domingo, 11 de agosto de 2019

Las Alas Para Volar


Filosofía
Criterios De Certeza
La base de la racionalidad humana es la aplicación universal de ciertos principios básicos de orden abstracto, filosófico, sin los cuales es imposible conocer, aun en el nivel más elemental.  Tales son: el Principio de Identidad, el Principio de no-contradicción, y el Principio de Razón Suficiente. 

Todo conocimiento científico, filosófico o teológico necesita seguir estas leyes lógicas, que manan de la misma naturaleza de la realidad, desde la grandeza de Dios hasta el nivel más ínfimo.

Pero la ciencia en el sentido técnico de la palabra, y especialmente la Física, exige más. El criterio último por el que se acepta una hipótesis o teoría es la comprobación experimental de sus predicciones y no se concede valor científico a ninguna elucubración, aun muy atrayente, si es imposible verificarla en un experimento. Incluso si hay limitaciones tecnológicas que hacen imposible actualmente el experimento necesario, por lo menos éste debe ser posible en principio. Por este criterio queda reducida a mera ciencia ficción toda hipótesis de ”otros Universos” (por definición, incognoscibles y sin interacción alguna con el Universo en que existimos), o de parámetros con valores estrictamente infinitos: todo instrumento de medida es siempre limitado en su rango de actuación, y no puede nunca dar una medida de infinitud real.

Esta exigencia de comprobación experimental puede decirse que es la que define a las ciencias de la materia como hoy las entendemos, en cuanto distintas de un conocimiento filosófico.  Incluso la Matemática es más afín a la pura Lógica desde este punto de vista, y la Matemática pura se gloría en su pureza, que desdeña cualquier aplicación de tipo tecnológico, mientras la Lógica actual utiliza simbolismos matemáticos como expresión de la concatenación exacta de sus argumentos.

La Filosofía, en todas sus ramas, tiene como único criterio de certeza el rigor de sus deducciones.  El argumento más definitivo contra una posición filosófica es que lleva necesariamente a un absurdo, en contra del Principio de no-contradicción.

En el campo de la Teología, el criterio de certeza es la Revelación, con el respaldo de infinito valor de la Inteligencia y Santidad de Dios.  Sus desarrollos, estudiando el contenido de la fe, deben ser de estricta lógica, y si llevan a conclusiones que desafían nuestra comprensión, no por eso deben rechazarse, con tal de que no terminen en un absurdo.  No es de esperar que la realidad suprema de Dios sea perfectamente comprensible para nosotros, pues ni lo es la materia ni nuestra propia personalidad humana.

Relaciones Física – Teología
Una vez descrito el campo de aplicación y los criterios de certeza de las diversas formas de conocer, es obvio que la Física, limitada a la descripción de la actividad de la materia en sus aspectos cuantitativos y experimentables, no puede directamente decir nada que afecte el contenido de la Teología, que nos habla de la realidad inmaterial de Dios y de sus planes para el Hombre. Ni siquiera puede la Física tratar de los aspectos artísticos o éticos de la actividad humana: no hay instrumento alguno que mida el valor literario de un poema, la bondad o malicia de una acción, o la satisfacción de una amistad o del deber cumplido, ni puede establecerse experimentalmente el contenido de verdad de un pensamiento, ni su existencia.

La Física reconoce solamente cuatro interacciones (fuerzas) y define a la materia por su capacidad de actuar por alguna de ellas: la fuerza gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la nuclear débil. Si hay una realidad que no puede describirse en términos de estas interacciones (como son la consciencia, el pensamiento abstracto y la actividad libre), no entrará dentro del concepto de materia y la Física no tendrá nada que decir de ella.

Consecuentemente, es improcedente preguntar si la Física puede demostrar la existencia de Dios o negarla: ningún experimento puede lógicamente contestar a la pregunta. Lo mismo puede decirse del espíritu humano, o de la existencia después de la muerte.  Tampoco puede la Física responder a preguntas sobre la razón suficiente de que exista el Universo, ni acerca de su finalidad: no son objeto de comprobación experimental posible, ni tienen expresión cuantitativa en una medida o fórmula matemática.

De modo correlativo, no puede pedirse a la Teología que nos aclare conceptos de la estructura y actividad de la materia a ningún nivel.  Ni la Biblia ni la enseñanza de la Iglesia nos dirá cómo ni cuándo comenzó el mundo, frío o caliente.  Nada hay en el Credo ni en el reciente Catecismo de la Iglesia Católica que nos evite el estudio científico de algún aspecto del mundo material. Ciencia y fe son dos maneras limitadas y complementarias de conocer la realidad total de Dios, el Universo y el Hombre. Son dos alas con que el Hombre puede volar en búsqueda de la Verdad, y que colaboran en el único esfuerzo de profundizar más y más en el misterio que es nuestra existencia y la del mundo que nos rodea y del que somos parte.


