de identificarnos como “seres humanos” vale decir esencialmente interdependientes los unos de los otros, centrados en el logro de alcanzar “la convivencia social” en igualdad de oportunidades sin exclusión ni excluidos.

A medida en que vayamos alcanzando ciertos grados de autosuficiencia iremos descubriendo el grado de interrelación que rigen a nuestras experiencias de vida con la coparticipación de aquellos que de una forma u otra han ejercido, y aún ejercen, ciertos grados de influencia en nuestras decisiones, ya sea esta influencia la vinculada con el entorno familiar, afectivo, maestros, colegas de estudio, ámbito laboral, etc.

Cuando “descubrimos” que no estamos solos en este esfuerzo colectivo que denominamos “convivencia social” nos estaremos acercando cada vez más a la identificación del verdadero rol que nos compete como integrantes maduros y plenos en el quehacer social, ya podemos asir las herramientas para dedicarnos de pleno al cultivo de los valores que germinarán en nuestro huerto en la medida en que estemos dispuestos a aceptar voluntariamente el esfuerzo y el sacrificio que seguramente nos demandará.

Se dice que en la vida del hombre evolucionado los milagros no se piden, los milagros se provocan, el éxito de nuestra tarea está íntimamente ligado al sacrificio “sacro oficio” entendido éste, el sacrificio, como el único medio  valedero que disponemos para alcanzar, el dominio primero y posteriormente la perfección de cualesquiera que fuese la disciplina que pretendamos desarrollar, sean éstas intelectuales, artísticas, deportivas, etc.

Una sentencia tan antigua como el hombre mismo nos dice: “Existen los hombres para que tengan gozo”  A diferencia del Placer, que muchas veces se confunde, el gozo solamente se experimenta a través del esfuerzo y el sacrificio, cuánto mayor sea el esfuerzo que realicemos mayor será la satisfacción que obtengamos, todo lo que nos pueda costar y mucho más será el valor de lo que obtengamos.

Agregamos:

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente o incluso lo que puede estar pensando.

Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben "leer" a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo.

Además, dado que los sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.

Cómo desarrollar la empatía

Una persona puede aumentar su capacidad de empatía observando con más detalle a los demás mientras habla con ellos, prestándoles toda su atención y observando todos los mensajes que esa persona transmite, esforzándose por ponerse en su lugar y "leer" lo que siente. Si mientras hablas con alguien, estás más pendiente de tus propias palabras, de lo que dirás después, de lo que hay a tu alrededor o de ciertas preocupaciones que rondan tu mente, tu capacidad para "leer" a la otra persona no será muy alta.

La falta de empatía

La falta de empatía puede verse a menudo al observar las reacciones de los demás. Cuando una persona está principalmente centrada en sí misma, en satisfacer sus deseos y en su propia comodidad, no se preocupa por lo que los demás puedan estar sintiendo y no tiene una respuesta empática ante ellos. Es la madre o padre que responde con un "mmm" indiferente, cuando su hija pequeña le enseña con entusiasmo su último dibujo, sin percibir la decepción de la niña al ser ignorada. Es el marido que llega a casa cansado del trabajo y se sienta a ver la tele mientras espera que su esposa, que también llega cansada del trabajo, se ocupe de hacer la cena y de bañar a los niños. O es la persona que dice no importarle si hay calentamiento global o si estamos contaminando el ambiente porque considera que ya habrá muerto cuando todo eso sea un verdadero problema.

Tal vez vivamos en una sociedad donde la gente es cada vez menos empática (según estudio de la Universidad de Michigan, los niveles de empatía de estudiantes universitarios cayeron un 40% entre el año 2000 y el 2010). No obstante, el único modo de hacer que el mundo sea cada vez más empático y no al revés, consiste en que cada persona se esfuerce por ser más empática, prestando más atención a los demás, a sus emociones, a lo que pueden estar sintiendo o pensando, o cómo les afecta lo que dices o haces.

Hugo W. Arostegui