martes, 30 de julio de 2019

Etapas De La Vida




Generalmente hablando nuestro tránsito por la vida atraviesa, o debería atravesar, por razones puramente cronológicas, por diferentes etapas que se relacionan, cada una de ellas, por las condiciones de respuesta que nuestra capacidad limitada de “tiempo vital” nos permitiría ir atravesando con posibilidades de alcanzar el grado de madurez necesario como para que nos podamos sentir de que avanzamos en nuestras metas y objetivos.

Cada uno debería conocer mejor que nadie cada una de estas etapas que mencionamos y si por alguna razón no las hemos superado en tiempo y forma el “desfasaje “que nos ocasiona en cuánto a nuestra capacidad de respuesta seguramente nos demostrará en los hechos de que deberemos atravesar las etapas posteriores en condiciones sino adversas por lo menos serán como tener que “ir nadando contra la corriente”

Cuando nos referimos a lo que denominamos “la criatura humana” debemos considerar seriamente de que el comportamiento del ser humano, visto en su perspectiva individual, no está sujeto a ningún tipo de “proyecciones a priori” lo que equivale a decir que su “singularidad” pone a su alcance el logro de sus proyectos sin que exista una limitante por el tiempo de transcurso que lleve por su vida, pero lo que es irrebatible es que, sea quien sea, la persona que se encuentre en las condiciones descritas “ir nadando contra la corriente” se le requerirán condiciones excepcionales que quizás es probable que las posea o que se constituyan en “un lastre” muy difícil de superar.

La inteligencia humana está en condiciones de conducirse y adoptar el rumbo que estime como el más conveniente para poder quemar estas etapas que mencionamos y que indefectiblemente se le han de presentar.


lunes, 29 de julio de 2019

Volver A Empezar



Lo peor que puede sucederle a una persona es sentir que ha estado perdiendo tiempo y oportunidades y que tanto el tiempo como las oportunidades que ya no son, que nunca han sido, nos han dejado a la vera del camino, inertes y perplejos, mientras vemos pasar a quienes han sido nuestros contactos, que continúan  por su camino, mostrándonos sus espaldas mientras les perdemos de vista.

Esto que ha ocurrido lamentablemente volverá a ocurrir mientras no se cambie de senda y de pisada como bien lo comenta un viejo refrán: “quién mal anda mal acaba” que significa
“Si sigues cometiendo errores y rodeándote de personas que no debes así es como acabas”

“No hay duda de que la vida es experta en ponernos en situaciones en donde no nos queda otra que empezar una vez más.

Si bien, somos una sucesión infinita de inicios, no siempre nos resulta agradable barajar y dar de nuevo, por la simple razón de que volver a arrancar no es, para nada, un proceso fácil de enfrentar.

Cuando las cosas que creíamos tener bajo control se desmoronan lo primero que nos invade es el miedo, por lo tanto no es nada ilógico que la mera idea de apostar nuevamente nos parezca insostenible.

Nada nos llena más de impotencia que tener que encarar el vacío de perder aquello que nos resultaba conocido.

Por supuesto, no estamos hablando de situaciones en las cuales empezar es casi por inercia, estamos hablando de momentos en donde nos sentimos en jaque, en donde creemos que se nos arrebató todo lo que teníamos, y en los que las opciones viables desaparecen. Entonces, ¿Qué hacemos?, ¿cómo volvemos al ruedo?

No existe un consejo infalible para esto, ni fórmulas secretas.

Cada uno tendrá sus tiempos, pero lo que sí es importante es que comprendamos que frente a estas situaciones será nuestra capacidad resiliente lo que nos logre sacar a flote. 

Nos referimos a esa capacidad de poder sobreponernos frente a la adversidad.

Claro, que resulta rápido de leer, pero llevarlo a la práctica requiere un esfuerzo mayor por parte de nosotros, y aunque desde el vamos sepamos que no será simple, debemos tener siempre la certeza de que no es imposible.”
www.revistaohlala.com › Calidad de vida

Es el momento de “irte al mazo” y volver a empezar, prepararte para no cometer las mismas torpezas en la próxima ronda, observa bien a tu alrededor y siente como ahora eres ganador en experiencia y en valorar mejor todo lo que tienes en tu mano.



Sin Excluidos



 El acceso  a la información con la que contamos actualmente nos permite obtener el conocimiento básico necesario como para que podamos “estar en contacto” con la realidad social en la cual deberíamos estar insertos.

