viernes, 30 de septiembre de 2016

Necesidades Humanas Básicas


Las instituciones que tienen a su cargo la responsabilidad de informar sobre la condición social de las personas que integran una determinada comunidad han realizado un desglose primario en que clasifican en dos grandes grupos la constitución de los mismos.

Estas dos condiciones nos dan un punto de partida, a saber:

NBS     Necesidades Básicas Satisfechas
NBI      Necesidades Básicas Insatisfechas

La descripción nos ofrece una pauta para ayudarnos a comprender las condiciones y el grado de vulnerabilidad  y posibilidades de toda una comunidad medida en su conjunto.

La persona humana cuando nace es la más vulnerable de todas las especies, es completamente incapaz de satisfacer ninguna de sus necesidades básicas en un amplio espectro que recorre todas las facetas de sus posibilidades de sobrevivencia desde lo fisiológico a lo afectivo, lo que equivale a decir de que debe ser provista por parte de sus progenitores o por aquellos que asuman la responsabilidad de criarlo.

“Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables. Además las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia, a través del tiempo y de las culturas, son la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades.

            Las necesidades fundamentales son: subsistencia (saludalimentación, etc.), protección (sistemas de seguridad y prevención, vivienda, etc.), afecto (familia, amistades, privacidad, etc.) entendimiento (educacióncomunicación, etc.), participación  (derechos, responsabilidades, trabajo, etc.), ocio (juegos, espectáculos) creación (habilidades, destrezas), identidad (grupos de referencia, sexualidadvalores), libertad (igualdad de derechos).

            Concebir las necesidades tan sólo como carencia implica restringir su espectro a lo puramente fisiológico, que es precisamente el ámbito en que una necesidad asume con mayor fuerza y claridad la sensación de "falta de algo". Sin embargo, en la medida en que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas, son también potencialidad y, más aún, pueden llegar a ser recursos. La necesidad de participar es potencial de participación, tal como la necesidad de afecto es potencial de afecto.

            Integrar la realización armónica de las necesidades humanas en el proceso de desarrollo, significa la oportunidad de que las personas puedan vivir ese desarrollo desde sus comienzos; dando origen así a un desarrollo sano, autodependiente y participativo, capaz de crear los fundamentos para un orden en el que se pueda conciliar el crecimiento económico, la solidaridad social, el crecimiento de las personas y la protección del ambiente.”
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos65/necesidades-basicas-cultura/necesidades-basicas-cultura.shtml#ixzz4LjYQOCeS

La potencialidad del ser humano hace que todas las mediciones que puedan realizarse referentes a su condición social en un momento dado de su existencia jamás podrán determinar sus posibilidades de futuro ni mucho menos condicionar su grado de evolución.
No es posible predecir a priori cuales pueden ser los límites de un ser humano de ahí la importancia de que toda la sociedad en su conjunto provisione todos los medios que estén a su alcance para de alguna forma viabilizar las condiciones de su desarrollo.


Hugo W Arostegui

jueves, 29 de septiembre de 2016

Emprendedores


Hay personas que tienen incorporada una singular visión de cómo alcanzar determinados logros en sus vidas, son aquellas que vislumbran que a las oportunidades, como ocurre con los llamados milagros, no se piden ni se mendigan, simplemente se provocan utilizando un medio que nunca falla, la intervención de dos muy fieles aliados: determinación y constancia.
“Se denomina emprendedora a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza los recursos necesarios para cogerla.
De hecho, en la etimología de la palabra se encuentra la voz latina prendĕre que significa literalmente coger tomar. Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o que encuentra una oportunidad de negocio, o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa.
Pero, yendo más allá,  emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite emprender nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso más, ir más allá de donde ya ha llegado.
Es lo que hace que una persona esté insatisfecha con lo que es y lo que ha logrado, y como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros.
Por ello, el concepto de emprendedor está irremediablemente atado a la idea de innovación y riesgo por parte de alguien que cree en sus ideas y que es capaz de llevarlas a cabo, de encontrar la manera de materializar sus sueños.”
Es posible que encontremos muy dentro de nosotros mismos, como quién introduce sus manos en la médula misma, en lo recóndito de nuestro ser, el campo fértil donde florecen ciertos valores como los ya citados, determinación y constancia, una vez que les incorporemos a nuestras acciones diarias veremos que todo emprendimiento es posible, nadie nos puede proporcionar lo que sólo se encuentra en nuestro interior por muy santo y milagroso que sea.
Hugo W Arostegui


