viernes, 16 de marzo de 2018

Filosofía: Ser Social


"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir.

Para Aristóteles se "es" en tanto se "co-es", lo que significa que, a pesar de que cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla nuestra personalidad o nuestro "ser", esta dimensión está inserta en la dimensión social del hombre para la convivencia en comunidad desde que nacemos, para el desarrollo de nuestra coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee, reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación dentro de una sociedad como, por ejemplo, la incorporación de normas de conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en comunidad.

Dice Aristóteles: "El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios". 

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que llamamos comunidades.

Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En obra de filosofía política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre, por lo que genera naturalmente una sociedad que se debe organizar. La organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre que derivará en el derecho.


El derecho sólo tiene sentido para el hombre en sociedad y la sociedad, al ser previa al derecho y al ser individual, solo puede ser organizada por nuestra naturaleza política a través de un derecho que garantice la convivencia pacífica.

La Agobiante Presencia “Del Otro”


El proceso de urbanización y la electrificación del territorio atraen la atención del hombre moderno hacia lo más inmediato y el interés mítico del hombre arcaico por el Cosmos, pierde su carácter poético y pasional para hacerse utilitarista y racional. 

La luz de la ciudad electrificada (colonizadora del ambiente rural como en el caso de la Canadiense y el ejemplo de la explotación del territorio leridano en aras de Barcelona) desplaza la atención humana del cielo nocturno estrellado a los anuncios luminosos y a las atracciones comerciales y lúdicas. 

El hombre moderno carece ya, a pesar de la nueva física, de mitologías sobre el origen y la estructura del universo. Sólo las mitologías del Mercado y del Consumo están hoy presentes en la llamada Sociedad el Bienestar.

Jamás ha tenido el ser humano más facilidad de desplazarse de un territorio a otro. Sin embargo, el contacto con el otro no exige ya que nos movamos de nuestro escritorio o de nuestra sala de estar. Requiere casi más esfuerzo entrar en contacto con el vecino de la casa de al lado que con un antípoda terrestre. Y cuando, a pesar de todo, nos desplazamos a territorios alejados, constatamos que todos los territorios se van pareciendo cada vez más unos a otros y que "en todas partes cuecen habas", siguiendo además la misma receta culinaria. Hasta las extravagancias, que por definición representan lo inusual, son exactamente las mismas en todas las urbes: las cabezas rapadas, los Hara Krisna, el pantalón vaquero andrajoso, la droga.

El desarraigo territorial del hombre moderno se advierte no menos en lo que respecta al conocimiento de los detalles de su ambiente más próximo. Cuando el desplazamiento geográfico todavía requería tiempo, el individuo humano tenía ocasión de ir registrando y estudiando con minuciosidad los pormenores de la naturaleza y de la ciudad que recorría a pie o en un transporte lento. 

Curiosamente, cuanto más rápidamente nos movemos, menos tiempo decimos tener. El ahorro de tiempo que suponen las comunicaciones y los transportes modernos ha hecho de la carencia de tiempo un rasgo definitorio de nuestra cultura.

Un tiempo que se medía en jornadas, pasó en nuestro siglo a medirse primero en horas y ahora hasta en décimas de segundo. En un solo día recorremos lugares que, tan sólo hace unos decenios, requerían muchos días de viaje. Nuestra capacidad cotidiana de recepción no ha aumentado, pero los objetos que reclaman nuestra atención son cada vez más numerosos.

La conciencia de los detalles desaparece así con la velocidad. La configuración del territorio se desvanece. Hemos adquirido la perspectiva del dinosaurio a que antes aludí, sin siquiera haber incrementado nuestro volumen corporal. 

Resultado de esta transformación de nuestra conciencia es la extraterritorialidad que nos caracteriza, un estar siempre en otra parte que hace del hombre moderno un ser desarraigado y un exiliado nato.




Exponer Nuestros Sentimientos


En ocasiones solemos esconder nuestros sentimientos cuando estamos con otras personas. Nos da vergüenza reconocer que sentimos emociones que consideramos negativas y que creemos, erróneamente, nos hacen parecer personas débiles a los ojos de los demás. Queremos ser fuertes a nivel emocional, no dejarnos afectar fácilmente por casi nada y dar una imagen de “persona madura y racional”.

Lo cierto es que practicar el pensamiento racional e intentar ser cada día un poco más maduro es maravilloso. En primer lugar para nosotros mismos, que con la práctica seremos capaces de desprendernos de gran cantidad de sinsabores innecesarios. También es verdad que las relaciones con los demás tienden a mejorar, pues no exagerar los acontecimientos, saber gestionar las emociones de forma adecuada y actuar de manera funcional y sensata también repercute en nuestro entorno.

Sin embargo, esto no quiere decir que dejamos de ser humanos: a lo largo de nuestra vida, inevitablemente, vamos a sentirnos desdichados, ansiosos o iracundos más veces de las que nos gustaría. Por lo tanto, como se trata de algo natural, lo mejor que podemos hacer es normalizarlo, no escondernos y ejercer la aceptación de nosotros mismos. Eso sí, siempre con moderación: aunque hablar de nuestros sentimientos con los demás es terapéutico, saturarlos puede jugar en nuestra contra.

Tanto si se trata de sentimientos negativos como positivos, compartirlos con los demás siempre es beneficioso. En el caso de los positivos porque los aumenta y puede desembocar en una celebración o en un rato agradable, ¿quién no desea contarle a su pareja que ha recibido un ascenso en el trabajo?

También tenemos varios motivos para compartir las emociones negativas. El principal es que al ponerlas sobre la mesa evitamos huir de ese sentimiento y aumentamos las posibilidades de asumir la responsabilidad de regularlo. Al mismo tiempo, cuando lo hagamos, permitiremos una exposición, lo que hará que la emoción tienda a descender. Al hablar de ello, podemos exponer la situación que nos causa la emoción a otros puntos de vista, a menudo menos catastrofistas que el inicial.

Cuando intentamos borrar la emoción, como si fuese una frase escrita a lápiz en un papel cualquiera, lo que generamos es el aumento de dicha emoción. Nos decimos a nosotros mismos que “no debemos estar así”, y esta exigencia aumenta la presión. La consecuencia es que ganamos en ansiedad y malestar, lo que a su vez provoca que la emoción se haga más intensa.

Cuando compartimos nuestra manera de sentirnos, estamos aceptando el sentimiento, lo dejamos estar y ser en nuestro cuerpo. De esta forma disminuimos su intensidad.

Por otro lado, hablar de nuestras emociones mejora las relaciones. Permitimos que el otro se sienta un confidente, alguien en el que tú has depositado tu confianza y esto denota un gran aprecio y cariño hacia esa persona, que siente que la has tenido en cuenta.

Dos cabezas siempre son mejor que una, lo que quiere decir que si cuentas tu problema o hablas de cómo te sientes con otra persona, probablemente será más fácil que lleguéis a encontrar una solución que pueda ayudarte. A veces nos sentimos tan decaídos anímicamente que no logramos ver lo que otros son capaces de ver sin demasiado esfuerzo.

Empieza siempre haciéndote responsable de tus sentimientos. Para ello, la frase ha de empezar por un “yo me siento…”, seguido de tus razones y acabar siempre con una buena relación, aceptando el punto de vista del otro.
También podemos compartir lo que nos pasa con personas que no tengan nada que ver con el problema, como un amigo. Él nos dará su punto de vista y nos ayudará a encontrar soluciones. Eso sí, no caigas en criticar a otras personas porque entonces conseguirás el efecto contrario: tu negatividad crecerá más.