Cuando digo deberíamos estar insertos es porque resulta más que evidente que integramos una sociedad donde algunos hemos podido insertarnos en el quehacer colectivo y otros (según las últimas encuestas divulgadas una persona cada tres) que no logran una adecuada inserción y permanecen en condición de excluidos de todas las oportunidades que nuestra sociedad debería proporcionarles.

“En Sociología se habla de excluido o de exclusión social para referirse a aquellas personas o grupos de ellas que no pueden gozar de los derechos que otorga la comunidad que integran, pues no se les ha ofrecido igualdad de oportunidades o no pudieron aprovecharlas.

Son aquellos que no tienen acceso a la educación, al trabajo, a la vivienda digna, a los servicios de salud, derechos imprescindibles y que hacen a la dignidad humana.
Muchos viven en lugares donde no llegan los servicios de agua potable o la red cloacal, ni hay ningún tipo de servicio asistencial; otros a pesar de vivir en las grandes urbes, no cuentan con los medios económicos necesarios para acceder a los servicios esenciales”.

Resulta claro que cuando mencionamos la palabra exclusión corremos el riesgo de irritar sentimientos localistas de algún determinado sector social que nos salga al paso argumentando que lo que decimos responde a una postura tendenciosa o desinformada o que nos motivan  “intereses espurios de vaya uno a saber quién o quienes  los impulsan.

Hay un proverbio que reza: “a quien le quepa el sayo que se lo ponga” de manera que dejamos a consideración del sólido y democrático criterio de cada uno determinar en el acierto o en el error la adopción de las medidas que se estimen pertinentes con la finalidad de asegurar una correcta integración social en la cual no nos sintamos excluidos.


domingo, 28 de julio de 2019

La Vista Gorda


“Si piensas que conoces el significado del símbolo de los Tres Monos Sabios, tal vez será mejor que pienses de nuevo. Se nos ha enseñado por la Élite (es decir, los medios de comunicación y sus patrocinadores corporativos) que significa fingir ignorancia a la mala conducta de los demás en lugar de exponer su mala conducta:

“En el mundo Occidental, la frase se utiliza a menudo para referirse a aquellos que tratan incorrectamente de mirar hacia otro lado, negándose a reconocerlo, o fingir ignorancia.” -Wikipedia

El problema es que “hacer la vista gorda” a la mala conducta de los demás no  es el auténticamente verdadero u original significado espiritual del símbolo Oriental. Esta es una falsa y corrupta “sustitución” de su significado.”

“Literalmente miles de estudios desde la década de 1950 se han preguntado si existe un vínculo entre la exposición a la violencia en los medios y el comportamiento violento. Todos menos 18 han contestado: “Sí”. La evidencia de la investigación es abrumadora. Según la AAP, “Extensas investigaciones evidencian e indican que la violencia en los medios de comunicación puede contribuir a un comportamiento agresivo, desensibilización a la violencia, pesadillas y miedo de ser dañado. Ver programas violentos también está relacionada con tener menos empatía hacia los demás. “ -University of Michigan Health System (Universidad del Sistema Sanitario de Michigan) (página web)

Nada nuevo hemos inventado desde entonces y considerando que esta imagen de “los monos sabios” prácticamente se ha incorporado por adopción voluntaria a “nuestra manera” de interpretar todo lo que acontece en nuestro “alrededor social” tal proceder considerado bajo la óptica de “la conciencia colectiva” mantiene su plena vigencia como si fuese “un reflejo involuntario” o como solemos mencionar “una reacción natural propia de “nuestro instinto de preservación” frente a situaciones que consideramos que son, socialmente hablando, un medio de evasión muy eficaz para eludir responsabilidades.

Aunque no pueden ser considerados “humanos” estos “monos sabios” nos han transmitido una enseñanza que nos definen: “yo no sé nada, yo no vi nada,  yo no escuché nada a la cual agregamos otra que sí es muy nuestra, yo ni siquiera estaba ahí.”


Compartir La Llama Que Ilumina



“No existe una única definición de «conocimiento». Sin embargo existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento; siendo la consideración de su función y fundamento, un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia.

La rama de la filosofía que estudia el conocimiento es la epistemología o teoría del conocimiento.

La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el sujeto y el objeto. Se trata por lo tanto del estudio de la función del entendimiento propia de la persona.”

