martes, 19 de mayo de 2020

La Imaginación Creativa


No imagines cosas negativas que no existen, son el origen de mucho dolor, ignorancia y limitación. Al imaginar creativamente estas poniendo en marcha tu potencial oculto.

Buda decía: “Tal como pienses, en eso te conviertes”. Einstein argumentó: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. Muchas veces sin que una persona se dé cuenta sucede que el pensamiento se usa negativamente, en vez de creativamente. A menudo, la energía imaginativa termina siendo realidad generando conflictos por no saber que hay leyes energéticas que abarcan desde el pensamiento a la acción.

Luego la ignorancia culpa a un dios que castiga. No existe tal dios, solamente una energía cósmica que quiere lo mejor para cada uno. La Fuente de la Vida te regala la imaginación, pero el uso que cada uno le dé a dicho regalo es cuestión individual. 

Las acciones de la mente producen resultados; serán destructivos o creativos dependiendo del enfoque de la imaginación. 

Estamos en un tiempo de re-descubrimientos, ahora la física cuántica está demostrando muchos avances que van más allá́ de la lógica y la razón. Cada vez es más popular el conocimiento de que la imaginación como energía mental es un medio para concretar en este plano físico lo que imaginemos.

Si te detienes a pensar respecto a tus acciones, siempre primero imaginas para luego hacerlo visible. Todos los esfuerzos del ser humano para hacer realidad sus sueños se dirigen a bajar al plano visible lo que imagina. 

Necesitamos aprender a usar la Imaginación (que es magia o sea crear lo que todavía no está creado) para volvernos mass poderosos en luz, en amor y en creatividad.

Amo la etimología de las palabras, por ejemplo la palabra persa magi  es de donde se deriva magia, de esta también surgen: magisterio, mago, magistrado, magnate, magnifico, magistral, magnánimo y magnetismo. Incluso, Alejandro llevaba el nombre de El Magno, derivado del término griego mag, grande, sublime, mágico. 

La energía impulsada por vía de la imaginación creativa permite elevar, magnetizar y rediseñar tu vida.


Mente Y Universo


A lo largo de la historia la ciencia, instaurada de forma universal, ha visto cómo ideas previamente rechazadas acababan por formar parte de su amplio repertorio.
En la ciencia la aceptación de nuevas ideas sigue pasos bien definidos: primero, los reticentes proclaman que el nuevo planteamiento vulnera las leyes de la ciencia; segundo, las posibles evidencias que se presentan se califican de frágiles; tercero, la nueva idea propuesta se revela como importante y con efectos más fuertes de los imaginados en principio; y, cuarta, sólo unos pocos recuerdan que fuera puesta en duda.

El Dr. Richard Conn Henry es profesor del Departamento de Física de la Johns Hopkins University de Baltimore donde imparte clases de física y astronomía. Ha sido Director Adjunto de la División de Astrofísica de la NASA y es Director del Maryland Space Grant Consortium cuya misión es, bajo el auspicio de la NASA, el desarrollo de proyectos de investigación, educación y servicio público en colaboración con universidades y otras instituciones académicas.

Entre sus numerosos artículos destacamos “The mental Universe”  publicado en 2005 en la revista Nature. El texto empieza recordando el logro de Galileo Galilei al conseguir que la ciencia pudiera “creer lo increíble”. Nos dice que “el descubrimiento de la mecánica cuántica en 1925 resolvió el problema de la naturaleza del universo” y otra vez la ciencia se encontró frente al reto de creer lo increíble. 

Sin embargo, “la más reciente revolución de la física de los últimos 80 años no ha transformado el conocimiento general del público de manera similar”.

Henry señala que “han existido varios intentos serios de conservar un mundo material, pero no han producido una nueva física y sólo sirven para preservar una ilusión”. Es decir, a pesar de lo que ya se sabe, se sigue afirmando que el observador es uno y hay que ver las cosas a través de su filtro. Y hace una clara analogía con el cuento de Andersen “El traje nuevo del emperador” cuyo principal mensaje es poner en duda lo que todos consideran verdad incontestable.