“Expresa tus sentimientos siempre que puedas, eres humano y es natural tenerlos. Todos los tenemos. Evitar contarlos no te hará más fuerte, sino todo lo contrario, ya que está actuando en ti la ansiedad por un posible rechazo”


jueves, 15 de marzo de 2018

Genio Y Locura


"El genio no es un enfermo mental, pero, en caso de serlo, sabe aprovechar sus brotes para crear cosas fantásticas"

Demócrito se quitó la vista para poder pensar con mayor lucidez y crear la teoría sobre la estructura del átomo. Fue tachado de loco. 

En el cerebro de Albert Einstein había anomalías estructurales en el lóbulo izquierdo que podrían estar relacionadas con la genialidad del creador de la teoría de la relatividad. 

El poeta Antonin Artaud, que sufría trastorno bipolar, dirigió el laboratorio de experimentación de los surrealistas, empeñados en desentrañar y aprovechar al máximo los mecanismos del cerebro y de la locura -Dalí y su método paranoico-crítico es uno de sus exponentes-. 

Son bien conocidos los trastornos mentales del genial pintor Vicent Van Gogh, del matemático John Nash -que inspiró la película Una mente maravillosa- y del compositor Robert Schumann.

Son muchos los ejemplos de genios cuyo cerebro muestra características diferentes al resto de los mortales, y que incluso han tocado la locura. 

Así pues, ¿dónde está la frontera entre genialidad y enfermedad? A esta pregunta intentaron dar respuesta Francisco Mora, catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, y Vicenç Altaió, escritor,de la Administración catalana para promover la creación artística, como ponentes del debate ¿Genialidad o enfermedad, dónde está la frontera?.

Ni todos los genios están locos, ni todos los locos son genios, coincidieron los dos ponentes. Según Mora, "el genio es una persona con extraordinarias capacidades, focalizadas en alguna materia, y con capacidad para alumbrar ideas abstractas nuevas y expresarlas, es decir, de crear". 

Mora puntualizó que existen personas con buenas ideas, aunque no serían considerados como genios: "el genioide es el que puede concebir ideas, pero no puede expresarlas. El talento lo tiene el que puede acabar creando".

En cuanto al mito sobre la relación entre genialidad y enfermedad mental, Mora dejó claro: "el genio no es un enfermo, hay de todo, aunque es cierto que en el caso de existir enfermedad, sabe aprovechar sus brotes de locura para crear cosas fantásticas". 

Esta tesis viene apoyada por estudios que han permitido ver que "las facultades creadoras ya existen antes de manifestarse la enfermedad".

Vicenç Altaió incidió también en que otro tipo de enfermedades físicas también pueden dar otra percepción del mundo y puso un ejemplo. "Proust, debido a la alergia que tuvo de niño [síndrome de EPOC], nunca más pudo llevar una vida normal. Se dice que su genialidad se debe a su necesidad de recrear algo que él nunca más podría sentir". 

Incluso algunas extravagancias, como la de Demócrito a la hora de cegarse, pueden tener su explicación: "Hay que cerrar los ojos para ver el átomo en abstracto".

Según Francisco Mora, existe una base genética del genio, aunque se ha investigado poco. Del mismo modo, el ambiente es fundamental: "En la selva, aislados, un Mozart o un Einstein hubiesen sido como chimpancés. 

Hay que tener en cuenta que el 75% de nuestro cerebro se hace con el ambiente". La creatividad está asociada también con el conflicto emocional. 

"La insatisfacción es lo que empuja al genio a crear, y eso tiene un fundamento neurológico", explicó Mora. Vicenç Altaió observó que en catalán hay dos palabras diferentes para la locura, foll y boig, "algo muy acertado, porque foll afectaría a la psicopatología del alma, y boig sería el enfermo mental". 

A juicio de Altaió, el interés por el cerebro desde el punto de vista creativo se debe a que cada época lleva su prótesis corporal:

"El siglo XX-XXI está en el cerebro, igual que el romanticismo estuvo en el corazón".


El Universo En Nuestra Mente


A lo largo de la historia la ciencia, instaurada de forma universal, ha visto cómo ideas previamente rechazadas acababan por formar parte de su amplio repertorio.
En la ciencia la aceptación de nuevas ideas sigue pasos bien definidos: primero, los reticentes proclaman que el nuevo planteamiento vulnera las leyes de la ciencia; segundo, las posibles evidencias que se presentan se califican de frágiles; tercero, la nueva idea propuesta se revela como importante y con efectos más fuertes de los imaginados en principio; y, cuarta, sólo unos pocos recuerdan que fuera puesta en duda.

El Dr. Richard Conn Henry es profesor del Departamento de Física de la Johns Hopkins University de Baltimore donde imparte clases de física y astronomía. Ha sido Director Adjunto de la División de Astrofísica de la NASA y es Director del Maryland Space Grant Consortium cuya misión es, bajo el auspicio de la NASA, el desarrollo de proyectos de investigación, educación y servicio público en colaboración con universidades y otras instituciones académicas.

Entre sus numerosos artículos destacamos “The mental Universe”  publicado en 2005 en la revista Nature. El texto empieza recordando el logro de Galileo Galilei al conseguir que la ciencia pudiera “creer lo increíble”. Nos dice que “el descubrimiento de la mecánica cuántica en 1925 resolvió el problema de la naturaleza del universo” y otra vez la ciencia se encontró frente al reto de creer lo increíble. 

Sin embargo, “la más reciente revolución de la física de los últimos 80 años no ha transformado el conocimiento general del público de manera similar”.

Henry señala que “han existido varios intentos serios de conservar un mundo material, pero no han producido una nueva física y sólo sirven para preservar una ilusión”. Es decir, a pesar de lo que ya se sabe, se sigue afirmando que el observador es uno y hay que ver las cosas a través de su filtro. Y hace una clara analogía con el cuento de Andersen “El traje nuevo del emperador” cuyo principal mensaje es poner en duda lo que todos consideran verdad incontestable.

Nos recuerda que hace ya muchos años que la mecánica cuántica nos ha revelado nuestra verdadera naturaleza citando a James Hopwood Jeans, físico, astrónomo y matemático británico que en 1930 dijo: “El caudal de conocimiento se dirige hacia una realidad no-mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina. 

La mente ya no es un intruso accidental en el reino de la materia…más bien deberíamos recibirla como la creadora y regente del mundo de la materia”.

Asume que “los físicos evitan la verdad porque la verdad es ajena a la física cotidiana” e insiste en que “el mundo es mecánico-cuántico y debemos aprender a percibirlo como tal”. Además “una ventaja de corregir la percepción de la humanidad sobre el mundo es la alegría resultante de descubrir la naturaleza mental” y al aceptar que “no existe nada sino las observaciones” la física se convierte en algo muy simple.

Nos anima a “hacer un galileo” y termina con esta contundente afirmación: “el universo es inmaterial, mental y espiritual. Vive y disfruta”.


La Imaginación Creativa


No imagines cosas negativas que no existen, son el origen de mucho dolor, ignorancia y limitación. Al imaginar creativamente estas poniendo en marcha tu potencial oculto.