El conocimiento que una persona haya adquirido, por las razones que fueren, tiende a que quien entienda que lo posee, me refiero al conocimiento, le será de ventaja sobre aquellos que aún no han tenido acceso a tal información, es por esta causa que resulta más común de lo que debiera que exista una marcada tendencia  a “pretender esconder” aquello que sabe con la mezquina intención de tornarse algo así como “imprescindible”.

El conocimiento que se esconde o se pretende ocultar tiende a perderse, a obnubilarse, ocurre lo mismo que si tuviésemos la luz que emite una llama, si intentamos cubrirla, la llama languidece, pierde el oxígeno se ahoga y muere.

El conocimiento que se comparte es el que crece y se multiplica cuánto más lo difundimos mayor será la luz que irradie, tal cual si fuese la luz de nuestra llama intelectual, lejos de agotarse brillará cada vez más intensamente alumbrando nuestro camino y el de todos aquellos con quienes lo hemos compartido.
“No existe una única definición de «conocimiento». Sin embargo existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento; siendo la consideración de su función y fundamento, un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia.

La rama de la filosofía que estudia el conocimiento es la epistemología o teoría del conocimiento.

La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el sujeto y el objeto. Se trata por lo tanto del estudio de la función del entendimiento propia de la persona.”

El conocimiento que una persona haya adquirido, por las razones que fueren, tiende a que quien entienda que lo posee, me refiero al conocimiento, le será de ventaja sobre aquellos que aún no han tenido acceso a tal información, es por esta causa que resulta más común de lo que debiera que exista una marcada tendencia  a “pretender esconder” aquello que sabe con la mezquina intención de tornarse algo así como “imprescindible”.

El conocimiento que se esconde o se pretende ocultar tiende a perderse, a obnubilarse, ocurre lo mismo que si tuviésemos la luz que emite una llama, si intentamos cubrirla, la llama languidece, pierde el oxígeno se ahoga y muere.

El conocimiento que se comparte es el que crece y se multiplica cuánto más lo difundimos mayor será la luz que irradie, tal cual si fuese la luz de nuestra llama intelectual, lejos de agotarse brillará cada vez más intensamente alumbrando nuestro camino y el de todos aquellos con quienes lo hemos compartido.



Los Palos Torcidos


“Esta aseveración condena a los que, a pesar de estudiar, no presentan una gran capacidad intelectual o no ostentan una cultura general muy frondosa. 

Aquello que la genética ha negado no podrá ser reemplazado por la mejor educación.
Se puede exhibir un importante curriculum vitae, pero ello no garantiza ser un erudito ni, mucho menos, una persona inteligente.

Con Salamanca se apunta a la célebre Universidad ubicada en esa ciudad española, creada en 1218. La expresión se atribuye al filósofo y escritor hispano Miguel de Unamuno (1864-1936), quien ocupara el cargo de rector en dicha casa de altos estudio”

Siempre, desde muy niños, hemos oído de este refrán en el cual se hace mención a todos aquellos que amparados en sus títulos académicos o en la supuesta sólida capacitación adquirida en los diversos centros de estudio dónde han estado, pretenden llevar por delante a quienes que por distintas razones no han tenido la misma oportunidad, este dicho responde a la constatación de que cuando alguien, usufructuando ciertos privilegios provenientes de su entorno, ha tenido la posibilidad de transitar por los diversos centros de estudio puestos a su alcance, por mayor prestigio que puedan otorgarle, si esta supuesta formación intelectual no es acompasada por determinados valores que ninguna casa de estudios le puede proporcionar, demostrará  en sus acciones la vulgaridad que no ha sabido superar.

Esto que menciono viene al caso, en parte, por cierta broma que uno de estos “iluminados” por cierta “chispa de ingenio” ha pretendido compartir con sus “amigos de face book” .

La pretendida broma, “la viveza criolla” que este sujeto nos ha proporcionado ha sido la de compartir con “sus amigos” una supuesta situación en la cual una determinada persona le habría estafado en una cifra relativamente importante, alegando alertar a sus amigos del face les suministraba al final de su relato el enlace por el cual podrían identificarlo.