Automarginación



Solemos utilizar premisas generalmente aceptadas como, por ejemplo, la divulgación de estadísticas sobre “la marginación social” para esgrimir estos datos, considerados oficiales y dignos de crédito, para intentar refugiarnos en ellos para de alguna forma justificar los alegatos que esgrimimos en cuánto a nuestra “falta de oportunidades”

Ahora bien, que sepamos, en ningún momento han venido las llamadas oportunidades a “golpearnos a la puerta” y hay muy pocas o ninguna noticia de que las mismas “hayan entrado por nuestra ventana” la realidad nos muestra de un modo irrebatible de que nunca ha sido fácil para nadie ese encuentro con “las oportunidades” y que para obtener el acceso a ellas deberemos estar muy atentos y preparados para no dejarlas pasar de lado.

Resulta en que hay momentos en que alguien pueda sentirse como “una gota de agua” y se lamente de que no logra integrarse a ninguna sociedad oleaginosa, es sabido de que el agua y el aceite no se mezclan entre sí, de manera de que la alternativa es muy clara,  o cambiamos nuestra condición de agua, o buscamos alguna otra forma de encontrar un grupo del cual nos sintamos “compatibles” evidentemente no es suficiente de que nos quejemos “por la falta de oportunidades” cuando no estamos dispuestos a realizar los esfuerzos necesarios que nos habiliten a una integración productiva y sobre todo sustentable.

Me viene a la mente la imagen de una señora que se quejaba por su falta de suerte en  la lotería pues jamás había logrado un solo premio, agregando al final de su argumento “de que nunca en su vida había adquirido un solo número en ningún sorteo”.


“En sociología, se denomina marginación o exclusión a una situación social de desventaja económica, profesional, política o de estatus social, también producida por la dificultad que una persona o grupo tiene para integrarse a algunos de los sistemas de funcionamiento social (integración social).

La marginación puede ser el efecto de prácticas explícitas de discriminación —que dejan efectivamente a la clase social o grupo social segregado al margen del funcionamiento social en algún aspecto— o, más indirectamente, ser provocada por la deficiencia de los procedimientos que aseguran la integración de los factores sociales, garantizándoles la oportunidad de desarrollarse plenamente. En un lenguaje menos avanzado es excluir a una persona por su rango económico, social o político.”

La integración social por mejor que sean los programas que la impulsen en ningún momento han sido fáciles, es menester de que asumamos la cuota parte de responsabilidad que nos compete en este asunto con el agregado de que las oportunidades caminan de la mano de todo lo que hagamos no solamente para resolver nuestros propios problemas sino haciendo todo aquello que nos solidarice con el resto del entramado social.

Hugo W Arostegui


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Sociedad: Cualidades De Un Buen Socio


Quizás no nos hemos detenido a pensar en el hecho de que somos una parte activa de la sociedad que integramos de hecho, por derecho natural y sin la firma de contratos que nos estipulen claramente cuáles son los derechos y obligaciones inherentes a esta condición.
Es la realidad de la vida la que nos hace “ajustar a derecho” y por más que aleguemos que no hemos sido consultados al respecto la respuesta contundente que obtendremos será la siguiente: “la ignorancia de la ley no nos exime de su cabal cumplimiento” lo que nos hará sentir su rigor en la aplicación de las normas que nos regulan.
Ahora bien, lo cierto es que como miembros de una sociedad organizada cada uno de nosotros nos constituimos por la vía que fuese en socios activos y plenamente responsables en todo lo atinente a “metas y objetivos” que como colectividad nos hayamos propuesto.
Me pregunto: cuando tenemos un socio, que camina junto a nosotros sin necesidad de presentación alguna y que al igual que nosotros nos rigen los mismos derechos y obligaciones, ¿cuáles serían los atributos que nos gustaría que compartiésemos? .
En respuesta a estas interrogantes he aquí algunas de sus cualidades:
“Tener un buen socio suma a la hora de compartir experiencia, de afrontar las dificultades y sobre todo para encontrar soluciones a los problemas de la gente. ¿Qué características debería tener nuestro compañero de viaje?
Debe ser una persona que nos complemente, con habilidades diferentes a las nuestras y que nos ayude en esas áreas en las que no dominemos para poder tener mejor posicionamiento.
Debe ser una persona dialogante, que nos escuche pero que también exprese su opinión sin miedo para poder tratar todos los problemas que se interpongan en la marcha de la empresa.”