Buda decía: “Tal como pienses, en eso te conviertes”. Einstein argumentó: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. Muchas veces sin que una persona se dé cuenta sucede que el pensamiento se usa negativamente, en vez de creativamente. A menudo, la energía imaginativa termina siendo realidad generando conflictos por no saber que hay leyes energéticas que abarcan desde el pensamiento a la acción.

Luego la ignorancia culpa a un dios que castiga. No existe tal dios, solamente una energía cósmica que quiere lo mejor para cada uno. La Fuente de la Vida te regala la imaginación, pero el uso que cada uno le dé a dicho regalo es cuestión individual. 

Las acciones de la mente producen resultados; serán destructivos o creativos dependiendo del enfoque de la imaginación. 

Estamos en un tiempo de re-descubrimientos, ahora la física cuántica está demostrando muchos avances que van más allá́ de la lógica y la razón. Cada vez es más popular el conocimiento de que la imaginación como energía mental es un medio para concretar en este plano físico lo que imaginemos.

Si te detienes a pensar respecto a tus acciones, siempre primero imaginas para luego hacerlo visible. Todos los esfuerzos del ser humano para hacer realidad sus sueños se dirigen a bajar al plano visible lo que imagina. 

Necesitamos aprender a usar la Imaginación (que es magia o sea crear lo que todavía no está creado) para volvernos mass poderosos en luz, en amor y en creatividad.

Amo la etimología de las palabras, por ejemplo la palabra persa magi  es de donde se deriva magia, de esta también surgen: magisterio, mago, magistrado, magnate, magnifico, magistral, magnánimo y magnetismo. Incluso, Alejandro llevaba el nombre de El Magno, derivado del término griego mag, grande, sublime, mágico. 

La energía impulsada por vía de la imaginación creativa permite elevar, magnetizar y rediseñar tu vida.


La Academia Y La Democracia


Heredera de la modernidad industrializada y como un anexo a las asignaturas disciplinares, la democracia en la academia se traduce en términos de “competencias” e “indicadores” al mejor estilo de una verificación industrializada de habilidades. 

El problema es que la ciudadanía no es una competencia común, pues va más allá de un esquema conceptual que se resuelva con teorías, siendo un asunto relacionado con despertar la consciencia de ser un sujeto político. 

No es una cuestión de prédicas o de sufragios electorales, implica una transformación del ser que no se suple con cátedras o competencias tradicionales. 

Es triste admitir que, bajo los parámetros actuales que orientan la formación ciudadana y que pretenden extenderse con sistemas como el de Educación Terciaria, este tipo de responsabilidades han quedado al mismo nivel de cualquier otra formación técnica o científica. Los estudiantes pasan de una práctica de laboratorio a una cátedra de ética y todo ello no conduce sino a la acumulación de horas y créditos académicos, hasta la obtención de un título técnico o profesional.

Podríamos inferir que el tipo de humanidad formado a partir de la educación en las sociedades del consumo y la exclusión económica, dista mucho de una verdadera civilidad. Deberíamos reconocer que nuestra sociedad crece en deshumanización, mientras se afianza en:

• Una vida rutinaria que exige mayor velocidad, liquidez y liviandad.

• Un acentuado egoísmo e individualismo que acrecienta la barbarie como especie.

• El amor por el consumo que promete felicidad, pero que en realidad homogeniza al comprador y frustra al que no podrá acceder.
• Un desdén por el conocimiento que no es práctico o utilitario, al que se tilda de innecesario, vago y sin sentido.

• Una lucha perdida entre la competitividad y la ética. 


Para Chomsky (2007), la clase gobernante ha impuesto este tipo de tarea antidemocrática a la educación, a la vez que recompensa a los maestros para que difundan el imaginario de la academia como espacio en donde se enseñan los valores para la civilidad. 

Así se espera del docente la responsabilidad de un: “funcionario pagado por el Estado” (Chomsky, 2007: 11), a quien se exige por supuesto un compromiso con la: “Reproducción ética, social, política y económica, diseñada para moldear a los estudiantes a imagen de la sociedad dominante”. (Chomsky, 2007: 11). 

En efecto, hace parte de la instrucción técnica para la inserción en el mercado laboral, aquella formación humanista y democrática que hoy se practica en amplios sectores de la academia. Una educación en la que se moldea a los sujetos de una manera tal, que terminan avalando con el silencio las estructuras de poder sin cuestionar sus implicaciones, pues se privilegia el enfoque instrumental y acumulativo, mientras que poco se promueve la capacidad de leer críticamente los hechos del mundo. 

Aseguran Macedo y Chomsky (2007) que nuestra sociedad ha permitido la influencia de las grandes corporaciones para que traduzcan las metas de la educación en fines pragmáticos del mercado y por tanto se forma a los estudiantes para que sean trabajadores sumisos, consumidores ansiosos y ciudadanos pasivos. 

Queda entonces una gran tarea pendiente para una educación que en realidad, con honestidad y transparencia, quiera apostar por la formación de sujetos políticos.

Superación


La superación personal muestra la capacidad que tiene una persona a través de su inteligencia y de su dedicación para alcanzar sus objetivos y crecer como persona. Cómo bien explicó el científico Albert Einstein, explica que el deseo mueve el mundo con su impulso tan potente.

Es decir, dentro de ti tienes todos los recursos necesarios para lograr tus metas. Por ejemplo, la constancia, la tenacidad, la paciencia, la capacidad de sacrificio, la pasión… cualidades que acompañan de forma directa a la voluntad en un proceso de superación personal.

La superación personal no tiene límite, es decir, un ser humano puede seguir progresando a nivel de conocimiento y de toma de conciencia a lo largo de su vida. Voluntad y conocimiento que son la base de la superación personal, son dos cualidades que diferencian al ser humano del resto de seres del universo. La superación personal muestra la capacidad que tiene un ser humano para reflexionar sobre sí mismo, pero lo que es más importante, para actuar de acuerdo a sus valores y creencias. La superación personal tiene una base teórica a nivel de reflexión pero es fundamentalmente práctica.

La superación personal es ese motor intrínseco que a nivel de motivación mueve el corazón humano cuando una persona aspira a ser más sabia, más competente y más capaz. La superación personal remite a ese proceso temporal de cambio en el que una persona sale de su zona de confort para establecer nuevos hábitos y cualidades para mejorar su calidad de vida.

Pasado, presente y futuro definen la vida humana. Pues bien, la superación personal también se entrena en presente analizando los errores del ayer para obtener una experiencia práctica y evitar tropezar dos veces en la misma piedra.

El proceso de superación personal supone dejar atrás ciertos hábitos y creencias irracionales para dar paso a una nueva realidad que refuerce el bienestar personal. Existen recursos especialmente recomendados como el coaching y los libros de autoayuda para reforzar la superación personal.

La superación personal muestra el proceso de crecimiento interior ilimitado que marca la vida de un ser humano desde que nace hasta que muere. Mientras que el paso de los años deja una huella física en forma de arrugas, por el contrario, a nivel interior, los años son sinónimo de experiencia, madurez, riqueza de vivencias y sabiduría.

La superación personal conduce a una persona a ser más feliz. En última instancia, asumir un proceso de este tipo es una decisión personal que nunca puede ser impuesto de forma externa. Es decir, nadie puede ser ayudado si no se deja ayudar, y nadie puede cambiar si no quiere hacerlo.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Relatos Del Más Allá


Estar cerca de ir al "cielo", y vivir para contarlo, es una historia que puede convertirse en un tema de investigación científica.

