miércoles, 6 de julio de 2016

Analogía: Anticuerpos


“El hombre y el mundo no son semejantes y menos aún iguales: El hombre y el mundo son análogos”

Anticuerpos

“cuando el ser humano enferma comienza la lucha interna contra los organismos externos que producen la enfermedad, el sistema inmunológico se pone en marcha y segrega los anticuerpos específicos para combatir y eliminar las bacterias, parásitos o virus que provocan el malestar.”

Podríamos extender estos conceptos de la analogía a la propia sociedad que todos constituimos pues partiendo de esta base extraeríamos una conclusión ineludible, el hombre es esencialmente un ser social de tal forma que rigen para la sociedad que integra los mismos fundamentos,  quiere decir que podemos afirmar que los mismos riesgos que se prevén para la preservación de la salud humana son análogos a los mismos riesgos que acechan a toda la sociedad en su conjunto.

Cuando mencionamos a los anticuerpos que velan y actúan en la preservación de nuestra salud física debemos extender por analogía los mismos resguardos para toda la sociedad.

Nuestra actitud para conducirnos por la vida y la escala de valores que rijan nuestras decisiones son, sin lugar a dudas, los anticuerpos naturales que nos preservan, de manera que podemos afirmar que cuando actuamos en consecuencia, cuando alertamos y corregimos los comportamientos un tanto erráticos, sean éstos propios o de aquellos que conforman nuestro entorno, estaremos generando los anticuerpos específicos que nos garanticen la preservación de una sociedad saludable

Hugo W Arostegui


martes, 5 de julio de 2016

Vivir En Sociedad



Todos los días nos surgen oportunidades de compartir experiencias con todos aquellos que    de una manera u otra se relacionan con nosotros por diversos motivos que hacen a la convivencia.

Es esta interrelación social que hace, y le da sentido a la vez, al intercambio de actividades que no solamente se complementan las unas con las otras, sino que además, nos hacen disfrutar de un confort y bienestar que de ningún otro modo hubiéramos podido alcanzar.

Pienso en los que me han atendido en el supermercado, en los que elaboraron el pan, en quienes nos cargaban combustible, los recolectores de residuos domiciliarios, el repartidor de correspondencia, la joven voz que nos orienta en la compañía telefónica, todos ellos y muchos más nos facilitan con su servicio y dedicación la cada vez más compleja vida en sociedad.

Es cierto que no estamos exentos de los eventuales problemas que la propia convivencia conlleva pero si cada uno de nosotros pone lo mejor de sí en la ejecución de sus tareas, todo redundará en una síntesis donde el servicio que nos brindamos superará largamente todas nuestras expectativas.

El poder observar los frutos del esfuerzo colectivo nos permite apreciar en toda su dimensión los grandes logros, que una sociedad organizada, en la cual nos integramos, asumiendo con responsabilidad, todos los derechos y obligaciones que nos correspondan

Hugo W Arostegui




Globalización


No se puede desconocer el grado de interrelación imperante en las sociedades humanas constituidas en el presente, las repercusiones que sacuden de un extremo al otro del planeta los acontecimientos que invaden nuestras fuentes de información hace innecesario ahondar en mayores detalles sobre este fenómeno, fruto de los adelantos tecnológicos que han revolucionado nuestras comunicaciones sobre todo en los últimos años.

La globalización ha surgido como una consecuencia inevitable y se encuentra entre nosotros absorbiendo todas nuestras actividades y perspectivas, ha venido para  quedarse por derecho propio y sería muy timorato de nuestra parte albergar alguna esperanza de que lo que nos sucede pueda considerarse como una simple etapa momentánea y pasajera.

Decimos:

“La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.

La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones o características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo (antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas” fuente: tomado de internet


Hugo W Arostegui



lunes, 4 de julio de 2016

Perspectiva Humana

 
“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.”
Gabriel García Márquez (1927-2014) Escritor colombiano.