Demás está decir que lo que pretendemos de “nuestros socios” en este emprendimiento de constituir nada menos que una sociedad en la cual compartimos nuestros destinos estará regido por la misma máxima “no esperes recibir de los demás más que lo que estés dispuesto a realizar tú mismo”


Hugo W Arostegui

martes, 27 de septiembre de 2016

La Dignidad Del Trabajo

Aporte sociológico

“La naturaleza colectiva del trabajo “humano” y el sistema de relaciones sociales que lo conforma, hace del trabajo un centro de atención constante para los sociólogos: Comte, el fundador de la Sociología, sostenía que la división de trabajo lleva a la evolución social.
Cada formación social desarrolla un tipo específico de relaciones sociales para atender la actividad laboral que impacta decisivamente en las características de cada sociedad y en la cultura y forma de vida de sus habitantes.
La constitución misma de la humanidad como especie social está vinculada al desarrollo de relaciones cooperativas en el trabajo. Por otra parte el conflicto social derivado de las relaciones laborales es una de las cuestiones más atendidas por la Sociología.
Durante la mayor parte de la Historia de la Civilización el trabajo fue considerado como una actividad despreciable. En la Biblia, libro sagrado común al judaísmocristianismo y el islam, el trabajo aparece como algo costoso después de que Adán y Eva perdieran el paraíso:
(Yahveh Dios) Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo retornarás.»
(Génesis, Cap. 3)
Los griegos de la Edad de Oro pensaban que sólo el ocio recreativo era digno del hombre libre. La esclavitud fue considerada por las más diversas civilizaciones como la forma natural y más adecuada de relación laboral. Desde mediados del Siglo XIX,4 vinculado al desarrollo de la democracia y el sindicalismo, la esclavitud deja de ser la forma predominante del trabajo, para ser reemplazada por el trabajo asalariado. Con él emerge una valoración social positiva del trabajo, por primera vez en la historia de la Civilización.
En general los grandes sociólogos (ComteWeberDurkheim) concedieron al trabajo un lugar central en sus teorías. Pero, es recién a partir de la Segunda Guerra Mundial que se desarrolla una Sociología del Trabajo. Conceptos claves de la Sociología como los de “división del trabajo”, “clase social”, “estratificación social”, “conflicto”, “poder”, “Población Económicamente Activa”, “sobretrabajo”, “subocupación demandante y no demandante”; “mercado de trabajo”. Todo ello está relacionado con el plano “macro” de las relaciones laborales están íntimamente relacionadas con las implicancias sociológicas del trabajo.
Para la Sociología del Trabajo el estudio del trabajo va más allá de las “relaciones sociales de empleo” para concentrarse en el mucho más amplio y complejo concepto de “mundo del trabajo”, abarcador de todas las formas de trabajo y actividad, prestando atención tanto a la actividad como a la intención para la cual la actividad es llevada a cabo, y llegando hasta el concepto mismo de “empresa”, como esfuerzo colectivo del trabajo. Cuando se llega a ello estamos en el plano “micro” de la sociología del trabajo, o sea las condiciones y medio ambiente de trabajo originadas por el plano “macro” que llevan el nombre de CyMAT (Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo) que es una especialidad en la Sociología Laboral 
La Sociología presta atención y estudia las implicancias sociales de la relación del trabajo con la herramienta (técnica y tecnología). Las profundas transformaciones que derivan del paso del trabajo con simples herramientas individuales (artesanado), al trabajo industrial con grandes máquinas (maquinismo), al trabajo con computadoras (sociedad de la información),y el impacto micro que generan, constituyen un permanente tema de estudio sociológico .”