Es el día perfecto: soleado y con viento fresco. Paseas placenteramente distraído y vas a cruzar la calle. Justo entonces, un camión te golpea. Te sientes completamente entumecido y te desvaneces rápidamente. Es el fin y lo sabes. Tu vida pasa ante tus ojos como si fuera una película épica. Fin.

Abandonas tu cuerpo y lo miras desde arriba. La gente se inclina sobre él. Una luz cegadora se abre paso desde el cielo hacia ti. Te llama suavemente. La sigues por un túnel hacia un lugar mucho más que real y espectacular. Estás seguro de haber llegado al más allá.

Semanas más tarde, despiertas entre constantes pitidos del monitor cardiaco que está junto a tu cama de hospital.

El viaje científico inicia 
Si tu hospital está en Bélgica, Steven Laureys podría visitarte para preguntarte qué recuerdas de tu experiencia cercana a la muerte (ECM).

Él te diría que muchas personas han recorrido este camino antes que tú y que puedes confiarle tu experiencia.
“Los pacientes en cuidados intensivos tienen miedo de contar sus historias”, dijo Laureys. Temen que la gente no los tome en serio, especialmente los médicos y científicos.

Laureys lidera el Grupo de Ciencia del Coma del hospital universitario de la ciudad de Lieja. Con sus colegas, publicó un estudio científico acerca de las ECM el mes pasado en la revista PLOS ONE.

Muchas de las personas que se embarcan en estos viajes fantásticos parecen volver más felices y ya no temen a la muerte. La experiencia se convierte en la piedra angular de su vida.

Las ECM se sienten “incluso más reales que la realidad”, dice Laureys. Su equipo investiga la claridad y el intenso colorido de la experiencia que muchas personas tienen cuando pierden la consciencia.

“Nuestro objetivo principal es la investigación de la consciencia en pacientes comatosos”, dijo. Su equipo espera mejorar su comodidad y la calidad de los cuidados a estos pacientes.

Su hipótesis es que las experiencias cercanas a la muerte se originan en la fisiología humana y “el cerebro disfuncional produce estos fenómenos”. El equipo estudia la forma en la que el cerebro crea la mente y la percepción de la realidad.

La misma historia una y otra vez
A lo largo de los años, muchos pacientes han despertado de comas y le han contado a Laureys acerca de sus viajes al más allá.

Todas sus historias tienen elementos iguales o muy parecidos: “Una experiencia extracorpórea, haber visto una luz brillante o haber sido conducido por un túnel; todos son elementos conocidos de la famosa Experiencia Cercana a la Muerte”, según el estudio de Laureys y su equipo de seis científicos.

Raymond y Nadine, de Bélgica, tuvieron infartos. Cuando su cerebro se quedó sin oxígeno, tuvieron sensaciones extracorpóreas, dijo Laureys.

“En un punto sentí como si me arrancaran de mi cuerpo (...) Estaba pasando por un túnel completamente oscuro, muy, muy rápido, a una velocidad que no se puede expresar porque nunca la has vivido”, dijo Raymond.

Al final del túnel de Raymond apareció una luz. Al principio tenía miedo y se resistió. La luz era femenina y se “comunicó” con él. Él se rindió ante ella: “Me di cuenta de que no debía resistirme y me dejé ir. En ese momento tuve la experiencia”.

Nadine podía verse desde afuera de su cuerpo. “Es como si estuvieras en una nube, aunque en realidad no sea así”, dijo. Todo estaba fuera de su control y eso la asustó. Entró en un agujero negro. “Te preguntas si regresarás a tu cuerpo”.

Prueba psicológica
Las investigaciones científicas acerca de las personas que tienen una ECM son difíciles, porque sería cruel realizar estudios del cerebro en una persona que posiblemente morirá en breve.

Por eso, Laureys y su equipo estudiaron los recuerdos de los sobrevivientes sobre las experiencias cercanas a la muerte con la ayuda del Cuestionario de Características de Memoria.

Compararon las ECM con otros recuerdos reales intensos como matrimonios y alumbramientos, pero también con sueños y pensamientos; cosas que no ocurrieron en la realidad física.

Los recuerdos de los eventos reales importantes en general son más intensos que los sueños y los pensamientos, dijo Laureys. “Si el recuerdo es real, es más rico; si el recuerdo es reciente, es más rico”, dijo.

“Para nuestra sorpresa, los recuerdos de las ECM eran mucho más ricas que cualquier evento imaginado o real para estos sobrevivientes del coma”, reportó Laureys.

Los recuerdos de estas experiencias superan por mucho a todos los demás recuerdos en cuanto a la intensidad de la sensación de realidad. “La diferencia era muy grande”, dijo con asombro.

Incluso cuando el paciente había tenido la experiencia hace mucho tiempo, su recuerdo era rico “como si hubiera sido ayer”, dijo Laureys.

Auténticos creyentes
En el cuestionario se pregunta a la gente acerca del nivel de certeza de que una experiencia que recuerdan fue real y no imaginada o soñada. “Ellos (los pacientes) están muy convencidos de que es real”, dijo Laureys.

En una sencilla búsqueda en internet se revelan cientos de relatos de ECM. Algunas son reales, otras tal vez son inventadas, pero muchas personas están absolutamente convencidas de que el más allá existe fuera del reino de lo físico.

Existen reportes de que a veces aparecen imágenes religiosas en las ECM, pero no se limitan a una sola religión, y no siempre se presentan. A veces aparecen Buda, Jesús o Mahoma, pero usualmente no lo hacen, dijo Laureys.

Sin embargo, una ECM puede convertir a un escéptico en creyente. Es el caso del neurólogo Eben Alexander, un científico agnóstico que se convenció de la existencia de lo espiritual y describió su experiencia en los mismos términos que los investigadores belgas: “hiperrealista”; “demasiado real para ser real”.

El origen está en el cerebro 
“No hay pruebas de que pueda haber una experiencia consciente sin actividad cerebral”, dijo Laureys.

Tú puedes volverte un creyente, pero según los médicos tu cerebro nunca murió.

Estuviste en coma. Tal vez tu corazón se detuvo por un instante, tal vez no. Pero ni siquiera eso es necesario para tener una experiencia extracorpórea.

“Muchos individuos que han tenido ECM no estaban físicamente en peligro de muerte, lo que indica que la percepción del riesgo de muerte en sí misma es importante para provocar las ECM”, señaló el estudio.

Es suficiente que pienses que estás muriendo para que tengas una.
La Asociación de Psicología de Estados Unidos está de acuerdo. Define las ECM como “eventos psicológicos profundos que tienen elementos trascendentales y místicos y que ocurren típicamente a los individuos que están cerca de la muerte o en situaciones de peligro físico o emocional intenso”.

En el caso de los pacientes de coma, el cerebro que produce las ECM puede estar funcionando al mínimo, pero sigue vivo, según la hipótesis de Laureys. Y en teoría se trata de una alucinación intensa. “La actividad normal del cerebro produjo sus percepciones extraordinarias”, indica el estudio.

Se necesitan más investigaciones
El equipo belga de investigación sólo ha estudiado a unos cuantos pacientes hasta ahora y no ha podido obtener imágenes cerebrales de los pacientes que tienen ECM para obtener datos sólidos que respalden la hipótesis de la naturaleza fisiológica de la experiencia.