Sus amigos al recepcionar en sus muros tal información la han compartido con otros usuarios de la red lo que ha motivado que tal información se diseminara rápidamente, en los hechos la mencionada broma no era otra cosa que “una inocentada” pues el enlace compartido en el cual se podría identificar al supuesto transgresor no era otro que el que correspondía al lector de la información vale decir que al cliquear este enlace la persona se encontraba directamente con su propio muro.

Mirado superficialmente, todo no pasa de una broma inocente, pero lo que esta persona, el de la brillante idea de diseminar esta broma entre sus amigos no ha tenido en cuenta, seguramente porque tiene “menos luces que un fósforo apagado” es que con su proceder no hace otra cosa que vulgarizar el alto contenido de las redes sociales, generando confusión y pretendiendo tildar de ignorantes a quienes no comprendan su “supuesta broma”

Como suelen decir los paisanos en mi pueblo “los bobos y los palos torcidos no se terminarán nunca”

Saber Quién Eres



Autoevaluarse es replantearse las situaciones y determinar nuestro estado para poder tomar las decisiones más convenientes. Pues al hacer eso estamos analizando lo bueno y lo malo, o lo que tenemos que mejorar, de nosotros mismos.

Cada vez que hacemos una valoración de las cosas a favor y en contra podemos hacer los cambios necesarios, ya que logramos decirnos lo que pensamos de nosotros mismos.

Es de valientes dirigir nuestra mirada hacia adentro para darnos cuenta de forma objetiva de cuáles son esas actitudes o aspectos que nos definen como persona, pues al hacer esto podemos mirar seriamente lo que hicimos bien y mal para, en un futuro, tomar otro camino frente a los errores.
La autoevaluación nos permite a su vez tener contacto con nuestros sentimientos y emociones y también nos da la oportunidad de reconocer y aceptar a los demás tal cual son.”

“Si no te conoces, es porque no te interesas y probablemente no te quieras, pero si te amas estarás dispuesto a saber de ti, a aceptarte y a trabajar para reforzar todo aquello que te hace sentir completo, pero también eliminar o cambiar todo lo que te limita.

Date cuenta de lo especial que eres simplemente por ser tú, y verás que terminarás por admirarte.

Si finalmente eres una persona dispuesta a enfrentar y solucionar tus problemas, no buscas imitar a nadie, eres creativa, extrovertida, independiente, amigable y amorosa; seguramente es porque tienes un amor propio y autoestima muy positivo y elevado.

Pero si no es así, entonces haz lo cambios necesarios y toma el control de tu vida, porque sólo así tendrás el poder para alcanzar lo que desees.

Los resultados se reflejarán en ti al mostrarte como una persona feliz, positiva y segura.
En tu familia al convivir en paz, aceptándose y queriéndose tal cual es cada uno.
En el trabajo serás más realista, comunicativo, te adaptarás a los cambios; controlando y evitando todo aquello que te estrese.

Y en todas aquellas relaciones personales demostrarás que puedes ser un ser humano capaz de dar y recibir.

Estas sugerencias son recogidas como quien se interna en un jardín florido donde crecen y dan fruto los mejores conceptos sobre uno mismo, donde se recogen los atributos que fortalecen nuestra confianza y hacen  aflorar el amor propio y la autoestima, es una atribución que nos debemos y que nos merecemos cultivar en honor a la excelencia de nuestro linaje.



sábado, 27 de julio de 2019

El Deseo De Un Buen Día


La Academia dice:
“Siempre que queramos saludar con alguna de estas expresiones, debemos decirla como indica la norma: buenos días, buenas tardes y buenas noches. Hablemos según la norma lingüística.”

Lo hagamos como lo hagamos no deja de ser una muy buena costumbre el hecho de que nos deseemos un “buen día” y mucho mejor será que nuestro deseo no sea meramente formal o como se suele decir “por cumplir o quedar bien” con lo cual nos estaríamos ajustando al protocolo no escrito pero que todos aceptamos como una muestra de “nuestra buena educación”.

Se dice que el camino que nos conduce a la vaguedad e informalismo está plagado de buenas intenciones formuladas pero nunca cumplidas como quien dice “dichas por decir” o “porque todos las decimos” pareciera que nos dirigimos a “fantasmas” inmateriales que habitan en un limbo al cual no nos interesa ingresar y con el cual no deseamos contraer ningún tipo de compromisos.