Dependiendo De Cada Uno


Hemos escuchado muchas veces frases muy similares a las de este título, decir, ha si dependiera de mi… es algo que está en la punta de la lengua cuando nos referimos a lo que hacen o deberían hacer otras personas, por extensión agregaríamos: si dependiera de mí no haría tal cosa, si dependiera de mí tendría más cuidado, y seguiríamos utilizando esta expresión tantas veces como posibilidades de evaluar el comportamiento ajeno tuviésemos por delante.

Ahora bien, esta premisa de “dependiera de nosotros”, no solamente es universalmente válida sino que además, debemos estar gratos de que así suceda, nadie puede hacer por nosotros lo que deberíamos hacer por nosotros mismos, nuestras posibilidades de sobrevivencia dependerá de cuánto lo hayamos comprendido y no solamente se trata de comprender sino más bien de aplicar en todo cuánto sea menester que tengamos el desafío imperativo re realizar.

Esto que mencionamos se aplica en todos los órdenes de la vida comenzando desde la niñez y continuando, desde entonces, hasta cuantas etapas de nuestra consolidación como criatura humana lo requiera.

Esta realidad también puede ser utilizada como “una gran excusa” un comodín que podemos esgrimir cuando lo queramos en el “gran mazo de nuestras justificaciones” todo lo que hemos expuesto no nos exime de responsabilidad para con nuestros semejantes, lo cierto es que nadie puede hacer lo que nos corresponde a cada uno, pero nuestra condición humana requiere de que sintamos en nuestro fuero íntimo de que si  “dependiera de nosotros” indudablemente lo haríamos.

La Noria Del Tiempo



 En realidad nuestra vida es un constante volver a empezar pues como es sabido por todos, los acontecimientos al igual que las oportunidades, no suelen “golpear dos veces” en nuestras puertas, lo que ha sido ayer, hoy se ha tornado en experiencia, si pensamos bien encontraremos que todo cuánto hayamos logrado a lo largo de nuestra existencia ha sucedido sólo una vez, es probable que nos haya transformado y ya no seamos los mismos, pero la vida que continúa y no se detiene nos obliga a continuar, eso sí, en circunstancias diferentes.

Adjuntamos una creación artística, un aporte literario, que se refiere a esta circunstancia, la de volver a empezar, un tributo que deberemos aportar cada vez que recomencemos.


“Pasa la vida y el tiempo                                                                                     
no se queda quieto
llevo el silencio y el frío
con la soledad.
En qué lugar anidaré
mis sueños nuevos
y quien me dará una mano
para volver a empezar.
Volver a empezar
que no termina el juego.
Volver a empezar
que no se apague el fuego.
Queda mucho por andar
y que mañana será un día
nuevo bajo el sol
volver a empezar.
Volver a empezar
volver a intentar
Se fueron los aplausos
y algunos recuerdos
y el eco de la gloria
duerme en un placard.
Yo seguiré adelante
atravesando miedos
sabe Dios que nunca es tarde
para volver a empezar
Volver a empezar
que aun no termina el juego.
Volver a empezar
que no se apague el fuego.
Queda mucho por andar
y que mañana será un día
nuevo bajo el sol
volver a empezar.
Volver a empezar
volver a intentar “      
                       Alejandro Lerner  Fuente: musica.com


sábado, 10 de agosto de 2019

Vale Lo Que Cuesta



 “El precio de la educación solo se paga una vez. El precio de la ignorancia se paga toda la vida”. Autor desconocido

“Todos estamos familiarizados con los resultados que muestran algunos estudios, diagnósticos e incluso noticias, que abordan la importancia de la educación en los niños y posteriormente en los adultos.

La falta de educación genera incapacidades de diversa índole. Las personas no logran adaptarse al medio en el que se desenvuelven. Las personas no desarrollan las aptitudes necesarias para enfrentar problemas y abordar los cambios y retos del futuro.

La ignorancia, sino es la madre, por lo menos es la madrina de todos los males. Pero la educación no se limita a la función académica de enseñar conocimientos generales que se imparten en las aulas.

Hay una educación superior que antecede y se encuentra por encima de la académica, me refiero a la enseñanza que se brinda con ejemplos en cuestiones de principios y valores. Esta corresponde en primera instancia al núcleo familiar.”