Como médico, Laureys siente que se debe investigar más, ya que muchas personas temen que su consciencia permanezca mucho tiempo después de su muerte, y de atestiguar lo que ocurra con su cuerpo. “Históricamente, las personas tienen miedo de que las entierren vivas (...) La gente teme donar sus órganos”, dijo Laureys.

Hay bastantes modelos espirituales que explican las ECM, dijo, además de los supersticiosos. “Hay muchas explicaciones locas por allí”. Es momento de aplicar más ciencia dura, agregó.

Laureys no quiere especular acerca de la existencia del cielo o el infierno, pero dice que sólo una mínima parte de las experiencias cercanas a la muerte son aterradoras. La mayoría son placenteras y edificantes.

Con base en sus relatos, parece que más personas van al “cielo” que al “infierno”.


Filosofando


A veces, resulta extraño hacerse preguntas un poco trascendentes (qué es la vida, para qué estoy aquí, qué puedo mejorar, etc.), porque algo en el ambiente (en la oficina, en el comedor de tu casa o en el supermercado), tiende a empujar las conversaciones hacia lo superficial y rutinario, a pesar de ser preguntas que todos reconocemos como propias. 

Sí, es cierto que no parece adecuado entrar en la tienda y preguntar al dependiente: “¿no es curioso que hoy puede ser el último día de nuestra vida y todavía no lo sabemos?”. Pero sin llegar a estos extremos, sí deberíamos reservar unos minutos de cada día, al menos, para preguntarnos sobre el destino de nuestro viaje y los encargos que tenemos que cumplir antes de llegar.

Por esto me gusta tanto releer la historia de Juan Salvador Gaviota, el rebelde volador que quiso hacer lo que su voz interior le pedía, aun a costa de sufrir la incomprensión y el desprecio de aquellos que más quería. Su experiencia le acarreó dificultades y sinsabores que los demás no conocían. Pero también, la gloria de la conquista de sus metas, la satisfacción del descubrimiento de sus poderes internos, la convicción de que había elegido el camino correcto.

La mayoría de las gaviotas no aprendían nada más que las normas elementales de vuelo, lo justo para ir y volver entre la playa y la comida. Pero Juan Salvador Gaviota amaba volar más que nada en el mundo y dedicó todo su esfuerzo a aprender nuevas técnicas. 

Quiso compartir sus descubrimientos en el arte del vuelo con la bandada, pero fue expulsado de la sociedad de las gaviotas.

“Juan Salvador Gaviota. Hemos nacido para comer y vivir el mayor tiempo posible. Eres un irresponsable al querer convencer a otras gaviotas”

Juan Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los Lejanos Acantilados. Su único pesar no era su soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba al volar, que se negasen a abrir sus ojos y a ver; pero nunca se arrepintió del precio que había pagado.

Richard Bach


El Universo Del Hombre


Toda la materia ordinaria con la que interactuamos en nuestra vida diaria está formada fundamentalmente por átomos, por quarks y electrones: el sistema solar, las formas de vida sobre la tierra, la superficie sobre la que se escribe este artículo y hasta nosotros mismos somos distintas formas en que estas partículas se agrupan e interactúan. 

Los seres humanos somos, en esencia, un conjunto de quarks y electrones que comenzaron a existir en los primeros instantes del universo y que, debido únicamente a las fuerzas de la naturaleza, por un corto periodo de tiempo convergieron en esta región del espacio-tiempo para dar origen a nuestro cuerpo físico e incluso a nuestra conciencia.

Se cree que la ciencia moderna, al reducir al hombre a un sistema de partículas materiales inertes, lo transforma en un ser autómata, frío, privado de toda espiritualidad. Pero la base fundamental de la perspectiva científica es que los seres humanos no tenemos ningún privilegio con respecto al resto del universo. 

Aferrarse a la idea de que el hombre se encuentra por encima de las leyes de la naturaleza, si bien es cierto lo hace sentir elevado, al mismo tiempo lo arranca de la realidad y lo aísla del resto del mundo, dando lugar a preguntas innecesarias acerca del origen y significado de su existencia que casi siempre son respondidas recurriendo a algún evento sobrenatural.


Para la ciencia moderna, nosotros no fuimos colocados en este universo, nosotros somos una consecuencia natural de la existencia del universo. Somos el universo en sí. 

Las partículas de las que estamos hechos son las mismas que hacen brillar al sol. 

Las leyes físicas a las que estamos sujetos son las mismas que permiten volar a las gaviotas. Los procesos biológicos que dieron origen a nuestra especie son los mismos que dieron origen a las orquídeas. Incluso la historia misma del universo está impresa en cada uno de nosotros: como seres vivos probablemente existamos desde hace solo unas cuantas décadas, pero la sustancia fundamental de la que está compuesto todo nuestro cuerpo ha sido parte del universo por miles de millones de años y aún después de nuestra muerte seguirá siéndolo, tal vez, por toda la eternidad.

Personalidad Definida



Hay dos tipos de maneras de ir formando tu personalidad, aquella que se forja interiormente con tus propios valores y creencias, y aquella que se forja por los acontecimientos que le rodea del exterior.

Pongamos dos archifamosos ejemplos. El primero, Diego Maradona, el deportista más famoso de la época de los 8O. A ojos de todo el mundo lo tenía todo, era considerado el mejor jugador del mundo, tenía dinero y tenía la admiración y el reconocimiento de todo el mundo. 

Observamos, que la mayoría de gente se hubiese cambiado por su situación sin dudarlo….parecía feliz.  

Luego cuando se descubrió todo el tema relacionado con las drogas se vio que no era realmente así, y que muchas cosas (casi siempre guiadas por el aquel entonces su manager) las hacía solo para mantener la apariencia y no defraudar a nadie, aunque estuviera sometido a mucha presión. 

Se construía una vida hacia el exterior en lugar de hacerlo desde el interior, muchas cosas las hacia contra su voluntad, y porque lo marcaba el protocolo y casi nunca porque le apetecía
.
Otro caso totalmente opuesto podría ser el de Rafael Nadal, uno de los tenistas más completos de todos los tiempos. A diferencia del anterior se nota que tiene una personalidad y creencias trabajadas. Soporta las críticas sin reactividad, ya que él sabe mejor que nadie cuales son las opiniones importantes, tiene la suficiente personalidad para tomarse un tiempo para sí mismo sin importar los torneos o eventos que se pierda, incluso si pierde el numero uno… para él es un simple número de reconocimiento hacia el exterior, el sabe interiormente que a su mejor nivel, es el numero uno a expensas de lo que diga un ranking. En definitiva tiene claro cuáles son sus valores principales y a dónde quiere llegar, y eso pase lo que pase le hace fuerte.

A lo largo de nuestra vida nos encontramos a gente con más dinero que nosotros, más atractivas, con mejor forma física, con mejor habilidades que nosotros, pero si se llega a tener una personalidad definida, a la larga supera con creces cualquiera de las cosas mencionadas antes. 

Y para empezar a tener una personalidad fuerte se empieza por mirarse a uno mismo desde el interior. Buscar esos valores en los que crees y estás dispuesto a luchar, encontrar esos miedos que te bloquean y que te están impidiendo ser como eres. Tienes que encontrar tu camino sin desviarte de él
.
Por ejemplo: si estas en un trabajo en el que solo te da validación de la gente, pero en cambio interiormente no te llena, quizás a corto plazo no se note, pero a la larga empezaras a notar el malestar, las inquietudes. O si estas con chicas que no te aportan nada interiormente, pero en cambio si te da validación externa… todo ese tipo de cosas a la larga están destinadas al fracaso.