Nos recuerda que hace ya muchos años que la mecánica cuántica nos ha revelado nuestra verdadera naturaleza citando a James Hopwood Jeans, físico, astrónomo y matemático británico que en 1930 dijo: “El caudal de conocimiento se dirige hacia una realidad no-mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina. 

La mente ya no es un intruso accidental en el reino de la materia…más bien deberíamos recibirla como la creadora y regente del mundo de la materia”.

Asume que “los físicos evitan la verdad porque la verdad es ajena a la física cotidiana” e insiste en que “el mundo es mecánico-cuántico y debemos aprender a percibirlo como tal”. Además “una ventaja de corregir la percepción de la humanidad sobre el mundo es la alegría resultante de descubrir la naturaleza mental” y al aceptar que “no existe nada sino las observaciones” la física se convierte en algo muy simple.

Nos anima a “hacer un galileo” y termina con esta contundente afirmación: “el universo es inmaterial, mental y espiritual. Vive y disfruta”.


lunes, 18 de mayo de 2020

El Genio Y La Locura

"El genio no es un enfermo mental, pero, en caso de serlo, sabe aprovechar sus brotes para crear cosas fantásticas"


Demócrito se quitó la vista para poder pensar con mayor lucidez y crear la teoría sobre la estructura del átomo. Fue tachado de loco. 

En el cerebro de Albert Einstein había anomalías estructurales en el lóbulo izquierdo que podrían estar relacionadas con la genialidad del creador de la teoría de la relatividad. 

El poeta Antonin Artaud, que sufría trastorno bipolar, dirigió el laboratorio de experimentación de los surrealistas, empeñados en desentrañar y aprovechar al máximo los mecanismos del cerebro y de la locura -Dalí y su método paranoico-crítico es uno de sus exponentes-. 

Son bien conocidos los trastornos mentales del genial pintor Vicent Van Gogh, del matemático John Nash -que inspiró la película Una mente maravillosa- y del compositor Robert Schumann.

Son muchos los ejemplos de genios cuyo cerebro muestra características diferentes al resto de los mortales, y que incluso han tocado la locura. 

Así pues, ¿dónde está la frontera entre genialidad y enfermedad? A esta pregunta intentaron dar respuesta Francisco Mora, catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, y Vicenç Altaió, escritor,de la Administración catalana para promover la creación artística, como ponentes del debate ¿Genialidad o enfermedad, dónde está la frontera?.

Ni todos los genios están locos, ni todos los locos son genios, coincidieron los dos ponentes. Según Mora, "el genio es una persona con extraordinarias capacidades, focalizadas en alguna materia, y con capacidad para alumbrar ideas abstractas nuevas y expresarlas, es decir, de crear". 

Mora puntualizó que existen personas con buenas ideas, aunque no serían considerados como genios: "el genioide es el que puede concebir ideas, pero no puede expresarlas. El talento lo tiene el que puede acabar creando".

En cuanto al mito sobre la relación entre genialidad y enfermedad mental, Mora dejó claro: "el genio no es un enfermo, hay de todo, aunque es cierto que en el caso de existir enfermedad, sabe aprovechar sus brotes de locura para crear cosas fantásticas". 

Esta tesis viene apoyada por estudios que han permitido ver que "las facultades creadoras ya existen antes de manifestarse la enfermedad".

Vicenç Altaió incidió también en que otro tipo de enfermedades físicas también pueden dar otra percepción del mundo y puso un ejemplo. "Proust, debido a la alergia que tuvo de niño [síndrome de EPOC], nunca más pudo llevar una vida normal. Se dice que su genialidad se debe a su necesidad de recrear algo que él nunca más podría sentir". 

Incluso algunas extravagancias, como la de Demócrito a la hora de cegarse, pueden tener su explicación: "Hay que cerrar los ojos para ver el átomo en abstracto".

Según Francisco Mora, existe una base genética del genio, aunque se ha investigado poco. Del mismo modo, el ambiente es fundamental: "En la selva, aislados, un Mozart o un Einstein hubiesen sido como chimpancés. 