Lo que todos entendemos como denominador común es aquella tendencia que predomina e introduce de hecho determinados cambios en la conducta que prevalecen e imponen nuevas modalidades de uso en nuestro comportamiento social.

Resulta evidente que el avance de la tecnología impone cambios radicales en el uso y la forma en la cual todos nos comunicamos, no tener presente lo que ocurre es permanecer marginados, delegados a un segundo plano sumidos en la ignorancia y condenados a asumir los costes que tal falta de actualización del conocimiento presuponen.


Somos Mucho Más Que Uno


Sucede que uno lleva mucho tiempo en esta tarea de “continuar viviendo” y claro cuando no se tienen muchas certezas de cómo han sido nuestros orígenes resulta, para quienes sienten algo de curiosidad al respecto un verdadero problema el armado de este “rompecabezas” que más se asemeja a un puzle, donde no resulta tan sencillo el poder “encajar” correctamente las piezas.

Creo que todos saben que soy el mayor de muchos hermanos, y aunque a algunos les cueste creer tengo diez hermanas mujeres y ocho hermanos varones, como soy bastante ordenado en temas de genealogía guardo debidamente documentado todo lo relacionado con este tema.


Tanto por parte de mi padre como de mi madre el contacto que hemos mantenido con mis hermanos si bien han sido fraternos como no podría ser de otra manera, como digo, esos contactos han sido un tanto esporádicos, como envueltos en la bruma de un misterio, a tal punto de que ninguno de mis hermanos podría mencionar a ciencia cierta cómo ha sido la vida que he llevado desde que he venido a este mundo allá por los pagos de “paso Pereira” a orillas del Río Negro.


Así como menciono a mis hermanos, incluyendo tanto a los varones como a las mujeres, lo que asevero es extensivo a mis tíos, tías, primos, primas, etc. , lo que resulta incuestionable es que “estoy aquí” algunos intuyen de que tengo una sólida formación académica pero de ahí a saber cómo es que sucedió todo esto, bueno eso también se pierde en la nebulosa de un pasado que continúa presente, aclaro que esta falta de información también la padecen tanto mis hijos como aquellas damas, excelentes compañeras que la vida me ha deparado las cuales también ignoran estos sucesos.


Una vez, siempre hay una vez como en los cuentos de hadas, alguien me preguntó: tío dime realmente ¿quién eres? la pregunta me tomó un tanto de sorpresa y lo que atiné a responder fue lo siguiente: Creo que soy como esos cardos que crecen de puro testarudos que son, que ha encontrado una buena tierra donde afianzar sus raíces y que pudo recoger los mejores ejemplos para incorporar a su existencia la cual ha sido muy dura y fructífera en todos los sentidos como para que todos aquellos que de una forma u otra se hayan relacionado conmigo puedan sentir la integridad y honestidad  que es proveniente de nuestros ancestros.


Agregamos:


“Estamos comprometidos con nosotros a ser nosotros mismos, diferentes de los demás y otros distintos a lo que los demás quisieron hacer de nosotros.


La importancia de tal compromiso reside en el hecho de que sólo quien se asume un individuo, uno distinto a los otros, puede tomar el control de su vida y realizar lo que es propio de su identidad e interés. Quien no se obliga consigo mismo sigue estando a expensas de otros, siendo y actuando de acuerdo a lo que los demás han hecho de él: con unos sumiso, con otros valiente; con unos fuerte, con otros débil; con unos triunfador, con otros un mero perdedor. 

Dejan de ser ellos para ser con cada cual lo que éste espera que sean. Terminan viviendo vidas esquizoides, sin control ni satisfacción. Y, lo que es peor, sin sentido ni esperanza.”

Puñaditos De Arena


En realidad podemos afirmar que no existen aquellas personas que hayan alcanzado un nivel tal de autosuficiencia por el cual puedan considerarse que se encuentran exentos, de por lo menos intentar dentro de lo posible, el expresar un profundo agradecimiento por aquellas personas que quizás en forma anónima y desinteresada han hecho posible que sucediesen los acontecimientos ,que concatenados unos con otros, decantasen en el usufructo de tal situación, la que denominamos como eventualmente autosuficiente.

Los seres humanos, en nuestra condición de tales, hemos sido y siempre seremos, deudores  contumaces, completamente insolventes e incapaces de asumir cualquier intento de compensación de una deuda original cuyos registros se pierden en los confines de nuestra historia, sin detenernos a mencionar por abrumadoras las cargas por amortizaciones inpagas.