Es como querer gastar todo el dinero que tienes en una casa solo con elementos exteriores y nada en elementos interiores. Tiene jardín, tiene unas estructuras arquitectónicas perfectas, una ventanas impresionantes y todo el mundo que la ve desde fuera se queda maravillado, pero en cambio desde dentro ya no te ha quedado dinero para decorarlo, y a larga no hay manera de vivir en una casa de semejantes características sin estar arreglado el interior, por muy bonita que se vea desde fuera. 

En cambio es preferible gastar más dinero en el interior y estar más cómodo, y así dejar más de “lado” el exterior y el que dirán de esa casa. Al fin y al cabo solo tu vivirás en ella.

martes, 13 de marzo de 2018

Cuando Interpretamos



Interpretar significa desentrañar el verdadero sentido de algo, aunque generalmente quien interpreta, no puede hacerlo de modo totalmente objetivo, poniendo su propia visión o subjetividad en ello, sobre todo en temas ideológicos o artísticos.

La interpretación puede hacerse de textos, de palabras, de ideas, de acontecimientos de la realidad, y puede expresarse a través del lenguaje oral o escrito, por medio de representaciones teatrales, de la música o de la danza.

Los pintores, o los músicos, por ejemplo interpretan la realidad o sus estados anímicos en sus obras.

Cuando se interpreta un escrito o un discurso podemos hacerlo de modo literal u objetivo, ateniéndonos solo a las palabras expresadas, o de modo subjetivo intentando descubrir la real voluntad del emisor interpretación libre, o sea darle una explicación según su propia visión del tema.

Cuando realizamos una interpretación podemos muchas veces equivocarnos, sobre todo si no existe la posibilidad de dialogar con el emisor del mensaje para conocer su real intención

Las palabras poseen la característica de ser ambiguas y vagas, por lo tanto pueden ser susceptibles de ser entendidas de diversos modos.

En Derecho es importante interpretar las normas jurídicas para darles su sentido correcto respetando la voluntad del legislador. Los encargados de realizar esta interpretación son especialmente los jueces, que deciden los casos concretos sometidos a su decisión, a través de las sentencias, interpretando las normas jurídicas y también las pruebas aportadas, para darles su adecuado alcance. 

Los teóricos del derecho o doctrinarios, también realizan interpretación de las normas, que sirven de apoyo para basar las pretensiones de las partes litigantes, y también pueden ser consideradas por los jueces en sus decisiones.


Cuando se habla de interpretación de los sueños, se alude a que esas imágenes y sucesos que se nos presentan en el subconsciente, pueden tener una significación que las vincule con el mundo real.

El Universo Y Nosotros


El hombre es un pequeño universo: este es uno de los principios fundamentales del hermetismo. Ernest Haeckel ensayó algo relativamente similar desde la biología: “la ontogenia recapitula la filogenia”, en el nacimiento de cada ser se observan rasgos de todas las especies que ha atravesado en su evolución. Somos hombre pero también somos una extensa línea de animales, vegetales y microorganismos que devienen en este instante. 

Empédocles, el filósofo mago presocrático, creía que el desarrollo individual era un espejo de la formación del universo. “Si quieres hacer un pay de manzana de la nada, primero tienes que inventar todo el universo”, decía Carl Sagan, el gran inhalador gnoseológico del polvo de estrellas. Y también su famosa aseveración que llevó la literalidad a lo maravilloso: “El cosmos también está dentro de nosotros, estamos hechos de la misma sustancia que las estrellas. 

Somos una forma en la que el cosmos se conoce a sí mismo”. James Gleick escribe: “A la larga, la historia es la narrativa de la información volviéndose consciente de sí misma”. David Bohm ideó el concepto de “totalidad implicada”, en el que postula que la naturaleza del universo es holográfica y que la realidad primordial, a la manera del Mundo de la Voluntad de Schopenhauer, es la conciencia. 

Una reciente teoría científica sugiere que existe una protoconciencia diseminada en todo el universo que logra estados de coherencia y autorreflexión en organismos complejos como puede ser el hombre y el cerebro humano. 

Que la conciencia ha existido desde siempre y se torna a ver a sí misma en nosotros.

“Cuál es la diferencia esencial entre el mundo del hombre y el mundo de la naturaleza? Yo soy parte de esto. Soy, de alguna forma, una de las células en este cerebro inmenso. Que no puedo entender, como la parte no puede entender al todo. Y al mismo tiempo no me siento, como muchas personas sienten, un extraño en ese mundo, sus formas estéticas de alguna manera me llaman más que las formas estéticas que producen los hombres…

“De igual forma que una flor es una florescencia de todo el campo, me siento como una humanización de todo el universo. En otras palabras, parezco ser, como todo lo demás, un centro —un tipo de vórtice— en el que toda la energía del universo se realiza, toma vida. 

Una especie de diafragma a través del cual todo el universo se vuelve consciente de sí mismo”. -Alan Watts

El místico indio Sri Aurobindo, lo resume así:
"Preguntas cuál es el principio de todo esto:
Y es esto…
La existencia que se multiplicó por sí misma
Por el puro deleite de ser
Y se proyectó en trillones de seres
Para que pudiera encontrarse a sí misma
Innumerablemente"

Somos Lo Que Somos


Tal vez todavía no he podido saber porque yo soy yo, pero lo que si se es que podemos llegar a conocernos a nosotros mismos cada vez mejor.

El ser humano es un conjunto formado por el cuerpo físico, la mente, las emociones y el espíritu, no se pueden contemplar por separado. Al momento de conocernos podernos darnos cuenta de nuestros defectos y cualidades. 

Si cada uno de nosotros conocemos nuestros defectos podríamos tratarlos de arreglar o simplemente saber cómo manejarlos, las cualidades se pueden desarrollar y aprovechar  al máximo. ¿Qué pasaría si todos le diéramos el uso correcto a nuestras cualidades y las desarrolláramos más? ¿Cómo sería nuestro mundo si cada quien se dedicara hacer lo que gusta de verdad?  Siempre me he preguntado esto, creo y estoy seguro que si supiéramos esto despeñaríamos lo que nos apasiona hacer y tendríamos un mundo perfecto, un mundo de alegrías y felicidad. Pero nadie quiere esto porque solo buscamos lo que nos vaya a dejar más dinero, poder o posición social.

Para poder llegar a conocernos a nosotros mismos, el autoconocimiento es muy importante. El autoconocimiento es como la filosofía, que dice que nada se debe de dar como conocido, nos engloba a nosotros mismos como ser humano y nos hace tener una buena relación con nosotros mismos y la realidad en la que vivimos.
 “El autoconocimiento esta basado en aprender a querernos y a conocernos a nosotros mismos.” (maria josepa)

Cada quien tenemos un rol en la vida que nadie puede llegar a sustituir, ya que somos una mezcla de muchas cualidades que nos hacen únicos. Muchas personas creen conocerse a sí mismas, pero simplemente se guían por lo que los demás les dicen que son. 

Muchas veces queremos seguir el rol que los demás quieren que sigamos. Debemos de tener siempre claro de quienes somos para actuar como de verdad queremos, y no por lo que creemos que queremos o lo que debemos de querer.
La identidad es lo que nos distingue de otros, por lo cual debemos de saber cómo somos y como nos comportamos. 