“Cualquier ser de la naturaleza está satisfecho de sí mismo cuando transita el camino apropiado. Y un ser racional transita el camino adecuado cuando no consiente en admitir representación alguna falsa o incierta. Cuando dirige sus impulsos solamente hacia el bien común. Cuando limita los deseos y las aversiones en la medida que dependen de él mismo.
Marco Aurelio

“La  violencia forma parte de lo cotidiano como una consecuencia natural de nuestro entorno, es la expresión viva de nuestras frustraciones, la máscara donde se ocultan las promesas incumplidas, los proyectos postergados, los mañanas de cambio que nunca llegan, los presentes  que se mofan de nuestros previsibles fracasos y de la ridiculez de nuestras cada vez menos creíbles excusas.

La violencia se ha instalado en el centro de todas las emociones humanas, la hemos encumbrado nosotros mismos, es la llave maestra de todas las justificaciones, el comodín que hace posible nuestras jugadas, la que nos recubre de una pretendida impunidad, cuando muy dentro, en lo profundo de nuestro yo, intentan accionar  “los frenos de la conciencia”  que todavía, aunque con una voz apenas audible nos recuerden quiénes somos y que es lo que se espera que hagamos en determinadas  circunstancias.

La violencia que portamos  cual si fuera un virus de virulencia transmisible es fácilmente detectable y se clasifica de acuerdo a las diversas formas en que se manifiesta, lo que equivale a decir, que aunque la enfermedad sea la misma se diversifica según sus síntomas  externos.

De manera de que si somos violentos en el ámbito familiar, tanto al o los agresores al igual que  a sus potenciales víctimas se les clasifica en lo que hemos denominado: Violencia Doméstica.

Y la sintomatología de la violencia continúa, decimos: la violencia de género;  de acoso sexual;  las que atentan contra las minorías, étnicas o religiosas, las que se expresan en agresiones a la minoridad, a los indocumentados, las homofobias, las “barras bravas” en el deporte, en los sindicatos, en las corporaciones, en los institutos de enseñanza, en la inseguridad de las calles, en el tránsito, etc. etc.
En fin, un enorme rosario cuyas cuentas repasamos una a una como quien intenta expiar una culpa mediante  una penitencia, que por ser un “mal de todos”  se desvanece y difícilmente pase los umbrales de las meras intensiones, tal cual lo expresa el refranero popular cuando nos sentencia que: “ el mal de muchos es el consuelo de los tontos”.

Hugo W Arostegui



Cordura


Algunas personas me han preguntado si yo les podría dar alguna opinión sobre que entendía que pudiera haber en la relación existente entre cordura e imaginación.
A decir verdad esto es algo que alguna vez me lo he preguntado a mí mismo y la respuesta que tendría para dar, digo tendría porque a fuer de ser sincero no tengo muy claro cuál sea la tal relación que intento desarrollar a continuación:
Veamos, entiendo por cordura la cualidad de mantener el rumbo de nuestro objetivo en la vida y el de la imaginación(esencial en nuestra tarea) la facultad de contar con lo que podríamos llamar “pase libre” para ingresar en los dominios de la locura, compartir nuestro tiempo con los genios internados allí (creo que por su propia voluntad) y poder regresar (aún a regañadientes) nuevamente a desarrollar nuestra tarea entre los considerados “cuerdos o normales”.
A modo de respuesta me he permitido incursionar en las opiniones de otras personas que considero autorizadas a decirnos algo al respecto.
Esto es lo que hemos recogido:
El estado de cordura implica poseer equilibrio psíquico que es más que una cualidad real, una aspiración, ya lo dice el refrán “de niños y de locos todos tenemos un poco”
Sin embargo es innegable que hay personas más cuerdas que otras. No significa que quien posee cordura no pueda desarrollar una fructífera imaginación, necesaria si se desea realizar producciones artísticas o literarias, pero debe saber diferenciar estrictamente la realidad de la fantasía, como vulgarmente se dice “tener los pies sobre la tierra”. Sin embargo, un exceso de cordura, pasando todo por el tamiz de la razón, sin permitirse pequeñas “locuras” cotidianas, o no dejar volar la imaginación, puede no ser demasiado saludable, y convertir la vida en un largo, monótono y aburrido camino 
http://deconceptos.com/ciencias-naturales/cordura