“la palabra compensar significa equiparar o igualar algo que está desequilibrado. Este desequilibrio supone que una de las dos partes intervinientes en la cuestión sale perjudicada o disminuida y por lo tanto debe ser arreglada a partir de la acción directa.

Esto entonces se puede aplicar a numerosas situaciones y circunstancias en las que se genere naturalmente este desequilibrio, por ejemplo cuando una persona comete un error y lo compensa a partir del pedido de disculpas o de la realización de alguna obra en beneficio de otro.”

Esto que mencionamos es simplemente un recordatorio de que todos sin excepción alguna tenemos una deuda de gratitud muy grande para con la sociedad que integramos, el único medio a nuestro alcance de adoptar una conducta redistributiva es la de contribuir en la formación de todos aquellos que de una u otra forma nos necesiten.

Algunos nos dirán, todo lo que hagamos como contribución será apenas como “un granito de arena” estamos plenamente de acuerdo, pero el poeta nos advierte en su copla:

“La sangre tiene razones
Que hacen engordar las venas
Pena sobre pena y penas
Hacen que uno pegue el grito.
La arena es un puñadito

Pero hay montañas de arena.”    Atahualpa Yupanqui

Razón Y Verdad


Y la verdad sólo surge cuando están, en el mismo punto de mira, el ojo, el corazón y la mente"


En varias oportunidades nos encontramos en situaciones en las que pareciera que por el tenor de los acontecimientos, es necesario de que nos expresemos en forma inmediata sobre lo que pensamos sobre el grado de incidencia que tales asuntos pudiesen significar no solamente en nuestro fuero íntimo sino que además, lo que pensamos que deberían sentir y consecuentemente reaccionar, todos aquellos con los cuales compartimos tales opiniones.

Ahora bien, pensamos que la cosa en cuestión no pasa ni se debe medir por el “sentido de urgencia o de gravedad” de quién requiere nuestra manifestación al respecto sino, más bien, que los mencionados sucesos, ante los cuales supuestamente deberíamos expedir con cierta premura una opinión sobre ellos, deberán ser analizados en toda su extensión, para extraer las mejores impresiones sobre el caso en cuestión evitando de esta manera agregar una mayor confusión e incertidumbre.

“Existen distintas características del carácter que definen el modo de ser de una persona. El modo de ser de una persona no se describe, únicamente, por un rasgo en concreto sino por la suma de varias cualidades. Un rasgo habitual de aquellas personas que tienen una gran fortaleza emocional es que son imperturbables, es decir, pueden permanecer inalterables a nivel anímico ante un estímulo externo.

Una persona imperturbable es aquella que tiene un gran control sobre su estado de ánimo y sus sentimientos potenciando el valor de la fortaleza como muestra el estoicismo. Desde el punto de vista de las relaciones personales, aquellas personas que tienen un modo de ser de estas características pueden mostrarse distantes en ciertos momentos al parecer un tanto frías.

Una cualidad del carácter

Sin embargo, no se trata de que las personas que son imperturbables no sientan como las demás sino que sus manifestaciones externas ante un dolor determinado o una emoción intensa, es distinta.

Desde un punto de vista positivo, una persona imperturbable es aquella que tiene una gran inteligencia emocional para resistir una situación de tensión manteniendo la tranquilidad de ánimo. Por ejemplo, tienen una claridad mental importante para tomar decisiones al trabajar bajo presión ya que no se dejan desbordar por la emoción.

Una persona imperturbable es aquella que no pierde la tranquilidad en situaciones en las que otras sí pierden dicha serenidad. Una de las virtudes de una persona que se muestra imperturbable es la paciencia y la capacidad de observación.”
Recordemos que la supuesta gravedad de nuestras consideraciones no aceleran ni obran sobre la justicia ni la mayor vehemencia que pongamos podrá alterar sus razones.


De Tripas Corazón


El refrán:
“Aconseja sobreponernos a nuestros temores y miedos al enfrentar problemas o retos”.
Los que habitamos este llamado “tercer mundo” estamos acostumbrados a las dificultades que implica el hecho de “ocupar el furgón de cola” del tren que conduce el ritmo del desarrollo.
Esta condición también nos ha permitido, globalización mediante, “observar por la ventana” todo lo que sucede en el llamado “primer mundo” y con nuestro peculiar ingenio “nos las hemos arreglado” para introducirnos en el mundo de la tecnología y la modernidad.