La gente externa nos pude llegar hacer dudar en verdad de quienes somos, ¿si no tenemos claro quiénes somos como podemos saber lo que queremos? ¿Podemos llegar a tomar las decisiones correctas?

Debemos de tener claros nuestros valores y virtudes, para actuar en base a ellos siempre. Nosotros somos lo que hacemos, y es lo que trasmitimos a los demás. Un filósofo una vez dijo “mi identidad es la precedencia del deseo de ser yo mismo”

Sé que llegar a conocernos a nosotros mismo es un trabajo difícil porque cuesta aceptar a veces muchas cosas que no nos agradan de nosotros mismo, pero cuando nos conocemos nos sentimos aliviados. Muchas veces por no conocernos buscamos eso que queremos en cosas que no valen la pena y muchas veces hasta nos pueden llegar a hacer daño. Somos muchas veces inconscientes de cosas que hacemos pero no por eso se justifican.

Lo importante de todo esto es poder llegar al equilibrio con nosotros mismos, pero sobre todo llegar a una etapa de aceptación con nuestra  persona.  

La autoestima nos ayudara mucho también en una etapa de conocimiento personal.

Asumir Los Riesgos

Sin riesgos, no hay superación personal; he aquí la respuesta:

Reírte es arriesgarte a parecer estúpido,

llorar es arriesgarte a parecer sentimental
,
buscar a otr@ es arriesgarte a establecer un compromiso,

exponer tus sentimientos es arriesgarte a exponer tu verdadero ser,

expresar tus ideas y sueños ante una multitud es arriesgarte a perderlos.

Amar es arriesgarte a que ese amor no te sea correspondido,

vivir es arriesgarte a morir, esperar es arriesgarte a desesperar;

pero hay que correr riesgos, porque lo más arriesgado de la vida es
no arriesgarse a nada.

La persona que nada arriesga, nada hace, nada tiene y nada es,

puede que evite el sufrimiento y el dolor, pero no puede aprender,

sentir, cambiar, crecer, amar, vivir…

A sus actitudes encadenados son esclavos, han renunciado a la libertad.

Sólo la persona que se arriesga es libre.

ANÓNIMO



Superar Obstáculos


El concepto de superación personal se fundamenta básicamente en la conquista de nosotros mismo para lograr nuestras aspiraciones y sueños, reconociendo nuestras más profundas carencia y superando todos nuestros miedos, limitaciones y vacíos interiores.

Podríamos decir que concepto de superación personal incluye el logro de aquello que es fundamental para la vida de cada ser humano, por encima de todas las limitantes que el mismo puede tener. No obstante muchas personas en la actualidad han perdido el verdadero enfoque de su vida y le han brindado más importancia a factores externos, creyéndolos fundamentales para su vida.

Tales son el dinero, el poder, la fama, la belleza, el lujo y en general, las comodidades materiales, las personas se sienten tristes cuando no poseen este tipo de elementos y creen que la posesión de estos se encuentra el secreto de la verdadera felicidad, no obstante nada se aleja más de la realidad, ni el dinero, ni la fama otorgan la felicidad, mientras que una persona sin objetos materiales puede llegar a ser verdaderamente feliz.

Descubramos, de manera aproximada, el concepto de superación personal.
Literalmente es superar nuestras propias barreras y temores, estas bien pueden ser físicas, mentales, espirituales y emocionales; sin embargo, dentro de el concepto de superación personal podríamos incluir el capacidad de mantener el equilibrio en todas las áreas antes mencionadas.

Si bien mantener el equilibrio en este mundo resulta muy complejo debido a la posibilidad permanente de la alteración, mantener el equilibrio y la armonía en los momentos más cruciales de nuestra vida, sin lugar a dudas nos ayuda siempre a tomar nuestras mejores decisiones.

La superación personal es todo un aprendizaje sincero y constante de nosotros mismos, podemos lograr la superación personal a través de diferentes métodos, las lecturas sin lugar a dudas son el método más reconocido puesto que ellas nos explican, nos enseñan y nos permiten comprender muchos aspectos de nuestra vida que en ocasiones nos resultan incomprensibles.

¿Para qué sirve la superación personal?
Fundamentalmente la superación personal nos permite mantenernos tranquilos, armónicos, constantemente positivos en nuestra vida, enfocados en aquello que queremos y nos permite también proporcionar a los demás, verdadera compañía, profundos consejos y ánimo y apoyo constante.


Sin embargo nuestro primer deber es con nosotros mismos, con nuestro crecimiento con nuestra paz y armonía; que tomemos el control de nuestro ser y nuestra vida y tomemos las decisiones más indicadas para alcanzar el éxito, es decir, para lograr hacer en nuestra vida aquello que nos apasiona y nos hace vivir la vida con ánimo y coraje.

lunes, 12 de marzo de 2018

La Vida De Esta Vida


No me convence el consejo tan popular del “vivir el momento, porque te vas a morir”. Demasiadas veces se utiliza para justificar decisiones que perjudican tu mañana. Si el placer del momento es más importante que la planificación a largo plazo, el mañana se podrá convertir en algo indeseado.

Vuelvo a lo mismo: para poder aprovechar el hoy tienes que tener una idea remota de dónde quieres estar mañana. Si no sabes cuál es tu misión de vida, cómo vas a poder tomar decisiones en el hoy.

Ojo, misiones de vida hay muchas. Visitar todos los países del mundo, erradicar el cáncer, crear una vida profesional que me permita educar mis hijos en casa, convertirme en el mejor músico del país, dedicar más tiempo libre a la asociación x,… todo el mundo es libre de crear su norte.

Es posible que no consigas llegar al destino final, o quizás ni siquiera existe este destino de forma fija. Aun así, un norte te ayuda a aprovechar el hoy sabiendo que seguirás aprovechando también el mañana.

Saliendo del camino de rosas
No te voy a engañar: tener una misión no siempre es un camino de rosas. 

De hecho hay trechos (y puede ser largas) en las que tienes la impresión de que no estás avanzando nada de nada. Es fácil abandonar tus intentos y volver al dulce y exclusivo “vivir el hoy”. Quién sabe, a lo mejor te mueres mañana y no tienes que vivir con las consecuencias.

La otra opción es aceptar que para ser feliz es necesario conocer el aburrimiento, el dolor y la frustración. Las emociones positivas dependen de la contraposición de las emociones negativas. Y curiosamente, la felicidad y esta sensación maravillosa de haber triunfado dependen de que hayas conquistado alguna dificultad. 

Si todos tus antojos se satisfacen al momento, tu vida pronto te parecerá demasiado monótono: es esperar a morir en una jaula dorada sin poder desplegar las alas jamás.

La vida no siempre es fácil. Te tropezarás con obstáculos. Conocerás el dolor. Te traicionarán. Te frustrarás. Y habrá días en las que te gustaría rellenar una hoja de reclamación para el universo para que te haga caso aunque sea un poquito.

Estas son tus oportunidades de crecimiento: aceptando lo que no puedes cambiar puedes volcar tu energía en las cosas que están a tu alcance. Puedes decidir de dejar las quejas y los rencores atrás, perdonar, pasar página y seguir tu camino sin rencores.