Hay que tener en cuenta que el 75% de nuestro cerebro se hace con el ambiente". La creatividad está asociada también con el conflicto emocional. 

"La insatisfacción es lo que empuja al genio a crear, y eso tiene un fundamento neurológico", explicó Mora. Vicenç Altaió observó que en catalán hay dos palabras diferentes para la locura, foll y boig, "algo muy acertado, porque foll afectaría a la psicopatología del alma, y boig sería el enfermo mental". 

A juicio de Altaió, el interés por el cerebro desde el punto de vista creativo se debe a que cada época lleva su prótesis corporal:

"El siglo XX-XXI está en el cerebro, igual que el romanticismo estuvo en el corazón".


Lo Que Exponemos

En ocasiones solemos esconder nuestros sentimientos cuando estamos con otras personas. Nos da vergüenza reconocer que sentimos emociones que consideramos negativas y que creemos, erróneamente, nos hacen parecer personas débiles a los ojos de los demás. Queremos ser fuertes a nivel emocional, no dejarnos afectar fácilmente por casi nada y dar una imagen de “persona madura y racional”.


Lo cierto es que practicar el pensamiento racional e intentar ser cada día un poco más maduro es maravilloso. En primer lugar para nosotros mismos, que con la práctica seremos capaces de desprendernos de gran cantidad de sinsabores innecesarios. También es verdad que las relaciones con los demás tienden a mejorar, pues no exagerar los acontecimientos, saber gestionar las emociones de forma adecuada y actuar de manera funcional y sensata también repercute en nuestro entorno.

Sin embargo, esto no quiere decir que dejamos de ser humanos: a lo largo de nuestra vida, inevitablemente, vamos a sentirnos desdichados, ansiosos o iracundos más veces de las que nos gustaría. Por lo tanto, como se trata de algo natural, lo mejor que podemos hacer es normalizarlo, no escondernos y ejercer la aceptación de nosotros mismos. Eso sí, siempre con moderación: aunque hablar de nuestros sentimientos con los demás es terapéutico, saturarlos puede jugar en nuestra contra.

Tanto si se trata de sentimientos negativos como positivos, compartirlos con los demás siempre es beneficioso. En el caso de los positivos porque los aumenta y puede desembocar en una celebración o en un rato agradable, ¿quién no desea contarle a su pareja que ha recibido un ascenso en el trabajo?

También tenemos varios motivos para compartir las emociones negativas. El principal es que al ponerlas sobre la mesa evitamos huir de ese sentimiento y aumentamos las posibilidades de asumir la responsabilidad de regularlo. Al mismo tiempo, cuando lo hagamos, permitiremos una exposición, lo que hará que la emoción tienda a descender. Al hablar de ello, podemos exponer la situación que nos causa la emoción a otros puntos de vista, a menudo menos catastrofistas que el inicial.

Cuando intentamos borrar la emoción, como si fuese una frase escrita a lápiz en un papel cualquiera, lo que generamos es el aumento de dicha emoción. Nos decimos a nosotros mismos que “no debemos estar así”, y esta exigencia aumenta la presión. La consecuencia es que ganamos en ansiedad y malestar, lo que a su vez provoca que la emoción se haga más intensa.

Cuando compartimos nuestra manera de sentirnos, estamos aceptando el sentimiento, lo dejamos estar y ser en nuestro cuerpo. De esta forma disminuimos su intensidad.

Por otro lado, hablar de nuestras emociones mejora las relaciones. Permitimos que el otro se sienta un confidente, alguien en el que tú has depositado tu confianza y esto denota un gran aprecio y cariño hacia esa persona, que siente que la has tenido en cuenta.

Dos cabezas siempre son mejor que una, lo que quiere decir que si cuentas tu problema o hablas de cómo te sientes con otra persona, probablemente será más fácil que lleguéis a encontrar una solución que pueda ayudarte. A veces nos sentimos tan decaídos anímicamente que no logramos ver lo que otros son capaces de ver sin demasiado esfuerzo.