Esto es lo que llamamos “hacer de tripas corazón” lo que equivale a decir que, aunque quizás tengamos algunas limitaciones en el campo de la ciencia y la tecnología, “igual nos revolvemos” para disimular tales carencias e intentar mantener nuestra vigencia en el “mundo de las comunicaciones”.

Así es todo y es válido para todo lo que eventualmente tengamos que enfrentar, lo que nos “hace competitivos" en cualquiera sea el área en la cual nos movamos, nada impide que podamos “marcar con nuestra presencia” en todas aquellas actividades en las cuales participemos.
La mente humana, nuestra mente, no es clasificable, no tiene un territorio específico, nuestra mente es universal e inconmensurable, ocupa una dimensión que le es propia por definición y es la única capaz de todas las creaciones hasta ahora conocidas.


El Sombrero Y La Reverencia

Vemos en múltiples oportunidades revoloteando sobre el horizonte de nuestros muros en las redes sociales tal como si fuesen “aves rapaces” ciertos chimangos con apariencia humana que observan nuestros movimientos en procura de algo desprevenido al cual puedan atrapar entre sus garras en un vano intento de mitigar su insaciable voracidad.

Así se comportan ciertos personajes que se mueven amparados en un anonimato virtual, los que se introducen en los comentarios ajenos o intercambian opiniones en ese lleva y trae del “dicen que dijiste” son opinólogos de ocasión y desmenuzan la carroña abandonada por quienes no pierden su tiempo haciendo del simple y vulgar chisme materia de comentario.

“Los chimangos son aves rapaces, naturales de América del Sur, que suelen alimentarse de carroña o de animalitos pequeños o desprevenidos. La cuestión es que los chimangos no resultan muy provechosos para los humanos, especialmente porque su carne no sirve como alimento, ya que, a pesar de ser un animal de tamaño considerable, al exponerlo al fuego su volumen disminuye llamativamente.

Así las cosas, los cazadores siempre tuvieron en claro que no valía la pena derrochar cartuchos en los chimangos, pues el valor de la pólvora no se compensaba con los beneficios de la presa obtenida.

Popularmente, la frase pasó a denominar una situación en la que se malgasta un dinero o en la que se efectúa un gran esfuerzo a partir del cual no se obtendrá nada sustancioso. Puede traducirse así: es más lo que se pierde que lo que se gana.

En Rio Revuelto


Un antiguo juego que solíamos jugar cuando éramos niños tenía un estribillo que todos cantábamos a la espera  de que el lobo surgiera intempestivamente en la escena.

La canción decía más o menos así:

“juguemos en el bosque mientras el lobo no está” y todos exclamábamos a coro “¿lobo estás?”

Lo que me ha traído a la memoria esa vieja canción de nuestra niñez han sido los últimos acontecimientos que pareciera que han “conmocionado ”al mundo occidental y cristiano, sobre todo y para ser un tanto más preciso, al mundo comprendido por el que constituimos  “el patio trasero” de nuestros poderosos “vecinos del norte”

Lo que ha ocurrido está muy lejos de representar “el estado de catástrofe” que la mayoría de los gobiernos y los medios de comunicación, sobre todo éstos últimos, nos han querido trasmitir en estos últimos meses, parece que no nos hemos percatado que las transformaciones  también se hacen notar en la parte norte de nuestro hemisferio, los resultados ante los que “continuamos jugando en la ronda del miedo”  están a la vista y tendremos que “agiornarnos”  es decir, “ponernos al día” en las consecuencias de una globalización que nos repercute en el estado de animo de todos los que directa o indirectamente “nos involucramos”

En resumen, muy breve por cierto, vemos como “esa sensación de miedo colectivo” ha incidido muy fuertemente en la clase media blanca “tradicional” de los ciudadanos antiguamente “todopoderosos” de los estados más industrializados de Norteamérica, quienes ha sufrido en carne propia la pérdida de algunos privilegios los cuales han sido absorbidos por una clase de emigrantes mucho más preparada para ocupar los puestos de trabajo que las nuevas tecnologías han ido introduciendo en la industria y ante esta sensación de inseguridad,  por no decir de “verdadero pánico” la otrora poderosa clase media blanca ha optado por intentar “cerrar sus fronteras” y refugiarse en las promesas un tanto mesiánicas de quien ha resultado a la postre el ganador de las elecciones.

Como se suele decir, “la alegría va por barrios” esta vez la ciudadanía norteamericana está sintiendo “en carne propia” la misma medicina que “nuestra clase política” nos ha aplicado en Latinoamérica.




viernes, 9 de agosto de 2019

Percibir Lo Imperceptible


"el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida." Gabriel García Márquez.