La vida no es un camino de rosas. Pero los cactus también tienen su encanto.
Como si muero mañana como si muero dentro de 70 años


No quiero vivir el hoy como si no hubiera mañana. Quiero vivir el día de hoy de forma que no importa si me muero mañana o dentro de 70 años.

Incongruencias Humanas

Diversos autores claves de la psicología humanista -Sidney Jourard, Fritz Perls, Carl Rogers- coinciden en describir en forma similar el modo como los individuos se conducen en términos de la postura en que se muestran frente a la otra persona. 

Frecuentemente, se ha utilizado una analogía de “capas” en cada persona, en donde las que se ubican más externamente y que corresponden a sus datos más superficiales se hallan más accesibles a los otros. En esta analogía -que también puede describirse como las capas de una cebolla-, las capas externas se refieren a datos biográficos generales, percepciones generales acerca del mundo, estudios y gustos. Las capas más internas corresponderían a lo que la persona considera más íntimo y, por algún motivo, “secreto”.

Resultado de esto es que las relaciones interpersonales comunes, donde existe una prescripción de “lo socialmente adecuado” son, por lo general, formales, más bien frías y distantes, centradas en la apariencia y en la tarea -cuando son de tipo laboral-, o bien de aparente cordialidad pero superficiales -cuando son relaciones sociales-. 

Esto es, naturalmente, producto de un condicionamiento social en donde introyectamos los valores y preferencias del entorno donde nos toca vivir y que, lamentablemente, tiende a alejarnos del contacto con nuestro sentir más íntimo (Rogers 1964). Según Sidney Jourard (1980), “La sociedad busca entrenar en vez de educar. En el entrenamiento se estimula más la conformidad que la originalidad. Al buscar continuamente la conformidad, nos perdemos a nosotros mismos. Para ingresar a la sociedad debemos conformarnos, y cuando nos hacemos adultos nos volvemos parte de un sistema en que generamos la conformidad en otros. En nuestra sociedad hemos desarrollado una habilidad excepcional para entrenar, engañar y volver cada vez más estúpidas a grandes cantidades de personas.

Y así, al estar enajenados de nuestras claves internas más confiables para guiar nuestra vida de un modo íntegro, ésta se caracteriza por un sentimiento continuo de inseguridad y la búsqueda de la aprobación y la valoración en los demás.

Quisiera examinar a continuación el fenómeno de la congruencia e incongruencia a nivel de la sociedad entera, discutiendo ejemplos e implicancias. A mi modo de ver, los grandes ideales políticos, sociales y religiosos a los que solía dedicarse la vida en los años sesenta han sido sofocados por un ambiente de cinismo y escepticismo. 

En estos días abundan los ejemplos de deshonestidad, oportunismo, egoísmo, superficialidad y simple desprecio por cualquier cosa que no sean los propios y mezquinos intereses. 

Es muchísimo lo que durante la niñez aprendemos del ejemplo de los otros: muy pronto nos damos cuenta que los discursos de los adultos no necesariamente tienen que ver con la realidad, así que aprendemos observando e imitando lo que los adultos hacen. Y, ¿qué es lo que vemos? Que la verdad se idolatra en el discurso pero no se respeta en los hechos, que los adultos se traicionan a sí mismos y a su verdad, a los que quieren, a los principios que dicen tener, a sus propios sueños; que nos piden que cuidemos nuestra salud mientras se intoxican con todo tipo de sustancias extrañas, que critican a sus propios amigos a sus espaldas, etcétera.

Concluimos entonces que la forma reina, pero no el fondo: lo que importa es parecer honesto y decente, no serlo. El dinero y el poder lo permiten todo, y son los nuevos fundamentos de la sociedad en que vivimos; la codicia ciega y criminal está destruyendo al planeta, la naturaleza es arrasada sin freno, poniendo al planeta en una situación extremadamente peligrosa. 

Comenzamos entonces a desconfiar -muchas veces, en forma totalmente justificada-, de las autoridades políticas, gubernamentales, económicas, eclesiásticas y, en general, de todo aquel que detente poder. La mayoría de las figuras públicas tiene doble discurso: no practican lo que predican, y a veces hacen todo lo contrario

Quisiera examinar a continuación el fenómeno de la congruencia e incongruencia a nivel de la sociedad entera, discutiendo ejemplos e implicancias. 

A mi modo de ver, los grandes ideales políticos, sociales y religiosos a los que solía dedicarse la vida en los años sesenta han sido sofocados por un ambiente de cinismo y escepticismo. 

En estos días abundan los ejemplos de deshonestidad, oportunismo, egoísmo, superficialidad y simple desprecio por cualquier cosa que no sean los propios y mezquinos intereses. Es muchísimo lo que durante la niñez aprendemos del ejemplo de los otros: muy pronto nos damos cuenta que los discursos de los adultos no necesariamente tienen que ver con la realidad, así que aprendemos observando e imitando lo que los adultos hacen. 

Y, ¿qué es lo que vemos? Que la verdad se idolatra en el discurso pero no se respeta en los hechos, que los adultos se traicionan a sí mismos y a su verdad, a los que quieren, a los principios que dicen tener, a sus propios sueños; que nos piden que cuidemos nuestra salud mientras se intoxican con todo tipo de sustancias extrañas, que critican a sus propios amigos a sus espaldas, etc., etc.






Emociones Y Sensibilidad


“Cada emoción se queda dentro de tu mente, como un eco de todo lo que te importa en esta vida.”

Desde que tengo memoria, es que siempre he sido sensible. Siempre he tenido una emocionalidad involuntariamente alta, o al menos mientras más conozco a otras personas y realidades, creo que es así. No es algo que pueda controlar, pero tampoco es algo que se salga de control. Simplemente así es, y así soy.
Sensible hasta la médula. No importa si me veo o no igual. 

Muchas veces personas me han dicho que en el primer contacto ven en mí a una persona más fría, más lejana. Sé que no tiene directa relación con la sensibilidad, pero yo creo que es así. A primera vista quizás no se ve todo lo que soy, todo lo que siento. Creo que ni siquiera sucede con el tiempo, sino que es algo que pasa solo dentro de mí, sin que nadie más lo pueda ver.

Solo aquellas personas que me conocen, pueden tener un atisbo de esto. Es algo que involucra a toda tu vida, cada cosa que haces, cada conversación que tienes, cada persona que conoces. Tu visión de vida tiene sensibilidad en sí.

Como te expresas, como recibes cada comentario, todo te afecta totalmente de alguna u otra manera. No siempre es negativo, pero nada te deja indiferente.
Con el tiempo puedes aprender a manejar un poco más, el cómo manejar qué tanto te afectan ciertos temas, dependiendo de qué tanto puedas involucrarte en ellos también. Porque si no todo queda en ti. 

No importa si se lo escuchaste simplemente a alguien, o un amigo te contó su problema: aunque no sea algo mío, queda grabado en mí, como un peso de algo que deseo solucionar por los demás.

No es difícil, es intenso. Son muchas emociones, propias y ajenas que convergen dentro de ti. Una sola persona tomando todo lo del resto, asociándose a su dolor, a su alegría. Pero con el tiempo he decidido verlo como una virtud, como una característica hermosa y no una carga, algo de lo que no todos son capaces.

Acepto mi propia sensibilidad, aunque no siempre lo demuestre para afuera. Por dentro, en mi corazón y en mi mente, conozco todo esto. 

Sé que no siempre todos me comprenderán, pero al menos yo tengo la intención de siempre comprenderlos a ellos.