Así son la mayoría de los “buenos días” que salen de nuestra boca o del teclado de nuestros ordenadores, es sin duda un buen comienzo para cualquier actividad, me hacen recordar un dicho tan antiguo como “el hueco del mate donde introducimos la bombilla” el cual no es otro que aquel que nos decían nuestros abuelos” lo cortés no quita lo valiente” lo que equivale a decirnos que no es suficiente expresar nuestros buenos deseos si no estamos dispuestos a demostrar con nuestras actitudes que conjuntamente con nuestros deseos también les extendemos nuestra mano solidaria en todo lo que emprendan en ese día.

Como decimos siempre, un nuevo día es un regalo, que por más que lo estemos esperando casi en forma rutinaria, es un invalorable presente que sólo nos puede brindar la vida misma, el hecho de que extendamos nuestros buenos augurios nos permite compartir con quien quiera escucharnos nuestro agradecimiento por esta nueva oportunidad que solo podremos apreciar quienes somos los destinatarios de esta dádiva que se nos brinda a todos los que nos identificamos como “contemporáneos”

Ahora sí, que tengamos todos un muy buen día.

Mirar Hacia Dentro


Nadie puede dar lo que no tiene y a menos que esté dispuesto a adentrarse en lo profundo de su ser y asumir los compromisos que implique esta actitud para consigo mismo, sobre todo exhibir el grado de humildad que se requiere para corregir errores que le son propios e indelegables en terceras personas solo así podrá comprender y valorar lo que pueda faltarle.

“Me vuelvo hacia dentro…
Me visualizo como un faro…
Fuerte... firme... estable…
Esparciendo luz hacia cada rincón...
Iluminando el camino para los demás…
Esparzo la luz del amor...
de la paz... de la alegría…
Fortaleciendo a los otros en su viaje…”

Cada uno de nosotros, en absoluta independencia de las creencias  que profese o de lo que pudiesen significar los conceptos de convivencia social que le hayan inculcado, deberá alguna vez, mejor más temprano que tarde, detener la inercia que le impulsa a su inserción involuntaria en un mundo donde todo parece ser un “agárrame si puedes”  o que “tiramos palos de ciegos” en un incomprensible “juego de piñatas” y preguntarse por sí y para sí, que diablos estoy haciendo aquí y que es lo que se requiere de mí en esta  “pseudo fiesta colectiva” donde unos gritan, otros lloran y otros ni siquiera pueden entrar.

La madurez y la conciencia social de cada uno se merecen esta retrospectiva y una vez que tengamos claro cuál debe ser nuestra participación en el quehacer colectivo de la sociedad que integramos y a la cual nos corresponde volcar toda nuestra capacidad creativa, pues hagámoslo.

Cultivemos La Paciencia



Buenos oídos para escuchar y palabras adecuadas para motivar parecen ser los “remedios naturales” que muchas personas, que  con seguridad no nos resultan tan extrañas aunque no hagamos mucho esfuerzo por intentar entenderlas, recurriendo a la “tendencia popular” que las califica con el mote: “más nos vale perderlas que encontrarlas”

Son muchos, nunca demasiados, aquellos que necesitan de nuestro afecto y consideración, cuando demostramos nuestra empatía y buena disposición para escucharles encontraremos que lo que tanto les aqueja y congoja puede superarse con nuestra atención y comprensión, seguramente  el hecho de sentirse comprendidos accionará como el mejor de los estímulos y solo nos demandará el tiempo necesario que nos insuma nuestra demostración sincera de afecto.

Conmiseración:
“Es uno de los rasgos de personalidad  frecuentes en ciertos padecimientos emocionales, se caracteriza por una actitud pesimista y un sentimiento constante de infortunio, una fuerte concentración en sí mismo y en todo lo que sucede a su alrededor siendo siempre el protagonista de la tragedia más grave sin considerar las que le rodean. Pareciera la descripción de un sentimiento que surgiera del egoísmo pero en realidad su raíz es el miedo. Quien se auto conmisera, quien siente pena por sí mismo es incapaz de considerarse merecedor de algo bueno, lo cual por un lado nos habla de carencias internas de necesidades no satisfechas en la infancia,  pero también de un miedo a que las cosas “buenas” le sucedan. Quien se auto conmisera tiene una visión vertical, está sumergido en su propia idea conflictiva de la vida y en ocasiones padece de una miopía que le impide ver horizontalmente lo que sucede tanto en  su vida como en su familia, por lo cual resultan sentirse sorprendidos cuando alguien a su alrededor sufre o tiene conflictos. En la medida en que la persona resuelve su padecimiento emocional va rescatando recursos internos que le permiten ver a su alrededor y dejar de estar tan centrado en sí mismo, esto le permite relacionarse consigo mismo y con los demás de forma más saludable.”
El Hipocondríaco:

“La actitud del hipocondríaco es aquella de sentir que de manera permanente sufre de dolencias, molestias o complicaciones corporales que pueden derivar, de acuerdo a sus ideas y juicios propios, en enfermedades graves e irremediables. Así, el hipocondríaco suele realizar sus propios diagnósticos sin siquiera consultar a profesionales de la salud o a veces pueden consultarlos pero ya teniendo decidido o asumido el problema que enfrentan. En muchos de los casos, las dolencias o molestias que estas personas tienen son exageraciones que la mente les ayuda a crear y que no se representan de manera verídica a nivel corporal, por lo cual los profesionales de la salud no encuentran respuesta a las manifestaciones que estas personas dicen tener.”

Adjuntamos estos temas complementarios con la intención de que puedan ayudarnos  a una mayor comprensión para con todos aquellos que puedan encontrarse en situaciones similares y aunque pensemos que por su “reincidencia” se merecen “todo lo malo que les pasan” tengamos la capacidad de “cultivar nuestra paciencia” e inyectarles la dosis de ánimo y amor propio que tanto necesitan.



viernes, 26 de julio de 2019

La Fuerza Interior




La definición de la automotivación es darse a uno mismo las razones, impulso, entusiasmo e interés que provoca una acción específica o un determinado comportamiento. 

La motivación está presente en todas las funciones de la vida: actos simples, como el comer que está motivado por el hambre, la educación está motivado por el deseo de conocimiento. Pero cuando hablamos de automotivación es algo diferente ya que es la motivación hacia uno mismo.

La habilidad de motivarnos, el optimismo, es uno de los requisitos imprescindibles
para la consecución de metas relevantes y tareas complejas y se relaciona con un amplio elenco de conceptos psicológicos que usamos habitualmente: control de impulsos, inhibición de pensamientos negativos, estilo atributivo, nivel de expectativas y autoestima.

La capacidad de motivarse a uno mismo se pone especialmente a prueba cuando surgen las dificultades, el cansancio, el fracaso, es el momento en que mantener el pensamiento de que las cosas irán bien, puede significar el éxito o el abandono y el fracaso.”


“En psicología y filosofía, motivación son los estímulos que mueven a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación.

Este término está relacionado con el de voluntad y el del interés.

Las distintas escuelas de psicología tienen diversas teorías sobre cómo se origina la motivación y su efecto en la conducta observable.

Motivación, en pocas palabras, es la Voluntad para hacer un esfuerzo, por alcanzar las metas de la organización, condicionado por la capacidad del esfuerzo para satisfacer alguna necesidad personal.

La Motivación en el trabajo. La palabra motivación deriva del latín motus, que significa movido, o de motio, que significa movimiento.

La motivación puede definirse como el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el impulso necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de hacerlo.

Son las actitudes que dirigen el comportamiento de una persona hacia el trabajo y lo apartan de la recreación y otras esferas de la vida.

"Es el impulso que inicia, guía y mantiene el comportamiento, hasta alcanzar la meta u objetivo deseado".

Culminamos con este dicho motivador por excelencia:   El Querer Es Poder

Generosidad Altruista


El que podamos compartir lo poco que tengamos con todos aquellos que por razones que no vienen al caso ni nos corresponde averiguar, golpean a nuestra puerta en procura de nuestra solidaridad,  nos sitúa en una posición de privilegio que debería doblar nuestras rodillas y despojarnos de toda altivez para comprender y agradecer las oportunidades que nos da la vida para que el estado de cosas por la cual transitamos nos permita extender nuestras manos en un gesto de generosidad para quienes nos necesitan y solicitan nuestra ayuda.

“La generosidad puede ser entendida como una de las virtudes y características más puras y nobles del ser humano ya que implica siempre acceder a ayudar o asistir a otro que lo necesita de manera voluntaria y sin que nadie fuerce a nadie. La generosidad, al mismo tiempo, puede suponer entrar en una situación de menor confort o comodidad a la hora de mejorar la situación de otro, por ejemplo cuando se donan diferentes elementos que son de uso común para una persona pero que son más necesarios para otra.

