martes, 27 de agosto de 2019

Comprometidos


En nuestros contactos que permanentemente realizamos, vamos creando distintas modalidades de relacionamiento mutuo, muchos de los cuales implican acuerdos de hecho, en posiciones sobre diversos temas que hacen a la manera de manifestarnos en forma conjunta.

Resulta algo obvio mencionar que cuando acordamos compartir una determinada posición, lo que realmente está en juego es el grado de credibilidad de los actores en cuestión situación que implica un comportamiento acorde con “la palabra empeñada” asumiendo las posturas resultantes de tal acuerdo como lo que debe ser, un compromiso.

“Se dice que una persona se encuentra comprometida con algo cuando cumple con sus obligaciones, con aquello que se ha propuesto o que le ha sido encomendado. Es decir que vive, planifica y reacciona de forma acertada para conseguir sacar adelante un proyecto, una familia, el trabajo, sus estudios, etc.

Para que exista un compromiso es necesario que haya conocimiento. Es decir, no podemos estar comprometidos a hacer algo si desconocemos los aspectos de ese compromiso, es decir las obligaciones que supone. 

De todas formas se considera que una persona está realmente comprometida con un proyecto cuando actúa en pos de alcanzar objetivos por encima de lo que se espera.

En una familia, por ejemplo existen diferentes grados de compromiso, de acuerdo al rol que cada persona ocupa dentro del grupo.

Los padres tienen la obligación no sólo de proporcionar a sus hijos los medios materiales para subsistir, sino también espirituales, es decir deben acompañarlos, apoyarlos, conversar, jugar con ellos. Por otro lado, tienen un compromiso con su pareja con quien deben tener una relación de mutuo respeto, avivar el amor y cuidar todos los aspectos de la relación, ir de paseo juntos, disfrutar del tiempo de pareja, ser cariñosos y cuidarse entre sí.”


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