Sinceramente



Hugo W Arostegui

domingo, 3 de julio de 2016

Lágrimas De Cocodrilo

No tengo la menor idea de lo que puede ser una lágrima de cocodrilo pero desde que me tengo por gente, como se suele decir, siempre he escuchado esta expresión al referirse a la forma de comportarse ciertas personas, cuando aparentaban gran dolor ante circunstancias de angustia de alguien de su conocimiento, al punto de derramar sus lágrimas públicamente, cuando en su fuero íntimo se las consideraba de ser capaces, ellas mismas, de ser las causantes de tales males.
Este dicho del acervo popular ha mantenido su vigencia en el tiempo y hemos de concordar de que nos revela y denuncia a la vez, un tipo de comportamiento que bien puede considerarse que integra parte del “patrimonio cultural” de muchos o de muchas, no pretendemos crear ninguna polémica de género en este tema que exponemos.
Basta con observar la conducta de algunos de nuestros congéneres, gobernantes, políticos, comerciantes, financistas, etc. etc. para estar preparados para extraer nuestras propias conclusiones.
Ya que estamos interesados en el tema agregamos algo que hemos extraído de internet que nos ilustra algo al respecto:
“Cuando alguien demuestra mediante el llanto un falso arrepentimiento o una tristeza simulada por algún acto negativo que ha hecho, decimos que son “lágrimas de cocodrilo”.
Esta expresión tiene su origen en la antigua creencia de que estos animales emitían unos falsos alaridos o llantos con el que atraían a sus presas, a las que devoraban sin compasión acto seguido... aunque también se decía que cuando se las comían lloraban, siendo en ambos casos lágrimas falsas, pues no estaba para nada triste el cocodrilo, sino engañando a sus víctimas para darse un festín.
Con el paso de los años y el estudio de los cocodrilos se ha llegado a la conclusión de que este llanto sólo se produce para mantener húmedos los ojos, ya sea en condiciones de sequedad por estar fuera del medio acuático, bien por estar en un lugar donde el agua tiene una concentración de sal superior a la habitual.
También segregan estas lágrimas cuando comen, pues al parecer las glándulas segregadoras de saliva y lágrimas se encuentran muy cerca unas de otras, por lo que al segregar saliva se activa el lagrimeo.” www.curiosidades.com
Observemos nuestras lágrimas
Hugo W Arostegui


La Luz Que Nos Ilumina






“Cuando tu opacas tu luz para que otro pueda brillar, todo el mundo se oscurece”
                                                                                               Autor desconocido

En épocas pasadas, hace ya unos cuántos años, la mayoría de las tareas se realizaban con la utilización de caballos o asnos como medio de transporte de manera que nos resultaba algo muy común, incorporado a nuestro entorno, el observar el paso de estos animales de tiro tirando de sus carros, con la particularidad, que todos ellos llevaban como una parte indispensable de sus arreos, una especie  pantallas de cuero de cada lado, a la altura de sus ojos, con la intención de limitar su campo de visión y mantener centrada su atención en la tarea que realizaban.

Pasado el tiempo esa imagen aún permanece en nuestras retinas y no podemos evitar que la asociemos a lo que acontece con nosotros mismos cuando apreciamos “las campañas agresivas que realiza el mercado de consumo” quienes limitan nuestra capacidad de observación, sobre todo en lo referente a nuestra “condición económica financiera” con el claro objetivo de continuar poniendo por delante de “nuestro campo de visión” la venta de ilusiones, augurándonos un pseudo bienestar que como sucede con nuestro horizonte, avanza siempre delante de nosotros, alejándose cada vez más.

La comparación de lo que vemos que nos sucede ahora con lo que observamos con los animales de tiro de antaño, esperamos que se entienda que no tiene la mínima intención de proferir una ofensa, por favor que no se malentienda lo que decimos, pero, (otra vez aparece nuestro pero,) tendremos que concordar que para nosotros los humanos no siempre nos resulta fácil el armonizar el uso de nuestra capacidad de raciocinio con esa “tendencia natural” de propender a tropezar dos veces con la misma piedra.

Mantengamos encendida la luz que ilumina nuestro camino

Hugo W Arostegui