Es probable que el descomunal desarrollo de las “intercomunicaciones humanas” la introducción quizás un tanto abrupta de la “era digital” cubriendo o abarcando todas las capas etarias, desde la niñez a la tercera edad, nos haya tornado tan “ciber depedientes” de que en algún momento, quizás no tan lejano, nos haga llegar a un punto de no poder comprender que exista o haya existido algún otro medio a través del cual nos hayamos intercomunicado.

Esto que mencionamos es aplicable a los sucesos del día a día, vale decir, la percepción de todo lo que ocurre o pueda ocurrir, la cual nos llega a través de los medios informativos que nos “mantienen informados” valga la redundancia” medios que han acaparado nuestra atención manteniéndonos prácticamente rehenes de una especie de “dosificación diaria” de las noticias que “oficialmente podamos digerir”

Estamos en la disyuntiva de aceptar esta especie de “estatus quo” universalmente establecido o recurrir a las distintas fuentes de información a nuestro alcance para poder construirnos un criterio “libre e independiente “que nos permita saber lo que realmente ocurre a nuestro alrededor.

Es algo relativamente parecido a nuestro gran dilema existencial referente a las prioridades, ¿Qué es lo que está primero?  ¿el huevo o la gallina? en materia de comunicaciones e información la situación imperante nos lleva a la siguiente interrogante: cuándo la noticia que nos llega es eso “una noticia”  lo que realmente ha sucedido, o lo que los medios informáticos que tenemos a nuestro alcance “nos lo cuentan” como noticia.

Es a cada uno de nosotros a quienes corresponde dar una respuesta.


Mundo Virtual


Existe una regla inversamente proporcional que es aplicable a cada uno de nosotros que se demuestra en la imposibilidad de compatibilizar el tiempo que nos insume el uso de nuestros medios de comunicación electrónicos y el consecuente e inevitable distanciamiento físico con quienes mantenemos esos, cada vez más frecuentes, encuentros virtuales.

Nuestros seres queridos, aún aquellos aparentemente más cercanos como lo pueden ser quienes viven bajo un mismo techo o a distancias muy cercanas, viven sus vidas sumidos en sus medios de comunicación absortos, pendientes del sonido electrónico o al brillo de sus pantallas, todo lo que ocurre en este “nuevo mundo” es lo que puede de alguna forma interesarles, este comportamiento, cada vez más usual, nos ha convertido en “zombis virtuales” incapaces de integrarse con “el estar”  “el aquí” “el ahora” o “el conmigo” vale decir, ese intercambio tan natural como observar la naturaleza y el escenario de la vida misma.
   
“Creo, sinceramente, que el abrazo es para nosotros esa  conciencia de que hay otros seres que se alegran de que compartamos con ellos nuestra vida, nuestros momentos de trabajo, de ocio o nuestros problemas y de que ellos confíen en que el sentimiento es recíproco.

Estamos siendo muy poco generosos con nosotros mismos al permitirnos tan escasos abrazos físicos y limitarnos a los virtuales, pues la satisfacción que producen  los primeros jamás podrá ser igualada por la automática y  escasamente afectiva de los segundos. 

Además, aquéllos suponen una atención, una sincronización de cuerpos, y una predisposición a mostrar nuestro cariño que hacen  difícil que puedan ser falsos o hipócritas sin que este disimulo no lo perciba el abrazado; por el contrario, los virtuales, los enviados desde el móvil o la Tablet mientras nos tomamos unas cervezas o mientras ponen los anuncios de la peli no suelen ser, en muchas ocasiones, sino meras fórmulas rituales para cerrar un mensaje que no sabemos cómo acabar.

Abracémonos, de verdad; acercándonos a nuestros seres queridos, a nuestros amigos, y digámosles que sus dificultades, sus dolores físicos o del alma, por un instante, por ese eterno instante que dura nuestro abrazo, desaparecerán y sentirán que, cuando se separen nuestros cuerpos, las penas seguirán allí, pero ellos quedarán ( y nosotros) reconfortados por nuestro abrazo y amistad.

El abrazo, en definitiva, no es sino la constancia de que no estamos solos.”

Que podamos comprender que nos necesitamos los unos a los otros, que nada podrá jamás reemplazar la carencia de esos encuentros los cuales nos hacen convivientes en una vida compartida, en un tiempo cronológico que transcurre y carece “de marcha atrás” .


Nuestra Humana Curiosidad

Insustituible:
“Irreemplazable, necesario, fundamental, indispensable, imprescindible, esencial, obligatorio, forzoso, vital, primordial”

Este segundo sábado de agosto tengo en mente un tema que seguramente debe ser muy recurrente en mis intervenciones anteriores.

