"el
drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a
medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus
vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves
instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la
escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de
la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a
la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta
falsa valía la pena de ser vivida." Gabriel García Márquez.
Es probable
que el descomunal desarrollo de las “intercomunicaciones humanas” la
introducción quizás un tanto abrupta de la “era digital” cubriendo o abarcando
todas las capas etarias, desde la niñez a la tercera edad, nos haya tornado tan
“ciber depedientes” de que en algún momento, quizás no tan lejano, nos haga
llegar a un punto de no poder comprender que exista o haya existido algún otro
medio a través del cual nos hayamos intercomunicado.
Esto que
mencionamos es aplicable a los sucesos del día a día, vale decir, la percepción
de todo lo que ocurre o pueda ocurrir, la cual nos llega a través de los medios
informativos que nos “mantienen informados” valga la redundancia” medios que
han acaparado nuestra atención manteniéndonos prácticamente rehenes de una
especie de “dosificación diaria” de las noticias que “oficialmente podamos
digerir”
Estamos en
la disyuntiva de aceptar esta especie de “estatus quo” universalmente establecido
o recurrir a las distintas fuentes de información a nuestro alcance para poder
construirnos un criterio “libre e independiente “que nos permita saber lo que
realmente ocurre a nuestro alrededor.
Es algo
relativamente parecido a nuestro gran dilema existencial referente a las
prioridades, ¿Qué es lo que está primero? ¿el huevo o la gallina? en
materia de comunicaciones e información la situación imperante nos lleva a la
siguiente interrogante: cuándo la noticia que nos llega es eso “una noticia”
lo que realmente ha sucedido, o lo que los medios informáticos que tenemos a
nuestro alcance “nos lo cuentan” como noticia.
Es a cada
uno de nosotros a quienes corresponde dar una respuesta.
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