Empieza siempre haciéndote responsable de tus sentimientos. Para ello, la frase ha de empezar por un “yo me siento…”, seguido de tus razones y acabar siempre con una buena relación, aceptando el punto de vista del otro.
También podemos compartir lo que nos pasa con personas que no tengan nada que ver con el problema, como un amigo. Él nos dará su punto de vista y nos ayudará a encontrar soluciones. Eso sí, no caigas en criticar a otras personas porque entonces conseguirás el efecto contrario: tu negatividad crecerá más.

“Expresa tus sentimientos siempre que puedas, eres humano y es natural tenerlos. Todos los tenemos. Evitar contarlos no te hará más fuerte, sino todo lo contrario, ya que está actuando en ti la ansiedad por un posible rechazo”


Urbanización Utilitaria


El proceso de urbanización y la electrificación del territorio atraen la atención del hombre moderno hacia lo más inmediato y el interés mítico del hombre arcaico por el Cosmos, pierde su carácter poético y pasional para hacerse utilitarista y racional. 

La luz de la ciudad electrificada (colonizadora del ambiente rural como en el caso de la Canadiense y el ejemplo de la explotación del territorio leridano en aras de Barcelona) desplaza la atención humana del cielo nocturno estrellado a los anuncios luminosos y a las atracciones comerciales y lúdicas. 

El hombre moderno carece ya, a pesar de la nueva física, de mitologías sobre el origen y la estructura del universo. Sólo las mitologías del Mercado y del Consumo están hoy presentes en la llamada Sociedad el Bienestar.

Jamás ha tenido el ser humano más facilidad de desplazarse de un territorio a otro. Sin embargo, el contacto con el otro no exige ya que nos movamos de nuestro escritorio o de nuestra sala de estar. Requiere casi más esfuerzo entrar en contacto con el vecino de la casa de al lado que con un antípoda terrestre. Y cuando, a pesar de todo, nos desplazamos a territorios alejados, constatamos que todos los territorios se van pareciendo cada vez más unos a otros y que "en todas partes cuecen habas", siguiendo además la misma receta culinaria. Hasta las extravagancias, que por definición representan lo inusual, son exactamente las mismas en todas las urbes: las cabezas rapadas, los Hara Krisna, el pantalón vaquero andrajoso, la droga.

El desarraigo territorial del hombre moderno se advierte no menos en lo que respecta al conocimiento de los detalles de su ambiente más próximo. Cuando el desplazamiento geográfico todavía requería tiempo, el individuo humano tenía ocasión de ir registrando y estudiando con minuciosidad los pormenores de la naturaleza y de la ciudad que recorría a pie o en un transporte lento. 

Curiosamente, cuanto más rápidamente nos movemos, menos tiempo decimos tener. El ahorro de tiempo que suponen las comunicaciones y los transportes modernos ha hecho de la carencia de tiempo un rasgo definitorio de nuestra cultura.

Un tiempo que se medía en jornadas, pasó en nuestro siglo a medirse primero en horas y ahora hasta en décimas de segundo. En un solo día recorremos lugares que, tan sólo hace unos decenios, requerían muchos días de viaje. Nuestra capacidad cotidiana de recepción no ha aumentado, pero los objetos que reclaman nuestra atención son cada vez más numerosos.

La conciencia de los detalles desaparece así con la velocidad. La configuración del territorio se desvanece. Hemos adquirido la perspectiva del dinosaurio a que antes aludí, sin siquiera haber incrementado nuestro volumen corporal. 

Resultado de esta transformación de nuestra conciencia es la extraterritorialidad que nos caracteriza, un estar siempre en otra parte que hace del hombre moderno un ser desarraigado y un exiliado nato.


Ser Social


En obra de filosofía política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre, por lo que genera naturalmente una sociedad que se debe organizar. La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre que derivará en el derecho.


El derecho sólo tiene sentido para el hombre en sociedad y la sociedad, al ser previa al derecho y al ser individual, solo puede ser organizada por nuestra naturaleza política a través de un derecho que garantice la convivencia pacífica.
"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Para Aristóteles se "es" en tanto se "co-es", lo que significa que, a pesar de que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla nuestra personalidad o nuestro "ser", esta dimensión está inserta en la dimensión social del hombre para la convivencia en comunidad desde que nacemos, para el desarrollo de nuestra coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad como, por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad.