El tema en cuestión está relacionado a una pregunta que me formulara un jovencito muy inteligente e inquieto que en medio de una multiplicidad de interrogantes sobre sus posibilidades futuras en su orientación profesional, se refirió concretamente a la siguiente pregunta: dígame una cosa, ¿dónde debo continuar mis estudios una vez que termine la secundaria?  Lo que ha motivado, no sin cierto estupor de mi parte, de que me declarara absolutamente incompetente para formular una respuesta, le explique, o intenté explicarle, que entre él y quien suscribe, existía un enorme abismo generacional, que las circunstancias obviamente no podrían ni deberían ser las mismas y que el mejor de los aportes que podría otorgarle, es la certeza absoluta, que la decisión que adopte siempre deberá estar ligada al grado de compromiso consigo mismo que esté dispuesto a asumir.

Una interrogante extra, que seguramente dejó para el final, no era precisamente lo que pueda considerarse una pregunta, digamos que se parecía más a querer satisfacer una curiosidad sobre si pudiese haber,  considerando los avances de la tecnología, algún programa disponible por el cual uno pudiese seleccionar un tema y obtener el desarrollo del mismo sin necesidad de tener que recurrir tanto al intelecto humano.

La respuesta a esta interrogante o curiosidad, vaya uno a saber, es la que intento esbozar en las próximas líneas, si algo merece una respuesta contundente es todo lo relacionado con la capacidad creativa de la inteligencia humana la cual es “insustituible” no existiendo elemento alguno que pueda suplantarlo y menos sustituirlo, nada puede siquiera compararse con lo que pueda surgir de nuestra mente.


El Pan Nuestro



 Al escribir este artículo soy plenamente consciente de que es muy probable que incurra en su desarrollo en la aplicación de conceptos fuertemente adheridos a mi tan particular forma de entender y de aplicar algunos principios básicos de nuestra condición humana.

Génesis 3:19
“Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra
de la cual fuiste sacado.
Porque polvo eres, y al polvo volverás.»

Cuando escucho el contenido de algunas oraciones que la gente suele elevar a los cielos me rechina en mis oídos el pedido diario que se realiza con relación al clamor de que se nos pueda suministrar el pan nuestro de cada día, partiendo en esa súplica de lo que entiendo es un error conceptual básico en la comprensión del grado de relación que siempre ha existido entre el Creador, nuestro Padre y sus hijos, los creados a “su imagen y semejanza” vale decir: “la criatura humana”.

Cuando se nos ha enseñado a orar, cuando en nuestras oraciones nos dirigimos al “Padre nuestro que está en los cielos” y le suplicamos por “el pan nuestro de cada día” no nos deberíamos referir a la provisión de un determinado alimento, porque el pan nuestro de cada día nos lo debemos ganar con “el sudor de nuestra frente” sin concesiones.

Hay cosas en nuestra vida que dependen de nosotros y otras que por más que nos afanemos en lograr, no dependen ni dependerán, de acuerdo con  el plan divino, de nosotros de ninguna manera, una de esas necesidades vitales es nuestra propia vida, representada en cada mañana en que el sol resplandece en los cielos, ese nuevo amanecer es el “pan nuestro de cada día” que se nos es dado hoy para poder desarrollar en él todos los atributos que se nos han confiado mediante los cuales podremos transformar nuestro presente y así como seamos capaces de perdonar a nuestros potenciales deudores nos sintamos en condiciones de agradecer por la “gracia divina” de cada nuevo día de vida en esta tierra que nos cobija.



Transmitir Impresiones



Otra vez estamos en contacto y pienso en la medida en que voy avanzando en el desarrollo de este tema en  la importancia que reviste para mí el hecho de estar dispuesto y poder hacerlo sin impedimentos, a no ser los habituales, claro, como lo pueden ser la indisponibilidad de tiempo por acumulación de tareas pendientes, visitas muy gratas pero inesperadas, o como en esta ocasión, dificultades con el sistema informático por no tener acceso a internet.

La sensación que nos invade es de que “algo está pendiente” de que necesitamos transmitir nuestras impresiones, las que han acudido a nuestra mente al comienzo de cada nuevo día, aquellas que surgen a través de nuestro mate amargo, el que participamos en solitario antes de que salga el sol.