Hay diversas maneras de realizar actos de generosidad, ya sea donando tiempo, objetos, dinero o cualquier tipo de asistencia o contención. En este sentido, uno puede ser generoso en diferentes espacios, situaciones y momentos, tanto de manera organizada y preestablecida (por ejemplo, cuando se forma parte de una organización caritativa) o en la vida cotidiana, de manera espontánea y repentina (como por ejemplo cuando se ayuda a cruzar la calle a un anciano o no vidente).

Lo opuesto de la generosidad y del altruismo es el egoísmo, aquel rasgo que se basa en la extrema importancia dada a uno mismo por sobre los demás. Si bien las sociedades actuales muestran un alto índice de egocentrismo e individualismo (causado por el interés en lo material y en la satisfacción de las necesidades propias), también hay significativas muestras de solidaridad que pueden expresarse en eventos específicos (ante una catástrofe) o en hechos simples de la vida cotidiana.”

Siempre habrá un espacio más en nuestra canasta de alimentos, un plato más en nuestra mesa, un abrigo, ropa que ya no usamos, alguien que nos ayude a cuidar de nuestro jardín, etc.

La actitud generosa para ser genuina debe “estar presente” en cada una de nuestras  acciones, si lo que nos motiva es la consecuencia de un “impulso fugaz” que cual si fuese una centella luminosa que rápidamente cursa y se pierde en el firmamento de nuestra indiferencia, poco y nada lograremos, la generosidad es un valor que se manifiesta a dos puntas, reconforta a aquel que “puede dar” y alivia las carencias de “quien recibe”

Cuando No Se Quiere Ver


Existen circunstancias por las cuales solemos “caer en situaciones de desborde” lo que nos acontece nos resulta abrumador, pensamos que nos ridiculiza ante el “qué dirán  o que podrán pensar” las personas que estimamos como “las más allegadas” a nuestro circulo de conocidos y ante estos hechos que por su obviedad ya no nos queda mucho margen para ocultar o minimizar sus consecuencias preferimos el ocultamiento o buscar desesperadamente, como quien realiza “un aleteo de ahogado” alguna excusa que pueda sernos útil y "tirar la pelota hacia delante"  

“Hay gente que se empeña en no querer ver la verdad, ya sea porque le da miedo, porque no le gusta o porque simplemente está mejor creyendo sus propias mentiras.

Por ejemplo, un jefe que no quiere ver que sus empleados están descontentos con la forma en que dirige el departamento. Va viendo como poco a poco sus empleados bajan su rendimiento o poco a poco van abandonando la empresa, pero el jefe no quiere admitir que hay un problema y ni pregunta a nadie si se plantea que él pueda ser el problema.

Ejemplo 2. Unos padres que aunque ven que sus hijos cada día sacan peores notas en el colegio, pero ellos siguen pensando que sus hijos lo tienen todo, que no necesitan nada y que están bien. Es posible que sus hijos se sientan desatendidos por sus padres, que se dejen llevar por las drogas o por las malas compañías, pero los padres no quieren ver que sus hijos puedan tener ningún problema.

Ejemplo 3. Una persona que va a un médico quien le diagnostica una grave enfermedad y sólo piensa que el médico no tiene ni idea, por lo que cambia de médico o directamente no le hace caso y no se deja curar.

Pues bien, cualquiera de las personas que hemos comentado realmente se pone una venda ante sus ojos para no ver la realidad, ya sea porque le tienen miedo o porque no la quieren ver, pero realmente están ciegos.

Y decimos que realmente son ciegos porque no quieren ver, no porque tengan ninguna discapacidad congénita (de nacimiento) que les impida ver, sino porque no quieren.

Por eso decimos que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Ahora bien, tened en cuenta que, aunque intentéis esconderos de ella, la realidad está ahí y por intentar evitar los problemas, no los solucionaréis, así que es mejor enfrentarse a ellos y dedicarles los cinco sentidos.”

El tiempo que pueda demandarnos “recobrar la visión” irá en detrimento de nuestro sentido de la realidad de manera que deberemos asumir nuestras responsabilidades y retomar cuánto antes el comando de los acontecimientos.

Aunque nos duela admitirlos la aceptación de nuestros desvíos y reveses nos fortalecerá la autoestima y nos permitirá “ver” con mayor claridad nuestro verdadero potencial.