Dice Aristóteles: "El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios". 

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En obra de filosofía política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre, por lo que genera naturalmente una sociedad que se debe organizar. La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre que derivará en el derecho.


El derecho sólo tiene sentido para el hombre en sociedad y la sociedad, al ser previa al derecho y al ser individual, solo puede ser organizada por nuestra naturaleza política a través de un derecho que garantice la convivencia pacífica.

Los Autodidactas


El autodidacta “educa y es educado”. Mientras que existen personas que se forman asistiendo a clases presenciales (universidad, institutos, academias…), otras lo hacen a través de su propio aprendizaje, explorando y profundizando sobre un área  de conocimiento que le inquieta e interesa.

En estos casos, la iniciativa y la constancia se convierten en dos cualidades esenciales, pues sólo así el autoaprendizaje se llevará a cabo de forma efectiva.

Un buen autodidacta nunca se conforma con lo que sabe, siempre tiene esa necesidad  constante de aprender por sí mismo indagando, consultando manuales, asistiendo a seminarios, y especialmente, utilizando los recursos que las nuevas tecnologías ponen a su disposición, sin la ayuda de terceras personas.

En el autodidactismo es importante marcar unas metas reales, tanto de carácter general, como parcial. Las metas que nos marquemos durante el camino de nuestra formación nos animarán a continuar y no desistir, alcanzando así nuestros objetivos generales o finales. 

Pero, ¿es efectivo el autodidactismo como método de aprendizaje?
El autodidactismo es un camino hacía la autonomía del aprendizaje y aporta muchas aptitudes a las personas que lo llevan a cabo,  como la capacidad de esfuerzo y superación, pues nace de la iniciativa propia y libre de aprender por sí mismos.

Esta reflexión nos lleva a otra: ¿Están todas las personas preparadas para ser autodidactas?

No. La autodisciplina necesaria, el exceso de información existente -no siempre útil o veraz- y la falta de tiempo para discernir qué es importante y que no lo es, hace que muy pocas personas estén preparadas para formarse de manera autodidacta.

Por tanto, no todo son ventajas con este método. Como en cualquier proceso de autoaprendizaje, siempre se necesita a una persona que nos guíe, nos asesore y nos ayude a enfrentarnos a determinados obstáculos. 

Es en ese momento cuándo la formación e-learning puede jugar un papel importante, puesto que siempre es importante tener la ayuda de un profesor o tutor que te “acompañe” en el camino del aprendizaje y te permita compartir ideas, opiniones…. .

Además, existen ciertas áreas en las que el autodidactismo, por sí solo, como método de aprendizaje, no sería efectivo. No es lo mismo estudiar  un idioma que el cálculo estructural de un edificio  o cómo utilizar software informáticos complejos. 

Ahondar en áreas complejas, resulta más complicado sin la figura de un docente que nos guíe.

Sin embargo, la formación e-learning resulta atractiva y positiva porque maximiza las temáticas en las que el autodidactismo “dirigido” es viable, al ofrecer el apoyo de docentes que ayudan al alumno en los momentos críticos que, sin esta ayuda, detendrían su proceso formativo.


Inteligencia


Tradicionalmente se ha visto la inteligencia como una sola identidad inherente a cada uno de nosotros y en diferentes grados. En el año de 1983, Howard Gardner psicólogo estadounidense reconocido por sus teorías acerca de la inteligencia amplió el concepto de la inteligencia al decir que ésta es la capacidad desarrollable y no solo algo innato de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una cultura (o varias);
así estaba quitando la etiqueta de inteligentes sólo a los “intelectuales” y estaba dando cabida a una serie de latentes que antes no habían sido reconocidos..

La teoría de Gardner no estaría completa si no hubiera formulado, en 1983, el término “Inteligencias múltiples”, en el cual se agrupan 9 tipos de ellas.