Nuestra intención es de transmitir para quien pueda recepcionarlo el claro mensaje “de que estamos aquí” en contacto, de que sentimos que “todos nos importan” y aunque lo que tengamos para decir no tenga los contenidos trascendentes de  otras oportunidades, el mero hecho “de decir a los cuatro vientos” de que cuánto suceda o pueda suceder nos importa en  función solidaria para con todos quienes integran “nuestras redes sociales” nos hace sentir que continuamos atentos y vigilantes.

Describir Lo Que Sentimos


Digamos de que lo que hacemos esta mañana es intentar dar alguna explicación sobre lo que entendemos que significa el concepto de describir desde el punto de vista de quien se toma la tarea de comentar un acontecimiento dado.

Cada vez que realizamos una descripción de algo que percibimos lo hacemos partiendo de la base  de lo que a nuestro entender son los elementos que de alguna forma nos han llamado más la atención y que por tales causas entendemos que contienen en sí mismas ciertas características que ameritan que se les realice una descripción al respecto.

“Puede decirse que la descripción es una representación de algo o alguien a través de la palabra y que incluye una explicación ordenada y detallada de distintas cualidades y circunstancias.

Es importante tener en cuenta que toda descripción resulta inevitablemente subjetiva ya que se encarga de representar mediante el lenguaje (escrito u oral) aspectos parciales de cómo una persona observa e interpreta la realidad.

El punto de vista de quien describe, sus necesidades y sus conocimientos previos acerca de la materia en cuestión son algunos de los muchos factores que influyen en el resultado.

Si dos periodistas asisten a una celebración y luego describen su experiencia, es posible que cada texto cuente una historia diversa, opuesta quizás; el mismo evento que para uno puede parecer pintoresco y animado, puede resultar caótico y escandaloso para el otro.

Cabe aclarar que esto no es producto de una manipulación de la verdad, sino que deja en evidencia las diferencias entre ambas personas.”

Pensamos que es importante que tengamos en cuenta estas consideraciones para que podamos asociar la descripción con la persona que realiza tal comentario y de esta manera podamos comprender mejor esta premisa la cual es inherente a todo comentario que se analice:

Así como no hay dos personas iguales ni que piensen exactamente lo mismo, lo mismo ha de ocurrir con la descripción de sus impresiones

La Libertad De Pensar


Todos los actos presuponen a la libertad para poder ser moralmente imputables (libre albedrío).

La libertad se sitúa en la interioridad de la persona y siguiendo esa línea de pensamiento:

“Es una de las notas definitorias de la persona.

Permite al hombre alcanzar su máxima grandeza pero también su mayor degradación. Es quizás su don más valioso porque empapa y define todo su actuar.

El hombre es libre desde lo más profundo de su ser. Por eso los hombres modernos han identificado el ejercicio de la libertad con la realización de la persona: se trata de un derecho y de un ideal al que no podemos ni queremos renunciar.

No se concibe que se pueda ser verdaderamente humano sin ser libre de verdad.”  
Ricardo Yepes Stork

El ser humano tiene libre albedrío, es decir, libertad de elección en la toma de decisiones.

De tal forma que un ser humano maduro es aquel que se hace responsable de sus aciertos y errores ya que la responsabilidad en la toma de muchas decisiones decisivas en el destino personal son totalmente propias e intransferibles.

La libertad es una facultad que está muy vinculada a otro don tan humano como el conocimiento. La inteligencia es la luz de la voluntad sobre la que se sustenta la libertad.

El conocimiento es la luz de la voluntad

Gracias al conocimiento, una persona puede reflexionar, recopilar información sobre un asunto determinado o pedir opinión a un amigo antes de tomar una decisión concreta. A través del libre albedrío el ser humano puede realizar el bien, en cuyo caso conviene puntualizar que la bondad perfecciona de forma notable el corazón humano. Pero la persona también, puede realizar una mala acción.

La elección del bien muestra la responsabilidad ética de aquel ser humano que motivado por su fuerza de voluntad y capacidad de superación desea crecer como persona.

La cuestión reside en la conciencia humana, en definir con total honestidad hasta dónde se está dispuesto a permitir el acceso a la información que todos necesitamos,  sin la tutoría o intervención directa en muchos casos, que puedan limitar, dosificar o filtrar, tanto lo que recibimos como lo que estemos dispuestos a permitir su difusión.

La ignorancia es una limitante que vanamente intenta “encepar” a la inteligencia humana.

El miedo a que una “mayor exposición a la iluminación” nos pueda “perjudicar  o condenar” con seguridad nos conducirá, tanto a nosotros como a quienes pretendamos preservar, a estar inmersos en una cada vez más profunda oscuridad.