La Persona Integra


El concepto de “persona humana” se refiere a aquella que está provista de un sólido criterio que la habilita para integrarse a una comunidad de “iguales” con quienes comparte sus ideales y principios.
“El valor que nos damos.
Es nuestra capacidad para hacer y cumplir compromisos con nosotros mismos, para hacer lo que decimos.

En términos muy prácticos, la integridad abarca la veracidad y la honestidad u honradez, aun cuando el practicar estas cualidades nos perjudica.

En sus raíces las cualidades y la conducta de la verdad y la honradez son muy parecidas y muy relacionadas.

Son el opuesto del engaño y la falta de integridad las que generan desconfianza en el proceder,
La desconfianza crea conflictos.

La realidad nos señala que las violaciones de los derechos humanos en su origen se encuentran en diversos y complejos conflictos de naturaleza social, económica, política, ambiental, laboral o étnica que suelen repetirse cotidianamente.

Sólo en el ámbito democrático participativo es posible lograr una adecuada protección de los derechos humanos en general.

Las libertades y prerrogativas indispensables para la existencia de la democracia son consideradas igualmente inherentes a la persona humana en un contexto pluralista. 

El mejoramiento en la defensa, protección y promoción de los derechos humanos, en particular de la integridad personal, sólo es posible con una verdadera profundización de la democracia.

Por perder la ética queremos decir, una acción o situación en la que el individuo se involucra, o algo que el individuo hace, que es contrario a los ideales, a sus mejores intereses y a la supervivencia de su integridad, de su dignidad y de su crecimiento.


Hugo W Arostegui

Vitalidad


Hablamos de un componente de nuestra personalidad que constituye un “ingrediente inocultable” digamos que es como como el viejo dicho que nos dice: “el movimiento se demuestra andando”  (*) lo que equivale a decir que de nada nos valen las palabras cuando nuestra actitud no acompaña en sus propios actos tal demostración de vitalidad.
(*) Su autor fue el filósofo griego Diógenes, conocido como El Cínico (412- 323 AC)

“La vitalidad juega un papel muy importante en la vida de las personas.
Qué significa vitalidad?
El diccionario la define como la correcta combinación de la fortaleza física y mental, lo que indica que el individuo posee un equilibrio entre el cuerpo y la mente.
La fortaleza física lo va a ayudar a realizar las tareas diarias, mientras que la fortaleza mental lo va a ayudar a procesar de manera positiva lo que le sucede en su vida. La vitalidad es como las personas manifiestan su energía.
Como dice Martha Graham:
"Existe la vitalidad, la energía que se manifiesta a través de la acción, y porque usted es único, la manifestación y expresión de la misma es única.”
La vitalidad es obvia en las personas jóvenes, que tienen todo el tiempo y energía en el mundo en todo lo que encaran.
Están llenos de energía y la quieren compartir constantemente. Sin embargo, a medida que el individuo madura, comienza a perder su vitalidad.
El trabajo y las responsabilidades comienzan a agobiarlos de tal manera que ya no viven su vida con alegría sino que con obligaciones. Comienzan a tener una actitud pesimista y con el tiempo aparecen manifestaciones en el físico afectando su salud.
Gradualmente su vitalidad declina y comienzan a desarrollar una actitud de "perdedores".
Sin embargo, la buena noticia es que todos podemos recobrar la vitalidad que tuvimos en la juventud.
 Por su puesto el envejecimiento va a producir efectos en el cuerpo, pero debemos mantener una nutrición apropiada y pensar positivamente. Como el dicho que dice: "Usted es tan viejo como piensa que es".
La clave para mantener la vitalidad es mantener el cuerpo y la mente activos y de esta manera usted podrá mantener la energía que necesita para enfrentar la vida diaria.”
De manera que como bien podemos apreciar el hecho de sentir vitalidad y el poder aplicarla en todo lo que hacemos es como “realizar un canto a la vida” una muy buena forma de comenzar y continuar con buen ritmo nuestras tareas.
Hugo W Arostegui