Para definir cada ámbito de la inteligencia, Gardner estudio el desarrollo de habilidades en los niños y la forma en que se descomponen las diferentes capacidades en casos de daño cerebral. Observo como se manifiesta cada una de tas inteligencias dentro de la cultura del individuo. Por ejemplo se demuestra una inteligencia lingüística escribiendo poesía en una cultura y contando historia de otras.

Inteligencia lingüística:
Es considerada, una de las más importantes. En general se utilizan ambos hemisferios y es la que caracteriza a los escritores y todos los escritores que se dedican a los medios impresos.
Aunque discuten sobre el origen y el desarrollo del lenguaje humano, los expertos admiten que se remonta a hace 100.000 años, al homo sapiens arcaico; el lenguaje fue una parte intrínseca de las vidas de estos homínidos corno animales sociales. Las sociedades han sido configuradas mantenidas por el lenguaje. El mismo tuvo en todas las sociedades antiguas un poder considerado como más fuerte que la espada.

Inteligencia musical:
Conocida comúnmente como “buen oído”, es el talento que tienen los músicos, los cantantes y los bailarines.
La fuerza de esta inteligencia innata varía de una persona a otra. Pero por fuerte que sea su inteligencia musical, necesita ser estimulada y configurada para desarrollar todo su potencial, ya sea para tocar un instrumento o para escuchar una melodía con sensibilidad. Este tipo de inteligencia surge a menudo muy pronto y de modo natural en los individuos dotados para ello.

Inteligencia lógica matemática:
Considerada hace poco en occidente como una de las “únicas inteligencias”. Quienes pertenecen a este grupo hacen uso del hemisferio lógico del cerebro y pueden dedicarse a las ciencias exactas. De los tipos de inteligencia este es el más cercano al concepto tradicional de inteligencia.
En algunas llamadas sociedades primitivas, la lógica, las matemáticas y la ciencia no parecen ser a primera vista fundamentales para la cultura. Este ámbito de la inteligencia se emplea de formas diferentes: regatear y comerciar, formular calendarios para medir el tiempo y estimar con exactitud cantidades y distancias depende de la inteligencia lógico-matemática, ejemplo esta que los mejores pensadores lógicos – matemática fueron Galileo Galilei e Isaac Newton.

Inteligencia espacial:
La tienen los que pueden hacer un modelo mental en tres dimensiones del mundo (o un fragmento de él, según la situación). Esta inteligencia la comparten oficios tan diversos como la ingeniería, la cirugía, la escultura, la marina, la arquitectura, el diseño y la decoración. Científicos como James Watson y Francis Crick utilizaron bocetos y modelos (a veces mentalmente, otras veces en forma tridimensional) para visualizar y decodificar la espiral de la molécula de ADN.

Inteligencia corporal – kinestésica:
Los kinestésicos tienen la capacidad de utilizar su cuerpo para resolver problemas o realizar actividades. En este campo están los deportistas, los cirujanos y los bailarines. Una aptitud natura de este tipo de inteligencia se manifiesta a menudo desde niño; un ingeniero de éxito recuerda que se convirtió en ingeniero a la edad de cuatro años. Cuando empezó a desmotar objetos del hogar cuando sus padres no le miraban.

Inteligencia emocional:
Es la capacidad humana para resolver problemas relacionados con las emociones. Y aunque parezca que este tipo de inteligencia es poco importante, se ha demostrado que es igualmente válida para tomar decisiones ya que en estos momentos, los sentimientos y cómo nos sentimos tienen mucho que ver a la hora de elegir.
La inteligencia emocional es un complemento indispensable en la relación con sí mismo y con los demás. No sirve de nada ser el alumno con mejores calificaciones si el niño no tiene amigos y se siente acomplejado.
Saber manejar nuestras emociones también tiene que ver con la seguridad que debe estar presente en situaciones como un examen o una entrevista en las que los nervios pueden “borrar de nuestra mente” todo lo que sabemos.

Inteligencia intrapersonal:
Esta nos permite formar una imagen veraz y precisa de nosotros mismos; nos permite poder entender nuestras necesidades y características, así como nuestras cualidades y defectos sin maximizarlos o minimizarlos. Y aunque se dice que nuestros sentimientos sí deben ayudar a guiar nuestras decisiones, debe existir un límite en la expresión de estos. Este tipo de inteligencia es funcional para cualquier área de nuestra vida.

Este tipo de inteligencia es un complemento fundamental de cualquiera de las demás, pues tampoco sirve de nada si sacamos las mejores notas pero elegimos mal a nuestros amigos y, posteriormente, a nuestra pareja.

La mayoría de las actividades que se realizan en la vida dependen de la inteligencia interpersonal, ya que están formadas por grupos humanos en los que debemos relacionamos
.
Los grandes líderes tienen una fuerte inteligencia interpersonal para bien o para mal. Martín Luther King líder estadounidense de los derechos civiles, fue un orador estimulante que uso sus habilidades para inspirar el cambio social radical.
También se necesitan fuertes habilidades interpersonales en formas de terapia y en la enseñanza de los incapacitados. Los consejeros deben establecer empatía con sus pacientes para comprender sus motivaciones y comportamiento, una tarea difícil cuando este no puede articular sus propios sentimientos.

Inteligencia naturalista:
La utilizamos al observar y estudiar la naturaleza. Los biológicos y herbolarios son quienes más la han desarrollado.

Todos tenemos tos 9 tipos de inteligencia, pero desarrollamos unas o otras dependiendo de factores como la educación, la familia y el entorno. No importa cuál sea la actividad que vayamos a desarrollar, pues necesitamos algunas combinaciones según sea el caso.

Hoy, debido a la complejidad del mundo, los niños parecen estar mucho más listos para resolver problemas de toda índole. Por eso, aunque es importante que conozcas los talentos y aptitudes de tu hijo, también lo es que trates de incentivar su capacidad para desenvolverse correctamente en cualquier ámbito, así cuando ingrese a la escuela y a la universidad, no sólo será capaz de obtener buenas notas sino también de ser feliz.


La Epigenética

Los genes también tienen algo que decir en las redes sociales digitales. Un reciente estudio ha demostrado que la capacidad para hacer amigos es, en parte, hereditaria.


¿Usted es una persona sumamente sociable o prefiere mantenerse al margen en su grupo de amigos? De cualquier forma, sus genes y evolución jugarían un papel clave, informaron investigadores estadounidenses. Aunque no resultaría sorprendente que los genes ayuden a explicar por qué algunas personas tienen muchos y otros pocos amigos, los investigadores señalaron que sus hallazgos van un poco más allá.

"Algunas de las cosas que descubrimos son realmente extrañas", dijo Nicholas Christakis, de la Harvard University en Massachusetts, quien ayudó a realizar el estudio. "Hallamos que el modo en que alguien se conecta con sus amigos depende de sus genes", indicó.

"Algunas personas tienen cuatro amigos que se conocen entre ellos y otras tienen cuatro amigos que no se conocen entre sí. (Por ejemplo) Que Dick y Harry se conozcan entre ellos depende de los genes de Tom", agregó el investigador.

Christakis y su colega James Fowler, de la University of California en San Diego, son reconocidos por sus estudios en los que demuestran que la obesidad, el tabaquismo y la felicidad se expanden en redes. Para esta investigación, ambos expertos y Christopher Dawes emplearon información nacional que comparaba a más de 1.000 mellizos y gemelos.

Debido a que los mellizos comparten el ambiente, los estudios en los que participan son buenos para mostrar el impacto que tiene la genética en varios temas, dado que los gemelos comparten todos sus genes, mientras que los mellizos sólo la mitad. "Hallamos que parece ser una tendencia genética presentar a los amigos unos con otros", dijo Christakis.

Podría haber buenas razones evolutivas para esto. Las personas en medio de una red social tendrían conocimiento de chismes útiles, como la ubicación de la buena comida y las mejores opciones de inversión. Pero también correrían el riesgo de contraer gérmenes de todos lados, y allí la ventaja residiría en una conducta social más cautelosa, escribió el equipo en Proceedings of the National Academy of Sciences.


"Se trataría de que la selección natural actúa no sólo en cosas como si podemos o no resistir un resfrío común, sino además en con quién entraremos en contacto", indicó Fowler.


Igualdad En Las Diferencias

¿De qué nos sirve en realidad ser todos iguales? Uno de nuestros objetivos como personas es, sin duda, el de dejar huellas. Debemos marcar a los que nos rodean y ser ejemplos de los que aprender, también para la propia sociedad.


Debemos ser capaces de aportar nuevas ideas con las que enriquecernos para seguir avanzando.

Quien es capaz de ir más allá de lo esperable, de esos moldes que nos impone la sociedad, adquiere unas estrategias personales que lo ayudan a sobresalir del resto, a ser más valientes y a dar ejemplo.

En ocasiones, no es fácil ser diferente. Eso es algo que todos tenemos claro. Y por ser diferente no nos referimos solo a la clásica imagen de tener unos kilos de más.

Quien piensa de forma alternativa también es diferente.

Quien hace las cosas de una forma poco habitual también es etiquetado como diferente.

Vestir de forma alternativa, mantener otras costumbres, ser siempre sincero, o incluso querer para nuestros hijos otras cosas distintas a las esperables, hace en ocasiones que nos señalen con el dedo. Que nos hagan sentir diferentes.

Ser diferente y saberse diferente es la mayoría de las veces una oportunidad. Nos permite aprender mucho más de nosotros mismos, y eso es algo de lo que no todo el mundo es capaz. Vale la pena ponerlo en práctica y aceptarnos cada día de nuestra vida, intentando ser felices en cada cosa que hagamos.


Quien no se acepta a sí mismo y ansía convertirse en aquello que le impone la sociedad, es el auténtico desterrado. El auténtico diferente.

Seguros Y Confiantes


La confianza en uno mismo no es más que una creencia, una cuestión de expectativas. Si tengo expectativas de que seré capaz de tener éxito en los obstáculos que se me presenten, confiaré en mí mismo.

Por el contrario, si  creo que los problemas me van a superar, tendré baja confianza en mis posibilidades.

La confianza no será igual en todas las áreas de mi vida. Donde tenga una autoestima saludable y positiva será más fácil que confié en mí mismo. Quizá tengo mucha confianza jugando a baloncesto, pero muy poca como pianista.

O tengo mucha confianza como amante pero no como pareja. Todo dependerá de la interpretación que haya hecho de mis experiencias pasadas
.
Para confiar más en mi mismo, por lo tanto tendré que reinterpretar de una manera más justa mis experiencias y de generar conductas que me reafirmen en una imagen más positiva de mí mismo. No bastará con generar pensamientos nuevos, también es necesario construir conductas coherentes con esa nueva imagen.

La confianza en uno mismo es un concepto que tiene varios significados, como por ejemplo, autoaceptación, autosatisfacción, autoconciencia.

Es fundamental saber cuáles son los propios límites y fallos, y también las fortalezas que tenemos, para apreciarlas (Forges), en definitiva, tenemos que aceptar cada elemento que nos pertenece y mirar hacia nuestro interior como si tuviésemos que encontrar un potencial.

Generalmente la persona presenta ante a sí misma y los demás, una versión mejorada de si mismo y esa evaluación que cada uno hace sobre sí mismo muchas veces es más generosa que una evaluación hecha por otros (Seligman).

Es un mecanismo para la supervivencia, la confianza en uno mismo representa la motivación necesaria para cumplir los objetivos, eso se obtiene gracias al fenómeno de la profecía autocumplida. Otras veces la imagen de uno mismo será demasiado injusta debido a una alta exigencia hacia uno mismo. 

La autoconfianza forma parte del ser humano, el resultado de la mezcla entre autoestima y autoeficacia; la autoeficacia es la impresión que tiene una persona de que es capaz de cumplir sus metas, la autoestima está más relacionada a la percepción que tiene una persona sobre sí misma y sus capacidades.